• —Ha ido al bar a buscar a Husk oh, no. No sé va a librar. Y por entretenimiento, se subió a una de las estanterías y tiró una botella, a base de golpearla lentamente mientras miraba fijamente a los ojos al otro felino —
    —Ha ido al bar a buscar a [barcat75] oh, no. No sé va a librar. Y por entretenimiento, se subió a una de las estanterías y tiró una botella, a base de golpearla lentamente mientras miraba fijamente a los ojos al otro felino —
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  • —Abre uno de sus ojos de forma algo perezosa. Inicialmente algo desubicada al final acaba buscando la luz del reloj de la mesita de noche de Dean donde se anuncian las seis de la mañana. La tríbrida se levanta y con el mayor de los sigilos recorre el bunker hasta encontrar la cocina. Se muere de hambre así que agradece que Sam reabasteciera la nevera con bolsas de sangre para ella. Ñam —

    #3D #Personajes3D #Comunidad3D
    —Abre uno de sus ojos de forma algo perezosa. Inicialmente algo desubicada al final acaba buscando la luz del reloj de la mesita de noche de Dean donde se anuncian las seis de la mañana. La tríbrida se levanta y con el mayor de los sigilos recorre el bunker hasta encontrar la cocina. Se muere de hambre así que agradece que Sam reabasteciera la nevera con bolsas de sangre para ella. Ñam — #3D #Personajes3D #Comunidad3D
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  • Mi apariencia no es esa
    Fandom Original, mo dao zu shi
    CategorΓ­a Drama
    El elfo se había quedado dormido durante la tarde, a las fueras de la montaña que lleva a su hogar, había dormido tan profundo que no noto cuando unos hombres desconocidos le habían hecho un tipo de hechicería, que su cuerpo había cambiado completamente, teniendo una apariencia desconocida para él mismo.

    Cuando sitio que había dormido lo suficiente, despertó sintiéndose con más energía también un poco diferente, atribuye todo eso a la siesta que tuvo después del largo paseo ignorando que ya no era un elfo de cabellos dorados, ojos azules y delgados...
    Sino un hombre de largos cabellos oscuros, cuerpo atlético y quizás más joven..
    El elfo se había quedado dormido durante la tarde, a las fueras de la montaña que lleva a su hogar, había dormido tan profundo que no noto cuando unos hombres desconocidos le habían hecho un tipo de hechicería, que su cuerpo había cambiado completamente, teniendo una apariencia desconocida para él mismo. Cuando sitio que había dormido lo suficiente, despertó sintiéndose con más energía también un poco diferente, atribuye todo eso a la siesta que tuvo después del largo paseo ignorando que ya no era un elfo de cabellos dorados, ojos azules y delgados... Sino un hombre de largos cabellos oscuros, cuerpo atlético y quizás más joven..
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  • -despues de comer algo se acostó en las rosas para tomar un poco el sueño ya que estaba algo canzada de cazar su alimento de hoy.-

    > El silencio de la noche es calmada <

    -dijo en su mente, mientras tenía los ojos cerrados.-
    -despues de comer algo se acostó en las rosas para tomar un poco el sueño ya que estaba algo canzada de cazar su alimento de hoy.- > El silencio de la noche es calmada < -dijo en su mente, mientras tenía los ojos cerrados.-
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  • Buscando un motivo de interés
    Fandom Ninguno
    CategorΓ­a Slice of Life
    Aquel demonio de cabellos rojos llevaba dos semanas en Japón, viviendo en el aeropuerto terminando en un hotel; al estar ya establecido decidió salir a caminar en las noches a recorrer la calles sin saber a dónde ir.

    Después de unas cuantas horas, se encontraba visitando en una discoteca , dónde había escuchado que habían personas importantes como personas peligrosas y al demonio aquello le llamaba bastante la intención. —

    Veamos si el rumor es cierto..

    — camina en el interior esquivando a quienes estaban en la pista bailando o simplemente conversando, pretende llegar a la barra a pedir una extraña bebida..
    Aquel demonio de cabellos rojos llevaba dos semanas en Japón, viviendo en el aeropuerto terminando en un hotel; al estar ya establecido decidió salir a caminar en las noches a recorrer la calles sin saber a dónde ir. Después de unas cuantas horas, se encontraba visitando en una discoteca , dónde había escuchado que habían personas importantes como personas peligrosas y al demonio aquello le llamaba bastante la intención. — Veamos si el rumor es cierto.. — camina en el interior esquivando a quienes estaban en la pista bailando o simplemente conversando, pretende llegar a la barra a pedir una extraña bebida..
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  • Mascarade
    Fandom Kuroshitsuji/Black Butler OC y otros
    CategorΓ­a Otros
    El espejo reflejaba a un joven adolescente ataviado con una levita azul marino de intrincados detalles dorados. Sus pantalones eran de un simple blanco que contrastaba elegantemente, a juego con sus zapatos oscuros. Pero, aunque pareciera que estaba listo para partir, faltaba un elemento importante, de hecho, el que le daba todo el sentido a sus ropajes: una máscara, bordeada de dorado y de un azul tan hermoso como sus ojos. Esta estaba sobre la cama. Junior caminó con calma hacia ella y la tomó de una manera reverente.
    —Tú serás la encargada de llevarme al exterior —musitó, hablándole a la máscara como si se tratara de una persona. Junior disfrutaba de la teatralidad, tal vez porque no tenía amigos con los cuales hablar.
    Digamos que, "por casualidad", Junior se enteró de que se haría una mascarada en la mansión de un príncipe, y sus padres habían sido invitados. Por supuesto, Junior no podía ir; era demasiado joven para participar de ese tipo de festividades, quién sabe por qué. Además, sus padres procuraban mantenerlo alejado de la sociedad para ocultar su naturaleza: un hijo ilegítimo no podía salir a la luz.
    Sin embargo, Junior había heredado la astucia e intrepidez de sus padres, y una simple orden no lo detendría de ir a donde quería. De hecho, esta sería la primera vez que escaparía de casa y, más que sentir culpa, sentía cierta emoción al respecto.
    De alguna forma, había convencido al jardinero, Finnian, para que lo llevara hasta la mansión de aquel príncipe. Como todos estarían utilizando máscaras, sus padres no podrían reconocerlo.
    Junior tomó la máscara que estaba sobre la cama y se la puso con reverencia. Luego, se encaminó hacia la salida, donde el jardinero lo llevaría, y donde, finalmente, podría saborear lo que era la sociedad británica en su esplendor.
    El espejo reflejaba a un joven adolescente ataviado con una levita azul marino de intrincados detalles dorados. Sus pantalones eran de un simple blanco que contrastaba elegantemente, a juego con sus zapatos oscuros. Pero, aunque pareciera que estaba listo para partir, faltaba un elemento importante, de hecho, el que le daba todo el sentido a sus ropajes: una máscara, bordeada de dorado y de un azul tan hermoso como sus ojos. Esta estaba sobre la cama. Junior caminó con calma hacia ella y la tomó de una manera reverente. —Tú serás la encargada de llevarme al exterior —musitó, hablándole a la máscara como si se tratara de una persona. Junior disfrutaba de la teatralidad, tal vez porque no tenía amigos con los cuales hablar. Digamos que, "por casualidad", Junior se enteró de que se haría una mascarada en la mansión de un príncipe, y sus padres habían sido invitados. Por supuesto, Junior no podía ir; era demasiado joven para participar de ese tipo de festividades, quién sabe por qué. Además, sus padres procuraban mantenerlo alejado de la sociedad para ocultar su naturaleza: un hijo ilegítimo no podía salir a la luz. Sin embargo, Junior había heredado la astucia e intrepidez de sus padres, y una simple orden no lo detendría de ir a donde quería. De hecho, esta sería la primera vez que escaparía de casa y, más que sentir culpa, sentía cierta emoción al respecto. De alguna forma, había convencido al jardinero, Finnian, para que lo llevara hasta la mansión de aquel príncipe. Como todos estarían utilizando máscaras, sus padres no podrían reconocerlo. Junior tomó la máscara que estaba sobre la cama y se la puso con reverencia. Luego, se encaminó hacia la salida, donde el jardinero lo llevaría, y donde, finalmente, podría saborear lo que era la sociedad británica en su esplendor.
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  • ¿Por qué todo cambia tan rápido?
    Fandom No hay
    CategorΓ­a Slice of Life
    ~Rol con Lane Tempest

    —Habían pasado un par de dias desde que ella estaba algo alterada. Se movia por la casa de lado a lado, y la mayor parte del tiempo se la pasaba fuera de casa, poco se había visto con su pareja. Un comportamiento que empezaba a ser muy extraño.—
    —Hoy, ambos estaban sentados comiendo, y Analis apenas había rozado su plato, se la veía concentrada en algo particular, un punto fijo.—

    ❝¡YA NO LO SOPORTO! ¿PUEDES CREERLO?... dime algo, se que es dificil pero... ya llevo 4 meses yendo y viniendo, tengo los pelos de punta, como demasiado poco para las cosas que estoy haciendo y nadie me dice nada.❞

    —Su voz se quebraba a medida que avanzaba, lágrimas rodaron por sus mejillas. Empujó el plato a un costado y cubrio sus párpados con sus manos.—

    ❝No me gusta... comer en exceso, o esto de pensar todo el tiempo en que algo malo va a pasarnos... ¿estamos listos? ¿Y SI NO? ¿Que vamos a hacer?❞


    —Ahora sus ojos violetas se levantaron a la mirada de su amado. Realmente habían pasado meses desde una comida expresándose tranquila, algo andaba mal con ella más allá de lo usual, ni siquiera se entendía bien de que hablaba o que decia—
    ~Rol con Lane Tempest🌹 —Habían pasado un par de dias desde que ella estaba algo alterada. Se movia por la casa de lado a lado, y la mayor parte del tiempo se la pasaba fuera de casa, poco se había visto con su pareja. Un comportamiento que empezaba a ser muy extraño.— —Hoy, ambos estaban sentados comiendo, y Analis apenas había rozado su plato, se la veía concentrada en algo particular, un punto fijo.— ❝¡YA NO LO SOPORTO! ¿PUEDES CREERLO?... dime algo, se que es dificil pero... ya llevo 4 meses yendo y viniendo, tengo los pelos de punta, como demasiado poco para las cosas que estoy haciendo y nadie me dice nada.❞ —Su voz se quebraba a medida que avanzaba, lágrimas rodaron por sus mejillas. Empujó el plato a un costado y cubrio sus párpados con sus manos.— ❝No me gusta... comer en exceso, o esto de pensar todo el tiempo en que algo malo va a pasarnos... ¿estamos listos? ¿Y SI NO? ¿Que vamos a hacer?❞ —Ahora sus ojos violetas se levantaron a la mirada de su amado. Realmente habían pasado meses desde una comida expresándose tranquila, algo andaba mal con ella más allá de lo usual, ni siquiera se entendía bien de que hablaba o que decia—
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    Me entristece
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  • En el corazón de la espesura, un roble se erguía entre los demás como un guardián olvidado, adornado con cientos de listones rojos que pendían de sus ramas desnudas. Bajo él, una espada antigua, oscura y manchada por los años, descansaba flotante al ras de la tierra. Se decía que eran sellos de una prisión destinada a contener una criatura antigua, cuyo poder se rumoreaba devastador, pero hacía siglos que nadie había osado acercarse para confirmar las leyendas.

    Hace una semana, sin previo aviso, un incendio comenzó a arrasar el bosque con una furia desmedida. Las llamas, como bestias salvajes, devoraban todo a su paso mientras el cielo se oscurecía bajo una capa plomiza de ceniza. El viento traía consigo el olor de la destrucción, y los reinos circundantes comenzaron a alarmarse al ver cómo las partículas de ceniza cubrían sus campos y aldeas. Pero algo extraño ocurrió cuando el fuego alcanzó el epicentro: una luz dorada brilló momentáneamente debajo de la espada, y las llamas, voraces en todo lo demás, se detuvieron.

    En las próximas horas y días, los aldeanos lejanos comenzaron a hablar en susurros, sus historias llenas de miedo y advertencias. Decían que la criatura encerrada había despertado lo suficiente para proteger su prisión de ser destruida. Nadie sabía si aquello era un simple rumor o una advertencia verdadera de que el sello comenzaba a debilitarse. Entretanto, los gobernantes de los reinos, viendo las señales de destrucción desde la distancia, enviaron a sus mejores soldados a investigar. Los guerreros avanzaron cubiertos por una capa de ceniza, esperando encontrar un volcán o un pirómano que explicara el desastre, pero lo que hallaron fue algo mucho más inquietante.

    Se toparon con el árbol ancestral y solitario en medio de la desolación. El aire alrededor del árbol era denso, pesado, como si algo invisible estuviera observando desde las sombras. Ninguno de ellos había visto algo igual: Permanecía ileso, protegido por una fuerza misteriosa, mientras el resto del bosque había sido reducido a cenizas.

    Uno de los soldados, joven e imprudente, se adelantó hacia la espada misteriosa. Al extender su mano, una ráfaga de viento súbito lo hizo retroceder, moviendo los listones con una furia que no parecía natural. El capitán del grupo, más sabio y experimentado, ordenó detenerse. Comprendía que lo que enfrentaban no era un simple fenómeno natural, sino algo mucho más antiguo y peligroso. Las llamas habían respetado aquel lugar por una razón, y lo que yacía bajo la espada no debía ser despertado.

    Mientras los guerreros montaban guardia a gran distancia, esperando instrucciones de sus reinos, los rumores de la criatura aprisionada comenzaron a extenderse como la ceniza que aún flotaba en el aire. Los reyes y señores de las tierras cercanas deliberaban, divididos entre el temor y la ambición. Algunos creían que debían dejar el sello intacto, temerosos de desatar un mal imposible de controlar. Otros, seducidos por el poder que podría esconderse bajo el árbol, pensaban que era hora de tomar la espada y enfrentar el misterio que había permanecido oculto por tanto tiempo. El destino del reino pendía de un hilo, mientras la sombra de la criatura permanecía al acecho.

    En el corazón de la espesura, un roble se erguía entre los demás como un guardián olvidado, adornado con cientos de listones rojos que pendían de sus ramas desnudas. Bajo él, una espada antigua, oscura y manchada por los años, descansaba flotante al ras de la tierra. Se decía que eran sellos de una prisión destinada a contener una criatura antigua, cuyo poder se rumoreaba devastador, pero hacía siglos que nadie había osado acercarse para confirmar las leyendas. Hace una semana, sin previo aviso, un incendio comenzó a arrasar el bosque con una furia desmedida. Las llamas, como bestias salvajes, devoraban todo a su paso mientras el cielo se oscurecía bajo una capa plomiza de ceniza. El viento traía consigo el olor de la destrucción, y los reinos circundantes comenzaron a alarmarse al ver cómo las partículas de ceniza cubrían sus campos y aldeas. Pero algo extraño ocurrió cuando el fuego alcanzó el epicentro: una luz dorada brilló momentáneamente debajo de la espada, y las llamas, voraces en todo lo demás, se detuvieron. En las próximas horas y días, los aldeanos lejanos comenzaron a hablar en susurros, sus historias llenas de miedo y advertencias. Decían que la criatura encerrada había despertado lo suficiente para proteger su prisión de ser destruida. Nadie sabía si aquello era un simple rumor o una advertencia verdadera de que el sello comenzaba a debilitarse. Entretanto, los gobernantes de los reinos, viendo las señales de destrucción desde la distancia, enviaron a sus mejores soldados a investigar. Los guerreros avanzaron cubiertos por una capa de ceniza, esperando encontrar un volcán o un pirómano que explicara el desastre, pero lo que hallaron fue algo mucho más inquietante. Se toparon con el árbol ancestral y solitario en medio de la desolación. El aire alrededor del árbol era denso, pesado, como si algo invisible estuviera observando desde las sombras. Ninguno de ellos había visto algo igual: Permanecía ileso, protegido por una fuerza misteriosa, mientras el resto del bosque había sido reducido a cenizas. Uno de los soldados, joven e imprudente, se adelantó hacia la espada misteriosa. Al extender su mano, una ráfaga de viento súbito lo hizo retroceder, moviendo los listones con una furia que no parecía natural. El capitán del grupo, más sabio y experimentado, ordenó detenerse. Comprendía que lo que enfrentaban no era un simple fenómeno natural, sino algo mucho más antiguo y peligroso. Las llamas habían respetado aquel lugar por una razón, y lo que yacía bajo la espada no debía ser despertado. Mientras los guerreros montaban guardia a gran distancia, esperando instrucciones de sus reinos, los rumores de la criatura aprisionada comenzaron a extenderse como la ceniza que aún flotaba en el aire. Los reyes y señores de las tierras cercanas deliberaban, divididos entre el temor y la ambición. Algunos creían que debían dejar el sello intacto, temerosos de desatar un mal imposible de controlar. Otros, seducidos por el poder que podría esconderse bajo el árbol, pensaban que era hora de tomar la espada y enfrentar el misterio que había permanecido oculto por tanto tiempo. El destino del reino pendía de un hilo, mientras la sombra de la criatura permanecía al acecho.
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  • El sol de la tarde bañaba el jardín en tonos dorados mientras hojas y flores se mecían suavemente al ritmo del viento. Un suave crujido en la madera vieja llamó la atención de (....), quien estaba sentada en una banca debajo de la pérgola. Al alzar la vista, se encontró con dos grandes ojos curiosos que la observaban desde lo alto.

    Un pequeño gato blanco asomaba su cabeza entre las hojas, colgando boca abajo, como si intentara descubrir qué hacía la persona ahí. Sus orejas rosas se iluminaban con la luz del sol, y las sombras juguetonas de las plantas bailaban sobre su pelaje esponjoso.

    "¿Tú también te escondes del mundo, pequeño?" murmuró (....), sonriendo. Para su sorpresa, el gato inclinó su cabecita y, con una voz suave y juguetona, respondió: "¿Quieres jugar?"

    (....) parpadeó, atónit@; antes de que pudiera reaccionar, el gato soltó una risita traviesa y desapareció entre el follaje, dejando tras de sí solo el sonido suave de las hojas moviéndose.
    El sol de la tarde bañaba el jardín en tonos dorados mientras hojas y flores se mecían suavemente al ritmo del viento. Un suave crujido en la madera vieja llamó la atención de (....), quien estaba sentada en una banca debajo de la pérgola. Al alzar la vista, se encontró con dos grandes ojos curiosos que la observaban desde lo alto. Un pequeño gato blanco asomaba su cabeza entre las hojas, colgando boca abajo, como si intentara descubrir qué hacía la persona ahí. Sus orejas rosas se iluminaban con la luz del sol, y las sombras juguetonas de las plantas bailaban sobre su pelaje esponjoso. "¿Tú también te escondes del mundo, pequeño?" murmuró (....), sonriendo. Para su sorpresa, el gato inclinó su cabecita y, con una voz suave y juguetona, respondió: "¿Quieres jugar?" (....) parpadeó, atónit@; antes de que pudiera reaccionar, el gato soltó una risita traviesa y desapareció entre el follaje, dejando tras de sí solo el sonido suave de las hojas moviéndose.
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  • " π™ΏπšŠπšπš›πšŽ πš—πšžπšŽπšœπšπš›πš˜, 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝á𝚜 πšŽπš— πš•πš˜πšœ πšŒπš’πšŽπš•πš˜πšœ "









    Su cuerpo estaba tirado en el sofá de su oficina, el estrés lo estaba matando. Los problemas solo parecían llegar uno tras otro. Y lo único que lo atormentaba eran aquellas palabras que habían salido de la boca de aquella mujer.

    Tomo una de las fichas que estaban dispersas en el suelo. Eran todas de hombres que trabajaban para el padre de Kiev. Uno le llamo la atención.


    "π‘Ίπ’‚π’π’•π’Šπ’‡π’Šπ’„π’‚π’…π’ 𝒔𝒆𝒂 𝒕𝒐𝒖 π’π’π’Žπ’†"

    El señor Marco Isagaretti, un hombre cristiano de 45 años, que se dedicaba al tráfico de personas, alguien muy activo en la iglesia, ofreciendo donaciones en nombre de Dios.

    "π‘½π’†π’π’ˆπ’‚ 𝒂 𝒏𝒐𝒔𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒕𝒖 π’“π’†π’Šπ’π’"

    Se levantó del sofá con la intención de hacer el trabajo. Normalmente ese hombre iba a la iglesia en la tarde, sus hombres vigilaban todo el lugar, así que tenía que ver cómo entrar.

    — ¿Y si me visto de padre? — Sonrió y chasqueo los dedos ante la idea. Hacia tiempo que no se disfrazaba.

    "𝑯áπ’ˆπ’‚π’”π’† 𝒕𝒖 𝒗𝒐𝒍𝒖𝒏𝒕𝒂𝒅 𝒆𝒏 𝒍𝒂 π’•π’Šπ’†π’“π’“π’‚ π’„π’π’Žπ’ 𝒆𝒏 𝒆𝒍 π’„π’Šπ’†π’π’"

    — Puedes hablar hermano.

    Estaba del otro lado del confesionario, escuchando atentamente cada delito cometido y que iba a cometer aquel hombre.

    "𝑫𝒂𝒏𝒐𝒔 π’‰π’π’š, 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒑𝒂𝒏 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒅í𝒂; 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒐𝒏𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒐𝒇𝒆𝒏𝒔𝒂𝒔."

    — Una cosa más. — El viejo señor añadió — Deseo a una mujer. Y creo que la voy a tomar a la fuerza. Se que es malo, pero ella es preciosa como una joya ,y la quiero para mí, incluso su nombre le hace justicia... "Rubí"

    "π’„π’π’Žπ’ π’•π’‚π’Žπ’ƒπ’Šé𝒏 𝒏𝒐𝒔𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 π’‘π’†π’“π’…π’π’π’‚π’Žπ’π’” 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐𝒔 𝒐𝒇𝒆𝒏𝒅𝒆𝒏; "

    La mirada de Ryan se oscureció, sus latidos se aceleraron, su sangre hervía y su cuerpo temblaba de rabia. Solo cerro los ojos un segundo, y ya estába sobre él, la sangre se escurría de sus manos y la escena era de horror.

    Su cuerpo y respiración agitado, lo decía todo. Había perdido el control.


    " 𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒋𝒆𝒔 𝒄𝒂𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒍𝒂 π’•π’†π’π’•π’‚π’„π’Šó𝒏, π’š 𝒍í𝒃𝒓𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 π’Žπ’‚π’. "

    — Amén. — Sus dedos temblantes y sangrientos, dibujaban una cruz en el aire.
    " π™ΏπšŠπšπš›πšŽ πš—πšžπšŽπšœπšπš›πš˜, 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝á𝚜 πšŽπš— πš•πš˜πšœ πšŒπš’πšŽπš•πš˜πšœ " Su cuerpo estaba tirado en el sofá de su oficina, el estrés lo estaba matando. Los problemas solo parecían llegar uno tras otro. Y lo único que lo atormentaba eran aquellas palabras que habían salido de la boca de aquella mujer. Tomo una de las fichas que estaban dispersas en el suelo. Eran todas de hombres que trabajaban para el padre de Kiev. Uno le llamo la atención. "π‘Ίπ’‚π’π’•π’Šπ’‡π’Šπ’„π’‚π’…π’ 𝒔𝒆𝒂 𝒕𝒐𝒖 π’π’π’Žπ’†" El señor Marco Isagaretti, un hombre cristiano de 45 años, que se dedicaba al tráfico de personas, alguien muy activo en la iglesia, ofreciendo donaciones en nombre de Dios. "π‘½π’†π’π’ˆπ’‚ 𝒂 𝒏𝒐𝒔𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒕𝒖 π’“π’†π’Šπ’π’" Se levantó del sofá con la intención de hacer el trabajo. Normalmente ese hombre iba a la iglesia en la tarde, sus hombres vigilaban todo el lugar, así que tenía que ver cómo entrar. — ¿Y si me visto de padre? — Sonrió y chasqueo los dedos ante la idea. Hacia tiempo que no se disfrazaba. "𝑯áπ’ˆπ’‚π’”π’† 𝒕𝒖 𝒗𝒐𝒍𝒖𝒏𝒕𝒂𝒅 𝒆𝒏 𝒍𝒂 π’•π’Šπ’†π’“π’“π’‚ π’„π’π’Žπ’ 𝒆𝒏 𝒆𝒍 π’„π’Šπ’†π’π’" — Puedes hablar hermano. Estaba del otro lado del confesionario, escuchando atentamente cada delito cometido y que iba a cometer aquel hombre. "𝑫𝒂𝒏𝒐𝒔 π’‰π’π’š, 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒑𝒂𝒏 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒅í𝒂; 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒐𝒏𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒐𝒇𝒆𝒏𝒔𝒂𝒔." — Una cosa más. — El viejo señor añadió — Deseo a una mujer. Y creo que la voy a tomar a la fuerza. Se que es malo, pero ella es preciosa como una joya ,y la quiero para mí, incluso su nombre le hace justicia... "Rubí" "π’„π’π’Žπ’ π’•π’‚π’Žπ’ƒπ’Šé𝒏 𝒏𝒐𝒔𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 π’‘π’†π’“π’…π’π’π’‚π’Žπ’π’” 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐𝒔 𝒐𝒇𝒆𝒏𝒅𝒆𝒏; " La mirada de Ryan se oscureció, sus latidos se aceleraron, su sangre hervía y su cuerpo temblaba de rabia. Solo cerro los ojos un segundo, y ya estába sobre él, la sangre se escurría de sus manos y la escena era de horror. Su cuerpo y respiración agitado, lo decía todo. Había perdido el control. " 𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒋𝒆𝒔 𝒄𝒂𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒍𝒂 π’•π’†π’π’•π’‚π’„π’Šó𝒏, π’š 𝒍í𝒃𝒓𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 π’Žπ’‚π’. " — Amén. — Sus dedos temblantes y sangrientos, dibujaban una cruz en el aire.
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