Entra en los aposentos de la rubia a la hora del lobo. A esa hora en la que aun no ha amanecido, pero no puede considerarse noche.
Nunca se le han dado bien esa clase de detalles, pero sin ánimos de enturbiar más el encierro de la joven, imaginó que un regalo en su Dia del Nombre no perturbaría los ánimos.
Por lo que, sin hacer ruido (algo asombroso dado su enorme tamaño) y con cuidado de no despertarla, camina hasta la mesilla de noche y sobre esta deja una figura tallada de forma algo hosca de una serpiente marina. El emblema de la casa Velaryon. Sin notas. Sin nombres. Nada más...
Nunca se le han dado bien esa clase de detalles, pero sin ánimos de enturbiar más el encierro de la joven, imaginó que un regalo en su Dia del Nombre no perturbaría los ánimos.
Por lo que, sin hacer ruido (algo asombroso dado su enorme tamaño) y con cuidado de no despertarla, camina hasta la mesilla de noche y sobre esta deja una figura tallada de forma algo hosca de una serpiente marina. El emblema de la casa Velaryon. Sin notas. Sin nombres. Nada más...
Entra en los aposentos de la rubia a la hora del lobo. A esa hora en la que aun no ha amanecido, pero no puede considerarse noche.
Nunca se le han dado bien esa clase de detalles, pero sin ánimos de enturbiar más el encierro de la joven, imaginó que un regalo en su Dia del Nombre no perturbaría los ánimos.
Por lo que, sin hacer ruido (algo asombroso dado su enorme tamaño) y con cuidado de no despertarla, camina hasta la mesilla de noche y sobre esta deja una figura tallada de forma algo hosca de una serpiente marina. El emblema de la casa Velaryon. Sin notas. Sin nombres. Nada más...