• ᴇᴛᴇʀɴᴀʟ ᴅʀɪꜰᴛ
    Fandom Libre
    Categoría Suspenso
    El cielo estaba teñido de un gris monótono, un tono que no anunciaba ni tormenta ni claridad, sino un peso constante que parecía aplastar todo lo que se encontraba debajo. El aire era frío y húmedo, como si el mundo entero estuviera atrapado en un instante antes de romperse. El puente de piedra que cruzaba el río se extendía como un vestigio olvidado, sus grietas llenas de musgo y marcas de un tiempo que ya no tenía relevancia. Las aguas que corrían bajo él eran turbias, opacas, arrastrando ramas y desechos que giraban en remolinos perezosos antes de desvanecerse río abajo.

    En el centro del puente, Scraps se mantenía erguido, inmóvil como una estatua olvidada. El viento jugueteaba con los bordes de su abrigo desgastado y hacía tintinear las cadenas que colgaban de su cinturón. No parecía notar nada de esto; sus ojos estaban fijos en el agua, pero no veía las corrientes ni los reflejos apagados. Su mirada estaba perdida en algo más profundo, algo que no pertenecía a este lugar ni a ese momento.

    Dentro de él, la quietud del entorno contrastaba con una tormenta que nunca cesaba. Los recuerdos eran dagas que giraban constantemente, hundiendo el filo en una herida que nunca cerraba del todo. Podía escuchar los ecos de risas ahogadas, de gritos que no lograba olvidar, entrelazándose con el sonido sordo de su propia respiración. El viento le trajo un olor tenue a hierro, lo suficientemente familiar como para revolver algo en su interior. No había sangre, pero su mente no escuchaba razones.

    "No debería estar aquí". Sus palabras, apenas un susurro, se perdieron en el aire antes de alcanzar sus propios oídos. No sabía si hablaba del puente, del lugar, o del mundo en general. Todo en él se sentía como un intruso, algo que no pertenecía, pero que seguía existiendo por una fuerza que no podía controlar.

    Su mano se alzó lentamente, rozando las cicatrices que decoraban su cuello como un collar macabro. Cada una de ellas representaba un recordatorio de elecciones equivocadas, de instantes en los que había optado por el sendero más sombrío, a pesar de saber que no debía. El arrepentimiento no era un lujo que pudiera permitirse, pero la culpa, esa eterna compañera, siempre presente, aguardando como una sombra persistente en su mente.

    Desvió la mirada hacia el río una vez más. Podía imaginar las aguas llevándose todo consigo: su cuerpo, su carga, su historia. Sin embargo, no era tan sencillo. Nada lo era. Sabía que no había redención, ni final fácil, solo el incesante y eterno arrastre de los días, uno tras otro, como las corrientes que fluían bajo sus pies.

    El viento sopló con más fuerza, arrancando una hoja seca de un árbol cercano y arrojándola al río. Observó cómo giraba y danzaba antes de desaparecer en el agua. Su pecho se elevó con un suspiro que parecía desgarrarlo desde dentro, pero no trajo alivio. "Todo se va, pero yo sigo aquí," murmuró, con un tono que no era resignación ni aceptación, simplemente un hecho ineludible.
    El cielo estaba teñido de un gris monótono, un tono que no anunciaba ni tormenta ni claridad, sino un peso constante que parecía aplastar todo lo que se encontraba debajo. El aire era frío y húmedo, como si el mundo entero estuviera atrapado en un instante antes de romperse. El puente de piedra que cruzaba el río se extendía como un vestigio olvidado, sus grietas llenas de musgo y marcas de un tiempo que ya no tenía relevancia. Las aguas que corrían bajo él eran turbias, opacas, arrastrando ramas y desechos que giraban en remolinos perezosos antes de desvanecerse río abajo. En el centro del puente, Scraps se mantenía erguido, inmóvil como una estatua olvidada. El viento jugueteaba con los bordes de su abrigo desgastado y hacía tintinear las cadenas que colgaban de su cinturón. No parecía notar nada de esto; sus ojos estaban fijos en el agua, pero no veía las corrientes ni los reflejos apagados. Su mirada estaba perdida en algo más profundo, algo que no pertenecía a este lugar ni a ese momento. Dentro de él, la quietud del entorno contrastaba con una tormenta que nunca cesaba. Los recuerdos eran dagas que giraban constantemente, hundiendo el filo en una herida que nunca cerraba del todo. Podía escuchar los ecos de risas ahogadas, de gritos que no lograba olvidar, entrelazándose con el sonido sordo de su propia respiración. El viento le trajo un olor tenue a hierro, lo suficientemente familiar como para revolver algo en su interior. No había sangre, pero su mente no escuchaba razones. "No debería estar aquí". Sus palabras, apenas un susurro, se perdieron en el aire antes de alcanzar sus propios oídos. No sabía si hablaba del puente, del lugar, o del mundo en general. Todo en él se sentía como un intruso, algo que no pertenecía, pero que seguía existiendo por una fuerza que no podía controlar. Su mano se alzó lentamente, rozando las cicatrices que decoraban su cuello como un collar macabro. Cada una de ellas representaba un recordatorio de elecciones equivocadas, de instantes en los que había optado por el sendero más sombrío, a pesar de saber que no debía. El arrepentimiento no era un lujo que pudiera permitirse, pero la culpa, esa eterna compañera, siempre presente, aguardando como una sombra persistente en su mente. Desvió la mirada hacia el río una vez más. Podía imaginar las aguas llevándose todo consigo: su cuerpo, su carga, su historia. Sin embargo, no era tan sencillo. Nada lo era. Sabía que no había redención, ni final fácil, solo el incesante y eterno arrastre de los días, uno tras otro, como las corrientes que fluían bajo sus pies. El viento sopló con más fuerza, arrancando una hoja seca de un árbol cercano y arrojándola al río. Observó cómo giraba y danzaba antes de desaparecer en el agua. Su pecho se elevó con un suspiro que parecía desgarrarlo desde dentro, pero no trajo alivio. "Todo se va, pero yo sigo aquí," murmuró, con un tono que no era resignación ni aceptación, simplemente un hecho ineludible.
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  • El Bardo camina solo entre los árboles, su voz baja y áspera como un secreto arrancado al viento.

    𝕭>Los ojos... siempre los ojos. Espían desde los rincones donde la luz no llega, desde el agua que nunca está en calma, desde el aire cargado de susurros.

    𝕭>¿Quién los puso ahí? ¿Quién les dio el derecho de mirar?

    𝕭>Y los árboles... esos falsos guardianes del silencio. Sus ramas acarician el cielo, pero sus sombras ocultan verdades. Sus raíces no solo buscan sustento; escarban en secretos que no les pertenecen.

    𝕭>Miran, escuchan, murmuran entre sí. Hasta el bosque conspira...

    𝕭>No, no se puede confiar en los árboles."

    El Bardo sigue su camino, pero su mirada no deja de escanear las copas sobre su cabeza.

    El Bardo camina solo entre los árboles, su voz baja y áspera como un secreto arrancado al viento. 𝕭>Los ojos... siempre los ojos. Espían desde los rincones donde la luz no llega, desde el agua que nunca está en calma, desde el aire cargado de susurros. 𝕭>¿Quién los puso ahí? ¿Quién les dio el derecho de mirar? 𝕭>Y los árboles... esos falsos guardianes del silencio. Sus ramas acarician el cielo, pero sus sombras ocultan verdades. Sus raíces no solo buscan sustento; escarban en secretos que no les pertenecen. 𝕭>Miran, escuchan, murmuran entre sí. Hasta el bosque conspira... 𝕭>No, no se puede confiar en los árboles." El Bardo sigue su camino, pero su mirada no deja de escanear las copas sobre su cabeza.
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  • — Dormí mal, tan mal... odio la cama vacía, necesito a alguien durmiendo a mi lado, malditas costumbres humanas —
    Se frota el rostro con ambas manos, mientras se deja caer nuevamente hacia atrás en aquella cama.
    — Dormí mal, tan mal... odio la cama vacía, necesito a alguien durmiendo a mi lado, malditas costumbres humanas — Se frota el rostro con ambas manos, mientras se deja caer nuevamente hacia atrás en aquella cama.
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  • Me da mucha pereza , despertarme solo si mi amada Diane o los demás aparecen me llaman si no déjeme seguir durmiendo -botezo-
    Me da mucha pereza , despertarme solo si mi amada Diane o los demás aparecen me llaman si no déjeme seguir durmiendo -botezo-
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  • Musical (?
    Fandom Random
    Categoría Otros
    -algo que destaca de la angel exterminadora era esa maldita manía de interponer sus emociones para priorizar la salud y felicidades de los demás. Pro supuesto que hacer eso no le está haciendo ningún bien solo está volviéndose una bomba de tiempo pero es imposible que simplemente finja que no le importan los demás menos cuando esos demás son parte de su "familia"
    Supo que algo estaba mal con Sebastián antes de que se encerrará en la habitación lo vio discutiendo consigo mismo de una forma curiosamente familiar "ambas partes estaban despiertas y en conflicto. Agarro a del brazo al primer Adán que se encontró colándose por una ventana, su intuición no falló vio a Sebastián dividido en dos en medio de un conflicto y no dudo en arrastrar a Adán en una de las molestas cancioncitas que al parecer Sebastián amaba ¿Acaso le recordaba algo de su pasado? No lo pondría en duda el pasado de la lujuria es ... Extraño-

    https://youtu.be/CPa8mif7HOw?si=fpHDQcMdKfsf2VI9


    Adan- La cita empezó tan bien
    Que no le esperaba el susto que me iba a llevar
    Fue perfecta en lo que pude ver
    Cómo no ví el peligro que estaba junto a mi?

    Lute- El pescado es mi pasión

    Baby soy igual que tú

    Y los perros cartoon

    Baby amo Scooby doo

    Tu peli favorita es
    Dijo

    Amo a la mejor entre todos los tiempos

    -lute voló rodeando ambas partes de su hermano murmurando el nombre de la película que sigue sin entender porque le gusta a su hermano si es tan mala....-

    Human centipede
    Human centipede

    Creo que en esta noche me van a matar

    -volo regresando con Adán deslizando su daga entre los labios de su señor metiéndose en el personaje de la canción -

    Human centipede

    Es en serio si
    Dijo

    Los diseños y el traje son arte
    La trama es lo mejor

    Y la trama cuál es

    El doctor cose gente como un cien pies

    Cool...

    Human centipede

    -lute se sienta sobre la cama agitando sus alas levantando el polvo de la habitación dibujando un cien pies humano -

    Sácame de aquí creo que es una red flag puedo ver mi muerte
    Dijo

    Human centipede cine en su esplendor


    Pensé
    Voy a formar parte del menú de hoy
    Dijo

    Amo el desarrollo y la narración

    Hago señales en código morse llamando al mesero

    Pestañas mucho ¿No?

    Es mi ojo algo entro

    Ven te lo quito

    No gracias no moriré hoy

    -saco el peluche que su padre les había dado a ambos hace mucho tiempo, un mini peluche de títere con la forma de alastor para hacer al mesero -

    Bon jour, le pestañeaba a mi pues siñu cita es alguna frick?

    No

    Perfecto bon apetit

    -tiro al muñeco a las sombras para regresarlo al eden infernal -

    Deja de esconderte en esas tontas reglas no desperdicies la mejor pareja que podrías tener

    Quizás sea yo quien me pierdo en escusas mi corazón debería arriesgarse por este amor

    Puede ser mi amor mi amor de verdad

    Seremos pareja y nos podremos casar

    Tendremos la ceremonia con la boda ideal


    Solo si la boda es de

    Que temática tu dime

    Human centipede
    Human centipede

    Así ahorraremos en el Caterine

    Human centipede

    Una boca para mí

    -rodea de nuevo a Sebastián esperando a que se distrajera para que esas dos gemas se volvieran a unir en uno solo. Le puso la daga en las manos -

    Si eres el padrino sabes cómo ir
    Por fin e cruzado el portal del amor

    Por fin cosere bocas como el doctor

    Human centipede
    Human centipede

    -respiro agitada esperando hacerlo distraído lo suficiente para que olvidará su pelea interna -
    -algo que destaca de la angel exterminadora era esa maldita manía de interponer sus emociones para priorizar la salud y felicidades de los demás. Pro supuesto que hacer eso no le está haciendo ningún bien solo está volviéndose una bomba de tiempo pero es imposible que simplemente finja que no le importan los demás menos cuando esos demás son parte de su "familia" Supo que algo estaba mal con Sebastián antes de que se encerrará en la habitación lo vio discutiendo consigo mismo de una forma curiosamente familiar "ambas partes estaban despiertas y en conflicto. Agarro a del brazo al primer Adán que se encontró colándose por una ventana, su intuición no falló vio a Sebastián dividido en dos en medio de un conflicto y no dudo en arrastrar a Adán en una de las molestas cancioncitas que al parecer Sebastián amaba ¿Acaso le recordaba algo de su pasado? No lo pondría en duda el pasado de la lujuria es ... Extraño- https://youtu.be/CPa8mif7HOw?si=fpHDQcMdKfsf2VI9 Adan- La cita empezó tan bien Que no le esperaba el susto que me iba a llevar Fue perfecta en lo que pude ver Cómo no ví el peligro que estaba junto a mi? Lute- El pescado es mi pasión Baby soy igual que tú Y los perros cartoon Baby amo Scooby doo Tu peli favorita es Dijo Amo a la mejor entre todos los tiempos -lute voló rodeando ambas partes de su hermano murmurando el nombre de la película que sigue sin entender porque le gusta a su hermano si es tan mala....- Human centipede Human centipede Creo que en esta noche me van a matar -volo regresando con Adán deslizando su daga entre los labios de su señor metiéndose en el personaje de la canción - Human centipede Es en serio si Dijo Los diseños y el traje son arte La trama es lo mejor Y la trama cuál es El doctor cose gente como un cien pies Cool... Human centipede -lute se sienta sobre la cama agitando sus alas levantando el polvo de la habitación dibujando un cien pies humano - Sácame de aquí creo que es una red flag puedo ver mi muerte Dijo Human centipede cine en su esplendor Pensé Voy a formar parte del menú de hoy Dijo Amo el desarrollo y la narración Hago señales en código morse llamando al mesero Pestañas mucho ¿No? Es mi ojo algo entro Ven te lo quito No gracias no moriré hoy -saco el peluche que su padre les había dado a ambos hace mucho tiempo, un mini peluche de títere con la forma de alastor para hacer al mesero - Bon jour, le pestañeaba a mi pues siñu cita es alguna frick? No Perfecto bon apetit -tiro al muñeco a las sombras para regresarlo al eden infernal - Deja de esconderte en esas tontas reglas no desperdicies la mejor pareja que podrías tener Quizás sea yo quien me pierdo en escusas mi corazón debería arriesgarse por este amor Puede ser mi amor mi amor de verdad Seremos pareja y nos podremos casar Tendremos la ceremonia con la boda ideal Solo si la boda es de Que temática tu dime Human centipede Human centipede Así ahorraremos en el Caterine Human centipede Una boca para mí -rodea de nuevo a Sebastián esperando a que se distrajera para que esas dos gemas se volvieran a unir en uno solo. Le puso la daga en las manos - Si eres el padrino sabes cómo ir Por fin e cruzado el portal del amor Por fin cosere bocas como el doctor Human centipede Human centipede -respiro agitada esperando hacerlo distraído lo suficiente para que olvidará su pelea interna -
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  • -La brisa cálida del atardecer acariciaba el rostro cubierto de Coke mientras permanecía en la cornisa de una de las construcciones más altas del nuevo reino. Meses habían pasado desde que abandonó su hogar, desde que dejó atrás la armadura que lo definía, y ahora su figura se fusionaba con las sombras de una ciudad desconocida, un mar de techos y calles que vibraban con una vida que no le pertenecía, pero que lo intrigaba profundamente.

    El sol comenzaba a hundirse en el horizonte, pintando los edificios con tonos dorados y naranjas, mientras el bullicio de los comerciantes, los niños jugando y los trovadores llenaba el aire con una melodía vibrante. Desde lo alto, Coke podía observar cómo las vidas de los demás fluían sin preocupaciones aparentes, algo que le resultaba casi envidiable.

    Se inclinó ligeramente hacia adelante, apoyando un brazo en su rodilla, mientras su capa ondeaba detrás de él, meciéndose con la brisa. Observó con atención a la gente en las calles, cada movimiento, cada risa y cada murmullo parecían un eco distante de lo que alguna vez fue su vida. Sin embargo, no sentía arrepentimiento, solo una extraña mezcla de nostalgia y anhelo. Este nuevo reino era su refugio temporal, un punto más en su búsqueda por un propósito que aún no lograba descifrar.

    Se llevó una mano al pecho, donde colgaba un pequeño medallón, el único recuerdo tangible de su antiguo hogar. Era un recordatorio de todo lo que había dejado atrás, pero también de lo que había aprendido en el proceso. Cerró los ojos por un momento, dejando que el viento le susurrara historias de este nuevo lugar, historias que tal vez algún día formarían parte de su propia narrativa.

    El eco de un campanario rompió el silencio de su mente, marcando la llegada de una nueva hora. Coke se levantó lentamente, ajustándose la capucha antes de dar un último vistazo a la ciudad bajo sus pies. Cada paso que daba lo alejaba de su pasado, pero también lo acercaba a descubrir quién era realmente, lejos de los títulos, las guerras y las expectativas.

    Con un movimiento ágil, descendió de la cornisa hacia una terraza más baja. La noche estaba por caer, y el mundo que tanto quería explorar aún tenía mucho por ofrecerle. La oscuridad era ahora su aliada, un manto que le permitía moverse sin ser visto mientras buscaba respuestas en un reino que apenas comenzaba a comprender. Su viaje estaba lejos de terminar.-

    ══════════════════════════════════════════
    Rol de autoconocimiento en lo que detecto que es lo mejor para Coke y uss, ayuda denme rol//
    -La brisa cálida del atardecer acariciaba el rostro cubierto de Coke mientras permanecía en la cornisa de una de las construcciones más altas del nuevo reino. Meses habían pasado desde que abandonó su hogar, desde que dejó atrás la armadura que lo definía, y ahora su figura se fusionaba con las sombras de una ciudad desconocida, un mar de techos y calles que vibraban con una vida que no le pertenecía, pero que lo intrigaba profundamente. El sol comenzaba a hundirse en el horizonte, pintando los edificios con tonos dorados y naranjas, mientras el bullicio de los comerciantes, los niños jugando y los trovadores llenaba el aire con una melodía vibrante. Desde lo alto, Coke podía observar cómo las vidas de los demás fluían sin preocupaciones aparentes, algo que le resultaba casi envidiable. Se inclinó ligeramente hacia adelante, apoyando un brazo en su rodilla, mientras su capa ondeaba detrás de él, meciéndose con la brisa. Observó con atención a la gente en las calles, cada movimiento, cada risa y cada murmullo parecían un eco distante de lo que alguna vez fue su vida. Sin embargo, no sentía arrepentimiento, solo una extraña mezcla de nostalgia y anhelo. Este nuevo reino era su refugio temporal, un punto más en su búsqueda por un propósito que aún no lograba descifrar. Se llevó una mano al pecho, donde colgaba un pequeño medallón, el único recuerdo tangible de su antiguo hogar. Era un recordatorio de todo lo que había dejado atrás, pero también de lo que había aprendido en el proceso. Cerró los ojos por un momento, dejando que el viento le susurrara historias de este nuevo lugar, historias que tal vez algún día formarían parte de su propia narrativa. El eco de un campanario rompió el silencio de su mente, marcando la llegada de una nueva hora. Coke se levantó lentamente, ajustándose la capucha antes de dar un último vistazo a la ciudad bajo sus pies. Cada paso que daba lo alejaba de su pasado, pero también lo acercaba a descubrir quién era realmente, lejos de los títulos, las guerras y las expectativas. Con un movimiento ágil, descendió de la cornisa hacia una terraza más baja. La noche estaba por caer, y el mundo que tanto quería explorar aún tenía mucho por ofrecerle. La oscuridad era ahora su aliada, un manto que le permitía moverse sin ser visto mientras buscaba respuestas en un reino que apenas comenzaba a comprender. Su viaje estaba lejos de terminar.- ══════════════════════════════════════════ Rol de autoconocimiento en lo que detecto que es lo mejor para Coke y uss, ayuda denme rol//
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  • —Mm... No hay pan para acompañar con mi capuchino... El dinero está por acabarse —hablo en voz alta como si estuviera acompañada, con la mirada oculta por mis flequillos— Tal vez abrir mi tienda de servicios sea bueno, así gano algo de dinero para disfrutar mis placeres matutinos...

    «Sería bueno que también estuvieras buscando un acompañante o empleado que te ayude»comunicó una voz aterciopelada, pacífica y sabia entre los pensamientos de la anfitriona.

    —Tengo suficiente contigo, Astra. Además, si nisiquiera tengo dinero para mi desayuno, ¡No podré mantener a otra boca! —pierdo la paciencia al no tener mi estómago lleno, solo llenandolo con líquido.

    «No todas las criaturas del mundo necesitan comer comida común para alimentarse, existen sucubos e incubos, vampiros sedientos... »dice Astra con mucha sugerencia.

    —Mmm-mmm... Pero todos los que he visto son de sangre pura, esos no sirven a otros, yo no quiero que mi libertad acabe, pero no niego que si lo tengo bajo mi manga no querré compartirlo con nadie, sé que lo necesitaré solo para mi. —pensé nuevamente en voz alta.

    «Solo mira la posibilidad de ofrecer tu sangre o ninfómanía para obtener una persona que trabaje para ti o te acompañe. Ser solitaria no te traerá nada bueno»sugirió Astra.

    —Nadie querrá ofrecer sus servicios con lo que has dicho, es mas difícil de lo que sugieres... Hacer contratos con aliados o familiares es más fácil —digo en un murmullo para seguir tomando mi escaso desayuno «tendré jaqueca todo el día si no consigo comer algo antes del mediodía»pensé.
    —Mm... No hay pan para acompañar con mi capuchino... El dinero está por acabarse —hablo en voz alta como si estuviera acompañada, con la mirada oculta por mis flequillos— Tal vez abrir mi tienda de servicios sea bueno, así gano algo de dinero para disfrutar mis placeres matutinos... «Sería bueno que también estuvieras buscando un acompañante o empleado que te ayude»comunicó una voz aterciopelada, pacífica y sabia entre los pensamientos de la anfitriona. —Tengo suficiente contigo, Astra. Además, si nisiquiera tengo dinero para mi desayuno, ¡No podré mantener a otra boca! —pierdo la paciencia al no tener mi estómago lleno, solo llenandolo con líquido. «No todas las criaturas del mundo necesitan comer comida común para alimentarse, existen sucubos e incubos, vampiros sedientos... »dice Astra con mucha sugerencia. —Mmm-mmm... Pero todos los que he visto son de sangre pura, esos no sirven a otros, yo no quiero que mi libertad acabe, pero no niego que si lo tengo bajo mi manga no querré compartirlo con nadie, sé que lo necesitaré solo para mi. —pensé nuevamente en voz alta. «Solo mira la posibilidad de ofrecer tu sangre o ninfómanía para obtener una persona que trabaje para ti o te acompañe. Ser solitaria no te traerá nada bueno»sugirió Astra. —Nadie querrá ofrecer sus servicios con lo que has dicho, es mas difícil de lo que sugieres... Hacer contratos con aliados o familiares es más fácil —digo en un murmullo para seguir tomando mi escaso desayuno «tendré jaqueca todo el día si no consigo comer algo antes del mediodía»pensé.
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  • ℒ𝑎 𝑐𝑜𝑏𝑎𝑟𝑑𝑒 𝑣𝑎𝑙𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒.
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    Categoría Slice of Life
    Tras su encuentro poco agradable con Cassian, Nesta había echado a correr hacia el único lugar dónde se iba a sentir segura en aquel momento, la casa de Emerie.

    Nesta que corriendo con un vestido blanco y plateado, y tacones a juego, había perdido uno de los tacones en su huida lejos de Cassian ¿Quién encontraría el zapato de Velariscienta?

    Llegó hiper ventilando a la tienda de Emerie, donde sus ojos azules grisáceos eran un mar repleto de tormento y furia.

    Emerie se acercó a su amiga, saltando por encima del mostrador, y la abrazó con tanta fuerza que creyó que iba a fusionarse con ella.

    - "Nesta ¿Qué ocurre?"

    Murmuró Emerie, aquella Ilyria siempre había tratado bien a Nesta, y Nesta la consideraba no solo su amiga, si no parte de ella, su hermana, una hermana elegida.

    La puerta de la tienda de Emerie se abrió de nuevo y una Gwyn despeinada y jadeante apareció tras de ellas y abrazó a Nesta por las espaldas.

    Las tres valkyrias abrazadas, entrelazadas en un solo movimiento, juntas eran imparables, eran poderosas, y sobre todo... eran una.

    - << Nesta... lo he visto todo... Estaba entrenando>>

    Dijo Gwyn a sus espaldas. La pelirroja había apoyado su mejilla en la espalda de la Alta Fae, y la mayor de las Archeron apoyaba su rostro en el hueco entre el hombro y el cuello de Emerie, a su vez Emerie abrazaba tanto a Nesta como a Gwyn.

    - "¿Pero qué ha pasado? ¿Está bien?"

    Dijo Emerie con un tono de voz bajo y preocupado.

    - << Necesita llorar. Es sobre lo que nos contó...>>

    Murmuró Gwyn sin soltar a Nesta.

    - " Por la madre... vamos dentro, necesitamos un té las tres"

    Y los tres dijes de las pulseras de las Valkyrias brillaron con el mismo brillo plateado y único.

    - << Cassian, está destrozado y ha apartado a Nesta de la forma que ha creído que era más conveniente.>>

    Dijo una Gwyn apenada mientras que con las dos manos tomaba una humeante taza de té y de soslayo miraba a Nesta.

    - " Osea que ha sido un cruel y un bruto"

    Dijo Emerie temiendose lo peor mientas ponía una manta sobre los hombros de la alta fae, sabía que tras el esfuerzo de una carrera, el llanto y la ansiedad Nesta debería de tener frío y de sentirse débil.

    - << Lo cierto es que no. Solo estaba herido.>>

    Explicó Gwyn que había posado una de sus manos sobre la mano de Nesta y la acariciaba como lo haría una hermana pequeña preocupada por su hermana mayor.

    - "Los corazones rotos no se solucionan ni sanan de la noche a la mañana, es un hecho, pero podéis quedaros aquí tanto como Nesta necesite, dudo que quiera volver a su casa ahora mismo"

    Emerie miró de forma significativa a Gwyn.

    - <<Cuidaremos de ella. >>

    Dijo Gwyn acercándose a la siliente Nesta que de vez en cuando sollozaba mirando la taza de té, la abrazó con fuerza desde un costado y desde el otro, Emerie hizo exáctamente lo mismo.

    Nesta intentaba acallar la voz crítica que le decía una y otra vez que no se merecía a sus Valkyrias, que no se merecía un vinculo con Cassian, que no se merecía a Rhysand ni a Feyre, que no merecía a su sobrino, ni tampoco merecía la atenta mirada de Amren. Intentaba acallar la voz que buscaba autocastigarse, marcharse a un lugar donde sería algo peor que una paria, ¿La corte Otoño? No... Allí al menos tenía un lugar, su impulso más oscuro fue ingeniárselas para llegar a la corte Primavera, provocaría a Tamlin hasta que este perdiera los estribos y bueno... dejaría que pasase cualquier cosa, lo cierto es que deseaba desaparecer.

    Por unos segundos cerró los ojos y se sintió caminar sobre la oscuridad líquida de su interior.

    "Bruja, bruja, bruja, bruja"

    Se murmuraba a si misma su interior, su voz más crítica, mientas se adentraba en una oscuridad y miseria interior similar a cuando perdió la cabeza con el alcohol, pero aquel lugar era agradable, era amable con ella, a pesar de aquellos cánticos para nada positivos, claro.

    Su caminar por aquella líquida oscuridad dejaba ondas a su paso, manchaba la punta de sus pies y los bajos de su falda, el aire era frío pero agradable.

    Un golpe de agua excesivamente caliente sacó a Nesta de aquel lugar. Estaba empapada en té caliente y sus ojos azules grisáceos miraban sin entender.

    - "... Por la madre, Nesta ¿Pero dónde estabas?"

    Emerie se la veía consternada por lo que acababa de ver.

    - << Nesta... estabas envuelta en llamas plateadas. >>

    Explicó Gwyn taza de té vacía en mano.

    - Buscaba... Buscaba consumirme.

    Fue lo único que murmuró Nesta con voz ronca y algo desgastada.

    Emerie y Gwyn se miraron entre ellas y ambas cogieron ambas manos de Nesta y al unísono contestaron.

    - " Todo estará bien >>

    Parecía que Nesta había sido lo suficientemente cobarde para huir pero lo suficientemente valiente como para pedir ayuda a aquellas personas que se la ofrecían sin pedirla.
    Tras su encuentro poco agradable con Cassian, Nesta había echado a correr hacia el único lugar dónde se iba a sentir segura en aquel momento, la casa de Emerie. Nesta que corriendo con un vestido blanco y plateado, y tacones a juego, había perdido uno de los tacones en su huida lejos de Cassian ¿Quién encontraría el zapato de Velariscienta? Llegó hiper ventilando a la tienda de Emerie, donde sus ojos azules grisáceos eran un mar repleto de tormento y furia. Emerie se acercó a su amiga, saltando por encima del mostrador, y la abrazó con tanta fuerza que creyó que iba a fusionarse con ella. - "Nesta ¿Qué ocurre?" Murmuró Emerie, aquella Ilyria siempre había tratado bien a Nesta, y Nesta la consideraba no solo su amiga, si no parte de ella, su hermana, una hermana elegida. La puerta de la tienda de Emerie se abrió de nuevo y una Gwyn despeinada y jadeante apareció tras de ellas y abrazó a Nesta por las espaldas. Las tres valkyrias abrazadas, entrelazadas en un solo movimiento, juntas eran imparables, eran poderosas, y sobre todo... eran una. - << Nesta... lo he visto todo... Estaba entrenando>> Dijo Gwyn a sus espaldas. La pelirroja había apoyado su mejilla en la espalda de la Alta Fae, y la mayor de las Archeron apoyaba su rostro en el hueco entre el hombro y el cuello de Emerie, a su vez Emerie abrazaba tanto a Nesta como a Gwyn. - "¿Pero qué ha pasado? ¿Está bien?" Dijo Emerie con un tono de voz bajo y preocupado. - << Necesita llorar. Es sobre lo que nos contó...>> Murmuró Gwyn sin soltar a Nesta. - " Por la madre... vamos dentro, necesitamos un té las tres" Y los tres dijes de las pulseras de las Valkyrias brillaron con el mismo brillo plateado y único. - << Cassian, está destrozado y ha apartado a Nesta de la forma que ha creído que era más conveniente.>> Dijo una Gwyn apenada mientras que con las dos manos tomaba una humeante taza de té y de soslayo miraba a Nesta. - " Osea que ha sido un cruel y un bruto" Dijo Emerie temiendose lo peor mientas ponía una manta sobre los hombros de la alta fae, sabía que tras el esfuerzo de una carrera, el llanto y la ansiedad Nesta debería de tener frío y de sentirse débil. - << Lo cierto es que no. Solo estaba herido.>> Explicó Gwyn que había posado una de sus manos sobre la mano de Nesta y la acariciaba como lo haría una hermana pequeña preocupada por su hermana mayor. - "Los corazones rotos no se solucionan ni sanan de la noche a la mañana, es un hecho, pero podéis quedaros aquí tanto como Nesta necesite, dudo que quiera volver a su casa ahora mismo" Emerie miró de forma significativa a Gwyn. - <<Cuidaremos de ella. >> Dijo Gwyn acercándose a la siliente Nesta que de vez en cuando sollozaba mirando la taza de té, la abrazó con fuerza desde un costado y desde el otro, Emerie hizo exáctamente lo mismo. Nesta intentaba acallar la voz crítica que le decía una y otra vez que no se merecía a sus Valkyrias, que no se merecía un vinculo con Cassian, que no se merecía a Rhysand ni a Feyre, que no merecía a su sobrino, ni tampoco merecía la atenta mirada de Amren. Intentaba acallar la voz que buscaba autocastigarse, marcharse a un lugar donde sería algo peor que una paria, ¿La corte Otoño? No... Allí al menos tenía un lugar, su impulso más oscuro fue ingeniárselas para llegar a la corte Primavera, provocaría a Tamlin hasta que este perdiera los estribos y bueno... dejaría que pasase cualquier cosa, lo cierto es que deseaba desaparecer. Por unos segundos cerró los ojos y se sintió caminar sobre la oscuridad líquida de su interior. "Bruja, bruja, bruja, bruja" Se murmuraba a si misma su interior, su voz más crítica, mientas se adentraba en una oscuridad y miseria interior similar a cuando perdió la cabeza con el alcohol, pero aquel lugar era agradable, era amable con ella, a pesar de aquellos cánticos para nada positivos, claro. Su caminar por aquella líquida oscuridad dejaba ondas a su paso, manchaba la punta de sus pies y los bajos de su falda, el aire era frío pero agradable. Un golpe de agua excesivamente caliente sacó a Nesta de aquel lugar. Estaba empapada en té caliente y sus ojos azules grisáceos miraban sin entender. - "... Por la madre, Nesta ¿Pero dónde estabas?" Emerie se la veía consternada por lo que acababa de ver. - << Nesta... estabas envuelta en llamas plateadas. >> Explicó Gwyn taza de té vacía en mano. - Buscaba... Buscaba consumirme. Fue lo único que murmuró Nesta con voz ronca y algo desgastada. Emerie y Gwyn se miraron entre ellas y ambas cogieron ambas manos de Nesta y al unísono contestaron. - " Todo estará bien >> Parecía que Nesta había sido lo suficientemente cobarde para huir pero lo suficientemente valiente como para pedir ayuda a aquellas personas que se la ofrecían sin pedirla.
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    La noche era perfecta, al menos en apariencia. El Teatro de Bronce vibraba con el murmullo de una multitud ansiosa. Charlotte "Lottie" Sinclair aguardaba entre bastidores, ajustando las correas de su traje mecánico. Los engranajes de su corsé brillaban bajo la tenue luz del camerino, mientras Eloise le daba los últimos toques al diseño.

    —Es una obra maestra, como siempre —dijo Eloise con una sonrisa confiada.

    Lottie asintió, aunque su mirada estaba fija en el arnés suspendido sobre ella. Esa noche, "El Vuelo de la Alondra" incluiría un nuevo mecanismo diseñado por Gideon, una serie de alas mecánicas que debían desplegarse en pleno vuelo, iluminadas con un intrincado sistema de luces de vapor.

    —Todo saldrá bien, Lottie —dijo Gideon, ajustando el micrófono de relojería en su cuello. Su tono era calmado, pero el leve temblor de sus manos traicionaba su nerviosismo.

    —Más te vale, Thorne —respondió ella con una sonrisa, tratando de aligerar el ambiente—. Si algo falla, improvisaré. Como siempre.

    Momentos después, las luces del teatro se apagaron, y un silencio reverente llenó la sala. Cuando el telón se alzó, una tenue niebla de vapor envolvió el escenario. La música comenzó, y Lottie emergió entre la bruma, suspendida en el aire por cables apenas visibles.

    El espectáculo avanzaba sin problemas hasta el clímax, cuando las alas mecánicas debían desplegarse en todo su esplendor. Lottie cantaba una nota alta, su voz resonando con fuerza, mientras giraba en el aire con movimientos calculados. Pero en el momento crucial, un chasquido metálico resonó por encima de la música.

    Las alas no se desplegaron.

    Un murmullo recorrió al público, pero Lottie no titubeó. Su experiencia y talento tomaron el control. A medida que descendía en un elegante giro, comenzó a usar su cuerpo y el movimiento de los cables para simular el aleteo que las alas habrían realizado. Sus manos se alzaron en movimientos fluidos, como si estuviera guiando la luz misma que la rodeaba.

    La audiencia, ajena al fallo técnico, quedó cautivada. La música siguió su curso, y Lottie cantó con una intensidad renovada, llenando el teatro con una energía tan abrumadora que nadie notó la ausencia del mecanismo. Cuando terminó la última nota, un estruendoso aplauso llenó el lugar.

    El telón cayó, y Lottie se dejó caer en el arnés con un suspiro profundo. Sus piernas temblaban por el esfuerzo, y el sudor perlaba su frente.

    —¡Lottie! —La voz de Gideon se escuchó antes de que él apareciera corriendo desde los bastidores.

    Él trepó rápidamente a la plataforma donde ella estaba suspendida y, sin dudarlo, comenzó a soltar los mecanismos que la mantenían en el aire.

    —¡Dime que estás bien! —dijo, revisando cada hebilla y engranaje mientras su rostro reflejaba una mezcla de pánico y culpa.

    Lottie dejó escapar una risa cansada.

    —Estoy bien, Gideon. Solo fue... un poco más intenso de lo esperado.

    —El sistema falló. Las alas... No sé cómo no se dieron cuenta.

    —Porque improvisé. —Ella le dedicó una sonrisa ladeada mientras él la ayudaba a bajar al suelo—. Eso es lo que hago.

    Él la miró por un momento, sus manos todavía apoyadas en su cintura para estabilizarla.

    —Siempre dices eso, pero no debería ser así. No debería depender de ti salvarlo todo.

    Lottie tocó su hombro con suavidad.

    —Confío en ti, Gideon. Esta vez no salió como planeamos, pero lo lograremos. Siempre lo hacemos.

    Gideon asintió, aunque su expresión seguía tensa. Mientras ella se alejaba hacia su camerino, acompañada de aplausos que aún resonaban desde el otro lado del telón, él se quedó allí, prometiéndose a sí mismo que jamás volvería a fallar.

    Y aunque la noche no fue perfecta, para Lottie, el espectáculo había cumplido su propósito: conmover al público y recordarles la belleza de lo inesperado.

    . La noche era perfecta, al menos en apariencia. El Teatro de Bronce vibraba con el murmullo de una multitud ansiosa. Charlotte "Lottie" Sinclair aguardaba entre bastidores, ajustando las correas de su traje mecánico. Los engranajes de su corsé brillaban bajo la tenue luz del camerino, mientras Eloise le daba los últimos toques al diseño. —Es una obra maestra, como siempre —dijo Eloise con una sonrisa confiada. Lottie asintió, aunque su mirada estaba fija en el arnés suspendido sobre ella. Esa noche, "El Vuelo de la Alondra" incluiría un nuevo mecanismo diseñado por Gideon, una serie de alas mecánicas que debían desplegarse en pleno vuelo, iluminadas con un intrincado sistema de luces de vapor. —Todo saldrá bien, Lottie —dijo Gideon, ajustando el micrófono de relojería en su cuello. Su tono era calmado, pero el leve temblor de sus manos traicionaba su nerviosismo. —Más te vale, Thorne —respondió ella con una sonrisa, tratando de aligerar el ambiente—. Si algo falla, improvisaré. Como siempre. Momentos después, las luces del teatro se apagaron, y un silencio reverente llenó la sala. Cuando el telón se alzó, una tenue niebla de vapor envolvió el escenario. La música comenzó, y Lottie emergió entre la bruma, suspendida en el aire por cables apenas visibles. El espectáculo avanzaba sin problemas hasta el clímax, cuando las alas mecánicas debían desplegarse en todo su esplendor. Lottie cantaba una nota alta, su voz resonando con fuerza, mientras giraba en el aire con movimientos calculados. Pero en el momento crucial, un chasquido metálico resonó por encima de la música. Las alas no se desplegaron. Un murmullo recorrió al público, pero Lottie no titubeó. Su experiencia y talento tomaron el control. A medida que descendía en un elegante giro, comenzó a usar su cuerpo y el movimiento de los cables para simular el aleteo que las alas habrían realizado. Sus manos se alzaron en movimientos fluidos, como si estuviera guiando la luz misma que la rodeaba. La audiencia, ajena al fallo técnico, quedó cautivada. La música siguió su curso, y Lottie cantó con una intensidad renovada, llenando el teatro con una energía tan abrumadora que nadie notó la ausencia del mecanismo. Cuando terminó la última nota, un estruendoso aplauso llenó el lugar. El telón cayó, y Lottie se dejó caer en el arnés con un suspiro profundo. Sus piernas temblaban por el esfuerzo, y el sudor perlaba su frente. —¡Lottie! —La voz de Gideon se escuchó antes de que él apareciera corriendo desde los bastidores. Él trepó rápidamente a la plataforma donde ella estaba suspendida y, sin dudarlo, comenzó a soltar los mecanismos que la mantenían en el aire. —¡Dime que estás bien! —dijo, revisando cada hebilla y engranaje mientras su rostro reflejaba una mezcla de pánico y culpa. Lottie dejó escapar una risa cansada. —Estoy bien, Gideon. Solo fue... un poco más intenso de lo esperado. —El sistema falló. Las alas... No sé cómo no se dieron cuenta. —Porque improvisé. —Ella le dedicó una sonrisa ladeada mientras él la ayudaba a bajar al suelo—. Eso es lo que hago. Él la miró por un momento, sus manos todavía apoyadas en su cintura para estabilizarla. —Siempre dices eso, pero no debería ser así. No debería depender de ti salvarlo todo. Lottie tocó su hombro con suavidad. —Confío en ti, Gideon. Esta vez no salió como planeamos, pero lo lograremos. Siempre lo hacemos. Gideon asintió, aunque su expresión seguía tensa. Mientras ella se alejaba hacia su camerino, acompañada de aplausos que aún resonaban desde el otro lado del telón, él se quedó allí, prometiéndose a sí mismo que jamás volvería a fallar. Y aunque la noche no fue perfecta, para Lottie, el espectáculo había cumplido su propósito: conmover al público y recordarles la belleza de lo inesperado.
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  • El silencio de la noche envolvía el jardín, pero dentro de Daniel, la tormenta de pensamientos y emociones seguía rugiendo. Aún arrodillado en la hierba, su respiración se hacía más lenta, pero su mente permanecía atrapada en la oscuridad de sus propios sentimientos. Las palabras que había gritado al cielo seguían retumbando en su pecho, como un constante recordatorio de su fragilidad.

    Un leve crujido interrumpió la quietud, y Daniel giró la cabeza, los ojos buscando una respuesta que no estaba preparado para encontrar. La figura de Alexa se recortaba en la luz de la luna. En ese instante, supo lo que ya temía: no había estado solo. Ella lo había escuchado todo. La vergüenza lo envolvió, el calor subiendo a su rostro, mientras sus ojos se desviaban, incapaz de enfrentarse a la cruda realidad de ser descubierto.

    El niño obediente que siempre cumplía las reglas, que nunca alzaba la voz, había expuesto su fragilidad. Frente a su hermana, ahora también testigo de su desesperación, Daniel no podía ocultar más lo que realmente era: un joven agotado, que había llegado al límite.

    La luz de la luna destacaba el cansancio en los ojos de Daniel y las lágrimas que luchaban por no caer. Su máscara de perfección se había roto, dejando al descubierto a alguien exhausto y vulnerable.

    El silencio entre ellos pesaba, y Daniel, incapaz de sostener la mirada, bajó la cabeza. Apretó los puños, tratando de contener la tormenta que lo invadía. Con un murmullo apenas audible, dejó escapar


    —Supongo que siempre fui más transparente de lo que quería...

    Sus palabras resonaron en el aire, cargadas de una rendición que no había buscado, pero que ya no podía evitar.

    Alexa Selene
    El silencio de la noche envolvía el jardín, pero dentro de Daniel, la tormenta de pensamientos y emociones seguía rugiendo. Aún arrodillado en la hierba, su respiración se hacía más lenta, pero su mente permanecía atrapada en la oscuridad de sus propios sentimientos. Las palabras que había gritado al cielo seguían retumbando en su pecho, como un constante recordatorio de su fragilidad. Un leve crujido interrumpió la quietud, y Daniel giró la cabeza, los ojos buscando una respuesta que no estaba preparado para encontrar. La figura de Alexa se recortaba en la luz de la luna. En ese instante, supo lo que ya temía: no había estado solo. Ella lo había escuchado todo. La vergüenza lo envolvió, el calor subiendo a su rostro, mientras sus ojos se desviaban, incapaz de enfrentarse a la cruda realidad de ser descubierto. El niño obediente que siempre cumplía las reglas, que nunca alzaba la voz, había expuesto su fragilidad. Frente a su hermana, ahora también testigo de su desesperación, Daniel no podía ocultar más lo que realmente era: un joven agotado, que había llegado al límite. La luz de la luna destacaba el cansancio en los ojos de Daniel y las lágrimas que luchaban por no caer. Su máscara de perfección se había roto, dejando al descubierto a alguien exhausto y vulnerable. El silencio entre ellos pesaba, y Daniel, incapaz de sostener la mirada, bajó la cabeza. Apretó los puños, tratando de contener la tormenta que lo invadía. Con un murmullo apenas audible, dejó escapar —Supongo que siempre fui más transparente de lo que quería... Sus palabras resonaron en el aire, cargadas de una rendición que no había buscado, pero que ya no podía evitar. [Alexbl]
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