https://www.youtube.com/watch?v=D-WYoicHI4s Ina’nis Ninomae
—"Mírate. Incluso ahora a la deriva en tu mundo perfecto. Tu respiración se ha calmado. Tu pulso se ha suavizado. Tu mente, antes esparcida entre cielos infinitos... ahora yace acunada en la quietud"—.
"The Dreamscape". El mundo de los sueños. Donde no había dolor, donde no había sufrimiento. Donde los anhelos del corazón se volvían realidad. Un mundo "paralelo" a la realidad, dos caras de una misma moneda jamás destinados a cruzarse... De no ser por por la intervención tan ambiciosa del Halovian.
Su voz hizo eco en lo que parecía una especie de templo atemporal, etéreo, místico. No habían paredes, pues el infinito era el límite. Las estrellas titilaban en todas las direcciones, como si estuviesen sumidos en la inmensidad del universo.
Las palabras del varón, las palabras de Sunday, iban dirigidas a una figura femenina encapsulada en lo que parecía ser una burbuja de luz. Rodeada de estrellas que giraban en órbita a esta.
Pequeña niña, viviendo su vida perfecta, desconectada de las voces del abisnmo, desconectada de la triste realidad que significaba, lo que era hasta el momento, "el mundo real". Uno que buscaba rediseñar en un sueño perpetuo para la humanidad.
—"Alcanzaste otros mundos buscando maravillas... buscando sentido... buscando algo que tu frágil vida jamás podría ofrecerte. Y lo entiendo. Créeme... lo entiendo"—.
Su mirada llena de melancolía. Llena de compasión, dulce como la de un padre hacia su hija. Abrió sus brazos, contemplándola en la perfección del sueño eterno.
Del físico de lna'nis parecían, con paciencia y calma, emerger pequeñas esferas lumínicas, que como pequeñas flamas flotaban hacia el cielo infinito, convirtiéndose en estrellas.
Las miles de almas que había consumido, las miles de vidas que había aterrorizado ahora encontrarían la paz, pues cada una entraba igualmente en el dominio de Sunday, la ilusión de la vida que no pudieron tener. La vida que les fue arrebatada, el descanso que les fue perturbado.
—"Los sueños son hermosos, ¿No lo crees? Pero los sueños son cosas frágiles. Cuando se dejan abandonados... se quiebran. Cuando se confían a las manos de los mortales... mueren.
No permitiré ese destino para ti. Tú eres la primera. La primera alma en deslizarse bajo mi Sinfonía del Orden. La primera en dormir sin temor. La primera en despertar... en un mundo sin final."—.
Sunday terminó por cerrar los ojos en solemnidad.
—"No serás olvidada. No estarás sola. Y a través de ti... el sueño crecerá. Se extenderá, suave, inquebrantable, infinito, a cada costa, a cada estrella, a cada mundo silencioso que aguarda ser consolado.
Descansa ya. Has vagado suficiente. Este... es el lugar donde siempre debiste estar"—.
Y con una sonrisa media vuelta se dio. Sus pasos hacían eco de la sinfonía del Orden que tocaban las estrellas. Esa paz irrevocable que con una desquiciada sonrisa buscaba llevar a la humanidad. Se desvaneció como polvo celestial, avanzando a la próxima etapa de su gran plan.
https://www.youtube.com/watch?v=D-WYoicHI4s
[HugsFromTheVo1d]
—"Mírate. Incluso ahora a la deriva en tu mundo perfecto. Tu respiración se ha calmado. Tu pulso se ha suavizado. Tu mente, antes esparcida entre cielos infinitos... ahora yace acunada en la quietud"—.
"The Dreamscape". El mundo de los sueños. Donde no había dolor, donde no había sufrimiento. Donde los anhelos del corazón se volvían realidad. Un mundo "paralelo" a la realidad, dos caras de una misma moneda jamás destinados a cruzarse... De no ser por por la intervención tan ambiciosa del Halovian.
Su voz hizo eco en lo que parecía una especie de templo atemporal, etéreo, místico. No habían paredes, pues el infinito era el límite. Las estrellas titilaban en todas las direcciones, como si estuviesen sumidos en la inmensidad del universo.
Las palabras del varón, las palabras de Sunday, iban dirigidas a una figura femenina encapsulada en lo que parecía ser una burbuja de luz. Rodeada de estrellas que giraban en órbita a esta.
Pequeña niña, viviendo su vida perfecta, desconectada de las voces del abisnmo, desconectada de la triste realidad que significaba, lo que era hasta el momento, "el mundo real". Uno que buscaba rediseñar en un sueño perpetuo para la humanidad.
—"Alcanzaste otros mundos buscando maravillas... buscando sentido... buscando algo que tu frágil vida jamás podría ofrecerte. Y lo entiendo. Créeme... lo entiendo"—.
Su mirada llena de melancolía. Llena de compasión, dulce como la de un padre hacia su hija. Abrió sus brazos, contemplándola en la perfección del sueño eterno.
Del físico de lna'nis parecían, con paciencia y calma, emerger pequeñas esferas lumínicas, que como pequeñas flamas flotaban hacia el cielo infinito, convirtiéndose en estrellas.
Las miles de almas que había consumido, las miles de vidas que había aterrorizado ahora encontrarían la paz, pues cada una entraba igualmente en el dominio de Sunday, la ilusión de la vida que no pudieron tener. La vida que les fue arrebatada, el descanso que les fue perturbado.
—"Los sueños son hermosos, ¿No lo crees? Pero los sueños son cosas frágiles. Cuando se dejan abandonados... se quiebran. Cuando se confían a las manos de los mortales... mueren.
No permitiré ese destino para ti. Tú eres la primera. La primera alma en deslizarse bajo mi Sinfonía del Orden. La primera en dormir sin temor. La primera en despertar... en un mundo sin final."—.
Sunday terminó por cerrar los ojos en solemnidad.
—"No serás olvidada. No estarás sola. Y a través de ti... el sueño crecerá. Se extenderá, suave, inquebrantable, infinito, a cada costa, a cada estrella, a cada mundo silencioso que aguarda ser consolado.
Descansa ya. Has vagado suficiente. Este... es el lugar donde siempre debiste estar"—.
Y con una sonrisa media vuelta se dio. Sus pasos hacían eco de la sinfonía del Orden que tocaban las estrellas. Esa paz irrevocable que con una desquiciada sonrisa buscaba llevar a la humanidad. Se desvaneció como polvo celestial, avanzando a la próxima etapa de su gran plan.