𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧
Kagehiro
La damita de cabellos rubios y ojos amielados se había notado extraña en esos días, un tanto menos conversadora, serena y pensativa, no había querido contarle a Kagehiro, pero, en días próximos se acercaba el aniversario luctuoso de su madre y con ello, miles de recuerdos venían a su cabeza, las amargas experiencias de cuando su padrastro quiso aprovecharse, por ejemplo, combinado con lo principal, el profundo dolor de perderla madre, que, aunque descuidada y soñadora, sabía que la amaba.
Estaba a punto de ir a dormir, a pesar de su retraimiento, ella no dejaba de lucir linda, ese día llevaba una bonita bata escotada, se había sentado en una silla para terminar de colocarse crema en las piernas, hasta que, Kagehiro tomó la iniciativa, tomándola de la parte trasera de su cuello, mirándola con fiereza, como si buscara la verdad sí o sí, preguntándole que ocurría.
— Anohito. . . Discúlpame, tu eres una persona muy ocupada, con muchas responsabilidades, tu trabajo es sumamente pesado, no quería. . . ser una molestia más, pero no soy muy buena fingiendo, estamos a pocos días del aniversario luctuoso de mi mamá, eso me pone sensible y triste. . . Pero, mi amado Takeo, tu me das la fuerza para seguir adelante, para levantarme cada día, eres mi motor, lo más maravilloso que me ha pasado en la vida. . . Quizá esté callada y un poco ausente, pero eso no significa, que cada centímetro de ser te ame con locura, sólo quiero decirte, gracias, por darme mi espacio de asimilarlo, pero por acompañarme y dormir a mi lado por las noches. —
𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 [Lonesome_writer]
La damita de cabellos rubios y ojos amielados se había notado extraña en esos días, un tanto menos conversadora, serena y pensativa, no había querido contarle a Kagehiro, pero, en días próximos se acercaba el aniversario luctuoso de su madre y con ello, miles de recuerdos venían a su cabeza, las amargas experiencias de cuando su padrastro quiso aprovecharse, por ejemplo, combinado con lo principal, el profundo dolor de perderla madre, que, aunque descuidada y soñadora, sabía que la amaba.
Estaba a punto de ir a dormir, a pesar de su retraimiento, ella no dejaba de lucir linda, ese día llevaba una bonita bata escotada, se había sentado en una silla para terminar de colocarse crema en las piernas, hasta que, Kagehiro tomó la iniciativa, tomándola de la parte trasera de su cuello, mirándola con fiereza, como si buscara la verdad sí o sí, preguntándole que ocurría.
— Anohito. . . Discúlpame, tu eres una persona muy ocupada, con muchas responsabilidades, tu trabajo es sumamente pesado, no quería. . . ser una molestia más, pero no soy muy buena fingiendo, estamos a pocos días del aniversario luctuoso de mi mamá, eso me pone sensible y triste. . . Pero, mi amado Takeo, tu me das la fuerza para seguir adelante, para levantarme cada día, eres mi motor, lo más maravilloso que me ha pasado en la vida. . . Quizá esté callada y un poco ausente, pero eso no significa, que cada centímetro de ser te ame con locura, sólo quiero decirte, gracias, por darme mi espacio de asimilarlo, pero por acompañarme y dormir a mi lado por las noches. —