• -Cuando era pequeño solía jugar con algunos saurios que eran mis amigos. Espero volver a verlos al regresar. Mi abuela tomó esta foto y en un principio daba vergüenza, Pero ahora la miro con nostalgia.-
    -Cuando era pequeño solía jugar con algunos saurios que eran mis amigos. Espero volver a verlos al regresar. Mi abuela tomó esta foto y en un principio daba vergüenza, Pero ahora la miro con nostalgia.-
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  • Este lugar es verdaderamente hermoso...

    -Comentó mientras miraba el paisaje, sintiendo algo de nostalgia por la belleza del paisaje, el suavemente viento acaricia su piel, cerro los ojos mientas lleva las manos a su pecho, dejado sumergirse por el momento, los demás del Expreso Astral, estaban hablando con los habitantes de ese planeta, tiene apenas uno día desde que fue liberada por el mal, decidiendo ahora volverse una anónima para viajar entre planetas y conocer lugares que nunca hubiera visto, miro ese paisaje para grabarlo en su memoria, no sabe cuando volverá pues los trazacaminos, sigue lo enseñado por el eon, Akivili, quien fue el primer trazacaminos y los anónimos son su sucesores.

    Ella a volverse anónima, viajará junto a los demás en el expreso Astral para trazacaminos y ayudar a quien lo necesite, también aprovecharía para expandir la armonía. -
    Este lugar es verdaderamente hermoso... -Comentó mientras miraba el paisaje, sintiendo algo de nostalgia por la belleza del paisaje, el suavemente viento acaricia su piel, cerro los ojos mientas lleva las manos a su pecho, dejado sumergirse por el momento, los demás del Expreso Astral, estaban hablando con los habitantes de ese planeta, tiene apenas uno día desde que fue liberada por el mal, decidiendo ahora volverse una anónima para viajar entre planetas y conocer lugares que nunca hubiera visto, miro ese paisaje para grabarlo en su memoria, no sabe cuando volverá pues los trazacaminos, sigue lo enseñado por el eon, Akivili, quien fue el primer trazacaminos y los anónimos son su sucesores. Ella a volverse anónima, viajará junto a los demás en el expreso Astral para trazacaminos y ayudar a quien lo necesite, también aprovecharía para expandir la armonía. -
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  • Vestigia
    Nostalgia .

    Mi amor, mi vida, mi señor, mi amado, te amo y muchas palabras más que no significan nada para mí, no tienen valor alguno, por el contrario la palabrería sin acciones no son más que un intento de chantaje, una burla, un insulto, las palabras no tienen valor alguno sin acciones, es sencillo de comprender, me dijeron amor en minutos y mi vida en una noche, al amanecer nos despedimos y jamás no volvimos a ver, y la verdad.. de todo paraíso del cual tuve el privilegio y placer de conocer, en mi vida nunca nadie me hizo sentir tan amado en toda mi vida como lo fui con ella.. La Reina Leona, fueron aquellos mis días de gloria, y es así, así será .. te amare por el resto de mis días y si existiera otra vida despues de mi muerte en ella también te amare y te buscare incansablemente hasta que pueda cruzar el umbral a la eternidad abrazo a tu cintura como un chiquillo enamorado en su primera aventura .
    Vestigia Nostalgia . Mi amor, mi vida, mi señor, mi amado, te amo y muchas palabras más que no significan nada para mí, no tienen valor alguno, por el contrario la palabrería sin acciones no son más que un intento de chantaje, una burla, un insulto, las palabras no tienen valor alguno sin acciones, es sencillo de comprender, me dijeron amor en minutos y mi vida en una noche, al amanecer nos despedimos y jamás no volvimos a ver, y la verdad.. de todo paraíso del cual tuve el privilegio y placer de conocer, en mi vida nunca nadie me hizo sentir tan amado en toda mi vida como lo fui con ella.. La Reina Leona, fueron aquellos mis días de gloria, y es así, así será .. te amare por el resto de mis días y si existiera otra vida despues de mi muerte en ella también te amare y te buscare incansablemente hasta que pueda cruzar el umbral a la eternidad abrazo a tu cintura como un chiquillo enamorado en su primera aventura .
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  • Esto me hace sentir libre

    -Tocaba el violín con devoción mientras sonreía con nostalgia-
    Esto me hace sentir libre -Tocaba el violín con devoción mientras sonreía con nostalgia-
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  • ───────────八月盆───────────


    "La tarde comenzaba a ceder su trono al crepúsculo, y el oeste se incendiaba en tonos ámbar y bermellón ante sus finas pupilas. A lo largo del río, las primeras linternas flotantes hacían su aparición, comenzando su descenso ritual, deslizándose poco a poco como luciérnagas cansadas sobre el agua, cada una cargada de plegarias, nombres que con el tiempo quedarán en el olvido y las clásicas promesas para el futuro que vendrá.
    El aire del O-Bon (お盆) siempre era denso, saturado por aquel característico aroma semi-dulzón del incienso, las notas secas del sándalo y claro, esa intensa sensación de nostalgia imposible de soportar que se cuela entre los pliegues del alma en cada festejo.

    Aun así, paradójicamente el santuario entero palpitaba con vida en cada dirección. Familias enteras se reunían en sus yukatas coloridos de algodón fino, los niños correteaban entre la multitud disfrazados con máscaras de Tengu y Kitsune artesanales, los puestos de comida chisporroteaban entre las incesantes risas y el sonido de los alimentos cociéndose, mientras que los enormes tambores Taiko marcaban con entusiasmo el ritmo lento de lo que parecía ser un corazón colectivo.
    El mundo de los vivos se esforzaba por parecer alegre, como si la oscuridad no estuviera acechando desde cada rincón.

    Y como cada año, Reiko estaba allí.

    No le hacía falta anunciarse, después de todo estaba en “su hogar”.
    A su paso, las multitudes parecían abrirse con una reverencia involuntaria, como si sus cuerpos recordaran algo que sus mentes habían olvidado. Vestía un kimono tradicional de tonos rojos profundos y dorados apagados, con patrones antiguos de crisantemos marchitos y dragones que parecían danzar por voluntad propia bajo la luz temblorosa de las linternas. Su cabello, recogido en un elaborado moño ceremonial, estaba adornado con peinetas de hueso pulido y cintas rojas que sujetaban flores, entre ellas, colgaban adornos metálicos que tintineaban con un sonido hueco, como pequeñas campanas de templo llamando a los difuntos.
    Sus ojos cortaban la penumbra como dagas envainadas en miel. Su mirada pasaba por encima del borde de su abanico que con delicada gracia femenina ocultaba su rostro, no buscaba; elegía.

    Nadie osaba interponerse en su camino, ni siquiera “los suyos” y aunque su intensión era pasar "desapercibida" algunos residentes, como ya era usual, empezaban a murmurar sobre su posible procedencia, unos afirmaban que era una sacerdotisa enviada de algún santuario cercano. Otros rumoraban que se trataba de una poderosa médium errante, incluso llegaron a bautizarla como “la dama que no envejece".


    Para los vivos, el O-bon es una celebración de memoria, un acto de amor, un llamado a los espíritus ancestrales. Pero para Reiko, era otra cosa. Una oportunidad.

    Porque donde los humanos recuerdan… ella recoge.

    Es durante estas noches de Agosto, cuando los inocentes claman por señales de sus antepasados y seres amados, donde ella ofrece las más tiernas y convincentes mentiras. Envolviendo a los dolientes en un dulce y cálido consuelo que finalmente los deja más vacíos que antes.

    Y así, cada verano, mientras el mundo honra a sus muertos…

    Ella se alimenta de ellos."


    ──────────────────────────
    #Minirol♥.
    ───────────八月盆─────────── "La tarde comenzaba a ceder su trono al crepúsculo, y el oeste se incendiaba en tonos ámbar y bermellón ante sus finas pupilas. A lo largo del río, las primeras linternas flotantes hacían su aparición, comenzando su descenso ritual, deslizándose poco a poco como luciérnagas cansadas sobre el agua, cada una cargada de plegarias, nombres que con el tiempo quedarán en el olvido y las clásicas promesas para el futuro que vendrá. El aire del O-Bon (お盆) siempre era denso, saturado por aquel característico aroma semi-dulzón del incienso, las notas secas del sándalo y claro, esa intensa sensación de nostalgia imposible de soportar que se cuela entre los pliegues del alma en cada festejo. Aun así, paradójicamente el santuario entero palpitaba con vida en cada dirección. Familias enteras se reunían en sus yukatas coloridos de algodón fino, los niños correteaban entre la multitud disfrazados con máscaras de Tengu y Kitsune artesanales, los puestos de comida chisporroteaban entre las incesantes risas y el sonido de los alimentos cociéndose, mientras que los enormes tambores Taiko marcaban con entusiasmo el ritmo lento de lo que parecía ser un corazón colectivo. El mundo de los vivos se esforzaba por parecer alegre, como si la oscuridad no estuviera acechando desde cada rincón. Y como cada año, Reiko estaba allí. No le hacía falta anunciarse, después de todo estaba en “su hogar”. A su paso, las multitudes parecían abrirse con una reverencia involuntaria, como si sus cuerpos recordaran algo que sus mentes habían olvidado. Vestía un kimono tradicional de tonos rojos profundos y dorados apagados, con patrones antiguos de crisantemos marchitos y dragones que parecían danzar por voluntad propia bajo la luz temblorosa de las linternas. Su cabello, recogido en un elaborado moño ceremonial, estaba adornado con peinetas de hueso pulido y cintas rojas que sujetaban flores, entre ellas, colgaban adornos metálicos que tintineaban con un sonido hueco, como pequeñas campanas de templo llamando a los difuntos. Sus ojos cortaban la penumbra como dagas envainadas en miel. Su mirada pasaba por encima del borde de su abanico que con delicada gracia femenina ocultaba su rostro, no buscaba; elegía. Nadie osaba interponerse en su camino, ni siquiera “los suyos” y aunque su intensión era pasar "desapercibida" algunos residentes, como ya era usual, empezaban a murmurar sobre su posible procedencia, unos afirmaban que era una sacerdotisa enviada de algún santuario cercano. Otros rumoraban que se trataba de una poderosa médium errante, incluso llegaron a bautizarla como “la dama que no envejece". Para los vivos, el O-bon es una celebración de memoria, un acto de amor, un llamado a los espíritus ancestrales. Pero para Reiko, era otra cosa. Una oportunidad. Porque donde los humanos recuerdan… ella recoge. Es durante estas noches de Agosto, cuando los inocentes claman por señales de sus antepasados y seres amados, donde ella ofrece las más tiernas y convincentes mentiras. Envolviendo a los dolientes en un dulce y cálido consuelo que finalmente los deja más vacíos que antes. Y así, cada verano, mientras el mundo honra a sus muertos… Ella se alimenta de ellos." ────────────────────────── #Minirol♥.
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  • Grácil es su andar, como brisa que roza el alba,
    y en su mirar, la dulzura se disfraza de veneno.
    Su encanto no seduce: hechiza,
    como el canto de sirena que arrastra al naufragio.

    Es rosa en su forma,
    pero no en su intención.
    Sus pétalos susurran promesas,
    mientras su espina, oculta en la caricia,
    se hunde sin aviso en la carne del deseo.

    Embriaga con su aroma de nostalgia,
    con su sutileza cruel que no grita,
    pero deja marcas en el alma.
    Su belleza no es refugio,
    es tormenta disfrazada de calma.

    Y quien la contempla,
    no sabe si ha amado o ha caído,
    si ha tocado el cielo o ha sido herido.
    Porque ella no se entrega:
    se deja admirar,
    como un templo sagrado
    que castiga al profano que osa entrar.

    #rol
    Grácil es su andar, como brisa que roza el alba, y en su mirar, la dulzura se disfraza de veneno. Su encanto no seduce: hechiza, como el canto de sirena que arrastra al naufragio. Es rosa en su forma, pero no en su intención. Sus pétalos susurran promesas, mientras su espina, oculta en la caricia, se hunde sin aviso en la carne del deseo. Embriaga con su aroma de nostalgia, con su sutileza cruel que no grita, pero deja marcas en el alma. Su belleza no es refugio, es tormenta disfrazada de calma. Y quien la contempla, no sabe si ha amado o ha caído, si ha tocado el cielo o ha sido herido. Porque ella no se entrega: se deja admirar, como un templo sagrado que castiga al profano que osa entrar. #rol
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  • - A veces extraño como se siente la libertad, un sentimiento de nostalgia me invade cada vez que recuerdo esa sensación...
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  • No se porque pero este día siento que me duele el corazón, sera que la sombra de la nostalgia esta rondando, me siento inquieta.

    No se porque pero este día siento que me duele el corazón, sera que la sombra de la nostalgia esta rondando, me siento inquieta.
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  • ~ Después de un largo viaje de aproximadamente tres meses la bruja volvía a su hogar, se veía completamente agotada y lo primero que hizo al llegar fue tirarse en el enorme sofá que tenia en su sala de lectura.

    El silencio gobernaba el lugar, después de todo habia vuelto a quedarse completamente sola hace poco, hecho que le llenaba un poco más de nostalgia. ~
    ~ Después de un largo viaje de aproximadamente tres meses la bruja volvía a su hogar, se veía completamente agotada y lo primero que hizo al llegar fue tirarse en el enorme sofá que tenia en su sala de lectura. El silencio gobernaba el lugar, después de todo habia vuelto a quedarse completamente sola hace poco, hecho que le llenaba un poco más de nostalgia. ~
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  • “Dímelo otra vez”
    El silencio en su habitación no era común, pero esa noche parecía más espeso.

    Luna estaba sentada en el borde de su cama, descalza, con la espalda encorvada y la mirada perdida en la página abierta de un libro viejo. El papel estaba gastado, subrayado con tinta negra y roja, como si alguien hubiera querido tatuar el momento en el tiempo.

    Ahí estaban las palabras.
    “Say it again,”
    “I love you, you idiot.”

    Eran las mismas que Elian había pronunciado, sonriendo con ese brillo torpe en los ojos, la noche antes de que todo se rompiera. Lo había dicho riéndose, sin miedo, como si el mundo no pudiera robárselo.

    Ella deslizó los dedos por la frase.
    Su tacto era tan suave como una despedida.

    —“Dímelo otra vez… aunque no estés,” —susurró, y su voz se quebró, como si las palabras dolieran al salir.

    Sus tres rostros querían hablar al mismo tiempo:

    La humana temblaba de nostalgia.

    La celestial cerraba los ojos, buscando consuelo en lo eterno.

    La demoníaca, en cambio, ardía por romper algo, por desquebrajar el universo que le quitó a Elian.

    Pero en ese instante, Luna era solo una mujer rota, abrazando el fantasma de una promesa.

    —“Te amo, idiota…” —repitió, y besó la página con los labios cerrados, como si eso bastara para traerlo de regreso.

    Una lágrima cayó sobre la tinta.
    La manchó.
    Pero no borró nada.
    “Dímelo otra vez” El silencio en su habitación no era común, pero esa noche parecía más espeso. Luna estaba sentada en el borde de su cama, descalza, con la espalda encorvada y la mirada perdida en la página abierta de un libro viejo. El papel estaba gastado, subrayado con tinta negra y roja, como si alguien hubiera querido tatuar el momento en el tiempo. Ahí estaban las palabras. “Say it again,” “I love you, you idiot.” Eran las mismas que Elian había pronunciado, sonriendo con ese brillo torpe en los ojos, la noche antes de que todo se rompiera. Lo había dicho riéndose, sin miedo, como si el mundo no pudiera robárselo. Ella deslizó los dedos por la frase. Su tacto era tan suave como una despedida. —“Dímelo otra vez… aunque no estés,” —susurró, y su voz se quebró, como si las palabras dolieran al salir. Sus tres rostros querían hablar al mismo tiempo: La humana temblaba de nostalgia. La celestial cerraba los ojos, buscando consuelo en lo eterno. La demoníaca, en cambio, ardía por romper algo, por desquebrajar el universo que le quitó a Elian. Pero en ese instante, Luna era solo una mujer rota, abrazando el fantasma de una promesa. —“Te amo, idiota…” —repitió, y besó la página con los labios cerrados, como si eso bastara para traerlo de regreso. Una lágrima cayó sobre la tinta. La manchó. Pero no borró nada.
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