#BitchLife

Despierta en la cama del hostal, rodeado de una calma, una paz, que pocas veces experimenta. La noche anterior debió haber sido más tranquila, porque siente que ha dormido bien, sin las usuales interrupciones. Se permite quedarse un rato entre las sábanas, remoloneando, estirándose perezosamente, disfrutando la sensación de haber descansado, algo raro para él.

Al girarse, nota, en la mesita junto la cama, con un plato de gachas calientes con una capa brillante de mermelada encima. Es el desayuno que Tolek Zientek le había prometido.

Es la primera vez que Nathan probará este platillo, el aroma y el color le resultan tentadores. Con una ligera sonrisa, toma el plato y lo siente caliente entre sus manos.

Mientras observa la comida, puede sentir la calidez fluir de su pecho casi con la misma consistencia que lo hace del plato. No puede evitar pensar en el gesto de Tolek, en el cuidado que ha puesto en preparar algo especial para él. Por un momento, saborea no solo la dulzura de la mermelada, sino también la calidez de alguien que, sin exigencias ni abusos, se ha preocupado por su bienestar.

-galopo saliendo de aquel lugar al que alguna vez llamo hogar, a visto algo de la persona a quien creía amar que la acaba de destrozar... Tomo aire y menciono en un canto -

Vuelves borracho al amanecer
Sé que has dormido con esa mujer
Lo echaste a perder

¿Qué tendrá ella que no tenga yo?
Si tu casita es un nido de amor
Ya sé lo que pasó

-golpea sus pezuñas abriendo un gran agujero entre la tierra-

Yo no plancho, ni barro
Ni voy por cigarros, ni tiendo la ropa
Ni lavo cacharros
Que otra aguante este maltrato
Ya no puedo más

-da media vuelta observando a Adán.... Jura que no se volverá a enamorar de nadie ¡Nunca más! Esos fueron todos los abusos que aguanto-

Quédate con ella ay, ay, ay
Porque es muy obligada ay, ay, ay
Que planche tus camisas
Que te acompañe a misa
Que te haga las tostadas
Quédate con ella ay, ay, ay
Ya vete pa' su casa ay ay, ay
Y pídele paella
Pa' ver si a ella
El arroz se le pasa

El mal de ojo de algo me sirvió
Ahora que la segunda apareció
De ti me salvo yo

Yo no plancho, ni barro
Ni voy por cigarros, ni tiendo la ropa
Ni lavo cacharros
Que otra aguante este maltrato
Ya no puedo más
Quédate con ella ay, ay, ay
Porque es muy obligada ay, ay, ay
Que planche tus camisas
Que te acompañe a misa
Que te haga las tostadas

Quédate con ella ay, ay, ay
Ya vete pa' su casa ay ay, ay
Y pídele paella
Pa' ver si a ella
El arroz se le pasa

Si regresas, por mí
Te lo juro, te mato
Te quemo la ropa, el reloj, los zapatos
No merezco este maltrato
Ya no puedo más

Quédate con ella ay, ay, ay
Porque es muy obligada ay, ay, ay
Que planche tus camisas
Que te acompañe a misa
Que te haga las tostadas

Quédate con ella ay, ay, ay
Ya vete pa' su casa ay ay, ay
Y pídele paella
Pa' ver si a ella
El arroz se le pasa

Te irá mejor con ella
Tragando paella
Y limpiando la casa

-gira alejándose de aquel lugar al que espera no volver a ver en lo que resta de su existencia -

(Advertencia: se tocan sutilmente temas que pueden resultar molestos o incómodos para algunas personas.)
..................

Acababa de llegar a "The Tempting Liqueur" el club nocturno en el que trabajaba.

Ahora le esperaba una larga noche de servir copas, aguantar borrachos y, si la noche iba bien, quizá podría ganar un sobresueldo a cambio de favores sexuales.

Acababa de huir del que era su hogar junto a su hija Faith de 2 años. La razón eran los constantes abusos y malos tratos a los que ella y Faith eran sometidas a manos de su expareja.

Ahora tenía que cuidar sola de Faith y pagar una vivienda cuyo alquiler era superior al sueldo que ganaba como camarera en aquel club, razón por la que intentaba ganar cada noche un sobresueldo, algo que no le resultaba difícil en absoluto. Todas las noches había alguien dispuesto a pagar una buena cantidad de dinero por llevársela a la cama.

Aquella noche había dejado a su pequeña Faith con una babysitter. No le gustaba especialmente la idea de dejar a su hija con una extraña, pero eso era todo lo que podía hacer.

—El hotel ya estaba decorado para la fiesta. Y Angel estaba orgulloso de tan delicado y bello trabajo. Con elegancia y buen gusto había dotado el ambiente de una preciosa magia festiva que, esperaba enloqueciera a Charlie. Ahora solo tenía que avisar al resto para hacer los últimos preparativos.

Sin embargo, con el móvil en la mano y enviando los mensajes pertinentes hubo un número al que se quedó mirando de forma pensativa.

<< ¿En serio me lo estoy siquiera planteando?>> Se cuestionó a si mismo contrariado. Resopló... Él era la ultima persona en el infierno a quien quería ver, menos tal y como se había puesto todo en el estudio sin embargo... Estaba siendo amable con él... Ya no habían gritos, ni palizas ni abusos contra su persona. Y Charlie siempre decía que todo el mundo merecía una segunda oportunidad, al menos consigo mismo estaba funcionando. Pero ¿Era todo imperdonable?

"Sé que las cosas están un poco raras últimamente. Pero, hoy hacemos una fiesta en el hotel si quieres puedes pasar por aquí"

Escribió, solo lo escribió. No pretendía enviarlo. Comenzó a borrarlo, luego volvió a escribirlo, luego lo borró por completo, tras esto otra vez lo escribió. El debate duró varios minutos hasta que:

<< Ni de puta coña. >> Decidió, dispuesto a borrarlo definitivamente, sin embargo....

"Enviando"

—¿Qué?—

"Recibido"

—No,no,no,no,no,no,no,no,no,no...¡Joder no!—se equivocó de botón.

—Mierda... joder ¿Que hago?—Acababa de invitar por accidente a [Val_Produx] a la fiesta.

Los notaba, podía sentir esas miradas aterradoras detrás mío, podía sentir sus asquerosas sonrisas, pero cuando volteaba no había nada.

Los odiaba tanto, no importaba que hiciera no se hiban, siempre me miraban como si cada cosa que sucediera en mi vida fuera al chiste más gracioso del mundo.

Se rieron con la muerte de mi papá, los niños me golpeaban hasta el aburrimiento o cuando la genete me trataba como un animal enfermo y asqueroso.

Odiaba sus risas retumbando en mis oídos como ecos, solo quería que se callaran, que desaparecieran y que por un momento me dejaran respirar en paz.

#oc #original #pasado #trauma #abusospicologico #acoso #recuerdo

-Uno de sus subordinados le entrega una manopla de acero a la Primera Oficial. Mientras los demás policias le traen a hombre detenido por abusos de menores.-

He esperado tanto por esto. ¿Aún no quieres hablar?
Creo que estoy dejando de ser femenina por ser policia.

-Le dice, Li Mei al detenido colocando en su diestra la manopla, dando brincos estilo boxeadora, propinando puñetazos al sujeto que se niega a hablar.-

¿Te queda energía?. Por mi parte aún puedo seguir.