Nombre Completo:

Valerian Mara Negrilă

Edad:

Aproximadamente 600 años (nacido en el siglo XV)

Origen:

Rumania

Raza:

Vampiro de nacimiento

Altura:

1.70 metros

Peso:

60 kilogramos

Complexión:

Delgado, andrógino

Cabello:

Negro, ensortijado

Ojos:

Azules

Piel:

Blanca

Rasgos:

Su apariencia andrógina le confiere un aire de misterio y atracción, que utiliza a su favor.

Estilo de Vestimenta:

Generalmente, Valerian prefiere ropa oscura y elegante que resalta su figura esbelta y su naturaleza dominante. Su coquetería es evidente gracias a la fina colección de joyas y la dedicación con que cuida su cuerpo.

Habilidades Vampíricas:

Fuerza y agilidad superiores, sentidos agudizados, capacidad de regeneración.

Telepatía:

Capacidad para leer mentes y comunicarse telepáticamente con otros seres.

Hipnosis:

Puede influir en la mente de los humanos y otros seres para controlar sus acciones y percepciones.

Transformación:

Habilidad para cambiar su apariencia física parcial o completamente.

Velocidad Sobrehumana:

Capacidad de moverse a velocidades superiores a las de los humanos normales.

Inmunidad a las Enfermedades:

Debido a su naturaleza vampírica, es inmune a enfermedades y a muchas formas de daño físico convencional.

Longevidad:

Tiene una vida extremadamente larga y una capacidad de recuperación que le permite sobrevivir a heridas que serían mortales para los humanos.

Manipulación Elemental:

Posee cierto control sobre elementos naturales como la sombra y la niebla.

Creación de Pociones y Ungüentos:

Experto en alquimia, Valerian puede crear pociones y ungüentos con propiedades mágicas, como elixir de sueño, venenos, y brebajes que otorgan habilidades temporales.

Luz Solar:

Como muchos de su especie, la exposición a la luz solar debilita severamente a Valerian, causando dolor extremo y potencialmente quemaduras mortales.

Ajo:

Aunque no lo mata, el ajo es extremadamente irritante y puede repelerlo, impidiéndole acercarse a sus víctimas.

Agua Bendita:

Causa quemaduras y dolor intenso, debilitando sus poderes temporales y dificultando su regeneración.

Crucifijos y Símbolos Sagrados:

Estos símbolos pueden repelerlo y debilitar su capacidad de hipnosis y telepatía, haciendo que sea más vulnerable.

Fuego:

Aunque puede regenerar heridas menores, el fuego puede causar daños significativos y permanentes, dificultando su recuperación.

Incapacidad de Cruzar Líneas de Sal:

Las líneas de sal o círculos hechos de sal pueden actuar como barreras, impidiéndole pasar a través de ellos.

Dependencia de la Sangre:

La necesidad constante de consumir sangre humana para mantener su vitalidad lo hace vulnerable si no puede alimentarse regularmente.

Maldiciones y Hechizos:

A pesar de su propio conocimiento de la magia, Valerian puede ser afectado por maldiciones y hechizos poderosos lanzados por otros practicantes habilidosos.

Terrenos Sagrados:

No puede entrar en lugares consagrados o sagrados sin una invitación explícita, lo cual puede limitar su acceso a ciertas áreas o víctimas.

Hierbas Repelentes:

Algunas hierbas, como el acónito o la verbena, pueden actuar como repelentes naturales, impidiéndole acercarse.

Reflejos y Fotografías:

La incapacidad de verse reflejado en espejos o ser capturado en fotografías puede ser una desventaja táctica en ciertos contextos.

Personalidad:

Valerian tiene una presencia oscura, poderosa y magnética, que le permite dominar y seducir a quienes le rodean. Astuto y resiliente, a pesar de las limitaciones impuestas por su raza, sigue siendo extremadamente inteligente y adaptable. Su pasado y su naturaleza vampírica le otorgan una personalidad enigmática y a veces intimidante.

Alquimia y Magia Oscura:

Valerian dedica gran parte de su tiempo a la creación de pociones y ungüentos con propiedades mágicas, disfrutando del proceso de combinar ingredientes oscuros y raros.

Caza Nocturna:

Encuentra un placer oscuro en acechar a sus víctimas durante la noche, disfrutando de la caza y el juego psicológico que implica.

Música Clásica y Ópera:

Disfruta de la música que evoca emociones profundas y sombrías, especialmente piezas que reflejan tragedia y pasión.

Arte Macabro:

Valerian aprecia el arte que explora temas de muerte, decadencia y sufrimiento, coleccionando pinturas y esculturas que reflejan estas oscuras facetas.

Esgrima y Combate:

Practica habilidades de combate, disfrutando de la disciplina y la precisión que requiere la esgrima y otros estilos de lucha.

Sangre Humana:

Encuentra un deleite en la sangre fresca, particularmente de aquellos que están llenos de emociones intensas y conflictivas.

Noches Nubladas y Tempestuosas:

Prefiere la oscuridad y el caos de una tormenta, encontrando la tranquilidad en la ausencia de luz y en los sonidos de la naturaleza desatada.

Conversaciones Profundas:

Disfruta de discusiones filosóficas y psicológicas que exploran la naturaleza humana, el bien y el mal, y las sombras del alma.

Teatro y Dramatismo:

Aprecia las representaciones teatrales que capturan la complejidad de las emociones humanas, especialmente las tragedias.

Perfumes Exóticos:

Valerian tiene un gusto refinado por los perfumes raros y exóticos, especialmente aquellos con notas oscuras y profundas como el ámbar, la mirra y el incienso.

Luz Solar:

Detesta la luz del sol, no solo por el daño que le causa, sino también por la claridad y el calor que simbolizan.

Ruidos Fuertes y Estridentes:

Encuentra los sonidos fuertes y caóticos perturbadores y molestos, prefiriendo la quietud de la noche.

Religión Organizada:

Tiene aversión por las instituciones religiosas que imponen normas y dogmas, viendo en ellas una forma de represión de la verdadera naturaleza humana.

Debilidad y Sumisión:

No soporta la debilidad en otros, prefiriendo a aquellos que tienen un espíritu fuerte y desafiante.

Modernidad y Tecnología:

Aunque no le es ajena, Valerian siente desprecio por la dependencia excesiva de la tecnología moderna, añorando los tiempos más simples y naturales.

Optimismo Ingenuo:

Encuentra irritante el optimismo excesivo y la ingenuidad, considerando estas cualidades como una negación de la realidad de la vida y la muerte.