ENJOLRAS THIBAUT
10/12/2002 — 21,5 años
Nacido en la romantizada capital de Francia bajo el seno de una familia adinerada, Enjolras no pudo salir más distinto a sus progenitores ni aunque se esforzara en ello. Aunque su infancia transcurrió tranquila y su corta edad e inconsciencia le permitieron disfrutar de todas las comodidades que su entorno le ofrecía, a medida que crecía e iba siendo consciente de su alrededor su cerebro empezó a maquinar y a captar, analizar y entender cada una de las cosas que no le resultaban moralmente correctas ni aceptables.
Hijo de una abogada de renombre (pero a quién le importaba más el dinero de sus clientes que el encontrar la justicia en cada uno de los casos) y del jefe inspector de policía de la Préfecture de Police de París, Javert Thibaut, Enjolras vivía aún más de cerca todo lo que sus padres hacían; cosas que él aborrecía. Y, aunque siempre fue un hijo modelo, refugiado en los estudios y en sus buenas notas para no confrontarse a algo contra lo que no sabía cómo contraatacar, a medida que entró en la adolescencia algo en lo más profundo de él comenzó a cambiar.
Una lucha interna, una llamada a hacer algo por todas las injusticias acumuladas en su joven cabeza. Comenzó uniéndose a los sindicatos estudiantiles universitarios cuando recién empezaba la secundaria, hasta que logró fundar uno él mismo (VDJ, Voix du Jeunesse) cuando llegó a la Universidad de La Sorbonne, en donde continúa cursando segundo año en la carrera de Derecho.
Actualmente, su vida se resume en estudiar para mantener su matrícula de honor, las reuniones que dirige en el sindicato estudiantil y las protestas/manifestaciones que, junto a muchos otros sindicatos afines, encabezan casi mensualmente en las calles de París.
Lo que no sabe, lo que se le escapa de su mente literal y calculadora, es cómo existe alguien que rompe por completo cada uno de sus esquemas: René Lefevre, Grantaire. Y es que, ¿cómo iba a saberlo? ¿Cómo iba a comprender que todo lo que vaya a sentir por aquel desastre de chico estaba regido por algo sucedido más de dos cientos años atrás?
¿Cómo alguien con quien siquiera sentía una afinidad en un inicio iba (era, desde hacía tiempo, en sus recuerdos olvidados de otra vida) a ser lo más importante para él?
𝐃𝐀𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀
— Personaje basado en Enjolras de Los Miserables, novela de Victor Hugo. En esta versión, Enjolras es una reencarnación del Enjolras que murió en 1832 en las revoluciones antimonárquicas de Junio de 1832 en París.
> Así mismo, es una versión modern/AU del personaje, por lo que no me rijo a la época cánon de la historia.
— Enjolras es una persona PAS (persona altamente sensible) y sufre de ansiedad, por lo cual en un cúmulo de acontecimientos se ha vuelto muy cerrado a sí mismo y repele las relaciones interpersonales lo máximo que puede; aún así es educado por naturaleza y eso le lleva a forzarse ser un poco más extrovertido (pero es introvertido de pies a cabeza). También es demasiado literal, así que lo de pillar las bromas no es lo suyo.
— Sus hobbies son leer (en silencio total), escribir y planificar todas y cada una de las ideas que se le pasan por la cabeza para una posterior aplicación en el sindicato, ir al gimnasio para desestresarse y caminar a solas por el cementerio Père Lachaise de París, dónde futuramente descubrirá los restos de su ''vida anterior''.
— Vive en un ático que tiene alquilado junto a su amigo Marius; como ambos son de buena família tienen ese gasto cubierto, pero Enjolras se esfuerza en ganar lo máximo al mes que le permiten sus estudios para poder cubrir no tan solo ese gasto, si no también los suyos personales. Está de becario/ayudante con un sueldo aceptable en un bufete de abogados pese a que no ha terminado la carrera, pero el renombre de su sindicato estudiantil a veces la abre buenas puertas (aunque otras muchas lo único que le trae son problemas con la polícia, sobretodo con su padre). Una de sus amigas, aunque es más amiga de René, Éponine Thénardier, está estudiando diseño de moda y una vez le convenció para que modelara para un trabajo de su carrera. Por suerte o por desgracia, éso terminará en que un agente de modelos se fije en él y, tras unas cuantas sesiones de fotos, se vuelva una cara bien pagada (con lo cual no sabe cómo sentirse al respeto, pues ganar tanto dinero por no hacer prácticamente nada va un poco en contra de sus principios... Pero tiene que cubrir sus gastos, y sobretodo los de René).