Damon "Possy" Chessire, un joven de 16 años, es descendiente del mítico Gato de Cheshire. Travieso y enigmático, siempre lleva una sonrisa desconcertante que esconde su mente aguda. Con habilidades heredadas como la invisibilidad selectiva, la desmaterialización, y la levitación, juega con la percepción y la realidad de quienes lo rodean. Aunque parece despreocupado, su pasión por los acertijos y el caos revela su lado más profundo y calculador. Damon encarna la esencia del País de las Maravillas, siendo un ser impredecible que disfruta desafiando las normas y sembrando confusión a su paso.
  • Género Masculino
  • Raza ???
  • Fandom OC, Descendientes, Ever After High, Alicia en el Pais de las Maravillas
  • ???
  • Soltero(a)
  • Cumpleaños 13 de abril
  • 5 Publicaciones
  • 4 Escenas
  • Se unió en septiembre 2024
Otra información
  • Tipo de personaje
    2D
Publicaciones Recientes
  • —Era un día brillante en el País de las Maravillas, con el sol asomándose entre las nubes. Damon, con una sonrisa traviesa, deambulaba por un sendero cubierto de flores multicolores, sosteniendo con un dedo una brillante corona que, aunque relucía con orgullo, claramente no le pertenecía.—

    "¡Miren, miren! ¡Soy el rey del País de las Maravillas!"
    —exclama con un tono dramático mientras hacia girar la corona entre sus manos—.

    "O quizás la reina... ¡Oh, las decisiones son tan difíciles!"

    —Se coloca la corona en la cabeza, y su sonrisa se amplía aún más. Al girar, se siente como si fuera el centro de atención en una corte llena de personajes excéntricos.—

    "Atención, súbditos de esta tierra de locura. Hoy, el Gato de Cheshire, ahora autoproclamado Rey, decreta que todos los días son días de no cumpleaños. ¡Y los chistes malos son obligatorios!"

    —Con cada paso que da, la corona se balancea de un lado a otro, brillando como si estuviera destinada a estar en una cabeza real. Se detiene y hace una reverencia exagerada, como si realmente tuviera súbditos que lo aclamaran.—

    "La Reina Roja se volvería loca si supiera que estoy jugando con su corona. ¿Pero qué es una buena aventura sin un poco de riesgo, verdad?"

    —Sigue deambulando, haciendo girar la corona en su dedo como si fuera un truco de magia, y sus ojos brillan con un poco de picardía.—

    "Ahora, solo tengo que asegurarme de que no se interponga en mi camino, porque cuando la Reina Roja se entere... ¡vaya que se pondrá roja! Pero, ¿quién podría resistirse a un poco de diversión?"

    —Se detiene repentinamente y se inclina hacia un grupo de flores que parecen escucharlo atentamente.—

    "¿Alguna de ustedes ha visto a la Reina Roja? No quiero que me agarre con esta belleza en la cabeza."

    —Las flores, por supuesto, no le prestan atencón mas embrascadas en ver sus petalos, pero Damon continúo con su actuación—

    "Bien, bien, las flores no son chismosas... ¡Todavía!"

    —De repente, escucha un ruido y, en un instante de pánico, se quita la corona y la esconde detrás de su espalda, tratando de parecer inocente.—

    "Oh, ¿qué es eso? No, no tengo nada que pueda desatar la furia de la reina... "

    —Con un último guiño a las flores, Damon desaparece entre los arbustos, dejando atrás solo la eco de su risa y la corona brillando a la luz del sol, como si ya estuviera preparándose para su próximo juego.—
    —Era un día brillante en el País de las Maravillas, con el sol asomándose entre las nubes. Damon, con una sonrisa traviesa, deambulaba por un sendero cubierto de flores multicolores, sosteniendo con un dedo una brillante corona que, aunque relucía con orgullo, claramente no le pertenecía.— "¡Miren, miren! ¡Soy el rey del País de las Maravillas!" —exclama con un tono dramático mientras hacia girar la corona entre sus manos—. "O quizás la reina... ¡Oh, las decisiones son tan difíciles!" —Se coloca la corona en la cabeza, y su sonrisa se amplía aún más. Al girar, se siente como si fuera el centro de atención en una corte llena de personajes excéntricos.— "Atención, súbditos de esta tierra de locura. Hoy, el Gato de Cheshire, ahora autoproclamado Rey, decreta que todos los días son días de no cumpleaños. ¡Y los chistes malos son obligatorios!" —Con cada paso que da, la corona se balancea de un lado a otro, brillando como si estuviera destinada a estar en una cabeza real. Se detiene y hace una reverencia exagerada, como si realmente tuviera súbditos que lo aclamaran.— "La Reina Roja se volvería loca si supiera que estoy jugando con su corona. ¿Pero qué es una buena aventura sin un poco de riesgo, verdad?" —Sigue deambulando, haciendo girar la corona en su dedo como si fuera un truco de magia, y sus ojos brillan con un poco de picardía.— "Ahora, solo tengo que asegurarme de que no se interponga en mi camino, porque cuando la Reina Roja se entere... ¡vaya que se pondrá roja! Pero, ¿quién podría resistirse a un poco de diversión?" —Se detiene repentinamente y se inclina hacia un grupo de flores que parecen escucharlo atentamente.— "¿Alguna de ustedes ha visto a la Reina Roja? No quiero que me agarre con esta belleza en la cabeza." —Las flores, por supuesto, no le prestan atencón mas embrascadas en ver sus petalos, pero Damon continúo con su actuación— "Bien, bien, las flores no son chismosas... ¡Todavía!" —De repente, escucha un ruido y, en un instante de pánico, se quita la corona y la esconde detrás de su espalda, tratando de parecer inocente.— "Oh, ¿qué es eso? No, no tengo nada que pueda desatar la furia de la reina... " —Con un último guiño a las flores, Damon desaparece entre los arbustos, dejando atrás solo la eco de su risa y la corona brillando a la luz del sol, como si ya estuviera preparándose para su próximo juego.—
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  • —En una tarde grisácea, Damon Chessire se encontraba recostado despreocupadamente en una rama alta de un árbol retorcido, el tipo de árbol que parecería sacado de una pesadilla. El viento suave hacía susurrar las hojas negras, pero todo lo demás estaba en un inquietante silencio. Los cielos, cubiertos por nubes moradas y verdes, formaban un ambiente donde la lógica se distorsionaba. A pesar de ello, Damon estaba aburrido.—

    —Desaparecía y volvía a aparecer, dejando su sonrisa flotante por momentos antes de desvanecerla. Miraba a su alrededor con un bostezo exagerado, la mano apenas cubriendo su boca, sus ojos violáceos parpadeaban lentamente como si el tiempo mismo lo estuviera aburriendo.—

    "Qué mundito más soso, ¿no? Ni un loco con quien jugar hoy. Todo tan... en su sitio. ¡Qué fastidio!"

    —De repente, su sombra se movió por la rama, deslizándose como si tuviera vida propia, mientras él seguía mirando al vacío.—

    "Ni siquiera tú tienes ganas de hacer algo divertido, ¿verdad?"

    —le habló a su sombra, que le respondió moviéndose a la otra punta de la rama.—

    —Con un suspiro, Damon levitó ligeramente, quedando suspendido boca abajo mientras observaba el mundo desde otra perspectiva. Tal vez así todo cambiaría... Pero no, las cosas seguían igual de predecibles. Nada que desafiar, nadie a quien desconcertar.—

    "Ah, qué triste es ser uno de los únicos que aprecia lo absurdo en un mundo tan... limitadamente caótico."

    —Rodó los ojos, flotando de vuelta a la rama—

    "Tal vez debería aparecer en el camino de algún desafortunado..."

    —añadió con una sonrisa traviesa—

    "pero tampoco quiero esforzarme demasiado. Eso sí que sería serio, y ya sabes lo que pienso sobre la seriedad."

    —De pronto, hizo desaparecer sus piernas, dejando que solo su torso y cabeza quedaran visibles sobre la rama, flotando como un maniquí a medio desmaterializar. Jugaba con su propia existencia como si fuera un rompecabezas.—

    "Quizá lo que realmente me molesta es que hoy todo está demasiado... coherente."

    —Su sonrisa se hizo aún más amplia—.

    "No hay reto en eso, y sin reto, ¿qué somos sino piezas en un tablero donde las reglas ya están escritas?"

    —Suspiró de nuevo, mientras sus ojos violáceos brillaban con una chispa de anhelo por el caos—

    "Tal vez debería ir a saludar a la Reina Roja. Al menos ella sabe cómo mantener las cosas... interesantes."

    —Con un último bostezo, desapareció del todo, dejando en el aire solo una risita suave y su enigmática sonrisa flotante, que lentamente se desvaneció como una burla silenciosa al aburrimiento mismo.—
    —En una tarde grisácea, Damon Chessire se encontraba recostado despreocupadamente en una rama alta de un árbol retorcido, el tipo de árbol que parecería sacado de una pesadilla. El viento suave hacía susurrar las hojas negras, pero todo lo demás estaba en un inquietante silencio. Los cielos, cubiertos por nubes moradas y verdes, formaban un ambiente donde la lógica se distorsionaba. A pesar de ello, Damon estaba aburrido.— —Desaparecía y volvía a aparecer, dejando su sonrisa flotante por momentos antes de desvanecerla. Miraba a su alrededor con un bostezo exagerado, la mano apenas cubriendo su boca, sus ojos violáceos parpadeaban lentamente como si el tiempo mismo lo estuviera aburriendo.— "Qué mundito más soso, ¿no? Ni un loco con quien jugar hoy. Todo tan... en su sitio. ¡Qué fastidio!" —De repente, su sombra se movió por la rama, deslizándose como si tuviera vida propia, mientras él seguía mirando al vacío.— "Ni siquiera tú tienes ganas de hacer algo divertido, ¿verdad?" —le habló a su sombra, que le respondió moviéndose a la otra punta de la rama.— —Con un suspiro, Damon levitó ligeramente, quedando suspendido boca abajo mientras observaba el mundo desde otra perspectiva. Tal vez así todo cambiaría... Pero no, las cosas seguían igual de predecibles. Nada que desafiar, nadie a quien desconcertar.— "Ah, qué triste es ser uno de los únicos que aprecia lo absurdo en un mundo tan... limitadamente caótico." —Rodó los ojos, flotando de vuelta a la rama— "Tal vez debería aparecer en el camino de algún desafortunado..." —añadió con una sonrisa traviesa— "pero tampoco quiero esforzarme demasiado. Eso sí que sería serio, y ya sabes lo que pienso sobre la seriedad." —De pronto, hizo desaparecer sus piernas, dejando que solo su torso y cabeza quedaran visibles sobre la rama, flotando como un maniquí a medio desmaterializar. Jugaba con su propia existencia como si fuera un rompecabezas.— "Quizá lo que realmente me molesta es que hoy todo está demasiado... coherente." —Su sonrisa se hizo aún más amplia—. "No hay reto en eso, y sin reto, ¿qué somos sino piezas en un tablero donde las reglas ya están escritas?" —Suspiró de nuevo, mientras sus ojos violáceos brillaban con una chispa de anhelo por el caos— "Tal vez debería ir a saludar a la Reina Roja. Al menos ella sabe cómo mantener las cosas... interesantes." —Con un último bostezo, desapareció del todo, dejando en el aire solo una risita suave y su enigmática sonrisa flotante, que lentamente se desvaneció como una burla silenciosa al aburrimiento mismo.—
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  • Possy
    Datos Personales**Nombre Completo:** Damon Chessire- **Apodo:** Possy- **Edad:** ???- **Género:** Masculino- **Orientación Sexual:** Pansexual- **Ascendencia:** Gato Sonriente (Cheshire Cat) --- ## **Apariencia Física en el Mundo de Tim Burton** - **Rasgos Faciales:** Damon tiene un rostro pálido, con ojos grandes y profundos de tonos violáceos que...
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