• Se sostuvo de la pared a tiempo para no caer.
    Sus orejas abajo y el color rojizo tiñendo desde su espalda hasta el suelo, dejando un rastro por donde iba pasando.

    Sus garras arañaron el tapiz de la pared, dejando sus marcas, cuando el dolor punzante lo atacó de nuevo. Incluso su cuerpo tembló de forma inevitable.
    Jadeaba, más no de verdadero cansancio.
    Su garganta dolía por haber gritado y el pelaje de su rostro se encontraba húmedo. Sucio. Tal vez había llorado.
    Aunque lento, había llegado hasta su lugar de trabajo, el bar. No deseaba ir a la habitación donde probablemente estuvieran los niños. No así. Por suerte demasiado estúpidos de lastimaban borrachos y él contaba siempre con vendas por si acaso. Y esta vez, eran para él.

    Se sostuvo de la barra antes de dejarse caer de rodillas. Su cuerpo aún tembloroso mientras extendía una de sus manos hasta poder agarrar un paño que humedeció con un poco de alcohol.
    Aparentando los labios, tal vez incluso mordiéndose el inferior, cerró los ojos con fuerza y, como pudo, llevó el paño hasta su espalda. Allí, donde alguna vez estuvieron sus alas.
    El ardor le llegó enseguida en cuanto el paño se apoyó en las heridas. Mordiendo su labio inferior hasta hacerlo sangrar, pero aún así no se detuvo.

    Intentó limpiar cuánto pudo de sus heridas y limpiar la sangre de su pelaje.
    Finalmente tomó las vendas y se las envolvió desde el torso hasta llegar a envolver su espalda, las tiras de vendaje cruzando sus hombros para mantenerlas en su lugar hasta que hizo un nudo que aseguraría no se saldrían.
    Suspiró y se pasó una mano por el rostro. Ni siquiera quería ver cómo se veía, probablemente desastroso.
    Tomó la botella más fuerte que había allí detrás de la barra y bebió un largo trago antes de exhalar con cansancio. Pensando sus opciones, rebuscó entre sus cosas allí dispersas y, para su fortuna, encontró una camisa, aunque algo sucia, que allí había dejado una vez. No dudó en ponérsela. Prefería no asustar a sus hijos al ver sus vendajes.

    Una vez cambiado, se levantó. Aún con dificultad. Sus piernas aún temblaban por el dolor pero se obligó a ser fuerte.
    Había desaparecido dos días, ni siquiera le había avisado a Angel de lo emocionado que había estado por la invitación de Maxi. Era mejor ir a verle antes de que siguiera preocupado.
    Con dolorosa calma caminó hasta su habitación compartida, abriendo la puerta y encontrándose, para variar, como recibimiento al pequeño cerdito huyendo de los niños que ahora se escondía detrás de él.

    — ¡Papá! — Habían exclamado los pequeños al verle pero sus sonrisas se borraron rápidamente, bajando sus orejas, al ver su rostro algo desaliñado y la evidente falta de sus alas.
    Él sabía que lo notarían enseguida, pero en su mente ya había armado la excusa perfecta.

    Se agachó, poniéndose de cuclillas para recibir a sus hijos y estos vinieron enseguida a abrazarlo. Debió contenerse para disimular el dolor que sintió por eso.

    — ¿Papá, estás bien? ¿Dónde están tus alas? ¿Estuviste llorando? — Por supuesto, la más sensible, Lottery. Podía ver en ambos jóvenes rostros la preocupación y el miedo. Pero él no iba a permitir que sus hijos pasaran por el dolor de saber la verdad.

    — No, no. Sólo estoy cansado, nada que dormir no solucione — Respondió primero, besando la cabeza de ambos infantes y luego señaló detrás de él. El lugar donde las alas ya no estaban — ¿Esto? Es un truco de magia. Las hice desaparecer. No se lo esperaban, ¿Verdad? — Justificó, pudiendo ver en sus ojos la ilusión de la magia. Aquella expresión de asombro por los mágicos trucos que él solía hacerles para entretenerlos.

    Solo entonces volvió la mirada a la habitación, frunciendo el ceño confundido. Angel no estaba allí, tan solo la niñera que Maximilian solía usar para cuidar a sus pequeños, y si aún estaba allí, significaba que su prometido jamás había vuelto.
    Se levantó del suelo extrañado, dirigiendo la atención de vuelta a sus hijos.
    — Rummy, Lottie... ¿Dónde está papi? — Les preguntó antes de volver a mirar por la habitación, efectivamente, no estaba.
    Los niños se encogieron de hombros, de vuelta la angustia en sus rostros. Fue entonces cuando comprendió que Angel no había vuelto del trabajo.

    Bajó las orejas con expresión preocupada y corrió a buscar en la pequeña mesa de luz su celular que poco usaba. Fue entonces cuando se encontró con el mensaje de Angel Dust. Chasqueando la lengua con enfado antes de oír a sus hijos preguntar preocupados si algo le había pasado a su papi.
    No era el lugar ni el momento de ser tan evidente, por lo que volvió a disimular. No era actor, pero le resultaba sorprendente incluso a él lo bueno que se había vuelto tan solo por sus hijos.

    — No, no. Es solo que a Papi se le juntó más trabajo del que esperaba.... Iré a buscarlo. Vengan conmigo, los cuidará alguien hasta que vuelva. — Les contestó, extendiendo sus manos que cada niño tomó, aunque demoraron un poco por insistir en llevar a Nuggets con ellos, sosteniendo los pequeños su correa.
    Antes de salir de la habitación, volteó dirigiéndose a la niñera. Maxi tenía una magia incomprensible, incluso para él, pero en ese momento era lo que necesitaba. — Dile que me espere en la torre del reloj, o me encuentre con Lucifer. Necesito su ayuda. —

    Sin más que agregar, salió de la habitación. Caminaron en silencio hasta salir del hotel y más allá también, solo hasta detenerse en la entrada de un gran hogar, allí donde Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗 vivía, los niños parecían confundidos pero él los calmó con suave voz.

    — No se preocupen. Él es su otro tío. Estarán bien —
    Se sostuvo de la pared a tiempo para no caer. Sus orejas abajo y el color rojizo tiñendo desde su espalda hasta el suelo, dejando un rastro por donde iba pasando. Sus garras arañaron el tapiz de la pared, dejando sus marcas, cuando el dolor punzante lo atacó de nuevo. Incluso su cuerpo tembló de forma inevitable. Jadeaba, más no de verdadero cansancio. Su garganta dolía por haber gritado y el pelaje de su rostro se encontraba húmedo. Sucio. Tal vez había llorado. Aunque lento, había llegado hasta su lugar de trabajo, el bar. No deseaba ir a la habitación donde probablemente estuvieran los niños. No así. Por suerte demasiado estúpidos de lastimaban borrachos y él contaba siempre con vendas por si acaso. Y esta vez, eran para él. Se sostuvo de la barra antes de dejarse caer de rodillas. Su cuerpo aún tembloroso mientras extendía una de sus manos hasta poder agarrar un paño que humedeció con un poco de alcohol. Aparentando los labios, tal vez incluso mordiéndose el inferior, cerró los ojos con fuerza y, como pudo, llevó el paño hasta su espalda. Allí, donde alguna vez estuvieron sus alas. El ardor le llegó enseguida en cuanto el paño se apoyó en las heridas. Mordiendo su labio inferior hasta hacerlo sangrar, pero aún así no se detuvo. Intentó limpiar cuánto pudo de sus heridas y limpiar la sangre de su pelaje. Finalmente tomó las vendas y se las envolvió desde el torso hasta llegar a envolver su espalda, las tiras de vendaje cruzando sus hombros para mantenerlas en su lugar hasta que hizo un nudo que aseguraría no se saldrían. Suspiró y se pasó una mano por el rostro. Ni siquiera quería ver cómo se veía, probablemente desastroso. Tomó la botella más fuerte que había allí detrás de la barra y bebió un largo trago antes de exhalar con cansancio. Pensando sus opciones, rebuscó entre sus cosas allí dispersas y, para su fortuna, encontró una camisa, aunque algo sucia, que allí había dejado una vez. No dudó en ponérsela. Prefería no asustar a sus hijos al ver sus vendajes. Una vez cambiado, se levantó. Aún con dificultad. Sus piernas aún temblaban por el dolor pero se obligó a ser fuerte. Había desaparecido dos días, ni siquiera le había avisado a Angel de lo emocionado que había estado por la invitación de Maxi. Era mejor ir a verle antes de que siguiera preocupado. Con dolorosa calma caminó hasta su habitación compartida, abriendo la puerta y encontrándose, para variar, como recibimiento al pequeño cerdito huyendo de los niños que ahora se escondía detrás de él. — ¡Papá! — Habían exclamado los pequeños al verle pero sus sonrisas se borraron rápidamente, bajando sus orejas, al ver su rostro algo desaliñado y la evidente falta de sus alas. Él sabía que lo notarían enseguida, pero en su mente ya había armado la excusa perfecta. Se agachó, poniéndose de cuclillas para recibir a sus hijos y estos vinieron enseguida a abrazarlo. Debió contenerse para disimular el dolor que sintió por eso. — ¿Papá, estás bien? ¿Dónde están tus alas? ¿Estuviste llorando? — Por supuesto, la más sensible, Lottery. Podía ver en ambos jóvenes rostros la preocupación y el miedo. Pero él no iba a permitir que sus hijos pasaran por el dolor de saber la verdad. — No, no. Sólo estoy cansado, nada que dormir no solucione — Respondió primero, besando la cabeza de ambos infantes y luego señaló detrás de él. El lugar donde las alas ya no estaban — ¿Esto? Es un truco de magia. Las hice desaparecer. No se lo esperaban, ¿Verdad? — Justificó, pudiendo ver en sus ojos la ilusión de la magia. Aquella expresión de asombro por los mágicos trucos que él solía hacerles para entretenerlos. Solo entonces volvió la mirada a la habitación, frunciendo el ceño confundido. Angel no estaba allí, tan solo la niñera que [Maxi8] solía usar para cuidar a sus pequeños, y si aún estaba allí, significaba que su prometido jamás había vuelto. Se levantó del suelo extrañado, dirigiendo la atención de vuelta a sus hijos. — Rummy, Lottie... ¿Dónde está papi? — Les preguntó antes de volver a mirar por la habitación, efectivamente, no estaba. Los niños se encogieron de hombros, de vuelta la angustia en sus rostros. Fue entonces cuando comprendió que Angel no había vuelto del trabajo. Bajó las orejas con expresión preocupada y corrió a buscar en la pequeña mesa de luz su celular que poco usaba. Fue entonces cuando se encontró con el mensaje de [Ange1Dust]. Chasqueando la lengua con enfado antes de oír a sus hijos preguntar preocupados si algo le había pasado a su papi. No era el lugar ni el momento de ser tan evidente, por lo que volvió a disimular. No era actor, pero le resultaba sorprendente incluso a él lo bueno que se había vuelto tan solo por sus hijos. — No, no. Es solo que a Papi se le juntó más trabajo del que esperaba.... Iré a buscarlo. Vengan conmigo, los cuidará alguien hasta que vuelva. — Les contestó, extendiendo sus manos que cada niño tomó, aunque demoraron un poco por insistir en llevar a Nuggets con ellos, sosteniendo los pequeños su correa. Antes de salir de la habitación, volteó dirigiéndose a la niñera. Maxi tenía una magia incomprensible, incluso para él, pero en ese momento era lo que necesitaba. — Dile que me espere en la torre del reloj, o me encuentre con Lucifer. Necesito su ayuda. — Sin más que agregar, salió de la habitación. Caminaron en silencio hasta salir del hotel y más allá también, solo hasta detenerse en la entrada de un gran hogar, allí donde [LuciHe11] vivía, los niños parecían confundidos pero él los calmó con suave voz. — No se preocupen. Él es su otro tío. Estarán bien —
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    Entre sombras suaves y ecos que no conocen el calendario,
    se abre una invitación para quienes buscan historias que respiren.

    Se solicita compañero/a de rol
    para tramas modernas con tintes antiguos:
    misterio discreto, vínculos que crecen lento,
    lugares que guardan memoria
    y personajes que no temen mirar más allá de lo evidente.

    Si tu historia tiene polvo de invierno,
    una herida vieja,
    o un secreto que aprendió a caminar contigo…
    este es tu lugar.

    Busco:
    • conexiones narrativas profundas
    • estética entre lo vintage y lo rare
    • ritmo tranquilo pero constante
    • mundos que mezclen luz, sombra y curiosidad

    No importa el universo.
    Importa la atmósfera.

    Si tu personaje encaja en ese borde entre lo real y lo imposible,
    mandá tu mensaje.

    A veces las mejores historias empiezan así:
    Con un clasificado que parece escrito en otro siglo.
    Entre sombras suaves y ecos que no conocen el calendario, se abre una invitación para quienes buscan historias que respiren. Se solicita compañero/a de rol para tramas modernas con tintes antiguos: misterio discreto, vínculos que crecen lento, lugares que guardan memoria y personajes que no temen mirar más allá de lo evidente. Si tu historia tiene polvo de invierno, una herida vieja, o un secreto que aprendió a caminar contigo… este es tu lugar. Busco: • conexiones narrativas profundas • estética entre lo vintage y lo rare • ritmo tranquilo pero constante • mundos que mezclen luz, sombra y curiosidad No importa el universo. Importa la atmósfera. Si tu personaje encaja en ese borde entre lo real y lo imposible, mandá tu mensaje. A veces las mejores historias empiezan así: Con un clasificado que parece escrito en otro siglo.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
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    Nuevamente les hago la invitación
    Nuevamente les hago la invitación 🤍👀
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    Ghostbusters (películas + Afterlife) Crossovers bienvenidos
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    La Agencia R.P. – Realidades Paralelas busca archivos vivos... o muertos.
    ¿Fuiste testigo de una ruptura entre planos? ¿Un experimento que no salió como debía? ¿Tu personaje tiene historial con la actividad psicoespiritual? Este clasificado es tu pase directo a conexiones oscuras, tramas cargadas de misterio y vínculos con la nueva generación de cazadores y sensitivos.

    Estamos buscando:
    — Nuevos miembros para la Agencia.
    — Fantasmas errantes con historia.
    — Parientes, rivales o aliados de la familia Venkman.
    — Entidades conectadas a los errores del pasado.
    — Niños sensibles al velo entre mundos.
    — Entes u OCs con relación a portales, entidades antiguas, o artefactos malditos.

    Escribí tu ficha con coherencia, vibes estéticas y algo que nos deje con escalofríos. No aceptamos personajes sobrepoderosos sin lógica ni sentido narrativo. Cualquier interacción debe tener fundamento. Aquí, hasta los espectros tienen reglas.
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  • 𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 ↷ 𝐮𝐩𝐝𝐚𝐭𝐞.
    𓂅 @jaejun.sanren ⠀。⠀。
    ˹ posted on
    .⇾ 30/11
    ˹ located in
    .⇾ Sanren Hanok, Seoul
    ❝ Después del entrenamiento matutino, nada mejor que una ducha relajante y reparadora.

    Hay días en los que el silencio del hanok se siente cómodo…y otros en los que la casa parece necesitar una presencia extra.
    Un par de pasos más en el pasillo.
    Una voz distinta a la mía.
    Un “¿qué estás haciendo?” desde la puerta.
    Supongo que hoy es uno de esos días.

    A veces un buen domingo empieza con agua caliente,
    pero mejora con buena compañía.
    La invitación está abierta. ❞

    #SeductiveSunday #MorningTraining #HotShower #SanrenHanok #LazySunday #OpenInvitation #JaejunVibes
    𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 ↷ 𝐮𝐩𝐝𝐚𝐭𝐞. 𓂅 @jaejun.sanren ⠀。⠀。 ˹ posted on .⇾ 30/11 ˹ located in .⇾ Sanren Hanok, Seoul ❝ Después del entrenamiento matutino, nada mejor que una ducha relajante y reparadora. Hay días en los que el silencio del hanok se siente cómodo…y otros en los que la casa parece necesitar una presencia extra. Un par de pasos más en el pasillo. Una voz distinta a la mía. Un “¿qué estás haciendo?” desde la puerta. Supongo que hoy es uno de esos días. A veces un buen domingo empieza con agua caliente, pero mejora con buena compañía. La invitación está abierta. ❞ #SeductiveSunday #MorningTraining #HotShower #SanrenHanok #LazySunday #OpenInvitation #JaejunVibes
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  • Mientras llega el día del juicio final ¿Me acompañareis oh dulce damisela a un noble acto de caza de mamíferos demoníacos de prominente cornamenta llamados Alastor Dëmøń .... Digo ciervos demonios

    -realizo una reverencia extendiendo su mano a su dama y señora esperando a que aceptará su invitación a ir a partirle el trasero de manera nada bonita a alastor. Molestaría a otro ciervo pero solo conoce a un alastor así que le tocó aguantarlo (?-

    Lilith Magne
    Mientras llega el día del juicio final ¿Me acompañareis oh dulce damisela a un noble acto de caza de mamíferos demoníacos de prominente cornamenta llamados [Dem0n] .... Digo ciervos demonios -realizo una reverencia extendiendo su mano a su dama y señora esperando a que aceptará su invitación a ir a partirle el trasero de manera nada bonita a alastor. Molestaría a otro ciervo pero solo conoce a un alastor así que le tocó aguantarlo (?- [He11greatestmom]
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  • 𖹭^᪲᪲᪲𝅄 ׁ ˳

    La rubia al fin había terminado su jornada de trabajo, estaba más que exhausta. Salió del edificio empujando la puerta con la cadera, todavía ajustándose la chaqueta del uniforme. El cansancio estaba ahí, evidente en sus hombros caídos y en sus cabellos un poco despeinados, soltó un suspiro largo... pero apenas vio a su compañero frente a la entrada, su expresión cambio al instante. La sonrisa apareció por si sola, fácil, su buen humor era un reflejo automático.

    —Adivina que...¡Acabo de sobrevivir a las horas más eternas de mi vida! —anunció, como si eso fuera una verdadera victoria de la que estar orgullosa, antes de reírse de si misma. —Si eso hubiera durado un poco más, mi cerebro se habría apagado por completo.

    Se acercó dando pasos cortos, casi saltaditos, con esa energía curiosa que siempre parecía brotar de ella sin importar que tan cansada estuviera.

    —¿Tu cómo vas? ¿Comiste algo? —Preguntó, aunque su tono dejaba en evidencia que tenía algo en mente. Sin darle tiempo a contestar, se inclinó hacia él y bajo la voz con un pequeño dramatismo juguetón.—No tengo ganas de cocinar hoy, estaba pensando que podríamos ir a cenar juntos.

    Su sonrisa se ensanchó un poco más, como si la invitación fuera un regalo que ella misma estaba emocionada de dar.

    —Tranquilo, yo invito. —dijo moviendo la mano con un gesto despreocupado.— No me pongas muecas, está noche Nari invita.
    𖹭^᪲᪲᪲𝅄 ׁ ˳🍮 La rubia al fin había terminado su jornada de trabajo, estaba más que exhausta. Salió del edificio empujando la puerta con la cadera, todavía ajustándose la chaqueta del uniforme. El cansancio estaba ahí, evidente en sus hombros caídos y en sus cabellos un poco despeinados, soltó un suspiro largo... pero apenas vio a su compañero frente a la entrada, su expresión cambio al instante. La sonrisa apareció por si sola, fácil, su buen humor era un reflejo automático. —Adivina que...¡Acabo de sobrevivir a las horas más eternas de mi vida! —anunció, como si eso fuera una verdadera victoria de la que estar orgullosa, antes de reírse de si misma. —Si eso hubiera durado un poco más, mi cerebro se habría apagado por completo. Se acercó dando pasos cortos, casi saltaditos, con esa energía curiosa que siempre parecía brotar de ella sin importar que tan cansada estuviera. —¿Tu cómo vas? ¿Comiste algo? —Preguntó, aunque su tono dejaba en evidencia que tenía algo en mente. Sin darle tiempo a contestar, se inclinó hacia él y bajo la voz con un pequeño dramatismo juguetón.—No tengo ganas de cocinar hoy, estaba pensando que podríamos ir a cenar juntos. Su sonrisa se ensanchó un poco más, como si la invitación fuera un regalo que ella misma estaba emocionada de dar. —Tranquilo, yo invito. —dijo moviendo la mano con un gesto despreocupado.— No me pongas muecas, está noche Nari invita.
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  • Velada de máscaras
    Fandom Kuroshitsuji/Black Butler OC y otros
    Categoría Otros
    ✦ 𝐒𝐈𝐑𝐈𝐔𝐒 ✦

    𝟏𝟗𝟎𝟎
    𝐇𝐨𝐭𝐞𝐥 𝐋𝐚𝐧𝐠𝐡𝐚𝐦

    La cola negra ondeó por el viento nocturno, refinada como su frac, elegante como su porte.

    —¿Es el conde Phantomhive?

    Los nobles a su alrededor susurraban descaradamente fuerte.

    —¡Es él!

    De hecho, algunos de ellos se acercaron a saludarlo. Ciel les respondió con una sonrisa cortés e ingresó en el hotel.

    El vestíbulo era puro lujo; candelabros del cristal más precioso, brillando traslúcidos bajo la iluminación eléctrica. Paredes y suelos de un impoluto blanco con dorado: la opulencia en todo su esplendor.

    —Conde Phantomhive, ¿está aquí por la velada?

    Asintió.

    Pero fue su mayordomo quien se encargó de entregar la invitación con una sonrisa. Luego, fueron guiados hacia el gran salón donde se desarrollaba el evento.

    Las puertas fueron abiertas por el botones, y de inmediato, Ciel se encontró con la vista de una habitación amplia, llena de mesas decoradas con buen gusto, ocupadas por aristócratas vestidos de la misma manera.

    Vaciló un instante, pero metió un pie en el interior, luego el otro.

    La gente ya lo había visto, clavando sus miradas en él. Algunos arrogantes, otros curiosos, o indiferentes.

    Así, tragándose su renuencia, Ciel ingresó dispuesto a lidiar con la alta sociedad.
    ✦ 𝐒𝐈𝐑𝐈𝐔𝐒 ✦ 𝟏𝟗𝟎𝟎 𝐇𝐨𝐭𝐞𝐥 𝐋𝐚𝐧𝐠𝐡𝐚𝐦 La cola negra ondeó por el viento nocturno, refinada como su frac, elegante como su porte. —¿Es el conde Phantomhive? Los nobles a su alrededor susurraban descaradamente fuerte. —¡Es él! De hecho, algunos de ellos se acercaron a saludarlo. Ciel les respondió con una sonrisa cortés e ingresó en el hotel. El vestíbulo era puro lujo; candelabros del cristal más precioso, brillando traslúcidos bajo la iluminación eléctrica. Paredes y suelos de un impoluto blanco con dorado: la opulencia en todo su esplendor. —Conde Phantomhive, ¿está aquí por la velada? Asintió. Pero fue su mayordomo quien se encargó de entregar la invitación con una sonrisa. Luego, fueron guiados hacia el gran salón donde se desarrollaba el evento. Las puertas fueron abiertas por el botones, y de inmediato, Ciel se encontró con la vista de una habitación amplia, llena de mesas decoradas con buen gusto, ocupadas por aristócratas vestidos de la misma manera. Vaciló un instante, pero metió un pie en el interior, luego el otro. La gente ya lo había visto, clavando sus miradas en él. Algunos arrogantes, otros curiosos, o indiferentes. Así, tragándose su renuencia, Ciel ingresó dispuesto a lidiar con la alta sociedad.
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  • No sé hasta qué punto soy culpable de no haber puesto en la invitación que no soy amigo del ayuno intermitente, de todas formas,creo que son conscientes de que mi interés en este caso no es de carácter culinario, al menos no para mí delicado estómago…..
    No sé hasta qué punto soy culpable de no haber puesto en la invitación que no soy amigo del ayuno intermitente, de todas formas,creo que son conscientes de que mi interés en este caso no es de carácter culinario, al menos no para mí delicado estómago…..
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  • Reunión de CEOS
    Fandom Free rol
    Categoría Original
    Daniel Stanford

    Hace unas semanas una agencia envió a varías importantes empresas una invitación para reunirnos en una cena donde me reuniré con todos los CEOS, de dichas empresas.
    Todos queremos ser la elegida para ocuparnos este año del anunció de Navidad que se proyecta por todo Estados Unidos, es una oportunidad única y voy a conseguirlo tengo muchas ideas para el anuncio de este año.
    [ThxStanford13] Hace unas semanas una agencia envió a varías importantes empresas una invitación para reunirnos en una cena donde me reuniré con todos los CEOS, de dichas empresas. Todos queremos ser la elegida para ocuparnos este año del anunció de Navidad que se proyecta por todo Estados Unidos, es una oportunidad única y voy a conseguirlo tengo muchas ideas para el anuncio de este año.
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  • Bienvenidos sean todos está noche, bienvenidos sean al baile con la muerte, bienvenidos sean al terror.

    —¡Feliz día de los sustos! —exclamé, recibiendo a los invitados del baile mientras abría las puertas de par en par.

    Algunos subieron las escaleras de la entrada con máscaras y disfraces de todos gustos y colores, algunos lindos, algunos escalofriantes.

    Todos estaban invitados a la fiesta, para la gente de la universidad, había dejado papeles en casilleros y en el tablón de anuncios, para la gente de la ciudad, había dejado carteles en los postes de luz.

    Los disfraces eran obligatorios. Eso sí.

    La casa se encontraba al final de la calle principal, en una colina, aunque más que casa, parecía una mansión embrujada, decorada por fuera, con música sonando a todo dar, y dos pisos disponibles para la fiesta.

    La mansión de los Gold estaba rodeada por un bosque que se mantenía lugubre y neblinoso todo el año, pero más en otoño.

    Había un letrero a la orilla de la carretera al salir de la ciudad y encaminarse a la colina hacia la casa que rezaba:

    "Cuidado, peligro."

    Había un pequeño letrero a un lado.

    "Entre bajo su propio riesgo, el guardabosques hace rondines cada lunes."

    "Números de contacto: 2220014..."

    Por la cantidad de tiempo que llevaba ese letrero mohoso, los números de ayuda no estaban completos y al dar unos pasos dentro del bosque, la señal era casi nula.

    La invitación a la fiesta en la casa de los Gold era sencilla, la había hecho yo misma, escondí todo lo que pudiera ser de valor, y cerré puertas que podrían perder a los desconocidos.

    °°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~

    ¡BIENVENIDOS SEAN TODOS!

    Este es un tema que se me ocurrió mientras lo escribía, no tengo nada planeado así que siéntete libre de contestar lo que gustes y rolear en la zona que gustes, ya sea dentro de la casa o en el bosque o en los alrededores.

    ¡Gracias por leer!
    Bienvenidos sean todos está noche, bienvenidos sean al baile con la muerte, bienvenidos sean al terror. —¡Feliz día de los sustos! —exclamé, recibiendo a los invitados del baile mientras abría las puertas de par en par. Algunos subieron las escaleras de la entrada con máscaras y disfraces de todos gustos y colores, algunos lindos, algunos escalofriantes. Todos estaban invitados a la fiesta, para la gente de la universidad, había dejado papeles en casilleros y en el tablón de anuncios, para la gente de la ciudad, había dejado carteles en los postes de luz. Los disfraces eran obligatorios. Eso sí. La casa se encontraba al final de la calle principal, en una colina, aunque más que casa, parecía una mansión embrujada, decorada por fuera, con música sonando a todo dar, y dos pisos disponibles para la fiesta. La mansión de los Gold estaba rodeada por un bosque que se mantenía lugubre y neblinoso todo el año, pero más en otoño. Había un letrero a la orilla de la carretera al salir de la ciudad y encaminarse a la colina hacia la casa que rezaba: "Cuidado, peligro." Había un pequeño letrero a un lado. "Entre bajo su propio riesgo, el guardabosques hace rondines cada lunes." "Números de contacto: 2220014..." Por la cantidad de tiempo que llevaba ese letrero mohoso, los números de ayuda no estaban completos y al dar unos pasos dentro del bosque, la señal era casi nula. La invitación a la fiesta en la casa de los Gold era sencilla, la había hecho yo misma, escondí todo lo que pudiera ser de valor, y cerré puertas que podrían perder a los desconocidos. °°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~°°°~~ ¡BIENVENIDOS SEAN TODOS! Este es un tema que se me ocurrió mientras lo escribía, no tengo nada planeado así que siéntete libre de contestar lo que gustes y rolear en la zona que gustes, ya sea dentro de la casa o en el bosque o en los alrededores. ¡Gracias por leer!
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