`✵•.¸,✵°✵.。.✰ 𝕐𝕠𝕦'𝕣𝕖 𝕝𝕠𝕤𝕖𝕣, 𝕓𝕒𝕓𝕪... 𝕒 𝕃𝕠𝕤𝕖𝕣 𝕛𝕦𝕤𝕥 𝕝𝕚𝕜𝕖 𝕞𝕖 ✰.。.✵°✵,¸.•✵´
  • en Hiatus
  • Género Masculino
  • Raza Pecador
  • Fandom Hazbin Hotel
  • Bartender
  • Cumpleaños 31 de octubre
  • 854 Publicaciones
  • 308 Escenas
  • Se unió en marzo 2024
  • 67 Visitas perfil
En una relación con
Otra información
  • Categorías de rol
    Anime & Mangas , Comedia , Drama , Fantasía , Romance , Slice of Life , Otros
Fijado
LEER - IMPORTANTE
꧁༒☬𝓘𝓷𝓽𝓮𝓻𝓹𝓻𝓮𝓽𝓻𝓪𝓬𝓲ó𝓷☬༒꧂ Llevo a Husk de la forma más canónicamente posible, respecto a lo mostrado hasta el momento en la serie Hazbin Hotel (temporada 1 de la serie). Por lo que la forma en la que mi personaje se relaciona con otros, la baso en lo mostrado hasta el momento en la serie (y cómo creo yo, en mi percepción de lo visto hasta el momento,...
Me gusta
Me encocora
Me shockea
4
0 comentarios 3 compartidos
Publicaciones Recientes
  • Aunque se ha despertado sigue igual de dormido.
    Bostezó apenas estirándose. No estaba cansado, en realidad, era la primera noche que lograba dormir sin mayores inconvenientes desde el último incidente. Bendito fuera el casino que había logrado dejar desmayados de sueño a los dos pequeños cachorros que tenía por hijos, pues habían logrado dormir toda la noche y sin pesadillas.

    Tenía que volver a su puesto en el bar, le constaba. Pero al mirar hacia un costado a Angel Dust , levantarse, fue algo que no le apeteció en lo más mínimo.
    Dejó escapar un pequeño suspiro, sonriendo mientras apoyaba su rostro en una mano al observarlo. Un suave ronroneo brotando desde su pecho que cada vez que recordaba su matrimonio estaba a la vuelta de la esquina, latía acelerado.
    Aunque se ha despertado sigue igual de dormido. Bostezó apenas estirándose. No estaba cansado, en realidad, era la primera noche que lograba dormir sin mayores inconvenientes desde el último incidente. Bendito fuera el casino que había logrado dejar desmayados de sueño a los dos pequeños cachorros que tenía por hijos, pues habían logrado dormir toda la noche y sin pesadillas. Tenía que volver a su puesto en el bar, le constaba. Pero al mirar hacia un costado a [Ange1Dust] , levantarse, fue algo que no le apeteció en lo más mínimo. Dejó escapar un pequeño suspiro, sonriendo mientras apoyaba su rostro en una mano al observarlo. Un suave ronroneo brotando desde su pecho que cada vez que recordaba su matrimonio estaba a la vuelta de la esquina, latía acelerado.
    Me gusta
    Me encocora
    3
    2 turnos 0 maullidos
  • La tarde había resultado tranquila, extrañamente familiar. Jamás se imaginó, o al menos no desde los sucesos que pasó en vida, que iba a poder algún día tener una charla tan amena y sincera con Arackniss. Mucho menos que pasaría una especie de "tarde familiar" con él y los niños. Y sin embargo, había pasado.
    Ahora los menores volvían no sólo alegres, sino también agotados. De tanto haber corrido, jugado y hasta cantado, no podían sino volver con las baterías agotadas. Incluso había tenido que volver trayéndolos en brazos completamente dormidos.

    Al entrar al hotel fue directo hacia sus habitaciones. Tras todas las emociones, reencuentros y la vuelta de su alegre personalidad, supuso que ya era hora de intentar devolverios a sus habitaciones. Aunque tras recostar a cada uno en su cama y arroparios, sólo por si acaso, volvió a su propia habitación para buscar al cerdito. Sí. Ese puerco que tanto le huía a las travesuras infantiles pero que a veces también le tocaba el trabajo de niñera.

    — Ya sabes qué hacer — Fue todo lo que le dijo al animal tras dejarlo en la habitación de los infantes, cerrando la puerta después. Sólo entonces soltó un suspiro cansado y se estiró, incluso desplegando las alas junto con un bostezo.
    Había estado todo el día fuera por lo que decidió que era mejor quedarse en el bar lo que quedara de jornada y tal vez un poco más. No quería reproches ni jodidas de Alastor después. Sin embargo, al pasar por delante de la puerta de la habitación que compartía con Angel se detuvo. Una idea cruzando por su mente.

    Tal vez los menores ya estuvieran mejor, pero había alguien cuya atención no le había podido dedicar como le hubiera gustado. Entrando al cuarto, comenzó a rebuscar tranquilamente entre las cosas, sólo notando entonces la extraña nieve cayendo en el exterior. Eso le hizo alzar una ceja pero también le arrebató una sonrisa nostálgica, tomando un suéter también porque previó que podría comenzar a refrescar. Había oído hablar a la princesa sobre una celebración navideña, decorar el hotel Y sin duda estaba decorado, se había encargado de eso, pero a él le faltaba hacerlo aún en el bar. Por lo que no demoraría en ir hasta su lugar de trabajo, tras encontrar lo que buscaba, y decorario sutilmente antes de ocultarse tras la barra del bar donde Angel Dust no pudiera verie.

    Sabía que dejando todas las luces encendidas la araña podría llegar a buscarie y no sería hasta que se acercara para encontrarlo que él iría por detrás para sorprenderlo. Tocando de repente su cintura de forma juguetona para que se diera la vuelta y entonces él, repentinamente, abrazario por las piernas para alzarlo. Una pequeña risa escapando de entre sus labios acompañado por un suave ronroneo.
    No diría ni una sola palabra, tan solo levantando la vista un momento. Una sutil señal para que mirase para arriba y así encontrar, sobre sus cabezas, un pequeño racimo de muérdago.
    La tarde había resultado tranquila, extrañamente familiar. Jamás se imaginó, o al menos no desde los sucesos que pasó en vida, que iba a poder algún día tener una charla tan amena y sincera con Arackniss. Mucho menos que pasaría una especie de "tarde familiar" con él y los niños. Y sin embargo, había pasado. Ahora los menores volvían no sólo alegres, sino también agotados. De tanto haber corrido, jugado y hasta cantado, no podían sino volver con las baterías agotadas. Incluso había tenido que volver trayéndolos en brazos completamente dormidos. Al entrar al hotel fue directo hacia sus habitaciones. Tras todas las emociones, reencuentros y la vuelta de su alegre personalidad, supuso que ya era hora de intentar devolverios a sus habitaciones. Aunque tras recostar a cada uno en su cama y arroparios, sólo por si acaso, volvió a su propia habitación para buscar al cerdito. Sí. Ese puerco que tanto le huía a las travesuras infantiles pero que a veces también le tocaba el trabajo de niñera. — Ya sabes qué hacer — Fue todo lo que le dijo al animal tras dejarlo en la habitación de los infantes, cerrando la puerta después. Sólo entonces soltó un suspiro cansado y se estiró, incluso desplegando las alas junto con un bostezo. Había estado todo el día fuera por lo que decidió que era mejor quedarse en el bar lo que quedara de jornada y tal vez un poco más. No quería reproches ni jodidas de Alastor después. Sin embargo, al pasar por delante de la puerta de la habitación que compartía con Angel se detuvo. Una idea cruzando por su mente. Tal vez los menores ya estuvieran mejor, pero había alguien cuya atención no le había podido dedicar como le hubiera gustado. Entrando al cuarto, comenzó a rebuscar tranquilamente entre las cosas, sólo notando entonces la extraña nieve cayendo en el exterior. Eso le hizo alzar una ceja pero también le arrebató una sonrisa nostálgica, tomando un suéter también porque previó que podría comenzar a refrescar. Había oído hablar a la princesa sobre una celebración navideña, decorar el hotel Y sin duda estaba decorado, se había encargado de eso, pero a él le faltaba hacerlo aún en el bar. Por lo que no demoraría en ir hasta su lugar de trabajo, tras encontrar lo que buscaba, y decorario sutilmente antes de ocultarse tras la barra del bar donde [Ange1Dust] no pudiera verie. Sabía que dejando todas las luces encendidas la araña podría llegar a buscarie y no sería hasta que se acercara para encontrarlo que él iría por detrás para sorprenderlo. Tocando de repente su cintura de forma juguetona para que se diera la vuelta y entonces él, repentinamente, abrazario por las piernas para alzarlo. Una pequeña risa escapando de entre sus labios acompañado por un suave ronroneo. No diría ni una sola palabra, tan solo levantando la vista un momento. Una sutil señal para que mirase para arriba y así encontrar, sobre sus cabezas, un pequeño racimo de muérdago.
    Me encocora
    Me gusta
    5
    3 turnos 1 maullido
  • Un ronroneo se le escapó de forma inevitable cuando sus pies se detuvieron delante del casino. Hacía tiempo no pasaba por allí, específicamente desde su última recaída, una que había sucedido hacía mucho tiempo incluso antes de que los niños nacieran. Mismos que ahora se encontraban a cada uno de sus lados.
    Como no podía ser de otra forma, ambos con ojos abiertos y brillantes, cargados de ilusión y entusiasmo al ver el colorido casino frente a ellos, lleno de luces y colores. ¿Cómo culparlos de creer que parecía mágico? Él se había encargado de eso.

    — No se alejen de mi, no se acerquen ni hablen con desconocidos y hagan todo lo que yo les diga —

    Pero tampoco era idiota. Aunque en el edificio no sucediesen cosas inapropiadas como en el trabajo de Angel, no dejaba de ser un establecimiento para adultos. Nada preparado para niños. Y él de buenas a primeras sabía cómo podía ser un jugador ebrio y perdedor de violento.
    Tan solo poner un pie dentro del lugar ya los recibieron ellas; Las Huskettes. Sus empleadas principales y sus acompañantes en sus tiempos como overlord que vestían con colores similares a los suyos mientras mantenían una temática de vestimenta mágica y felina.

    Una sonrisa le dedicó a una junto con un pequeño guiño mientras tomaba entre sus manos un vaso de licor. Aunque la idea beber hasta el hartazgo era tentadora, se mantenía firme en que no sucediera solo porque estaba con sus hijos.

    — Por aquí —

    Le dijo a los menores y es que otras de las Huskettes ya había preparado una mesa para él. Dejando que los niños se sentaran en los pequeños taburetes mientras la trabajadora los entretenía con juegos de cartas, por supuesto, nada difícil para dos pequeños y, con aún más obviedad, sin apuestas de por medio.
    Incluso algún pequeño truco de cartas al barajar les hizo para mantenerlos aún más entretenidos mientras él, bebiendo, aguardaba por la llegada de Arackniss
    Un ronroneo se le escapó de forma inevitable cuando sus pies se detuvieron delante del casino. Hacía tiempo no pasaba por allí, específicamente desde su última recaída, una que había sucedido hacía mucho tiempo incluso antes de que los niños nacieran. Mismos que ahora se encontraban a cada uno de sus lados. Como no podía ser de otra forma, ambos con ojos abiertos y brillantes, cargados de ilusión y entusiasmo al ver el colorido casino frente a ellos, lleno de luces y colores. ¿Cómo culparlos de creer que parecía mágico? Él se había encargado de eso. — No se alejen de mi, no se acerquen ni hablen con desconocidos y hagan todo lo que yo les diga — Pero tampoco era idiota. Aunque en el edificio no sucediesen cosas inapropiadas como en el trabajo de Angel, no dejaba de ser un establecimiento para adultos. Nada preparado para niños. Y él de buenas a primeras sabía cómo podía ser un jugador ebrio y perdedor de violento. Tan solo poner un pie dentro del lugar ya los recibieron ellas; Las Huskettes. Sus empleadas principales y sus acompañantes en sus tiempos como overlord que vestían con colores similares a los suyos mientras mantenían una temática de vestimenta mágica y felina. Una sonrisa le dedicó a una junto con un pequeño guiño mientras tomaba entre sus manos un vaso de licor. Aunque la idea beber hasta el hartazgo era tentadora, se mantenía firme en que no sucediera solo porque estaba con sus hijos. — Por aquí — Le dijo a los menores y es que otras de las Huskettes ya había preparado una mesa para él. Dejando que los niños se sentaran en los pequeños taburetes mientras la trabajadora los entretenía con juegos de cartas, por supuesto, nada difícil para dos pequeños y, con aún más obviedad, sin apuestas de por medio. Incluso algún pequeño truco de cartas al barajar les hizo para mantenerlos aún más entretenidos mientras él, bebiendo, aguardaba por la llegada de [Grumpyspid3r]
    Me encocora
    1
    31 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    // Bienvenida al fandom 🫶
    // Bienvenida al fandom 🫶💕
    Sobre Trixx !!
    HAZBIN HOTEL OC !! Trixx tuvo una vida humana marcada por la ira, la desconexión emocional y relaciones rotas por la traición. Desde joven arrastró problemas graves de control, una falta de empatía evidente y una fascinación por la magia negra y lo prohibido. Sus decisiones la llevaron a cruzar límites irreversibles, dañando y matando a otras...
    Me encocora
    1
    2 comentarios 0 compartidos
  • Tras algunas horas fuera, el trío por fin volvió al hotel. Incluso los niños con un helado cada uno entre sus manos.
    Una sonrisa sobre sus labios al haber logrado recuperar parte de su ánimo mientras él cargaba con una bolsa que portaba el traje que usaría para su boda; principalmente elegido por Rummy, aunque Lottery pareció igual de emocionada por la elección.

    Aunque no tenía mucha idea de moda, debía de admitir que su hijo tenía buen ojo para vestir.
    Tras algunas horas fuera, el trío por fin volvió al hotel. Incluso los niños con un helado cada uno entre sus manos. Una sonrisa sobre sus labios al haber logrado recuperar parte de su ánimo mientras él cargaba con una bolsa que portaba el traje que usaría para su boda; principalmente elegido por Rummy, aunque Lottery pareció igual de emocionada por la elección. Aunque no tenía mucha idea de moda, debía de admitir que su hijo tenía buen ojo para vestir.
    0 turnos 0 maullidos
  • No le extrañaba que aún los niños continuasen apagados, pero eso no quitaba el hecho de que le partiera el corazón verlos de aquella manera. Incluso, admitía, extrañaba esos estridentes chillidos de Lottery que le aturdían los oídos al punto de dejarlo sordo durante varios minutos. El ruido de pequeñas pisadas correteando por los pasillos del hotel o las risas en la mañana temprano provenientes de su habitación mientras intentaban ocultar, de forma pésima, que estaban "dormidos".

    Y es que dudaba que hasta Nuggets no extrañara ser correteado o vestido por los menores (aunque esto último era debatible). Suspiró con las orejas abajo mientras cambiaba el vendaje de Lottery. Rummy recostado a su lado.
    Intentó pensar, así sea paso a paso debía lograr sacarlos de aquel trance oscuro en el que se encontraban. Finalmente, alzó las orejas ante una idea.

    — Hey ¿Quieren ayudarme hoy? —

    Una propuesta que, con un poco de suerte, emocionaría un poco a sus hijos.
    Hacía ya bastante tiempo le había propuesto matrimonio a quien tanto amaba pero ninguno de los dos había contado con el tiempo libre suficiente para comenzar los preparativos. ¿Y qué mejor que ahora para animar a los menores, dejándoles ayudarios en las preparaciones? Las más pequeños, claro, como escoger la ropa a usar.
    Sí, su viejo traje de overlord no era ni de cerca una opción. Y realmente no tenía demasiada variedad de ropa para elegir, una nueva era indispensable... Y la idea de elegir algo más "moderno" pareció emocionar, principalmente, a Rummy.

    Al menos había logrado su objetivo y, aunque con cierta inseguridad, los niños habían accedido a salir del hotel. Juntos pasearon por las calles infernales hasta llegar con un sastre que, le constaba, confeccionaba la ropa de Alastor. Claro, que él no compartiera el gusto del demonio no quería decir que el sastre fuese malo.
    Y así fue como se encontró a sí mismo probándose un traje, observando con ceño fruncido mientras intentaba anudar la corbata en su cuello. Delante, sus hijos sentados cómodamente en un sofá mientras con ojitos brillantes observaban a su padre probarse el posible traje para su boda.
    No le extrañaba que aún los niños continuasen apagados, pero eso no quitaba el hecho de que le partiera el corazón verlos de aquella manera. Incluso, admitía, extrañaba esos estridentes chillidos de Lottery que le aturdían los oídos al punto de dejarlo sordo durante varios minutos. El ruido de pequeñas pisadas correteando por los pasillos del hotel o las risas en la mañana temprano provenientes de su habitación mientras intentaban ocultar, de forma pésima, que estaban "dormidos". Y es que dudaba que hasta Nuggets no extrañara ser correteado o vestido por los menores (aunque esto último era debatible). Suspiró con las orejas abajo mientras cambiaba el vendaje de Lottery. Rummy recostado a su lado. Intentó pensar, así sea paso a paso debía lograr sacarlos de aquel trance oscuro en el que se encontraban. Finalmente, alzó las orejas ante una idea. — Hey ¿Quieren ayudarme hoy? — Una propuesta que, con un poco de suerte, emocionaría un poco a sus hijos. Hacía ya bastante tiempo le había propuesto matrimonio a quien tanto amaba pero ninguno de los dos había contado con el tiempo libre suficiente para comenzar los preparativos. ¿Y qué mejor que ahora para animar a los menores, dejándoles ayudarios en las preparaciones? Las más pequeños, claro, como escoger la ropa a usar. Sí, su viejo traje de overlord no era ni de cerca una opción. Y realmente no tenía demasiada variedad de ropa para elegir, una nueva era indispensable... Y la idea de elegir algo más "moderno" pareció emocionar, principalmente, a Rummy. Al menos había logrado su objetivo y, aunque con cierta inseguridad, los niños habían accedido a salir del hotel. Juntos pasearon por las calles infernales hasta llegar con un sastre que, le constaba, confeccionaba la ropa de Alastor. Claro, que él no compartiera el gusto del demonio no quería decir que el sastre fuese malo. Y así fue como se encontró a sí mismo probándose un traje, observando con ceño fruncido mientras intentaba anudar la corbata en su cuello. Delante, sus hijos sentados cómodamente en un sofá mientras con ojitos brillantes observaban a su padre probarse el posible traje para su boda.
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
Ver más…