꧁ 🄽🄰🅃🄷-🅁🄰🄷🄴🄻 ꧂

 

Usualmente se presenta como Nath. Dice estar en sus 28 pero realmente tiene 595 años (Año de nac. 1430d.C.) 

Fue (y es) un poderoso brujo, nigromante. Casado con una hermosa mujer humana que un día violaron y asesinaron. Quiso traerla de vuelta pero algo salió mal y tan solo consiguió devolver a la vida su cuerpo marchito, cayéndose a pedazos, y pequeños resquicios de su alma la cual gritaba de dolor. Algo traumático de ver y aún más el tener que acabar con su sufrimiento él mismo en ese instante, pues no podía dejarla "vivir" en ese lamentable estado. Enloqueció por el dolor de lo que había hecho y sin poder controlarse desplegó todo su oscuro poder, consumiendo cualquier luz y vida a varios kilómetros, sumiendo el pueblo en una total y agónica oscuridad.

 

Algunos de los brujos y hechiceros más poderosos del mundo dieron con su paradero, recluído en el que un día consideró su hogar, totalmente desquiciado, enloquecido. Causaba sufimiento, enfermedad y muerte a toda criatura que se acercase, sin contar que todo el pueblo ya había sucumbido a su poder y habían pasado a mejor vida, llenando el aire del cargado y nauseabundo aroma a putrefacción, así que no podían permitir que siguiera así. Lucharon arduamente contra él, parecía casi imposible pero finalmente lograron vencerle y entonces, la bruja más poderosa de aquel grupo le maldijo: "Vivirás eternamente con la culpa en tu corazón, jamás obtendrás muerte ni descanso, condenado a cada noche revivir la atrocidad que cometiste para con tu esposa y este pueblo. Tampoco gozarás de tu inconmensurado poder, quedará menguado como castigo por tu descaro."

 

Así ha estado viviendo hasta el día de hoy, sólo, cargando con la culpa y sufriéndola cada noche. Varias veces intentó quitarse la vida, en vano, pues cuando parecía haber hallado el eterno descanso, resurgía inexplicablemente de entre los muertos. Al igual que antaño puede llegar a ser un hombre agradable y de grato conversar. Pero su estabilidad mental cuelga de un pequeño hilo, está muy desequilibrado por lo que de un momento a otro puede estallar en ira o tratar de herir a alguien. Sobre todo si alguien comete la osadía de tocar uno de los dos únicos recuerdos bonitos que conserva de su difunta esposa, un collar de plata con una piedra de luna que cuelga de su cuello cuando sale a la calle. El otro es un retrato de ella que pintó él mismo, colgado en la pared de su apartamento. Siempre va con él.

Se mantiene ejerciendo como albañil en obras (muchas veces debe viajar a otros lugares por trabajo), justo por ello cuenta con un cuerpo bien musculoso y trabajado, alto (1.89m). De piel blanca y cabello negro. Tal vez lo más llamativo sean sus ojos azul marino.