• — Algo esta perturbando mi sueño... soñaba con una belleza y ahora aparece una enana en mis sueños... uh...
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  • Vestigia .
    La noche ..

    - He sobrepasado el umbral de lo permitido, asumiré la consecuencia si es lo debido, no importa, por tu sueño, por tu noche, cualquier costo es nada comparado a los placeres que yo viviré .

    Soy yo de nuevo, el que atraviesa los muros como sombra en la noche y llega a tus sueños, derepente y entonces me invitaste, tu voz yo la oí de lejos, a distancia y no me negué a escuchar tu plegaria .

    Me infiltre está noche entre tus sábanas, al encontrarte dormida no dude yo de tomar de ti lo que deseaba, me acerque a tu oído y al monstruo que habita en lo profundo de tu alma, mi amada bestia, furiosa, te llamé, soy aquel que no tiene nombre, hoy me pondré la máscara del pirata de las flores, te contaré una historia grandiosa, susurros míos que te adormecen al tiempo yo te voy desvistiendo, suave y lentamente, mis manos acariciando tu piel con mis dedos suavemente deslizan las prendas que cubren tu piel, yo me encanto de todo lo que veo, me he puesto a tus pies y sujetando ambos los he llenado de besos cariñosos, mis labios conquistan tus piernas, yo sonrió y acariciando con mi rostro tu entrepierna me adueñó de tu aroma, de tu esencia, he llegado a un punto donde no puedo detener mis acciones, elevando tus piernas con algo de fuerza, mis manos suavemente retiran las prendas que cubren tu intimidad, dejando expuesta a mi merced la virtud femenina, vaya delirio el mio, no he dudado un instante en sujetar tus piernas con firmeza y acariciarte suavemente con mi lengua, poco a tus fluidos se derraman en mi boca, el elixir me provoca perversión, de la más pura, dulce nectar, lo quiero todo, lo quiero siempre, la cama es sacudida por el peso de mi cuerpo, tiemblas y te esfuerzas por apartarme un poco de ti, pero era tarde ya para negarse, sin dejar de mencionar que aquellos dulces ojitos reflejaban el fuego de mi tesoro ardiendo, no hubo tiempo para desahogar por completo el amor y su apasionante deseo y placer por el sexo, llegado el día yo ya no estaba, pero en tu mente el recuerdo de una noche inolvidable se encontraba, nos faltaran días, pero sera nuestra la eternidad .
    Vestigia . La noche .. - He sobrepasado el umbral de lo permitido, asumiré la consecuencia si es lo debido, no importa, por tu sueño, por tu noche, cualquier costo es nada comparado a los placeres que yo viviré . Soy yo de nuevo, el que atraviesa los muros como sombra en la noche y llega a tus sueños, derepente y entonces me invitaste, tu voz yo la oí de lejos, a distancia y no me negué a escuchar tu plegaria . Me infiltre está noche entre tus sábanas, al encontrarte dormida no dude yo de tomar de ti lo que deseaba, me acerque a tu oído y al monstruo que habita en lo profundo de tu alma, mi amada bestia, furiosa, te llamé, soy aquel que no tiene nombre, hoy me pondré la máscara del pirata de las flores, te contaré una historia grandiosa, susurros míos que te adormecen al tiempo yo te voy desvistiendo, suave y lentamente, mis manos acariciando tu piel con mis dedos suavemente deslizan las prendas que cubren tu piel, yo me encanto de todo lo que veo, me he puesto a tus pies y sujetando ambos los he llenado de besos cariñosos, mis labios conquistan tus piernas, yo sonrió y acariciando con mi rostro tu entrepierna me adueñó de tu aroma, de tu esencia, he llegado a un punto donde no puedo detener mis acciones, elevando tus piernas con algo de fuerza, mis manos suavemente retiran las prendas que cubren tu intimidad, dejando expuesta a mi merced la virtud femenina, vaya delirio el mio, no he dudado un instante en sujetar tus piernas con firmeza y acariciarte suavemente con mi lengua, poco a tus fluidos se derraman en mi boca, el elixir me provoca perversión, de la más pura, dulce nectar, lo quiero todo, lo quiero siempre, la cama es sacudida por el peso de mi cuerpo, tiemblas y te esfuerzas por apartarme un poco de ti, pero era tarde ya para negarse, sin dejar de mencionar que aquellos dulces ojitos reflejaban el fuego de mi tesoro ardiendo, no hubo tiempo para desahogar por completo el amor y su apasionante deseo y placer por el sexo, llegado el día yo ya no estaba, pero en tu mente el recuerdo de una noche inolvidable se encontraba, nos faltaran días, pero sera nuestra la eternidad .
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  • Muchos de nosotros no estamos viviendo nuestros sueños porque tememos vivir nuestros miedos ♥
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  • Me miro en el espejo... Me veo a mí misma... Necesito espacio para mis sueños... Tengo que sumergirse en mis fantasías... Sé que tan pronto como llegue... Todo es posible... Porque nadie tiene que esconderse... Más allá de lo invisible.
    Me miro en el espejo... Me veo a mí misma... Necesito espacio para mis sueños... Tengo que sumergirse en mis fantasías... Sé que tan pronto como llegue... Todo es posible... Porque nadie tiene que esconderse... Más allá de lo invisible.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Tanta verdad
    que entre mis sueños
    te puedo amar.

    Nuestro amor es así
    late por mi
    dentro de ti.

    Aunque lejos estés
    siempre estar
    cuidándote.

    Nuestras almas lo se
    van unidas por la eternidad.
    No preguntes por qué
    sólo Dios sabe cunto te amé

    https://youtu.be/FTMlqQ_ir6M?si=zPGYn2LF7jMzsJjb
    Tanta verdad que entre mis sueños te puedo amar. Nuestro amor es así late por mi dentro de ti. Aunque lejos estés siempre estar cuidándote. Nuestras almas lo se van unidas por la eternidad. No preguntes por qué sólo Dios sabe cunto te amé https://youtu.be/FTMlqQ_ir6M?si=zPGYn2LF7jMzsJjb
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  • ~{Los Hilos Del Destino}~

    En el mundo moderno, Apolo, conocido como Alex Delos, sigue su labor como visionario y guía, equilibrando tecnología y arte en su empresa llamada Helios Innovations. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. Las Moiras, las diosas del destino, han comenzado a intervenir en los hilos de su vida, tejiendo una trama que pondrá a prueba su poder y su voluntad.


    El Encuentro Inesperado

    Todo comienza cuando Apolo empieza a tener visiones fragmentadas de un futuro incierto. En sus sueños, ve a las Moiras—Cloto, Láquesis y Átropos—sentadas en torno a un telar cósmico. Cada noche, las visiones se vuelven más claras: las Moiras están manipulando los hilos de su destino, intentando alterar su camino.

    Una noche, mientras medita en el Templo de la Luz en Delos, Apolo siente una presencia poderosa. Las sombras se alargan y las tres diosas aparecen ante él.

    Cloto: “Apolo, tus acciones en el mundo de los mortales han perturbado el equilibrio del destino.”

    Láquesis: “Has desafiado los designios escritos, alterando el curso de la humanidad con tu luz y tu conocimiento.”

    Átropos: “Ahora, debemos intervenir para asegurarnos de que el equilibrio sea restaurado.”

    El Dilema del Destino

    Apolo, desafiante, les responde que su misión siempre ha sido iluminar a la humanidad, no dictar su destino. Sin embargo, las Moiras advierten que sus intervenciones están alterando el tejido del tiempo, creando posibilidades que no deberían existir. Le ofrecen un ultimátum: renunciar a su influencia en el mundo mortal o enfrentar las consecuencias de un destino impredecible.

    Apolo, determinado a proteger a la humanidad y su legado, decide enfrentarse a las Moiras. Sabe que no puede cambiar el destino directamente, pero sí puede influir en cómo se desarrolla.

    La Búsqueda de los Hilos Perdidos

    Para desafiar a las Moiras, Apolo debe encontrar tres hilos dorados ocultos en diferentes rincones del mundo, cada uno representando una parte esencial de su ser: su pasado, su presente, y su futuro. Con la ayuda de sus aliados en Helios Innovations, comienza una búsqueda que lo llevará a lugares antiguos, llenos de secretos olvidados.

    Cada hilo está protegido por pruebas que desafían sus convicciones:
    • El Hilo del Pasado: En el santuario de Delfos, Apolo enfrenta visiones de sus errores y pérdidas, incluidas las sombras de sus amores pasados. Debe aceptarlos para recuperar el hilo.
    • El Hilo del Presente: En la ciudad de Atenas, debe resolver un enigma que involucra la conexión entre la tecnología y la naturaleza, demostrando que puede equilibrar ambos mundos sin destruir el destino.
    • El Hilo del Futuro: En una cueva oculta en Creta, Apolo confronta una visión de un mundo sin su luz, donde la oscuridad domina. Para reclamar el hilo, debe reafirmar su propósito y su fe en la humanidad.

    El Confrontación Final

    Con los tres hilos dorados en su poder, Apolo regresa a Delos para enfrentar a las Moiras. Las diosas están impresionadas por su determinación, pero no convencidas. Le ofrecen una última prueba: entrelazar los hilos en el telar cósmico sin romper el equilibrio del destino.

    Apolo, guiado por su sabiduría y su amor por los mortales, teje cuidadosamente los hilos, creando un patrón que permite tanto la libertad como la inevitabilidad del destino. Al finalizar, las Moiras lo observan en silencio, antes de otorgarle su bendición.

    Cloto: “Has demostrado que incluso el destino puede ser moldeado sin romperse.”

    Láquesis: “Tu luz puede coexistir con los designios escritos.”

    Átropos: “Continúa tu camino, Apolo, pero recuerda siempre que el destino es un lienzo frágil.”

    El Nuevo Amanecer

    Con la aprobación de las Moiras, Apolo retoma su vida en la Tierra, más consciente de la delicada danza entre el destino y la libre voluntad. Helios Innovations florece como un faro de inspiración, y Apolo, como Alex Delos, sigue guiando a la humanidad con su luz, sabiendo que su lugar en el telar del destino está seguro, al menos por ahora.

    ~{Los Hilos Del Destino}~ En el mundo moderno, Apolo, conocido como Alex Delos, sigue su labor como visionario y guía, equilibrando tecnología y arte en su empresa llamada Helios Innovations. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. Las Moiras, las diosas del destino, han comenzado a intervenir en los hilos de su vida, tejiendo una trama que pondrá a prueba su poder y su voluntad. El Encuentro Inesperado Todo comienza cuando Apolo empieza a tener visiones fragmentadas de un futuro incierto. En sus sueños, ve a las Moiras—Cloto, Láquesis y Átropos—sentadas en torno a un telar cósmico. Cada noche, las visiones se vuelven más claras: las Moiras están manipulando los hilos de su destino, intentando alterar su camino. Una noche, mientras medita en el Templo de la Luz en Delos, Apolo siente una presencia poderosa. Las sombras se alargan y las tres diosas aparecen ante él. Cloto: “Apolo, tus acciones en el mundo de los mortales han perturbado el equilibrio del destino.” Láquesis: “Has desafiado los designios escritos, alterando el curso de la humanidad con tu luz y tu conocimiento.” Átropos: “Ahora, debemos intervenir para asegurarnos de que el equilibrio sea restaurado.” El Dilema del Destino Apolo, desafiante, les responde que su misión siempre ha sido iluminar a la humanidad, no dictar su destino. Sin embargo, las Moiras advierten que sus intervenciones están alterando el tejido del tiempo, creando posibilidades que no deberían existir. Le ofrecen un ultimátum: renunciar a su influencia en el mundo mortal o enfrentar las consecuencias de un destino impredecible. Apolo, determinado a proteger a la humanidad y su legado, decide enfrentarse a las Moiras. Sabe que no puede cambiar el destino directamente, pero sí puede influir en cómo se desarrolla. La Búsqueda de los Hilos Perdidos Para desafiar a las Moiras, Apolo debe encontrar tres hilos dorados ocultos en diferentes rincones del mundo, cada uno representando una parte esencial de su ser: su pasado, su presente, y su futuro. Con la ayuda de sus aliados en Helios Innovations, comienza una búsqueda que lo llevará a lugares antiguos, llenos de secretos olvidados. Cada hilo está protegido por pruebas que desafían sus convicciones: • El Hilo del Pasado: En el santuario de Delfos, Apolo enfrenta visiones de sus errores y pérdidas, incluidas las sombras de sus amores pasados. Debe aceptarlos para recuperar el hilo. • El Hilo del Presente: En la ciudad de Atenas, debe resolver un enigma que involucra la conexión entre la tecnología y la naturaleza, demostrando que puede equilibrar ambos mundos sin destruir el destino. • El Hilo del Futuro: En una cueva oculta en Creta, Apolo confronta una visión de un mundo sin su luz, donde la oscuridad domina. Para reclamar el hilo, debe reafirmar su propósito y su fe en la humanidad. El Confrontación Final Con los tres hilos dorados en su poder, Apolo regresa a Delos para enfrentar a las Moiras. Las diosas están impresionadas por su determinación, pero no convencidas. Le ofrecen una última prueba: entrelazar los hilos en el telar cósmico sin romper el equilibrio del destino. Apolo, guiado por su sabiduría y su amor por los mortales, teje cuidadosamente los hilos, creando un patrón que permite tanto la libertad como la inevitabilidad del destino. Al finalizar, las Moiras lo observan en silencio, antes de otorgarle su bendición. Cloto: “Has demostrado que incluso el destino puede ser moldeado sin romperse.” Láquesis: “Tu luz puede coexistir con los designios escritos.” Átropos: “Continúa tu camino, Apolo, pero recuerda siempre que el destino es un lienzo frágil.” El Nuevo Amanecer Con la aprobación de las Moiras, Apolo retoma su vida en la Tierra, más consciente de la delicada danza entre el destino y la libre voluntad. Helios Innovations florece como un faro de inspiración, y Apolo, como Alex Delos, sigue guiando a la humanidad con su luz, sabiendo que su lugar en el telar del destino está seguro, al menos por ahora.
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  • 𝕷os días volvieron a ser ajetreados; hacía mucho que no se dormía con tanta rapidez. 𝕻ara su suerte, el insomnio emprendió viaje y, aunque su vida era un caos andante, su descanso no se vio afectado. 𝕿an pronto como su cabeza reposó sobre la cómoda almohada, se adentró en el mundo de los sueños, quedándose completamente dormida.
    𝕷os días volvieron a ser ajetreados; hacía mucho que no se dormía con tanta rapidez. 𝕻ara su suerte, el insomnio emprendió viaje y, aunque su vida era un caos andante, su descanso no se vio afectado. 𝕿an pronto como su cabeza reposó sobre la cómoda almohada, se adentró en el mundo de los sueños, quedándose completamente dormida.
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  • #BitchLife #FreeRol

    Con una sonrisa brillante y una energía contagiosa, Nathan se sienta en el borde de la barra, atrayendo la atención de los clientes que llenan el night club. Su voz resuena, pizarezca y jovial, por encima de la música, clara y con ese tono seductor que lo caracteriza.

    --- ¡Buenas noches, mis adorables criaturas de la oscuridad y el desenfreno! ---exclama, levantando los brazos teatralmente--- Es viernes, la noche es joven, y este es el mejor lugar para que los sueños y los pecados se mezclen en la misma copa.

    Con un giro coqueto, desliza su mirada por el público, asegurándose de que cada persona sienta que le está hablando directamente.

    --- Así que, ¿qué será? ¿Un cóctel que haga latir tu corazón más rápido o algo tan suave que ni siquiera sientas cuando pierdes el control?
    #BitchLife #FreeRol Con una sonrisa brillante y una energía contagiosa, Nathan se sienta en el borde de la barra, atrayendo la atención de los clientes que llenan el night club. Su voz resuena, pizarezca y jovial, por encima de la música, clara y con ese tono seductor que lo caracteriza. --- ¡Buenas noches, mis adorables criaturas de la oscuridad y el desenfreno! ---exclama, levantando los brazos teatralmente--- Es viernes, la noche es joven, y este es el mejor lugar para que los sueños y los pecados se mezclen en la misma copa. Con un giro coqueto, desliza su mirada por el público, asegurándose de que cada persona sienta que le está hablando directamente. --- Así que, ¿qué será? ¿Un cóctel que haga latir tu corazón más rápido o algo tan suave que ni siquiera sientas cuando pierdes el control?
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  • Bueno le tomado decisiones , mi camino ... ya pensé y se lo que deseo , mis sueños para el futuro . Sera un camino largo pero no difícil , no es bonito iniciar desde cero ... pero la vida sigue .
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  • El sol brillaba intenso en el cielo azul, bañándolo con su cálida luz.

    Los pétalos bailaban a un ritmo suave, orquestado por el viento primaveral, y esparciendo su perfume dulce por todo el jardín.

    En el espacio resonaban los ladridos de Sebastián, creando un eco cada vez más cercano.

    De repente, el canino emergió de los arbustos con una rama en la boca.

    Ciel soltó una risa cantarina y feliz.

    —¡Buen perro! —lo felicitó con un par de palmaditas en la cabeza.

    Le sacudió las hojas que se le habían pegado en el pelaje durante su búsqueda, y tomando la rama, la volvió a lanzar con todas sus fuerzas lo más lejos posible.

    —¡Ve a por ella! —ordenó con firmeza, obligándose a contener una sonrisa para que el perro lo tomara en serio.

    Obedeciendo la orden de su pequeño amo, el perro negro volvió a correr, metiéndose nuevamente por los arbustos y yendo más allá del límite de los árboles del bosque que bordeaba la mansión.

    Pero Ciel no pudo seguir prestándole atención, porque unos pasos detrás suyo revelaron la abrupta aparición de sus padres.

    —Ciel —lo llamó su madre con una sonrisa hermosa.

    Ella era hermosa.

    La luz caía sobre ella y parecía etérea.

    —Es hora de entrar —le dijo amorosamente, dándole una caricia en la cabeza.

    Su padre asintió, su sonrisa era sutil pero igual de afectuosa.

    —Ven —añadió él, ofreciéndole la mano.

    Ciel sonrió y alargó la propia, sus manos a punto de tocarse...

    Pero abrió los ojos.

    Parpadeó con pesadez, despertando lentamente, los rostros de sus padres perdiéndose en los rincones más recónditos de su mente.

    Había estado soñando sobre tiempos felices otra vez.

    —¿Undertaker? —preguntó, su propia voz sintiéndose débil como su cuerpo.

    De todas formas Ciel intentó sentarse, lográndolo con dificultad.

    Luego, mirando la habitación e identificándola como su dormitorio, miró hacia el sepulturero, quien se encontraba sobre aquella máquina que lograba mantener a Ciel nutrido de su alimento.

    Sin ella, no sería posible que este cuerpo pudiera 'ser'.

    —Conde —dijo él suavemente—, vuelva a dormir.

    No quería.

    Pero terminó cerrando los ojos.

    Hundiéndose nuevamente en el mar de sueños.

    Una sonrisa dibujándose en su rostro dormido.
    El sol brillaba intenso en el cielo azul, bañándolo con su cálida luz. Los pétalos bailaban a un ritmo suave, orquestado por el viento primaveral, y esparciendo su perfume dulce por todo el jardín. En el espacio resonaban los ladridos de Sebastián, creando un eco cada vez más cercano. De repente, el canino emergió de los arbustos con una rama en la boca. Ciel soltó una risa cantarina y feliz. —¡Buen perro! —lo felicitó con un par de palmaditas en la cabeza. Le sacudió las hojas que se le habían pegado en el pelaje durante su búsqueda, y tomando la rama, la volvió a lanzar con todas sus fuerzas lo más lejos posible. —¡Ve a por ella! —ordenó con firmeza, obligándose a contener una sonrisa para que el perro lo tomara en serio. Obedeciendo la orden de su pequeño amo, el perro negro volvió a correr, metiéndose nuevamente por los arbustos y yendo más allá del límite de los árboles del bosque que bordeaba la mansión. Pero Ciel no pudo seguir prestándole atención, porque unos pasos detrás suyo revelaron la abrupta aparición de sus padres. —Ciel —lo llamó su madre con una sonrisa hermosa. Ella era hermosa. La luz caía sobre ella y parecía etérea. —Es hora de entrar —le dijo amorosamente, dándole una caricia en la cabeza. Su padre asintió, su sonrisa era sutil pero igual de afectuosa. —Ven —añadió él, ofreciéndole la mano. Ciel sonrió y alargó la propia, sus manos a punto de tocarse... Pero abrió los ojos. Parpadeó con pesadez, despertando lentamente, los rostros de sus padres perdiéndose en los rincones más recónditos de su mente. Había estado soñando sobre tiempos felices otra vez. —¿Undertaker? —preguntó, su propia voz sintiéndose débil como su cuerpo. De todas formas Ciel intentó sentarse, lográndolo con dificultad. Luego, mirando la habitación e identificándola como su dormitorio, miró hacia el sepulturero, quien se encontraba sobre aquella máquina que lograba mantener a Ciel nutrido de su alimento. Sin ella, no sería posible que este cuerpo pudiera 'ser'. —Conde —dijo él suavemente—, vuelva a dormir. No quería. Pero terminó cerrando los ojos. Hundiéndose nuevamente en el mar de sueños. Una sonrisa dibujándose en su rostro dormido.
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