• Mientras mi prometida atiende sus asuntos de trabajo…
    Mientras mi prometida atiende sus asuntos de trabajo…
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Lleva enfadada conmigo desde que le dije que tendría que quedarse en una guardería por unas semanas. Que alguien le diga que vuelva a quererme o lloraré
    Lleva enfadada conmigo desde que le dije que tendría que quedarse en una guardería por unas semanas. Que alguien le diga que vuelva a quererme o lloraré
    Me encocora
    Me gusta
    6
    18 turnos 0 maullidos
  • Hace un poco de calor, apesar de ser un día nublado.. bueno, tal vez debería...

    >Notando la casa sola, se aflojo un poco el cintillo del kimono, relajandose<
    Hace un poco de calor, apesar de ser un día nublado.. bueno, tal vez debería... >Notando la casa sola, se aflojo un poco el cintillo del kimono, relajandose<
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Había desplegado sobre el suelo húmedo los documentos del nuevo contrato. Sus dedos enguantados pasaban las páginas con precisión militar: fotografías borrosas, un mapa del muelle, registros de movimientos nocturnos. Y allí, entre informes aparentemente técnicos, el nombre que la había inquietado la noche anterior. Otra vez. Connor Rowan.

    Cerró los ojos un segundo, aspirando el humo de su cigarro como si fuera aire suficiente para mantener la calma. Sabía que ese nombre era una herida abierta, pero también una trampa.

    El muelle estaba casi desierto a esas horas. Isla Rowan avanzaba entre las sombras con una calma calculada, la capucha negra ocultándole gran parte del rostro.

    Se detuvo detrás de un contenedor y observó. A unos metros, dos hombres armados vigilaban la entrada de un almacén iluminado con luces fluorescentes. Nada fuera de lo común. Pero Isla no se fiaba. Había aprendido que lo evidente rara vez era lo importante.

    Sacó un pequeño visor térmico y lo enfocó hacia el edificio. En el interior, al menos seis figuras más, distribuidas como si esperaran algo… o a alguien. Y entre las cajas, volvió a aparecer ese sello en un documento apilado sobre una mesa metálica: Rowan Industries.

    Isla apretó la mandíbula, sin apartar la mirada. No era casualidad. Nada en su vida lo había sido.

    Guardó el visor y ajustó la pistola en la funda bajo su chaqueta. No necesitaba un plan maestro; su cuerpo se movía por instinto, como siempre. Se deslizó hacia otro ángulo, subiendo a la escalera lateral de un contenedor oxidado para ganar perspectiva. Desde allí, el muelle entero parecía un tablero de ajedrez donde las piezas no sabían que ya estaban condenadas.
    Había desplegado sobre el suelo húmedo los documentos del nuevo contrato. Sus dedos enguantados pasaban las páginas con precisión militar: fotografías borrosas, un mapa del muelle, registros de movimientos nocturnos. Y allí, entre informes aparentemente técnicos, el nombre que la había inquietado la noche anterior. Otra vez. Connor Rowan. Cerró los ojos un segundo, aspirando el humo de su cigarro como si fuera aire suficiente para mantener la calma. Sabía que ese nombre era una herida abierta, pero también una trampa. El muelle estaba casi desierto a esas horas. Isla Rowan avanzaba entre las sombras con una calma calculada, la capucha negra ocultándole gran parte del rostro. Se detuvo detrás de un contenedor y observó. A unos metros, dos hombres armados vigilaban la entrada de un almacén iluminado con luces fluorescentes. Nada fuera de lo común. Pero Isla no se fiaba. Había aprendido que lo evidente rara vez era lo importante. Sacó un pequeño visor térmico y lo enfocó hacia el edificio. En el interior, al menos seis figuras más, distribuidas como si esperaran algo… o a alguien. Y entre las cajas, volvió a aparecer ese sello en un documento apilado sobre una mesa metálica: Rowan Industries. Isla apretó la mandíbula, sin apartar la mirada. No era casualidad. Nada en su vida lo había sido. Guardó el visor y ajustó la pistola en la funda bajo su chaqueta. No necesitaba un plan maestro; su cuerpo se movía por instinto, como siempre. Se deslizó hacia otro ángulo, subiendo a la escalera lateral de un contenedor oxidado para ganar perspectiva. Desde allí, el muelle entero parecía un tablero de ajedrez donde las piezas no sabían que ya estaban condenadas.
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Por fin terminamos parte del trabajo del sr.꧁༒☬𝓐𝓛𝓐𝓢𝓣𝓞𝓡 𝓡𝓔𝓓 𝓓𝓔𝓜𝓞𝓝 𝓞𝓥𝓔𝓡𝓛𝓞𝓡𝓓☬༒꧂ , mi señor Nanami Kento me enseñó mucho , espero el trabajo este en orden,espero la siguiente misión

    Por fin terminamos parte del trabajo del sr.[Alastor_rabbit] , mi señor [Nanami_kento] me enseñó mucho , espero el trabajo este en orden,espero la siguiente misión
    Me encocora
    Me gusta
    Me endiabla
    9
    8 turnos 0 maullidos
  • Como que deberia taparlas antes de irme al trabajo
    Como que deberia taparlas antes de irme al trabajo
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    3
    5 turnos 1 maullido
  • ¿Y quién se va a trabajar ahora?... No me apetece.
    ¿Y quién se va a trabajar ahora?... No me apetece.
    Me encocora
    1
    4 turnos 0 maullidos
  • Aproveché que mi prometida Alessia Leone se quedó dormida y fui a mi oficina para una videoconferencia con Constantin Aurelian Reis puesto que ya tenía un nuevo modelo de motocicleta y quería que la viera para corregir algunas cosas, cuando respondió la llamada sonreí alegremente.

    —Hola joven Reis
    Aproveché que mi prometida [eclipse_silver_bat_642] se quedó dormida y fui a mi oficina para una videoconferencia con [cosmic_garnet_rhino_424] puesto que ya tenía un nuevo modelo de motocicleta y quería que la viera para corregir algunas cosas, cuando respondió la llamada sonreí alegremente. —Hola joven Reis
    Me gusta
    1
    13 turnos 0 maullidos
  • -sali del café favorito de mi hermana, riendo-

    Es increíble cómo, con solo hablarle seductor le ganas

    Seiko Nura Nanao
    -sali del café favorito de mi hermana, riendo- Es increíble cómo, con solo hablarle seductor le ganas [orbit_sapphire_monkey_475]
    Me gusta
    Me encocora
    4
    4 turnos 0 maullidos
  • Que decir... Mi prometido se fue y ahora volví a quedarme solo... Ni enojado o triste estoy... Quizás ya sabía que iba a pasar
    Que decir... Mi prometido se fue y ahora volví a quedarme solo... Ni enojado o triste estoy... Quizás ya sabía que iba a pasar
    Me encocora
    Me entristece
    2
    6 turnos 0 maullidos
Patrocinados