Se levantó temprano esa mañana. Angel aún dormía y él no quiso despertarlo. Había dormido, pero en ocasiones la emoción y los nervios también lo habían abrumado.
Aún así, apenas entrar la luz infernal por la ventana, ya había abierto los ojos.

Con cuidado se había salido de la cama y con el mismo cuidado había rebuscado entre las cosas por el traje que usaría aquel día.
Iba a casarse. La idea aún le parecía extraña, fantasiosa y tan solo un sueño. Y sin embargo, era una realidad.
Fue al baño para darse una ducha, secando su pelaje antes de ponerse la ropa interior. No le importó salir de la habitación así, de todas formas, le constaba, medio hotel al menos estaría durmiendo todavía. Había ido hasta su bar donde esta vez reemplazo el contenido de su taza de desayuno de alcohol a un buen café. Solo cuando se lo hubo servido, y se robó un pequeño sándwich de la cocina, volvió al cuarto y entró al baño de nuevo, comenzando a vestirse. Poniéndose la camisa y los pantalones.
Se levantó temprano esa mañana. Angel aún dormía y él no quiso despertarlo. Había dormido, pero en ocasiones la emoción y los nervios también lo habían abrumado. Aún así, apenas entrar la luz infernal por la ventana, ya había abierto los ojos. Con cuidado se había salido de la cama y con el mismo cuidado había rebuscado entre las cosas por el traje que usaría aquel día. Iba a casarse. La idea aún le parecía extraña, fantasiosa y tan solo un sueño. Y sin embargo, era una realidad. Fue al baño para darse una ducha, secando su pelaje antes de ponerse la ropa interior. No le importó salir de la habitación así, de todas formas, le constaba, medio hotel al menos estaría durmiendo todavía. Había ido hasta su bar donde esta vez reemplazo el contenido de su taza de desayuno de alcohol a un buen café. Solo cuando se lo hubo servido, y se robó un pequeño sándwich de la cocina, volvió al cuarto y entró al baño de nuevo, comenzando a vestirse. Poniéndose la camisa y los pantalones.
Me gusta
Me encocora
2
0 turnos 2 maullidos
Patrocinados
Patrocinados