El Guardián de los Veyrith
La noche se alzaba como un manto infinito sobre la tierra, y en medio de la bruma que cubría los bosques y ciudades, una figura caminaba con la solemnidad de quien ha visto siglos pasar. Su cabello, pelinegro con reflejos violetas que brillaban tenuemente bajo la luz de la luna, caía sobre sus hombros con la gravedad de un río oscuro y silencioso. Sus ojos plateados,...