• La joven pelirroja se paró frente al espejo de cuerpo entero, observándose con detenimiento. Había desempolvado uno de los antiguos vestidos de su abuela, guardado con esmero en una vieja caja de madera que solía reposar en el ático. El vestido era una obra de arte, un delicado diseño de otra época que hablaba de elegancia y sofisticación. La tela, aunque un poco desgastada por el tiempo, seguía siendo suave al tacto, y los intrincados bordados a mano aún brillaban con un tenue resplandor dorado bajo la luz tenue de la habitación.

    Se giró ligeramente, admirando cómo la falda se movía con ella, dibujando suaves pliegues que caían hasta el suelo. Era un estilo clásico, con una cintura ajustada y una falda amplia, adornada con encajes y pequeños detalles florales que le daban un aire romántico y nostálgico. Mientras se miraba, Carmina no podía evitar imaginar cómo habría sido llevar un vestido así en la época en la que su abuela, Lucia, lo usaba, cuando las cosas parecían más simples y las mujeres se vestían con un cuidado y una elegancia que hoy se veían tan raramente.

    Con un gesto casi reverencial, alisó la falda con las manos, recorriendo con los dedos los delicados bordados. En el espejo, su reflejo le devolvía una imagen que le resultaba extrañamente familiar y, al mismo tiempo, distante. Era como si pudiera ver un pedazo del pasado superpuesto con el presente, una mezcla de ella misma y de su abuela, cuyos recuerdos estaban cosidos en cada hilo de ese vestido.

    Su mirada se detuvo en el escote cuadrado y los sutiles encajes que adornaban los hombros. La prenda, aunque antigua, le quedaba sorprendentemente bien, como si hubiera sido hecho a su medida. Carmina no era de las que solían vestirse de manera tan elegante; su estilo cotidiano era mucho más práctico y moderno. Pero hoy, al usar este vestido, sentía una conexión con el pasado, con la mujer que había sido su abuela y todo lo que ella representaba.

    Carmina levantó la cabeza y se observó directamente a los ojos, buscando algún rastro de la mujer que había usado ese vestido antes que ella. En la mirada de su reflejo, creyó ver un atisbo de la misma fortaleza y gracia que siempre había asociado con Lucia, una mujer que ha vivido intensamente y ha amado con todo su corazón. Había algo reconfortante en esa sensación, como si, al usar ese vestido, pudiera llevar consigo un poco de la esencia de su abuela, de su historia y sus vivencias.

    Suspiró, dejando que sus manos cayeran a los costados, y dio un último vistazo al espejo. El vestido le quedaba un poco largo, y los zapatos que llevaba no eran precisamente los adecuados, pero nada de eso importaba. Lo que realmente importaba era cómo se sentía al llevarlo: como si, por un breve momento, pudiera caminar en los zapatos de su abuela y experimentar la vida a través de sus ojos.

    Carmina esbozó una suave sonrisa, casi como un tributo silencioso a la mujer que había sido su inspiración. Mientras se alejaba del espejo, no pudo evitar sentir una calidez en el pecho, un lazo invisible que la conectaba con su pasado, con las historias y recuerdos que la habían moldeado. Y aunque no podía quedarse todo el día en ese vestido, sabía que, de alguna manera, siempre llevaría consigo una parte de esa elegancia y fortaleza que su abuela le ha legado.
    La joven pelirroja se paró frente al espejo de cuerpo entero, observándose con detenimiento. Había desempolvado uno de los antiguos vestidos de su abuela, guardado con esmero en una vieja caja de madera que solía reposar en el ático. El vestido era una obra de arte, un delicado diseño de otra época que hablaba de elegancia y sofisticación. La tela, aunque un poco desgastada por el tiempo, seguía siendo suave al tacto, y los intrincados bordados a mano aún brillaban con un tenue resplandor dorado bajo la luz tenue de la habitación. Se giró ligeramente, admirando cómo la falda se movía con ella, dibujando suaves pliegues que caían hasta el suelo. Era un estilo clásico, con una cintura ajustada y una falda amplia, adornada con encajes y pequeños detalles florales que le daban un aire romántico y nostálgico. Mientras se miraba, Carmina no podía evitar imaginar cómo habría sido llevar un vestido así en la época en la que su abuela, Lucia, lo usaba, cuando las cosas parecían más simples y las mujeres se vestían con un cuidado y una elegancia que hoy se veían tan raramente. Con un gesto casi reverencial, alisó la falda con las manos, recorriendo con los dedos los delicados bordados. En el espejo, su reflejo le devolvía una imagen que le resultaba extrañamente familiar y, al mismo tiempo, distante. Era como si pudiera ver un pedazo del pasado superpuesto con el presente, una mezcla de ella misma y de su abuela, cuyos recuerdos estaban cosidos en cada hilo de ese vestido. Su mirada se detuvo en el escote cuadrado y los sutiles encajes que adornaban los hombros. La prenda, aunque antigua, le quedaba sorprendentemente bien, como si hubiera sido hecho a su medida. Carmina no era de las que solían vestirse de manera tan elegante; su estilo cotidiano era mucho más práctico y moderno. Pero hoy, al usar este vestido, sentía una conexión con el pasado, con la mujer que había sido su abuela y todo lo que ella representaba. Carmina levantó la cabeza y se observó directamente a los ojos, buscando algún rastro de la mujer que había usado ese vestido antes que ella. En la mirada de su reflejo, creyó ver un atisbo de la misma fortaleza y gracia que siempre había asociado con Lucia, una mujer que ha vivido intensamente y ha amado con todo su corazón. Había algo reconfortante en esa sensación, como si, al usar ese vestido, pudiera llevar consigo un poco de la esencia de su abuela, de su historia y sus vivencias. Suspiró, dejando que sus manos cayeran a los costados, y dio un último vistazo al espejo. El vestido le quedaba un poco largo, y los zapatos que llevaba no eran precisamente los adecuados, pero nada de eso importaba. Lo que realmente importaba era cómo se sentía al llevarlo: como si, por un breve momento, pudiera caminar en los zapatos de su abuela y experimentar la vida a través de sus ojos. Carmina esbozó una suave sonrisa, casi como un tributo silencioso a la mujer que había sido su inspiración. Mientras se alejaba del espejo, no pudo evitar sentir una calidez en el pecho, un lazo invisible que la conectaba con su pasado, con las historias y recuerdos que la habían moldeado. Y aunque no podía quedarse todo el día en ese vestido, sabía que, de alguna manera, siempre llevaría consigo una parte de esa elegancia y fortaleza que su abuela le ha legado.
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  • Carmina estaba detrás del mostrador de su pequeña tienda de conveniencia, revisando las fechas de caducidad de los productos en los estantes. Era una mañana tranquila, y el suave zumbido de las luces fluorescentes llenaba el espacio con un ruido de fondo constante. La mayoría de los clientes aún no llegaban, lo que le daba tiempo para organizar y limpiar.

    Mientras acomodaba los frascos de café instantáneo, un recuerdo cálido se abrió paso en su mente. La cocina de su abuelo Pietro siempre olía a café recién molido. Incluso en esta época, cuando las máquinas de cápsulas y los baristas dominaban el panorama, él insistía en usar su viejo molinillo manual cada mañana. "El café sabe mejor cuando lo haces con tus propias manos," solía decirle, con una sonrisa llena de sabiduría. Carmina podía casi escuchar el sonido del molinillo y ver la expresión de concentración en su rostro mientras giraba la manivela con calma.

    Se dirigió al área de productos frescos, donde empezó a revisar la sección de frutas y verduras. Mientras elegía cuáles desechar, recordó cómo Pietro la llevaba al mercado los fines de semana. Siempre seleccionaba las hierbas y especias con cuidado, diciendo que cada ingrediente tenía una historia y un propósito. "Tienes que saber escuchar lo que la tierra te ofrece," le explicaba mientras le mostraba cómo diferenciar el romero fresco del que había perdido su fragancia. Aunque ahora Carmina no vendía hierbas en su tienda, esa lección se quedó con ella, enseñándole a valorar la calidad y la esencia de las cosas, incluso en un lugar tan moderno y ajetreado como su tienda.

    Pasó un paño por las superficies del mostrador, sus pensamientos aún sumidos en esos días. Aunque la tienda estaba lejos de la acogedora botica de su abuelo, donde las plantas secas colgaban del techo y el olor a hierbas impregnaba el aire, ella había intentado conservar algo de esa calidez. Pietro siempre decía que un negocio era más que una transacción; era un intercambio de energía y un lugar donde las personas se encontraban para conectar, aunque solo fuera por un breve momento.

    Carmina ajustó la pequeña planta de lavanda que tenía junto a la caja registradora, un guiño a los días pasados. Pietro solía tener plantas por toda la casa, cada una con un propósito. La lavanda, decía, era para la calma y el equilibrio. "Las personas están tan ocupadas hoy en día que a veces se olvidan de respirar," le había dicho una vez mientras arreglaba unas macetas en la ventana. "Pero un pequeño toque de naturaleza siempre puede ayudar."

    El sonido de la puerta automática interrumpió sus pensamientos cuando un cliente entró. Carmina saludó con una sonrisa y lo ayudó a encontrar lo que buscaba. Al finalizar la transacción, el cliente se marchó con un agradecimiento, y Carmina se quedó un momento mirando la puerta cerrarse. Quizás su tienda no tenía la magia antigua de la botica de Pietro, pero aún era un lugar donde podía poner en práctica lo que él le había enseñado: la importancia de los pequeños gestos y de hacer sentir a las personas bienvenidas.

    Terminó de acomodar la caja de barras energéticas en el estante y se permitió una pequeña sonrisa. Su abuelo le había dejado más que recuerdos; le había dejado un legado de conexión y cuidado, algo que intentaba honrar cada día, incluso en una simple tienda de conveniencia en plena ciudad.

    Carmina estaba detrás del mostrador de su pequeña tienda de conveniencia, revisando las fechas de caducidad de los productos en los estantes. Era una mañana tranquila, y el suave zumbido de las luces fluorescentes llenaba el espacio con un ruido de fondo constante. La mayoría de los clientes aún no llegaban, lo que le daba tiempo para organizar y limpiar. Mientras acomodaba los frascos de café instantáneo, un recuerdo cálido se abrió paso en su mente. La cocina de su abuelo Pietro siempre olía a café recién molido. Incluso en esta época, cuando las máquinas de cápsulas y los baristas dominaban el panorama, él insistía en usar su viejo molinillo manual cada mañana. "El café sabe mejor cuando lo haces con tus propias manos," solía decirle, con una sonrisa llena de sabiduría. Carmina podía casi escuchar el sonido del molinillo y ver la expresión de concentración en su rostro mientras giraba la manivela con calma. Se dirigió al área de productos frescos, donde empezó a revisar la sección de frutas y verduras. Mientras elegía cuáles desechar, recordó cómo Pietro la llevaba al mercado los fines de semana. Siempre seleccionaba las hierbas y especias con cuidado, diciendo que cada ingrediente tenía una historia y un propósito. "Tienes que saber escuchar lo que la tierra te ofrece," le explicaba mientras le mostraba cómo diferenciar el romero fresco del que había perdido su fragancia. Aunque ahora Carmina no vendía hierbas en su tienda, esa lección se quedó con ella, enseñándole a valorar la calidad y la esencia de las cosas, incluso en un lugar tan moderno y ajetreado como su tienda. Pasó un paño por las superficies del mostrador, sus pensamientos aún sumidos en esos días. Aunque la tienda estaba lejos de la acogedora botica de su abuelo, donde las plantas secas colgaban del techo y el olor a hierbas impregnaba el aire, ella había intentado conservar algo de esa calidez. Pietro siempre decía que un negocio era más que una transacción; era un intercambio de energía y un lugar donde las personas se encontraban para conectar, aunque solo fuera por un breve momento. Carmina ajustó la pequeña planta de lavanda que tenía junto a la caja registradora, un guiño a los días pasados. Pietro solía tener plantas por toda la casa, cada una con un propósito. La lavanda, decía, era para la calma y el equilibrio. "Las personas están tan ocupadas hoy en día que a veces se olvidan de respirar," le había dicho una vez mientras arreglaba unas macetas en la ventana. "Pero un pequeño toque de naturaleza siempre puede ayudar." El sonido de la puerta automática interrumpió sus pensamientos cuando un cliente entró. Carmina saludó con una sonrisa y lo ayudó a encontrar lo que buscaba. Al finalizar la transacción, el cliente se marchó con un agradecimiento, y Carmina se quedó un momento mirando la puerta cerrarse. Quizás su tienda no tenía la magia antigua de la botica de Pietro, pero aún era un lugar donde podía poner en práctica lo que él le había enseñado: la importancia de los pequeños gestos y de hacer sentir a las personas bienvenidas. Terminó de acomodar la caja de barras energéticas en el estante y se permitió una pequeña sonrisa. Su abuelo le había dejado más que recuerdos; le había dejado un legado de conexión y cuidado, algo que intentaba honrar cada día, incluso en una simple tienda de conveniencia en plena ciudad.
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  • ❥Creo que lo estoy haciendo bien...

    -La chica estaba sentada en la sala de escritura en su hogar, sostenía un pincel colorido con el cual escribía con alguno que otro error al no ser el estilo tradicional chino con el que usualmente escribía sus cartas. Ahora escribía algo parecido a una invitación-

    ๑⁠˙⁠❥ Querido Señor ꧁ ⟁Gazú Bonetti𓂀 ꧂, estoy practicando el estilo moderno de caligrafía así que pido disculpas si hay algo mal. Me gustaría saber más sobre otros lugares, ¿Podríamos reunirnos y compartir el conocimiento?.

    ~ Atte: Mishikatari.
    ❥Creo que lo estoy haciendo bien... -La chica estaba sentada en la sala de escritura en su hogar, sostenía un pincel colorido con el cual escribía con alguno que otro error al no ser el estilo tradicional chino con el que usualmente escribía sus cartas. Ahora escribía algo parecido a una invitación- ๑⁠˙⁠❥ Querido Señor [Gazu122101], estoy practicando el estilo moderno de caligrafía así que pido disculpas si hay algo mal. Me gustaría saber más sobre otros lugares, ¿Podríamos reunirnos y compartir el conocimiento?. ~ Atte: Mishikatari.
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  • Vivo bajo el código samurai.
    Aquel en el que los antepasados rigieron su vida y muerte.
    La fuerza de mi espada nace desde mi alma, mi corazón.
    ¿He de vivir según el código escrito hace miles de años?
    ¿Aún he de seguir sus pasos?

    Quisiera creer, nada esta en blanco o negro.
    ¿Cómo puedo actuar en tiempos modernos?

    He de caminar en la luz y oscuridad,
    Derramando sangre, acabando con la vida.

    Algún día alguien terminará conmigo y entonces volveré al polvo.

    Polvo al polvo.

    Vivo bajo el código samurai. Aquel en el que los antepasados rigieron su vida y muerte. La fuerza de mi espada nace desde mi alma, mi corazón. ¿He de vivir según el código escrito hace miles de años? ¿Aún he de seguir sus pasos? Quisiera creer, nada esta en blanco o negro. ¿Cómo puedo actuar en tiempos modernos? He de caminar en la luz y oscuridad, Derramando sangre, acabando con la vida. Algún día alguien terminará conmigo y entonces volveré al polvo. Polvo al polvo.
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  • ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎— Hay mas de una cosa que aprendí del mundo moderno y que me hace querer volver en el tiempo y quedarme en casa esa noche:

    • Uno, el mundo ahora es una habitación con eco ruidoso que no para junto con esas espantosas luces que no me dejan dormir.

    • Dos, La clave sigue siendo un montón de problemas con nombre de "La ley es inútil pero es la ley"

    • Tres, no confíes en un Blackthorn para guardar secretos. Maldición, Arthur era solo una maldita semana.

    • Cuatro, la gente se viste con tan poco estilo en esta época, cada mundano tiene un cacahuate de cerebro para la moda, aghh.
    ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎— Hay mas de una cosa que aprendí del mundo moderno y que me hace querer volver en el tiempo y quedarme en casa esa noche: • Uno, el mundo ahora es una habitación con eco ruidoso que no para junto con esas espantosas luces que no me dejan dormir. • Dos, La clave sigue siendo un montón de problemas con nombre de "La ley es inútil pero es la ley" • Tres, no confíes en un Blackthorn para guardar secretos. Maldición, Arthur era solo una maldita semana. • Cuatro, la gente se viste con tan poco estilo en esta época, cada mundano tiene un cacahuate de cerebro para la moda, aghh.
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  • —Ahm... Dije que deseaba actualizar mi traje a algo más moderno pero... ¿Qué demonios es esto?
    ¡No dejaré que todo el infierno me vea así!



    #SeductiveSunday
    —Ahm... Dije que deseaba actualizar mi traje a algo más moderno pero... ¿Qué demonios es esto? ¡No dejaré que todo el infierno me vea así! #SeductiveSunday
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  • -Rhett caminaba por aquel hospital que, apesar de ser uno moderno y de buen parecer, no había ni un alma en aquel lugar, y el unico sonido disponible, er el que emanaba de sus zapatos al caminar por aquellos pasillos esterilizados. No sabía quien lo llevó a este lugar, pero debía encontrar la forma de salir-

    Hmmmm...Quien sea quien se le ocurriese traerme a esta dimensión extraña...definitivamente esta jugando conmigo o busca que estemos solamente los dos...

    No se cual de esas dos opciones es peor.
    -Rhett caminaba por aquel hospital que, apesar de ser uno moderno y de buen parecer, no había ni un alma en aquel lugar, y el unico sonido disponible, er el que emanaba de sus zapatos al caminar por aquellos pasillos esterilizados. No sabía quien lo llevó a este lugar, pero debía encontrar la forma de salir- Hmmmm...Quien sea quien se le ocurriese traerme a esta dimensión extraña...definitivamente esta jugando conmigo o busca que estemos solamente los dos... No se cual de esas dos opciones es peor.
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  • -La tienda donde se encuentra Star es un espacio moderno y acogedor, tiene un aire elegante pero relajado, con estantes bien organizados que exhiben prendas de diferentes estilos, colores y texturas. Los maniquíes en la entrada llevan atuendos que van desde conjuntos casuales hasta opciones más audaces, captando la atención de cualquiera que pase por allí. Se adentra más en la tienda, pasando por los pasillos-

    Star: Me pregunto si podré encontrar algo que combine con mi estilo. Estos conjuntos son realmente interesan-

    -Star se quedaría viendo un maniquí en especifico; un body de látex verde corte en V, un tipo de Jardinera el cual la chica podría acomodar para darle su toque-

    Star: Hmmm.... Podría darle una oportunidad.

    -Después de unos minutos dentro de un vestidor, saldría a verse a un espejo. Posaria unas cuantas veces y se quedaría analizando se de arriba abajo-

    Star: Es... Llamativo.

    -baja su mirada a su escote-

    Star: Demasiado-.....Peero... Supongo que un cambio no viene mal.

    // Si, especialmente porque lo más seguro es que con el tiempo le vuelva a cambiar la ropa. LOL. Fue interesante intentar hacer latex xd
    AMIGOS AL FINAL SI ERA EL CARGADOR LO QUE ESTABA MALO. Soy feliz. QvQ)
    -La tienda donde se encuentra Star es un espacio moderno y acogedor, tiene un aire elegante pero relajado, con estantes bien organizados que exhiben prendas de diferentes estilos, colores y texturas. Los maniquíes en la entrada llevan atuendos que van desde conjuntos casuales hasta opciones más audaces, captando la atención de cualquiera que pase por allí. Se adentra más en la tienda, pasando por los pasillos- Star: Me pregunto si podré encontrar algo que combine con mi estilo. Estos conjuntos son realmente interesan- -Star se quedaría viendo un maniquí en especifico; un body de látex verde corte en V, un tipo de Jardinera el cual la chica podría acomodar para darle su toque- Star: Hmmm.... Podría darle una oportunidad. -Después de unos minutos dentro de un vestidor, saldría a verse a un espejo. Posaria unas cuantas veces y se quedaría analizando se de arriba abajo- Star: Es... Llamativo. -baja su mirada a su escote- Star: Demasiado-.....Peero... Supongo que un cambio no viene mal. // Si, especialmente porque lo más seguro es que con el tiempo le vuelva a cambiar la ropa. LOL. Fue interesante intentar hacer latex xd AMIGOS AL FINAL SI ERA EL CARGADOR LO QUE ESTABA MALO. Soy feliz. QvQ)
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    F I C H A +

    Nombre: Shelley Bysshe

    Apodo: "Ozy"

    Edad: 27 años

    Complexión delgada y una estatura de 1,54 m, posee un aura etérea que a menudo capta la atención de quienes la rodean. Tiene la piel tan pálida como el manto lunar, contrastando con su cabello largo y negro, el cual suele llevar suelto o recogido en una trenza simple. Sus ojos son negros y profundos, irradiando una sabiduría antigua que parece atravesar el tiempo. Su estilo de vestir es moderno pero usualmente deshinibido, prendas oscuras, jeans y blusas de corte simple que no llamen demasiado la atención.

    Cuando despierta totalmente su antiguo ser como faraon, su cabello se torna rubio y sus ojos de un brillante azul cielo.

    Personalidad:
    Shelley es una persona introspectiva y reflexiva, con una pasión profunda por el conocimiento y la verdad. Es tranquila pero algo impaciente, y aunque siempre está dispuesta a escuchar y considerar múltiples perspectivas antes de formarse una opinión, suele tener sus desiciones tomadas previamente. Aunque es reservada acerca de su vida pasada como faraón, a veces deja entrever su antiguo poder y sabiduría en sus discursos y acciones. Es una líder natural, pero prefiere influir desde las sombras en lugar de buscar el protagonismo.

    Historia:
    Shelley Bysshe nació y creció en California, USA. Desde pequeña, siempre se sintió atraída por las historias y mitos del antiguo Egipto, sintiendo una conexión inexplicable con esa era dorada. Al comenzar sus estudios universitarios, decidió especializarse en filosofía, buscando respuestas a las preguntas existenciales que siempre la han perseguido.

    Lo que Shelley guarda en secreto es que ella es la reencarnación del faraón Ozymandias, conocido por su grandeza y su ambición desmedida. En su vida pasada, gobernó con mano firme, construyendo monumentos impresionantes que buscaban inmortalizar su nombre. Sin embargo, con el tiempo, comprendió la futilidad de su deseo de eternidad a través de obras materiales, una lección que ahora guía su búsqueda filosófica.

    Habilidades:
    - Tiene un conocimiento profundo de la historia, cultura y filosofía del antiguo Egipto, así como de otras civilizaciones antiguas.
    - Su experiencia pasada le da una perspectiva única sobre cuestiones filosóficas, permitiéndole conectar conceptos de maneras que otros no podrían.
    - Aunque no busca el poder, su presencia y sabiduría natural hacen que otros la sigan y respeten su opinión.

    Curiosidades:
    - Tiene una relación cercana con varios de sus profesores, quienes valoran su perspectiva única y su dedicación al estudio.

    - Aunque es reservada, ha formado un pequeño grupo de amigos que comparten su amor por la filosofía y la historia.

    - Murieron en un accidente de coche cuando tenía 10 años.

    - A menudo lucha con la dualidad de su existencia, equilibrando su vida actual como una joven estudiante con los recuerdos y lecciones de su vida pasada como un poderoso faraón. Se cuestiona si alguna vez podrá reconciliar ambas partes de su ser y si realmente puede encontrar la redención y la paz que busca.
    F I C H A + Nombre: Shelley Bysshe Apodo: "Ozy" Edad: 27 años Complexión delgada y una estatura de 1,54 m, posee un aura etérea que a menudo capta la atención de quienes la rodean. Tiene la piel tan pálida como el manto lunar, contrastando con su cabello largo y negro, el cual suele llevar suelto o recogido en una trenza simple. Sus ojos son negros y profundos, irradiando una sabiduría antigua que parece atravesar el tiempo. Su estilo de vestir es moderno pero usualmente deshinibido, prendas oscuras, jeans y blusas de corte simple que no llamen demasiado la atención. Cuando despierta totalmente su antiguo ser como faraon, su cabello se torna rubio y sus ojos de un brillante azul cielo. Personalidad: Shelley es una persona introspectiva y reflexiva, con una pasión profunda por el conocimiento y la verdad. Es tranquila pero algo impaciente, y aunque siempre está dispuesta a escuchar y considerar múltiples perspectivas antes de formarse una opinión, suele tener sus desiciones tomadas previamente. Aunque es reservada acerca de su vida pasada como faraón, a veces deja entrever su antiguo poder y sabiduría en sus discursos y acciones. Es una líder natural, pero prefiere influir desde las sombras en lugar de buscar el protagonismo. Historia: Shelley Bysshe nació y creció en California, USA. Desde pequeña, siempre se sintió atraída por las historias y mitos del antiguo Egipto, sintiendo una conexión inexplicable con esa era dorada. Al comenzar sus estudios universitarios, decidió especializarse en filosofía, buscando respuestas a las preguntas existenciales que siempre la han perseguido. Lo que Shelley guarda en secreto es que ella es la reencarnación del faraón Ozymandias, conocido por su grandeza y su ambición desmedida. En su vida pasada, gobernó con mano firme, construyendo monumentos impresionantes que buscaban inmortalizar su nombre. Sin embargo, con el tiempo, comprendió la futilidad de su deseo de eternidad a través de obras materiales, una lección que ahora guía su búsqueda filosófica. Habilidades: - Tiene un conocimiento profundo de la historia, cultura y filosofía del antiguo Egipto, así como de otras civilizaciones antiguas. - Su experiencia pasada le da una perspectiva única sobre cuestiones filosóficas, permitiéndole conectar conceptos de maneras que otros no podrían. - Aunque no busca el poder, su presencia y sabiduría natural hacen que otros la sigan y respeten su opinión. Curiosidades: - Tiene una relación cercana con varios de sus profesores, quienes valoran su perspectiva única y su dedicación al estudio. - Aunque es reservada, ha formado un pequeño grupo de amigos que comparten su amor por la filosofía y la historia. - Murieron en un accidente de coche cuando tenía 10 años. - A menudo lucha con la dualidad de su existencia, equilibrando su vida actual como una joven estudiante con los recuerdos y lecciones de su vida pasada como un poderoso faraón. Se cuestiona si alguna vez podrá reconciliar ambas partes de su ser y si realmente puede encontrar la redención y la paz que busca.
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  • ¡Guau!
    ¡Qué bonitos los layout del Modern!AU del fandom de "House of the Dragon"! Me encantaría saber a qué se dedican los personajes de HotD en el mundo moderno, ¿nos lo contáis? *-*

    #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    ¡Guau! ✨ ¡Qué bonitos los layout del Modern!AU del fandom de "House of the Dragon"! Me encantaría saber a qué se dedican los personajes de HotD en el mundo moderno, ¿nos lo contáis? *-* #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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