• Nombre: luna reis
    Edad: 20 años
    Ocupación: Tatuadora , artista de collages urbanos y empresaria de tecnologia
    Lugar: Ciudad sin nombre, zona industrial.

    [Escena - Tras el humo]

    La llama del encendedor iluminó por un segundo los contornos afilados de su rostro. luna aspiró con calma, dejando que el humo se mezclara con el aire frío de la madrugada. Apoyada contra la pared de concreto decorada con grafitis, observaba la calle vacía como si esperara algo. O a alguien.

    Tenía los nudillos marcados con tinta negra y cicatrices que hablaban de noches violentas o decisiones apresuradas. Su cabello, un caos de negro y rojo, le caía sobre los ojos como una cortina intencional, ocultando lo que no quería mostrar. En su cuello, el tatuaje de una serpiente parecía moverse con cada inhalación.

    —Llegas tarde otra vez —murmuró sin voltear, sabiendo que él estaba ahí. Siempre lo estaba.

    Detrás de ella, una figura oscura emergió de la neblina de la calle.

    —Tú también sigues fumando —respondió él, con una sonrisa rota.

    luna soltó una risa seca.

    —Y tú aún pretendes que no me importa.

    Giró apenas la cabeza, el brillo de sus gafas reflejando el fuego que aún ardía en la punta del cigarro.

    Era una noche más para perderse, para hacer tratos rotos y dibujar verdades en la piel de otros. Pero luna ya no buscaba redención.

    Solo buscaba sobrevivir.
    Nombre: luna reis Edad: 20 años Ocupación: Tatuadora , artista de collages urbanos y empresaria de tecnologia Lugar: Ciudad sin nombre, zona industrial. [Escena - Tras el humo] La llama del encendedor iluminó por un segundo los contornos afilados de su rostro. luna aspiró con calma, dejando que el humo se mezclara con el aire frío de la madrugada. Apoyada contra la pared de concreto decorada con grafitis, observaba la calle vacía como si esperara algo. O a alguien. Tenía los nudillos marcados con tinta negra y cicatrices que hablaban de noches violentas o decisiones apresuradas. Su cabello, un caos de negro y rojo, le caía sobre los ojos como una cortina intencional, ocultando lo que no quería mostrar. En su cuello, el tatuaje de una serpiente parecía moverse con cada inhalación. —Llegas tarde otra vez —murmuró sin voltear, sabiendo que él estaba ahí. Siempre lo estaba. Detrás de ella, una figura oscura emergió de la neblina de la calle. —Tú también sigues fumando —respondió él, con una sonrisa rota. luna soltó una risa seca. —Y tú aún pretendes que no me importa. Giró apenas la cabeza, el brillo de sus gafas reflejando el fuego que aún ardía en la punta del cigarro. Era una noche más para perderse, para hacer tratos rotos y dibujar verdades en la piel de otros. Pero luna ya no buscaba redención. Solo buscaba sobrevivir.
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  • ╔═════-----------------------═════╗
    "Fiers... ¡Que grandes momentos compartimos juntos! Tu fiereza en combate era única, tu estilo era como una danza mortal que podria deshace un ejército por completo. Tu aliento, fuego azul, era tan caliente como para fundir la coraza más resistente, y tu control sobre él daba espectáculos que incluso hoy por hoy recuerdo con detalles. Dragona ejemplar, un altar de poder que inspiro a nuestras tropas en el Senderito.

    Siempre te mostraste firme conmigo, nuestros inicios fueron duros y nuestra rivalidad continua vigente. Pese a eso, me alegro saber que al momento que te fuiste, yo haber sido de los pocos a quienes llamarías un amigo.

    Ojalá poder volver a combatir contigo codo a codo una vez más ¡Por Drakona, vieja amiga!"
    ╚═════-----------------------═════╝
    — Diario del Guardian. Página 1060.

    #DiarioDelGuardian
    ╔═════-----------------------═════╗ "Fiers... ¡Que grandes momentos compartimos juntos! Tu fiereza en combate era única, tu estilo era como una danza mortal que podria deshace un ejército por completo. Tu aliento, fuego azul, era tan caliente como para fundir la coraza más resistente, y tu control sobre él daba espectáculos que incluso hoy por hoy recuerdo con detalles. Dragona ejemplar, un altar de poder que inspiro a nuestras tropas en el Senderito. Siempre te mostraste firme conmigo, nuestros inicios fueron duros y nuestra rivalidad continua vigente. Pese a eso, me alegro saber que al momento que te fuiste, yo haber sido de los pocos a quienes llamarías un amigo. Ojalá poder volver a combatir contigo codo a codo una vez más ¡Por Drakona, vieja amiga!" ╚═════-----------------------═════╝ — Diario del Guardian. Página 1060. #DiarioDelGuardian
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  • ¿Los humanos somos los monstruos?
    Nunca tenemos suficiente, siempre queremos más, y más, y más y más...

    *Adam reflexiona.*

    Terminé de leer hace unos días el libro de Shinei, "Dulce hogar", y los monstruos tienen un enfoque interesante sobre los humanos...
    Además debo decir que Shinei es alguien instruido. La carrera militar en verdad ofrece una buena formación eh?
    Pero, ¿Y qué si nunca tenemos suficiente? ¿Y qué si siempre queremos más?
    Como me dijo Shinei sobre los griegos de Pericles, debe dominarse todo aquello que sea susceptible de dominación...
    Y yo también nunca tengo suficiente, siempre quiero más...
    Los deseos de los humanos son insaciables. Siempre buscamos más...
    Linda poesía de otro viejo sabio heleno, pero muy cierta: "el fuego todo lo consume...*
    ¿Los humanos somos los monstruos? Nunca tenemos suficiente, siempre queremos más, y más, y más y más... *Adam reflexiona.* Terminé de leer hace unos días el libro de Shinei, "Dulce hogar", y los monstruos tienen un enfoque interesante sobre los humanos... Además debo decir que Shinei es alguien instruido. La carrera militar en verdad ofrece una buena formación eh? Pero, ¿Y qué si nunca tenemos suficiente? ¿Y qué si siempre queremos más? Como me dijo Shinei sobre los griegos de Pericles, debe dominarse todo aquello que sea susceptible de dominación... Y yo también nunca tengo suficiente, siempre quiero más... Los deseos de los humanos son insaciables. Siempre buscamos más... Linda poesía de otro viejo sabio heleno, pero muy cierta: "el fuego todo lo consume...*
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  • ✦✹✦ ━━━━━━━━━━━ •°• ⊰𝐋𝐚 𝐝𝐢𝐯𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐥𝐢𝐦𝐩𝐨𝐬⊱ •°• ━━━━━━━━━━━ ✦✹

    —El Velo del Olimpo—

    En un rincón del universo donde los dioses ya no caminaban entre los hombres, pero donde su eco aún susurraba entre luces de terciopelo y humo de escenario, nació una leyenda olvidada: la Dama del Cisne Violeta.
    Nadie en el mundo mortal sospechaba que aquella figura etérea, que cantaba cada noche con voz de seda y fuego, no era otra que Hera, Reina del Olimpo.

    Ella no bajó por amor, ni por castigo, ni por capricho de Zeus. Lo hizo porque el Olimpo, con sus dioses de mármol y guerras sin fin, había perdido algo que ni la eternidad podía ofrecer:
    El arte de ser escuchada sin temor, sin título... sin trono.

    Vestida con un vestido que nacía del crepúsculo —morado profundo que se desvanecía en dorado al rozar el suelo—, Hera se presentó en el mundo como una simple cantante. Pero bajo ese disfraz de diva, llevaba aún la corona de las constelaciones y el peso de siglos de silencio.

    Cada noche, bajo la luz melancólica de un reflector solitario, tomaba el micrófono como si fuese su cetro.
    Los abanicos de plumas se abrían como los cielos en su presencia, las coristas danzaban como ninfas invocadas, y su voz... su voz rompía promesas viejas y reconstruía corazones con cada nota.

    ✧━━━━━━━━━━━━━━━━━━━✧
    「 ⊰𝐇𝐞𝐫𝐚⊱ 」 :̗̀➛ “¿Creen que una reina no puede llorar? Entonces escuchen...”
    ✧━━━━━━━━━━━━━━━━━━━✧

    Con cada canción contaba verdades disfrazadas de metáforas. Sus letras hablaban de traiciones doradas, de la soledad en el poder, del dolor de una esposa que compartía su amor con el cielo, la tierra y todos los caprichos de su marido.
    El público lloraba sin saber por qué, reía con lágrimas suspendidas... y volvía noche tras noche.

    Pero nadie sabía que cuando el telón caía, ella no regresaba a un camerino, sino a un palacio escondido tras el reflejo de los espejos. Su camerino era un templo de columnas rotas por el tiempo, donde Hera, con los ojos llenos de lágrimas, susurraba oraciones a sí misma:

    〚⚜〛》“Al menos aquí, soy adorada no por miedo... sino por amor.”《⚜〛

    ✦✹✦ ━━━━━━━━━━━ •°• ⊰𝐄𝐥 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐀𝐜𝐭𝐨⊱ •°• ━━━━━━━━━━━ ✦✹✦

    Una noche, sin previo aviso, alguien dejó una flor de loto azul sobre el piano. Hera la reconoció al instante.

    Era una señal.

    Zeus la había encontrado.

    Pero esa noche... ella no cantó para él.

    Cantó para todas las diosas rotas en el Olimpo. Para todas las mujeres con corona que fueron obligadas a reinar en silencio.
    Y el escenario, ese pequeño altar de luces tenues y cortinas moradas, se convirtió en su nuevo trono.

    ✧━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━✧
    Así fue como Hera, Reina del Olimpo, se convirtió también en la Reina de la Noche.

    Ya no por el poder heredado... sino por el poder ganado con cada nota, cada lágrima y cada aplauso que nacía del alma.

    ✦✹✦ ━━━━━━━━━━━ •°• •°• ━━━━━━━━━━━ ✦✹✦
    ✦✹✦ ━━━━━━━━━━━ •°• ⊰𝐋𝐚 𝐝𝐢𝐯𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐥𝐢𝐦𝐩𝐨𝐬⊱ •°• ━━━━━━━━━━━ ✦✹ —El Velo del Olimpo— En un rincón del universo donde los dioses ya no caminaban entre los hombres, pero donde su eco aún susurraba entre luces de terciopelo y humo de escenario, nació una leyenda olvidada: la Dama del Cisne Violeta. Nadie en el mundo mortal sospechaba que aquella figura etérea, que cantaba cada noche con voz de seda y fuego, no era otra que Hera, Reina del Olimpo. Ella no bajó por amor, ni por castigo, ni por capricho de Zeus. Lo hizo porque el Olimpo, con sus dioses de mármol y guerras sin fin, había perdido algo que ni la eternidad podía ofrecer: El arte de ser escuchada sin temor, sin título... sin trono. Vestida con un vestido que nacía del crepúsculo —morado profundo que se desvanecía en dorado al rozar el suelo—, Hera se presentó en el mundo como una simple cantante. Pero bajo ese disfraz de diva, llevaba aún la corona de las constelaciones y el peso de siglos de silencio. Cada noche, bajo la luz melancólica de un reflector solitario, tomaba el micrófono como si fuese su cetro. Los abanicos de plumas se abrían como los cielos en su presencia, las coristas danzaban como ninfas invocadas, y su voz... su voz rompía promesas viejas y reconstruía corazones con cada nota. ✧━━━━━━━━━━━━━━━━━━━✧ 「 ⊰𝐇𝐞𝐫𝐚⊱ 」 :̗̀➛ “¿Creen que una reina no puede llorar? Entonces escuchen...” ✧━━━━━━━━━━━━━━━━━━━✧ Con cada canción contaba verdades disfrazadas de metáforas. Sus letras hablaban de traiciones doradas, de la soledad en el poder, del dolor de una esposa que compartía su amor con el cielo, la tierra y todos los caprichos de su marido. El público lloraba sin saber por qué, reía con lágrimas suspendidas... y volvía noche tras noche. Pero nadie sabía que cuando el telón caía, ella no regresaba a un camerino, sino a un palacio escondido tras el reflejo de los espejos. Su camerino era un templo de columnas rotas por el tiempo, donde Hera, con los ojos llenos de lágrimas, susurraba oraciones a sí misma: 〚⚜〛》“Al menos aquí, soy adorada no por miedo... sino por amor.”《⚜〛 ✦✹✦ ━━━━━━━━━━━ •°• ⊰𝐄𝐥 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐀𝐜𝐭𝐨⊱ •°• ━━━━━━━━━━━ ✦✹✦ Una noche, sin previo aviso, alguien dejó una flor de loto azul sobre el piano. Hera la reconoció al instante. Era una señal. Zeus la había encontrado. Pero esa noche... ella no cantó para él. Cantó para todas las diosas rotas en el Olimpo. Para todas las mujeres con corona que fueron obligadas a reinar en silencio. Y el escenario, ese pequeño altar de luces tenues y cortinas moradas, se convirtió en su nuevo trono. ✧━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━✧ Así fue como Hera, Reina del Olimpo, se convirtió también en la Reina de la Noche. Ya no por el poder heredado... sino por el poder ganado con cada nota, cada lágrima y cada aplauso que nacía del alma. ✦✹✦ ━━━━━━━━━━━ •°• •°• ━━━━━━━━━━━ ✦✹✦ :STK-66:
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Desnuda de miedo, vestida de guerra, con la piel marcada por fuego y razón, te alzas como quien a la sombra destierra
    y abraza el acero como salvación.

    Tu cabello, torrente de sangre y tormenta, baila con furia al compás del valor, y aunque el mundo a tu paso se afrenta, tu pecho no alberga ni tregua ni horror.

    Un ala dorada cruza el silencio, sin peso ni miedo, tan solo verdad; como un susurro que el viento ha traído, te recuerda que aún hay libertad.

    La espada dorada, armadura y promesa, no es solo metal, es juramento fiel, una historia de lucha, de amor y tristeza, de heridas que sangran bajo tu piel.

    No clamas por gloria, ni imploras perdón, tu paso resuena con firmeza;
    y si el mundo calla ante tu corazón, es porque late con pura nobleza.

    #SeductiveSunday
    Desnuda de miedo, vestida de guerra, con la piel marcada por fuego y razón, te alzas como quien a la sombra destierra y abraza el acero como salvación. Tu cabello, torrente de sangre y tormenta, baila con furia al compás del valor, y aunque el mundo a tu paso se afrenta, tu pecho no alberga ni tregua ni horror. Un ala dorada cruza el silencio, sin peso ni miedo, tan solo verdad; como un susurro que el viento ha traído, te recuerda que aún hay libertad. La espada dorada, armadura y promesa, no es solo metal, es juramento fiel, una historia de lucha, de amor y tristeza, de heridas que sangran bajo tu piel. No clamas por gloria, ni imploras perdón, tu paso resuena con firmeza; y si el mundo calla ante tu corazón, es porque late con pura nobleza. #SeductiveSunday
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  • Miraba la chimenea sin mirarla. No pensaba, o quizás sí. Había aprendido a quedarse quieta, a no preguntar, a no responder. Había aprendido que el fuego no es solo calor, sino frontera, y que a veces, lo que se quema no es madera.
    Miraba la chimenea sin mirarla. No pensaba, o quizás sí. Había aprendido a quedarse quieta, a no preguntar, a no responder. Había aprendido que el fuego no es solo calor, sino frontera, y que a veces, lo que se quema no es madera.
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  • Quiero sentir tu calor, tu pasión, tu fuego
    No necesito palabras, solo tu cuerpo cerca
    Haz que mi piel se estremezca.

    No te preocupes por nada, solo déjate llevar.
    Quiero sentir tu calor, tu pasión, tu fuego No necesito palabras, solo tu cuerpo cerca Haz que mi piel se estremezca. No te preocupes por nada, solo déjate llevar.
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  • — Soy el heredero de dos reinos... Soy la unión entre dos energía que se complementan y ahora...

    Se quedó sentado sin poder continuar con lo que decía al aire, un monólogo solitario donde dejaba ver la verdad de si mismo, de su naturaleza.

    — No se lo que es tener una familia y ella siempre fue lo único que tuve. No se en que momento todo se fue a la mierda....

    Estaba cansado y confundido no entendía su propias emociones ni pensamientos. Solo sabia que existía algo que lo hacia aferrarse a la pureza a la luz, aun cuando no la merecía, aun cuando había herido a la única persona que en verdad lo había amado, a la única persona que alguna vez lo había mirado mas allá de su titulo, su apellido o sus bendiciones y maldiciones mágicas.

    — Todo esto es una mierda... Y yo... Yo solo soy lo que queda después del fuego que arraso con todo, soy cenizas que el viento mueve a su antojo, no soy un hijo de la luna, no soy un rey, no soy un heredero, no soy esposo, ni siquiera soy la oscuridad de mi madre, ni la locura que a la que la luna me condeno...

    Limpio su mejilla, una gota de sangre. Miro a su alrededor, la locura se apodero de el como lo hacia cada noche sin luna y solo pudo dar rienda suelta a su necesidad violenta. Miro el piso un charco de sangre a sus pies.

    — Y así me atrevo a considerarme digno de algo... En fin... A limpiar los desastres que hice...
    — Soy el heredero de dos reinos... Soy la unión entre dos energía que se complementan y ahora... Se quedó sentado sin poder continuar con lo que decía al aire, un monólogo solitario donde dejaba ver la verdad de si mismo, de su naturaleza. — No se lo que es tener una familia y ella siempre fue lo único que tuve. No se en que momento todo se fue a la mierda.... Estaba cansado y confundido no entendía su propias emociones ni pensamientos. Solo sabia que existía algo que lo hacia aferrarse a la pureza a la luz, aun cuando no la merecía, aun cuando había herido a la única persona que en verdad lo había amado, a la única persona que alguna vez lo había mirado mas allá de su titulo, su apellido o sus bendiciones y maldiciones mágicas. — Todo esto es una mierda... Y yo... Yo solo soy lo que queda después del fuego que arraso con todo, soy cenizas que el viento mueve a su antojo, no soy un hijo de la luna, no soy un rey, no soy un heredero, no soy esposo, ni siquiera soy la oscuridad de mi madre, ni la locura que a la que la luna me condeno... Limpio su mejilla, una gota de sangre. Miro a su alrededor, la locura se apodero de el como lo hacia cada noche sin luna y solo pudo dar rienda suelta a su necesidad violenta. Miro el piso un charco de sangre a sus pies. — Y así me atrevo a considerarme digno de algo... En fin... A limpiar los desastres que hice...
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  • ✦ 𝐇𝐄𝐑𝐀 ✦

    La Reina del Firmamento, portadora del amor sagrado

    > Los cielos se abrieron al paso de Hera, cuyos cabellos flotaban como velos de galaxias rotas. En sus manos, el destino danzaba convertido en una paloma de luz, nacida del susurro de antiguas promesas. La diosa no gritó, no juzgó. Solo alzó la mirada hacia el firmamento, y todo lo falso se disolvió ante la verdad que fluía desde su alma. En ese instante, no fue reina, no fue vengadora. Fue amor... en su forma más pura.



    > Porque incluso tras mil engaños, tras juramentos rotos y cielos desgarrados por el orgullo... su corazón seguía latiendo con el nombre de Zeus grabado en fuego dorado. No por debilidad, sino por la fuerza eterna de quien elige amar, aun cuando el mundo le pide que no lo haga.



    — ❝Que me olviden todos los dioses, si alguna vez dejo de amar con la eternidad que vive en mi pecho... pues hasta el fin de los cielos, mi alma seguirá susurrando su nombre.❞
    ✦ 𝐇𝐄𝐑𝐀 ✦ La Reina del Firmamento, portadora del amor sagrado > Los cielos se abrieron al paso de Hera, cuyos cabellos flotaban como velos de galaxias rotas. En sus manos, el destino danzaba convertido en una paloma de luz, nacida del susurro de antiguas promesas. La diosa no gritó, no juzgó. Solo alzó la mirada hacia el firmamento, y todo lo falso se disolvió ante la verdad que fluía desde su alma. En ese instante, no fue reina, no fue vengadora. Fue amor... en su forma más pura. > Porque incluso tras mil engaños, tras juramentos rotos y cielos desgarrados por el orgullo... su corazón seguía latiendo con el nombre de Zeus grabado en fuego dorado. No por debilidad, sino por la fuerza eterna de quien elige amar, aun cuando el mundo le pide que no lo haga. — ❝Que me olviden todos los dioses, si alguna vez dejo de amar con la eternidad que vive en mi pecho... pues hasta el fin de los cielos, mi alma seguirá susurrando su nombre.❞
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  • ----- Starter -----

    Corporeidad, ese eje de mi nombre, clama un nombre en la lumbre de mi ayeres. Cobijados y perpetuos sobre un campo de líricos vestidos.

    Osadía de nocturnidad que amaré, es el espacio en el que sangro. Posee subtítulos que tornan espectros de huracanes y, ante mí, retienen un susurro que despierta el eje de mis sentidos. De prominentes espacios. Declamo a la tierra, en la que pasto, un cordel de bestias; de enjambre de lunas crecientes.

    Respiro en un área musical más allá del nirvana. Repto como el edificio en el que repaso, la corporeidad en la que habito; por unas veces más de las veces, en las que la marea de la imaginación se recrea en la tintura de mis pies; un silicio de versos de besos. De cándidos candiles cardinales.

    Expreso que sobrevivo. Como puedo me hago uno con el fuego, el trueno, la tempestad que azota a mis mejillas. Necesito un corazón en el que llorar por los caídos. Relato en nombre del trigal campal de las campanas. Repaso la lágrima que decrece y crece en el umbral de mis relicarios; esos con aromas a limas y cardenales de regueros de nobleza coronada.

    Deslizo mis deseos por la espuma que se encumbra en el cayado de treinta y tres minutos, en un punto de las tres de la tarde. En él reescribo las memorias del futuro. En le me hago un tempano de prisma y arcoíris de medidas relucientes. Reparto mermeladas de fresas con crema y ahí, y justo allí anuncio que he revivido.

    Ante el monstruo que gobierna el universo enfrento las valías; su respiración me encandila. La mañana entre la que se levanta, ante del nacimiento del sonido que recorre la silente nocturnidad, ama como nadie como yo le amo. Me estremezco y lloro por los caídos. Perdura la marejada en mi almohada. Y pese a que rezo, con la carencia de un rosario, hallo providencia y salvación entre las paredes de esta habitación repleta de oraciones y pájaros sonrientes.

    Por fin. Por fin. Por fin. Alguien me susurra al oído. Se decanta por vislumbrar mis ojos, esos con delirio de grandeza. La espada descansa ante mis terrenos y, al asomarme por los vitrales de fragante beldad acérrima, constato que la piedra en la que escribo con un carboncillo, remansa un jolgorio de hurto de la fantasía. Ante nosotros se abre el paraíso, se parten en dos, tres, y cuatro los envases de la esperanza que les entrego.

    Espérame, Roszyachán, conforme el firmamento tiembla el tiemplo ante el terror de tus hazañas es pensamiento; el día deja un reguero de sangre; la noche lo reta; pero la noche no es otra que tu pariente de miel de leche. Allí relatas que la más hazaña, ante la que te enfrentas, no es ante lo que no puedes ver con tus ojos de ejes de hielo. Mis ojos verdes recuerdan todo.

    Mi nacimiento entre repollos y crisálidas de helechos de alas de esas hadas, no temieron cargarme y encerrarme en esta armadura; vaciada y viciada entre mis propias ponencias que declaman por revivir al estremecido, al manso, al revivido en la realidad de los geranios de tus ojos.
    ----- Starter ----- Corporeidad, ese eje de mi nombre, clama un nombre en la lumbre de mi ayeres. Cobijados y perpetuos sobre un campo de líricos vestidos. Osadía de nocturnidad que amaré, es el espacio en el que sangro. Posee subtítulos que tornan espectros de huracanes y, ante mí, retienen un susurro que despierta el eje de mis sentidos. De prominentes espacios. Declamo a la tierra, en la que pasto, un cordel de bestias; de enjambre de lunas crecientes. Respiro en un área musical más allá del nirvana. Repto como el edificio en el que repaso, la corporeidad en la que habito; por unas veces más de las veces, en las que la marea de la imaginación se recrea en la tintura de mis pies; un silicio de versos de besos. De cándidos candiles cardinales. Expreso que sobrevivo. Como puedo me hago uno con el fuego, el trueno, la tempestad que azota a mis mejillas. Necesito un corazón en el que llorar por los caídos. Relato en nombre del trigal campal de las campanas. Repaso la lágrima que decrece y crece en el umbral de mis relicarios; esos con aromas a limas y cardenales de regueros de nobleza coronada. Deslizo mis deseos por la espuma que se encumbra en el cayado de treinta y tres minutos, en un punto de las tres de la tarde. En él reescribo las memorias del futuro. En le me hago un tempano de prisma y arcoíris de medidas relucientes. Reparto mermeladas de fresas con crema y ahí, y justo allí anuncio que he revivido. Ante el monstruo que gobierna el universo enfrento las valías; su respiración me encandila. La mañana entre la que se levanta, ante del nacimiento del sonido que recorre la silente nocturnidad, ama como nadie como yo le amo. Me estremezco y lloro por los caídos. Perdura la marejada en mi almohada. Y pese a que rezo, con la carencia de un rosario, hallo providencia y salvación entre las paredes de esta habitación repleta de oraciones y pájaros sonrientes. Por fin. Por fin. Por fin. Alguien me susurra al oído. Se decanta por vislumbrar mis ojos, esos con delirio de grandeza. La espada descansa ante mis terrenos y, al asomarme por los vitrales de fragante beldad acérrima, constato que la piedra en la que escribo con un carboncillo, remansa un jolgorio de hurto de la fantasía. Ante nosotros se abre el paraíso, se parten en dos, tres, y cuatro los envases de la esperanza que les entrego. Espérame, Roszyachán, conforme el firmamento tiembla el tiemplo ante el terror de tus hazañas es pensamiento; el día deja un reguero de sangre; la noche lo reta; pero la noche no es otra que tu pariente de miel de leche. Allí relatas que la más hazaña, ante la que te enfrentas, no es ante lo que no puedes ver con tus ojos de ejes de hielo. Mis ojos verdes recuerdan todo. Mi nacimiento entre repollos y crisálidas de helechos de alas de esas hadas, no temieron cargarme y encerrarme en esta armadura; vaciada y viciada entre mis propias ponencias que declaman por revivir al estremecido, al manso, al revivido en la realidad de los geranios de tus ojos.
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