- Nombre: Luka Turner
- Nombre demoníaco/titán: Júpiter (aunque aborrece que le llamen así). Algunos lo apodan "El Lobo de Astaroth".
- Edad: desconocida. El día que se transformó fue el 20 de diciembre del 895
- FC: Kellan Lutz
(ficha sometida a posibles cambios en el futuro en función del desarrollo del personaje)
El pago por la vida eterna fue su alma y también los recuerdos asociados a su vida humana. Antes del año 896 no recuerda nada, aunque los sucesos que se desencadenaron con la visita de Astaroth hicieron huella en su existencia. Aunque pertenecía por entero al Duque del Infierno, Gea lo arropó cuando más necesitaba de un apoyo, obsequiándole con el poder de la Tierra, pero encadenándole también a padecer por toda la eternidad la influencia de Cronos a su alrededor. Hizo del Tártaro su hogar y, a pesar de que su alma seguía perteneciéndole a Astaroth, empezó a desarrollar capacidades únicas asociadas a su naturaleza híbrida entre demonio y titán. Lucifer, temeroso del potencial que estaba ganando, fragmentó su alma en tres partes: una existencia puramente demoníaca y otras dos, fruto de la ruptura de su lado de titán, que merodean en forma de gigantescas panteras negras por su residencia en el Tártaro. Se halla a la espera de que el Ángel Caído le libere del sello que solo él puede deshacer (o Cronos, pero debería estar muy desesperado para pedirle ayuda a su hermano) mientras cumple con la intransigente y perpetua tarea de asegurar el difuso límite entre el mundo demoníaco y la Tierra. El equilibrio ha de mantenerse.
Es provocador por naturaleza, se ríe con facilidad y es muy afable. Hablaría con las piedras si pudiera, pero no es el caso, aunque sí entiende a los felinos. Odia a rabiar su lado demoníaco y todo lo que tenga que ver con él, así que prefiere alejarse en la medida de lo posible de todo demonio, sobre todo teniendo en cuenta su situación. Es directo y conciso, a veces no tiene filtro, y bromea muy a menudo.
Tiene el pelo oscuro, los ojos azules (su lado demoníaco los tiene verdes) y mide 1.98 metros. Su "trabajo" le exige un rendimiento físico excesivo que muchas veces no le queda más remedio que complementar con sus capacidades demoníacas, así que es bastante atlético. Le gusta su cuerpo y también dejar claro que lo sabe.
Además, no deja de ser un demonio: está hecho para la tentación, aunque jamás ha hecho un pacto con ninguna alma. No condenará a nadie como lo hizo él solo con Astaroth.
- Puede modificar a voluntad las leyes de la física. Un ejemplo es generar fuego a raíz de incrementar la energía cinética de lo que tenga en la mano, aunque sea simplemente aire.
- Sana con más rapidez que un humano corriente, aunque si la herida es profunda generalmente es una sanación superficial que conlleva su tiempo para que cure del todo.
- Herencia de Urano, es capaz de teleportarse todas las veces que quiera, aunque conlleva un gasto energético que varía en función de la distancia.
- No siente frío pero tampoco es inmune a la congelación.
- Puede hablar con los felinos, si eso puede llamarse superpoder.
Es débil a cualquier demonio superior a él, pero también a Perséfone, de quien estuvo enamorado al inicio de su transformación.
- Le llaman mucho la atención las personas rubias de ojos azules. No sabe que es debido a sus recuerdos sellados como humano.
- Tiene terminantemente prohibido relacionarse sexualmente con los humanos a riesgo de padecer un dolor insufrible.
- Tiene tatuado en su homólplato derecho el símbolo demoníaco de Astaroth.
- Las panteras negras que son también parte de su alma fragmentada se llaman VY, la hembra y Scuti, el macho. Scuti es mayor en tamaño pero está ciego de su ojo izquierdo.
- Lleva un brazalete de obsidiana en el brazo izquierdo.
- Tiene la costumbre de poner apodos a todo el mundo una vez coge confianza.
- Su forma titán, Júpiter, a la que no puede acceder estando sellado, tiene un poder ilimiatado pero no puede usarlo ni en beneficio personal ni tampoco por motivos egoístas. El titán es una criatura neutra y carente de emociones cuyo fin es mantener el equilibrio universal.