A veces me pregunto qué habría sido de ti si te hubiera salvado.
Si hubiera impedido que dejaras de respirar,
si aún caminaras a mi lado.
¿Cómo sería ahora tomar tu mano?
¿Cómo sería sentir tu aliento, escuchar tu voz?
Pero ya no estás.
Y por más que extienda los brazos, no puedo alcanzarte.
Perdóname.
El silencio grita más que cualquier estruendo.
No me gusta. Lo odio.
Pero en su eco descubro la verdad y eso es lo que merezco.
Soledad.
Arráncame las alas.
Acaba conmigo.
Si tú no estás, ¿quién notaría la ausencia de un hada más?
A veces me pregunto qué habría sido de ti si te hubiera salvado.
Si hubiera impedido que dejaras de respirar,
si aún caminaras a mi lado.
¿Cómo sería ahora tomar tu mano?
¿Cómo sería sentir tu aliento, escuchar tu voz?
Pero ya no estás.
Y por más que extienda los brazos, no puedo alcanzarte.
Perdóname.
El silencio grita más que cualquier estruendo.
No me gusta. Lo odio.
Pero en su eco descubro la verdad y eso es lo que merezco.
Soledad.
Arráncame las alas.
Acaba conmigo.
Si tú no estás, ¿quién notaría la ausencia de un hada más?