• Se muy bien que no puedo escapar de mis propios sentimiemtos , pero aun asi donde vaya me sentire siempre sola.
    Se muy bien que no puedo escapar de mis propios sentimiemtos , pero aun asi donde vaya me sentire siempre sola.
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  • … I, I love you like a love song, baby ~
    … I, I love you like a love song, baby ~
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  • Aprendiro , llorar en silencio y marcando mi camino , tratando de olvider mis propios capichos .
    Aprendiro , llorar en silencio y marcando mi camino , tratando de olvider mis propios capichos .
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  • Tuve ese raro sueño otra vez..

    𝐊𝐞𝐧𝐬𝐮𝐤𝐞
    Tuve ese raro sueño otra vez.. [BigB0y]
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  • Cuando la estás pasando bien y recuerdas que es domingo por la noche. (?)
    Cuando la estás pasando bien y recuerdas que es domingo por la noche. (?)
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    Me enjaja
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  • Trabajo, trabajo.. Para estos días, siempre hay mucho trabajo en la cafetería ~
    Trabajo, trabajo.. Para estos días, siempre hay mucho trabajo en la cafetería ~
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  • Seductive Sunday para alentar a su novio a portarse mal y traer unos .001 ~
    Seductive Sunday para alentar a su novio a portarse mal y traer unos .001 ~
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  • El bar, al igual que el hall del hotel, quedaron en absoluto silencio tras la partida de Lucifer. Sólo el tintinear de los hielos contra el vidrio del vaso era audible cuando él jugaba con el mismo entre sus manos.
    Aún sentado en el taburete de aquel bar tan desolado como el hotel, había su brazo libre en la barra y recargado su rostro en su mano mientras, distraídamente, observaba el licor a medio beber en el vaso. El líquido ondeaba en círculos paralelos a los movimientos que él hacía con el recipiente en su mano. Suspiró sin darse cuenta. Su mente divagando más allá del presente. Hacia el pasado, pero no uno muy lejano. Tan solo hacía unos minutos atrás ¿Quién sabía si menos?
    Sin embargo, pronto su mente terminó recordando la melodía de un violín. El canto angelical que acompañaba una suave melodía tocada a dueto por dos armoniosos instrumentos. Un brillo dorado que había acabado por iluminar el ambiente incluso más que cualquier luz que pudo alguna vez haber visto.

    — Mmm mmm... — Pronto se encontró a sí mismo tarareando, aunque tal vez no fue del todo consciente que lo hacía. Su sombra bajo sus pies, escurriéndose en la pared a su lado, observándolo con expresión confundida y ladeando la cabeza. Intentando verle a los ojos pero él no parecía notario. Su mirada en el licor que todavía hacía girar en su vaso mientras observaba sin mirar. Su mente divagando más allá.
    La sombra insistió, pasando a estar frente a él, incluso una mano agitó en sus narices pero, otra vez él no lo notó. O tal vez sí esta segunda vez pero no le importó. Apoyó el vaso en la barra y, sin levantarse, le dio la espalda para apoyarse sutilmente en la misma. Su mirada ahora perdida en el piano y sus oídos parecieron reproducir la suave melodía. Por un momento incluso sus ojos lo engañaron con la ilusión de la magia sucedida alrededor del instrumento.

    Apoyando un brazo en la barra y recargando su rostro en el piano, volvió a pensar en silencio.
    Volvió a recordar y, poco después, dejó escapar una suave risa silenciosa.

    — My radiant beam in the night
    I don't need no light to see you
    Shine
    It's your golden hour (oh)
    You slow down tiilime
    In your golden hour (oh) —

    Comenzó a tararear en voz baja de forma distraída con suave sonrisa.
    El bar, al igual que el hall del hotel, quedaron en absoluto silencio tras la partida de Lucifer. Sólo el tintinear de los hielos contra el vidrio del vaso era audible cuando él jugaba con el mismo entre sus manos. Aún sentado en el taburete de aquel bar tan desolado como el hotel, había su brazo libre en la barra y recargado su rostro en su mano mientras, distraídamente, observaba el licor a medio beber en el vaso. El líquido ondeaba en círculos paralelos a los movimientos que él hacía con el recipiente en su mano. Suspiró sin darse cuenta. Su mente divagando más allá del presente. Hacia el pasado, pero no uno muy lejano. Tan solo hacía unos minutos atrás ¿Quién sabía si menos? Sin embargo, pronto su mente terminó recordando la melodía de un violín. El canto angelical que acompañaba una suave melodía tocada a dueto por dos armoniosos instrumentos. Un brillo dorado que había acabado por iluminar el ambiente incluso más que cualquier luz que pudo alguna vez haber visto. — Mmm mmm... — Pronto se encontró a sí mismo tarareando, aunque tal vez no fue del todo consciente que lo hacía. Su sombra bajo sus pies, escurriéndose en la pared a su lado, observándolo con expresión confundida y ladeando la cabeza. Intentando verle a los ojos pero él no parecía notario. Su mirada en el licor que todavía hacía girar en su vaso mientras observaba sin mirar. Su mente divagando más allá. La sombra insistió, pasando a estar frente a él, incluso una mano agitó en sus narices pero, otra vez él no lo notó. O tal vez sí esta segunda vez pero no le importó. Apoyó el vaso en la barra y, sin levantarse, le dio la espalda para apoyarse sutilmente en la misma. Su mirada ahora perdida en el piano y sus oídos parecieron reproducir la suave melodía. Por un momento incluso sus ojos lo engañaron con la ilusión de la magia sucedida alrededor del instrumento. Apoyando un brazo en la barra y recargando su rostro en el piano, volvió a pensar en silencio. Volvió a recordar y, poco después, dejó escapar una suave risa silenciosa. — My radiant beam in the night I don't need no light to see you Shine It's your golden hour (oh) You slow down tiilime In your golden hour (oh) — Comenzó a tararear en voz baja de forma distraída con suave sonrisa.
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  • En estas fechas me vuelvo más consciente de mi propio peso. Del cuerpo en la silla, del la taza de cafe soltando su vapor, del reloj que avanza aunque nadie se lo haya pedido. La paz no llega como un milagro, llega como cansancio: cuando dejo de pelear conmigo mismo.

    La depresión no es un monstruo en estas fechas, es algo más doméstico. Se parece a olvidar comprar pan, a no tener a quién escribirle, a pensar en alguien mientras lavo un plato que no necesitaba usar. Veo las luces navideñas desde mi hogar, las compras de pánico, todas esas costumbres de extranjeros en su búsqueda de calidez humana y no me molestan; me recuerdan que la vida sigue ocurriendo en otros pisos, en otros cuerpos.

    A veces creo que la Navidad exige una versión de mí que ya no existe. Pero también trae pequeñas treguas: el vapor del arroz recién hecho, una frase que funciona al escribirla, la certeza de que no estoy roto, solo cansado. Y en ese cansancio; breve, honesto, humano,.encuentro una paz modesta, suficiente para pasar la noche.
    En estas fechas me vuelvo más consciente de mi propio peso. Del cuerpo en la silla, del la taza de cafe soltando su vapor, del reloj que avanza aunque nadie se lo haya pedido. La paz no llega como un milagro, llega como cansancio: cuando dejo de pelear conmigo mismo. La depresión no es un monstruo en estas fechas, es algo más doméstico. Se parece a olvidar comprar pan, a no tener a quién escribirle, a pensar en alguien mientras lavo un plato que no necesitaba usar. Veo las luces navideñas desde mi hogar, las compras de pánico, todas esas costumbres de extranjeros en su búsqueda de calidez humana y no me molestan; me recuerdan que la vida sigue ocurriendo en otros pisos, en otros cuerpos. A veces creo que la Navidad exige una versión de mí que ya no existe. Pero también trae pequeñas treguas: el vapor del arroz recién hecho, una frase que funciona al escribirla, la certeza de que no estoy roto, solo cansado. Y en ese cansancio; breve, honesto, humano,.encuentro una paz modesta, suficiente para pasar la noche.
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  • Estoy tan enamorada de ti que solo puedo sonrei a tu lado.
    Tan enamorada que me duele el corazón a tu ausencia.
    Deseo pronto volver a verte y sentirme en la seguridad de tus brazos.
    Estoy tan enamorada de ti que solo puedo sonrei a tu lado. Tan enamorada que me duele el corazón a tu ausencia. Deseo pronto volver a verte y sentirme en la seguridad de tus brazos.
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