Avanza con solemnidad por los pasillos del templo, deslizando con suavidad la yema de sus dedos, por los frescos pintados de los dioses plasmados sobre la piedra caliza, hoy su vestimenta se trata de un kimono sencillo de color negro, deberá limpiar las energías negativas de algunas cámaras o estancias, utilizadas para exorcismos, por suerte en la noche a podido descansar algo mejor.
Porta en su mano derecha una campana, haciéndola sonar mientras continua con su camino en silencio.
Avanza con solemnidad por los pasillos del templo, deslizando con suavidad la yema de sus dedos, por los frescos pintados de los dioses plasmados sobre la piedra caliza, hoy su vestimenta se trata de un kimono sencillo de color negro, deberá limpiar las energías negativas de algunas cámaras o estancias, utilizadas para exorcismos, por suerte en la noche a podido descansar algo mejor.
Porta en su mano derecha una campana, haciéndola sonar mientras continua con su camino en silencio.