• — Muy gracioso ¿Con esto dejarán de tenerme miedo?. —
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  • — Insisto en que debí matarlo con la primer cosa que tenía entre manos, que lío haberlo dejado vivir.—
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  • Si bueno los lunes no siempre se ven tan cool..
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  • - Volvió de las compras del desayuno y ve a Salem jugando cartas con los perros del vecino -

    Espero estés ganando .. no quiero comprar más comida de animales de la que ya compró

    - se va a la comida a preparar el desayuno -
    - Volvió de las compras del desayuno y ve a Salem jugando cartas con los perros del vecino - Espero estés ganando .. no quiero comprar más comida de animales de la que ya compró - se va a la comida a preparar el desayuno -
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  • https://vt.tiktok.com/ZSSu2NyXK/

    -Mientras hacia el desayuno mi radio emitía la canción que había escogido para bailar con mi ahora esposo Vergil Sparda no podía sacarlo de la cabeza guardaría está melodía grabándolo en su alma así como lo hizo con su esposo Dante Son Of Sparda -
    https://vt.tiktok.com/ZSSu2NyXK/ -Mientras hacia el desayuno mi radio emitía la canción que había escogido para bailar con mi ahora esposo [Vergil_Sparda_Oficial] no podía sacarlo de la cabeza guardaría está melodía grabándolo en su alma así como lo hizo con su esposo [solar_yellow_frog_924] -
    @ndlhmusic

    Replying to @Dr. GhaidaBader✨ should this song be next after every little thing?

    ♬ original sound - NDLH Music
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  • Un buen día, para todo el día para los mejores deseos .....
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  • -Al amanecer vergil se levantó mirando a su lado su ahora esposo ꧁༒☬𝓐𝓛𝓐𝓢𝓣𝓞𝓡 𝓡𝓔𝓓 𝓓𝓔𝓜𝓞𝓝 𝓞𝓥𝓔𝓡𝓛𝓞𝓡𝓓☬༒꧂, quien dormía tranquilo ,admiraba si belleza ,sabía que ahora en adelante tenía una responsabilidad más grande pues su esposo y su futuro hijo lo necesitaban -
    -Al amanecer vergil se levantó mirando a su lado su ahora esposo [Alastor_rabbit], quien dormía tranquilo ,admiraba si belleza ,sabía que ahora en adelante tenía una responsabilidad más grande pues su esposo y su futuro hijo lo necesitaban -
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  • El maquillaje se había corrido por mi rostro, mezclándose con la sangre que goteaba desde el corte en mi labio inferior. No me moví del camerino abandonado, mi respiración entrecortada creando pequeñas nubes de vapor en el aire frío de la madrugada. Mis ojos, que siempre había mantenido fríos como el hielo de Tver, ahora reflejaban algo que no había sentido en años: una furia que amenazaba con consumirme desde adentro.

    Tres horas antes, estaba sobre el escenario del Teatro Nacional de Praga, ejecutando una presentación perfecta de Giselle mientras esperaba el momento preciso para eliminar al Coronel Viktor Petrov durante el segundo acto. Había planificado cada detalle: el veneno de acción rápida oculto en el anillo de mi tutú, la ruta de escape a través de los túneles subterráneos del teatro, incluso mi coartada perfecta como bailarina invitada.

    Pero cuando las luces se atenuaron y me acerqué al palco VIP, no fue el Coronel quien me esperaba. Eran Mikhail y Alexei, mis propios compañeros, con armas ya desenfundadas y sonrisas que helaron mi sangre más que cualquier invierno ruso que hubiera conocido.
    -Lo siento, malen'kaya balerina-, murmuró Mikhail con falsa lástima.
    -Órdenes de Dimitri. Sabes demasiado, te has vuelto demasiado... independiente.

    Independiente. La palabra resonó en mi cabeza como una bofetada. Yo, que había entregado mi infancia, mi alma, mi humanidad a esta organización. Yo, que había matado sin cuestionar durante años.

    La pelea que siguió fue brutal y desesperada. Mi entrenamiento en ballet se fusionó con años de combate letal: cada pirueta se convirtió en una patada mortal, cada salto esquivó balas por centímetros, toda la gracia que me habían enseñado se transformó en supervivencia pura. Logré eliminar a Mikhail con una daga oculta en mi zapatilla de punta, sintiendo cómo la hoja se hundía entre sus costillas con la misma precisión con que había ejecutado miles de movimientos.

    Pero Alexei... Alexei apuntó directo a mi corazón.
    Entonces ella apareció. Katya, mi hermana en todo excepto en sangre, se lanzó como un ángel vengador entre el cañón de su arma y mi pecho. El sonido del disparo resonó en el teatro vacío. Vi cómo se desplomó con una sonrisa en los labios, como si acabara de completar la actuación de su vida.

    -Vuela, hermana - Susurró con sus últimas palabras, su mano buscando la mía. -Vuela como nunca te dejaron volar.- Y ahí estaba yo, sentada entre los restos de lo que una vez fue mi vida, sosteniendo su medallón manchado de sangre. El dolor comenzó a transformarse en algo más frío, más peligroso. Por primera vez en años, una sonrisa cruel curvó mis labios ensangrentados.

    Habían cometido un error fatal. Me habían entrenado para ser la asesina perfecta, me habían enseñado a bailar con la muerte misma, y luego tuvieron la estupidez de convertirme en su enemiga. Me puse de pie con la elegancia que me habían inculcado desde niña, cada movimiento controlado y deliberado a pesar del dolor que atravesaba mi cuerpo. En el espejo agrietado del camerino, ya no vi a la obediente bailarina de la Mesa Alta.

    Vi a Irina Fyodorov, la huérfana de Tver que había perdido todo dos veces en su vida. Y esta vez, yo haría que el mundo pagara por ello.

    -Spasibo, Katya-, murmuré, limpiándome la sangre del labio con el dorso de la mano.
    -Ahora les enseñaré qué significa realmente bailar con la muerte.

    Salí del teatro caminando entre las sombras, llevándome conmigo la promesa silenciosa de una venganza que haría temblar hasta los cimientos de la Mesa Alta. Cada paso resonaba en el pavimento húmedo de Praga como el compás de una sinfonía que apenas comenzaba.
    Esa noche murió la bailarina obediente.

    Lo que emergió de entre las sombras fue algo mucho más peligroso. Algo que ellos mismos habían creado.
    Y ahora... era libre.
    El maquillaje se había corrido por mi rostro, mezclándose con la sangre que goteaba desde el corte en mi labio inferior. No me moví del camerino abandonado, mi respiración entrecortada creando pequeñas nubes de vapor en el aire frío de la madrugada. Mis ojos, que siempre había mantenido fríos como el hielo de Tver, ahora reflejaban algo que no había sentido en años: una furia que amenazaba con consumirme desde adentro. Tres horas antes, estaba sobre el escenario del Teatro Nacional de Praga, ejecutando una presentación perfecta de Giselle mientras esperaba el momento preciso para eliminar al Coronel Viktor Petrov durante el segundo acto. Había planificado cada detalle: el veneno de acción rápida oculto en el anillo de mi tutú, la ruta de escape a través de los túneles subterráneos del teatro, incluso mi coartada perfecta como bailarina invitada. Pero cuando las luces se atenuaron y me acerqué al palco VIP, no fue el Coronel quien me esperaba. Eran Mikhail y Alexei, mis propios compañeros, con armas ya desenfundadas y sonrisas que helaron mi sangre más que cualquier invierno ruso que hubiera conocido. -Lo siento, malen'kaya balerina-, murmuró Mikhail con falsa lástima. -Órdenes de Dimitri. Sabes demasiado, te has vuelto demasiado... independiente. Independiente. La palabra resonó en mi cabeza como una bofetada. Yo, que había entregado mi infancia, mi alma, mi humanidad a esta organización. Yo, que había matado sin cuestionar durante años. La pelea que siguió fue brutal y desesperada. Mi entrenamiento en ballet se fusionó con años de combate letal: cada pirueta se convirtió en una patada mortal, cada salto esquivó balas por centímetros, toda la gracia que me habían enseñado se transformó en supervivencia pura. Logré eliminar a Mikhail con una daga oculta en mi zapatilla de punta, sintiendo cómo la hoja se hundía entre sus costillas con la misma precisión con que había ejecutado miles de movimientos. Pero Alexei... Alexei apuntó directo a mi corazón. Entonces ella apareció. Katya, mi hermana en todo excepto en sangre, se lanzó como un ángel vengador entre el cañón de su arma y mi pecho. El sonido del disparo resonó en el teatro vacío. Vi cómo se desplomó con una sonrisa en los labios, como si acabara de completar la actuación de su vida. -Vuela, hermana - Susurró con sus últimas palabras, su mano buscando la mía. -Vuela como nunca te dejaron volar.- Y ahí estaba yo, sentada entre los restos de lo que una vez fue mi vida, sosteniendo su medallón manchado de sangre. El dolor comenzó a transformarse en algo más frío, más peligroso. Por primera vez en años, una sonrisa cruel curvó mis labios ensangrentados. Habían cometido un error fatal. Me habían entrenado para ser la asesina perfecta, me habían enseñado a bailar con la muerte misma, y luego tuvieron la estupidez de convertirme en su enemiga. Me puse de pie con la elegancia que me habían inculcado desde niña, cada movimiento controlado y deliberado a pesar del dolor que atravesaba mi cuerpo. En el espejo agrietado del camerino, ya no vi a la obediente bailarina de la Mesa Alta. Vi a Irina Fyodorov, la huérfana de Tver que había perdido todo dos veces en su vida. Y esta vez, yo haría que el mundo pagara por ello. -Spasibo, Katya-, murmuré, limpiándome la sangre del labio con el dorso de la mano. -Ahora les enseñaré qué significa realmente bailar con la muerte. Salí del teatro caminando entre las sombras, llevándome conmigo la promesa silenciosa de una venganza que haría temblar hasta los cimientos de la Mesa Alta. Cada paso resonaba en el pavimento húmedo de Praga como el compás de una sinfonía que apenas comenzaba. Esa noche murió la bailarina obediente. Lo que emergió de entre las sombras fue algo mucho más peligroso. Algo que ellos mismos habían creado. Y ahora... era libre.
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  • Oh.. note que andabas por ahí espiandome... Ven, vamos a disfrutar del sol, las olas y el agua fresca en nuestros pies.

    *Haku Yori te invitaba a sacarte los zapatos y caminar descalzos en la arena. Hoy es un día de suma relajación y descanso. Tómale la mano, eso le fascina.*
    Oh.. note que andabas por ahí espiandome... Ven, vamos a disfrutar del sol, las olas y el agua fresca en nuestros pies. *Haku Yori te invitaba a sacarte los zapatos y caminar descalzos en la arena. Hoy es un día de suma relajación y descanso. Tómale la mano, eso le fascina.* :STK-70:
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  • That you're praying for an end. I can lie to you and tell you "𝑰 𝒄𝒂𝒏 𝒈𝒆𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒖𝒕 𝒎𝒚 𝒉𝒆𝒂𝒅". But I'm lovin 𝕨𝕒𝕥𝕔𝕙𝕚𝕟' 𝕪𝕠𝕦 𝕥𝕙𝕚𝕟𝕜 𝕪𝕠𝕦'𝕣𝕖 𝕔𝕠𝕟𝕥𝕣𝕠𝕝𝕝𝕚𝕟𝕘 𝕞𝕖 𝕚𝕟𝕤𝕥𝕖𝕒𝕕...
    That you're praying for an end. I can lie to you and tell you "𝑰 𝒄𝒂𝒏 𝒈𝒆𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒖𝒕 𝒎𝒚 𝒉𝒆𝒂𝒅". But I'm lovin 𝕨𝕒𝕥𝕔𝕙𝕚𝕟' 𝕪𝕠𝕦 𝕥𝕙𝕚𝕟𝕜 𝕪𝕠𝕦'𝕣𝕖 𝕔𝕠𝕟𝕥𝕣𝕠𝕝𝕝𝕚𝕟𝕘 𝕞𝕖 𝕚𝕟𝕤𝕥𝕖𝕒𝕕...
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