• Mi hogar siempre ha sido el silencio.
    Piedra fría, sombra inmóvil.
    No hay fuego en lo que soy.
    Solo corte, solo fin.

    Y sin embargo…
    Hubo algo.
    Una presencia extraña.
    No era luz, pero me daba calor.
    No era voz, pero el aire se volvía más denso cuando hablaba.

    Como una sombra en medio del desierto.
    No pedida.
    No buscada.
    Solo… allí.

    No tengo corazón, lo sé.
    No fui hecha para sentir.
    Pero desde que se fue —sin adiós, sin corte, sin despedida—
    hay un peso aquí…
    en el centro de lo que no debería dolerme.
    Un ardor que no sangra.
    Una pregunta sin forma.

    ¿Es esto lo que llaman extrañar?
    ¿Se puede echar de menos algo que nunca te perteneció?
    ¿Una mirada que no era tuya?
    ¿Una palabra que nunca fue promesa?

    Es como cuando un hilo se desvanece,
    no lo corto, no lo rompen…
    simplemente desaparece.
    Y yo me quedo con las tijeras temblando en la mano.

    ¿Qué fue eso?
    ¿Qué fue él?

    Su ausencia pesa más que mil hilos cortados antes de tiempo.
    Más que todas las súplicas que no escucho.
    Más que las tragedias que han manchado mi nombre.

    Y no puedo hacer nada.
    Porque no está en mis manos resolver lo que no fue.
    No está en mi tarea cerrar lo que jamás comenzó.

    Solo me queda seguir.
    Cortar.
    Olvidar.

    Aunque algo en mí…
    resiste.

    Tal vez no es un corazón.
    Tal vez solo es una grieta.
    Una condición.
    Un eco de lo que nunca debí haber sentido.

    Y sin embargo…
    Aquí está.
    Él no.
    Pero esto…
    esto permanece.
    Mi hogar siempre ha sido el silencio. Piedra fría, sombra inmóvil. No hay fuego en lo que soy. Solo corte, solo fin. Y sin embargo… Hubo algo. Una presencia extraña. No era luz, pero me daba calor. No era voz, pero el aire se volvía más denso cuando hablaba. Como una sombra en medio del desierto. No pedida. No buscada. Solo… allí. No tengo corazón, lo sé. No fui hecha para sentir. Pero desde que se fue —sin adiós, sin corte, sin despedida— hay un peso aquí… en el centro de lo que no debería dolerme. Un ardor que no sangra. Una pregunta sin forma. ¿Es esto lo que llaman extrañar? ¿Se puede echar de menos algo que nunca te perteneció? ¿Una mirada que no era tuya? ¿Una palabra que nunca fue promesa? Es como cuando un hilo se desvanece, no lo corto, no lo rompen… simplemente desaparece. Y yo me quedo con las tijeras temblando en la mano. ¿Qué fue eso? ¿Qué fue él? Su ausencia pesa más que mil hilos cortados antes de tiempo. Más que todas las súplicas que no escucho. Más que las tragedias que han manchado mi nombre. Y no puedo hacer nada. Porque no está en mis manos resolver lo que no fue. No está en mi tarea cerrar lo que jamás comenzó. Solo me queda seguir. Cortar. Olvidar. Aunque algo en mí… resiste. Tal vez no es un corazón. Tal vez solo es una grieta. Una condición. Un eco de lo que nunca debí haber sentido. Y sin embargo… Aquí está. Él no. Pero esto… esto permanece.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • El amor…
    Empalaga como néctar antiguo servido en copas de cristal quebrado,
    te desliza entre susurros hasta las cimas donde las estrellas lloran,
    con aroma a rosas recién despiertas,
    y promesas bordadas en hilo dorado
    que, al rozar el tiempo, se deshilachan sin piedad.

    El amor es fuego que danza en las venas,
    luz que enceguece con ternura
    y cuchillo envuelto en caricias.
    Rompe el alma como una ola de invierno
    contra la barca frágil de la inocencia.

    Cuando los pétalos se posan como visiones sobre tus ojos,
    y de tu boca solo nacen suspiros —
    lamentos dulces y breves como canciones olvidadas —
    ya has caído.
    No en el abismo, sino en el altar del amor,
    donde el sacrificio viste ropas de ilusión.

    Las espinas no anuncian su llegada.
    Corren como amantes fugaces,
    silenciosas como traiciones al alba,
    y se hunden sin tregua en el corazón desnudo,
    ese que canta sin saber que cada nota
    es una herida por venir.

    El carmesí se derrama como río encantado
    por cada promesa pronunciada entre suspiros,
    por cada rosa entregada como juramento de eternidad
    que, al marchitarse, deja su aroma
    impreso en el recuerdo y su sombra
    en la piel que amó demasiado.

    Cada espina, testigo de una esperanza vencida.
    Cada pétalo, una memoria que se rehúsa a morir.
    Y el jardín que fue edén,
    ahora es templo de ruinas bendecidas por la lluvia.

    Pero aun así…
    Volvemos.
    Como lunas que no saben ser otra cosa que luz reflejada.
    Amamos aún sabiendo que la belleza se disfraza de dolor,
    que el amor es un acto de fe en el caos.

    Porque sólo entre espinas
    nace la flor que desafía la muerte,
    la que no promete eternidad,
    pero sí verdad.
    Y esa verdad, aunque doliente,
    es la más pura forma de sentir.
    #rol
    El amor… Empalaga como néctar antiguo servido en copas de cristal quebrado, te desliza entre susurros hasta las cimas donde las estrellas lloran, con aroma a rosas recién despiertas, y promesas bordadas en hilo dorado que, al rozar el tiempo, se deshilachan sin piedad. El amor es fuego que danza en las venas, luz que enceguece con ternura y cuchillo envuelto en caricias. Rompe el alma como una ola de invierno contra la barca frágil de la inocencia. Cuando los pétalos se posan como visiones sobre tus ojos, y de tu boca solo nacen suspiros — lamentos dulces y breves como canciones olvidadas — ya has caído. No en el abismo, sino en el altar del amor, donde el sacrificio viste ropas de ilusión. Las espinas no anuncian su llegada. Corren como amantes fugaces, silenciosas como traiciones al alba, y se hunden sin tregua en el corazón desnudo, ese que canta sin saber que cada nota es una herida por venir. El carmesí se derrama como río encantado por cada promesa pronunciada entre suspiros, por cada rosa entregada como juramento de eternidad que, al marchitarse, deja su aroma impreso en el recuerdo y su sombra en la piel que amó demasiado. Cada espina, testigo de una esperanza vencida. Cada pétalo, una memoria que se rehúsa a morir. Y el jardín que fue edén, ahora es templo de ruinas bendecidas por la lluvia. Pero aun así… Volvemos. Como lunas que no saben ser otra cosa que luz reflejada. Amamos aún sabiendo que la belleza se disfraza de dolor, que el amor es un acto de fe en el caos. Porque sólo entre espinas nace la flor que desafía la muerte, la que no promete eternidad, pero sí verdad. Y esa verdad, aunque doliente, es la más pura forma de sentir. #rol
    Me encocora
    Me gusta
    6
    0 turnos 0 maullidos
  • La Casa no siempre recibe héroes. A veces, recibe a hombres rotos que aún sangran.

    Isidro Rubio Villa de Montemar ha llegado. No importa cómo. Los recuerdos son innecesarios aquí. La Casa recordará por ti.

    “¿Qué fantochada es esta?” preguntaste.
    Una que acaba de comenzar.

    Guarda el plomo y cuida del fuego, los necesitarás.
    La Casa no siempre recibe héroes. A veces, recibe a hombres rotos que aún sangran. [isimont12] ha llegado. No importa cómo. Los recuerdos son innecesarios aquí. La Casa recordará por ti. “¿Qué fantochada es esta?” preguntaste. Una que acaba de comenzar. Guarda el plomo y cuida del fuego, los necesitarás.
    Me gusta
    Me shockea
    2
    0 turnos 1 maullido
  • Hay quienes llegan buscando. Otros llegan temblando.
    Y hay quienes, como tú, Bella Mortem, despiertan gritando mariposas.

    Tu presencia ha hecho vibrar los muros de la Casa de los Susurros.
    El fuego bailó en la nevera. El hielo se agazapó en el horno. Las reglas se rompieron porque tú dormías en ellas.
    Y eso, pequeña viajera de sueños torcidos, le gusta a la Casa.
    Hay quienes llegan buscando. Otros llegan temblando. Y hay quienes, como tú, [callefalsa123], despiertan gritando mariposas. Tu presencia ha hecho vibrar los muros de la Casa de los Susurros. El fuego bailó en la nevera. El hielo se agazapó en el horno. Las reglas se rompieron porque tú dormías en ellas. Y eso, pequeña viajera de sueños torcidos, le gusta a la Casa.
    Me encocora
    1
    0 turnos 1 maullido
  • Así como una vela no puede encenderse sin fuego, los hombres no pueden vivir sin una vida espiritual.
    Así como una vela no puede encenderse sin fuego, los hombres no pueden vivir sin una vida espiritual.
    0 turnos 0 maullidos
  • ⊹ ❛ ᴛʜᴇ ᴍʏᴏsᴏᴛɪs ғʟᴏᴡᴇʀ as 𝓯orget me not , and Lucy Gray as the singing 𝑚𝑜𝑐𝑘𝑖𝑛𝑔𝑗𝑎𝑦. Is the show really over?
    ⤷ ⋆ Penned by Jackie ! [ #writting #canon ]

    Para Lucy Gray, correr no era una experiencia nueva, escapar era una extraña norma que de un momento a otro tomó fuerza, escapar de los peacekeepers… salirse con la suya. Algunos corrían porque querían gobernar el mundo que esperaba a ser conquistado, e inevitablemente veía eso en Coriolanus Snow, su mentor, y a la vez, un guerrero, alguien que podía levantar un pueblo desde el polvo.

    Para peor, o para mejor.

    Y esa misma esperanza, cambiante como el océano, la hizo detenerse en sus pasos, incluso con la fuerza del humo que parece quitarle el humo de los pulmones para salir de su boca después de haberle arrebatado las cuerdas vocales. El Capitolio, esperando quitarle todo, no podía quitarle también a su mentos.

    “¡Por favor!”

    ¿Sería un pecado decir que en aquella voz rota logró reflejarse por primera vez? Ya no eran palabras estiradas, o una voz llena de autoritarismo propio del Capitolio, no, era simplemente un humano, tan roto cómo ella, como aquellos de los distritos.

    Porque su corazón se estrujó, y antes de darse cuenta, ya estaba volviendo en sus pasos, con más esfuerzo del que se necesitaba, no solo por la explosión, sino también por el hambre, y por las cadenas que querían retrasarla.

    Tose, tose, buscando alivianar el ardor en su torso que quema desde dentro, la mezcla del humo con el polvo quiere derrumbarla. Sus ojos oscuros buscan con la mirada a Coriolanus, quien se aferra con fuerza a su vestido achicharrado, o bueno, lo que queda del vestido que alguna vez fue de su madre.

    Porque el rostro de su madre es borroso, se ha perdido entre tantas nuevas memorias, porque Lucy se había prometido recordar algo más importante que el rostro, había dejado morir ese capitulo de su vida antes de que transformara todo lo demás a fuego y cenizas. Mira a Coriolanus, y entonces, las fuerzas parecen renovadas, cómo si repentinamente todos los pecados hubiesen sido perdonados, y ahora tuviera una fuerza para luchar.

    Si no murió antes, quizá moriría ahora, pero la adrenalina, las cenizas, el humo, los cadáveres, la hacían no detenerse a pesar del flaqueo: cómo un fénix recién nacido, Lucy Gray se preguntaba: “¿Qué harás ahora? ¿Cuánto estás dispuesta a perder?”

    Cómo un fénix, tenía el deber de alzarse, no por ella, sino por aquel chico que la había hecho sentir escuchada, vista. No era jugar dios, sino más bien, no olvidar aquella humanidad que las aves parecían recoger de las sobras humanas, encontradas en el aterrizaje después de un largo vuelo.

    --¡Coriolanus!—Lucy le grita, entre el propio pitido de sus oídos, entre la neblina que amenaza consumir todo, el mismo lugar donde la muerte se está escondiendo, llevándose la cuota que Lucy Gray conoce tan bien, tan de cerca, pero hay seguridad en sus pasos, entonces, el canto para evitar que Coriolanus sucumba al sueño eterno, comienza, una voz rasposa y gastada, pero con un esfuerzo sincero:

    ...Porque el ave en algún momento de la muerte se enamoró, siempre quería su compañía, pero las manos huesudas siempre le huían, el ave siempre le decía:
    “Querida mía, tu mano he de tomar, juntos eternamente vamos a cantar.”
    La guadaña siempre se reía, y entre risas le respondía.
    “¡Ni lo pienses, ave querida! Tienes amor aquí en la vida, que te cura las heridas, quizá en la lapida desvanecida volveremos a encontrarnos. Hasta entonces, camina precavida.”

    Lucy Gray observa al chico reírse con esfuerzo, siendo que está más cerca de la inconsciencia que otra cosa, como si quisiese darse por vencido, pero a pesar de todo, estuviese luchando por no caer.

    “Querida mía, tu melodía en vez de lastimar, me causa añoranza y felicidad. Entre el vuelo, estaré esperando el estrello, que, en tus manos, estoy segura que será lleno de bondad.”

    Los paramédicos entran con rapidez hacia el gran estadio, ella sabe lo que se aproxima. Sin embargo, al darle la ultima mirada a su mentor, no se arrepiente de la decisión tomada. A pesar de todo, sigue siendo humana, incluso si eso la hizo quedar tumbada en el suelo con el cuerpo lastimado, y un cañón frío en el cuello.

    Incluso si significó terminar aprisionada otra vez, como un ave sin alas, mientras la nieve seguía cayendo en la cima, en una postura excelente.

    ⊹ ❛ ᴛʜᴇ ᴍʏᴏsᴏᴛɪs ғʟᴏᴡᴇʀ as 𝓯orget me not , and Lucy Gray as the singing 𝑚𝑜𝑐𝑘𝑖𝑛𝑔𝑗𝑎𝑦. Is the show really over? ⤷ ⋆ Penned by Jackie ! [ #writting #canon ] Para Lucy Gray, correr no era una experiencia nueva, escapar era una extraña norma que de un momento a otro tomó fuerza, escapar de los peacekeepers… salirse con la suya. Algunos corrían porque querían gobernar el mundo que esperaba a ser conquistado, e inevitablemente veía eso en Coriolanus Snow, su mentor, y a la vez, un guerrero, alguien que podía levantar un pueblo desde el polvo. Para peor, o para mejor. Y esa misma esperanza, cambiante como el océano, la hizo detenerse en sus pasos, incluso con la fuerza del humo que parece quitarle el humo de los pulmones para salir de su boca después de haberle arrebatado las cuerdas vocales. El Capitolio, esperando quitarle todo, no podía quitarle también a su mentos. “¡Por favor!” ¿Sería un pecado decir que en aquella voz rota logró reflejarse por primera vez? Ya no eran palabras estiradas, o una voz llena de autoritarismo propio del Capitolio, no, era simplemente un humano, tan roto cómo ella, como aquellos de los distritos. Porque su corazón se estrujó, y antes de darse cuenta, ya estaba volviendo en sus pasos, con más esfuerzo del que se necesitaba, no solo por la explosión, sino también por el hambre, y por las cadenas que querían retrasarla. Tose, tose, buscando alivianar el ardor en su torso que quema desde dentro, la mezcla del humo con el polvo quiere derrumbarla. Sus ojos oscuros buscan con la mirada a Coriolanus, quien se aferra con fuerza a su vestido achicharrado, o bueno, lo que queda del vestido que alguna vez fue de su madre. Porque el rostro de su madre es borroso, se ha perdido entre tantas nuevas memorias, porque Lucy se había prometido recordar algo más importante que el rostro, había dejado morir ese capitulo de su vida antes de que transformara todo lo demás a fuego y cenizas. Mira a Coriolanus, y entonces, las fuerzas parecen renovadas, cómo si repentinamente todos los pecados hubiesen sido perdonados, y ahora tuviera una fuerza para luchar. Si no murió antes, quizá moriría ahora, pero la adrenalina, las cenizas, el humo, los cadáveres, la hacían no detenerse a pesar del flaqueo: cómo un fénix recién nacido, Lucy Gray se preguntaba: “¿Qué harás ahora? ¿Cuánto estás dispuesta a perder?” Cómo un fénix, tenía el deber de alzarse, no por ella, sino por aquel chico que la había hecho sentir escuchada, vista. No era jugar dios, sino más bien, no olvidar aquella humanidad que las aves parecían recoger de las sobras humanas, encontradas en el aterrizaje después de un largo vuelo. --¡Coriolanus!—Lucy le grita, entre el propio pitido de sus oídos, entre la neblina que amenaza consumir todo, el mismo lugar donde la muerte se está escondiendo, llevándose la cuota que Lucy Gray conoce tan bien, tan de cerca, pero hay seguridad en sus pasos, entonces, el canto para evitar que Coriolanus sucumba al sueño eterno, comienza, una voz rasposa y gastada, pero con un esfuerzo sincero: ...Porque el ave en algún momento de la muerte se enamoró, siempre quería su compañía, pero las manos huesudas siempre le huían, el ave siempre le decía: “Querida mía, tu mano he de tomar, juntos eternamente vamos a cantar.” La guadaña siempre se reía, y entre risas le respondía. “¡Ni lo pienses, ave querida! Tienes amor aquí en la vida, que te cura las heridas, quizá en la lapida desvanecida volveremos a encontrarnos. Hasta entonces, camina precavida.” Lucy Gray observa al chico reírse con esfuerzo, siendo que está más cerca de la inconsciencia que otra cosa, como si quisiese darse por vencido, pero a pesar de todo, estuviese luchando por no caer. “Querida mía, tu melodía en vez de lastimar, me causa añoranza y felicidad. Entre el vuelo, estaré esperando el estrello, que, en tus manos, estoy segura que será lleno de bondad.” Los paramédicos entran con rapidez hacia el gran estadio, ella sabe lo que se aproxima. Sin embargo, al darle la ultima mirada a su mentor, no se arrepiente de la decisión tomada. A pesar de todo, sigue siendo humana, incluso si eso la hizo quedar tumbada en el suelo con el cuerpo lastimado, y un cañón frío en el cuello. Incluso si significó terminar aprisionada otra vez, como un ave sin alas, mientras la nieve seguía cayendo en la cima, en una postura excelente.
    Me gusta
    1
    1 turno 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    𝗦𝗲𝗻̃𝗼𝗿 𝘆 𝘀𝗲𝗻̃𝗼𝗿𝗮 𝗕𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲𝗿𝘁𝗼𝗻

    Te quiero más que el fuego a las brasas


    #Bodabenesophie
    𝗦𝗲𝗻̃𝗼𝗿 𝘆 𝘀𝗲𝗻̃𝗼𝗿𝗮 𝗕𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲𝗿𝘁𝗼𝗻 Te quiero más que el fuego a las brasas #Bodabenesophie
    Me encocora
    Me gusta
    10
    0 comentarios 0 compartidos
  • Ufff y esta hermosura que me encontré a las afueras de mi empresa ¿Quién es Park Hyun Woo? Oh si es el dueño de mi corazón, mi hermoso amorcito, que tiene una carita adorable pero es todo un fuego y eso me encanta~
    Ufff y esta hermosura que me encontré a las afueras de mi empresa ¿Quién es [storm_fuchsia_raven_448]? Oh si es el dueño de mi corazón, mi hermoso amorcito, que tiene una carita adorable pero es todo un fuego y eso me encanta~
    Me encocora
    1
    142 turnos 0 maullidos
  • - ¡Groar!

    Exhala su aliento de fuego para hacer funcionar los hornos de esta vieja y abandonada herrería, comienzan la luz del fuego, el metal al rojo vivo y las antorchas a dar luz a este lugar.

    Confundiendo a aquellos seres bípedos que deambulan por los alrededores, solo recuerdos de lo que alguna vez fueron antes de la visita del virus, nunca había purgado una antigua mina, sin embargo, es un sitio excelente para encubarse y gestarse la vida infestada por el virus.
    - ¡Groar! Exhala su aliento de fuego para hacer funcionar los hornos de esta vieja y abandonada herrería, comienzan la luz del fuego, el metal al rojo vivo y las antorchas a dar luz a este lugar. Confundiendo a aquellos seres bípedos que deambulan por los alrededores, solo recuerdos de lo que alguna vez fueron antes de la visita del virus, nunca había purgado una antigua mina, sin embargo, es un sitio excelente para encubarse y gestarse la vida infestada por el virus.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ[ 桑港 | i'm on the 𝓦𝒆𝒔𝒕𝒔𝒊𝒅𝒆 ]

    El Audi patinó más de lo debido y ¡BANG! Se estrelló contra la pared de concreto con un golpe seco, ruidoso y… ligeramente humillante, tenía que admitirlo.

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ-ˋˏ✄┈┈┈┈

    ㅤㅤEl vuelo a San Francisco se sintió más corto de lo esperado, bueno, en parte porque había dormido casi todo el trayecto a causa del brownie cannábico justo para evitar pasarse despierto en tremenda lata voladora durante 12 horas.

    ㅤㅤAsistió al car meet por insistencia de un amigo y no se arrepintió.

    ㅤㅤHabían autos con todo tipo de arreglos y mejoras que llamaban la atención, escapes que botaban fuego, bocinas con colores estridentes tocando cumbias sonideras, Tupac, Eazy y más. Bobby, o "el chino" como lo llamaban sus amigos de la infancia con ascendencia latina, llegó en un Audi RS 7 gris y los saludó con el español que recordaba de aquellos días.

    "¡Dale Chino, enséñales!" —Gritó una voz conocida en español para animarlo después de dejarse convencer de hacer el drift.

    ㅤㅤEl motor del Audi retumbó. Bobby apretó el volante y justo cuando el humo del escape ya había llamado la atención de todos, pisó el acelerador con violencia y comenzó la maniobra. El auto giró haciendo chillar las llantas y el público enloqueció mientras jugaban a esquivarlo con los flashes encendidos mientras grababan.

    ㅤㅤDio una, dos vueltas pero a la tercera algo no cuadró.

    ㅤㅤEl impacto fue tan violento que el capó se arrugó como si no fuera nada, además el airbag no se activó y su cabeza rebotó contra algo, nunca supo contra qué, haciendo que le bajara una delgada línea de sangre por la ceja. Todo se apagó por un segundo pero Bobby se bajó entre el humo con el impulso torpe que le daba la adrenalina y cayó de rodillas al tropezarse con su propio pie.

    "¡Chino ¿… ...bien?!"

    —¿Quién bajó el volumen…? —Preguntó confundido mientras apretaba los ojos y alguien se acercó entre risas para auxiliarlo, su amigo, seguramente.

    ㅤㅤY así terminó la noche: con el Audi magullado, una ceja rota y su combo de amigos contándole como todo fue perfecto hasta que se le ocurrió besar la pared. Bueno, las cervezas y la risas hacían que valiera la pena aunque sabía que el chistecito le iba a salir caro a la aseguradora.
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ[ 桑港 | i'm on the 𝓦𝒆𝒔𝒕𝒔𝒊𝒅𝒆 ] El Audi patinó más de lo debido y ¡BANG! Se estrelló contra la pared de concreto con un golpe seco, ruidoso y… ligeramente humillante, tenía que admitirlo. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ-ˋˏ✄┈┈┈┈ ㅤㅤEl vuelo a San Francisco se sintió más corto de lo esperado, bueno, en parte porque había dormido casi todo el trayecto a causa del brownie cannábico justo para evitar pasarse despierto en tremenda lata voladora durante 12 horas. ㅤㅤAsistió al car meet por insistencia de un amigo y no se arrepintió. ㅤㅤHabían autos con todo tipo de arreglos y mejoras que llamaban la atención, escapes que botaban fuego, bocinas con colores estridentes tocando cumbias sonideras, Tupac, Eazy y más. Bobby, o "el chino" como lo llamaban sus amigos de la infancia con ascendencia latina, llegó en un Audi RS 7 gris y los saludó con el español que recordaba de aquellos días. "¡Dale Chino, enséñales!" —Gritó una voz conocida en español para animarlo después de dejarse convencer de hacer el drift. ㅤㅤEl motor del Audi retumbó. Bobby apretó el volante y justo cuando el humo del escape ya había llamado la atención de todos, pisó el acelerador con violencia y comenzó la maniobra. El auto giró haciendo chillar las llantas y el público enloqueció mientras jugaban a esquivarlo con los flashes encendidos mientras grababan. ㅤㅤDio una, dos vueltas pero a la tercera algo no cuadró. ㅤㅤEl impacto fue tan violento que el capó se arrugó como si no fuera nada, además el airbag no se activó y su cabeza rebotó contra algo, nunca supo contra qué, haciendo que le bajara una delgada línea de sangre por la ceja. Todo se apagó por un segundo pero Bobby se bajó entre el humo con el impulso torpe que le daba la adrenalina y cayó de rodillas al tropezarse con su propio pie. "¡Chino ¿… ...bien?!" —¿Quién bajó el volumen…? —Preguntó confundido mientras apretaba los ojos y alguien se acercó entre risas para auxiliarlo, su amigo, seguramente. ㅤㅤY así terminó la noche: con el Audi magullado, una ceja rota y su combo de amigos contándole como todo fue perfecto hasta que se le ocurrió besar la pared. Bueno, las cervezas y la risas hacían que valiera la pena aunque sabía que el chistecito le iba a salir caro a la aseguradora.
    Me gusta
    Me encocora
    5
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados