• —Queen… —[tidal_orange_cow_718] sonrió de lado, con la calma de quien ya ha visto reinos nacer y caer bajo sus manos—. Así que mi legado. Muy bien, pequeña niña, escucha con atención una verdad que corre por tu sangre:
    El caos.
    El caos no es ruina, Lili.
    Es el jardín donde la belleza crece sin permiso. Donde lo imperfecto florece… porque nadie lo ordenó. Ese es tu legado.

    Sus palabras quedaron tatuadas en mi memoria, incluso cuando me alejé hacia la ciudad, guiada por la sed oscura del ente que se alimenta de las sombras. Aceché en la penumbra a los que habían perdido todo: desgraciados que malvivían sin ganas de luchar, abandonando sus miedos como carroña para que yo los devorara. Sentí la fuerza crecer en mi interior, un poder que me devoraba tanto como me fortalecía.

    Pero no bastaba. Necesitaba comprender.

    Así que subí al edificio más alto. El viento me recibió como un verdugo que no olvida, azotando cada fibra de mi cuerpo. Me acerqué al borde, el corazón latiendo como un tambor de guerra. Cerré los ojos y recordé: “El caos florece sin que nadie lo ordene”.

    Oz... —Susurré.—

    Entonces… me dejé caer de espaldas. Sin resistencia. Sin miedo.
    Fluir con el caos.

    Siento mis huesos romperse en mil pedazos... No duele. Una llama arde en mi.

    Primero, nada.
    Después, un rugido ensordecedor.
    Nada otra vez.
    Sirenas de coches. Explosiones.
    Otra vez nada.

    Y cuando abrí los ojos, estaba rodeada de llamas. Un mar de caos ardía a mi alrededor. Helicópteros surcaban el cielo como aves desesperadas. Bomberos gritaban, ahogados entre humo y fuego. La ciudad gritaba.

    —¡Aquí hay una superviviente! —vociferó uno de ellos al verme.

    Me incorporé entre cenizas, el cuerpo débil, pero las manos ardiendo con un calor extraño, como brasas negras latiendo bajo la piel. El fuego no me consumía: me reconocía. El desastre no me rechazaba: me pertenecía.

    Las palabras de Ozma regresaron, retumbando como un presagio:
    "El caos no es ruina. Es el jardín donde la belleza crece sin permiso."

    Y allí, en el corazón ardiente de la destrucción, entendí la duda que me perseguía:
    ¿Soy la flor que brota del caos, o soy la ruina disfrazada de belleza?

    Las llamas danzaban, esperando mi respuesta.
    —Queen… —[tidal_orange_cow_718] sonrió de lado, con la calma de quien ya ha visto reinos nacer y caer bajo sus manos—. Así que mi legado. Muy bien, pequeña niña, escucha con atención una verdad que corre por tu sangre: El caos. El caos no es ruina, Lili. Es el jardín donde la belleza crece sin permiso. Donde lo imperfecto florece… porque nadie lo ordenó. Ese es tu legado. Sus palabras quedaron tatuadas en mi memoria, incluso cuando me alejé hacia la ciudad, guiada por la sed oscura del ente que se alimenta de las sombras. Aceché en la penumbra a los que habían perdido todo: desgraciados que malvivían sin ganas de luchar, abandonando sus miedos como carroña para que yo los devorara. Sentí la fuerza crecer en mi interior, un poder que me devoraba tanto como me fortalecía. Pero no bastaba. Necesitaba comprender. Así que subí al edificio más alto. El viento me recibió como un verdugo que no olvida, azotando cada fibra de mi cuerpo. Me acerqué al borde, el corazón latiendo como un tambor de guerra. Cerré los ojos y recordé: “El caos florece sin que nadie lo ordene”. Oz... —Susurré.— Entonces… me dejé caer de espaldas. Sin resistencia. Sin miedo. Fluir con el caos. Siento mis huesos romperse en mil pedazos... No duele. Una llama arde en mi. Primero, nada. Después, un rugido ensordecedor. Nada otra vez. Sirenas de coches. Explosiones. Otra vez nada. Y cuando abrí los ojos, estaba rodeada de llamas. Un mar de caos ardía a mi alrededor. Helicópteros surcaban el cielo como aves desesperadas. Bomberos gritaban, ahogados entre humo y fuego. La ciudad gritaba. —¡Aquí hay una superviviente! —vociferó uno de ellos al verme. Me incorporé entre cenizas, el cuerpo débil, pero las manos ardiendo con un calor extraño, como brasas negras latiendo bajo la piel. El fuego no me consumía: me reconocía. El desastre no me rechazaba: me pertenecía. Las palabras de Ozma regresaron, retumbando como un presagio: "El caos no es ruina. Es el jardín donde la belleza crece sin permiso." Y allí, en el corazón ardiente de la destrucción, entendí la duda que me perseguía: ¿Soy la flor que brota del caos, o soy la ruina disfrazada de belleza? Las llamas danzaban, esperando mi respuesta.
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 1 maullido
  • The last rumbling
    Fandom Crossover
    Categoría Otros
    Mono rol
    Lugar: Tierra.

    El fundador ha vuelto a cambiar y de uno de los modos más horribles de todos. Ya a penas se distingue como titán más allá de su inconcebible tamaño, su poder abarca cielo, Tierra, infierno y el mismísimo universo. No, no se ha comido a otro titán, si no a Lucifer, uno de los fragmentos De Dios que unido al suyo propio ha dado como resultado al horror final.

    Esta vez, Eren no va a por la humanidad únicamente, si no que el mal intrínseco de todo ser vivo, va a acabar con absolutamente toda la creación. Tal y como los textos bíblicos predijeron, el cielo se abrió, las trompetas del fin soñaron, el agua empezó a hervir, la tierra se resquebrajó dejando salir a los demonios y difuntos del infierno. Ta solo una cosa no se cumplió. El rapto… Nadie era digno del reino de los cielos, pues con Adán, la bondad humana murió dejando solo a Eren, el mal.

    Y tal y como ya hizo en el retumbar, dentro del titán Eren cerró los ojos. Se negaba a ver todo el dolor y agonía que estaba causando, y es que no disfrutaba de ello. Ni el mismo quería ser artífice una vez más de la catástrofe pero,cuando no queda nada que salvar lo único que se puede hacer es destruir para tratar de construir de nuevo.

    Nunca sabría cuanto tiempo llevaría, comenzando por la Tierra, una vez más Onia los gritos,escuchaba el dolor, la agonía y la desesperación y como a medida que eñ su apocslitpsis avanzaba, cada vez se escuchaban menos voces, pero siempre siendo las más sobrecogedoras de todas las de los niños, incluso aquellos que eran supuestamente inocentes, sin la bondad humana dejaban de ser dignos del paraíso por lo que tambien perecían. Y sus almas esta vez no irían a ninguna parte, pues la misma destrucción está a ocurriendo en cielo e infierno, ángeles caían en llamas que no podían apagar, y los demonios se deshacían en cenizas. No habría cielo, no habría infierno, tampoco limbo, solo la nada más absoluta.

    Aún negándose a mirar, llegó el punto en que, Eren ya no deseaba detenerse, no por sadismo si no por que co teniendo las lágrimas, anhelaba el momento en que todos los alaridos se silenciaran, anhelaba volver a la siniestra paz de ninguna forma de vida.pero esta vez el proceso se repetiría en toda la creación, llevándose consigo aquella línea temporal para siempre.

    Jamás sabría cuanto tiempo pasó, pero finalmente la tan ansiada paz llegó y lo hizo en medio del vacío. Eren abandonó el cuerpo del titán que quedó flotando, descomponiéndose en vapor en medio de la oscuridad y él… él regresó a los caminos, donde ni el tiempo ni el espacio significaban nada.

    Nadie recordaría jamás aquella realidad olvidada, tampoco a sus habitantes. Nuca existió y ya nunca más existiría.
    Mono rol Lugar: Tierra. El fundador ha vuelto a cambiar y de uno de los modos más horribles de todos. Ya a penas se distingue como titán más allá de su inconcebible tamaño, su poder abarca cielo, Tierra, infierno y el mismísimo universo. No, no se ha comido a otro titán, si no a Lucifer, uno de los fragmentos De Dios que unido al suyo propio ha dado como resultado al horror final. Esta vez, Eren no va a por la humanidad únicamente, si no que el mal intrínseco de todo ser vivo, va a acabar con absolutamente toda la creación. Tal y como los textos bíblicos predijeron, el cielo se abrió, las trompetas del fin soñaron, el agua empezó a hervir, la tierra se resquebrajó dejando salir a los demonios y difuntos del infierno. Ta solo una cosa no se cumplió. El rapto… Nadie era digno del reino de los cielos, pues con Adán, la bondad humana murió dejando solo a Eren, el mal. Y tal y como ya hizo en el retumbar, dentro del titán Eren cerró los ojos. Se negaba a ver todo el dolor y agonía que estaba causando, y es que no disfrutaba de ello. Ni el mismo quería ser artífice una vez más de la catástrofe pero,cuando no queda nada que salvar lo único que se puede hacer es destruir para tratar de construir de nuevo. Nunca sabría cuanto tiempo llevaría, comenzando por la Tierra, una vez más Onia los gritos,escuchaba el dolor, la agonía y la desesperación y como a medida que eñ su apocslitpsis avanzaba, cada vez se escuchaban menos voces, pero siempre siendo las más sobrecogedoras de todas las de los niños, incluso aquellos que eran supuestamente inocentes, sin la bondad humana dejaban de ser dignos del paraíso por lo que tambien perecían. Y sus almas esta vez no irían a ninguna parte, pues la misma destrucción está a ocurriendo en cielo e infierno, ángeles caían en llamas que no podían apagar, y los demonios se deshacían en cenizas. No habría cielo, no habría infierno, tampoco limbo, solo la nada más absoluta. Aún negándose a mirar, llegó el punto en que, Eren ya no deseaba detenerse, no por sadismo si no por que co teniendo las lágrimas, anhelaba el momento en que todos los alaridos se silenciaran, anhelaba volver a la siniestra paz de ninguna forma de vida.pero esta vez el proceso se repetiría en toda la creación, llevándose consigo aquella línea temporal para siempre. Jamás sabría cuanto tiempo pasó, pero finalmente la tan ansiada paz llegó y lo hizo en medio del vacío. Eren abandonó el cuerpo del titán que quedó flotando, descomponiéndose en vapor en medio de la oscuridad y él… él regresó a los caminos, donde ni el tiempo ni el espacio significaban nada. Nadie recordaría jamás aquella realidad olvidada, tampoco a sus habitantes. Nuca existió y ya nunca más existiría.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
    Me gusta
    1
    0 turnos 1 maullido
  • Para ti 2000 años despues.
    Fandom Crossover Attack on titan/Hazbin hotel
    Categoría Drama
    𝐑𝐨𝐥 𝐩𝐫𝐢𝐯𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧: Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗

    𝐋𝐮𝐠𝐚𝐫: 𝙰𝚕𝚐ú𝚗 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚍𝚎𝚕 𝚒𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘. 𝙴𝚗 𝚎𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝙰𝚍á𝚗 𝚑𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚒𝚍𝚘 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚊 𝚜𝚞𝚜 𝚑𝚞𝚎𝚜𝚝𝚎𝚜 𝚊𝚗𝚐𝚎𝚕𝚒𝚌𝚊𝚕𝚎𝚜.








    “𝘌𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘪 𝘢𝘤𝘢𝘣𝘢𝘴𝘦 𝘥𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘵𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘴𝘶𝘦ñ𝘰 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘭𝘢𝘳𝘨𝘰. 𝘙𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰… 𝘙𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘵𝘪𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘤𝘪é𝘯 𝘤𝘳𝘦𝘢𝘥𝘢 𝘶𝘯 𝘫𝘢𝘳𝘥í𝘯, 𝘢𝘯𝘪𝘮𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘢𝘯 𝘱𝘳𝘰𝘵𝘰𝘵𝘪𝘱𝘰𝘴, 𝘴𝘰𝘭𝘦𝘥𝘢𝘥 𝘺 𝘶𝘯 𝘪𝘯𝘧𝘪𝘯𝘪𝘵𝘰 𝘤𝘦𝘭𝘦𝘴𝘵𝘦 ¿𝘌𝘭 𝘤𝘪𝘦𝘭𝘰? 𝘯𝘰… 𝘚𝘶𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴. ¿𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯..? 𝘚𝘰𝘯𝘳í𝘦…𝘏𝘢𝘺 𝘭𝘶𝘻 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘶𝘦𝘭𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘳𝘢𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 ¿𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘦𝘳𝘦𝘴…? 𝘕𝘰, 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯, 𝘦𝘴…𝘦𝘭 𝘰𝘤é𝘢𝘯𝘰. 𝘠 𝘩𝘢𝘺 𝘶𝘯 𝘨𝘳𝘢𝘯 á𝘳𝘣𝘰𝘭 𝘤𝘰𝘯… ¿𝘔𝘢𝘯𝘻𝘢𝘯𝘢𝘴?

    𝘋𝘦 𝘯𝘪ñ𝘰 𝘫𝘶𝘨𝘢𝘣𝘢 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘦 á𝘳𝘣𝘰𝘭 𝘤𝘰𝘯 𝘮𝘪𝘴 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴. 𝘌𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘦𝘯…¿𝘌𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘪𝘴𝘰?

    𝘗𝘢𝘳𝘢𝘥𝘪𝘴.

    𝘔𝘪 𝘪𝘴𝘭𝘢, 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘥𝘪𝘴.

    𝘔𝘪 𝘩𝘰𝘨𝘢𝘳, 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘥𝘪𝘴.

    𝘓𝘢𝘴 𝘮𝘶𝘳𝘢𝘭𝘭𝘢𝘴… ¡𝘔𝘪𝘬𝘢𝘴𝘢!¡𝘈𝘳𝘮𝘪𝘯!”

    Y el sueño terminó. Eres abrió los ojos, despertó. Aunque no estaba en los caminos, Tampoco en el mundo de los vivos. Estaba en un pequeño cráter, rodeado de los cuerpos de ángeles. No se extrañó, pese a no poder recordar, a veces sus vidas anteriores se resistían al poder del titán fundador.

    << Esto es… El infierno. >> una pequeña risa sarcástica tiñó sus labios y su cansada mirada, no se levantó permaneció un rato ahí languideciendo, mirando hacia la luz, la lejana entrada al cielo << Lo hice. Todos pudieron vivir en paz aunque…>> cerró los ojos, rebuscando en la ,emte de quien fuera su siguiente sucesor y suspiró << No aprenden. >> y es que para su pesar todo lo que encontró en la Tierra fueron más guerras. Si, habían pasado cientos de años sus compañeros, Mikasa, Armin… los que se salvaron tuvieron vidas tranquilas.

    —Es hora. —Murmuró, y lo poco que quedaba de su vida anterior terminó de desvanecerse, las alas doradas se desintegraron en ceniza, dejando solo los huesos que se enredaron de regreso bajo su columna, su sangre se tornó negra, mientras se arqueaba dolorosamente, como si de repente la vida hubiera irrumpido de forma violenta y no deseada en su cuerpo, sus heridas comenzaron a expulsar vapor con de forma purulenta regenerándose a marcha forzada, los hilos limpios y de un vivo castaño rebelde se volvieron largos y de ébano como el plumaje de un cuervo, el dorado de los ojos del primer hombre se tornó verde como las hojas del árbol bajo el que solía jugar de niño ¿O Quiza azules como el océano que prometió ver? Puede que incluso grises como el día en que decidió marcharse, a la par que un grito gutural escapaba de lo más profundo de su garganta, haciendo estremecer cada rincón del mismísimo infierno. Y es que el mal de la humanidad había despertado.





    𝐑𝐨𝐥 𝐩𝐫𝐢𝐯𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧: [LuciHe11] 𝐋𝐮𝐠𝐚𝐫: 𝙰𝚕𝚐ú𝚗 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚍𝚎𝚕 𝚒𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘. 𝙴𝚗 𝚎𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝙰𝚍á𝚗 𝚑𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚒𝚍𝚘 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚊 𝚜𝚞𝚜 𝚑𝚞𝚎𝚜𝚝𝚎𝚜 𝚊𝚗𝚐𝚎𝚕𝚒𝚌𝚊𝚕𝚎𝚜. “𝘌𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘪 𝘢𝘤𝘢𝘣𝘢𝘴𝘦 𝘥𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘵𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘴𝘶𝘦ñ𝘰 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘭𝘢𝘳𝘨𝘰. 𝘙𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰… 𝘙𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘵𝘪𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘤𝘪é𝘯 𝘤𝘳𝘦𝘢𝘥𝘢 𝘶𝘯 𝘫𝘢𝘳𝘥í𝘯, 𝘢𝘯𝘪𝘮𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘢𝘯 𝘱𝘳𝘰𝘵𝘰𝘵𝘪𝘱𝘰𝘴, 𝘴𝘰𝘭𝘦𝘥𝘢𝘥 𝘺 𝘶𝘯 𝘪𝘯𝘧𝘪𝘯𝘪𝘵𝘰 𝘤𝘦𝘭𝘦𝘴𝘵𝘦 ¿𝘌𝘭 𝘤𝘪𝘦𝘭𝘰? 𝘯𝘰… 𝘚𝘶𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴. ¿𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯..? 𝘚𝘰𝘯𝘳í𝘦…𝘏𝘢𝘺 𝘭𝘶𝘻 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘶𝘦𝘭𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘳𝘢𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 ¿𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘦𝘳𝘦𝘴…? 𝘕𝘰, 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯, 𝘦𝘴…𝘦𝘭 𝘰𝘤é𝘢𝘯𝘰. 𝘠 𝘩𝘢𝘺 𝘶𝘯 𝘨𝘳𝘢𝘯 á𝘳𝘣𝘰𝘭 𝘤𝘰𝘯… ¿𝘔𝘢𝘯𝘻𝘢𝘯𝘢𝘴? 𝘋𝘦 𝘯𝘪ñ𝘰 𝘫𝘶𝘨𝘢𝘣𝘢 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘦 á𝘳𝘣𝘰𝘭 𝘤𝘰𝘯 𝘮𝘪𝘴 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴. 𝘌𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘦𝘯…¿𝘌𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘪𝘴𝘰? 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘥𝘪𝘴. 𝘔𝘪 𝘪𝘴𝘭𝘢, 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘥𝘪𝘴. 𝘔𝘪 𝘩𝘰𝘨𝘢𝘳, 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘥𝘪𝘴. 𝘓𝘢𝘴 𝘮𝘶𝘳𝘢𝘭𝘭𝘢𝘴… ¡𝘔𝘪𝘬𝘢𝘴𝘢!¡𝘈𝘳𝘮𝘪𝘯!” Y el sueño terminó. Eres abrió los ojos, despertó. Aunque no estaba en los caminos, Tampoco en el mundo de los vivos. Estaba en un pequeño cráter, rodeado de los cuerpos de ángeles. No se extrañó, pese a no poder recordar, a veces sus vidas anteriores se resistían al poder del titán fundador. << Esto es… El infierno. >> una pequeña risa sarcástica tiñó sus labios y su cansada mirada, no se levantó permaneció un rato ahí languideciendo, mirando hacia la luz, la lejana entrada al cielo << Lo hice. Todos pudieron vivir en paz aunque…>> cerró los ojos, rebuscando en la ,emte de quien fuera su siguiente sucesor y suspiró << No aprenden. >> y es que para su pesar todo lo que encontró en la Tierra fueron más guerras. Si, habían pasado cientos de años sus compañeros, Mikasa, Armin… los que se salvaron tuvieron vidas tranquilas. —Es hora. —Murmuró, y lo poco que quedaba de su vida anterior terminó de desvanecerse, las alas doradas se desintegraron en ceniza, dejando solo los huesos que se enredaron de regreso bajo su columna, su sangre se tornó negra, mientras se arqueaba dolorosamente, como si de repente la vida hubiera irrumpido de forma violenta y no deseada en su cuerpo, sus heridas comenzaron a expulsar vapor con de forma purulenta regenerándose a marcha forzada, los hilos limpios y de un vivo castaño rebelde se volvieron largos y de ébano como el plumaje de un cuervo, el dorado de los ojos del primer hombre se tornó verde como las hojas del árbol bajo el que solía jugar de niño ¿O Quiza azules como el océano que prometió ver? Puede que incluso grises como el día en que decidió marcharse, a la par que un grito gutural escapaba de lo más profundo de su garganta, haciendo estremecer cada rincón del mismísimo infierno. Y es que el mal de la humanidad había despertado.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
    Me encocora
    1
    10 turnos 1 maullido
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    **La caída del ángel**

    En el alba luminosa de un cielo perdido,
    una doncella de luz pura y celestial,
    seguía con devoción inmaculada
    a su hermano amado en su divine sendero.
    Sus alas, resplandecientes como astros,
    susurraban plegarias en el silencio celeste,
    testimonio de una fidelidad que trascendía la eternidad.

    Mas la justicia, rígida y voraz,
    la juzgó con rigor de piedra y ceniza,
    y en un acto de crueldad insondable,
    la expulsó, vil perro desterrado
    de la morada de las estrellas,
    rechazada por la candidez de su alma.

    Sus alas, otrora faro de luz, se tiñeron
    de un negro ceniciento, como ceniza del amor perdido,
    reflejo de su descenso, de su caída inexorable.
    Sobre su cabellera, en lugar de una aureola de paz,
    Ahora adornan dos monstruosidades, devorando la pureza con su mirada;
    símbolos de la vergüenza y el dolor que la consumen.

    Su espíritu, antes etéreo, se oscureció en la sombra,
    una criatura brotada del resentimiento y el odio,
    latente en su pecho una llama de venganza,
    que arde con furia en un cosmos de desesperanza.

    La dulzura, su esencia, se convirtió en tormento,
    un eco de lamentos en la penumbra eterna,
    mientras los ecos celestiales se desvanecían,
    dejando solo gritos dispersos en la noche infinita—
    un alma caída en busca de redención y venganza.

    ---
    **La caída del ángel** En el alba luminosa de un cielo perdido, una doncella de luz pura y celestial, seguía con devoción inmaculada a su hermano amado en su divine sendero. Sus alas, resplandecientes como astros, susurraban plegarias en el silencio celeste, testimonio de una fidelidad que trascendía la eternidad. Mas la justicia, rígida y voraz, la juzgó con rigor de piedra y ceniza, y en un acto de crueldad insondable, la expulsó, vil perro desterrado de la morada de las estrellas, rechazada por la candidez de su alma. Sus alas, otrora faro de luz, se tiñeron de un negro ceniciento, como ceniza del amor perdido, reflejo de su descenso, de su caída inexorable. Sobre su cabellera, en lugar de una aureola de paz, Ahora adornan dos monstruosidades, devorando la pureza con su mirada; símbolos de la vergüenza y el dolor que la consumen. Su espíritu, antes etéreo, se oscureció en la sombra, una criatura brotada del resentimiento y el odio, latente en su pecho una llama de venganza, que arde con furia en un cosmos de desesperanza. La dulzura, su esencia, se convirtió en tormento, un eco de lamentos en la penumbra eterna, mientras los ecos celestiales se desvanecían, dejando solo gritos dispersos en la noche infinita— un alma caída en busca de redención y venganza. ---
    Me encocora
    Me gusta
    4
    0 comentarios 0 compartidos
  • Entono la canción que le cantabas a tu hija. Esa melodía viaja entre las zarzas como un río de recuerdos, llamándote de vuelta.
    —Muévete conmigo… despréndete de ellas.

    Cuando llego a ti, tiemblo. Me inclino, y con la última fuerza que me queda, te beso. Un beso que no es solo mío: es del equilibrio, de los espíritus perdidos en la aldea, y de todo lo que todavía cree en ti.

    Dentro de mí, Belial ruge… porque sabe que ha perdido.

    El rugido de Belial se expande como un trueno, desgarrando el aire. Puedo sentir sus garras aferradas a mi alma, afiladas, desesperadas, intentando no soltarnos.

    Pero el beso… el beso es una llama que se expande desde el centro, quemando la oscuridad. Primero es un calor suave, luego una oleada que arranca las sombras de cuajo.

    Las zarzas negras se marchitan, perdiendo su fuerza y cayendo en espirales de ceniza que el viento arrastra. Las marcas oscuras de mi piel se desvanecen como humo, y el rojo demoníaco de mis ojos se apaga, dejando de nuevo el azul brillante que siempre me guía.

    Robin también cambia: su mirada recupera un brillo que no veía desde que empezó todo. La rigidez de su cuerpo cede, sus manos se cierran en torno a las mías como si confirmara que estamos aquí, vivas.

    En el aire, los susurros de Belial se disuelven. Ya no hay voz, ya no hay presión, solo el eco distante de algo que se retira, derrotado.

    Respiro profundamente. El olor a azufre se reemplaza por el de tierra húmeda y aire fresco.
    El peso se va.
    La luz regresa.

    Y juntas, paso a paso, nos alejamos del lugar donde el demonio creyó que podría tenernos para siempre.
    ♱ 𝕽𝖔𝖇𝖎𝖓 🎵🎶
    Entono la canción que le cantabas a tu hija. Esa melodía viaja entre las zarzas como un río de recuerdos, llamándote de vuelta. —Muévete conmigo… despréndete de ellas. Cuando llego a ti, tiemblo. Me inclino, y con la última fuerza que me queda, te beso. Un beso que no es solo mío: es del equilibrio, de los espíritus perdidos en la aldea, y de todo lo que todavía cree en ti. Dentro de mí, Belial ruge… porque sabe que ha perdido. El rugido de Belial se expande como un trueno, desgarrando el aire. Puedo sentir sus garras aferradas a mi alma, afiladas, desesperadas, intentando no soltarnos. Pero el beso… el beso es una llama que se expande desde el centro, quemando la oscuridad. Primero es un calor suave, luego una oleada que arranca las sombras de cuajo. Las zarzas negras se marchitan, perdiendo su fuerza y cayendo en espirales de ceniza que el viento arrastra. Las marcas oscuras de mi piel se desvanecen como humo, y el rojo demoníaco de mis ojos se apaga, dejando de nuevo el azul brillante que siempre me guía. Robin también cambia: su mirada recupera un brillo que no veía desde que empezó todo. La rigidez de su cuerpo cede, sus manos se cierran en torno a las mías como si confirmara que estamos aquí, vivas. En el aire, los susurros de Belial se disuelven. Ya no hay voz, ya no hay presión, solo el eco distante de algo que se retira, derrotado. Respiro profundamente. El olor a azufre se reemplaza por el de tierra húmeda y aire fresco. El peso se va. La luz regresa. Y juntas, paso a paso, nos alejamos del lugar donde el demonio creyó que podría tenernos para siempre. [Robin]
    Me encocora
    Me gusta
    Me shockea
    5
    2 turnos 0 maullidos
  • @ɱ૦ՐƿҺ૯υς
    @♱ 𝕽𝖔𝖇𝖎𝖓 🎵🎶

    Dejo pequeño resumen para que nadie se vuelva loco, ha sido una aventura corta pero divertida.

    Crónica de la Noche en la Aldea Silente

    Partimos al anochecer, guiados por una inquietud que no supimos explicar del todo. Algo nos decía que, en las ruinas de la aldea que Robin había destruido bajo la influencia de la corrupción, quedaba una verdad olvidada. No buscábamos venganza, sino respuestas… y quizá, una manera de salvarla.

    El camino fue silencioso, roto solo por el crepitar de la hoguera en nuestro campamento. Al amanecer, las primeras casas derruidas surgieron entre la bruma. Entre muros quemados y calles cubiertas de ceniza, los fantasmas de los aldeanos nos observaban en silencio. Algunos revivían ecos de su vida pasada; otros, atrapados en su dolor, mostraban hostilidad, pero logramos calmarlos sin recurrir a la violencia.

    En la plaza central, el aire se volvió más denso, casi irrespirable. Allí apareció la Doncella Protectora: una figura de belleza retorcida, gótica y perturbadora, que nos observaba con una sonrisa rota, babeando sangre, y riendo de manera intermitente. No atacó, pero sus pasos lentos y su presencia opresiva dejaban claro que no permitiría nuestro avance.

    Comprendimos que no podíamos enfrentarnos a ella con palabras. Fue entonces cuando, usando el fragmento de metal forjado por el herrero, la obligamos a retroceder. No la destruimos; se desvaneció entre la niebla, dejando tras de sí un silencio inquietante.

    Bajo una losa de piedra, donde ella se había plantado, hallamos el grimorio. Sus páginas, protegidas por encantos antiguos, nos prometen la clave para comprender qué fuerza oscura intenta poseerte… y, con suerte, cómo romper sus cadenas.
    @[Oneiros_88] @[Robin] Dejo pequeño resumen para que nadie se vuelva loco, ha sido una aventura corta pero divertida. Crónica de la Noche en la Aldea Silente Partimos al anochecer, guiados por una inquietud que no supimos explicar del todo. Algo nos decía que, en las ruinas de la aldea que Robin había destruido bajo la influencia de la corrupción, quedaba una verdad olvidada. No buscábamos venganza, sino respuestas… y quizá, una manera de salvarla. El camino fue silencioso, roto solo por el crepitar de la hoguera en nuestro campamento. Al amanecer, las primeras casas derruidas surgieron entre la bruma. Entre muros quemados y calles cubiertas de ceniza, los fantasmas de los aldeanos nos observaban en silencio. Algunos revivían ecos de su vida pasada; otros, atrapados en su dolor, mostraban hostilidad, pero logramos calmarlos sin recurrir a la violencia. En la plaza central, el aire se volvió más denso, casi irrespirable. Allí apareció la Doncella Protectora: una figura de belleza retorcida, gótica y perturbadora, que nos observaba con una sonrisa rota, babeando sangre, y riendo de manera intermitente. No atacó, pero sus pasos lentos y su presencia opresiva dejaban claro que no permitiría nuestro avance. Comprendimos que no podíamos enfrentarnos a ella con palabras. Fue entonces cuando, usando el fragmento de metal forjado por el herrero, la obligamos a retroceder. No la destruimos; se desvaneció entre la niebla, dejando tras de sí un silencio inquietante. Bajo una losa de piedra, donde ella se había plantado, hallamos el grimorio. Sus páginas, protegidas por encantos antiguos, nos prometen la clave para comprender qué fuerza oscura intenta poseerte… y, con suerte, cómo romper sus cadenas.
    Me gusta
    Me endiabla
    4
    3 turnos 0 maullidos
  • Un corazón que recibió heridas de amor, cuando sane se vuelve lo más hermoso, pues puede seguir creciendo y aprendiendo, se vuelve especial, cuando aprende de lo que a vivido y lo vuelve experiencia.

    También se vuelve hermoso, cuando logra crecer, florecer y surgir de las cenizas como si fuera el ave fénix.

    Pero no deja el amor que llego a sentir morir, si no abraza ese dolor y se vuelve lo más hermoso pues sabe lo que es el dolor provocado por el amor pero aun asi brilla de una forma intensa.
    Un corazón que recibió heridas de amor, cuando sane se vuelve lo más hermoso, pues puede seguir creciendo y aprendiendo, se vuelve especial, cuando aprende de lo que a vivido y lo vuelve experiencia. También se vuelve hermoso, cuando logra crecer, florecer y surgir de las cenizas como si fuera el ave fénix. Pero no deja el amor que llego a sentir morir, si no abraza ese dolor y se vuelve lo más hermoso pues sabe lo que es el dolor provocado por el amor pero aun asi brilla de una forma intensa.
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • -En algún lugar de la tierra, había bajado con la única intención de reducir un lugar a cenizas.
    Ya si había bondad en ella, esta estaba cubierta por solo oscuridad qué fue lo que la había poseído.

    El lugar donde ella había ido estaba cubierto por fuego, en su mano lleva una esfera incadesente, mientras camino mirando de forma despectiva a esa aldea qué había destruido.

    ¿Sera qué ella saco un poco de frustración en ese lugar?

    Eso no lo sabe, solo que se siente mucho mejor, hacia tiempo desde que fue abandonada, dejándola nuevamente en la oscuridad y soledad, pero esta vez fue peor, ya que pudo sentir esa calidez que le fue arrebatada de la forma más cruel, provocado que su corazón se fuera marchitado, volviendose lo que es ahora. -

    Bueno, es bueno comenzar el dia de esta forma.

    -Comentó de forma fría mirando solo aquel lugar que antes solia estar lleno de vida y ahora yace en completa destrucción, las voces de la aldea fueron apagadas y solo se escucha el chipante sonido del fuego que es lo que consumía cada casa, local y todo de aquel lugar.-
    -En algún lugar de la tierra, había bajado con la única intención de reducir un lugar a cenizas. Ya si había bondad en ella, esta estaba cubierta por solo oscuridad qué fue lo que la había poseído. El lugar donde ella había ido estaba cubierto por fuego, en su mano lleva una esfera incadesente, mientras camino mirando de forma despectiva a esa aldea qué había destruido. ¿Sera qué ella saco un poco de frustración en ese lugar? Eso no lo sabe, solo que se siente mucho mejor, hacia tiempo desde que fue abandonada, dejándola nuevamente en la oscuridad y soledad, pero esta vez fue peor, ya que pudo sentir esa calidez que le fue arrebatada de la forma más cruel, provocado que su corazón se fuera marchitado, volviendose lo que es ahora. - Bueno, es bueno comenzar el dia de esta forma. -Comentó de forma fría mirando solo aquel lugar que antes solia estar lleno de vida y ahora yace en completa destrucción, las voces de la aldea fueron apagadas y solo se escucha el chipante sonido del fuego que es lo que consumía cada casa, local y todo de aquel lugar.-
    Me gusta
    Me emputece
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • ¿Qué significa ser reina, en verdad?

    Yo no pedí esto…

    Solo quería ver el amanecer sin peso en los hombros,
    buscar el amor entre los campos dorados,
    no ceñirme la corona de un reino quebrado.

    ¿Por qué moriste, hermano?

    No solo me dejaste sola,
    me dejaste en medio de una guerra que no es mía,
    con la juventud aún temblando en mis manos.

    No nací para esto…
    para gobernar con el corazón hecho ceniza,
    para vestir la esperanza cuando aún no sé cómo respirar sin ti.

    Yo quería ser viento,
    no estandarte.

    Quería ser canción,
    no decreto.

    Quería ser hermana,
    no heredera de tu ausencia.

    #rol
    ¿Qué significa ser reina, en verdad? Yo no pedí esto… Solo quería ver el amanecer sin peso en los hombros, buscar el amor entre los campos dorados, no ceñirme la corona de un reino quebrado. ¿Por qué moriste, hermano? No solo me dejaste sola, me dejaste en medio de una guerra que no es mía, con la juventud aún temblando en mis manos. No nací para esto… para gobernar con el corazón hecho ceniza, para vestir la esperanza cuando aún no sé cómo respirar sin ti. Yo quería ser viento, no estandarte. Quería ser canción, no decreto. Quería ser hermana, no heredera de tu ausencia. #rol
    Me gusta
    Me encocora
    Me entristece
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • La armonía se fue de vacaciones, ahora a surgido en mi la destrucción....
    Reducire a todo a cenizas, mientras reiré en los cuerpos de los caídos.
    La armonía se fue de vacaciones, ahora a surgido en mi la destrucción.... Reducire a todo a cenizas, mientras reiré en los cuerpos de los caídos.
    Me gusta
    1
    3 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados