Flotando en el lago, Mair estaba completamente desnudo, abrazado solo por algunas plantas marinas.
—No quiero volver a desnudarme, no por el cuerpo, sino por el alma.
No quiero abrirme otra vez como lo hice contigo, porque me dejaste con más dudas que abrazos.
Mientras los peces lo rodeaban, actuando como los únicos testigos de sus palabras.
—Y sí, cuesta olvidarte, pero es más por lo malo que por lo bueno.
Sé que todavía sigues mis pisadas, como si esperaras encontrar algo de lo que perdiste, pero ya no voy a detenerme.
Pero sus ojos se iluminarían, porque quien decide es él, nadie más, y ya está cansado de correr.
—Voy hacia algo mejor, y aunque tenga que ser vulnerable otra vez, prefiero arriesgarme a amar de verdad que quedarme temiendo un pasado que ya no me define.
—No quiero volver a desnudarme, no por el cuerpo, sino por el alma.
No quiero abrirme otra vez como lo hice contigo, porque me dejaste con más dudas que abrazos.
Mientras los peces lo rodeaban, actuando como los únicos testigos de sus palabras.
—Y sí, cuesta olvidarte, pero es más por lo malo que por lo bueno.
Sé que todavía sigues mis pisadas, como si esperaras encontrar algo de lo que perdiste, pero ya no voy a detenerme.
Pero sus ojos se iluminarían, porque quien decide es él, nadie más, y ya está cansado de correr.
—Voy hacia algo mejor, y aunque tenga que ser vulnerable otra vez, prefiero arriesgarme a amar de verdad que quedarme temiendo un pasado que ya no me define.
Flotando en el lago, Mair estaba completamente desnudo, abrazado solo por algunas plantas marinas.
—No quiero volver a desnudarme, no por el cuerpo, sino por el alma.
No quiero abrirme otra vez como lo hice contigo, porque me dejaste con más dudas que abrazos.
Mientras los peces lo rodeaban, actuando como los únicos testigos de sus palabras.
—Y sí, cuesta olvidarte, pero es más por lo malo que por lo bueno.
Sé que todavía sigues mis pisadas, como si esperaras encontrar algo de lo que perdiste, pero ya no voy a detenerme.
Pero sus ojos se iluminarían, porque quien decide es él, nadie más, y ya está cansado de correr.
—Voy hacia algo mejor, y aunque tenga que ser vulnerable otra vez, prefiero arriesgarme a amar de verdad que quedarme temiendo un pasado que ya no me define.

