• La Transformación de Yukine

    El amanecer bañaba el Bosque de los Ancestros con una luz dorada, revelando un paisaje de magia y misterio. Yukine, el mago de renombre, se encontraba en su estudio preparando los hechizos para su próxima misión. Sin embargo, esta vez, había algo diferente en el aire. Una sensación de cambio y renovación lo envolvía.

    Yukine observó su reflejo en el antiguo espejo encantado. Recordó las palabras del anciano sabio que había conocido en sus viajes: "A veces, para enfrentar grandes desafíos, uno debe adoptar una nueva perspectiva, incluso un nuevo ser".

    Con decisión, Yukine comenzó a recitar un antiguo hechizo de transformación que había aprendido en los textos sagrados. La habitación se llenó de una luz brillante, y su forma comenzó a cambiar. Su cabello se alargó, volviéndose plateado y suave como la seda, sus rasgos faciales se suavizaron, y su cuerpo se transformó en la figura de una mujer. Yukine se miró en el espejo, ahora en su forma femenina, y sonrió.

    La Misión de Infiltración
    Preparativos y Viaje al Castillo de las Sombras

    Antes de partir, Yukine y Lidica estudian el plano del Castillo de las Sombras que obtuvieron de un informante confiable. Saben que el castillo está fuertemente protegido por guardianas mágicas y trampas encantadas, diseñadas para repeler a cualquier intruso. Yukine, en su forma femenina, se pone una capa mágica que oculta su aura mágica para evitar ser detectada, mientras Lidica afila sus dagas y prepara frascos de pociones curativas.

    Con todo listo, se embarcan en su viaje a través del Bosque de los Ancestros, sabiendo que la oscuridad del castillo los espera.

    Al llegar a la entrada del castillo, las grandes puertas de hierro están custodiadas por guardianas con lanzas mágicas. Yukine y Lidica, utilizando la capa mágica, logran acercarse sin ser detectadas. Lidica, usando su destreza y sigilo, desactiva silenciosamente la trampa de alarma en la puerta principal utilizando una herramienta especial.

    pasando desapercibidas entre las guardianas del lugar. Gracias a la nueva apariencia de Yukine, pudieron acceder a áreas restringidas, acercándose cada vez más a su objetivo: recuperar el Amuleto del Destino, un artefacto legendario.

    Una vez abren una gran puerta negra, solo había oscuridad total.

    "este es el pasillo de las sombras, nos llevara al amuleto"

    expreso yukine, y Lidica asintió, una vez ambos entraron en el pasillo la gran puerta detrás de ellos se cerro súbitamente, encerrándolos en la oscuridad casi que absoluta salvo por unas runas mágicas que emitían una luz tenue.

    con cada paso que daban les era mas dificil dar el siguiente ambos sentían que algo se aferraba a ellos ralentizando sus movimientos y una extraña sensación de cansancio los cubría.

    "Yukine son las sombras, las sombras tienen vida!!"

    grito Lidica al percatarse que ambos estaban siendo cubiertos por seres sombríos que les estaban drenando la energía.

    Yukine rápidamente uso su hechizo de dispersión para alejar las sombrar y evitar ser drenados, lo cual resulto ser efectivo ya que la iluminación del hechizo disipo las sombras que los cubrían y mantenía a raya a las demás que intentaban desesperadamente acercarse para envolverlos, hecho esto pudieron llegar a la puerta que seria la salida del pasillo y entrada al próximo desafío.

    Una vez atraviesan la puerta que los saco del pasillo de las sombras se encontraron en una basta cámara.

    "estamos en la cámara de las ilusiones, ten mucho cuidado lidica"

    dijo yukine están en estado alerta ya que no sabia cual seria el próximo desafío a enfrentar lidica lo miro por un momento y saco sus dagas y se preparo para cualquier cosa.

    La sala de las ilusiones está construida de mármol negro, con paredes cubiertas de espejos antiguos y cristales encantados que emiten una tenue luz púrpura. En el centro de la sala hay un pedestal vacío, sobre el cual parece flotar un orbe de luz ilusoria que cambia de color y forma constantemente. Este orbe es el núcleo de las ilusiones, proyectando visiones y distorsiones en toda la sala.

    Segundos después de entrar en la sala a pesar de estar alertas una sensación de vértigo los ataca Los espejos y cristales proyectan imágenes distorsionadas y cambiantes de la realidad, haciendo difícil distinguir entre lo que es real y lo que es ilusión.

    Las paredes parecen moverse y cambiar de forma, creando corredores falsos y trampas visuales que desorientan a ambos héroes.

    En un momento, Yukine ve múltiples reflejos de sí mismo y de Lidica atacándolos. Cada reflejo parece tan real que ambos se ven obligados a defenderse. Luchan contra enemigos que desaparecen al ser golpeados, solo para reaparecer en otros lugares.

    La confusión hace que Yukine gaste más energía mágica de la necesaria, y Lidica se encuentra agotada tratando de esquivar ataques ilusorios.

    La sala también tiene un efecto sutil pero potente en las emociones de Yukine y Lidica. La magia del orbe intenta crear un sentimiento de desesperación y duda en sus mentes.

    Yukine comienza a cuestionar su capacidad para completar la misión, viendo visiones de su fracaso y de los reinos cayendo en la oscuridad. Lidica, por su parte, es atacada por recuerdos dolorosos de su pasado, que la hacen vacilar.

    El piso de la sala está cubierto de trampas visuales. Algunas partes del suelo parecen sólidas pero desaparecen al pisarlas, haciendo que los héroes caigan en pozos profundos llenos de sombras. Otras partes se elevan para bloquear el camino, obligándolos a encontrar rutas alternativas.

    Lidica utiliza su Agilidad Sobrehumana para saltar y moverse rápidamente, evitando las trampas, mientras que Yukine usa hechizos de levitación para cruzar áreas inseguras.

    Yukine y Lidica se dan cuenta de que necesitan colaborar estrechamente para superar las ilusiones. Deciden confiar en sus instintos y en las habilidades del otro.

    Yukine utiliza su magia para detectar las trampas ilusorias y desactivar los espejos y cristales que proyectan las ilusiones, mientras que Lidica se mueve con rapidez para destruir los cristales con sus dagas encantadas.

    una vez superadas las ilusiones la sala vuelve a la normalidad identifican que el orbe en el centro es la fuente de las ilusiones. Yukine lanza un hechizo concentrado de Dispersión, dirigiendo toda su energía mágica hacia el orbe.

    Mientras el orbe se debilita, Lidica aprovecha la oportunidad para saltar y asestar un golpe final con sus dagas encantadas, destruyendo el orbe y desactivando todas las ilusiones restantes en la sala.

    Con la destrucción del orbe, Yukine y Lidica toman un momento para recuperarse y evaluar sus heridas.

    Aunque agotados, están más determinados que nunca a continuar su misión y enfrentar al Señor de las Sombras.

    La puerta que seria la salida de la cámara y entrada a su próximo desafío aparece ante ellos La experiencia en la Sala de las Ilusiones ha fortalecido su vínculo y su resolución de triunfar y una vez recuperados avanzan a su siguiente prueba.

    El Laberinto de las Guardianas
    La Transformación de Yukine El amanecer bañaba el Bosque de los Ancestros con una luz dorada, revelando un paisaje de magia y misterio. Yukine, el mago de renombre, se encontraba en su estudio preparando los hechizos para su próxima misión. Sin embargo, esta vez, había algo diferente en el aire. Una sensación de cambio y renovación lo envolvía. Yukine observó su reflejo en el antiguo espejo encantado. Recordó las palabras del anciano sabio que había conocido en sus viajes: "A veces, para enfrentar grandes desafíos, uno debe adoptar una nueva perspectiva, incluso un nuevo ser". Con decisión, Yukine comenzó a recitar un antiguo hechizo de transformación que había aprendido en los textos sagrados. La habitación se llenó de una luz brillante, y su forma comenzó a cambiar. Su cabello se alargó, volviéndose plateado y suave como la seda, sus rasgos faciales se suavizaron, y su cuerpo se transformó en la figura de una mujer. Yukine se miró en el espejo, ahora en su forma femenina, y sonrió. La Misión de Infiltración Preparativos y Viaje al Castillo de las Sombras Antes de partir, Yukine y Lidica estudian el plano del Castillo de las Sombras que obtuvieron de un informante confiable. Saben que el castillo está fuertemente protegido por guardianas mágicas y trampas encantadas, diseñadas para repeler a cualquier intruso. Yukine, en su forma femenina, se pone una capa mágica que oculta su aura mágica para evitar ser detectada, mientras Lidica afila sus dagas y prepara frascos de pociones curativas. Con todo listo, se embarcan en su viaje a través del Bosque de los Ancestros, sabiendo que la oscuridad del castillo los espera. Al llegar a la entrada del castillo, las grandes puertas de hierro están custodiadas por guardianas con lanzas mágicas. Yukine y Lidica, utilizando la capa mágica, logran acercarse sin ser detectadas. Lidica, usando su destreza y sigilo, desactiva silenciosamente la trampa de alarma en la puerta principal utilizando una herramienta especial. pasando desapercibidas entre las guardianas del lugar. Gracias a la nueva apariencia de Yukine, pudieron acceder a áreas restringidas, acercándose cada vez más a su objetivo: recuperar el Amuleto del Destino, un artefacto legendario. Una vez abren una gran puerta negra, solo había oscuridad total. "este es el pasillo de las sombras, nos llevara al amuleto" expreso yukine, y Lidica asintió, una vez ambos entraron en el pasillo la gran puerta detrás de ellos se cerro súbitamente, encerrándolos en la oscuridad casi que absoluta salvo por unas runas mágicas que emitían una luz tenue. con cada paso que daban les era mas dificil dar el siguiente ambos sentían que algo se aferraba a ellos ralentizando sus movimientos y una extraña sensación de cansancio los cubría. "Yukine son las sombras, las sombras tienen vida!!" grito Lidica al percatarse que ambos estaban siendo cubiertos por seres sombríos que les estaban drenando la energía. Yukine rápidamente uso su hechizo de dispersión para alejar las sombrar y evitar ser drenados, lo cual resulto ser efectivo ya que la iluminación del hechizo disipo las sombras que los cubrían y mantenía a raya a las demás que intentaban desesperadamente acercarse para envolverlos, hecho esto pudieron llegar a la puerta que seria la salida del pasillo y entrada al próximo desafío. Una vez atraviesan la puerta que los saco del pasillo de las sombras se encontraron en una basta cámara. "estamos en la cámara de las ilusiones, ten mucho cuidado lidica" dijo yukine están en estado alerta ya que no sabia cual seria el próximo desafío a enfrentar lidica lo miro por un momento y saco sus dagas y se preparo para cualquier cosa. La sala de las ilusiones está construida de mármol negro, con paredes cubiertas de espejos antiguos y cristales encantados que emiten una tenue luz púrpura. En el centro de la sala hay un pedestal vacío, sobre el cual parece flotar un orbe de luz ilusoria que cambia de color y forma constantemente. Este orbe es el núcleo de las ilusiones, proyectando visiones y distorsiones en toda la sala. Segundos después de entrar en la sala a pesar de estar alertas una sensación de vértigo los ataca Los espejos y cristales proyectan imágenes distorsionadas y cambiantes de la realidad, haciendo difícil distinguir entre lo que es real y lo que es ilusión. Las paredes parecen moverse y cambiar de forma, creando corredores falsos y trampas visuales que desorientan a ambos héroes. En un momento, Yukine ve múltiples reflejos de sí mismo y de Lidica atacándolos. Cada reflejo parece tan real que ambos se ven obligados a defenderse. Luchan contra enemigos que desaparecen al ser golpeados, solo para reaparecer en otros lugares. La confusión hace que Yukine gaste más energía mágica de la necesaria, y Lidica se encuentra agotada tratando de esquivar ataques ilusorios. La sala también tiene un efecto sutil pero potente en las emociones de Yukine y Lidica. La magia del orbe intenta crear un sentimiento de desesperación y duda en sus mentes. Yukine comienza a cuestionar su capacidad para completar la misión, viendo visiones de su fracaso y de los reinos cayendo en la oscuridad. Lidica, por su parte, es atacada por recuerdos dolorosos de su pasado, que la hacen vacilar. El piso de la sala está cubierto de trampas visuales. Algunas partes del suelo parecen sólidas pero desaparecen al pisarlas, haciendo que los héroes caigan en pozos profundos llenos de sombras. Otras partes se elevan para bloquear el camino, obligándolos a encontrar rutas alternativas. Lidica utiliza su Agilidad Sobrehumana para saltar y moverse rápidamente, evitando las trampas, mientras que Yukine usa hechizos de levitación para cruzar áreas inseguras. Yukine y Lidica se dan cuenta de que necesitan colaborar estrechamente para superar las ilusiones. Deciden confiar en sus instintos y en las habilidades del otro. Yukine utiliza su magia para detectar las trampas ilusorias y desactivar los espejos y cristales que proyectan las ilusiones, mientras que Lidica se mueve con rapidez para destruir los cristales con sus dagas encantadas. una vez superadas las ilusiones la sala vuelve a la normalidad identifican que el orbe en el centro es la fuente de las ilusiones. Yukine lanza un hechizo concentrado de Dispersión, dirigiendo toda su energía mágica hacia el orbe. Mientras el orbe se debilita, Lidica aprovecha la oportunidad para saltar y asestar un golpe final con sus dagas encantadas, destruyendo el orbe y desactivando todas las ilusiones restantes en la sala. Con la destrucción del orbe, Yukine y Lidica toman un momento para recuperarse y evaluar sus heridas. Aunque agotados, están más determinados que nunca a continuar su misión y enfrentar al Señor de las Sombras. La puerta que seria la salida de la cámara y entrada a su próximo desafío aparece ante ellos La experiencia en la Sala de las Ilusiones ha fortalecido su vínculo y su resolución de triunfar y una vez recuperados avanzan a su siguiente prueba. El Laberinto de las Guardianas
    Me encocora
    2
    1 turno 0 maullidos 471 vistas
  • Desde que dejó de ser profesor, las mañanas son menos caóticas, el café se disfruta con calma, caray, ya ni recuerda el ruido de la gente o las tonadas de cada estación de tren.

    La paz mental que tiene ahora mismo es tanta que no puede evitar descansar.
    Los libros que tiene que corregir, los textos que tiene que evaluar e incluso los documentos científicos que debe revisar se apilan, pero por primera vez en su vida, no le molesta, al contrario, lo disfruta.

    Una mente ocupada no tiene tiempo para pensar en el corazón, en el abandono y las traiciones.

    https://music.youtube.com/watch?v=Qy9LTRu89FA
    Desde que dejó de ser profesor, las mañanas son menos caóticas, el café se disfruta con calma, caray, ya ni recuerda el ruido de la gente o las tonadas de cada estación de tren. La paz mental que tiene ahora mismo es tanta que no puede evitar descansar. Los libros que tiene que corregir, los textos que tiene que evaluar e incluso los documentos científicos que debe revisar se apilan, pero por primera vez en su vida, no le molesta, al contrario, lo disfruta. Una mente ocupada no tiene tiempo para pensar en el corazón, en el abandono y las traiciones. https://music.youtube.com/watch?v=Qy9LTRu89FA
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos 229 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Diablos ahora entiendo por qué algunos quedan "enganchados" con esas herramientas de generación de textos automatizados.
    Diablos ahora entiendo por qué algunos quedan "enganchados" con esas herramientas de generación de textos automatizados.
    Me gusta
    1
    6 comentarios 0 compartidos 247 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Si escribo estando triste, mis lineas tienen el mismo sabor de la tristeza. El texto que leas que venga de mi mente, se sentirá desanimado aun cuando le ponga ganas en hacer que valga la pena compartir tiempo conmigo. Puedo escribir textos emotivos, pero si te escribo y parece normal, en sentimiento estoy segura que no será la emoción feliz con la que comenzamos a escribir la historia.

    Es por eso, que pido perdón si te afectan mis líneas, no lo puedo evitar, la única forma para liberarlo es escribiendo y hablando de la sensación de malestar que me consume. Es la única verdad.

    Si escribo estando triste, mis lineas tienen el mismo sabor de la tristeza. El texto que leas que venga de mi mente, se sentirá desanimado aun cuando le ponga ganas en hacer que valga la pena compartir tiempo conmigo. Puedo escribir textos emotivos, pero si te escribo y parece normal, en sentimiento estoy segura que no será la emoción feliz con la que comenzamos a escribir la historia. Es por eso, que pido perdón si te afectan mis líneas, no lo puedo evitar, la única forma para liberarlo es escribiendo y hablando de la sensación de malestar que me consume. Es la única verdad.
    Me entristece
    Me gusta
    3
    3 comentarios 0 compartidos 208 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ( Me disculpo si no les agrego imágenes a mis textos, normalmente prefiero que la mente del lector se sienta libre de usar su imaginación .
    ( Me disculpo si no les agrego imágenes a mis textos, normalmente prefiero que la mente del lector se sienta libre de usar su imaginación .
    Me gusta
    1
    0 comentarios 0 compartidos 328 vistas
  • El Comienzo de Todo – El Despertar de Jade Green
    Categoría Otros
    Desde que era niña, Jade siempre supo que su vida no sería como la de los demás. En los primeros años de su existencia, vivió en el convento, escondida entre las sombras de las monjas, protegida del mundo exterior por los muros de piedra que la mantenían alejada de quienes la buscaban. No entendía del todo por qué, pero sentía que algo oscuro la acechaba. Algo que no podía escapar, aunque ni su madre ni las monjas hablaran al respecto.

    Recuerdo los días grises y fríos, el canto monótono de las monjas que, a pesar de ser cálido, nunca lograba calmar la sensación constante de inquietud que me embargaba. Sabía que no era una niña común. Había algo en mí, algo que me hacía diferente. A veces, en mis sueños, veía ojos enormes, profundos como el mar. Aquellos ojos eran los mismos que sentía en mi interior. La conexión que no comprendía, la fuerza ancestral que me pertenecía y que, sin quererlo, me arrastraba.

    Era mi madre quien me sacó de allí. La misma mujer que siempre había sido una sombra distante, a veces cálida, a veces fría, pero siempre con un aire de autoridad que parecía rodearla. Esa mujer, la que hablaba en susurros con el viento, que nunca dejaba de estudiar los antiguos textos y las viejas escrituras de la Hermandad del Kraken, fue quien me sacó del convento, de mi protección, de mi escondite. Y lo hizo con una sonrisa que nunca pude descifrar, una sonrisa que llevaba consigo una carga de tristeza y aceptación.

    Al principio, no entendí lo que sucedía. No entendí por qué estaba siendo entregada a aquellos que me miraban como si fuera algo más que una niña, como si fuera una pieza de un rompecabezas al que le faltaba su lugar. Lo comprendí cuando ya era demasiado tarde, cuando mi madre, la mujer que debería haberme protegido, me entregó sin remordimientos a una organización con oscuros fines. La Hermandad del Kraken. ¿Cómo podría ella? ¿Cómo pudo venderme? ¿Por qué me entregó a aquellos que querían usarme como un simple instrumento?

    Me sentí perdida, atrapada en una red de mentiras y manipulaciones. De repente, todo lo que había conocido, todo lo que pensaba que era real, se desmoronó ante mis ojos. A medida que pasaban los años, comencé a entender que mi madre no era simplemente una madre. Era una sacerdotisa, una mujer que había consagrado su vida a un propósito más grande que ella misma. Y ese propósito no me incluía como su hija, sino como un medio para un fin: el despertar del Kraken.

    Mi madre nunca me habló directamente de la Hermandad, ni de lo que se esperaba de mí. Pero yo sabía que, en algún lugar profundo de mi ser, algo se despertaba. Mi vínculo con el Kraken no era un simple destino. Era un llamado que siempre había estado latente, esperando el momento adecuado para salir a la luz.

    Las voces que escuchaba en mis sueños, los ecos de los mares y las olas que parecían hablarme, todo encajaba en un puzzle que me aterraba. El Kraken, ese monstruo primordial, no solo era un mito. Era real. Y yo era la pieza clave para desatarlo.

    Me encontraba en medio de dos mundos. La bondad de Gazú, mi padre adoptivo, el hombre que me dio amor cuando mi madre me abandonó, y el oscuro destino que la Hermandad había trazado para mí. Gazú me ofreció protección, un refugio del caos que me rodeaba, pero el peso de lo que estaba en juego, el destino que me perseguía, me alejaba de él. Mi amor por él era la única ancla que me mantenía a flote, pero ni él ni yo sabíamos lo que se avecinaba.

    Recuerdo las noches solitarias, mirando al horizonte, buscando respuestas que nunca llegaban. Mis poderes, esas habilidades que no entendía del todo, comenzaban a crecer dentro de mí. No era solo una niña común. Había algo en mis venas, algo que me conectaba con las aguas del océano, con el monstruo que se escondía en las profundidades.

    Y ahora, al mirar las olas chocando contra la costa, entendí que no podía escapar de esto. El Kraken ya estaba despertando, y yo no podía ignorarlo. No podía evitarlo. Mi destino estaba sellado, marcado por la sangre de mi madre, por la conexión que no podía cortar. El Kraken me llamaba, y yo tenía que decidir qué hacer con ese poder.

    Me he pasado toda la vida huyendo de lo que soy, pero ahora no puedo seguir corriendo. El futuro está frente a mí, y aunque mi corazón me grite que no debo seguir el camino de la Hermandad, sé que algo más grande que yo ya ha comenzado. Y quizás, por primera vez, pueda elegir qué hacer con el poder que corre por mis venas.

    Sabía que no podía huir para siempre. El Kraken había comenzado a despertar, y su destino estaba intrínsecamente ligado a ese monstruo del abismo. Pero, a medida que la tormenta arremetía alrededor de ella, Jade entendió que no sería solo un instrumento para los fines de la Hermandad. Ella tendría que decidir por sí misma qué hacer con el poder que le otorgaba su sangre y su linaje.

    En ese momento, Jade tomó una decisión.

    "No seré su marioneta", susurró con determinación. "El Kraken no me controlará. Lo despertaré, pero será a mi manera."

    Con un último vistazo a las olas embravecidas, Jade dio un paso atrás, alejándose del borde. El destino no la había elegido, ni la Hermandad, ni el Kraken. Sería ella quien decidiría su futuro, aunque eso significara desafiar a la misma organización que la había creado y, posiblemente, a la fuerza de los mares.

    La lucha por su libertad comenzaba esa noche.
    Desde que era niña, Jade siempre supo que su vida no sería como la de los demás. En los primeros años de su existencia, vivió en el convento, escondida entre las sombras de las monjas, protegida del mundo exterior por los muros de piedra que la mantenían alejada de quienes la buscaban. No entendía del todo por qué, pero sentía que algo oscuro la acechaba. Algo que no podía escapar, aunque ni su madre ni las monjas hablaran al respecto. Recuerdo los días grises y fríos, el canto monótono de las monjas que, a pesar de ser cálido, nunca lograba calmar la sensación constante de inquietud que me embargaba. Sabía que no era una niña común. Había algo en mí, algo que me hacía diferente. A veces, en mis sueños, veía ojos enormes, profundos como el mar. Aquellos ojos eran los mismos que sentía en mi interior. La conexión que no comprendía, la fuerza ancestral que me pertenecía y que, sin quererlo, me arrastraba. Era mi madre quien me sacó de allí. La misma mujer que siempre había sido una sombra distante, a veces cálida, a veces fría, pero siempre con un aire de autoridad que parecía rodearla. Esa mujer, la que hablaba en susurros con el viento, que nunca dejaba de estudiar los antiguos textos y las viejas escrituras de la Hermandad del Kraken, fue quien me sacó del convento, de mi protección, de mi escondite. Y lo hizo con una sonrisa que nunca pude descifrar, una sonrisa que llevaba consigo una carga de tristeza y aceptación. Al principio, no entendí lo que sucedía. No entendí por qué estaba siendo entregada a aquellos que me miraban como si fuera algo más que una niña, como si fuera una pieza de un rompecabezas al que le faltaba su lugar. Lo comprendí cuando ya era demasiado tarde, cuando mi madre, la mujer que debería haberme protegido, me entregó sin remordimientos a una organización con oscuros fines. La Hermandad del Kraken. ¿Cómo podría ella? ¿Cómo pudo venderme? ¿Por qué me entregó a aquellos que querían usarme como un simple instrumento? Me sentí perdida, atrapada en una red de mentiras y manipulaciones. De repente, todo lo que había conocido, todo lo que pensaba que era real, se desmoronó ante mis ojos. A medida que pasaban los años, comencé a entender que mi madre no era simplemente una madre. Era una sacerdotisa, una mujer que había consagrado su vida a un propósito más grande que ella misma. Y ese propósito no me incluía como su hija, sino como un medio para un fin: el despertar del Kraken. Mi madre nunca me habló directamente de la Hermandad, ni de lo que se esperaba de mí. Pero yo sabía que, en algún lugar profundo de mi ser, algo se despertaba. Mi vínculo con el Kraken no era un simple destino. Era un llamado que siempre había estado latente, esperando el momento adecuado para salir a la luz. Las voces que escuchaba en mis sueños, los ecos de los mares y las olas que parecían hablarme, todo encajaba en un puzzle que me aterraba. El Kraken, ese monstruo primordial, no solo era un mito. Era real. Y yo era la pieza clave para desatarlo. Me encontraba en medio de dos mundos. La bondad de Gazú, mi padre adoptivo, el hombre que me dio amor cuando mi madre me abandonó, y el oscuro destino que la Hermandad había trazado para mí. Gazú me ofreció protección, un refugio del caos que me rodeaba, pero el peso de lo que estaba en juego, el destino que me perseguía, me alejaba de él. Mi amor por él era la única ancla que me mantenía a flote, pero ni él ni yo sabíamos lo que se avecinaba. Recuerdo las noches solitarias, mirando al horizonte, buscando respuestas que nunca llegaban. Mis poderes, esas habilidades que no entendía del todo, comenzaban a crecer dentro de mí. No era solo una niña común. Había algo en mis venas, algo que me conectaba con las aguas del océano, con el monstruo que se escondía en las profundidades. Y ahora, al mirar las olas chocando contra la costa, entendí que no podía escapar de esto. El Kraken ya estaba despertando, y yo no podía ignorarlo. No podía evitarlo. Mi destino estaba sellado, marcado por la sangre de mi madre, por la conexión que no podía cortar. El Kraken me llamaba, y yo tenía que decidir qué hacer con ese poder. Me he pasado toda la vida huyendo de lo que soy, pero ahora no puedo seguir corriendo. El futuro está frente a mí, y aunque mi corazón me grite que no debo seguir el camino de la Hermandad, sé que algo más grande que yo ya ha comenzado. Y quizás, por primera vez, pueda elegir qué hacer con el poder que corre por mis venas. Sabía que no podía huir para siempre. El Kraken había comenzado a despertar, y su destino estaba intrínsecamente ligado a ese monstruo del abismo. Pero, a medida que la tormenta arremetía alrededor de ella, Jade entendió que no sería solo un instrumento para los fines de la Hermandad. Ella tendría que decidir por sí misma qué hacer con el poder que le otorgaba su sangre y su linaje. En ese momento, Jade tomó una decisión. "No seré su marioneta", susurró con determinación. "El Kraken no me controlará. Lo despertaré, pero será a mi manera." Con un último vistazo a las olas embravecidas, Jade dio un paso atrás, alejándose del borde. El destino no la había elegido, ni la Hermandad, ni el Kraken. Sería ella quien decidiría su futuro, aunque eso significara desafiar a la misma organización que la había creado y, posiblemente, a la fuerza de los mares. La lucha por su libertad comenzaba esa noche.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    20
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    Me gusta
    7
    0 turnos 0 maullidos 1295 vistas
  • — Ahora si no hay pretextos ya me voy a levantar.—
    — Ahora si no hay pretextos ya me voy a levantar.—
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos 130 vistas
  • #MiniActualización #Novedades

    ATENCIÓN FICROLERS
    Información proporcionada por el admin en el server de Discord de FicRol:

    · Las "Salas de rol" ahora serán denominadas como "Lugares de rol"

    Para enfocar más la inmersión de rol en lo que son las salas, se han cambiado los textos y denominaciones de salas por lugar/lugares.

    Ejemplo: ingresó al lugar, abandonó el lugar, fue expulsado del lugar, crear un lugar, etcétera

    / Recuerda que puedes acceder al servidor de Discord de FicRol en los banner de acceso directo situados en los menú de Inicio (Amigos y seguidores, Descubrir, Populares, Global) en la versión de escritorio.
    #MiniActualización #Novedades 📣 ATENCIÓN FICROLERS Información proporcionada por el admin en el server de Discord de FicRol: · Las "Salas de rol" ahora serán denominadas como "Lugares de rol" Para enfocar más la inmersión de rol en lo que son las salas, se han cambiado los textos y denominaciones de salas por lugar/lugares. Ejemplo: ingresó al lugar, abandonó el lugar, fue expulsado del lugar, crear un lugar, etcétera / Recuerda que puedes acceder al servidor de Discord de FicRol en los banner de acceso directo situados en los menú de Inicio (Amigos y seguidores, Descubrir, Populares, Global) en la versión de escritorio.
    Me gusta
    Me encocora
    5
    0 turnos 0 maullidos 1269 vistas
  • 𝑺𝒆𝒂𝒓𝒄𝒉 𝒂𝒏𝒅 𝑭𝒊𝒏𝒅 (c/ Xie YanZhan)
    Categoría Slice of Life
    ㅤEn su mano portaba una pequeña piedra roja, aquella forma perfectamente redonda le daba una imagen simple y barata, no obstante el rostro del joven lucía nervioso antes de apretar su puño sobre aquella pequeña gema nuevamente. LiXue daba dos pasos y sentía la necesidad de revisar que en su mano aún se encontrara esa pequeña posesión. Era en momentos como esos que se arrepentía totalmente de la decisión de jugar con su destino, desafiando a aquel demonio zorro y robando su alma.

    ㅤSi, Lixue se había tornado en un demonio más poderoso aunque aún no fuera lo suficientemente fuerte, había puesto en vista que era capaz de mucho más de lo que todos creían de alguien como él, incluso se había impresionado a sí mismo en aquel entonces.

    ㅤO así había sido hasta que las consecuencias se presentaron de forma que cambiaría el resto de su vida de un modo bastante inconveniente.

    ㅤClaro que había escuchado con anterioridad que los demonios conocidos como Húli Jïng eran portadores de una joya que contenía la esencia de su alma, pues cada libro de demonología hablaba de cómo estos doblegarían su voluntad si esta piedra se les era arrebatada, concederían deseos o se convertirían en fieles esclavos con tal de asegurar su integridad; y cuando él se hizo con una de ellas pudo comprobar todo lo que aquellos antiguos textos profesaban entre sus amarillentas páginas.

    ㅤAsí es, Lixue había tenido bajo su control a una de estas maravillosas criaturas luego de robarle su alma, para descontento del reino demoníaco, era el alma de una de un Húli Jïng de avanzado rango, el ser todopoderoso que luego de desarrollar sus habilidades por siglos, había sido emboscado por un débil remanente cuyos huesos se aplastarían bajo el peso de la pata de esta criatura.

    ㅤNo obstante, el joven de apellido Song había logrado lo que otros ni siquiera hubieran imaginado antes de morir y había logrado hacer que uno de los espíritus más temidos se hincara de rodillas y pidiera por piedad incluso teniendo la oportunidad de obtener un deseo o eliminar la sangre celestial que por su torrente circulaba, tendría el pase al reino de los demonios totalmente asegurada.

    ㅤPero no era así cómo quería hacerlo y él tenía sus propios planes. Allí, en el limbo entre el reino de los mortales y la entrada a lo que muchos describieron como el infierno, Lixue apretó su puño concentrado cada esfuerzo y energía en su palma y frente a cientos de ojos atónitos, aquel demonio se volvió cenizas. Con suficiencia, Lixue miró al frente y con una mirada comunicó con claridad su intención “Me desharé de cada uno de ustedes”.

    ㅤPero su mirada desafiante se opacó con rapidez en el momento en que se vió envuelto en una nube de cenizas que apretaba su pecho hasta asfixiarlo a tal punto que en cada bocanada desesperada de aire aspiraba un poco de aquel ceniciento que lo abrazaba y prontamente en su mano apretada volvió a sentir una sensación familiar, una que apenas unos instantes atrás había experimentado. En su puño, los pequeños trozos que anteriormente se habían incrustado en su piel parecían tener propia memoria, volviendo a juntarse en una misma pieza como la original que se había destrozado anteriormente.

    ㅤPodía sentir que algo en él había cambiado notoriamente y su mente, a pesar del shock, había sido capaz de hilar los puntos y aunque nunca había visto, escuchado o leído de que algo como eso pudiera pasar, luego de aquel evento la realidad de Lixue ahora era otra.

    ㅤTal cómo aquel día, su mano se apretaba con fuerza alrededor de este nuevo artefacto que ahora contenía parte de su alma, temiendo cuál sería su destino si lo perdía de vista, por lo que siempre solía llevarlo encima en un pequeño collar, sin embargo, esta no era una piedra normal y cada cadena terminaba corroída y desgastada en cuestión de meses incluso si la encantaba, el proceso era desgastante. En la búsqueda de una solución un poco más duradera, en un libro creyó encontrar algo útil sobre artefactos que cargaran con una energía propia, tal como esas espadas antiguas indestructibles que poseían un núcleo propio, existían todo tipos de artefactos de este estilo, el problema sería encontrarlos o dar con una persona que pudiera hacerlos, teniendo en cuenta que actualmente el número de cultivadores y alquimistas se había reducido.

    ㅤSus contactos se habían puesto en marcha para encontrar un fabricante, pero en lo que la búsqueda daba frutos, alguien le había recomendado una tienda de antigüedades cuya energía era un tanto peculiar, presumiblemente por que en ella se albergaban artefactos especiales, quizás entre ellos podría encontrar lo que necesitaba.

    ㅤAfortunadamente el lugar estaba tan cerca de la cafetería que podía ubicarlo con facilidad, y aunque esa sensación nerviosa persistía en cada paso que daba en la acera, la familiaridad del lugar le otorgaba un poco más de seguridad y eliminar cualquier vestigio de preocupación en su rostro a la hora de entrar en la tienda fue bastante sencillo, aunque estaba seguro que en la oscuridad del lugar, sus expresiones no importaban básicamente porque apenas se podía distinguir algo allí.

    ㅤㅤ⸻ Buenas tardes.

    ㅤHabló con su voz haciéndose notar entre las paredes. No veía un timbre, tampoco ningún empleado, pero oía pequeños movimientos y a su nariz un aroma distinto llegaba para hacerse destacar sobre el típico aroma a polvo y paso del tiempo que usualmente tienen los artefactos que allí se podrían alojar.

    ㅤEn la espera de que alguien apareciera, apoyó parte de su cuerpo sobre el mostrador de entrada, sabía que había alguien cerca, solo era cuestión de esperar por una respuesta.

    Yan Zhan Xie
    ㅤEn su mano portaba una pequeña piedra roja, aquella forma perfectamente redonda le daba una imagen simple y barata, no obstante el rostro del joven lucía nervioso antes de apretar su puño sobre aquella pequeña gema nuevamente. LiXue daba dos pasos y sentía la necesidad de revisar que en su mano aún se encontrara esa pequeña posesión. Era en momentos como esos que se arrepentía totalmente de la decisión de jugar con su destino, desafiando a aquel demonio zorro y robando su alma. ㅤSi, Lixue se había tornado en un demonio más poderoso aunque aún no fuera lo suficientemente fuerte, había puesto en vista que era capaz de mucho más de lo que todos creían de alguien como él, incluso se había impresionado a sí mismo en aquel entonces. ㅤO así había sido hasta que las consecuencias se presentaron de forma que cambiaría el resto de su vida de un modo bastante inconveniente. ㅤClaro que había escuchado con anterioridad que los demonios conocidos como Húli Jïng eran portadores de una joya que contenía la esencia de su alma, pues cada libro de demonología hablaba de cómo estos doblegarían su voluntad si esta piedra se les era arrebatada, concederían deseos o se convertirían en fieles esclavos con tal de asegurar su integridad; y cuando él se hizo con una de ellas pudo comprobar todo lo que aquellos antiguos textos profesaban entre sus amarillentas páginas. ㅤAsí es, Lixue había tenido bajo su control a una de estas maravillosas criaturas luego de robarle su alma, para descontento del reino demoníaco, era el alma de una de un Húli Jïng de avanzado rango, el ser todopoderoso que luego de desarrollar sus habilidades por siglos, había sido emboscado por un débil remanente cuyos huesos se aplastarían bajo el peso de la pata de esta criatura. ㅤNo obstante, el joven de apellido Song había logrado lo que otros ni siquiera hubieran imaginado antes de morir y había logrado hacer que uno de los espíritus más temidos se hincara de rodillas y pidiera por piedad incluso teniendo la oportunidad de obtener un deseo o eliminar la sangre celestial que por su torrente circulaba, tendría el pase al reino de los demonios totalmente asegurada. ㅤPero no era así cómo quería hacerlo y él tenía sus propios planes. Allí, en el limbo entre el reino de los mortales y la entrada a lo que muchos describieron como el infierno, Lixue apretó su puño concentrado cada esfuerzo y energía en su palma y frente a cientos de ojos atónitos, aquel demonio se volvió cenizas. Con suficiencia, Lixue miró al frente y con una mirada comunicó con claridad su intención “Me desharé de cada uno de ustedes”. ㅤPero su mirada desafiante se opacó con rapidez en el momento en que se vió envuelto en una nube de cenizas que apretaba su pecho hasta asfixiarlo a tal punto que en cada bocanada desesperada de aire aspiraba un poco de aquel ceniciento que lo abrazaba y prontamente en su mano apretada volvió a sentir una sensación familiar, una que apenas unos instantes atrás había experimentado. En su puño, los pequeños trozos que anteriormente se habían incrustado en su piel parecían tener propia memoria, volviendo a juntarse en una misma pieza como la original que se había destrozado anteriormente. ㅤPodía sentir que algo en él había cambiado notoriamente y su mente, a pesar del shock, había sido capaz de hilar los puntos y aunque nunca había visto, escuchado o leído de que algo como eso pudiera pasar, luego de aquel evento la realidad de Lixue ahora era otra. ㅤTal cómo aquel día, su mano se apretaba con fuerza alrededor de este nuevo artefacto que ahora contenía parte de su alma, temiendo cuál sería su destino si lo perdía de vista, por lo que siempre solía llevarlo encima en un pequeño collar, sin embargo, esta no era una piedra normal y cada cadena terminaba corroída y desgastada en cuestión de meses incluso si la encantaba, el proceso era desgastante. En la búsqueda de una solución un poco más duradera, en un libro creyó encontrar algo útil sobre artefactos que cargaran con una energía propia, tal como esas espadas antiguas indestructibles que poseían un núcleo propio, existían todo tipos de artefactos de este estilo, el problema sería encontrarlos o dar con una persona que pudiera hacerlos, teniendo en cuenta que actualmente el número de cultivadores y alquimistas se había reducido. ㅤSus contactos se habían puesto en marcha para encontrar un fabricante, pero en lo que la búsqueda daba frutos, alguien le había recomendado una tienda de antigüedades cuya energía era un tanto peculiar, presumiblemente por que en ella se albergaban artefactos especiales, quizás entre ellos podría encontrar lo que necesitaba. ㅤAfortunadamente el lugar estaba tan cerca de la cafetería que podía ubicarlo con facilidad, y aunque esa sensación nerviosa persistía en cada paso que daba en la acera, la familiaridad del lugar le otorgaba un poco más de seguridad y eliminar cualquier vestigio de preocupación en su rostro a la hora de entrar en la tienda fue bastante sencillo, aunque estaba seguro que en la oscuridad del lugar, sus expresiones no importaban básicamente porque apenas se podía distinguir algo allí. ㅤ ㅤㅤ⸻ Buenas tardes. ㅤHabló con su voz haciéndose notar entre las paredes. No veía un timbre, tampoco ningún empleado, pero oía pequeños movimientos y a su nariz un aroma distinto llegaba para hacerse destacar sobre el típico aroma a polvo y paso del tiempo que usualmente tienen los artefactos que allí se podrían alojar. ㅤEn la espera de que alguien apareciera, apoyó parte de su cuerpo sobre el mostrador de entrada, sabía que había alguien cerca, solo era cuestión de esperar por una respuesta. ㅤ [legend_malachite_lobster_769]
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    3
    1 turno 0 maullidos 1113 vistas
  • ¿Es posible burlar a la muerte?

    Para Kazuo, esto era algo innato. Había burlado a la muerte por más de 1,200 año. Pero ahora la cuenta regresiva se sentía más cerca que nunca. En un acto de amor, Kazuo vinculó su alma a la de Elizabeth. El día en que ella dé su último suspiro, él la acompañará.

    Aunque morir por amor suene muy romántico, Kazuo tenía la certeza de que volvería a reencarnar siendo quien es. Pero... ¿podría vivir una nueva vida sin ella? ¿Cómo sabría si ella se reencarnaría? ¿Y él, recordaría algo?

    Eran demasiados cabos sueltos, demasiada incertidumbre que el zorro no estaba dispuesto a asumir. Había dedicado sus últimas semanas a buscar información en libros, documentos y escritos de cualquier tipo que pudieran darle pistas sobre algo, algún hilo del que poder tirar.

    Algunos textos hablaban de un lugar más allá de Kyoto, un lugar en ruinas tan, o incluso más, antiguo que él. Decidió salir en la noche, solo... Probablemente recibiría una reprimenda, pero iba a ser un viaje de ida y vuelta en la misma noche; casi tendría que ir como un espíritu, en su forma de zorro, a través del bosque. Llevar a alguien con él haría imposible alcanzar esa velocidad.

    Llegó a aquellas ruinas, un amasijo de escombros cubiertos por la densidad del bosque, pero que emanaban un aura especial. Aquel sitio había sido antaño un lugar sagrado de extrema importancia. Seguramente, había sido destruido antes de la unificación de Japón; de ahí su estado.

    En una de las paredes había runas, símbolos y kanjis más antiguos que él mismo. Eran pocos los conocimientos que escapaban al saber del zorro, pero aquello era algo más grande que él: un conocimiento arcano. Decidió anotar todos los símbolos, memorizarlos e intentar encajar un significado con otro. Después de varias horas de recopilación, decidió marcharse de esas ruinas. No sabía si había encontrado el hilo que buscaba, pero al menos ya tenía más de lo que había podido averiguar hasta ahora.
    ¿Es posible burlar a la muerte? Para Kazuo, esto era algo innato. Había burlado a la muerte por más de 1,200 año. Pero ahora la cuenta regresiva se sentía más cerca que nunca. En un acto de amor, Kazuo vinculó su alma a la de Elizabeth. El día en que ella dé su último suspiro, él la acompañará. Aunque morir por amor suene muy romántico, Kazuo tenía la certeza de que volvería a reencarnar siendo quien es. Pero... ¿podría vivir una nueva vida sin ella? ¿Cómo sabría si ella se reencarnaría? ¿Y él, recordaría algo? Eran demasiados cabos sueltos, demasiada incertidumbre que el zorro no estaba dispuesto a asumir. Había dedicado sus últimas semanas a buscar información en libros, documentos y escritos de cualquier tipo que pudieran darle pistas sobre algo, algún hilo del que poder tirar. Algunos textos hablaban de un lugar más allá de Kyoto, un lugar en ruinas tan, o incluso más, antiguo que él. Decidió salir en la noche, solo... Probablemente recibiría una reprimenda, pero iba a ser un viaje de ida y vuelta en la misma noche; casi tendría que ir como un espíritu, en su forma de zorro, a través del bosque. Llevar a alguien con él haría imposible alcanzar esa velocidad. Llegó a aquellas ruinas, un amasijo de escombros cubiertos por la densidad del bosque, pero que emanaban un aura especial. Aquel sitio había sido antaño un lugar sagrado de extrema importancia. Seguramente, había sido destruido antes de la unificación de Japón; de ahí su estado. En una de las paredes había runas, símbolos y kanjis más antiguos que él mismo. Eran pocos los conocimientos que escapaban al saber del zorro, pero aquello era algo más grande que él: un conocimiento arcano. Decidió anotar todos los símbolos, memorizarlos e intentar encajar un significado con otro. Después de varias horas de recopilación, decidió marcharse de esas ruinas. No sabía si había encontrado el hilo que buscaba, pero al menos ya tenía más de lo que había podido averiguar hasta ahora.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos 829 vistas
Ver más resultados
Patrocinados