• "Sombras de la Noche"

    El sol comenzaba a ponerse sobre la ciudad, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rojos, mientras las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, marcando el paso del tiempo. En las calles, la vida cotidiana parecía normal, pero en las sombras, algo diferente se movía, algo que pocos podían ver o comprender. Criaturas de leyenda caminaban entre los humanos, ocultas bajo capas de magia, disfraces o disfraces, pero su presencia era cada vez más palpable. El mundo había cambiado, y el peligro acechaba en cada esquina.

    Irys caminaba entre la multitud, con su flequillo rojo cubriendo parcialmente su rostro. Sus ojos, sin embargo, brillaban con una luz dorada oculta tras unas gafas oscuras, algo que no podía disimular del todo. La joven de apariencia humana, pero de una belleza inquietante, sentía el peso de su secreto sobre los hombros. Niphilim. Una palabra que traía consigo una historia de extinción, de miedo y de persecución. Pero aquí estaba ella, en una ciudad que nunca dejaría de ser un laberinto, rodeada de peligros, tanto humanos como no humanos.

    El sonido de pasos apresurados la hizo detenerse. Un hombre, con rostro nervioso y sudor en la frente, pasaba junto a ella. Irys lo observó por un instante. Él no la había notado, pero él sí estaba siendo perseguido. El aura de una criatura lo rodeaba, algo sin forma, algo oscuro que se deslizaba por las calles con la sigilosa amenaza de un depredador. Irys frunció el ceño, la tensión en su cuerpo fue inmediata.

    ¿Qué clase de criatura será? Pensó, dejando que su instinto la guiara. Nadie podía conocer su verdadera naturaleza, pero su habilidad para sentir la presencia de las criaturas era casi sobrenatural. Y ella, al igual que todos los niphilim, estaba destinada a ser cazadora. Sin embargo, ella no cazaba como los otros, no le gustaba la idea de eliminar criaturas por el simple hecho de su existencia.

    Pero el hombre, él necesitaba ayuda.

    Irys se acercó lentamente, con una calma que solo alguien como ella podría poseer.

    En su interior, la lucha era constante: ayudar a este humano podría ser arriesgado, y aún más arriesgado si descubría lo que realmente era. Pero no podía dejar que algo tan horrible le sucediera a alguien inocente.

    De pronto, la sombra oscura se materializó ante ella, transformándose en una criatura de ojos rojos brillantes, con colmillos largos y garras que parecían capaces de desgarrar a un ser humano con un solo movimiento. Su presencia era aterradora, y su mirada fija en Irys demostraba que había sentido su poder.

    "¿Qué tenemos aquí?" gruñó la criatura, sus labios curvándose en una sonrisa maliciosa. "¿Una niphilim? No pensaba encontrarme con una de tu especie, pequeña."

    Irys dio un paso hacia adelante, consciente de que su vida como humana estaba a punto de desmoronarse. Pero su identidad era algo que debía proteger a toda costa. Con un suspiro, se preparó para enfrentarse a la criatura, con una mano lista para invocar sus habilidades divinas mientras mantenía la máscara de humanidad que había perfeccionado.

    El hombre, sin darse cuenta, ya había desaparecido en la oscuridad de la calle, mientras la batalla comenzaba.

    Pero dentro de su mente, un pensamiento persistía: ¿Cuánto tiempo más podré esconder quién soy?

    La ciudad, en su quietud aparente, nunca dejaría de ser un campo de batalla. Y con cada día que pasaba, las sombras se alzaban más altas.

    Irys optó por escapar tras el rastro de aquel hombre. Sus pasos cada vez más rápidos siguiéndolo de lejos hacia su escondite mientras le perdía el rastro a aquella criatura maligna sabiendo que aquel no sería el único encuentro entre ellos. Irys ya se habia convertido en la presa de aquella criatura y en uno más de sus juegos.

    Joshua Joestar
    "Sombras de la Noche" El sol comenzaba a ponerse sobre la ciudad, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rojos, mientras las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, marcando el paso del tiempo. En las calles, la vida cotidiana parecía normal, pero en las sombras, algo diferente se movía, algo que pocos podían ver o comprender. Criaturas de leyenda caminaban entre los humanos, ocultas bajo capas de magia, disfraces o disfraces, pero su presencia era cada vez más palpable. El mundo había cambiado, y el peligro acechaba en cada esquina. Irys caminaba entre la multitud, con su flequillo rojo cubriendo parcialmente su rostro. Sus ojos, sin embargo, brillaban con una luz dorada oculta tras unas gafas oscuras, algo que no podía disimular del todo. La joven de apariencia humana, pero de una belleza inquietante, sentía el peso de su secreto sobre los hombros. Niphilim. Una palabra que traía consigo una historia de extinción, de miedo y de persecución. Pero aquí estaba ella, en una ciudad que nunca dejaría de ser un laberinto, rodeada de peligros, tanto humanos como no humanos. El sonido de pasos apresurados la hizo detenerse. Un hombre, con rostro nervioso y sudor en la frente, pasaba junto a ella. Irys lo observó por un instante. Él no la había notado, pero él sí estaba siendo perseguido. El aura de una criatura lo rodeaba, algo sin forma, algo oscuro que se deslizaba por las calles con la sigilosa amenaza de un depredador. Irys frunció el ceño, la tensión en su cuerpo fue inmediata. ¿Qué clase de criatura será? Pensó, dejando que su instinto la guiara. Nadie podía conocer su verdadera naturaleza, pero su habilidad para sentir la presencia de las criaturas era casi sobrenatural. Y ella, al igual que todos los niphilim, estaba destinada a ser cazadora. Sin embargo, ella no cazaba como los otros, no le gustaba la idea de eliminar criaturas por el simple hecho de su existencia. Pero el hombre, él necesitaba ayuda. Irys se acercó lentamente, con una calma que solo alguien como ella podría poseer. En su interior, la lucha era constante: ayudar a este humano podría ser arriesgado, y aún más arriesgado si descubría lo que realmente era. Pero no podía dejar que algo tan horrible le sucediera a alguien inocente. De pronto, la sombra oscura se materializó ante ella, transformándose en una criatura de ojos rojos brillantes, con colmillos largos y garras que parecían capaces de desgarrar a un ser humano con un solo movimiento. Su presencia era aterradora, y su mirada fija en Irys demostraba que había sentido su poder. "¿Qué tenemos aquí?" gruñó la criatura, sus labios curvándose en una sonrisa maliciosa. "¿Una niphilim? No pensaba encontrarme con una de tu especie, pequeña." Irys dio un paso hacia adelante, consciente de que su vida como humana estaba a punto de desmoronarse. Pero su identidad era algo que debía proteger a toda costa. Con un suspiro, se preparó para enfrentarse a la criatura, con una mano lista para invocar sus habilidades divinas mientras mantenía la máscara de humanidad que había perfeccionado. El hombre, sin darse cuenta, ya había desaparecido en la oscuridad de la calle, mientras la batalla comenzaba. Pero dentro de su mente, un pensamiento persistía: ¿Cuánto tiempo más podré esconder quién soy? La ciudad, en su quietud aparente, nunca dejaría de ser un campo de batalla. Y con cada día que pasaba, las sombras se alzaban más altas. Irys optó por escapar tras el rastro de aquel hombre. Sus pasos cada vez más rápidos siguiéndolo de lejos hacia su escondite mientras le perdía el rastro a aquella criatura maligna sabiendo que aquel no sería el único encuentro entre ellos. Irys ya se habia convertido en la presa de aquella criatura y en uno más de sus juegos. [Jesus1411]
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  • ─ No quiero trabajar más, voy a buscar un marido rico. ¡Ya no más universidad para mí!


    Gritó frustrada mientras tiraba sus libros al suelo, libros que le habían salido carisimo, y fotocopias que se habían desparramado por todo el suelo del café, miró frustrada el desastre

    Levantó la vista, para encontrarse con la mirada de entendimiento de otros estudiantes, por un momento pensó en una vida sin tubos de ensayo, son el MI15, sin nada de eso y le pareció vacía, más aburrida que su vida actual, además tendría que pedirle ayuda a Lily y el bueno para nada de su hijo, porque no podía mantener ni a un solo hombre interesado en ella, iba a crecer vieja, fea, y rodeada de magos. No quería eso.

    Se agachó, y empezó a tomar cada una de las fotocopias y los libros.


    ─ Esto me sirve, esto también me sirve ─

    Decía en voz baja, claro que nadie le dijo nada y tampoco la ayudaron, después de todo, era perder los nervios como cualquier estudiante de cualquier carrera que hiciera.
    ─ No quiero trabajar más, voy a buscar un marido rico. ¡Ya no más universidad para mí! Gritó frustrada mientras tiraba sus libros al suelo, libros que le habían salido carisimo, y fotocopias que se habían desparramado por todo el suelo del café, miró frustrada el desastre Levantó la vista, para encontrarse con la mirada de entendimiento de otros estudiantes, por un momento pensó en una vida sin tubos de ensayo, son el MI15, sin nada de eso y le pareció vacía, más aburrida que su vida actual, además tendría que pedirle ayuda a Lily y el bueno para nada de su hijo, porque no podía mantener ni a un solo hombre interesado en ella, iba a crecer vieja, fea, y rodeada de magos. No quería eso. Se agachó, y empezó a tomar cada una de las fotocopias y los libros. ─ Esto me sirve, esto también me sirve ─ Decía en voz baja, claro que nadie le dijo nada y tampoco la ayudaron, después de todo, era perder los nervios como cualquier estudiante de cualquier carrera que hiciera.
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  • Creo que acabo de descubrir un nuevo mundo gracias a tí. No sabía que se podía hacer eso, pero, bueno, tiene sentido cuando se está rodeado de máquinas... (?)

    —No lo etiqueta, porque no sabe como va a reaccionar.— (?)
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  • Jimoto aterrizó sobre la farola de un poste, observando la escena desde arriba. En la esquina de la avenida, un grupo de maleantes armados había rodeado a varios transeúntes, exigiéndoles sus pertenencias con amenazas. Uno de ellos agitaba un arma en el aire, gritando órdenes mientras los demás revisaban bolsillos y bolsos.

    Jimoto chasqueó la lengua. Ya había visto suficiente.

    —No es su día de suerte, chicos —dijo, dejándose caer del poste con un giro acrobático.

    Los maleantes se sobresaltaron cuando su figura impactó el suelo con un leve crujido del pavimento. Uno de ellos, el del arma, reaccionó de inmediato y apuntó directo a su cabeza.

    —¡¿Quién demonios eres tú?!

    Jimoto inclinó la cabeza, con las manos en la cintura.

    —¿De verdad? ¿Aún no me reconocen? Qué decepción…

    El criminal no dudó. Jaló el gatillo.

    *¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!*

    Las balas salieron disparadas, pero Jimoto apenas se inmutó. Con un movimiento veloz, levantó la mano y atrapó los proyectiles en el aire, uno tras otro. Los casquillos calientes se deslizaron por su palma antes de caer al suelo con un tintineo metálico.

    El silencio fue absoluto.

    Los maleantes quedaron boquiabiertos. Uno de ellos, el más joven, murmuró con la voz temblorosa:

    —N-no puede ser…

    Jimoto abrió la mano, dejando que los proyectiles cayesen al asfalto. Luego, levantó la mirada y sonrió con confianza.

    —¿Qué decían de suerte?

    El que había disparado se puso pálido. Maldijo entre dientes y trató de disparar de nuevo, pero Jimoto ya estaba en movimiento. En un parpadeo, se deslizó por el suelo y golpeó su muñeca, haciendo que el arma volara por los aires. Antes de que los demás pudieran reaccionar, lanzó una patada giratoria que derribó a dos de ellos de un solo golpe.

    Los otros intentaron correr, pero Jimoto los interceptó con movimientos fluidos, esquivando ataques torpes y dejándolos inconscientes en cuestión de segundos.

    Cuando el último cayó, se sacudió las manos y suspiró.

    Los civiles, aún en shock, lo observaban sin saber qué decir.

    Jimoto sonrió y les hizo un gesto despreocupado.

    —Todo bajo control. Ahora, llamen a la policía.

    Y con eso, se impulsó hacia una azotea cercana y desapareció entre los edificios, dejando atrás el sonido de sirenas que ya comenzaban a acercarse.
    Jimoto aterrizó sobre la farola de un poste, observando la escena desde arriba. En la esquina de la avenida, un grupo de maleantes armados había rodeado a varios transeúntes, exigiéndoles sus pertenencias con amenazas. Uno de ellos agitaba un arma en el aire, gritando órdenes mientras los demás revisaban bolsillos y bolsos. Jimoto chasqueó la lengua. Ya había visto suficiente. —No es su día de suerte, chicos —dijo, dejándose caer del poste con un giro acrobático. Los maleantes se sobresaltaron cuando su figura impactó el suelo con un leve crujido del pavimento. Uno de ellos, el del arma, reaccionó de inmediato y apuntó directo a su cabeza. —¡¿Quién demonios eres tú?! Jimoto inclinó la cabeza, con las manos en la cintura. —¿De verdad? ¿Aún no me reconocen? Qué decepción… El criminal no dudó. Jaló el gatillo. *¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!* Las balas salieron disparadas, pero Jimoto apenas se inmutó. Con un movimiento veloz, levantó la mano y atrapó los proyectiles en el aire, uno tras otro. Los casquillos calientes se deslizaron por su palma antes de caer al suelo con un tintineo metálico. El silencio fue absoluto. Los maleantes quedaron boquiabiertos. Uno de ellos, el más joven, murmuró con la voz temblorosa: —N-no puede ser… Jimoto abrió la mano, dejando que los proyectiles cayesen al asfalto. Luego, levantó la mirada y sonrió con confianza. —¿Qué decían de suerte? El que había disparado se puso pálido. Maldijo entre dientes y trató de disparar de nuevo, pero Jimoto ya estaba en movimiento. En un parpadeo, se deslizó por el suelo y golpeó su muñeca, haciendo que el arma volara por los aires. Antes de que los demás pudieran reaccionar, lanzó una patada giratoria que derribó a dos de ellos de un solo golpe. Los otros intentaron correr, pero Jimoto los interceptó con movimientos fluidos, esquivando ataques torpes y dejándolos inconscientes en cuestión de segundos. Cuando el último cayó, se sacudió las manos y suspiró. Los civiles, aún en shock, lo observaban sin saber qué decir. Jimoto sonrió y les hizo un gesto despreocupado. —Todo bajo control. Ahora, llamen a la policía. Y con eso, se impulsó hacia una azotea cercana y desapareció entre los edificios, dejando atrás el sonido de sirenas que ya comenzaban a acercarse.
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  • ― She is not dead.... she is asleep. ―

    || Bye mis pequeños corderitos.
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  • Sus labios se tuercen mostrando una señal de desagrado, algo que incluso le hace temblar del asco encogiendo sus hombros.

    ── La gente que ya viene rodeada de esa aura negativa y pesimista, donde ya se muestran desesperanzados, sin valor y sin...Chispa, me dan asco. . .

    Escupe a un costado suyo en el suelo.

    ── Apenas son los inicios del año y ya parece que nacieron derrotados exigiendo que en la otra vuelta iran mejor....Claro. Mejor no contagiarme de esa clase de gente debil y cobarde. (?)
    Sus labios se tuercen mostrando una señal de desagrado, algo que incluso le hace temblar del asco encogiendo sus hombros. ── La gente que ya viene rodeada de esa aura negativa y pesimista, donde ya se muestran desesperanzados, sin valor y sin...Chispa, me dan asco. . . Escupe a un costado suyo en el suelo. ── Apenas son los inicios del año y ya parece que nacieron derrotados exigiendo que en la otra vuelta iran mejor....Claro. Mejor no contagiarme de esa clase de gente debil y cobarde. (?)
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  • -Cansada después de las practicas para el futuro concierto, al salir, no se imaginó ser rodeada por muchos fans qué le entregaba sus cartas de amor como todo fan.

    Se quedó rodeada y ni podía escapar-.
    -Cansada después de las practicas para el futuro concierto, al salir, no se imaginó ser rodeada por muchos fans qué le entregaba sus cartas de amor como todo fan. Se quedó rodeada y ni podía escapar-.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    We're dancing in the dark
    No tomorrow, no regret
    We're dancing in the dark
    For tomorrow, we'll be dead
    No fear, no pain
    No grief digging in my head
    We're dancing in the dark
    No tomorrow, no regret

    https://music.youtube.com/watch?v=U_jjxKNLWWE&si=Ux2nXL5uw6F3w8i7
    We're dancing in the dark No tomorrow, no regret We're dancing in the dark For tomorrow, we'll be dead No fear, no pain No grief digging in my head We're dancing in the dark No tomorrow, no regret https://music.youtube.com/watch?v=U_jjxKNLWWE&si=Ux2nXL5uw6F3w8i7
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  • "A dragon without its rider is a tragedy. A rider without his dragon is dead."

    Mi querido Kharyan me acompaña desde que yo era un bebé y el aún estaba en su huevo. Estoy tan orgullosa del crecimiento que tuvimos y la relación jinete-dragón tan hermosa que tenemos.
    "A dragon without its rider is a tragedy. A rider without his dragon is dead." Mi querido Kharyan me acompaña desde que yo era un bebé y el aún estaba en su huevo. Estoy tan orgullosa del crecimiento que tuvimos y la relación jinete-dragón tan hermosa que tenemos.
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  • Cuéntame todos tus problemas
    Fandom Oc
    Categoría Contemporáneo
    Nica se encontraba en su escritorio rodeada de libros y apuntes. Con una sonrisa en el rostro, tomó el teléfono y miró la pantalla. Era el inicio de su nuevo proyecto universitario. “¡Este es mi momento!”, pensó mientras se preparaba para hacer la primera llamada. Había diseñado un estudio donde escucharía los problemas emocionales y psicológicos de las personas, con el fin de entender mejor cómo el cerebro procesa las emociones. La idea de ayudarla y aprender al mismo tiempo la llenaba de energía. Marcó el número y esperó pacientemente a que alguien al otro lado de la línea respondiera.

    (No importa el largo de líneas ni el tipo de personaje que roleas solo responde si te sientes con ganas de rolear.)

    Nica se encontraba en su escritorio rodeada de libros y apuntes. Con una sonrisa en el rostro, tomó el teléfono y miró la pantalla. Era el inicio de su nuevo proyecto universitario. “¡Este es mi momento!”, pensó mientras se preparaba para hacer la primera llamada. Había diseñado un estudio donde escucharía los problemas emocionales y psicológicos de las personas, con el fin de entender mejor cómo el cerebro procesa las emociones. La idea de ayudarla y aprender al mismo tiempo la llenaba de energía. Marcó el número y esperó pacientemente a que alguien al otro lado de la línea respondiera. (No importa el largo de líneas ni el tipo de personaje que roleas solo responde si te sientes con ganas de rolear.)
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