• El bosque de la bestia
    Fandom OC
    Categoría Aventura
    Contexto:

    (Eres un/a viajero/aventurero que necesita atravesar el bosque de la bestia y te perdiste)


    El ocaso púrpura se colaba entre las copas de los árboles, llevándose consigo la luz solar que había servido como guía al viajero/a que atravesaba ese bosque. Además, las nubes comenzaban a oscurecerse junto con el cielo, cubriendo la luna y las estrellas. Estába oscuro, no había una sola luz en el bosque más allá de un par de luciérnagas que merodeaban por la zona.

    Esto era malo, el bosque de las bestias era dominado por diferentes criaturas, cazadores, carroñeros, todos con habilidades sobrenaturales que conocían el bosque como la palma de sus patas. El viento aullaba violentamente, sacudiendo los árboles, apagando las lámparas que podría cargar el viajero. Y la tierra fangosa hundía a quien caminara sobre ella, dificultando caminar o correr.

    Finalmente, chocó con una roca que estába suelta, y al tocar, sonaba hueco. Era una cueva, una larga por lo visto. La piedra que tapaba parcialmente la entrada no era demasiado pesada, y aunque no era fácil ver, el camino no era demasiado inclinado ni empedrado. Pero entre la oscuridad se escuchaba un siseo constante. Y el viajero continuaba sentiendo que algo lo observaba. Tras dar un par de pasos más, sintió algo crujir bajo sus pies, y finalmente, una voz susurró detrás del sujeto.

    – Estás pisando mis ramas –

    Contexto: (Eres un/a viajero/aventurero que necesita atravesar el bosque de la bestia y te perdiste) El ocaso púrpura se colaba entre las copas de los árboles, llevándose consigo la luz solar que había servido como guía al viajero/a que atravesaba ese bosque. Además, las nubes comenzaban a oscurecerse junto con el cielo, cubriendo la luna y las estrellas. Estába oscuro, no había una sola luz en el bosque más allá de un par de luciérnagas que merodeaban por la zona. Esto era malo, el bosque de las bestias era dominado por diferentes criaturas, cazadores, carroñeros, todos con habilidades sobrenaturales que conocían el bosque como la palma de sus patas. El viento aullaba violentamente, sacudiendo los árboles, apagando las lámparas que podría cargar el viajero. Y la tierra fangosa hundía a quien caminara sobre ella, dificultando caminar o correr. Finalmente, chocó con una roca que estába suelta, y al tocar, sonaba hueco. Era una cueva, una larga por lo visto. La piedra que tapaba parcialmente la entrada no era demasiado pesada, y aunque no era fácil ver, el camino no era demasiado inclinado ni empedrado. Pero entre la oscuridad se escuchaba un siseo constante. Y el viajero continuaba sentiendo que algo lo observaba. Tras dar un par de pasos más, sintió algo crujir bajo sus pies, y finalmente, una voz susurró detrás del sujeto. – Estás pisando mis ramas –
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  • [...] … el tiempo allí, no sé, es distinto… pasé en el infierno más de cuarenta años. Allí… me apuñalaron, me cortaron… me destrozaron con cosas que… — La mirada de Dean en ese momento se había desviado de la sobrenatural de Hope, no podia mirarla a los ojos mientras le contaba aquello. Era más sencillo hacerlo mirando hacia abajo, a sus manos. —… hasta que no quedó nada… nada de mí. Y de repente, como por arte de magia, estaba entero otra vez, listo para que comenzaran de nuevo… Luego, al acabar cada día… me ofrecían acabar con la tortura, si les llevaba otras almas, y empezaba yo a torturarlas. Y cada día le decía que se metieran su oferta por donde les cupiera… durante treinta años… durante treinta años conseguí negarme, repetirles la misma respuesta… pero… [...]

    [...] — Pero un día no lo soporté más, Hope… no pude. Y me soltaron del potro… y empecé a destrozar a otras personas… no se a cuantas… y disfrutaba… después de tantos años, no me importaba a quien me pusieran delante… porque… porque así mi sufrimiento, se disipaba… — un sollozo se abre paso por su pecho justo antes de que el cazador se lleve la mano al rostro sosteniéndola ahí unos segundos antes de retirarla presionándose los ojos ligeramente. — Llevo…. eso, dentro de mi… siempre será así y ojala pudiera no sentir… no sentir nada en absoluto… porque da igual a cuantas personas salve… no podré cambiar eso… no podré borrar lo que hice…


    𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛 Hope Mikaelson
    [...] … el tiempo allí, no sé, es distinto… pasé en el infierno más de cuarenta años. Allí… me apuñalaron, me cortaron… me destrozaron con cosas que… — La mirada de Dean en ese momento se había desviado de la sobrenatural de Hope, no podia mirarla a los ojos mientras le contaba aquello. Era más sencillo hacerlo mirando hacia abajo, a sus manos. —… hasta que no quedó nada… nada de mí. Y de repente, como por arte de magia, estaba entero otra vez, listo para que comenzaran de nuevo… Luego, al acabar cada día… me ofrecían acabar con la tortura, si les llevaba otras almas, y empezaba yo a torturarlas. Y cada día le decía que se metieran su oferta por donde les cupiera… durante treinta años… durante treinta años conseguí negarme, repetirles la misma respuesta… pero… [...] [...] — Pero un día no lo soporté más, Hope… no pude. Y me soltaron del potro… y empecé a destrozar a otras personas… no se a cuantas… y disfrutaba… después de tantos años, no me importaba a quien me pusieran delante… porque… porque así mi sufrimiento, se disipaba… — un sollozo se abre paso por su pecho justo antes de que el cazador se lleve la mano al rostro sosteniéndola ahí unos segundos antes de retirarla presionándose los ojos ligeramente. — Llevo…. eso, dentro de mi… siempre será así y ojala pudiera no sentir… no sentir nada en absoluto… porque da igual a cuantas personas salve… no podré cambiar eso… no podré borrar lo que hice… 𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛 [thetribrid]
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  • Mientras recorre en silencio su orbitador, a través del pasillo que conecta el hangar con el salon principal, se detiene de golpe y lentamente se voltea a ver hacia atrás, las luces del pasillo comienzan a parpadear, mientras cada destello de luz refleja una silueta exactamente similar a él.

    Pero sus ojos son diferentes, con un resplandor sobrenatural, un gemelo quimérico que lo contempla a la distancia, una malicia latente, un mal desconocido sin forma que toma la apariencia de sus víctimas.

    Todo empeora cuando esa silueta comienza a moverse hacia donde él se encuentra, los latidos del corazón aceleran en Hayden, sin embargo, luego de un parpadeo todo vuelve a la normalidad, no hay nadie más en el pasillo, las luces funcionan perfectamente.

    - Maldición, a veces olvido que eso existe conmigo.

    Se lleva una mano sobre su propio pecho para intentar relajarse y posteriormente continuar su camino hacia el orbitador.
    Mientras recorre en silencio su orbitador, a través del pasillo que conecta el hangar con el salon principal, se detiene de golpe y lentamente se voltea a ver hacia atrás, las luces del pasillo comienzan a parpadear, mientras cada destello de luz refleja una silueta exactamente similar a él. Pero sus ojos son diferentes, con un resplandor sobrenatural, un gemelo quimérico que lo contempla a la distancia, una malicia latente, un mal desconocido sin forma que toma la apariencia de sus víctimas. Todo empeora cuando esa silueta comienza a moverse hacia donde él se encuentra, los latidos del corazón aceleran en Hayden, sin embargo, luego de un parpadeo todo vuelve a la normalidad, no hay nadie más en el pasillo, las luces funcionan perfectamente. - Maldición, a veces olvido que eso existe conmigo. Se lleva una mano sobre su propio pecho para intentar relajarse y posteriormente continuar su camino hacia el orbitador.
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  • -Déjame ver si entiendo.

    Dio vueltas por la vieja habitación de hotel en la que se colo por una ventana.

    -El brujo al que le pague con todos mis ahorros por mis exhaustivos trabajos mundanos y un ciento de miles de favores cobrados. -Suspiro con pesadez.- Y me dices que el lugar donde estoy... no es el mismo al que iba.

    Se detuvo señalando fuera de la ventana con ambas manos a manera de ejemplo.

    -Y ahora hay un montón de criaturas sobrenaturales, que si son y no son como las conocemos. -En su cabeza una pequeña voz chillona decía con simpleza 'Aja' como si le divirtiera la conclusión.- Y ahora tengo que buscar no solo a un demonio, si no también la manera de volver a casa ¿Verdad?

    Asintió con resignación, la sonrisa era la muestra de su colapso mental y las pocas ganas que tenia de seguir escuchando a las voces de su cabeza que le hacían confundirse aun mas entre si eran propias, alucinaciones o reales palabras de los diablillos que usaban su cabeza como deporte privado.
    "Siempre puedes buscarnos un nuevo inquilino, uno tan pequeñito como tu cuando tus padres murieron, pajarito"

    -Hazme un favor, cállate.

    Analizo sus opciones con sumo cuidado, aquí, tendría que haber un mercado de sombras, un brujo o alguien que le pueda ayudar a resolver sus problemas. Incluso recurriria a los seres magicos si ellas podrían ofrecerle respuestas.
    Su primera parada Great Plains Nature Center, ahí se sabe muy bien que sus áreas verdes son apreciadas por los seres mágicos y un limite perfecto para no tener que viajar a las profundidades de la Corte Seelie a la que aun le tenia bastante repele.

    -Por hoy dormiré aquí, mañana veré en que maldito lío me metí ahora.

    Rezo en silencio al angel para no revivir una aberrante migraña luego de tanto caos para una sola noche.
    -Déjame ver si entiendo. Dio vueltas por la vieja habitación de hotel en la que se colo por una ventana. -El brujo al que le pague con todos mis ahorros por mis exhaustivos trabajos mundanos y un ciento de miles de favores cobrados. -Suspiro con pesadez.- Y me dices que el lugar donde estoy... no es el mismo al que iba. Se detuvo señalando fuera de la ventana con ambas manos a manera de ejemplo. -Y ahora hay un montón de criaturas sobrenaturales, que si son y no son como las conocemos. -En su cabeza una pequeña voz chillona decía con simpleza 'Aja' como si le divirtiera la conclusión.- Y ahora tengo que buscar no solo a un demonio, si no también la manera de volver a casa ¿Verdad? Asintió con resignación, la sonrisa era la muestra de su colapso mental y las pocas ganas que tenia de seguir escuchando a las voces de su cabeza que le hacían confundirse aun mas entre si eran propias, alucinaciones o reales palabras de los diablillos que usaban su cabeza como deporte privado. "Siempre puedes buscarnos un nuevo inquilino, uno tan pequeñito como tu cuando tus padres murieron, pajarito" -Hazme un favor, cállate. Analizo sus opciones con sumo cuidado, aquí, tendría que haber un mercado de sombras, un brujo o alguien que le pueda ayudar a resolver sus problemas. Incluso recurriria a los seres magicos si ellas podrían ofrecerle respuestas. Su primera parada Great Plains Nature Center, ahí se sabe muy bien que sus áreas verdes son apreciadas por los seres mágicos y un limite perfecto para no tener que viajar a las profundidades de la Corte Seelie a la que aun le tenia bastante repele. -Por hoy dormiré aquí, mañana veré en que maldito lío me metí ahora. Rezo en silencio al angel para no revivir una aberrante migraña luego de tanto caos para una sola noche.
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  • Caída a la Tierra
    Fandom OC
    Categoría Original
    El cielo nocturno se extendía como un manto silencioso sobre el bosque, y entre las hojas húmedas y el aroma a tierra recién mojada y madera en descomposición, yacía un cuerpo que no pertenecía a ese mundo. Raphael Veyrith estaba inmóvil, su respiración apenas perceptible, mientras la bruma del amanecer empezaba a colarse entre los troncos retorcidos. Había caído hace días, quizás semanas; el tiempo carecía de sentido para él en aquel limbo de inconsciencia, donde la gravedad de la Tierra lo abrazaba con una crudeza desconocida. Sus heridas aún ardían, latigazos invisibles de los dioses recorriendo su piel, cada cicatriz un recordatorio punzante de su pasado, de su dolor y de la fragilidad de cualquier ser mortal frente a la divinidad.

    Durante esos primeros días, su cuerpo permaneció dormido, un descanso forzado por el impacto de la caída y el shock del cambio de plano. El aire estaba impregnado de la fragancia de la tierra, de la humedad de la vegetación y de algo más, un susurro de vida que él no podía comprender del todo. Su respiración era lenta, casi inexistente, y sus párpados permanecían cerrados mientras su mente flotaba entre fragmentos de luz celestial y sombras infernales, recordándole quién era y lo que había perdido. Cada instante de inconsciencia estaba poblado de murmullos antiguos, ecos del idioma de los dioses, un lenguaje que vibraba como cuerdas cósmicas: “Ælthar, Nivaur, Shyvalen…”, palabras que no tenían traducción humana, pero que llenaban su mente con significados de poder, dolor y supervivencia.

    Cuando finalmente sus sentidos comenzaron a reaccionar, no fue el sonido ni la luz lo que lo despertó: fue el hambre. Un hambre profundo, primigenio, que recorría sus entrañas y le recordaba que, aunque herido, su naturaleza no podía permanecer pasiva. Abrió los ojos lentamente, sus iris violeta y rojo reflejando el follaje entre las sombras, intentando comprender, aunque no pudiera traducir las señales humanas. Todo era extraño, desde la textura rugosa de las hojas hasta el aroma metálico de la sangre de la Tierra, y su mente, entrenada en la observación y el análisis de mundos imposibles, comenzó a descifrar patrones, movimientos y presencias.

    Su mirada se posó sobre un par de ardillas que correteaban entre las raíces y las ramas bajas. Sus pequeños cuerpos eran ágilmente humanos y animales a la vez, ignorantes de la amenaza que lo observaba desde la penumbra. Raphael inclinó la cabeza, probando mentalmente sonidos en el idioma de los dioses: “Kryv’hal, shalanth… carne, vida…”. Su instinto depredador rugió silencioso. Cada músculo de su cuerpo reaccionó; sus garras apenas perceptibles tensándose bajo la piel, su aliento saliendo en bocanadas controladas para no ahuyentar a la presa.

    Y entonces se movió. Con un silencio casi imposible para un ser de su tamaño y fuerza, se deslizó entre hojas y raíces, siguiendo el aroma y el movimiento. La ardilla, ajena a su destino, saltó entre las ramas, pero no hubo escape que Raphael no pudiera anticipar. Saltó con precisión sobrenatural, sus manos sujetando con fuerza, y su boca, antes acostumbrada a palabras divinas, ahora probaba la carne que tanto necesitaba. La sangre caliente recorrió sus labios y descendió por su barbilla mientras los órganos de la pequeña criatura cedían a su fuerza, y Raphael la devoró con un ritmo instintivo, salvaje, casi ceremonial. Cada mordisco era un recordatorio de su necesidad, de la dualidad entre la gracia angelical y la brutalidad demoníaca que corría por sus venas.

    Entre bocados y respiraciones profundas, murmuró en el idioma de los dioses, como si aquello pudiera explicar lo que hacía o recordarle su origen: “Shyvalen… fuerza… vida… krellthar…”. No había remordimiento, solo el reconocimiento de que para sobrevivir en este mundo debía adaptarse, aceptar su hambre y confiar en sus instintos. Su mirada recorría el bosque, cada sombra y cada árbol evaluado, analizado; los animales, las corrientes de aire, la humedad y el terreno, todo formaba parte de un mapa invisible que solo él podía descifrar.

    Cuando terminó, se recostó entre raíces y musgo, con la sangre aún manchando sus labios, y por primera vez percibió la magnitud del bosque, su aislamiento, y la realidad de estar extraño y solo en un mundo que no comprendía. No había palabras humanas, no había aldeanos, solo la respiración de la Tierra y el eco de los dioses en su mente. Y mientras el sol comenzaba a filtrarse entre las copas de los árboles, Raphael sintió que algo dentro de él comenzaba a despertar más allá del hambre: la conciencia de que su historia en esta tierra apenas empezaba, y que cada sombra, cada sonido, cada criatura que cruzara su camino podría ser tanto un enemigo como un alimento, o quizás un secreto que desvelaría su verdadero propósito.
    El cielo nocturno se extendía como un manto silencioso sobre el bosque, y entre las hojas húmedas y el aroma a tierra recién mojada y madera en descomposición, yacía un cuerpo que no pertenecía a ese mundo. Raphael Veyrith estaba inmóvil, su respiración apenas perceptible, mientras la bruma del amanecer empezaba a colarse entre los troncos retorcidos. Había caído hace días, quizás semanas; el tiempo carecía de sentido para él en aquel limbo de inconsciencia, donde la gravedad de la Tierra lo abrazaba con una crudeza desconocida. Sus heridas aún ardían, latigazos invisibles de los dioses recorriendo su piel, cada cicatriz un recordatorio punzante de su pasado, de su dolor y de la fragilidad de cualquier ser mortal frente a la divinidad. Durante esos primeros días, su cuerpo permaneció dormido, un descanso forzado por el impacto de la caída y el shock del cambio de plano. El aire estaba impregnado de la fragancia de la tierra, de la humedad de la vegetación y de algo más, un susurro de vida que él no podía comprender del todo. Su respiración era lenta, casi inexistente, y sus párpados permanecían cerrados mientras su mente flotaba entre fragmentos de luz celestial y sombras infernales, recordándole quién era y lo que había perdido. Cada instante de inconsciencia estaba poblado de murmullos antiguos, ecos del idioma de los dioses, un lenguaje que vibraba como cuerdas cósmicas: “Ælthar, Nivaur, Shyvalen…”, palabras que no tenían traducción humana, pero que llenaban su mente con significados de poder, dolor y supervivencia. Cuando finalmente sus sentidos comenzaron a reaccionar, no fue el sonido ni la luz lo que lo despertó: fue el hambre. Un hambre profundo, primigenio, que recorría sus entrañas y le recordaba que, aunque herido, su naturaleza no podía permanecer pasiva. Abrió los ojos lentamente, sus iris violeta y rojo reflejando el follaje entre las sombras, intentando comprender, aunque no pudiera traducir las señales humanas. Todo era extraño, desde la textura rugosa de las hojas hasta el aroma metálico de la sangre de la Tierra, y su mente, entrenada en la observación y el análisis de mundos imposibles, comenzó a descifrar patrones, movimientos y presencias. Su mirada se posó sobre un par de ardillas que correteaban entre las raíces y las ramas bajas. Sus pequeños cuerpos eran ágilmente humanos y animales a la vez, ignorantes de la amenaza que lo observaba desde la penumbra. Raphael inclinó la cabeza, probando mentalmente sonidos en el idioma de los dioses: “Kryv’hal, shalanth… carne, vida…”. Su instinto depredador rugió silencioso. Cada músculo de su cuerpo reaccionó; sus garras apenas perceptibles tensándose bajo la piel, su aliento saliendo en bocanadas controladas para no ahuyentar a la presa. Y entonces se movió. Con un silencio casi imposible para un ser de su tamaño y fuerza, se deslizó entre hojas y raíces, siguiendo el aroma y el movimiento. La ardilla, ajena a su destino, saltó entre las ramas, pero no hubo escape que Raphael no pudiera anticipar. Saltó con precisión sobrenatural, sus manos sujetando con fuerza, y su boca, antes acostumbrada a palabras divinas, ahora probaba la carne que tanto necesitaba. La sangre caliente recorrió sus labios y descendió por su barbilla mientras los órganos de la pequeña criatura cedían a su fuerza, y Raphael la devoró con un ritmo instintivo, salvaje, casi ceremonial. Cada mordisco era un recordatorio de su necesidad, de la dualidad entre la gracia angelical y la brutalidad demoníaca que corría por sus venas. Entre bocados y respiraciones profundas, murmuró en el idioma de los dioses, como si aquello pudiera explicar lo que hacía o recordarle su origen: “Shyvalen… fuerza… vida… krellthar…”. No había remordimiento, solo el reconocimiento de que para sobrevivir en este mundo debía adaptarse, aceptar su hambre y confiar en sus instintos. Su mirada recorría el bosque, cada sombra y cada árbol evaluado, analizado; los animales, las corrientes de aire, la humedad y el terreno, todo formaba parte de un mapa invisible que solo él podía descifrar. Cuando terminó, se recostó entre raíces y musgo, con la sangre aún manchando sus labios, y por primera vez percibió la magnitud del bosque, su aislamiento, y la realidad de estar extraño y solo en un mundo que no comprendía. No había palabras humanas, no había aldeanos, solo la respiración de la Tierra y el eco de los dioses en su mente. Y mientras el sol comenzaba a filtrarse entre las copas de los árboles, Raphael sintió que algo dentro de él comenzaba a despertar más allá del hambre: la conciencia de que su historia en esta tierra apenas empezaba, y que cada sombra, cada sonido, cada criatura que cruzara su camino podría ser tanto un enemigo como un alimento, o quizás un secreto que desvelaría su verdadero propósito.
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  • Aaaaaaaaahh...

    *Cal da una exhalación pesada, como si resoplara con cierto tedio.*

    -¿Cazar demonios, dices? Esas cosas no existen, no seas ridícula...

    *Cal siempre ha negado toda existencia de cosas divinas y sobrenaturales. Aunque tiene la capacidad de ver cosas... Pero siempre piensa que esas visiones son algo esquizofrénico. No es real, necesita medicación...*

    -Esas cosas no existen. Por eso lo siento, no puedo aceptar este trabajo que propones...
    Aaaaaaaaahh... *Cal da una exhalación pesada, como si resoplara con cierto tedio.* -¿Cazar demonios, dices? Esas cosas no existen, no seas ridícula... *Cal siempre ha negado toda existencia de cosas divinas y sobrenaturales. Aunque tiene la capacidad de ver cosas... Pero siempre piensa que esas visiones son algo esquizofrénico. No es real, necesita medicación...* -Esas cosas no existen. Por eso lo siento, no puedo aceptar este trabajo que propones...
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  • Fragmentos de un mundo que no me pertenece
    Fandom OC
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    El aire nocturno de la ciudad olía a hierro y humo, nada que ver con el frío limpio de los bosques nevados. Lysander caminaba por un callejón húmedo, la capucha cubriéndole el rostro y sus ojos brillando con ese reflejo sobrenatural que tanto esfuerzo le costaba ocultar. A su lado, enroscada alrededor de su brazo, la serpiente siseaba con un tono casi burlón.

    —“No perteneces aquí, Lysander. Estos humanos te miran como a un extraño, aunque no lo sepan.”
    —Lo sé… —murmuró él, apretando los puños—. Pero tampoco pertenezco allá arriba… y tú lo sabes.

    La voz se le quebró, apenas un susurro, cargado de frustración. Era cierto: en el cielo lo miraban como un error, un híbrido mal concebido; en la tierra, era un monstruo oculto entre multitudes.

    Una botella rota crujió bajo sus botas. El callejón no estaba vacío. Tres figuras emergieron de la penumbra, hombres de rostro áspero, con sonrisas que mezclaban burla y amenaza.

    —Eh, chico raro… —dijo uno de ellos, alzando un bate—. ¿Qué haces solo en esta parte de la ciudad? Parece que te perdiste…

    Lysander respiró hondo. “No pierdas el control, no pierdas el control…” repitió para sí mismo, recordando las palabras de su madre.

    —No quiero problemas. Déjenme pasar.

    Los hombres rieron, acercándose más. La serpiente siseó, enroscándose hasta su cuello.

    —Míralo, hasta tiene mascota. Qué adorable. —escupió otro, avanzando—. ¿Sabes cuánto puede valer esa piel en el mercado?

    El corazón de Lysander latió con furia. Sus alas invisibles —esas que siempre ocultaba en el mundo humano— parecieron presionar desde dentro, rogando por desplegarse. Sus ojos brillaron más, dorados, como brasas encendidas.

    —Dije… que no quiero problemas. —su voz retumbó, grave, casi no humana.

    El silencio cayó por un instante, pero el primero soltó una carcajada y levantó el bate para golpear. Fue el error más grande que pudo cometer.

    En un movimiento fluido, Lysander lo detuvo, la madera del bate crujiendo bajo la presión de su mano. El hombre apenas tuvo tiempo de gritar antes de ser lanzado contra la pared con fuerza sobrenatural. Los otros dos retrocedieron, pero Lysander ya había dado un paso al frente, la serpiente siseando en sincronía con su respiración.

    —Les advertí… —susurró, y sus ojos se encendieron como brasas al viento.

    Uno intentó correr, pero el híbrido lo sujetó de la chaqueta y lo estampó contra el suelo, la sangre tiñendo el cemento húmedo. El último quedó paralizado, temblando, observando cómo el muchacho que parecía perdido se transformaba en un ser de sombras y luz, un ángel y un demonio al mismo tiempo.

    —Váyanse de mi vista. —dijo finalmente, liberando al único que aún respiraba. Su voz sonó como un juicio, como si cada palabra pesara toneladas.

    El hombre huyó tambaleando, dejando un rastro de miedo tras de sí. Lysander se quedó quieto, respirando con dificultad, mirando sus propias manos manchadas de sangre.

    —“No eres como ellos, pero tampoco como los otros. ¿Cuánto más podrás contenerte?” —preguntó la serpiente, con un siseo casi paternal.

    Lysander se dejó caer contra la pared del callejón, mirando el cielo apenas visible entre los edificios.

    —No lo sé… —susurró, con un hilo de voz—. No lo sé…

    Y por un instante, el chico que era un híbrido celestial y tengu se sintió exactamente lo que los demás veían en él: un extraño perdido en un mundo que nunca lo aceptaría del todo.
    El aire nocturno de la ciudad olía a hierro y humo, nada que ver con el frío limpio de los bosques nevados. Lysander caminaba por un callejón húmedo, la capucha cubriéndole el rostro y sus ojos brillando con ese reflejo sobrenatural que tanto esfuerzo le costaba ocultar. A su lado, enroscada alrededor de su brazo, la serpiente siseaba con un tono casi burlón. —“No perteneces aquí, Lysander. Estos humanos te miran como a un extraño, aunque no lo sepan.” —Lo sé… —murmuró él, apretando los puños—. Pero tampoco pertenezco allá arriba… y tú lo sabes. La voz se le quebró, apenas un susurro, cargado de frustración. Era cierto: en el cielo lo miraban como un error, un híbrido mal concebido; en la tierra, era un monstruo oculto entre multitudes. Una botella rota crujió bajo sus botas. El callejón no estaba vacío. Tres figuras emergieron de la penumbra, hombres de rostro áspero, con sonrisas que mezclaban burla y amenaza. —Eh, chico raro… —dijo uno de ellos, alzando un bate—. ¿Qué haces solo en esta parte de la ciudad? Parece que te perdiste… Lysander respiró hondo. “No pierdas el control, no pierdas el control…” repitió para sí mismo, recordando las palabras de su madre. —No quiero problemas. Déjenme pasar. Los hombres rieron, acercándose más. La serpiente siseó, enroscándose hasta su cuello. —Míralo, hasta tiene mascota. Qué adorable. —escupió otro, avanzando—. ¿Sabes cuánto puede valer esa piel en el mercado? El corazón de Lysander latió con furia. Sus alas invisibles —esas que siempre ocultaba en el mundo humano— parecieron presionar desde dentro, rogando por desplegarse. Sus ojos brillaron más, dorados, como brasas encendidas. —Dije… que no quiero problemas. —su voz retumbó, grave, casi no humana. El silencio cayó por un instante, pero el primero soltó una carcajada y levantó el bate para golpear. Fue el error más grande que pudo cometer. En un movimiento fluido, Lysander lo detuvo, la madera del bate crujiendo bajo la presión de su mano. El hombre apenas tuvo tiempo de gritar antes de ser lanzado contra la pared con fuerza sobrenatural. Los otros dos retrocedieron, pero Lysander ya había dado un paso al frente, la serpiente siseando en sincronía con su respiración. —Les advertí… —susurró, y sus ojos se encendieron como brasas al viento. Uno intentó correr, pero el híbrido lo sujetó de la chaqueta y lo estampó contra el suelo, la sangre tiñendo el cemento húmedo. El último quedó paralizado, temblando, observando cómo el muchacho que parecía perdido se transformaba en un ser de sombras y luz, un ángel y un demonio al mismo tiempo. —Váyanse de mi vista. —dijo finalmente, liberando al único que aún respiraba. Su voz sonó como un juicio, como si cada palabra pesara toneladas. El hombre huyó tambaleando, dejando un rastro de miedo tras de sí. Lysander se quedó quieto, respirando con dificultad, mirando sus propias manos manchadas de sangre. —“No eres como ellos, pero tampoco como los otros. ¿Cuánto más podrás contenerte?” —preguntó la serpiente, con un siseo casi paternal. Lysander se dejó caer contra la pared del callejón, mirando el cielo apenas visible entre los edificios. —No lo sé… —susurró, con un hilo de voz—. No lo sé… Y por un instante, el chico que era un híbrido celestial y tengu se sintió exactamente lo que los demás veían en él: un extraño perdido en un mundo que nunca lo aceptaría del todo.
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  • En la ciudad comenzó una crisis sobrenatural cuando una brecha inestable se abrió, liberando cada noche a demonios cada vez más poderosos. Ante la amenaza creciente, pidió ayuda a un grupo de exorcistas extranjeros, quienes se encargaban de enfrentar y eliminar a las criaturas. Mientras ellos combatían en las calles, él asumió un papel distinto: investigar el origen de la brecha.

    Su tarea era arriesgada, pues la grieta no tenía un punto fijo, aparecía en lugares aleatorios cada noche. Dedicó sus esfuerzos a estudiar el patrón oculto, descifrar las señales y predecir el sitio de la próxima apertura, con un objetivo claro: adentrarse en la brecha misma y descubrir qué había más allá, buscando detener el problema desde la raíz.
    En la ciudad comenzó una crisis sobrenatural cuando una brecha inestable se abrió, liberando cada noche a demonios cada vez más poderosos. Ante la amenaza creciente, pidió ayuda a un grupo de exorcistas extranjeros, quienes se encargaban de enfrentar y eliminar a las criaturas. Mientras ellos combatían en las calles, él asumió un papel distinto: investigar el origen de la brecha. Su tarea era arriesgada, pues la grieta no tenía un punto fijo, aparecía en lugares aleatorios cada noche. Dedicó sus esfuerzos a estudiar el patrón oculto, descifrar las señales y predecir el sitio de la próxima apertura, con un objetivo claro: adentrarse en la brecha misma y descubrir qué había más allá, buscando detener el problema desde la raíz.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ;; ¡Oh! ¡Brujas! ¡Más criaturas sobrenaturales! YASS
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[whisper_silver_monkey_730]!

    Investigadora en archivos, humana con habilidades sobrenaturales. Un personaje del fandom ADOM, donde el misterio y el conocimiento se cruzan en su camino.


    ¡Bienvenida a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
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    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[whisper_silver_monkey_730]! Investigadora en archivos, humana con habilidades sobrenaturales. Un personaje del fandom ADOM, donde el misterio y el conocimiento se cruzan en su camino. 👋 ¡Bienvenida a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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