Era una tarde como cualquier otra en el departamento de Rei. Después de un largo día yendo de un lado al otro, el joven vampiro se encontraba limpiando y ordenando su espacio, el cual se había descuidado un poco en las últimas semanas debido a su agitada agenda.
Mientras pasaba el trapo por la mesa de la sala, Rei no pudo evitar detenerse al notar un pequeño ramo de flores lilas que había comprado ese día. Se trataba de orquídeas, unas hermosas orquídeas de tono lila pálido que recordó que le gustaban a su mejor amigo.
Desde que lo conoció tiempo atrás, Rei sintió una conexión especial con Demian, a pesar de sus diferencias, entre ellos había surgido una amistad pura y sincera que el vampiro atesoraba profundamente.
Fue por eso que hoy al ir a comprar algunas cosas, al pasar frente a la florería ese día las orquídeas captaron su atención. Recuerda que su amigo menciono que sus flores favoritas eran las orquídeas y sin poder evitarlo, compró el ramo para llevárselo. No estaba seguro de por qué, pero sintió el impulso de obsequiarle las flores a Demian.
Sin embargo, ahora que sostenía el pequeño ramo entre sus manos, Rei no pudo evitar sonrojarse ligeramente, nunca antes le había regalado flores a nadie, menos a un hombre. Temía que su gesto pudiera malinterpretarse o incomodar a su amigo. Aun así, anhelaba compartir con él ese detalle, pues en el fondo deseaba transmitirle lo valiosa que era su amistad.
Con suavidad, Rei acarició los pétalos lilas, reuniendo valor. Luego, tomó su celular y le envió un mensaje a Demian, invitándolo a pasar por su departamento esa tarde, esperaba de todo corazón que las orquídeas pudieran expresar aquello que a veces le costaba decir con palabras.
Mientras pasaba el trapo por la mesa de la sala, Rei no pudo evitar detenerse al notar un pequeño ramo de flores lilas que había comprado ese día. Se trataba de orquídeas, unas hermosas orquídeas de tono lila pálido que recordó que le gustaban a su mejor amigo.
Desde que lo conoció tiempo atrás, Rei sintió una conexión especial con Demian, a pesar de sus diferencias, entre ellos había surgido una amistad pura y sincera que el vampiro atesoraba profundamente.
Fue por eso que hoy al ir a comprar algunas cosas, al pasar frente a la florería ese día las orquídeas captaron su atención. Recuerda que su amigo menciono que sus flores favoritas eran las orquídeas y sin poder evitarlo, compró el ramo para llevárselo. No estaba seguro de por qué, pero sintió el impulso de obsequiarle las flores a Demian.
Sin embargo, ahora que sostenía el pequeño ramo entre sus manos, Rei no pudo evitar sonrojarse ligeramente, nunca antes le había regalado flores a nadie, menos a un hombre. Temía que su gesto pudiera malinterpretarse o incomodar a su amigo. Aun así, anhelaba compartir con él ese detalle, pues en el fondo deseaba transmitirle lo valiosa que era su amistad.
Con suavidad, Rei acarició los pétalos lilas, reuniendo valor. Luego, tomó su celular y le envió un mensaje a Demian, invitándolo a pasar por su departamento esa tarde, esperaba de todo corazón que las orquídeas pudieran expresar aquello que a veces le costaba decir con palabras.
Era una tarde como cualquier otra en el departamento de Rei. Después de un largo día yendo de un lado al otro, el joven vampiro se encontraba limpiando y ordenando su espacio, el cual se había descuidado un poco en las últimas semanas debido a su agitada agenda.
Mientras pasaba el trapo por la mesa de la sala, Rei no pudo evitar detenerse al notar un pequeño ramo de flores lilas que había comprado ese día. Se trataba de orquídeas, unas hermosas orquídeas de tono lila pálido que recordó que le gustaban a su mejor amigo.
Desde que lo conoció tiempo atrás, Rei sintió una conexión especial con Demian, a pesar de sus diferencias, entre ellos había surgido una amistad pura y sincera que el vampiro atesoraba profundamente.
Fue por eso que hoy al ir a comprar algunas cosas, al pasar frente a la florería ese día las orquídeas captaron su atención. Recuerda que su amigo menciono que sus flores favoritas eran las orquídeas y sin poder evitarlo, compró el ramo para llevárselo. No estaba seguro de por qué, pero sintió el impulso de obsequiarle las flores a Demian.
Sin embargo, ahora que sostenía el pequeño ramo entre sus manos, Rei no pudo evitar sonrojarse ligeramente, nunca antes le había regalado flores a nadie, menos a un hombre. Temía que su gesto pudiera malinterpretarse o incomodar a su amigo. Aun así, anhelaba compartir con él ese detalle, pues en el fondo deseaba transmitirle lo valiosa que era su amistad.
Con suavidad, Rei acarició los pétalos lilas, reuniendo valor. Luego, tomó su celular y le envió un mensaje a Demian, invitándolo a pasar por su departamento esa tarde, esperaba de todo corazón que las orquídeas pudieran expresar aquello que a veces le costaba decir con palabras.