Odiaba mucho que viniera su cumpleaños, recordaba noche tras noche, los horrores que pasaban ambos juntos, lidiando con la gente, rodeados de personas que adoraban al diablo, ofreciendo a unos pobre inocente para invocarlo. Hacer un pacto para que cumpla los requisitos que querían.

Cada uno por su lado, sonaba absurdo, egoísta de pedir tales cosas, no era algo que se pudiera pedir aun ser del inframundo que lo ve todo, los pecados de los seres humanos y creyentes de el.

Cada vez que se permitían hacia una reunión para ofrecer a los corderitos. No quería que lo eligieran a el, ¿por que tuvo que ser el? debido ser escogido a alguien que nunca iba a heredar el titulo. Un pedazo de su alma le fue rebatado por esas personas. Fue el único que sobrevivió a eso.

Alguien que no iba ser el conde, un reemplazo por parte de su hermano, un inútil y cobarde que solo se ocultaba entre las rocas. Alguien que quería entregar su vida por la de su hermano.

*En la lejanía un portal en uso, lo cuál llamó la atención de Aradia, sin embargo tomó sus precauciones, imitando la figura idónea para eso, una sombra, la cual se posicionó en una roca gigante, cerca de aquella figura púrpura*.

-¿Con qué sorpresa me encontraré ahora?. (Susurros).

Su compañía es la que más me gusta
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- Al menos, pude... descansar un poco.

Recibe la notificación por parte del cefalón Ordis que pronto el warframe pronto será restaurado y renovado, luego cierra el monitor flotante que emergió de su reloj de muñeca, para dirigir su mirada hacia las estrellas.

- De cierta manera, no se ha terminado.

-Vamos, hazlo, no dejes pasar está oportunidad... (susurros).

*Solo escuchá las súplicas, su cosecha está a punto de ser tomada en manos ajenas*.

- Mortales ineptos y deidades distintas, buenas noches, hoy tengo tiempo para interactuar.

-Tengo tu permiso?, si no es concedido de tu propia boca, me es inútil hacer lo que me pides.

— Habia desechado la idea. Pero que estés aqui por estas fechas es importante para mi. Sonara cliché, pero ya tuve mi regalo por adelantado y estas adorable con el gorrito. haha~♡♡♡♡

¿Qué razones habría para querer convertir a alguien como ella en vampiro? Simple. No había ninguna. Ella simplemente era vista como comida, su destino ese día era morir en ese prado cubierto de nieve. Una ironía pues su nombre significaba nieve en japones.

Ese día iba regresando de visitar a una amiga, no pensó que volver por la noche podría traerle problemas; no en un lugar como ese; pero de pronto un joven la había interceptado, tenía la mirada muerta pero su fuerza era increíble, la sostenía con fuerza del cuello levantándola del suelo; no podía gritar por ayuda; ese día pensó que moriría. Rasguñaba las manos de aquel sujeto pero no le hacían nada, se quebró las uñas y sangró pero eso sólo pareció alterarlo.

Algo filoso se clavó en su cuello, creyó que había sido un cuchillo pero no... La estaba mordiendo y estaba bebiendo de ella. ¿Los vampiros eran reales? No había escapatoria, sentía como la vida se le iba, sus fuerzas se esfumaban y lo único que salía de su boca eran quejidos ahogados. Y de pronto ya estaba en el suelo, sobre la fría nieve; no podía moverse sólo estaba esperando su muerte cuando nuevamente alguien se le acercó, quiso pedir ayuda pero su cuerpo, su boca, nada reaccionaba. Solo recuerda haberle visto sonreír de forma cruel y una frase que ha tenido grabada desde hace mucho tiempo: "Oh querida, serás muy valiosa más adelante. Así que más te vale resistir esto".

Recuerda que le dió a beber algo, sabía a sangre y de nuevo sintió algo filoso clavarse en su cuello. Lo siguiente que supo al despertar es que ya era de mañana y seguía tirada en la nieve. Era ella pero no se sentía como ella misma... Ya no era normal.

Despierta extrañada, tenía 170 años que no pensaba en ese día... Y algo le daba mala espina.

The sweet taste of life