• Aun cuando cierro los ojos, pienso que será un sueño~

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    Agencia Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour
    Modelo Estrella: Lili Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar

    Perfil General
    Nombre: Lili Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar
    ♡ Linaje: Hija de Ayane (herencia de la Luna) y descendiente directa de la línea caótica de Jennifer Queen.
    ♡ Edad Aparente: 19 años
    ♡ Raza: Umbrélun (fusión prohibida entre caos, luz y luna).
    ♡ Afiliación: Agencia de Modelaje Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour.
    ♡ Rol dentro de la Agencia: Imagen de frescura, encanto juvenil y seducción lunar.

    Descripción Física
    ❁ Cabello: Rosado luminoso heredado de Ayane, que puede mutar en tonalidades oscuras o plateadas según sus transformaciones de súcubo.
    ❁ Ojos: Azul celeste que bajo estados de conexión con la luna se tornan carmesíes.
    ❁ Apariencia: Figura delicada pero cargada de magnetismo, cuerpo trabajado para la elegancia de pasarela y la sensualidad de editorial.
    ❁ Aura: Una mezcla enigmática de ternura angelical y tentación caótica.

    Historia Personal
    “Soy la más pequeña de la familia, siempre dispuesta a complacer a mis mayores. Respeto profundamente la jerarquía y los lazos de sangre. Mi vida se equilibra entre los días alegres de feria, risas y compras, y las noches solemnes donde mi espada y yo caminamos entre las sombras de la luna.”

    Criada bajo la dualidad de la luz de su madre Selin y el caos heredado de Jennifer Queen, Lili representa lo imposible: la unión entre sombra y claridad. Su naturaleza Umbrélun la hace inestable, pero también única en el universo Ishtar.

    𝄆 Frase Emblemática:
    “Soy hija de la luna y del caos, pero mi luz nunca será apagada.”
    𝄆 Facción: Familia Ishtar – Agencia Demonic Dèesse Infernal Glamour
    𝄆 Alias: La Princesa Lunar del Caos
    𝄆 Arma: Espada Veythra (Reliquia Dracónica)
    𝄆 Título: Portadora de Veythra, Hija del Eclipse
    📜 Agencia Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour Modelo Estrella: Lili Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar ✨🌙 🌹 Perfil General Nombre: Lili Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar ♡ Linaje: Hija de Ayane (herencia de la Luna) y descendiente directa de la línea caótica de Jennifer Queen. ♡ Edad Aparente: 19 años ♡ Raza: Umbrélun (fusión prohibida entre caos, luz y luna). ♡ Afiliación: Agencia de Modelaje Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour. ♡ Rol dentro de la Agencia: Imagen de frescura, encanto juvenil y seducción lunar. 🦋 Descripción Física ❁ Cabello: Rosado luminoso heredado de Ayane, que puede mutar en tonalidades oscuras o plateadas según sus transformaciones de súcubo. ❁ Ojos: Azul celeste que bajo estados de conexión con la luna se tornan carmesíes. ❁ Apariencia: Figura delicada pero cargada de magnetismo, cuerpo trabajado para la elegancia de pasarela y la sensualidad de editorial. ❁ Aura: Una mezcla enigmática de ternura angelical y tentación caótica. 🌓 Historia Personal “Soy la más pequeña de la familia, siempre dispuesta a complacer a mis mayores. Respeto profundamente la jerarquía y los lazos de sangre. Mi vida se equilibra entre los días alegres de feria, risas y compras, y las noches solemnes donde mi espada y yo caminamos entre las sombras de la luna.” Criada bajo la dualidad de la luz de su madre Selin y el caos heredado de Jennifer Queen, Lili representa lo imposible: la unión entre sombra y claridad. Su naturaleza Umbrélun la hace inestable, pero también única en el universo Ishtar. 𝄆 Frase Emblemática: “Soy hija de la luna y del caos, pero mi luz nunca será apagada.” 🌙 𝄆 Facción: Familia Ishtar – Agencia Demonic Dèesse Infernal Glamour 𝄆 Alias: La Princesa Lunar del Caos 𝄆 Arma: Espada Veythra (Reliquia Dracónica) 𝄆 Título: Portadora de Veythra, Hija del Eclipse
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  • “— Buenaaas!, soy el Zack con mayor poder mágico; como el Zack principal esta bien tieso necesitamos dinero, y como me da pereza venderme en una esquina oficialmente abro los servicios mágicos de Zack!.”

    *- Se aclara la garganta. -*

    “— Quieres envenenar a alguien, cambiar tu color de ojos o agrandarte las chichis?, pues todo eso es posible con magia!, dime que mierda quieres que haga, dame tu delicioso dinero y lo haré!. No me hago responsable de daños físicos, mentales o muerte… Todo es posible con mi magia, así que deja de perder tiempo y de llorar como una nena y tráeme esos billetes para que yo solucione tus problemas con magia!.”

    //Ante cualquier encargo es su decisión si lo tomas como canon con tu personaje o no.//
    “— Buenaaas!, soy el Zack con mayor poder mágico; como el Zack principal esta bien tieso necesitamos dinero, y como me da pereza venderme en una esquina oficialmente abro los servicios mágicos de Zack!.” *- Se aclara la garganta. -* “— Quieres envenenar a alguien, cambiar tu color de ojos o agrandarte las chichis?, pues todo eso es posible con magia!, dime que mierda quieres que haga, dame tu delicioso dinero y lo haré!. No me hago responsable de daños físicos, mentales o muerte… Todo es posible con mi magia, así que deja de perder tiempo y de llorar como una nena y tráeme esos billetes para que yo solucione tus problemas con magia!.” //Ante cualquier encargo es su decisión si lo tomas como canon con tu personaje o no.//
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  • — ² —
    Fandom Disney, Tarzán
    Categoría Aventura
    Jane no había dejado de pensar en él. En esos ojos que parecían leerla mejor que cualquier palabra, de una forma primitiva, en la fuerza brutal con la que la había cargado en sus brazos, en cómo habían logrado comunicarse con simples gestos.

    Y luego estaba el diario.

    Lo había escondido en el interior de un baúl, bajo sus vestidos y ropajes de viaje, lejos de la vista de su padre y de cualquier otra persona. Temía sus preguntas, pero más temía que descubrieran lo que ella apenas había empezado a entender. Había pasado las últimas noches bajo la luz de una lámpara tenue, hojeando esas páginas desgastadas mientras luchaba contra los insectos atraídos por la luz. La caligrafía era firme, inglesa, con un trazo elegante pero a la vez rápido. En la primera página, apenas legible, había un nombre reducido a iniciales: J.C.

    Cada vez que las leía, algo en su pecho se agitaba. ¿Quién había sido aquel hombre? ¿Un explorador? ¿Un marinero perdido? ¿Un colono? No lo sabía aún, pero las entradas hablaban de la jungla, descripciones de criaturas, tormentas... Pero muchos de los pasajes se encontraban medio borrados, o emborronados al completo por la humedad y el paso del tiempo. Y no había nada más horrible y a la vez emocionante para alguien con el alma exploradora como la que Jane tenía que algo así cayera en sus manos, pero que tuvieran que rascar y rascar hasta el fondo para encontrarle un sentido.

    Pero tras las noches en vela tratando de entender tanto el descubrimiento de Tarzán como el del diario y su relación entre ellos, llegaban los días, y así era cono se encontraba en el tercer día desde su encuentro con Tarzán; un día que amaneció húmedo, con un cielo cubierto de unas fantasmagóricas nubes que prometían lluvias. Jane salió de la tienda ajustándose el sombrero mientras su padre, siempre entusiasta, ya daba instrucciones a los exploradores para preparar todo el instrumental. Lord Pembroke, un hombre pegado a una enorme barriga y con voz demasiado nasal para el gusto de cualquiera, hablaba de las magníficas fotografías que esperaba capturar de los chimpancés en su hábitat natural. Jane sonrió con cortesía, aunque por dentro sentía un nudo. El entusiasmo de los nobles era casi ridículo; para ellos la selva era un escenario de cacería y espectáculo, no un lugar vivo que podía devorarlos en cualquier instante, y a su vez un sitio maravilloso, lleno de historia y de un sinfín de vida. A cada paso que daban, ella pensaba en Tarzán, en cómo se movería él entre esas ramas con la misma ligereza con la que ellos apenas lograban caminar entre raíces y fango.

    —Jane, hija, ¿lista? —la voz de su padre la devolvió al presente. Él la observaba con ternura, aunque en su mirada había un atisbo de preocupación. No había pasado desapercibido que su hija estaba más pensativa que de costumbre.

    —Sí, padre. —forzó una sonrisa, aferrando sus cuadernos de campo contra el pecho como si fueran un escudo, los mismos que esperaba llenar de anotaciones y bocetos si lograban encontrar la comunidad de chimpancés que días atrás habían visto por esa zona. Y mientras el grupo se adentraba finalmente en la espesura de la jungla, entre charlas triviales y risas huecas, Jane no podía evitar un pensamiento insistente: ¿y si Tarzán los estaba observando en ese mismo instante, escondido en lo alto de un árbol? O peor aún, ¿y si alguien lo descubría a él?
    Jane no había dejado de pensar en él. En esos ojos que parecían leerla mejor que cualquier palabra, de una forma primitiva, en la fuerza brutal con la que la había cargado en sus brazos, en cómo habían logrado comunicarse con simples gestos. Y luego estaba el diario. Lo había escondido en el interior de un baúl, bajo sus vestidos y ropajes de viaje, lejos de la vista de su padre y de cualquier otra persona. Temía sus preguntas, pero más temía que descubrieran lo que ella apenas había empezado a entender. Había pasado las últimas noches bajo la luz de una lámpara tenue, hojeando esas páginas desgastadas mientras luchaba contra los insectos atraídos por la luz. La caligrafía era firme, inglesa, con un trazo elegante pero a la vez rápido. En la primera página, apenas legible, había un nombre reducido a iniciales: J.C. Cada vez que las leía, algo en su pecho se agitaba. ¿Quién había sido aquel hombre? ¿Un explorador? ¿Un marinero perdido? ¿Un colono? No lo sabía aún, pero las entradas hablaban de la jungla, descripciones de criaturas, tormentas... Pero muchos de los pasajes se encontraban medio borrados, o emborronados al completo por la humedad y el paso del tiempo. Y no había nada más horrible y a la vez emocionante para alguien con el alma exploradora como la que Jane tenía que algo así cayera en sus manos, pero que tuvieran que rascar y rascar hasta el fondo para encontrarle un sentido. Pero tras las noches en vela tratando de entender tanto el descubrimiento de Tarzán como el del diario y su relación entre ellos, llegaban los días, y así era cono se encontraba en el tercer día desde su encuentro con Tarzán; un día que amaneció húmedo, con un cielo cubierto de unas fantasmagóricas nubes que prometían lluvias. Jane salió de la tienda ajustándose el sombrero mientras su padre, siempre entusiasta, ya daba instrucciones a los exploradores para preparar todo el instrumental. Lord Pembroke, un hombre pegado a una enorme barriga y con voz demasiado nasal para el gusto de cualquiera, hablaba de las magníficas fotografías que esperaba capturar de los chimpancés en su hábitat natural. Jane sonrió con cortesía, aunque por dentro sentía un nudo. El entusiasmo de los nobles era casi ridículo; para ellos la selva era un escenario de cacería y espectáculo, no un lugar vivo que podía devorarlos en cualquier instante, y a su vez un sitio maravilloso, lleno de historia y de un sinfín de vida. A cada paso que daban, ella pensaba en Tarzán, en cómo se movería él entre esas ramas con la misma ligereza con la que ellos apenas lograban caminar entre raíces y fango. —Jane, hija, ¿lista? —la voz de su padre la devolvió al presente. Él la observaba con ternura, aunque en su mirada había un atisbo de preocupación. No había pasado desapercibido que su hija estaba más pensativa que de costumbre. —Sí, padre. —forzó una sonrisa, aferrando sus cuadernos de campo contra el pecho como si fueran un escudo, los mismos que esperaba llenar de anotaciones y bocetos si lograban encontrar la comunidad de chimpancés que días atrás habían visto por esa zona. Y mientras el grupo se adentraba finalmente en la espesura de la jungla, entre charlas triviales y risas huecas, Jane no podía evitar un pensamiento insistente: ¿y si Tarzán los estaba observando en ese mismo instante, escondido en lo alto de un árbol? O peor aún, ¿y si alguien lo descubría a él?
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    Grupal
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    Cualquier línea
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  • *Con el paso del tiempo, el huevo comenzó a agrietarse, revelando una figura. Al abrir los ojos, me di cuenta de que no poseía mi aspecto de adulto.*

    —¿De verdad? Porque no me asombra que estas divinidades me dijeran eso. Mmm... Sin embargo, en esta situación, nadie me tomará en serio. Necesitaré encontrar a alguien que me resguarde hasta que recupere completamente mi poder.—

    *Al observar mi imagen en un pozo de agua, *

    —con esta cara encantadora, ¿quién podría rechazarlo? Solo tengo que encontrar un buen candidato.—
    *Con el paso del tiempo, el huevo comenzó a agrietarse, revelando una figura. Al abrir los ojos, me di cuenta de que no poseía mi aspecto de adulto.* —¿De verdad? Porque no me asombra que estas divinidades me dijeran eso. Mmm... Sin embargo, en esta situación, nadie me tomará en serio. Necesitaré encontrar a alguien que me resguarde hasta que recupere completamente mi poder.— *Al observar mi imagen en un pozo de agua, * —con esta cara encantadora, ¿quién podría rechazarlo? Solo tengo que encontrar un buen candidato.—
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  • [...] … el tiempo allí, no sé, es distinto… pasé en el infierno más de cuarenta años. Allí… me apuñalaron, me cortaron… me destrozaron con cosas que… — La mirada de Dean en ese momento se había desviado de la sobrenatural de Hope, no podia mirarla a los ojos mientras le contaba aquello. Era más sencillo hacerlo mirando hacia abajo, a sus manos. —… hasta que no quedó nada… nada de mí. Y de repente, como por arte de magia, estaba entero otra vez, listo para que comenzaran de nuevo… Luego, al acabar cada día… me ofrecían acabar con la tortura, si les llevaba otras almas, y empezaba yo a torturarlas. Y cada día le decía que se metieran su oferta por donde les cupiera… durante treinta años… durante treinta años conseguí negarme, repetirles la misma respuesta… pero… [...]

    [...] — Pero un día no lo soporté más, Hope… no pude. Y me soltaron del potro… y empecé a destrozar a otras personas… no se a cuantas… y disfrutaba… después de tantos años, no me importaba a quien me pusieran delante… porque… porque así mi sufrimiento, se disipaba… — un sollozo se abre paso por su pecho justo antes de que el cazador se lleve la mano al rostro sosteniéndola ahí unos segundos antes de retirarla presionándose los ojos ligeramente. — Llevo…. eso, dentro de mi… siempre será así y ojala pudiera no sentir… no sentir nada en absoluto… porque da igual a cuantas personas salve… no podré cambiar eso… no podré borrar lo que hice…


    𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛 Hope Mikaelson
    [...] … el tiempo allí, no sé, es distinto… pasé en el infierno más de cuarenta años. Allí… me apuñalaron, me cortaron… me destrozaron con cosas que… — La mirada de Dean en ese momento se había desviado de la sobrenatural de Hope, no podia mirarla a los ojos mientras le contaba aquello. Era más sencillo hacerlo mirando hacia abajo, a sus manos. —… hasta que no quedó nada… nada de mí. Y de repente, como por arte de magia, estaba entero otra vez, listo para que comenzaran de nuevo… Luego, al acabar cada día… me ofrecían acabar con la tortura, si les llevaba otras almas, y empezaba yo a torturarlas. Y cada día le decía que se metieran su oferta por donde les cupiera… durante treinta años… durante treinta años conseguí negarme, repetirles la misma respuesta… pero… [...] [...] — Pero un día no lo soporté más, Hope… no pude. Y me soltaron del potro… y empecé a destrozar a otras personas… no se a cuantas… y disfrutaba… después de tantos años, no me importaba a quien me pusieran delante… porque… porque así mi sufrimiento, se disipaba… — un sollozo se abre paso por su pecho justo antes de que el cazador se lleve la mano al rostro sosteniéndola ahí unos segundos antes de retirarla presionándose los ojos ligeramente. — Llevo…. eso, dentro de mi… siempre será así y ojala pudiera no sentir… no sentir nada en absoluto… porque da igual a cuantas personas salve… no podré cambiar eso… no podré borrar lo que hice… 𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛 [thetribrid]
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    Agencia: Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour
    Alias en la agencia: La Rosa Carmesí de la Tentación

    Datos Generales
    ⚜ Nombre completo: Lisesharte Freya Ishtar
    ⚜ Título honorífico: La Rosa Carmesí
    ⚜ Edad Aparente: 26 años
    ⚜ Origen: Reinos Oscuros de Ishtar
    ⚜ Rol en la Agencia: Modelo principal – Imagen oficial de la línea Scarlet Temptation

    Descripción General
    Lisesharte Freya Ishtar es el arquetipo de la tentación encarnada. Su estilo combina la dominación elegante con un aire de realeza infernal. Con cada pose, transmite poder, misterio y sensualidad refinada, siendo considerada una de las musas centrales del glamour demoníaco de la agencia.

    Estilo de Modelaje
    ✡ Temática principal: Erotismo de élite con estética carmesí.
    ✡ Vestimenta favorita: Latex, cuero rojo, corsets, lencería fetichista, tacones y medias con liguero.
    ✡ Escenografía habitual: Espacios de lujo infernal, rodeada de rosas, llamas o elementos oscuros con brillo escarlata.
    ✡ Público meta: Producciones exclusivas, revistas eróticas de élite, campañas internacionales de glamour infernal.

    Roles dentro de la Agencia
    ⍢ Musa y representante oficial de la línea Scarlet Temptation.
    ⍢ Figura principal en campañas de fetichismo elegante.
    ⍢ Modelo de portada para la revista Demonic Glamour Magazine.
    ⍢ Embajadora de la imagen “Rosa Roja = Deseo & Poder” de la agencia.

    Rasgos y Características
    ♛ Cabello: Rubio dorado, largo y sedoso.
    ♛ Ojos: Verde esmeralda hipnóticos.
    ♛ Piel: Clara con aura resplandeciente.
    ♛ Estatura: 1.74 m
    ♛ Figura: Curvas dominantes y proporciones que evocan poder sensual.

    Frases Emblemáticas
    “El deseo es fuego… y yo soy la chispa que lo enciende.”
    “Entre rosas y cadenas, florece la verdadera tentación.”

    Lisesharte Freya Ishtar no es solo una modelo, es la personificación del deseo carmesí, la musa que redefine el glamour infernal con una mezcla perfecta entre elegancia y provocación.
    Agencia: Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour Alias en la agencia: La Rosa Carmesí de la Tentación 🌹 📌 Datos Generales ⚜ Nombre completo: Lisesharte Freya Ishtar ⚜ Título honorífico: La Rosa Carmesí ⚜ Edad Aparente: 26 años ⚜ Origen: Reinos Oscuros de Ishtar ⚜ Rol en la Agencia: Modelo principal – Imagen oficial de la línea Scarlet Temptation 👑 Descripción General Lisesharte Freya Ishtar es el arquetipo de la tentación encarnada. Su estilo combina la dominación elegante con un aire de realeza infernal. Con cada pose, transmite poder, misterio y sensualidad refinada, siendo considerada una de las musas centrales del glamour demoníaco de la agencia. 🔥 Estilo de Modelaje ✡ Temática principal: Erotismo de élite con estética carmesí. ✡ Vestimenta favorita: Latex, cuero rojo, corsets, lencería fetichista, tacones y medias con liguero. ✡ Escenografía habitual: Espacios de lujo infernal, rodeada de rosas, llamas o elementos oscuros con brillo escarlata. ✡ Público meta: Producciones exclusivas, revistas eróticas de élite, campañas internacionales de glamour infernal. 🏆 Roles dentro de la Agencia ⍢ Musa y representante oficial de la línea Scarlet Temptation. ⍢ Figura principal en campañas de fetichismo elegante. ⍢ Modelo de portada para la revista Demonic Glamour Magazine. ⍢ Embajadora de la imagen “Rosa Roja = Deseo & Poder” de la agencia. ✨ Rasgos y Características ♛ Cabello: Rubio dorado, largo y sedoso. ♛ Ojos: Verde esmeralda hipnóticos. ♛ Piel: Clara con aura resplandeciente. ♛ Estatura: 1.74 m ♛ Figura: Curvas dominantes y proporciones que evocan poder sensual. 📖 Frases Emblemáticas “El deseo es fuego… y yo soy la chispa que lo enciende.” “Entre rosas y cadenas, florece la verdadera tentación.” Lisesharte Freya Ishtar no es solo una modelo, es la personificación del deseo carmesí, la musa que redefine el glamour infernal con una mezcla perfecta entre elegancia y provocación.
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  • Me vi tendido en la tierra húmeda, yaciendo como un muñeco roto, mientras mi piel se deshacía en un lento festín para la podredumbre. Mis huesos, expuestos a la luna, el viento se filtraba a través de mis costillas . La hierba se aferraba a mi cuerpo, reclamando lo que alguna vez fue carne, y las raíces abrazaban mis costillas. Sentí el tiempo deslizarse, y sin embargo, en esa muerte palpable, había una calma extraña, una belleza amarga en ser devorado por la tierra.

    -Arielle abre los ojos lentamente. La luz de la luna filtrada entre los árboles le recuerda que se encuentra sobre el suelo húmedo del bosque-

    Otra vez ese sueño... ¿Dónde está ese niño de cabello rosa?...digo... ¿Dónde esta Alarion? Ahora cada vez que despierto solo lo busco a él...

    Me vi tendido en la tierra húmeda, yaciendo como un muñeco roto, mientras mi piel se deshacía en un lento festín para la podredumbre. Mis huesos, expuestos a la luna, el viento se filtraba a través de mis costillas . La hierba se aferraba a mi cuerpo, reclamando lo que alguna vez fue carne, y las raíces abrazaban mis costillas. Sentí el tiempo deslizarse, y sin embargo, en esa muerte palpable, había una calma extraña, una belleza amarga en ser devorado por la tierra. -Arielle abre los ojos lentamente. La luz de la luna filtrada entre los árboles le recuerda que se encuentra sobre el suelo húmedo del bosque- Otra vez ese sueño... ¿Dónde está ese niño de cabello rosa?...digo... ¿Dónde esta Alarion? Ahora cada vez que despierto solo lo busco a él...
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  • La habitación estaba iluminada apenas por las velas sobre el tocador. La luz cálida danzaba contra los espejos y las paredes, proyectando las figuras de Constantin y Víktor, tan cerca que parecía que el aire entre ambos se volvía denso.

    Víktor estaba detrás, sus manos firmes sobre los hombros de Constantin, como si quisiera recordarle que estaba allí, que le pertenecía. El reflejo en el espejo mostraba la mirada de Víktor clavada en él, intensa, casi sombría, mientras Constantin desviaba la suya, con esa mezcla de ternura y ligera incomodidad que solía sentir cuando el otro se volvía demasiado posesivo.

    —No me gusta cómo te miran… —murmuró Víktor, inclinándose apenas hasta rozar su mejilla con la suya. Su voz baja vibraba con un filo de celos que no trataba de esconder.

    Constantin lo miró en el espejo, sus ojos oscuros reflejando amor y paciencia. Con una pequeña sonrisa ladeada, tomó la mano de Víktor y la apretó contra su pecho, justo sobre el corazón.

    —Víktor… —susurró—. ¿Cuántas veces más tengo que repetirlo? Este corazón es tuyo. Solo tuyo.

    El ceño de Víktor se suavizó apenas, aunque su mirada seguía siendo intensa, devoradora. Se inclinó más, sus labios rozando el cuello de Constantin, dejando un beso lento, casi una marca invisible de posesión.

    Constantin cerró los ojos, sintiendo el calor recorrerle la piel. Aunque no siempre comprendía la intensidad de los celos de Víktor, sí entendía algo: que ese amor, tan abrasador como tormentoso, era algo que no cambiaría por nada.

    Y en ese instante, con las velas crepitando y el espejo mostrándolos unidos, Constantin se dejó envolver, acariciando la mano de Víktor y susurrando en voz baja:

    —Prométeme que no dudarás de mí, porque no existe nadie más en mi mundo que tú.

    Viktor Kaelith Veyrith
    La habitación estaba iluminada apenas por las velas sobre el tocador. La luz cálida danzaba contra los espejos y las paredes, proyectando las figuras de Constantin y Víktor, tan cerca que parecía que el aire entre ambos se volvía denso. Víktor estaba detrás, sus manos firmes sobre los hombros de Constantin, como si quisiera recordarle que estaba allí, que le pertenecía. El reflejo en el espejo mostraba la mirada de Víktor clavada en él, intensa, casi sombría, mientras Constantin desviaba la suya, con esa mezcla de ternura y ligera incomodidad que solía sentir cuando el otro se volvía demasiado posesivo. —No me gusta cómo te miran… —murmuró Víktor, inclinándose apenas hasta rozar su mejilla con la suya. Su voz baja vibraba con un filo de celos que no trataba de esconder. Constantin lo miró en el espejo, sus ojos oscuros reflejando amor y paciencia. Con una pequeña sonrisa ladeada, tomó la mano de Víktor y la apretó contra su pecho, justo sobre el corazón. —Víktor… —susurró—. ¿Cuántas veces más tengo que repetirlo? Este corazón es tuyo. Solo tuyo. El ceño de Víktor se suavizó apenas, aunque su mirada seguía siendo intensa, devoradora. Se inclinó más, sus labios rozando el cuello de Constantin, dejando un beso lento, casi una marca invisible de posesión. Constantin cerró los ojos, sintiendo el calor recorrerle la piel. Aunque no siempre comprendía la intensidad de los celos de Víktor, sí entendía algo: que ese amor, tan abrasador como tormentoso, era algo que no cambiaría por nada. Y en ese instante, con las velas crepitando y el espejo mostrándolos unidos, Constantin se dejó envolver, acariciando la mano de Víktor y susurrando en voz baja: —Prométeme que no dudarás de mí, porque no existe nadie más en mi mundo que tú. [fusion_pearl_frog_373]
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  • Pesadilla de Eliana: La Devoradora

    Eliana despertó en un campo vacío. El suelo estaba cubierto de carne palpitante, respirando como si fuese un organismo vivo. El aire olía a hierro, a podredumbre, y cada paso que daba dejaba huellas sangrientas.

    Un murmullo se filtró en su cabeza, como una canción rota:
    —Tú creaste esto… tú lo alimentaste.

    Entonces lo vio: una figura sentada, idéntica a ella, con los ojos encendidos en un rojo ardiente. Detrás, un monstruo imposible, con una boca gigantesca que se abría hasta el infinito, colmillos como lanzas y tentáculos cubiertos de sangre. La versión oscura de sí misma sonrió, llevándose la mano a los labios con elegancia.

    —Diosa de la vida… ¿eso te dijeron? —rió suavemente, casi con dulzura—. ¿Y qué haces con la vida cuando la tocas? La corrompes, la mutilas, la conviertes en esto.

    El monstruo detrás rugió, y cada rugido arrancaba voces familiares: el llanto de su madre, la furia de su padre, la voz de Sain escupiéndole odio.

    Eliana cayó de rodillas, llevándose las manos a los oídos.
    —¡No! ¡Yo no soy eso, yo… yo quiero ayudar!

    Pero la otra ella se levantó, con paso lento, los ojos ardiendo como brasas. Su sonrisa se abrió más allá de lo humano, y su boca se desgarró en un abismo de colmillos afilados.

    —Quieres salvar… pero lo único que haces es devorar.

    De repente, Eliana sintió hambre. Un hambre brutal que la consumía desde dentro. Miró sus manos y vio que no eran suyas: largas, retorcidas, con garras negras. Su reflejo la tomó del rostro y la obligó a mirar al monstruo detrás.

    —Ese soy yo… pero también eres tú.

    El ser gigantesco se inclinó, y antes de que pudiera resistirse, abrió sus fauces. Eliana fue arrastrada hacia la oscuridad de esa boca infinita, escuchando su propia voz gritar desde adentro, como si ya hubiese sido devorada una y mil veces.

    Lo último que vio fueron sus propios ojos rojos, reflejándose en la bestia, antes de desaparecer en la nada.


    ---
    🌑 Pesadilla de Eliana: La Devoradora 🌑 Eliana despertó en un campo vacío. El suelo estaba cubierto de carne palpitante, respirando como si fuese un organismo vivo. El aire olía a hierro, a podredumbre, y cada paso que daba dejaba huellas sangrientas. Un murmullo se filtró en su cabeza, como una canción rota: —Tú creaste esto… tú lo alimentaste. Entonces lo vio: una figura sentada, idéntica a ella, con los ojos encendidos en un rojo ardiente. Detrás, un monstruo imposible, con una boca gigantesca que se abría hasta el infinito, colmillos como lanzas y tentáculos cubiertos de sangre. La versión oscura de sí misma sonrió, llevándose la mano a los labios con elegancia. —Diosa de la vida… ¿eso te dijeron? —rió suavemente, casi con dulzura—. ¿Y qué haces con la vida cuando la tocas? La corrompes, la mutilas, la conviertes en esto. El monstruo detrás rugió, y cada rugido arrancaba voces familiares: el llanto de su madre, la furia de su padre, la voz de Sain escupiéndole odio. Eliana cayó de rodillas, llevándose las manos a los oídos. —¡No! ¡Yo no soy eso, yo… yo quiero ayudar! Pero la otra ella se levantó, con paso lento, los ojos ardiendo como brasas. Su sonrisa se abrió más allá de lo humano, y su boca se desgarró en un abismo de colmillos afilados. —Quieres salvar… pero lo único que haces es devorar. De repente, Eliana sintió hambre. Un hambre brutal que la consumía desde dentro. Miró sus manos y vio que no eran suyas: largas, retorcidas, con garras negras. Su reflejo la tomó del rostro y la obligó a mirar al monstruo detrás. —Ese soy yo… pero también eres tú. El ser gigantesco se inclinó, y antes de que pudiera resistirse, abrió sus fauces. Eliana fue arrastrada hacia la oscuridad de esa boca infinita, escuchando su propia voz gritar desde adentro, como si ya hubiese sido devorada una y mil veces. Lo último que vio fueron sus propios ojos rojos, reflejándose en la bestia, antes de desaparecer en la nada. ---
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