⚠️trigger warning: Aviso importante. Este monorol contiene temas NSFW: Lenguaje malsonante (fuerte), alusión a violencia y maltrato infantil y maltrato físico. Abstenerse de leer si se es extremandamente sensible.
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“El fuego… puto fuego. No he conocido nada más cruel, ni más brutal. Quema, devora, y no deja nada atrás. Nada excepto ceniza, muerte y ruina. A mí me marcó de por vida, sellando un destino que nunca pedí. Me regaló una máscara que nunca puedo quitarme, de la que no me puedo desprender. Una cara que todos recuerdan, que han llegado a temer y que no disimulan odiar ¿Quieres saber qué se siente? Es como llevar al mismo demonio pegado a la piel, recordándote cada día que fuiste un crío indefenso y que nadie movió un puto dedo por protegerte. ¿Qué siete infiernos puede esperar un mocoso después de esto?
Aun recuerdo las carcajadas de mi hermano mayor mientras mi cara se derretía contra las brasas. Ese monstruo que llaman caballero… El olor fue mucho peor. Oler como tu carne se derrite, se deshace, se calcina. Ese olor revuelve las entrañas. Y es aún peor, cuando sabes que eres tú quien se quema. Grité. Recuerdo que grité como un perro apaleado, oliendo mi propia carne arder. Desde entonces el fuego me persigue. Huele mi miedo, se ríe de mí. A veces lo escucho. No como ese bufón de Thoros de Myr que dice escuchar a su dios en las llamas… No… Es peor. Mucho peor.
Y no me vengas con esa puta mierda de que las heridas se curan con el tiempo. El tiempo no cura un carajo. El tiempo solo se encarga de que nunca recuerdes lo que perdiste, lo que te hicieron. Solo consigue que los demás nunca dejen de mirarte, señalarte. Los niños se apartan, las putas se tapan la boca, los señoritos fingen no notar nada pero apartan la vista, atemorizados. Asqueados. Y ahí estoy yo, recordándoles que la vida es fea, sucia y que los putos Siete no salvan a nadie.
Los caballeros… todos esos hijos de puta que hablan de honor y justicia. Escupiría sobre todos ellos ¿Dónde estaban cuando mi hermano me hundió la cara en las brasas? ¿Dónde estaban los dioses? Nadie vino. Nadie nunca viene. No hubo misericordia, no hubo aliento. No hubo alivio. Sigue sin haberlo. Porque todavía lo huelo. La sangre. Mi miedo. El humo…
Así que guardaos vuestras putas plegarias. Vuestros cuentos de niñas de héroes y santos. Yo soy el Perro. Marcado, feo. Un perro que muerde si le joden demasiado. Y si sigo vivo no es porque los dioses lo quisieran, ni por ser un cabrón con suerte. Si sigo vivo es porque soy demasiado terco para morir.”ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
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