• «No contactes este número de nuevo. Estás muerto para mí».

    Ocho años desde entonces. ¿O son diez? Ah, no importa. Nada importa. Recordar es un fastidio.

    El mensaje es corto y contundente, hacía más fáciles las cosas. Casi catártico, como eso que se siente al sacarse una astilla de madera.

    "Sawajiri, la ceremonia ya casi empieza. ¿Qué pasa? ¿Tus padres no vienen?"

    ¿Cuánto tiempo se había quedado ahí parado viendo el mensaje? Y no, por supuesto que no van a venir. Hacía falta una mentira. Están de viaje, la tía Akane se volvió a caer de la escalera, no importa. Nada importa.

    Qué fastidio son las ceremonias de graduación. ¿Usar una toga? Fastidio. ¿Estar sentado por horas? Fastidio. ¿Escuchar al director hablar como si los graduados fueran superhéroes? Fas. Ti. Dio.

    Y el mayor fastidio de todos era tener que decir el discurso de cierre. Sí, por alguna razón que encontraba inexplicable, él tenía que hacerlo.

    Oh, no, ya estaba tras el micrófono. ¿Qué se supone que debía decir? Ni siquiera quería ser profesor, eligió la carrera al azar. Literalmente al azar, lanzó un dardo a la página con la oferta curricular. Lo que sea para no darle gusto al viejo.

    —Yo...

    ¿Por qué carajo lo miraban tanto?

    —...te odio.

    ¿Qué fue lo que dijo?

    —Te odio. Me alegra estar muerto para ti.

    Confusión, murmullos, cabezas siendo rascadas y entrecejos levantándose. Qué lindo.

    —Estar muerto es mejor que tener que soportarte. Tampoco es que haya mucha diferencia. Aunque debería preguntarme de qué vida se supone que morí. Yo nunca tuve una vida propia, tenía que ser una jodida copia tuya. ¿Estoy muerto para ti? ¿Cuándo estuve vivo para ti?

    Ya varios de sus compañeros estaban de pie. No importa. Nada importa. Dos sillas vacías había en medio del caos. Siempre vacías.

    —Jódete.

    Bajó del escenario, caminó justo por el centro de la multitud. Se habrían alejado menos de un leproso.

    Pero no importa. Nada importa. Qué fastidio.
    «No contactes este número de nuevo. Estás muerto para mí». Ocho años desde entonces. ¿O son diez? Ah, no importa. Nada importa. Recordar es un fastidio. El mensaje es corto y contundente, hacía más fáciles las cosas. Casi catártico, como eso que se siente al sacarse una astilla de madera. "Sawajiri, la ceremonia ya casi empieza. ¿Qué pasa? ¿Tus padres no vienen?" ¿Cuánto tiempo se había quedado ahí parado viendo el mensaje? Y no, por supuesto que no van a venir. Hacía falta una mentira. Están de viaje, la tía Akane se volvió a caer de la escalera, no importa. Nada importa. Qué fastidio son las ceremonias de graduación. ¿Usar una toga? Fastidio. ¿Estar sentado por horas? Fastidio. ¿Escuchar al director hablar como si los graduados fueran superhéroes? Fas. Ti. Dio. Y el mayor fastidio de todos era tener que decir el discurso de cierre. Sí, por alguna razón que encontraba inexplicable, él tenía que hacerlo. Oh, no, ya estaba tras el micrófono. ¿Qué se supone que debía decir? Ni siquiera quería ser profesor, eligió la carrera al azar. Literalmente al azar, lanzó un dardo a la página con la oferta curricular. Lo que sea para no darle gusto al viejo. —Yo... ¿Por qué carajo lo miraban tanto? —...te odio. ¿Qué fue lo que dijo? —Te odio. Me alegra estar muerto para ti. Confusión, murmullos, cabezas siendo rascadas y entrecejos levantándose. Qué lindo. —Estar muerto es mejor que tener que soportarte. Tampoco es que haya mucha diferencia. Aunque debería preguntarme de qué vida se supone que morí. Yo nunca tuve una vida propia, tenía que ser una jodida copia tuya. ¿Estoy muerto para ti? ¿Cuándo estuve vivo para ti? Ya varios de sus compañeros estaban de pie. No importa. Nada importa. Dos sillas vacías había en medio del caos. Siempre vacías. —Jódete. Bajó del escenario, caminó justo por el centro de la multitud. Se habrían alejado menos de un leproso. Pero no importa. Nada importa. Qué fastidio.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    //Entra roleando//

    *A medida que el jefe termina su discurso, te encuentras parado en un saliente sobre el pozo de tentáculos. Sabes que no tienes otra opción más que saltar y, por lo tanto, te armas de valor y lo haces.*
    *Mientras caes, aterrizas ileso en un pozo carnoso y de inmediato cobra vida. Los tentáculos comienzan a enjambrar a tu alrededor, cada uno del grosor de tu muñeca, aunque algunos son más grandes y otros más pequeños. Algunos de ellos empiezan a enroscarse suavemente alrededor de tus extremidades. Otros empiezan a explorar tu cuerpo, investigando la nueva forma que acaba de caer en su pozo.*
    //Entra roleando// *A medida que el jefe termina su discurso, te encuentras parado en un saliente sobre el pozo de tentáculos. Sabes que no tienes otra opción más que saltar y, por lo tanto, te armas de valor y lo haces.* *Mientras caes, aterrizas ileso en un pozo carnoso y de inmediato cobra vida. Los tentáculos comienzan a enjambrar a tu alrededor, cada uno del grosor de tu muñeca, aunque algunos son más grandes y otros más pequeños. Algunos de ellos empiezan a enroscarse suavemente alrededor de tus extremidades. Otros empiezan a explorar tu cuerpo, investigando la nueva forma que acaba de caer en su pozo.*
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  • "En la alfombra emitiré un discurso hacia la masa ciega, pidiendo dinero como un buen estratega y ha de ser un paleto el sujeto que me lo niega, porque lo que hago es cultura como la escultura griega".

    —¿Te haces el tonto o piensas que lo somos? Pregunto. Te oigo de momento, no disparo, solo apunto. Hablando de cultura luego abarcaré el asunto, pero no sin antes dejarte difunto y sin conjunto.

    —Si no me relajo un día me va a estallar la arteria, solo van a por el fajo montando su falsa feria. Yo he impartido durante años gratis mi materia, y aún invierto hasta el último céntimo de mi miseria.
    "En la alfombra emitiré un discurso hacia la masa ciega, pidiendo dinero como un buen estratega y ha de ser un paleto el sujeto que me lo niega, porque lo que hago es cultura como la escultura griega". —¿Te haces el tonto o piensas que lo somos? Pregunto. Te oigo de momento, no disparo, solo apunto. Hablando de cultura luego abarcaré el asunto, pero no sin antes dejarte difunto y sin conjunto. —Si no me relajo un día me va a estallar la arteria, solo van a por el fajo montando su falsa feria. Yo he impartido durante años gratis mi materia, y aún invierto hasta el último céntimo de mi miseria.
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  • El ''pequeño'' festejo que habían reparado sus padres para ese día comenzaba con una, pequeña ceremonia religiosa, la cual oficiara nada menos que el partica de la familia Selene, su padre, quien estaba feliz de poder celebrar dicha fecha con su hija por fin en casa.

    Había sido una ceremonia sumamente sencilla, solo personas cercanas a la familia, nobles y algunos interesados en recibir las bendiciones de un hijo de la luna del nivel del venerado Aibek Selene, conocido por sus múltiples hazañas, llevaba 12 años sin participar en ceremonias religiosas, los mismos que Alexa había estado fuera del pueblo.

    Tras la terminar la ofrenda a la diosa, las oraciones, bendiciones y sanación de algunos enfermos, continuo agradeciendo por la vida de su amada hija, dedicándole algunas palabras.

    -La luna brilla fuerte y en lo alto siempre para quienes la sirven con todo su ser, con mas allá de las palabras o las acciones, para sus hijos que la veneran y respetan los protege y los guía.

    Mi querida Alexandra, mi pequeña niña que se a vuelto toda una mujer. Para ti, la luz de mis ojos, pido hoy que nuestra madre celestial te de la fuerza y valentía que siempre has demostrado, la pureza y amor que predicas se mantenga intacta y te bendiga con muchos mas años de vida.

    No te apartes de su lado hija mía.

    Tras terminar aquel discurso coloco sus manos sobre ella, iluminando la sala con un brillo casi plateado que bendigo a Alexa, después beso su coronilla ayudándola a ponerse de pie.

    El ''pequeño'' festejo que habían reparado sus padres para ese día comenzaba con una, pequeña ceremonia religiosa, la cual oficiara nada menos que el partica de la familia Selene, su padre, quien estaba feliz de poder celebrar dicha fecha con su hija por fin en casa. Había sido una ceremonia sumamente sencilla, solo personas cercanas a la familia, nobles y algunos interesados en recibir las bendiciones de un hijo de la luna del nivel del venerado Aibek Selene, conocido por sus múltiples hazañas, llevaba 12 años sin participar en ceremonias religiosas, los mismos que Alexa había estado fuera del pueblo. Tras la terminar la ofrenda a la diosa, las oraciones, bendiciones y sanación de algunos enfermos, continuo agradeciendo por la vida de su amada hija, dedicándole algunas palabras. -La luna brilla fuerte y en lo alto siempre para quienes la sirven con todo su ser, con mas allá de las palabras o las acciones, para sus hijos que la veneran y respetan los protege y los guía. Mi querida Alexandra, mi pequeña niña que se a vuelto toda una mujer. Para ti, la luz de mis ojos, pido hoy que nuestra madre celestial te de la fuerza y valentía que siempre has demostrado, la pureza y amor que predicas se mantenga intacta y te bendiga con muchos mas años de vida. No te apartes de su lado hija mía. Tras terminar aquel discurso coloco sus manos sobre ella, iluminando la sala con un brillo casi plateado que bendigo a Alexa, después beso su coronilla ayudándola a ponerse de pie.
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  • La junta de los cantantes frente al jefe había dado comienzo, los Senior se presentaban antes los nuevos Junior y ayudaban a los Rookie -no puedo creerlo lo gramos fuimos escogidos!- se escuchaban gritos de emoción por parte de los Junior, mientras que Blossom, Carry y Somna como Senior, solamente resaban por qué no les pasará nada.

    El jefe entro a la habitación y empezó su discurso de bienvenida -sean todos bienvenidos mis jóvenes promesas de la música, todos ustedes tienen un futuro brillante en la organización Animalium, prometemos que ustedes llegarán lejos y serán las estrellas que siempre han soñado ser- en las cabezas de todos los Senior solo cruzaba un mismo pensamiento "mentiroso rastrero" mientras la sangre les hervía de la impotencia.

    -sin embargo, de no hacerlo, serán amonestados- todos los Senior se quedaron confundidos, esa frase no era parte del discurso falso que siempre daba -ustedes firmaron el contrato, por lo que deben ser las estrellas que desean ser, si no habrá consecuencias- un pisotón fuerte resono en la habitación -espere jefe, no puede amonestarlos, son cantantes Junior, nisiquiera han tenido su cancion debut como espera que crescan en un día?- uno de los senior se alzo molesto -y como esta eso de que los hizo firmar el contrato, SON NIÑOS NISIQUIERA LLEGAN A ROOKIE!- otra cantante senior se alzo, sin embargo solo se escucho la fria risa del jefe -oh muchos, talentosos y estúpidos! Muchachos, sean niños o ancianos, USTEDES ME PERTENECEN NO TIENEN DERECHO A CONTRADECIRME O DUDAR DE MI!- el grito del jefe congelo a todos en la sala -Todo esto lo digo por qué un Rookie en especial, decidió desobedecer me antes del contrato, por lo que tuve que tomar medidas más drásticas saben?- las puertas de detrás del jefe se abrieron, unas llantas rechinaron entrando al gran salón, era una carretilla que cargaba con el cuerpo inerte de uno de los Rookies, la mirada de Blossom cambio de una aterrada a una amenazante y furiosa, está fue morada por sus amigas -Blossom... No te detendré... Si nos vamos al pozo- -iremos juntas- tanto Carry como Somna repitieron sus palabras.

    El jefe solo logra escuchar como Blossom tomaba sus dedos antes de ser golpeado por su micrófono, los guardias se abalanzaron a el rapidamente pero fueron incinerados por su chandelure -asi que ahora somos tuyos no? Pues disfruta, nuestra ira también te pertenece a ti- con un latigazo Blossom ato el cable de su micrófono al cuello del jefe, por la adrenalina consigo la fuerza para levantarlo en el aire y asotarlo contra el suelo con toda su fuerza -cuantas vidas más.... Cuantos niños más.... Te llevaste sus vidas... Sus familias.... SUS CUERPOS Y AUN TE ATREVES A QUERER MAS!- Blossom sollozaba mientras hablaba, usaba toda su fuerza para azotar al jefe contra el suelo y muros, los demás Senior no se quedaron atrás, algunos ayudaron a evacuar y los demás se quedaron a defender a Blossom.

    Los Junior se veían aterrados y desconcertados por todo, sin embargo simplemente siguieron a los senior, parecía que todos había salido huyendo, aunque algunos esperaron a que Blossom y las demás salieran.

    Cuando Daniel escucho la conmoción corrió hacia la sala de reuniones en busca de Blossom y las chicas, al llegar a la puerta logro escuchar el reventar de huesos, al entrar logró ver cómo el cuerpo del jefe descansaba frío en el suelo con su cabeza cercenada por la fuerza de los golpes y la fricción del cable contra su garganta -Daniel... Enciende el auto... Nos largamos, la jefa de política y el jefe comunicaciones no tardarán en llegar- Daniel no dijo ni una palabra, solo acato y llevo a los tres al auto -Cafeteria noctambula, ahí estarán seguros, buscaremos a alguien para que los sácate a ustedes y a sus familias del país, PERO EN FA!- Carry gritaba por la ventana a los demás muchachos quien se callaron y la obedecieron, -llamare a [FireDarkKitty1] seguramente el podrá ayudarnos a salir de alguna forma- Blossom hablaba con nerviosismo, aquella mirsda amebazante aún en sus ojos, todos oarecian estar en un estado catatonico por lo que hicieron pero no tenían ninguna otra opción, la verdadera guerra, apenas empezaba.
    La junta de los cantantes frente al jefe había dado comienzo, los Senior se presentaban antes los nuevos Junior y ayudaban a los Rookie -no puedo creerlo lo gramos fuimos escogidos!- se escuchaban gritos de emoción por parte de los Junior, mientras que Blossom, Carry y Somna como Senior, solamente resaban por qué no les pasará nada. El jefe entro a la habitación y empezó su discurso de bienvenida -sean todos bienvenidos mis jóvenes promesas de la música, todos ustedes tienen un futuro brillante en la organización Animalium, prometemos que ustedes llegarán lejos y serán las estrellas que siempre han soñado ser- en las cabezas de todos los Senior solo cruzaba un mismo pensamiento "mentiroso rastrero" mientras la sangre les hervía de la impotencia. -sin embargo, de no hacerlo, serán amonestados- todos los Senior se quedaron confundidos, esa frase no era parte del discurso falso que siempre daba -ustedes firmaron el contrato, por lo que deben ser las estrellas que desean ser, si no habrá consecuencias- un pisotón fuerte resono en la habitación -espere jefe, no puede amonestarlos, son cantantes Junior, nisiquiera han tenido su cancion debut como espera que crescan en un día?- uno de los senior se alzo molesto -y como esta eso de que los hizo firmar el contrato, SON NIÑOS NISIQUIERA LLEGAN A ROOKIE!- otra cantante senior se alzo, sin embargo solo se escucho la fria risa del jefe -oh muchos, talentosos y estúpidos! Muchachos, sean niños o ancianos, USTEDES ME PERTENECEN NO TIENEN DERECHO A CONTRADECIRME O DUDAR DE MI!- el grito del jefe congelo a todos en la sala -Todo esto lo digo por qué un Rookie en especial, decidió desobedecer me antes del contrato, por lo que tuve que tomar medidas más drásticas saben?- las puertas de detrás del jefe se abrieron, unas llantas rechinaron entrando al gran salón, era una carretilla que cargaba con el cuerpo inerte de uno de los Rookies, la mirada de Blossom cambio de una aterrada a una amenazante y furiosa, está fue morada por sus amigas -Blossom... No te detendré... Si nos vamos al pozo- -iremos juntas- tanto Carry como Somna repitieron sus palabras. El jefe solo logra escuchar como Blossom tomaba sus dedos antes de ser golpeado por su micrófono, los guardias se abalanzaron a el rapidamente pero fueron incinerados por su chandelure -asi que ahora somos tuyos no? Pues disfruta, nuestra ira también te pertenece a ti- con un latigazo Blossom ato el cable de su micrófono al cuello del jefe, por la adrenalina consigo la fuerza para levantarlo en el aire y asotarlo contra el suelo con toda su fuerza -cuantas vidas más.... Cuantos niños más.... Te llevaste sus vidas... Sus familias.... SUS CUERPOS Y AUN TE ATREVES A QUERER MAS!- Blossom sollozaba mientras hablaba, usaba toda su fuerza para azotar al jefe contra el suelo y muros, los demás Senior no se quedaron atrás, algunos ayudaron a evacuar y los demás se quedaron a defender a Blossom. Los Junior se veían aterrados y desconcertados por todo, sin embargo simplemente siguieron a los senior, parecía que todos había salido huyendo, aunque algunos esperaron a que Blossom y las demás salieran. Cuando Daniel escucho la conmoción corrió hacia la sala de reuniones en busca de Blossom y las chicas, al llegar a la puerta logro escuchar el reventar de huesos, al entrar logró ver cómo el cuerpo del jefe descansaba frío en el suelo con su cabeza cercenada por la fuerza de los golpes y la fricción del cable contra su garganta -Daniel... Enciende el auto... Nos largamos, la jefa de política y el jefe comunicaciones no tardarán en llegar- Daniel no dijo ni una palabra, solo acato y llevo a los tres al auto -Cafeteria noctambula, ahí estarán seguros, buscaremos a alguien para que los sácate a ustedes y a sus familias del país, PERO EN FA!- Carry gritaba por la ventana a los demás muchachos quien se callaron y la obedecieron, -llamare a [FireDarkKitty1] seguramente el podrá ayudarnos a salir de alguna forma- Blossom hablaba con nerviosismo, aquella mirsda amebazante aún en sus ojos, todos oarecian estar en un estado catatonico por lo que hicieron pero no tenían ninguna otra opción, la verdadera guerra, apenas empezaba.
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  • [ Dedicado a 伏黒恵 ᴹᵉᵍᵘᵐᶤ ᶠᵘˢʰᶤᵍᵘʳᵒ ]

    En la enfermería de la escuela se encontraba Shoko, en su refugio habitual, donde el olor a desinfectante y el sonido del reloj de pared eran sus constantes compañeras. Sostenía una taza de café, enfriándose en sus manos, mientras su mirada se perdía en la ventana que daba al patio de entrenamiento. Había estado pensando en Megumi Fushiguro, el chico de ojos serios y semblante siempre alerta. Desde hace un tiempo, se encontraba pensando más en él de lo que solía permitirse con los estudiantes.

    No era propio de ella preocuparse. Siempre había mantenido una distancia segura, lo suficiente como para remendar sus heridas y asegurarse de que regresaran a las peleas con la menor cantidad de cicatrices posible. Pero Megumi... Megumi tenía esa forma de llevar el peso del mundo en sus hombros, de esa manera que la hacía recordar a alguien de su pasado. Alguien que también había llevado una carga demasiado pesada para su edad.

    Shoko apretó un poco la taza. Sabía reconocer ese tipo de mirada, la del que ha visto demasiado, la del que siente que debe cargar con más de lo que le corresponde. En Megumi, veía destellos de una lucha interna, una batalla que no siempre era visible a simple vista. Él no hablaba mucho sobre ello, pero Shoko podía sentirlo. Era esa soledad autoimpuesta, ese miedo a dejar que otros lo vieran vulnerable.

    La verdad era que le preocupaba. Le preocupaba que Megumi terminara aislándose, que sus silencios se convirtieran en muros infranqueables. Había una dureza en él que le recordaba a los que se habían perdido en su propio poder, en la oscuridad de sus propios pensamientos. No podía evitar pensar en Suguru, aunque Megumi no era igual, ni seguiría el mismo camino. Pero había un peligro en llevar tanto peso solo, en sentirse responsable de todo y de todos.

    Dejó la taza a un lado y suspiró, pasando una mano por su cabello. No era alguien que ofreciera consuelo con facilidad; sus palabras siempre habían sido prácticas, directas al grano. Pero con Megumi sentía esa necesidad de estar ahí, de alguna forma. No para darle discursos ni consejos que no pediría, sino simplemente para que supiera que no estaba solo. Que, aunque no se diera cuenta, tenía gente a su alrededor que lo vigilaría, que lo recogería si llegaba a caer.

    No podía cambiar lo que Megumi había vivido ni lo que enfrentaría en el futuro, pero podía estar ahí, en segundo plano. Era su forma de preocuparse, de demostrar que le importaba, aunque las palabras nunca llegaran a salir. Megumi merecía eso, un recordatorio silencioso de que no siempre tendría que ser fuerte, que no siempre tendría que enfrentar todo por sí mismo. Y si alguna vez llegaba el momento en que él necesitara alguien que lo entendiera, Shoko estaría allí, en su propio y discreto modo, para recoger los pedazos y ayudarlo a seguir adelante.
    [ Dedicado a [Ten_Shadows] 🖤 ] En la enfermería de la escuela se encontraba Shoko, en su refugio habitual, donde el olor a desinfectante y el sonido del reloj de pared eran sus constantes compañeras. Sostenía una taza de café, enfriándose en sus manos, mientras su mirada se perdía en la ventana que daba al patio de entrenamiento. Había estado pensando en Megumi Fushiguro, el chico de ojos serios y semblante siempre alerta. Desde hace un tiempo, se encontraba pensando más en él de lo que solía permitirse con los estudiantes. No era propio de ella preocuparse. Siempre había mantenido una distancia segura, lo suficiente como para remendar sus heridas y asegurarse de que regresaran a las peleas con la menor cantidad de cicatrices posible. Pero Megumi... Megumi tenía esa forma de llevar el peso del mundo en sus hombros, de esa manera que la hacía recordar a alguien de su pasado. Alguien que también había llevado una carga demasiado pesada para su edad. Shoko apretó un poco la taza. Sabía reconocer ese tipo de mirada, la del que ha visto demasiado, la del que siente que debe cargar con más de lo que le corresponde. En Megumi, veía destellos de una lucha interna, una batalla que no siempre era visible a simple vista. Él no hablaba mucho sobre ello, pero Shoko podía sentirlo. Era esa soledad autoimpuesta, ese miedo a dejar que otros lo vieran vulnerable. La verdad era que le preocupaba. Le preocupaba que Megumi terminara aislándose, que sus silencios se convirtieran en muros infranqueables. Había una dureza en él que le recordaba a los que se habían perdido en su propio poder, en la oscuridad de sus propios pensamientos. No podía evitar pensar en Suguru, aunque Megumi no era igual, ni seguiría el mismo camino. Pero había un peligro en llevar tanto peso solo, en sentirse responsable de todo y de todos. Dejó la taza a un lado y suspiró, pasando una mano por su cabello. No era alguien que ofreciera consuelo con facilidad; sus palabras siempre habían sido prácticas, directas al grano. Pero con Megumi sentía esa necesidad de estar ahí, de alguna forma. No para darle discursos ni consejos que no pediría, sino simplemente para que supiera que no estaba solo. Que, aunque no se diera cuenta, tenía gente a su alrededor que lo vigilaría, que lo recogería si llegaba a caer. No podía cambiar lo que Megumi había vivido ni lo que enfrentaría en el futuro, pero podía estar ahí, en segundo plano. Era su forma de preocuparse, de demostrar que le importaba, aunque las palabras nunca llegaran a salir. Megumi merecía eso, un recordatorio silencioso de que no siempre tendría que ser fuerte, que no siempre tendría que enfrentar todo por sí mismo. Y si alguna vez llegaba el momento en que él necesitara alguien que lo entendiera, Shoko estaría allí, en su propio y discreto modo, para recoger los pedazos y ayudarlo a seguir adelante.
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  • Se hallaban bajo el techo de un escenario montado en medio del parque Hyde, y aunque el sol no les daba directamente, hacía mucho calor.
    Una gota de sudor rodó desde el costado de su frente hasta su mejilla, Grey la limpió rápidamente, soltando un resoplido bajo la mirada desaprobatoria de Phipps, quien, a pesar de sufrir el calor igual que él, mantenía una actitud estoica.
    "Sí, sí" pensó. "Tengo que estar quieto como una estatua".
    Miró al frente, como se suponía que debía hacer, sin moverse ni un centímetro hasta que la reina terminara su discurso.
    Tras un largo rato, de repente, la monarca terminó de hablar, la gente comenzó a aplaudir efusivamente.
    La reina procedió a retirarse, y los Doble Charles la siguieron junto a John Brown.
    Por obvios motivos, Su Majestad se dirigió al palacio de Buckingham junto a su fiel asistente, mientras que los Doble Charles tenían la tarde libre.
    Lo primero que hizo Grey al verse desocupado fue ir a su casa, ducharse, cambiarse el uniforme por ropa menos calurosa e informal, para dirigirse a su café favorito para pedir una bebida bien fría.
    —¡Un iced caramel macchiato, por favor! —pidió con alegría.
    Se hallaban bajo el techo de un escenario montado en medio del parque Hyde, y aunque el sol no les daba directamente, hacía mucho calor. Una gota de sudor rodó desde el costado de su frente hasta su mejilla, Grey la limpió rápidamente, soltando un resoplido bajo la mirada desaprobatoria de Phipps, quien, a pesar de sufrir el calor igual que él, mantenía una actitud estoica. "Sí, sí" pensó. "Tengo que estar quieto como una estatua". Miró al frente, como se suponía que debía hacer, sin moverse ni un centímetro hasta que la reina terminara su discurso. Tras un largo rato, de repente, la monarca terminó de hablar, la gente comenzó a aplaudir efusivamente. La reina procedió a retirarse, y los Doble Charles la siguieron junto a John Brown. Por obvios motivos, Su Majestad se dirigió al palacio de Buckingham junto a su fiel asistente, mientras que los Doble Charles tenían la tarde libre. Lo primero que hizo Grey al verse desocupado fue ir a su casa, ducharse, cambiarse el uniforme por ropa menos calurosa e informal, para dirigirse a su café favorito para pedir una bebida bien fría. —¡Un iced caramel macchiato, por favor! —pidió con alegría.
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  • *va corriendo a su consola de dominación mundial echa de cartón y crayola * o0o 9 .... * se puso su disfraz de doctor doom mientras daba un discurso de dominio mundial por no llevarlo al zoologico * o0o .... * lo que la gente miraba era a chibi presionando los botones de que dibujo en la caja de cartón y haciendo ruiditos *
    *va corriendo a su consola de dominación mundial echa de cartón y crayola * o0o 9 .... * se puso su disfraz de doctor doom mientras daba un discurso de dominio mundial por no llevarlo al zoologico * o0o .... * lo que la gente miraba era a chibi presionando los botones de que dibujo en la caja de cartón y haciendo ruiditos *
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  • Los líderes de gimnasio tipo fantasma deberían ser eternos. Los quiero mucho seres de luz preciosos de buen gusto.


    -Ahorra su discurso de odio hacia los tipo siniestro principalmente. Aunque también tiene palos contra los tipos tierra o psíquicos, para otra ocasión-
    Los líderes de gimnasio tipo fantasma deberían ser eternos. Los quiero mucho seres de luz preciosos de buen gusto. -Ahorra su discurso de odio hacia los tipo siniestro principalmente. Aunque también tiene palos contra los tipos tierra o psíquicos, para otra ocasión-
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  • — Por los siete...¿No me pudieron avisar con antelacion?

    Se quejo para si mismo,revisando cada papel regado en la mesa de la sala,tratando de ordenar estos mismos.

    Este viernes tiene que presentar un discurso para la abertura de un nuevo Museo financiado con la tegnologia de S.T.Y.X,pero que no le hayan avisado para poder prepararse bien dejaba mucho que desear ante la organizacion.
    Era tanto el estres que ya le saltaba una vena a punto de explotar en su cabeza.
    Para peor...era en cadena nacional y debe dar una buena impresion si quieren que las cosas salgan bien como su familia lo tiene planeado,

    Era tanto el estres que no se fijo en la presencia del Lider.

    Riddle Rosehearts
    — Por los siete...¿No me pudieron avisar con antelacion? Se quejo para si mismo,revisando cada papel regado en la mesa de la sala,tratando de ordenar estos mismos. Este viernes tiene que presentar un discurso para la abertura de un nuevo Museo financiado con la tegnologia de S.T.Y.X,pero que no le hayan avisado para poder prepararse bien dejaba mucho que desear ante la organizacion. Era tanto el estres que ya le saltaba una vena a punto de explotar en su cabeza. Para peor...era en cadena nacional y debe dar una buena impresion si quieren que las cosas salgan bien como su familia lo tiene planeado, Era tanto el estres que no se fijo en la presencia del Lider. [riddleross]
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