• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ROL OFF:

    ¡Hola amiguitos!
    ¡Espero que la estén pasando muy bien!
    Ahora que han agregado y tengo su atención les quiero comentar algunas cosas rápidas.

    1. El que agrega inicia. Si no sabes cómo, puedes comentar en las imágenes que voy subiendo, ó mándame Mensaje Privado para ponernos de acuerdo.

    2. Respeto ante todo, y nada de metarrol o manipulación negra.

    3. Disculpen la actitud de Percival, es un tonto puro de corazón y a veces ingenuo.

    4. Paciencia si llego a tardar en responder, la vida a fuera es pesada por lo que no sé si tardaré mucho o poco. Cualquier cosa les aviso.

    5. Battle, fantasía, medieval, fantasía oscura, slice of life, epic, gore, acción o aventura son los que mayor manejo. Si alguien quiere una escolta ¡No duden en llamarme!

    6. Si llegase alguien a ser mi Master, entonces le daré prioridad al Master. Aunque no olvido a los demás. Aquí dejo los requisitos para ser mi Master:
    _______1. Apegarse al reglamento anterior.
    _______2. Tener un objetivo claro por el cual buscar
    _________obtener el Santo Grial.
    _______3. Suficiente paciencia para
    _________soportar sus tonteras.
    _______4. Ser un Mago capaz de proporcionar
    _________Mana en grandes cantidades.
    _______5. Ser fuerte.
    _______6. Alimentarse bien.
    _______7. No hablar del club de la pelea.
    _______8. Recuerda la regla 7.
    _______9. Recuerda la regla 1.

    GRACIAS POR SU TIEMPO EN LEER ¡jUGUEMOS!
    ROL OFF: ¡Hola amiguitos! ¡Espero que la estén pasando muy bien! Ahora que han agregado y tengo su atención les quiero comentar algunas cosas rápidas. 1. El que agrega inicia. Si no sabes cómo, puedes comentar en las imágenes que voy subiendo, ó mándame Mensaje Privado para ponernos de acuerdo. 2. Respeto ante todo, y nada de metarrol o manipulación negra. 3. Disculpen la actitud de Percival, es un tonto puro de corazón y a veces ingenuo. 4. Paciencia si llego a tardar en responder, la vida a fuera es pesada por lo que no sé si tardaré mucho o poco. Cualquier cosa les aviso. 5. Battle, fantasía, medieval, fantasía oscura, slice of life, epic, gore, acción o aventura son los que mayor manejo. Si alguien quiere una escolta ¡No duden en llamarme! 6. Si llegase alguien a ser mi Master, entonces le daré prioridad al Master. Aunque no olvido a los demás. Aquí dejo los requisitos para ser mi Master: _______1. Apegarse al reglamento anterior. _______2. Tener un objetivo claro por el cual buscar _________obtener el Santo Grial. _______3. Suficiente paciencia para _________soportar sus tonteras. _______4. Ser un Mago capaz de proporcionar _________Mana en grandes cantidades. _______5. Ser fuerte. _______6. Alimentarse bien. _______7. No hablar del club de la pelea. _______8. Recuerda la regla 7. _______9. Recuerda la regla 1. GRACIAS POR SU TIEMPO EN LEER ¡jUGUEMOS!
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  • Me gustan los sitios donde nadie me busca.
    Los rincones donde el aire es tan quieto que puedo oír mis propios pensamientos.
    Las esquinas de los jardines donde las flores crecen sin que nadie las ordene.
    Allí me siento más real… como si pudiera, por un momento, dejar de ser lo que esperan de mí.

    Me gusta el sonido del agua al caer, pero no los estanques limpios y perfectos de la Corte.
    Prefiero los arroyos que se escapan por entre piedras musgosas, los que parecen olvidados por los mapas.
    Me recuerdan a mí.

    Me gustan los colores suaves: el gris que tienen las nubes justo antes de llover, el azul que nadie mira en las sombras del amanecer, el dorado tenue que se cuela entre las hojas viejas.
    No me atrae lo brillante.
    No quiero deslumbrar. Sólo pertenecer.

    Me gustan los instrumentos que nadie toca en los salones.
    Aquellos que suenan tristes, los que parecen hablar en vez de cantar.
    Una vez toqué uno, sola, en el invernadero… y durante un instante, pensé que el sonido me entendía.

    También me gusta recordar cosas que nadie más recuerda.
    Como el olor del invierno en Faerie antes de que cambiaran los encantamientos.
    O el sabor de la fruta silvestre que crece al borde del bosque, la que no está bendecida ni prohibida.

    No lo digo en voz alta.
    Porque aquí no está bien visto tener gustos propios.
    Pero los tengo.

    Y aunque finjo que no importa,
    a veces eso —solo eso— me salva del olvido.
    Me gustan los sitios donde nadie me busca. Los rincones donde el aire es tan quieto que puedo oír mis propios pensamientos. Las esquinas de los jardines donde las flores crecen sin que nadie las ordene. Allí me siento más real… como si pudiera, por un momento, dejar de ser lo que esperan de mí. Me gusta el sonido del agua al caer, pero no los estanques limpios y perfectos de la Corte. Prefiero los arroyos que se escapan por entre piedras musgosas, los que parecen olvidados por los mapas. Me recuerdan a mí. Me gustan los colores suaves: el gris que tienen las nubes justo antes de llover, el azul que nadie mira en las sombras del amanecer, el dorado tenue que se cuela entre las hojas viejas. No me atrae lo brillante. No quiero deslumbrar. Sólo pertenecer. Me gustan los instrumentos que nadie toca en los salones. Aquellos que suenan tristes, los que parecen hablar en vez de cantar. Una vez toqué uno, sola, en el invernadero… y durante un instante, pensé que el sonido me entendía. También me gusta recordar cosas que nadie más recuerda. Como el olor del invierno en Faerie antes de que cambiaran los encantamientos. O el sabor de la fruta silvestre que crece al borde del bosque, la que no está bendecida ni prohibida. No lo digo en voz alta. Porque aquí no está bien visto tener gustos propios. Pero los tengo. Y aunque finjo que no importa, a veces eso —solo eso— me salva del olvido.
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  • Cruzando el horizonte
    Categoría Original
    Soundtrack: https://youtu.be/tT4d1LQy4es?si=HvMSOwG09Y1yh3aO

    Jasuke Sarutobi

    Nyssara apenas había pegado el ojo en toda la noche, no sabía si era la emoción o los nervios lo que no la dejaban tranquila, el hecho de pensar que en unas horas estaría aventurandose en un campamento en medio del bosque, le daba escalofríos.

    Con una ducha rápida y un desayuno express. Nyssara se encontraba ya lista, esperando sentada en el banco de la estación de autobús, mirando el paisaje que se extendía más allá del pueblo. La tarde caía lentamente, tiñendo el cielo con tonos dorados y lilas. El campamento de modelaje no estaba lejos, solo unas dos horas en autobús, pero para ella, ese breve viaje representaba algo más que solo un cambio de escenario. Era una oportunidad para escapar, aunque solo fuera por un breve tiempo de la rutina que la había rodeado siempre. Un respiro del ajetreo de su vida diaria, de las constantes expectativas y las miradas que la seguían.

    El sonido de un motor a lo lejos la sacó de sus pensamientos, pero el autobús aún no llegaba. Miró su reloj y luego observó las calles vacías que rodeaban la estación. Todo se sentía tranquilamente familiar, pero al mismo tiempo, esa calma le recordaba lo mucho que necesitaba salir de allí, aunque fuera por poco tiempo. A un espacio donde nadie la juzgara ni esperara nada de ella, solo un par de días sin compromisos.

    Jasuke, como siempre, aún no llegaba. Aunque daba la impresión que llegaría tarde, por alguna razón siempre aparecía exacto a la hora.

    Sus pensamientos divagaron un poco pensando en Jasuke, la forma en que esa pequeña aventura, sería una buena oportunidad para que él explore nuevas actividades y conozca un nuevo lugar. No pudo evitar sentir hambre por la espera, por ello sacó un pequeño paquete de galletas de chocolate de su mochila y las empezó a comer, estaban bastante ricas, había sido una muy buena elección escogerlas.

    Concentrada mirando el paisaje, por un momento se olvido de los estímulos de alrededor. Su visión se centró en las palmas de los árboles que se movían de un lado a otro, mientras que pequeñas ardillas corrían entre las ramas, parecían pelear por una bellota, fue su entretenimiento del momento mientras mataba el tiempo.
    Soundtrack: https://youtu.be/tT4d1LQy4es?si=HvMSOwG09Y1yh3aO [vision_white_scorpion_304] Nyssara apenas había pegado el ojo en toda la noche, no sabía si era la emoción o los nervios lo que no la dejaban tranquila, el hecho de pensar que en unas horas estaría aventurandose en un campamento en medio del bosque, le daba escalofríos. Con una ducha rápida y un desayuno express. Nyssara se encontraba ya lista, esperando sentada en el banco de la estación de autobús, mirando el paisaje que se extendía más allá del pueblo. La tarde caía lentamente, tiñendo el cielo con tonos dorados y lilas. El campamento de modelaje no estaba lejos, solo unas dos horas en autobús, pero para ella, ese breve viaje representaba algo más que solo un cambio de escenario. Era una oportunidad para escapar, aunque solo fuera por un breve tiempo de la rutina que la había rodeado siempre. Un respiro del ajetreo de su vida diaria, de las constantes expectativas y las miradas que la seguían. El sonido de un motor a lo lejos la sacó de sus pensamientos, pero el autobús aún no llegaba. Miró su reloj y luego observó las calles vacías que rodeaban la estación. Todo se sentía tranquilamente familiar, pero al mismo tiempo, esa calma le recordaba lo mucho que necesitaba salir de allí, aunque fuera por poco tiempo. A un espacio donde nadie la juzgara ni esperara nada de ella, solo un par de días sin compromisos. Jasuke, como siempre, aún no llegaba. Aunque daba la impresión que llegaría tarde, por alguna razón siempre aparecía exacto a la hora. Sus pensamientos divagaron un poco pensando en Jasuke, la forma en que esa pequeña aventura, sería una buena oportunidad para que él explore nuevas actividades y conozca un nuevo lugar. No pudo evitar sentir hambre por la espera, por ello sacó un pequeño paquete de galletas de chocolate de su mochila y las empezó a comer, estaban bastante ricas, había sido una muy buena elección escogerlas. Concentrada mirando el paisaje, por un momento se olvido de los estímulos de alrededor. Su visión se centró en las palmas de los árboles que se movían de un lado a otro, mientras que pequeñas ardillas corrían entre las ramas, parecían pelear por una bellota, fue su entretenimiento del momento mientras mataba el tiempo.
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  • ∆ Aún me pone mal, saber que te has ido sin saber el porqué.
    Pero está en mi ahora el esperar el olvido, aquel lugar que era para ti... Ahora la ocupa nuevamente mi ex novia la soledad. ∆
    ∆ Aún me pone mal, saber que te has ido sin saber el porqué. Pero está en mi ahora el esperar el olvido, aquel lugar que era para ti... Ahora la ocupa nuevamente mi ex novia la soledad. ∆
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  • La diosa que olvidó su libertad
    Parte 3

    Mientras Hestia caminaba despacio mirando la ropa colgada en ganchos en los muebles mostradores, Patricia comienza a seguirla como si la misma Patricia estuviera vigilando de cerca los movimientos de la pelirroja…

    Patricia: —¿Sabes?... Siempre pensé que el rock y el metal son la música de los dioses, pero ahora que lo pienso, el rock y el metal hablan de motos y viajar en libertad… así que… no creo que la “diosa del hogar”, la diosa que prefiere quedarse en casa… sea compatible con el estilo de vida del rock…

    Hestia: —Un hogar no es solo una casa. Tu hogar está donde está tu familia.

    Patricia: —¡Bien contestado! ¡Jajaja! Veo que ya aprendiste la filosofía del rock.

    Mientras Hestia voltea a ver la ventana con la noche estrellada…

    Hestia: —Pasé tanto tiempo dentro de ese lugar… que casi olvido que podía salir… y viajar…

    Patricia: —…Eso es bueno… el rock te recordó que eres libre… entonces sal. Viaja ahora mientras eres joven. Pero no olvides avisar a tu familia, o se van a preocupar.

    Hestia voltea a ver a la niña con una sonrisa…

    Hestia: —Mi familia jamás se preocupa por nada. Además, la mayoría de ellos están viajando y haciendo de las suyas. Yo también merezco ser libre…

    Patricia: —¡Bien dicho!

    Volvieron a quedar en silencio… ahora Patricia cree entender más quién es la pelirroja. Cree que es una chica rica, su familia siempre sale de viaje por placer o negocios y la han dejado en casa, por eso siempre estuvo encerrada en su lujosa casa. Escapó de ahí y ahora está aquí en esta tienda descubriendo el rock y el metal, algo que los ricos jamás escuchan. Y claro, esta chica rica en su soledad desarrolló el “complejo de diosa” y de verdad se cree que es una diosa griega… incluso se viste como una…

    Patricia toca con los dedos la blanca tela de la toga de Hestia. La tela es de un algodón tan suave que parece tocar algo hecho de niebla, y el color blanco es tan puro que parece que tiene luz propia.

    Patricia: —WOW… esta tela debe ser carísima… ¿es algodón egipcio o algo así?

    Hestia voltea a ver a la niña que está examinando un borde de la toga. Con tranquilidad sonríe y responde.

    Hestia: —No es algodón egipcio. Esta toga fue tejida con algodón sagrado de los campos Elíseos. Es muy cómoda… pero ya me aburrió. Veo que la ropa que tienes aquí es muy similar a la ropa que visten en los videos que vimos…

    Patricia: —¡Claro que sí! …En esta tienda vendemos todo tipo de objetos para los rockeros: ropa, accesorios, algunos instrumentos de música… y claro, muchos discos y DVDs con música. Incluso tenemos una amplia colección de acetatos originales… están en venta, pero la verdad son algo caros porque son para coleccionis…

    Patricia dejó de hablar repentinamente porque se quedó paralizada al ver lo que Hestia hizo… desató un nudo oculto en su cintura y la toga cayó al suelo. Hestia estaba desnuda bajo la toga y ahora está de pie totalmente desnuda delante de Patricia… Patricia está con la boca abierta, detrás de Hestia, admirando la espalda, las piernas y el hermoso y amplio trasero desnudo de la mujer pelirroja…hestia ya encontró una prenda que le gustó y a decidido probarse la ...

    La diosa que olvidó su libertad Parte 3 Mientras Hestia caminaba despacio mirando la ropa colgada en ganchos en los muebles mostradores, Patricia comienza a seguirla como si la misma Patricia estuviera vigilando de cerca los movimientos de la pelirroja… Patricia: —¿Sabes?... Siempre pensé que el rock y el metal son la música de los dioses, pero ahora que lo pienso, el rock y el metal hablan de motos y viajar en libertad… así que… no creo que la “diosa del hogar”, la diosa que prefiere quedarse en casa… sea compatible con el estilo de vida del rock… Hestia: —Un hogar no es solo una casa. Tu hogar está donde está tu familia. Patricia: —¡Bien contestado! ¡Jajaja! Veo que ya aprendiste la filosofía del rock. Mientras Hestia voltea a ver la ventana con la noche estrellada… Hestia: —Pasé tanto tiempo dentro de ese lugar… que casi olvido que podía salir… y viajar… Patricia: —…Eso es bueno… el rock te recordó que eres libre… entonces sal. Viaja ahora mientras eres joven. Pero no olvides avisar a tu familia, o se van a preocupar. Hestia voltea a ver a la niña con una sonrisa… Hestia: —Mi familia jamás se preocupa por nada. Además, la mayoría de ellos están viajando y haciendo de las suyas. Yo también merezco ser libre… Patricia: —¡Bien dicho! Volvieron a quedar en silencio… ahora Patricia cree entender más quién es la pelirroja. Cree que es una chica rica, su familia siempre sale de viaje por placer o negocios y la han dejado en casa, por eso siempre estuvo encerrada en su lujosa casa. Escapó de ahí y ahora está aquí en esta tienda descubriendo el rock y el metal, algo que los ricos jamás escuchan. Y claro, esta chica rica en su soledad desarrolló el “complejo de diosa” y de verdad se cree que es una diosa griega… incluso se viste como una… Patricia toca con los dedos la blanca tela de la toga de Hestia. La tela es de un algodón tan suave que parece tocar algo hecho de niebla, y el color blanco es tan puro que parece que tiene luz propia. Patricia: —WOW… esta tela debe ser carísima… ¿es algodón egipcio o algo así? Hestia voltea a ver a la niña que está examinando un borde de la toga. Con tranquilidad sonríe y responde. Hestia: —No es algodón egipcio. Esta toga fue tejida con algodón sagrado de los campos Elíseos. Es muy cómoda… pero ya me aburrió. Veo que la ropa que tienes aquí es muy similar a la ropa que visten en los videos que vimos… Patricia: —¡Claro que sí! …En esta tienda vendemos todo tipo de objetos para los rockeros: ropa, accesorios, algunos instrumentos de música… y claro, muchos discos y DVDs con música. Incluso tenemos una amplia colección de acetatos originales… están en venta, pero la verdad son algo caros porque son para coleccionis… Patricia dejó de hablar repentinamente porque se quedó paralizada al ver lo que Hestia hizo… desató un nudo oculto en su cintura y la toga cayó al suelo. Hestia estaba desnuda bajo la toga y ahora está de pie totalmente desnuda delante de Patricia… Patricia está con la boca abierta, detrás de Hestia, admirando la espalda, las piernas y el hermoso y amplio trasero desnudo de la mujer pelirroja…hestia ya encontró una prenda que le gustó y a decidido probarse la ...
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    La amistad no se mide en risas compartidas, ni en el tiempo que se permanece cerca, sino en la quietud que deja su ausencia y la forma en que, aún en el silencio, su presencia nos acompaña.

    Un verdadero amigo no siempre dice lo correcto ni está en todos los momentos, pero su recuerdo tiene la forma exacta del consuelo. Es aquel que, sin pedir nada, elige quedarse cuando todo se desmorona, y que, con una palabra o una mirada, recuerda quiénes somos cuando incluso nosotros lo hemos olvidado.

    La amistad no es perfecta. A veces hiere, a veces se aleja… pero si es verdadera, siempre vuelve. Porque hay lazos que no nacen del tiempo, sino del alma. Y esos, ni la distancia ni el olvido pueden romperlos.
    La amistad no se mide en risas compartidas, ni en el tiempo que se permanece cerca, sino en la quietud que deja su ausencia y la forma en que, aún en el silencio, su presencia nos acompaña. Un verdadero amigo no siempre dice lo correcto ni está en todos los momentos, pero su recuerdo tiene la forma exacta del consuelo. Es aquel que, sin pedir nada, elige quedarse cuando todo se desmorona, y que, con una palabra o una mirada, recuerda quiénes somos cuando incluso nosotros lo hemos olvidado. La amistad no es perfecta. A veces hiere, a veces se aleja… pero si es verdadera, siempre vuelve. Porque hay lazos que no nacen del tiempo, sino del alma. Y esos, ni la distancia ni el olvido pueden romperlos.
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  • ╔════ஓ๑๑ஓ════╗
    ❝ El tiempo no corre… espera. ❞
    — Ilitía
    ╚════ஓ๑๑ஓ════╝

    ❝ Creen que todo nace en un instante,
    pero no hay instante sin espera.
    El tiempo no se impone, se estira como un suspiro largo.

    He aprendido que cada cosa llega cuando debe.
    Ni antes, ni después.
    Ni el amor, ni la vida, ni el olvido.

    A veces, lo que esperas está creciendo en silencio.
    Como una semilla que florece sin testigos. ❞

    ──────────ஓ๑๑ஓ──────────
    ╔════ஓ๑⌛๑ஓ════╗ ❝ El tiempo no corre… espera. ❞ — Ilitía ╚════ஓ๑⌛๑ஓ════╝ ❝ Creen que todo nace en un instante, pero no hay instante sin espera. El tiempo no se impone, se estira como un suspiro largo. He aprendido que cada cosa llega cuando debe. Ni antes, ni después. Ni el amor, ni la vida, ni el olvido. A veces, lo que esperas está creciendo en silencio. Como una semilla que florece sin testigos. ❞ ──────────ஓ๑⌛๑ஓ──────────
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  • Se había marchado, adentrándose en el abismo que existe más allá del Velo, donde ni los dioses pueden sostener su forma sin romperse. No dijo adiós. No explicó su partida. Solo desapareció, arrastrado por un eco.

    Descendió por voluntad propia, pero el viaje lo quebró. Primero olvidó el tiempo. Luego su nombre. Después, incluso la forma de su rostro. Solo quedó su esencia, flotando entre pensamientos que no eran suyos, atrapado en esa prisión, pues los dioses no mueren, simplemente se olvidan. 

    Fue en busca de algo perdido: un fragmento de sí mismo, robado por los Primigenios del Olvido.

    Lo encontró, pero no volvió solo.

    Ni siquiera él supo cómo es que pudo volver, solo cruzó de regreso al reino de los mortales. Allí su sombra temblaba, alterada.

     Aún debilitado por su travesía, se levantó del suelo y alzó la mirada al cielo. Sus ojos ya no brillaban con el fulgor de los sueños. Estaban nublados, llenos de ecos.

    El dios del sueño había vuelto. Más oscuro. Más sabio. Más verdadero.

    Porque ahora sabía que el verdadero sueño no es evadir la oscuridad... es soñar incluso dentro de ella.


    Se había marchado, adentrándose en el abismo que existe más allá del Velo, donde ni los dioses pueden sostener su forma sin romperse. No dijo adiós. No explicó su partida. Solo desapareció, arrastrado por un eco. Descendió por voluntad propia, pero el viaje lo quebró. Primero olvidó el tiempo. Luego su nombre. Después, incluso la forma de su rostro. Solo quedó su esencia, flotando entre pensamientos que no eran suyos, atrapado en esa prisión, pues los dioses no mueren, simplemente se olvidan.  Fue en busca de algo perdido: un fragmento de sí mismo, robado por los Primigenios del Olvido. Lo encontró, pero no volvió solo. Ni siquiera él supo cómo es que pudo volver, solo cruzó de regreso al reino de los mortales. Allí su sombra temblaba, alterada.  Aún debilitado por su travesía, se levantó del suelo y alzó la mirada al cielo. Sus ojos ya no brillaban con el fulgor de los sueños. Estaban nublados, llenos de ecos. El dios del sueño había vuelto. Más oscuro. Más sabio. Más verdadero. Porque ahora sabía que el verdadero sueño no es evadir la oscuridad... es soñar incluso dentro de ella.
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  • A veces preparando las comidas para Alice, me olvido que son para Alice y termino comiéndomelo todo.
    A veces preparando las comidas para Alice, me olvido que son para Alice y termino comiéndomelo todo.
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  • Era el solsticio del quinto sol, el día marcado por los códices como el Juicio del Tezcatlipoca, el día en que los corazones serían sopesados por el humo negro que todo lo ve.

    El pueblo, temeroso y desnudo bajo los jirones del destino, observaba desde abajo, sabiendo que nadie saldría indemne. Desde las alturas, se escuchaba el retumbar de tambores hechos con piel de prisionero que golpeaban con fuerza y en ritmo. El humo de las antorchas se mezclaba con los cánticos guturales que invocaban a la Deidad, Tezcatlioca, el dios del espejo que refleja lo peor de cada hombre.

    Cuando el eclipse comenzó, el sol se tornó un ojo cerrado. Las aves huyeron, los perros dejaron de ladrar y gemían temerosos, los niños enmudecieron. El cielo se tornó rojo, luego gris opaco, y finalmente, negro como el abismo donde habita el Espejo Humeante.

    Desde la cima del templo, uno de los sacerdotes alzó los brazos con una daga de obsidiana, que parecía sangrar por voluntad propia. Su voz resonó:


    —¡Hoy el Tezcatlipoca se arrastra desde el humo para devorar a los débiles! ¡Hoy el juicio recae sobre nuestra sangre!

    Uno a uno, los elegidos subieron. Guerreros, doncellas, incluso nobles. Ninguno gritó. La daga silbaba en el aire, y los corazones ardientes eran alzados hacia el eclipse, como ofrendas para detener el olvido. Pero no fue suficiente... El eclipse no se detuvo.

    ...
    Era el solsticio del quinto sol, el día marcado por los códices como el Juicio del Tezcatlipoca, el día en que los corazones serían sopesados por el humo negro que todo lo ve. El pueblo, temeroso y desnudo bajo los jirones del destino, observaba desde abajo, sabiendo que nadie saldría indemne. Desde las alturas, se escuchaba el retumbar de tambores hechos con piel de prisionero que golpeaban con fuerza y en ritmo. El humo de las antorchas se mezclaba con los cánticos guturales que invocaban a la Deidad, Tezcatlioca, el dios del espejo que refleja lo peor de cada hombre. Cuando el eclipse comenzó, el sol se tornó un ojo cerrado. Las aves huyeron, los perros dejaron de ladrar y gemían temerosos, los niños enmudecieron. El cielo se tornó rojo, luego gris opaco, y finalmente, negro como el abismo donde habita el Espejo Humeante. Desde la cima del templo, uno de los sacerdotes alzó los brazos con una daga de obsidiana, que parecía sangrar por voluntad propia. Su voz resonó: —¡Hoy el Tezcatlipoca se arrastra desde el humo para devorar a los débiles! ¡Hoy el juicio recae sobre nuestra sangre! Uno a uno, los elegidos subieron. Guerreros, doncellas, incluso nobles. Ninguno gritó. La daga silbaba en el aire, y los corazones ardientes eran alzados hacia el eclipse, como ofrendas para detener el olvido. Pero no fue suficiente... El eclipse no se detuvo. ...
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