• //Escribir sobre la Infantería Móvil es interesantísimo...
    También aprovecho para expresar mi profunda gratitud a la señorita Alexandrina Sebastiane Darkness . En verdad le agradezco por la oportunidad de desarrollar el tema, y el excelente rol que me ha ofrecido...

    ELIOS

    *Aquella mujer ya parecía sospechosa, pero su respuesta la vuelve todavía más extraña. Y cuando ella dice mi nombre... Siento que se me erizan los pelos de la parte de atrás de la cabeza. ¿Cómo supo ella mi nombre?
    Recuerdo que el manual decía que algunos de los EBE (Entidades Biológicas Extraterrestres) tenían poderes telepáticos... Cosa nada agradable. Podían mirar dentro de la mente de los humanos, y engañarlos usando sus recuerdos más preciados en su contra...
    Sinceramente los alienígenas me aterraban aún. Pero había visto con mis propios ojos el caos que traían, y por eso me había alistado a la Infantería Móvil. Tenía fe en que la humanidad podía triunfar ante las dificultades...
    Pero ahora era más urgente lidiar con esta mujer, o hembra, en todo caso. La escucho hablar, recordando el entrenamiento... ¿Podía ser posible que un alienígena con poderes telepáticos se hubiera infiltrado hasta este punto?
    Sí. sí era posible...
    Recuerdo que el manual decía que, para lidiar con ese tipo de alien telepático, es más efectivo estar en grupo, porque así el alien tiene tantos recuerdos a su disposición, de parte del grupo de humanos al que se enfrenta, que pronto se ve sobrepasado... Como intentar llevar en brazos más cosas de las que caben en ellos. Pero por desgracia yo estaba solo...
    Sentí un sudor frío. Tenía que actuar rápido...*

    -En ese caso, si no es un enemigo o una amenaza, sólo puede tratarse de un civil...

    *Tenía que guardar la calma, e intentar confundirla pensando en muchas cosas a la vez... Aunque me sentía desnudo. Si esta hembra era un alien telepático, seguro ya sabía todo, ya había dado un buen vistazo en mis recuerdos...*

    -...y en ese caso, tratándose de un civil, como miembro de la Infantería Móvil sólo tengo el deber de protegerle...

    *De manera muy sutil había acercado mi mano derecha al arma que llevaba colgando en el cinturón. Recuerdo haber visto cuando era niño una película de vaqueros, esa especie de exploradores que viajan por el desierto en caballos y llevando pistolas... En esa película, las cosas se resolvían siempre con la velocidad para disparar. Quien disparara primero podía ganar los duelos... Y aunque me parecía una manera curiosa, incluso divertida, de arreglar las cosas, jamás me imaginé que viviría una situación similar. Si actuaba rápido y jalaba el gatillo, quizás podría mantener a raya a esta hembra...
    Pero si era telepático, ella ya sabía lo que iba a hacer. Era como arrojar una moneda al aire, apostar la vida con un solo disparo...
    Sostengo la mirada en sus ojos, pensando en todo lo que me es posible, en un esfuerzo por confundirle. Un juego de pelota con otros niños. Esa escena de vaqueros donde tres hombres están frente a frente, formando un triángulo entre las tumbas de un cementerio, vigilando los movimientos del otro, listos para disparar en cualquier momento... Una estrella que comía planetas. Una chica llorando y rogando a un compañero que no subiera a la nave que nos trajo aquí... Mi amigo y compañero Shinei, recibiéndome con una gran sonrisa al saber que me había enlistado...
    Pero sucede entonces algo que rompe mi concentración y mi temor. ¿Ella... acaba de decirme un nombre?*

    -¿Q...qué?

    *Aunque sean telepáticos, esos alienígenas no pueden usar cosas que no estén en tu cabeza. Y yo no he conocido nunca a una mujer con ese nombre...*

    -¿Entonces...? En...tonces…

    *Tal vez no sea un alien telepático, después de todo. Estoy completamente seguro que no conozco a nadie con ese nombre...*

    -¿Usted... Pertenece a las... Tropas Estacionarias... o a la policía local? Señorita...

    *Pero su última frase denuncia que el asunto que la ha traído aquí es algo grave.*

    -¿Algo que no debería... haber despertado? ¿A qué se refiere?

    *Quizás debería llevar a esta mujer con mi superior... Aunque, en este punto, creo que estoy un poco más a favor de pensar que sí es una mujer... Extraña, pero humana.*
    //Escribir sobre la Infantería Móvil es interesantísimo... También aprovecho para expresar mi profunda gratitud a la señorita [pulse_platinum_snake_580] . En verdad le agradezco por la oportunidad de desarrollar el tema, y el excelente rol que me ha ofrecido... ELIOS *Aquella mujer ya parecía sospechosa, pero su respuesta la vuelve todavía más extraña. Y cuando ella dice mi nombre... Siento que se me erizan los pelos de la parte de atrás de la cabeza. ¿Cómo supo ella mi nombre? Recuerdo que el manual decía que algunos de los EBE (Entidades Biológicas Extraterrestres) tenían poderes telepáticos... Cosa nada agradable. Podían mirar dentro de la mente de los humanos, y engañarlos usando sus recuerdos más preciados en su contra... Sinceramente los alienígenas me aterraban aún. Pero había visto con mis propios ojos el caos que traían, y por eso me había alistado a la Infantería Móvil. Tenía fe en que la humanidad podía triunfar ante las dificultades... Pero ahora era más urgente lidiar con esta mujer, o hembra, en todo caso. La escucho hablar, recordando el entrenamiento... ¿Podía ser posible que un alienígena con poderes telepáticos se hubiera infiltrado hasta este punto? Sí. sí era posible... Recuerdo que el manual decía que, para lidiar con ese tipo de alien telepático, es más efectivo estar en grupo, porque así el alien tiene tantos recuerdos a su disposición, de parte del grupo de humanos al que se enfrenta, que pronto se ve sobrepasado... Como intentar llevar en brazos más cosas de las que caben en ellos. Pero por desgracia yo estaba solo... Sentí un sudor frío. Tenía que actuar rápido...* -En ese caso, si no es un enemigo o una amenaza, sólo puede tratarse de un civil... *Tenía que guardar la calma, e intentar confundirla pensando en muchas cosas a la vez... Aunque me sentía desnudo. Si esta hembra era un alien telepático, seguro ya sabía todo, ya había dado un buen vistazo en mis recuerdos...* -...y en ese caso, tratándose de un civil, como miembro de la Infantería Móvil sólo tengo el deber de protegerle... *De manera muy sutil había acercado mi mano derecha al arma que llevaba colgando en el cinturón. Recuerdo haber visto cuando era niño una película de vaqueros, esa especie de exploradores que viajan por el desierto en caballos y llevando pistolas... En esa película, las cosas se resolvían siempre con la velocidad para disparar. Quien disparara primero podía ganar los duelos... Y aunque me parecía una manera curiosa, incluso divertida, de arreglar las cosas, jamás me imaginé que viviría una situación similar. Si actuaba rápido y jalaba el gatillo, quizás podría mantener a raya a esta hembra... Pero si era telepático, ella ya sabía lo que iba a hacer. Era como arrojar una moneda al aire, apostar la vida con un solo disparo... Sostengo la mirada en sus ojos, pensando en todo lo que me es posible, en un esfuerzo por confundirle. Un juego de pelota con otros niños. Esa escena de vaqueros donde tres hombres están frente a frente, formando un triángulo entre las tumbas de un cementerio, vigilando los movimientos del otro, listos para disparar en cualquier momento... Una estrella que comía planetas. Una chica llorando y rogando a un compañero que no subiera a la nave que nos trajo aquí... Mi amigo y compañero Shinei, recibiéndome con una gran sonrisa al saber que me había enlistado... Pero sucede entonces algo que rompe mi concentración y mi temor. ¿Ella... acaba de decirme un nombre?* -¿Q...qué? *Aunque sean telepáticos, esos alienígenas no pueden usar cosas que no estén en tu cabeza. Y yo no he conocido nunca a una mujer con ese nombre...* -¿Entonces...? En...tonces… *Tal vez no sea un alien telepático, después de todo. Estoy completamente seguro que no conozco a nadie con ese nombre...* -¿Usted... Pertenece a las... Tropas Estacionarias... o a la policía local? Señorita... *Pero su última frase denuncia que el asunto que la ha traído aquí es algo grave.* -¿Algo que no debería... haber despertado? ¿A qué se refiere? *Quizás debería llevar a esta mujer con mi superior... Aunque, en este punto, creo que estoy un poco más a favor de pensar que sí es una mujer... Extraña, pero humana.*
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Les Murmures de Minuit
    Categoría Original
    https://www.youtube.com/watch?v=9M6eLGeYfiQ&list=RD9M6eLGeYfiQ&start_radio=1

    La luz del neón parpadeaba con un zumbido sordo sobre la puerta de madera gastada. Un cartel oxidado colgaba encima: The Blue Note. Adentro, el humo del tabaco flotaba lento, mezclándose con el aroma a bourbon derramado y madera vieja. La banda en el rincón apenas iluminado dejaba que la guitarra llorara suave bajo los dedos de un hombre de cabello canoso. La voz de Gene Deer envolvía el lugar con su Midnight Healing, lenta, cruda, casi como si se deshiciera entre las copas y los suspiros perdidos.

    Lía estaba sentada sola en la barra, los codos apoyados sobre la madera pulida por los años. Vestía una chaqueta rojo vino, una camisa blanca y unos vaqueros ajustados, el cabello suelto cayéndole por los hombros con un aire descuidado y perfecto. En la mano sostenía un vaso corto de whisky con hielo, que giraba despacio, sin apuro, observando cómo la luz se quebraba en el ámbar líquido.

    No necesitaba hablar. Esa canción ya lo decía todo.

    Sus ojos recorrían el lugar con calma. Por un instante, todo se sentía distinto, como si ese rincón de penumbra y notas azules guardara una pequeña grieta por donde se colaba algo parecido a la esperanza. Pero sobre todo, estaba ahí por esa sanación a medianoche que la canción prometía. El tipo de cura que solo se encuentra entre sombras, guitarras y cicatrices bien escondidas.

    De pronto, escuchó una voz a su lado, era suave, encantadora y con matices ligeramente roncos por el humo de los cigarros:

    — ¿Buscas algo... o solo viniste a escuchar cómo el alma se desangra en blues?-

    Una ligera sonrisa se posó en sus labios, no había venido con el afán de hacer amistades, sino de disfrutar por un momento la soledad y hacer un recuento de sus recuerdos felices con aquellos que extraña pero sabía que no los iba a volver a ver, así era el destino, la vida. Sin apartar la mirada de su vaso respondió:

    —Tal vez ambas cosas… aunque hoy, más que nada, vine a escuchar lo que el silencio no me deja olvidar.

    https://www.youtube.com/watch?v=9M6eLGeYfiQ&list=RD9M6eLGeYfiQ&start_radio=1 La luz del neón parpadeaba con un zumbido sordo sobre la puerta de madera gastada. Un cartel oxidado colgaba encima: The Blue Note. Adentro, el humo del tabaco flotaba lento, mezclándose con el aroma a bourbon derramado y madera vieja. La banda en el rincón apenas iluminado dejaba que la guitarra llorara suave bajo los dedos de un hombre de cabello canoso. La voz de Gene Deer envolvía el lugar con su Midnight Healing, lenta, cruda, casi como si se deshiciera entre las copas y los suspiros perdidos. Lía estaba sentada sola en la barra, los codos apoyados sobre la madera pulida por los años. Vestía una chaqueta rojo vino, una camisa blanca y unos vaqueros ajustados, el cabello suelto cayéndole por los hombros con un aire descuidado y perfecto. En la mano sostenía un vaso corto de whisky con hielo, que giraba despacio, sin apuro, observando cómo la luz se quebraba en el ámbar líquido. No necesitaba hablar. Esa canción ya lo decía todo. Sus ojos recorrían el lugar con calma. Por un instante, todo se sentía distinto, como si ese rincón de penumbra y notas azules guardara una pequeña grieta por donde se colaba algo parecido a la esperanza. Pero sobre todo, estaba ahí por esa sanación a medianoche que la canción prometía. El tipo de cura que solo se encuentra entre sombras, guitarras y cicatrices bien escondidas. De pronto, escuchó una voz a su lado, era suave, encantadora y con matices ligeramente roncos por el humo de los cigarros: — ¿Buscas algo... o solo viniste a escuchar cómo el alma se desangra en blues?- Una ligera sonrisa se posó en sus labios, no había venido con el afán de hacer amistades, sino de disfrutar por un momento la soledad y hacer un recuento de sus recuerdos felices con aquellos que extraña pero sabía que no los iba a volver a ver, así era el destino, la vida. Sin apartar la mirada de su vaso respondió: —Tal vez ambas cosas… aunque hoy, más que nada, vine a escuchar lo que el silencio no me deja olvidar.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    2
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Un segundo....
    — Sale corriendo aún sin vestir, con los vaqueros desabrochados y con el torso descubierto, sin botas, tan solo con los calcetines, hasta que llega hasta Hope Mikaelson la cual esta espectacular. —

    ¡Joder! ESTAS PRECIOSA..... Espera... una pregunta, ¿va a haber tarta?
    Un segundo.... — Sale corriendo aún sin vestir, con los vaqueros desabrochados y con el torso descubierto, sin botas, tan solo con los calcetines, hasta que llega hasta [thetribrid] la cual esta espectacular. — ¡Joder! ESTAS PRECIOSA..... Espera... una pregunta, ¿va a haber tarta?
    Me gusta
    Me enjaja
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Deseos liberados
    Fandom Oc
    Categoría Original
    Saliendo del trabajo, necesitaba despejarme y salir a conocer a otras personas para divertirme aunque amaba mi trabajo de profesor necesitaba esto. Por ello, se dirigió a su departamento pequeño para alguien soltero y allí comenzó a arreglarse. Su conjunto consistía en una camisa trasparente negra y un chaqueta de cuero del mismo color, mostrando su torso trabajado y unos pantalones vaqueros negros también ajustados a su cuerpo, resaltando su trasero. Termino su conjunto,con una fragancia italiana más sus anillos y su cadena de plata. Mirándose al espejo soltó un guiño y se fue a su discoteca favorita.
    Una sonrisa se le dibujo al entrar por fin al lugar, ya no era el profesor de historia amable y modesto ahora era alguien distinto. Alguien más perverso y caminando entre la masa de gente fue al bar, a pedir un trago mientras miraba a su alrededor con ojos de cazador esperando cazar alguna presa despistada que estuviera en su camino.

    _Me sirve una pistola, que este cargada de pisco y con poco bebida

    Le dijo al bartander mirandolo prevemnte esperando su pedido y cuando lo tuvo se levantó, había encontrado su presa indefensa.
    Saliendo del trabajo, necesitaba despejarme y salir a conocer a otras personas para divertirme aunque amaba mi trabajo de profesor necesitaba esto. Por ello, se dirigió a su departamento pequeño para alguien soltero y allí comenzó a arreglarse. Su conjunto consistía en una camisa trasparente negra y un chaqueta de cuero del mismo color, mostrando su torso trabajado y unos pantalones vaqueros negros también ajustados a su cuerpo, resaltando su trasero. Termino su conjunto,con una fragancia italiana más sus anillos y su cadena de plata. Mirándose al espejo soltó un guiño y se fue a su discoteca favorita. Una sonrisa se le dibujo al entrar por fin al lugar, ya no era el profesor de historia amable y modesto ahora era alguien distinto. Alguien más perverso y caminando entre la masa de gente fue al bar, a pedir un trago mientras miraba a su alrededor con ojos de cazador esperando cazar alguna presa despistada que estuviera en su camino. _Me sirve una pistola, que este cargada de pisco y con poco bebida Le dijo al bartander mirandolo prevemnte esperando su pedido y cuando lo tuvo se levantó, había encontrado su presa indefensa.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    3
    4 turnos 0 maullidos
  • Los espías.
    Fandom Libre
    Categoría Acción
    La noche había caído sobre los bosques de Canadá, envolviendo la vasta extensión del territorio de Blood Moon en una penumbra salpicada por el resplandor de la luna llena. La nieve crujía bajo las botas de los transeúntes y el viento helado transportaba consigo el aroma de la madera quemándose en las chimeneas de las cabañas cercanas.

    En lo alto de un risco, con la vista dominando el extenso territorio, se encontraba él.

    Anthork en su forma humana.

    El Alpha de Blood Moon observaba desde su posición privilegiada, con los ojos plateados reflejando la luz de la luna como si fueran dos fragmentos de hielo pulido. Vestía con su habitual chaqueta de cuero oscura, abierta sobre una camiseta negra, y unos vaqueros desgastados. Su respiración era tranquila, controlada, pero la tensión en sus músculos indicaba que estaba atento, siempre listo.

    El equilibrio en su territorio se había visto amenazado en las últimas semanas. Cazadores furtivos, traficantes de sangre y órganos sobrenaturales… Basura que se creía con derecho a pisar sus dominios. No eran humanos corrientes, sino un grupo bien organizado, con armas diseñadas para cazar seres como él. Había recibido quejas, testimonios de desapariciones, rastros de enfrentamientos. Aún no los había atrapado, pero sabía que estaban cerca.

    Respiró hondo, dejando que el aire invernal llenara sus pulmones. El bosque murmuraba a su alrededor, y su instinto le decía que no estaba solo.

    Alguien se acercaba, Anthork no se movió, no tenía por qué. Su territorio, sus reglas.

    —Si piensas esconderte en mis dominios, más vale que sepas en qué territorio estás pisando —su voz grave y dominante rompió el silencio, resonando en la inmensidad de la noche.

    Si era un enemigo, no dudaría en acabar con él.
    Si era un aliado, más le valía tener buenas razones para estar allí.
    La noche había caído sobre los bosques de Canadá, envolviendo la vasta extensión del territorio de Blood Moon en una penumbra salpicada por el resplandor de la luna llena. La nieve crujía bajo las botas de los transeúntes y el viento helado transportaba consigo el aroma de la madera quemándose en las chimeneas de las cabañas cercanas. En lo alto de un risco, con la vista dominando el extenso territorio, se encontraba él. Anthork en su forma humana. El Alpha de Blood Moon observaba desde su posición privilegiada, con los ojos plateados reflejando la luz de la luna como si fueran dos fragmentos de hielo pulido. Vestía con su habitual chaqueta de cuero oscura, abierta sobre una camiseta negra, y unos vaqueros desgastados. Su respiración era tranquila, controlada, pero la tensión en sus músculos indicaba que estaba atento, siempre listo. El equilibrio en su territorio se había visto amenazado en las últimas semanas. Cazadores furtivos, traficantes de sangre y órganos sobrenaturales… Basura que se creía con derecho a pisar sus dominios. No eran humanos corrientes, sino un grupo bien organizado, con armas diseñadas para cazar seres como él. Había recibido quejas, testimonios de desapariciones, rastros de enfrentamientos. Aún no los había atrapado, pero sabía que estaban cerca. Respiró hondo, dejando que el aire invernal llenara sus pulmones. El bosque murmuraba a su alrededor, y su instinto le decía que no estaba solo. Alguien se acercaba, Anthork no se movió, no tenía por qué. Su territorio, sus reglas. —Si piensas esconderte en mis dominios, más vale que sepas en qué territorio estás pisando —su voz grave y dominante rompió el silencio, resonando en la inmensidad de la noche. Si era un enemigo, no dudaría en acabar con él. Si era un aliado, más le valía tener buenas razones para estar allí.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    10
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    2
    5 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    O hablamos de los vaqueros? Yee-haw
    O hablamos de los vaqueros? Yee-haw
    Me encocora
    3
    0 comentarios 0 compartidos
  • Descubiertos
    Fandom Multifandom
    Categoría Original
    Mi hermano Oliver antes de que me marchara a la universidad me informó de que no quería verme por la tarde en casa.
    De echo mientras estaba cambiándome en mi habitación, previamente desde mi IPhone revisé la cartelera de hoy.
    Aunque mi hermano no me lo dijo intuyo porque desea tanto que no esté en caso, fijo que va a recibir una visita femenina.

    —Ya me voy.
    Le gritó a mi hermano en la entrada estando el dentro de la cocina.
    —Recuerda que no puedes volver hasta la noche.
    —Tranquilo hermano, que pases una buena tarde.
    Le guiñó el ojo antes de salir por la puerta, durante el trayecto hasta el centro comercial donde se encuentran los cines donde veré una película de terror hasta finalmente hacer la cola para comprar las entradas.
    Fui a coger la cartera que siempre guardo en el bolsillo trasero de mis vaqueros, al principio sufro un pequeño ataque pero enseguida recuerdo que me había dejado la cartera sobre el escritorio de mi habitación.

    Tuve que regresar hasta el parking para montar de nuevo en mi coche y conducir hasta el bloque donde mi hermano y yo vivimos.
    Uso el ascensor hasta llegar a la tercera planta, con mucho cuidado abro la puerta haciendo el menor ruido para que Oliver no me descubra.
    Ya que yo no debería estar en casa.


    Oliver Williams 𝐄𝐋𝐄𝐊𝐓𝐑𝐀 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓
    Mi hermano Oliver antes de que me marchara a la universidad me informó de que no quería verme por la tarde en casa. De echo mientras estaba cambiándome en mi habitación, previamente desde mi IPhone revisé la cartelera de hoy. Aunque mi hermano no me lo dijo intuyo porque desea tanto que no esté en caso, fijo que va a recibir una visita femenina. —Ya me voy. Le gritó a mi hermano en la entrada estando el dentro de la cocina. —Recuerda que no puedes volver hasta la noche. —Tranquilo hermano, que pases una buena tarde. Le guiñó el ojo antes de salir por la puerta, durante el trayecto hasta el centro comercial donde se encuentran los cines donde veré una película de terror hasta finalmente hacer la cola para comprar las entradas. Fui a coger la cartera que siempre guardo en el bolsillo trasero de mis vaqueros, al principio sufro un pequeño ataque pero enseguida recuerdo que me había dejado la cartera sobre el escritorio de mi habitación. Tuve que regresar hasta el parking para montar de nuevo en mi coche y conducir hasta el bloque donde mi hermano y yo vivimos. Uso el ascensor hasta llegar a la tercera planta, con mucho cuidado abro la puerta haciendo el menor ruido para que Oliver no me descubra. Ya que yo no debería estar en casa. [Th_xSnow] [Thxgirlargent91]
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
    45 turnos 0 maullidos
  • 𝑾𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒃𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒂𝒏 𝒂 𝒅𝒓𝒂𝒈𝒐𝒏?
    Fandom Harry Potter
    Categoría Original
    Se tambaleó al aparecerse en la reserva de Edward Lupin dejando escapar un resoplido. Seguía sin acostumbrarse a la sensación de aparecerse. Siempre había preferido ir en escoba aunque no lo pareciese.

    Fue caminando, sabiendo de sobra hacia donde ir. Como si no hubiese pasado el tiempo. Había decidido hacerle caso, y llevaba un jersey, vaqueros con botas, un gorro y un abrigo junto con una mochila. ¿Por qué la mochila? Por si se quedaba.

    Tampoco sabía qué esperar de aquello, todavía la relación entre ambos seguía estando en un punto peligroso, o al menos así lo veía ella. Pero lo que sabía es que no había dudado a la hora de ir hasta allí.

    No tardó más de quince minutos de caminata en verlo, volviendo del bosque. Siempre que le había visitado allí le veía relajado, como si solamente estando allí tuviese todo lo que necesitaba en la vida.

    Levantó una de sus manos, sacudiendo el brazo a modo de saludo con una sonrisa, esperando a ser vista por el contrario.
    Se tambaleó al aparecerse en la reserva de [juststormcl0ud] dejando escapar un resoplido. Seguía sin acostumbrarse a la sensación de aparecerse. Siempre había preferido ir en escoba aunque no lo pareciese. Fue caminando, sabiendo de sobra hacia donde ir. Como si no hubiese pasado el tiempo. Había decidido hacerle caso, y llevaba un jersey, vaqueros con botas, un gorro y un abrigo junto con una mochila. ¿Por qué la mochila? Por si se quedaba. Tampoco sabía qué esperar de aquello, todavía la relación entre ambos seguía estando en un punto peligroso, o al menos así lo veía ella. Pero lo que sabía es que no había dudado a la hora de ir hasta allí. No tardó más de quince minutos de caminata en verlo, volviendo del bosque. Siempre que le había visitado allí le veía relajado, como si solamente estando allí tuviese todo lo que necesitaba en la vida. Levantó una de sus manos, sacudiendo el brazo a modo de saludo con una sonrisa, esperando a ser vista por el contrario.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    3
    Estado
    Disponible
    5 turnos 0 maullidos
  • —Le ha llegado un mensaje al móvil de parte de su jefa, concediéndole la tarde libre pues habría una fiesta por su cumpleaños en Andromeda. No iba a mentir, le sorprendió que no le tocase trabajar y, lo mejor de todo, estaba invitada a la fiesta de disfraces que se celebraría esa misma noche.

    Irene no era el alma de la fiesta, prefería lugares tranquilos donde perderse como si fuese su propia gata, pero de vez en cuando se permitía el capricho de seguir al rebaño estudiantil. Así que rebuscó en su armario con cierta frustración al no encontrar nada decente que llevar a la fiesta. Hasta que lo vio: un sombrero que había pertenecido a su abuelo —como gran parte de su ropa, que tanto odiaba su madre— y que consiguió rescatar de la quema cuando éste murió. Se miró al espejo, combinándolo con una camisa de cuadros y unos vaqueros viejos, con un cigarrillo de liar que trataría de no fumarse y que le aguantase todo el tiempo posible sobre la oreja izquierda—.
    —Le ha llegado un mensaje al móvil de parte de su jefa, concediéndole la tarde libre pues habría una fiesta por su cumpleaños en Andromeda. No iba a mentir, le sorprendió que no le tocase trabajar y, lo mejor de todo, estaba invitada a la fiesta de disfraces que se celebraría esa misma noche. Irene no era el alma de la fiesta, prefería lugares tranquilos donde perderse como si fuese su propia gata, pero de vez en cuando se permitía el capricho de seguir al rebaño estudiantil. Así que rebuscó en su armario con cierta frustración al no encontrar nada decente que llevar a la fiesta. Hasta que lo vio: un sombrero que había pertenecido a su abuelo —como gran parte de su ropa, que tanto odiaba su madre— y que consiguió rescatar de la quema cuando éste murió. Se miró al espejo, combinándolo con una camisa de cuadros y unos vaqueros viejos, con un cigarrillo de liar que trataría de no fumarse y que le aguantase todo el tiempo posible sobre la oreja izquierda—.
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Un día en la playa
    Fandom Original.
    Categoría Original
    Agatha decidió irse de viaje, hacer una escapada a alguna playa paradisiaca. Olvidándose de todos los problemas que había en su casa. Así no iba a escuchar a su padre protestar sobre su Escuela de Karate y de su alumnado. Siempre rodaba los ojos al escuchar sus protestas. Ella se fue a vivir con su padre tras el fallecimiento de su madre, fue un cambio muy radical. No estaba acostumbrada a las normas tan estrictas de su padre, además él quería que practicará Karate pero no le atraía.

    Se escapó de la casa tomando algunas prendas, unos vaqueros, algún que otro vestido, pijamas y trajes de baño. Esbozando una sonrisa ya que tomó prestada la tarjeta de su padre. - Bien, ahora a divertirme. - Comentó mientras ponía sobre su hombro la mochila.

    Miró hacia los lados para no ser descubierta por algún que otro alumno que le estuviera haciendo la pelota a su padre y fuera con el cotilleo. -Bien no hay alumnado por la costa - Comentó con una sonrisa divertida para salir corriendo de la casa, bajo el manto de la noche.

    Se subió al primer autobús que fuera a la playa. Llegando al destino, se metió en un hotel que habia cerca de la playa donde pasó el resto de la noche. A la mañana siguiente, se fue a la playa tras ponerse su bikini de dos colores para tumbarse en una de las tumbonas. - Mmmmm que bien....que paz....no tengo que escuchar los gritos ni ir vestida de Karateca.....- Dijo acomodandose, sintiendose observada.
    Agatha decidió irse de viaje, hacer una escapada a alguna playa paradisiaca. Olvidándose de todos los problemas que había en su casa. Así no iba a escuchar a su padre protestar sobre su Escuela de Karate y de su alumnado. Siempre rodaba los ojos al escuchar sus protestas. Ella se fue a vivir con su padre tras el fallecimiento de su madre, fue un cambio muy radical. No estaba acostumbrada a las normas tan estrictas de su padre, además él quería que practicará Karate pero no le atraía. Se escapó de la casa tomando algunas prendas, unos vaqueros, algún que otro vestido, pijamas y trajes de baño. Esbozando una sonrisa ya que tomó prestada la tarjeta de su padre. - Bien, ahora a divertirme. - Comentó mientras ponía sobre su hombro la mochila. Miró hacia los lados para no ser descubierta por algún que otro alumno que le estuviera haciendo la pelota a su padre y fuera con el cotilleo. -Bien no hay alumnado por la costa - Comentó con una sonrisa divertida para salir corriendo de la casa, bajo el manto de la noche. Se subió al primer autobús que fuera a la playa. Llegando al destino, se metió en un hotel que habia cerca de la playa donde pasó el resto de la noche. A la mañana siguiente, se fue a la playa tras ponerse su bikini de dos colores para tumbarse en una de las tumbonas. - Mmmmm que bien....que paz....no tengo que escuchar los gritos ni ir vestida de Karateca.....- Dijo acomodandose, sintiendose observada.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    10
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados