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    Valentino- no es justo yo lo pedí primero !!

    Lucifer-te falta maldad mijo

    Usuario- les falta es iniciativa a ambos, ya es para que estuviera reinventando el kamasutra con ustedes !!
    Valentino- no es justo yo lo pedí primero !! Lucifer-te falta maldad mijo Usuario- les falta es iniciativa a ambos, ya es para que estuviera reinventando el kamasutra con ustedes !!
    //Yo no roleaba sex rol hasta que me agarraron Lu y Husk por banda. Ahora mismo tengo varios roles que están los.personajes frutifantastiqueandose
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  • Emergió en su habitación directo desde las sombras. Sus piernas le fallaron por un momento pero llegó a sostenerse a tiempo de su tocador. ¿Qué demonios había sido todo eso?

    Enseguida se apresuró a servirse un vaso de whisky y rebuscó entre sus cosas hasta dar con sus cigarrillos. Tomó uno llevándoselo a los labios y lo prendió dando una profunda calada antes de exhalar el humo, de espaldas al tocador y apoyándose en él.
    Levantó la cabeza al exhalar, observando el humo del cigarro en el aire.

    Intentaba no pensar en la forma en la que Lucifer se había atrevido a tocar sus orejas, de tan solo hacerlo sentía su orgullo un poco más roto. Incluso se aferró con un poco más de fuerza al cigarrillo entre sus dedosz volviendo a llevarlo a sus labios para dar otra profunda calada.
    Volteó, exhalando y con la misma mano agarró el vaso que previamente había servido con el fuerte licor, bebiendo todo su contenido de una vez. Suspirando al acabar antes de dejar el vaso vacío a un lado.
    Miró su reflejo en el espejo, sus orejas abajo. Verlas le hizo gruñir. Odiaba las nuevas debilidades obtenidas en aquella forma demoníaca.

    Sin embargo, también alzó una ceja. Llevándose con más calma el cigarrillo a los labios al recordar la expresión de Lucifer. Eso había sido nuevo. Repugnante pero casi interesante.
    Comenzaba a sospechar que su pequeña debilidad era mucho más de lo que aparentaba y, aunque no era un área que le gustara explorar, tal vez le mantuviera un ojo encima con mayor interés
    Emergió en su habitación directo desde las sombras. Sus piernas le fallaron por un momento pero llegó a sostenerse a tiempo de su tocador. ¿Qué demonios había sido todo eso? Enseguida se apresuró a servirse un vaso de whisky y rebuscó entre sus cosas hasta dar con sus cigarrillos. Tomó uno llevándoselo a los labios y lo prendió dando una profunda calada antes de exhalar el humo, de espaldas al tocador y apoyándose en él. Levantó la cabeza al exhalar, observando el humo del cigarro en el aire. Intentaba no pensar en la forma en la que Lucifer se había atrevido a tocar sus orejas, de tan solo hacerlo sentía su orgullo un poco más roto. Incluso se aferró con un poco más de fuerza al cigarrillo entre sus dedosz volviendo a llevarlo a sus labios para dar otra profunda calada. Volteó, exhalando y con la misma mano agarró el vaso que previamente había servido con el fuerte licor, bebiendo todo su contenido de una vez. Suspirando al acabar antes de dejar el vaso vacío a un lado. Miró su reflejo en el espejo, sus orejas abajo. Verlas le hizo gruñir. Odiaba las nuevas debilidades obtenidas en aquella forma demoníaca. Sin embargo, también alzó una ceja. Llevándose con más calma el cigarrillo a los labios al recordar la expresión de Lucifer. Eso había sido nuevo. Repugnante pero casi interesante. Comenzaba a sospechar que su pequeña debilidad era mucho más de lo que aparentaba y, aunque no era un área que le gustara explorar, tal vez le mantuviera un ojo encima con mayor interés
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  • "The temptation fruit, the fallen angel, the king of hell...
    Many titles but only once to remember:

    Lucifer, the morning star."
    "The temptation fruit, the fallen angel, the king of hell... Many titles but only once to remember: Lucifer, the morning star."
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  • Sería mentirse a sí mismo decir que, incluso a él, Maximilian no le producía escalofríos. A pesar de su magia caótica y lo bizarro que podía ser a veces, nunca le había visto tan enfadado como hasta ese momento.
    Aunque a un paso más lento, caminaba junto a él para ir a por Angel Dust en la torre de los V's. Específicamente, para liberarlo de Valentino . Suspiró tras oírlo, bajando las orejas.

    — Mentirte a ti o a Angel sería estúpido. Incluso a Lucifer... Solo le dije a los niños que era un truco de magia para que no se asustaran — Admitió y es que, ¿Por qué andar con rodeos? De todas formas, no serviría contra quienes lo conocían ocultar lo obvio. Incluso, inevitable, una de sus manos fue hasta su hombro contrario, casi como si quisiera tocar las heridas que dolían y a las que no llegaba.
    Pero enseguida que había escuchado que quería remediarlo negó con la cabeza de forma instantánea.

    — No, no es... — Comenzó suspirando, frotándose la cien — Solo, fue mi culpa. Sabía lo que podía ocurrir y acepté de todas formas. Tú no hiciste nada malo... Esta es solo otra consecuencia de mis decisiones. Estoy acostumbrado. Después de todo, fui yo quien le vendió mi alma por completo —

    Justificó encogiéndose de hombros.
    Sería mentirse a sí mismo decir que, incluso a él, [Maxi8] no le producía escalofríos. A pesar de su magia caótica y lo bizarro que podía ser a veces, nunca le había visto tan enfadado como hasta ese momento. Aunque a un paso más lento, caminaba junto a él para ir a por [Ange1Dust] en la torre de los V's. Específicamente, para liberarlo de [ember_silver_hare_973] . Suspiró tras oírlo, bajando las orejas. — Mentirte a ti o a Angel sería estúpido. Incluso a Lucifer... Solo le dije a los niños que era un truco de magia para que no se asustaran — Admitió y es que, ¿Por qué andar con rodeos? De todas formas, no serviría contra quienes lo conocían ocultar lo obvio. Incluso, inevitable, una de sus manos fue hasta su hombro contrario, casi como si quisiera tocar las heridas que dolían y a las que no llegaba. Pero enseguida que había escuchado que quería remediarlo negó con la cabeza de forma instantánea. — No, no es... — Comenzó suspirando, frotándose la cien — Solo, fue mi culpa. Sabía lo que podía ocurrir y acepté de todas formas. Tú no hiciste nada malo... Esta es solo otra consecuencia de mis decisiones. Estoy acostumbrado. Después de todo, fui yo quien le vendió mi alma por completo — Justificó encogiéndose de hombros.
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  • Se sostuvo de la pared a tiempo para no caer.
    Sus orejas abajo y el color rojizo tiñendo desde su espalda hasta el suelo, dejando un rastro por donde iba pasando.

    Sus garras arañaron el tapiz de la pared, dejando sus marcas, cuando el dolor punzante lo atacó de nuevo. Incluso su cuerpo tembló de forma inevitable.
    Jadeaba, más no de verdadero cansancio.
    Su garganta dolía por haber gritado y el pelaje de su rostro se encontraba húmedo. Sucio. Tal vez había llorado.
    Aunque lento, había llegado hasta su lugar de trabajo, el bar. No deseaba ir a la habitación donde probablemente estuvieran los niños. No así. Por suerte demasiado estúpidos de lastimaban borrachos y él contaba siempre con vendas por si acaso. Y esta vez, eran para él.

    Se sostuvo de la barra antes de dejarse caer de rodillas. Su cuerpo aún tembloroso mientras extendía una de sus manos hasta poder agarrar un paño que humedeció con un poco de alcohol.
    Aparentando los labios, tal vez incluso mordiéndose el inferior, cerró los ojos con fuerza y, como pudo, llevó el paño hasta su espalda. Allí, donde alguna vez estuvieron sus alas.
    El ardor le llegó enseguida en cuanto el paño se apoyó en las heridas. Mordiendo su labio inferior hasta hacerlo sangrar, pero aún así no se detuvo.

    Intentó limpiar cuánto pudo de sus heridas y limpiar la sangre de su pelaje.
    Finalmente tomó las vendas y se las envolvió desde el torso hasta llegar a envolver su espalda, las tiras de vendaje cruzando sus hombros para mantenerlas en su lugar hasta que hizo un nudo que aseguraría no se saldrían.
    Suspiró y se pasó una mano por el rostro. Ni siquiera quería ver cómo se veía, probablemente desastroso.
    Tomó la botella más fuerte que había allí detrás de la barra y bebió un largo trago antes de exhalar con cansancio. Pensando sus opciones, rebuscó entre sus cosas allí dispersas y, para su fortuna, encontró una camisa, aunque algo sucia, que allí había dejado una vez. No dudó en ponérsela. Prefería no asustar a sus hijos al ver sus vendajes.

    Una vez cambiado, se levantó. Aún con dificultad. Sus piernas aún temblaban por el dolor pero se obligó a ser fuerte.
    Había desaparecido dos días, ni siquiera le había avisado a Angel de lo emocionado que había estado por la invitación de Maxi. Era mejor ir a verle antes de que siguiera preocupado.
    Con dolorosa calma caminó hasta su habitación compartida, abriendo la puerta y encontrándose, para variar, como recibimiento al pequeño cerdito huyendo de los niños que ahora se escondía detrás de él.

    — ¡Papá! — Habían exclamado los pequeños al verle pero sus sonrisas se borraron rápidamente, bajando sus orejas, al ver su rostro algo desaliñado y la evidente falta de sus alas.
    Él sabía que lo notarían enseguida, pero en su mente ya había armado la excusa perfecta.

    Se agachó, poniéndose de cuclillas para recibir a sus hijos y estos vinieron enseguida a abrazarlo. Debió contenerse para disimular el dolor que sintió por eso.

    — ¿Papá, estás bien? ¿Dónde están tus alas? ¿Estuviste llorando? — Por supuesto, la más sensible, Lottery. Podía ver en ambos jóvenes rostros la preocupación y el miedo. Pero él no iba a permitir que sus hijos pasaran por el dolor de saber la verdad.

    — No, no. Sólo estoy cansado, nada que dormir no solucione — Respondió primero, besando la cabeza de ambos infantes y luego señaló detrás de él. El lugar donde las alas ya no estaban — ¿Esto? Es un truco de magia. Las hice desaparecer. No se lo esperaban, ¿Verdad? — Justificó, pudiendo ver en sus ojos la ilusión de la magia. Aquella expresión de asombro por los mágicos trucos que él solía hacerles para entretenerlos.

    Solo entonces volvió la mirada a la habitación, frunciendo el ceño confundido. Angel no estaba allí, tan solo la niñera que Maximilian solía usar para cuidar a sus pequeños, y si aún estaba allí, significaba que su prometido jamás había vuelto.
    Se levantó del suelo extrañado, dirigiendo la atención de vuelta a sus hijos.
    — Rummy, Lottie... ¿Dónde está papi? — Les preguntó antes de volver a mirar por la habitación, efectivamente, no estaba.
    Los niños se encogieron de hombros, de vuelta la angustia en sus rostros. Fue entonces cuando comprendió que Angel no había vuelto del trabajo.

    Bajó las orejas con expresión preocupada y corrió a buscar en la pequeña mesa de luz su celular que poco usaba. Fue entonces cuando se encontró con el mensaje de Angel Dust. Chasqueando la lengua con enfado antes de oír a sus hijos preguntar preocupados si algo le había pasado a su papi.
    No era el lugar ni el momento de ser tan evidente, por lo que volvió a disimular. No era actor, pero le resultaba sorprendente incluso a él lo bueno que se había vuelto tan solo por sus hijos.

    — No, no. Es solo que a Papi se le juntó más trabajo del que esperaba.... Iré a buscarlo. Vengan conmigo, los cuidará alguien hasta que vuelva. — Les contestó, extendiendo sus manos que cada niño tomó, aunque demoraron un poco por insistir en llevar a Nuggets con ellos, sosteniendo los pequeños su correa.
    Antes de salir de la habitación, volteó dirigiéndose a la niñera. Maxi tenía una magia incomprensible, incluso para él, pero en ese momento era lo que necesitaba. — Dile que me espere en la torre del reloj, o me encuentre con Lucifer. Necesito su ayuda. —

    Sin más que agregar, salió de la habitación. Caminaron en silencio hasta salir del hotel y más allá también, solo hasta detenerse en la entrada de un gran hogar, allí donde Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗 vivía, los niños parecían confundidos pero él los calmó con suave voz.

    — No se preocupen. Él es su otro tío. Estarán bien —
    Se sostuvo de la pared a tiempo para no caer. Sus orejas abajo y el color rojizo tiñendo desde su espalda hasta el suelo, dejando un rastro por donde iba pasando. Sus garras arañaron el tapiz de la pared, dejando sus marcas, cuando el dolor punzante lo atacó de nuevo. Incluso su cuerpo tembló de forma inevitable. Jadeaba, más no de verdadero cansancio. Su garganta dolía por haber gritado y el pelaje de su rostro se encontraba húmedo. Sucio. Tal vez había llorado. Aunque lento, había llegado hasta su lugar de trabajo, el bar. No deseaba ir a la habitación donde probablemente estuvieran los niños. No así. Por suerte demasiado estúpidos de lastimaban borrachos y él contaba siempre con vendas por si acaso. Y esta vez, eran para él. Se sostuvo de la barra antes de dejarse caer de rodillas. Su cuerpo aún tembloroso mientras extendía una de sus manos hasta poder agarrar un paño que humedeció con un poco de alcohol. Aparentando los labios, tal vez incluso mordiéndose el inferior, cerró los ojos con fuerza y, como pudo, llevó el paño hasta su espalda. Allí, donde alguna vez estuvieron sus alas. El ardor le llegó enseguida en cuanto el paño se apoyó en las heridas. Mordiendo su labio inferior hasta hacerlo sangrar, pero aún así no se detuvo. Intentó limpiar cuánto pudo de sus heridas y limpiar la sangre de su pelaje. Finalmente tomó las vendas y se las envolvió desde el torso hasta llegar a envolver su espalda, las tiras de vendaje cruzando sus hombros para mantenerlas en su lugar hasta que hizo un nudo que aseguraría no se saldrían. Suspiró y se pasó una mano por el rostro. Ni siquiera quería ver cómo se veía, probablemente desastroso. Tomó la botella más fuerte que había allí detrás de la barra y bebió un largo trago antes de exhalar con cansancio. Pensando sus opciones, rebuscó entre sus cosas allí dispersas y, para su fortuna, encontró una camisa, aunque algo sucia, que allí había dejado una vez. No dudó en ponérsela. Prefería no asustar a sus hijos al ver sus vendajes. Una vez cambiado, se levantó. Aún con dificultad. Sus piernas aún temblaban por el dolor pero se obligó a ser fuerte. Había desaparecido dos días, ni siquiera le había avisado a Angel de lo emocionado que había estado por la invitación de Maxi. Era mejor ir a verle antes de que siguiera preocupado. Con dolorosa calma caminó hasta su habitación compartida, abriendo la puerta y encontrándose, para variar, como recibimiento al pequeño cerdito huyendo de los niños que ahora se escondía detrás de él. — ¡Papá! — Habían exclamado los pequeños al verle pero sus sonrisas se borraron rápidamente, bajando sus orejas, al ver su rostro algo desaliñado y la evidente falta de sus alas. Él sabía que lo notarían enseguida, pero en su mente ya había armado la excusa perfecta. Se agachó, poniéndose de cuclillas para recibir a sus hijos y estos vinieron enseguida a abrazarlo. Debió contenerse para disimular el dolor que sintió por eso. — ¿Papá, estás bien? ¿Dónde están tus alas? ¿Estuviste llorando? — Por supuesto, la más sensible, Lottery. Podía ver en ambos jóvenes rostros la preocupación y el miedo. Pero él no iba a permitir que sus hijos pasaran por el dolor de saber la verdad. — No, no. Sólo estoy cansado, nada que dormir no solucione — Respondió primero, besando la cabeza de ambos infantes y luego señaló detrás de él. El lugar donde las alas ya no estaban — ¿Esto? Es un truco de magia. Las hice desaparecer. No se lo esperaban, ¿Verdad? — Justificó, pudiendo ver en sus ojos la ilusión de la magia. Aquella expresión de asombro por los mágicos trucos que él solía hacerles para entretenerlos. Solo entonces volvió la mirada a la habitación, frunciendo el ceño confundido. Angel no estaba allí, tan solo la niñera que [Maxi8] solía usar para cuidar a sus pequeños, y si aún estaba allí, significaba que su prometido jamás había vuelto. Se levantó del suelo extrañado, dirigiendo la atención de vuelta a sus hijos. — Rummy, Lottie... ¿Dónde está papi? — Les preguntó antes de volver a mirar por la habitación, efectivamente, no estaba. Los niños se encogieron de hombros, de vuelta la angustia en sus rostros. Fue entonces cuando comprendió que Angel no había vuelto del trabajo. Bajó las orejas con expresión preocupada y corrió a buscar en la pequeña mesa de luz su celular que poco usaba. Fue entonces cuando se encontró con el mensaje de [Ange1Dust]. Chasqueando la lengua con enfado antes de oír a sus hijos preguntar preocupados si algo le había pasado a su papi. No era el lugar ni el momento de ser tan evidente, por lo que volvió a disimular. No era actor, pero le resultaba sorprendente incluso a él lo bueno que se había vuelto tan solo por sus hijos. — No, no. Es solo que a Papi se le juntó más trabajo del que esperaba.... Iré a buscarlo. Vengan conmigo, los cuidará alguien hasta que vuelva. — Les contestó, extendiendo sus manos que cada niño tomó, aunque demoraron un poco por insistir en llevar a Nuggets con ellos, sosteniendo los pequeños su correa. Antes de salir de la habitación, volteó dirigiéndose a la niñera. Maxi tenía una magia incomprensible, incluso para él, pero en ese momento era lo que necesitaba. — Dile que me espere en la torre del reloj, o me encuentre con Lucifer. Necesito su ayuda. — Sin más que agregar, salió de la habitación. Caminaron en silencio hasta salir del hotel y más allá también, solo hasta detenerse en la entrada de un gran hogar, allí donde [LuciHe11] vivía, los niños parecían confundidos pero él los calmó con suave voz. — No se preocupen. Él es su otro tío. Estarán bien —
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  • Ya mucho tiempo tuvo wangji para darme nietos, pero yo lo hago padre/hermano solo déjenme al gatito 5 minutos en la habitación negra y de paso traigan a lucifer le enseñaré a alastor que significa ser un undertarker
    Ya mucho tiempo tuvo wangji para darme nietos, pero yo lo hago padre/hermano solo déjenme al gatito 5 minutos en la habitación negra y de paso traigan a lucifer le enseñaré a alastor que significa ser un undertarker :STK-19:
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    // Viendo tanto Lucifer Morningstar me tiene pensando... ¿saben cuál hace falta? El de DC, específicamente de los cómics.
    Traaaaiiganmeeee a Luuuciifeeerrrr.(?) A quien sea le doy mi alma.
    // Viendo tanto Lucifer Morningstar me tiene pensando... ¿saben cuál hace falta? El de DC, específicamente de los cómics. Traaaaiiganmeeee a Luuuciifeeerrrr.(?) A quien sea le doy mi alma.
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  • -¿Probabilidades de haber comprado una taza solo para arruinarla de esa forma? Probablemente muy altas. Pero ahora adoraba tomar su café de la mañana con esa taza en la cara de Lucifer-
    -¿Probabilidades de haber comprado una taza solo para arruinarla de esa forma? Probablemente muy altas. Pero ahora adoraba tomar su café de la mañana con esa taza en la cara de Lucifer-
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  • Vox… mi apreciado, afeminada carcasa de metal, mi estruendoso compañero de frecuencias visuales. Desde el primer zumbido de tu voz en el infierno, supe que había encontrado a alguien que hablaba mi idioma… ¡literalmente! Tus ondas me acarician como un vinilo en reproductor musical , y tu presencia… ¡ay, tu presencia! Es como una tormenta de estática en mi alma ~

    He recorrido los rincones más oscuros del infierno, he visto reinos caer y reyes arder, pero jamás he encontrado una melodía tan embriagadora como la que emite tu chillona voz de princesa. Eres el zumbido en mi frecuencia, el eco en mi locución, el feedback que no quiero silenciar.

    -Se arrodilla, con un anillo que aún portaba el dedo de su antiguo portador -

    Así que dime, mi resonante ruiseñor de las ondas malditas y homosexual figura … ¿aceptarías ser mi eterno dúo infernal? ¿Compartirías conmigo esta sinfonía de locura, esta ópera de caos, esta emisión sin fin que llamamos existencia?

    ¡Cásate conmigo, Vox! Y juntos, haremos que el mismísimo infierno baile al ritmo de nuestra sintonía


    -era recopilar una propuesta de matrimonio que había hecho antes o herir a lucifer diciéndole que solo estaba junto a el por su poder.... Prefiere lo primero y porque el user ya tenía fresca la propuesta (?-

    Vox
    Vox… mi apreciado, afeminada carcasa de metal, mi estruendoso compañero de frecuencias visuales. Desde el primer zumbido de tu voz en el infierno, supe que había encontrado a alguien que hablaba mi idioma… ¡literalmente! Tus ondas me acarician como un vinilo en reproductor musical , y tu presencia… ¡ay, tu presencia! Es como una tormenta de estática en mi alma ~ He recorrido los rincones más oscuros del infierno, he visto reinos caer y reyes arder, pero jamás he encontrado una melodía tan embriagadora como la que emite tu chillona voz de princesa. Eres el zumbido en mi frecuencia, el eco en mi locución, el feedback que no quiero silenciar. -Se arrodilla, con un anillo que aún portaba el dedo de su antiguo portador - Así que dime, mi resonante ruiseñor de las ondas malditas y homosexual figura … ¿aceptarías ser mi eterno dúo infernal? ¿Compartirías conmigo esta sinfonía de locura, esta ópera de caos, esta emisión sin fin que llamamos existencia? ¡Cásate conmigo, Vox! Y juntos, haremos que el mismísimo infierno baile al ritmo de nuestra sintonía -era recopilar una propuesta de matrimonio que había hecho antes o herir a lucifer diciéndole que solo estaba junto a el por su poder.... Prefiere lo primero y porque el user ya tenía fresca la propuesta (?- [FuckA1astor]
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  • -lo que ve lucifer con la disputa de aquel trío su inocencia aún no capta que se están matando ve es un extraño cuarteto hecho por el hombre cabeza de pantalla, su contraparte aterradora, el rojito y.... El raro hombre demacrado que parece vivo pero se siente muerto -

    Oh cierto estoy ocupado tratando de sobrevivir

    -deja de lado el lápiz y el papel terminará su dibujo más tarde -
    -lo que ve lucifer con la disputa de aquel trío su inocencia aún no capta que se están matando ve es un extraño cuarteto hecho por el hombre cabeza de pantalla, su contraparte aterradora, el rojito y.... El raro hombre demacrado que parece vivo pero se siente muerto - Oh cierto estoy ocupado tratando de sobrevivir -deja de lado el lápiz y el papel terminará su dibujo más tarde -
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