• **Página 845 del Diario de Caelard**

    *La tinta es fina. El trazo, limpio. Pero algunas gotas parecen haber caído de sus dedos... como si hubiera dudado en escribirlas.*

    *"Hoy caminé más allá del castillo. Mis pies me llevaron al claro donde los árboles no me cubren, y el sol me alcanzó. No lo esperaba. No me escondí.*

    Sentí su calor, no como una amenaza, sino como un recuerdo que no sabía que guardaba. No dolía. Me envolvía. Y por un segundo, no fui una sombra, ni el eco de un linaje que arrastra condenas.

    Fui solo Caelard.

    No el hijo del vampiro. No el vigilante nocturno. Solo… yo.

    Y en ese instante, pensé en ti, madre. En tus manos frías cuando acariciaban mi cabello y me decías que algún día caminaría bajo la luz sin miedo. Pensé en ti también, padre, y en esa espada que me dejaste como única herencia: siempre envuelta en oscuridad… pero firme, leal.

    Quizá no nací para tener paz. Pero si la encuentro, aunque sea un respiro entre batallas, quiero recordar que fue real.

    Hoy lo fue.

    Y eso… eso me basta por ahora."*
    **Página 845 del Diario de Caelard** *La tinta es fina. El trazo, limpio. Pero algunas gotas parecen haber caído de sus dedos... como si hubiera dudado en escribirlas.* *"Hoy caminé más allá del castillo. Mis pies me llevaron al claro donde los árboles no me cubren, y el sol me alcanzó. No lo esperaba. No me escondí.* Sentí su calor, no como una amenaza, sino como un recuerdo que no sabía que guardaba. No dolía. Me envolvía. Y por un segundo, no fui una sombra, ni el eco de un linaje que arrastra condenas. Fui solo Caelard. No el hijo del vampiro. No el vigilante nocturno. Solo… yo. Y en ese instante, pensé en ti, madre. En tus manos frías cuando acariciaban mi cabello y me decías que algún día caminaría bajo la luz sin miedo. Pensé en ti también, padre, y en esa espada que me dejaste como única herencia: siempre envuelta en oscuridad… pero firme, leal. Quizá no nací para tener paz. Pero si la encuentro, aunque sea un respiro entre batallas, quiero recordar que fue real. Hoy lo fue. Y eso… eso me basta por ahora."*
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  • Las calles estaban envueltas en bruma. El aire era espeso, como si la ciudad contuviera el aliento. Nadie salía después del anochecer, no desde que los vampiros habían reclamado los callejones.

    Y entonces, un grito.

    Agudo. Pequeño. Humano.

    Una niña de no más de ocho años corría entre las sombras, sus pasos resonaban desesperados. Cuatro figuras la perseguían, ojos rojos brillando, lenguas relamiendo colmillos.

    —Vamos, pequeña —susurró uno con voz rasposa—. No dolerá mucho… al principio.

    Ella tropezó. Cayó de rodillas. Ellos rieron.

    Pero el sonido que vino después no fue risa. Fue un **latido metálico**, profundo como un tambor de guerra, y el eco de un **acero desenvainado sin que nadie lo tocara**.

    Una figura apareció entre la niebla.

    **Pelo largo, medio rojizo, ojos verdes con pupilas felinas**. Gabardina blanca ondeando al viento, capa negra como la muerte. Su espada flotaba en el aire, temblando de furia contenida.

    —Ya basta —dijo. Su voz era baja, pero detenía el tiempo.

    Uno de los vampiros se lanzó. La espada voló en espiral y lo atravesó en el pecho. El cuerpo estalló en cenizas con un destello de luz negra. Los otros tres retrocedieron, gruñendo.

    Caelard avanzó. Cada paso suyo resonaba como una promesa.

    —¿Tú también eres uno de nosotros? —le escupió otro vampiro.

    Caelard no respondió. Solo desenrolló su látigo, **cargado de energía radiante**, y lo hizo chasquear. La luz bañó las paredes como si el sol hubiera despertado un instante.

    —Soy lo que no deberían haber dejado vivir —susurró, y se lanzó como una sombra viva.

    Lo siguiente fue un torbellino de acero encantado y gritos silenciados por la purificación. Cuando el último vampiro cayó, la niebla comenzó a disiparse.

    La niña temblaba. Caelard se arrodilló frente a ella, envainando su espada por el aire. No dijo una palabra. Solo le tendió la mano.

    —¿Estás… bien? —preguntó la niña, sin saber si temerle o abrazarlo.

    Caelard asintió con una leve sonrisa.

    —La noche no es de ellos, pequeña… no mientras yo camine en ella.
    Las calles estaban envueltas en bruma. El aire era espeso, como si la ciudad contuviera el aliento. Nadie salía después del anochecer, no desde que los vampiros habían reclamado los callejones. Y entonces, un grito. Agudo. Pequeño. Humano. Una niña de no más de ocho años corría entre las sombras, sus pasos resonaban desesperados. Cuatro figuras la perseguían, ojos rojos brillando, lenguas relamiendo colmillos. —Vamos, pequeña —susurró uno con voz rasposa—. No dolerá mucho… al principio. Ella tropezó. Cayó de rodillas. Ellos rieron. Pero el sonido que vino después no fue risa. Fue un **latido metálico**, profundo como un tambor de guerra, y el eco de un **acero desenvainado sin que nadie lo tocara**. Una figura apareció entre la niebla. **Pelo largo, medio rojizo, ojos verdes con pupilas felinas**. Gabardina blanca ondeando al viento, capa negra como la muerte. Su espada flotaba en el aire, temblando de furia contenida. —Ya basta —dijo. Su voz era baja, pero detenía el tiempo. Uno de los vampiros se lanzó. La espada voló en espiral y lo atravesó en el pecho. El cuerpo estalló en cenizas con un destello de luz negra. Los otros tres retrocedieron, gruñendo. Caelard avanzó. Cada paso suyo resonaba como una promesa. —¿Tú también eres uno de nosotros? —le escupió otro vampiro. Caelard no respondió. Solo desenrolló su látigo, **cargado de energía radiante**, y lo hizo chasquear. La luz bañó las paredes como si el sol hubiera despertado un instante. —Soy lo que no deberían haber dejado vivir —susurró, y se lanzó como una sombra viva. Lo siguiente fue un torbellino de acero encantado y gritos silenciados por la purificación. Cuando el último vampiro cayó, la niebla comenzó a disiparse. La niña temblaba. Caelard se arrodilló frente a ella, envainando su espada por el aire. No dijo una palabra. Solo le tendió la mano. —¿Estás… bien? —preguntó la niña, sin saber si temerle o abrazarlo. Caelard asintió con una leve sonrisa. —La noche no es de ellos, pequeña… no mientras yo camine en ella.
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  • De las pocas cosas buenas que tiene ser vampiro, es que puedo cambiar la forma de mi cuerpo y transformarme en murciélago, así que puedo ser mi otro "yo" sin tener que vendarme los pechos.
    De las pocas cosas buenas que tiene ser vampiro, es que puedo cambiar la forma de mi cuerpo y transformarme en murciélago, así que puedo ser mi otro "yo" sin tener que vendarme los pechos.
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  • Hay muchos factores que intervienen en el desarrollo de una persona.
    El mismo sol que hace crecer las cosechas puede destruir un vampiro.
    Lo que a alguien puede inspirar, a alguien más puede llenar de venganza.
    Es un equilibrio tan delgado que pocos se atreven a cruzar.
    Hay muchos factores que intervienen en el desarrollo de una persona. El mismo sol que hace crecer las cosechas puede destruir un vampiro. Lo que a alguien puede inspirar, a alguien más puede llenar de venganza. Es un equilibrio tan delgado que pocos se atreven a cruzar.
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  • Bueno después de tantas súplicas te dejaré ir a la tierra pero ahora serás el rey de los vampiros y nadie sabrá que eres tu Mike
    Bueno después de tantas súplicas te dejaré ir a la tierra pero ahora serás el rey de los vampiros y nadie sabrá que eres tu [meteor_turquoise_zebra_848]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
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    Tengo ganas de hacer rol en comunidad sobre un universo gótico-punk oscuro y pesimista donde criaturas sobrenaturales como vampiros, hombres lobo, magos, fantasmas, cazadores, ángeles y demonios coexisten en secreto con la humanidad, tejiendo conspiraciones milenarias desde las sombras. Ambientado en ciudades decadentes y paisajes urbanos corruptos, un mundo que está impregnado de un horror existencial, donde la moralidad se desvanece y cada facción libra sus propias guerras por poder, supervivencia o redención. Con una narrativa rica en tragedia, intriga política y terror sobrenatural, explorando temas como la pérdida de humanidad, el precio del conocimiento prohibido y la inevitable decadencia de un mundo al borde del fin de sus días. (Básicamente describe MDT)
    Tengo ganas de hacer rol en comunidad sobre un universo gótico-punk oscuro y pesimista donde criaturas sobrenaturales como vampiros, hombres lobo, magos, fantasmas, cazadores, ángeles y demonios coexisten en secreto con la humanidad, tejiendo conspiraciones milenarias desde las sombras. Ambientado en ciudades decadentes y paisajes urbanos corruptos, un mundo que está impregnado de un horror existencial, donde la moralidad se desvanece y cada facción libra sus propias guerras por poder, supervivencia o redención. Con una narrativa rica en tragedia, intriga política y terror sobrenatural, explorando temas como la pérdida de humanidad, el precio del conocimiento prohibido y la inevitable decadencia de un mundo al borde del fin de sus días. (Básicamente describe MDT)
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  • ¿El fin del cuento?
    Fandom The Vampire Diaries | OC
    Categoría Drama
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ¿Eʟ ꜰɪɴ ᴅᴇʟ ᴄᴜᴇɴᴛᴏ?
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Jᴏʀᴅᴀɴ Bᴇʀɢᴍᴀɴ


    ㅤㅤㅤㅤA pesar de lo complicado que pudiera parecer el mundo de Vittoria, parecía que Jordan se había adaptado bastante fácilmente a él. Y, aunque algunos de los aspectos de la naturaleza de la italiana podían llegar a ser algo complicados (como el tema de la transición de humano a vampiro) o truculentos (como era la alimentación vampírica) la verdad era que Jordan retenía bastante bien la información y no necesitó que su, a todas luces, novia, le diera una segunda lección.

    Y con el paso de los dias volvieron a ser la pareja perfecta. Vittoria iba a recogerle al trabajo al terminar la jornada y, como una pareja normal y corriente iban al cine, a cenar o… pasaban la noche en casa de Vittoria o en la de Jordan. Y, a pesar de lo cohibido que se sentía el sheriff por presentarle su modesta caravana en comparación con la imponente casa alquilada de Vittoria, esta pareció encantada con aquel vehículo y lo bien que había aprovechado él aquel espacio. No era una de esas caravanas cochambrosas que salen en las series de televisión donde el protagonista tiene que pisar sobre capas de basura… la verdad era que era bastante comoda y bien aprovechada.

    Había pasado un mes desde aquella tarde en la que Jordan y Vittoria volvieran a darse una oportunidad. Un mes desde que se terminaran las mentiras. Y, aunque los dos estaban bastante atentos a noticias extrañas que pudieran tener la firma de un vampiro, parecía que Mattheus no había hecho acto de presencia. Y, si bien eso parecía alegrar al sheriff y lo mantenía en un estado bastante optimista, Vittoria era algo mas taciturna y pesimista. Pero cuando dejaba escapar alguno de esos funestos pensamientos, Jordan se ocupaba perfectamente de borrar de un plumazo aquellos pensamientos de su cabeza. Podía asegurar, sin miedo a equivocarse, que había sido el mejor mes de toda su vida.

    Aquel día Jordan había prometido llevarla a cenar a un lugar especial como conmemoración de su primer mes oficial como pareja consolidada (a pesar de que antes de la “revelación” habían pasado bastantes semanas juntos). Le había pedido dos cosas: la primera, que se pusiera guapa y dos, que dejase que fuera a recogerla. Bueno en realidad en su llamada de teléfono había dicho algo como:
    -Tú solo déjame recogerte y ponte guapa. Bueno, guapa eres siempre… Pero ya me entiendes, es una noche especial… No quiero decir que nunca sepas como vestir, solo que…

    Y ahí Vittoria le había interrumpido.

    -Jordan. Jordan. Cielo… Lo he entendido- dijo, acompañado de una risa ligera- Buscaré algo con lo que pueda sorprenderte…

    Así que ahora, a diez minutos de que Jordan llegara, Vittoria se encontraba delante del espejo de su vestidor terminando de colocarse los pendientes y revisando por última vez su vestido de color rojo burdeos. No era la primera vez que se vestía asi, la verdad era que estaba acostumbrada a hacer aquella clase de cosas, pero… lo cierto era que hacerlo para una cita con el hombre que queria era mucho más emocionante que hacerlo para captar adeptos para Mattheus.

    Terminó de tomarse la copa de vino blanco y se repasó el pintalabios antes de coger su bolso y descender las escaleras con cierto aire nervioso. No sabia a donde planeaba llevarla, y ahí radicaba lo bonito de aquella celebración. Pero era algo que no había organizado ella, asi que se sentía… No, no eran nervios… La verdad es que era una incertidumbre placentera. Sentía ligeras mariposas, por cliché que sonase, revoloteando en su estómago.

    Era del todo oficial. Estaba totalmente enamorada de ese hombre.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #StarterRol
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ¿Eʟ ꜰɪɴ ᴅᴇʟ ᴄᴜᴇɴᴛᴏ? ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [JrdnBrgnn] ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤA pesar de lo complicado que pudiera parecer el mundo de Vittoria, parecía que Jordan se había adaptado bastante fácilmente a él. Y, aunque algunos de los aspectos de la naturaleza de la italiana podían llegar a ser algo complicados (como el tema de la transición de humano a vampiro) o truculentos (como era la alimentación vampírica) la verdad era que Jordan retenía bastante bien la información y no necesitó que su, a todas luces, novia, le diera una segunda lección. Y con el paso de los dias volvieron a ser la pareja perfecta. Vittoria iba a recogerle al trabajo al terminar la jornada y, como una pareja normal y corriente iban al cine, a cenar o… pasaban la noche en casa de Vittoria o en la de Jordan. Y, a pesar de lo cohibido que se sentía el sheriff por presentarle su modesta caravana en comparación con la imponente casa alquilada de Vittoria, esta pareció encantada con aquel vehículo y lo bien que había aprovechado él aquel espacio. No era una de esas caravanas cochambrosas que salen en las series de televisión donde el protagonista tiene que pisar sobre capas de basura… la verdad era que era bastante comoda y bien aprovechada. Había pasado un mes desde aquella tarde en la que Jordan y Vittoria volvieran a darse una oportunidad. Un mes desde que se terminaran las mentiras. Y, aunque los dos estaban bastante atentos a noticias extrañas que pudieran tener la firma de un vampiro, parecía que Mattheus no había hecho acto de presencia. Y, si bien eso parecía alegrar al sheriff y lo mantenía en un estado bastante optimista, Vittoria era algo mas taciturna y pesimista. Pero cuando dejaba escapar alguno de esos funestos pensamientos, Jordan se ocupaba perfectamente de borrar de un plumazo aquellos pensamientos de su cabeza. Podía asegurar, sin miedo a equivocarse, que había sido el mejor mes de toda su vida. Aquel día Jordan había prometido llevarla a cenar a un lugar especial como conmemoración de su primer mes oficial como pareja consolidada (a pesar de que antes de la “revelación” habían pasado bastantes semanas juntos). Le había pedido dos cosas: la primera, que se pusiera guapa y dos, que dejase que fuera a recogerla. Bueno en realidad en su llamada de teléfono había dicho algo como: -Tú solo déjame recogerte y ponte guapa. Bueno, guapa eres siempre… Pero ya me entiendes, es una noche especial… No quiero decir que nunca sepas como vestir, solo que… Y ahí Vittoria le había interrumpido. -Jordan. Jordan. Cielo… Lo he entendido- dijo, acompañado de una risa ligera- Buscaré algo con lo que pueda sorprenderte… Así que ahora, a diez minutos de que Jordan llegara, Vittoria se encontraba delante del espejo de su vestidor terminando de colocarse los pendientes y revisando por última vez su vestido de color rojo burdeos. No era la primera vez que se vestía asi, la verdad era que estaba acostumbrada a hacer aquella clase de cosas, pero… lo cierto era que hacerlo para una cita con el hombre que queria era mucho más emocionante que hacerlo para captar adeptos para Mattheus. Terminó de tomarse la copa de vino blanco y se repasó el pintalabios antes de coger su bolso y descender las escaleras con cierto aire nervioso. No sabia a donde planeaba llevarla, y ahí radicaba lo bonito de aquella celebración. Pero era algo que no había organizado ella, asi que se sentía… No, no eran nervios… La verdad es que era una incertidumbre placentera. Sentía ligeras mariposas, por cliché que sonase, revoloteando en su estómago. Era del todo oficial. Estaba totalmente enamorada de ese hombre. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #StarterRol
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  • '╭❥ Soy un vampiro RESPETAMEEE. (p≧w,≦q)
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  • //Esto es larguito, pero también tendréis un poco más de contexto de la trama de Dante. Espero que os guste.

    Cualquiera pensaría que los seres de la noche no requieren de sueño, un error muy común. Tal vez no necesiten tantas horas en brazos de Morfeo como lo haría un simple mortal, pero lo cierto es que sí necesitaban dormir.
    Por desgracia ese placer parecía estarle vetado a Dante. Cada vez que cerraba los ojos para descansar ni que fueran unos minutos, esa asfixiante sombra volvía a torturarlo. Visiones. Imágenes de un futuro que no sabía cuándo llegaría, tan solo que sin lugar a dudas iba a ocurrir. Llevaba así casi toda su vida y se había vuelto una parte más de su rutina, lidiar con las visiones de la que sería su muerte, una bastante desagradable cabía destacar.

    Cada miembro de la estirpe poseía sus propias capacidades, a demás de las habituales en ellos, y esta era la de Dante, heredada de su madre. Pues sí la madre de él fue una compañera de sangre. ¿Qué son los compañeros de sangre? Os estaréis preguntando. Hombres y mujeres humanos, que curiosamente contaban con alguna extraña peculiaridad o capacidad, que nacieron destinados a unirse con algún vampiro y no estamos hablando de un simple emparejamiento, va mucho más allá. Esa unión empieza a forjarse cuando el vampiro toma la sangre del compañero/a, los siguientes pasos serían la unión de sus cuerpos y darle de su sangre al humano.
    Ambos seres quedarían conectados de una forma que transciende al conocimiento humano, capaces de sentir las emociones del otro, su dolor físico, sus pensamientos, sus deseos, de percibir dónde está... La incapacidad de vivir el uno sin el otro, una devoción tan pura y profunda que no podría existir nada con qué compararlo.
    Tras esa unión, la facultad especial de dicho humano se expandiría hasta dar lugar a todo su potencial y viviría eternamente mientras siguiera consumiendo la sangre del vampiro. Así mismo el vampiro solo podría consumir la sangre de su compañero/a.

    Cabe mencionar que dichos compañeros/as de sangre, portan una pequeñísima marca de nacimiento que puede estar alojada en cualquier parte del cuerpo, una luna menguante tumbada, en forma de cuenco, con una pequeña gota entrando en ella. De un color rojizo.

    Cuando los involucrados en esas uniones tienen descendencia, esos hijos adquieren los poderes de su progenitor humano a parte de los básicos en la naturaleza del vampiro. Es la única forma de traer descendencia de la estirpe, pues entre ellos no pueden procrear.

    La madre de Dante siempre tuvo visiones de su propia muerte y parecía tenerlo perfectamente asimilado, pero jamás le mencionó a padre o hijo qué vio en estas.

    Seguramente os preguntéis, ¿y que pasa si uno de los involucrados en la unión fallece? Los padres de este joven guerrero fueron un claro ejemplo.
    El padre, siendo guerrero antes que él, falleció en combate contra una horda de vampiros enloquecidos por la lujuria de sangre, no supieron nunca los detalles concretos pero en el mismo instante que falleció, la madre lo supo pues algo dentro de ella se rompió. ¿Murió la mujer? No, cuando uno de ambos fallece el otro puede seguir viviendo incluso podría volver a emparejarse si así lo quisiera. ¿Dónde está el truco o el problema entonces? En que jamás quieren volver a enlazarse a nadie, el vacío que les crea es tan profundo y doloroso como si le hubieran arrancado el corazón dejándolos muertos en vida. La existencia en si deja de tener sentido y cualquier atisbo de felicidad les abandona para siempre.
    La madre de Dante cayó en una gran depresión y, al ser una compañera de sangre, no vampira, y no poder seguir consumiendo la sangre de su compañero, poco a poco iría envejeciendo hasta morir. Y así fue, físicamente hablando murió por vejez y enfermedad pero... Dante vio la muerte en los ojos de su madre el mismo día que su padre falleció.

    No. No podía permitir que nadie se enlazase jamás a él. Pues a parte del hecho de que la idea no era de su agrado, sentirse un perro atado con una correa en corto, o así lo percibía él, tampoco le simpatizaba pensar que si lo hacía, su compañero/a algún día pasaría por lo mismo que su madre. Pues estaba seguro de ello ya que tenía siempre la misma visión sobre su muerte atormentándolo.
    //Esto es larguito, pero también tendréis un poco más de contexto de la trama de Dante. Espero que os guste. Cualquiera pensaría que los seres de la noche no requieren de sueño, un error muy común. Tal vez no necesiten tantas horas en brazos de Morfeo como lo haría un simple mortal, pero lo cierto es que sí necesitaban dormir. Por desgracia ese placer parecía estarle vetado a Dante. Cada vez que cerraba los ojos para descansar ni que fueran unos minutos, esa asfixiante sombra volvía a torturarlo. Visiones. Imágenes de un futuro que no sabía cuándo llegaría, tan solo que sin lugar a dudas iba a ocurrir. Llevaba así casi toda su vida y se había vuelto una parte más de su rutina, lidiar con las visiones de la que sería su muerte, una bastante desagradable cabía destacar. Cada miembro de la estirpe poseía sus propias capacidades, a demás de las habituales en ellos, y esta era la de Dante, heredada de su madre. Pues sí la madre de él fue una compañera de sangre. ¿Qué son los compañeros de sangre? Os estaréis preguntando. Hombres y mujeres humanos, que curiosamente contaban con alguna extraña peculiaridad o capacidad, que nacieron destinados a unirse con algún vampiro y no estamos hablando de un simple emparejamiento, va mucho más allá. Esa unión empieza a forjarse cuando el vampiro toma la sangre del compañero/a, los siguientes pasos serían la unión de sus cuerpos y darle de su sangre al humano. Ambos seres quedarían conectados de una forma que transciende al conocimiento humano, capaces de sentir las emociones del otro, su dolor físico, sus pensamientos, sus deseos, de percibir dónde está... La incapacidad de vivir el uno sin el otro, una devoción tan pura y profunda que no podría existir nada con qué compararlo. Tras esa unión, la facultad especial de dicho humano se expandiría hasta dar lugar a todo su potencial y viviría eternamente mientras siguiera consumiendo la sangre del vampiro. Así mismo el vampiro solo podría consumir la sangre de su compañero/a. Cabe mencionar que dichos compañeros/as de sangre, portan una pequeñísima marca de nacimiento que puede estar alojada en cualquier parte del cuerpo, una luna menguante tumbada, en forma de cuenco, con una pequeña gota entrando en ella. De un color rojizo. Cuando los involucrados en esas uniones tienen descendencia, esos hijos adquieren los poderes de su progenitor humano a parte de los básicos en la naturaleza del vampiro. Es la única forma de traer descendencia de la estirpe, pues entre ellos no pueden procrear. La madre de Dante siempre tuvo visiones de su propia muerte y parecía tenerlo perfectamente asimilado, pero jamás le mencionó a padre o hijo qué vio en estas. Seguramente os preguntéis, ¿y que pasa si uno de los involucrados en la unión fallece? Los padres de este joven guerrero fueron un claro ejemplo. El padre, siendo guerrero antes que él, falleció en combate contra una horda de vampiros enloquecidos por la lujuria de sangre, no supieron nunca los detalles concretos pero en el mismo instante que falleció, la madre lo supo pues algo dentro de ella se rompió. ¿Murió la mujer? No, cuando uno de ambos fallece el otro puede seguir viviendo incluso podría volver a emparejarse si así lo quisiera. ¿Dónde está el truco o el problema entonces? En que jamás quieren volver a enlazarse a nadie, el vacío que les crea es tan profundo y doloroso como si le hubieran arrancado el corazón dejándolos muertos en vida. La existencia en si deja de tener sentido y cualquier atisbo de felicidad les abandona para siempre. La madre de Dante cayó en una gran depresión y, al ser una compañera de sangre, no vampira, y no poder seguir consumiendo la sangre de su compañero, poco a poco iría envejeciendo hasta morir. Y así fue, físicamente hablando murió por vejez y enfermedad pero... Dante vio la muerte en los ojos de su madre el mismo día que su padre falleció. No. No podía permitir que nadie se enlazase jamás a él. Pues a parte del hecho de que la idea no era de su agrado, sentirse un perro atado con una correa en corto, o así lo percibía él, tampoco le simpatizaba pensar que si lo hacía, su compañero/a algún día pasaría por lo mismo que su madre. Pues estaba seguro de ello ya que tenía siempre la misma visión sobre su muerte atormentándolo.
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  • La última sesión de fotos fue verdaderamente un éxito, pues gustó a todo tipo de público y, gracias a ello, le llamaron para audicionar en diversos anuncios, un par de vídeos musicales como bailarín (pues sí, sabía bailar y muy bien) y un par de series de televisión. Sin duda su carrera artística estaba en pleno auge.
    Una de las fotos del set llegó a ser portada de varias revistas y los/as fans se volvían locos al verle. ¿Podía ser mejor? Por supuesto, debía prepararse para una firma de fotografías frente a una famosa cafetería. No es que le gustase la multitud de gente gritando (es más, detestaba a la gente escandalosa), pero siempre era agradable ver que hacía un buen trabajo y... Tal vez encontraría alguna potencial presa de la que alimentarse. Solo esperaba que no fuera una persona molesta y pegajosa que pretendiera cariño y "amor" de su parte.

    Allí estaba, sentado con una gran mesa delante, rodeado de algunos guardias de seguridad y con su manager al lado, observando una larguísima cola de fans esperando sus firmas y tal vez poder tener unas palabras con Dante.
    ¿El Sol? No era problema, no se iba a quemar vivo ya que era un vampiro de sangre muy pura, la única molestia era que sus facultades se veían mermadas.
    La última sesión de fotos fue verdaderamente un éxito, pues gustó a todo tipo de público y, gracias a ello, le llamaron para audicionar en diversos anuncios, un par de vídeos musicales como bailarín (pues sí, sabía bailar y muy bien) y un par de series de televisión. Sin duda su carrera artística estaba en pleno auge. Una de las fotos del set llegó a ser portada de varias revistas y los/as fans se volvían locos al verle. ¿Podía ser mejor? Por supuesto, debía prepararse para una firma de fotografías frente a una famosa cafetería. No es que le gustase la multitud de gente gritando (es más, detestaba a la gente escandalosa), pero siempre era agradable ver que hacía un buen trabajo y... Tal vez encontraría alguna potencial presa de la que alimentarse. Solo esperaba que no fuera una persona molesta y pegajosa que pretendiera cariño y "amor" de su parte. Allí estaba, sentado con una gran mesa delante, rodeado de algunos guardias de seguridad y con su manager al lado, observando una larguísima cola de fans esperando sus firmas y tal vez poder tener unas palabras con Dante. ¿El Sol? No era problema, no se iba a quemar vivo ya que era un vampiro de sangre muy pura, la única molestia era que sus facultades se veían mermadas.
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