Su papá estaba obsesionado con el futuro de su hijo, quería vivir lo que no pudo a través de él. Le impuso reglas cruciales, crueles y sin mucho sentido, lo privó de la libertad de elegir su camino, estaba seguro que su hijo sería la próxima estrella del futbol americano por su altura y la sangre en sus venas.
 
Pero Iksuki nunca disfruto esa violencia deportiva, jamás encontro satisfacción. Su padre no lo entendía y su madre, una voz silenciosa, nunca fue en contra de los deseos de su marido.
 
Hasta aquel día en que Iksuki se declaro abiertamente homosexual ante sus padres, presentando a su novio (él con entonces 19 años de edad y su pareja con 32 años) uno del cual se arrepintió toda su vida.
 
Azotado por una relación tóxica y narcisista quiso suicidarse. Llamado la vergüenza de la familia por su padre, sin embargo, su tía fue la única que se puso del lado de él. No solo lo impulso a seguir sus deseos, lo ayudo a encontrarse en la penumbra.
 
Hoy, esta agradecido con esas lecciones de vida, con su tía y con su mayor inspiración: su viejo amigo, el único que no le importo los gustos que tenía.
  Pero Iksuki nunca disfruto esa violencia deportiva, jamás encontro satisfacción. Su padre no lo entendía y su madre, una voz silenciosa, nunca fue en contra de los deseos de su marido.
Hasta aquel día en que Iksuki se declaro abiertamente homosexual ante sus padres, presentando a su novio (él con entonces 19 años de edad y su pareja con 32 años) uno del cual se arrepintió toda su vida.
Azotado por una relación tóxica y narcisista quiso suicidarse. Llamado la vergüenza de la familia por su padre, sin embargo, su tía fue la única que se puso del lado de él. No solo lo impulso a seguir sus deseos, lo ayudo a encontrarse en la penumbra.
Hoy, esta agradecido con esas lecciones de vida, con su tía y con su mayor inspiración: su viejo amigo, el único que no le importo los gustos que tenía.
Su papá estaba obsesionado con el futuro de su hijo, quería vivir lo que no pudo a través de él. Le impuso reglas cruciales, crueles y sin mucho sentido, lo privó de la libertad de elegir su camino, estaba seguro que su hijo sería la próxima estrella del futbol americano por su altura y la sangre en sus venas.
Pero Iksuki nunca disfruto esa violencia deportiva, jamás encontro satisfacción. Su padre no lo entendía y su madre, una voz silenciosa, nunca fue en contra de los deseos de su marido.
Hasta aquel día en que Iksuki se declaro abiertamente homosexual ante sus padres, presentando a su novio (él con entonces 19 años de edad y su pareja con 32 años) uno del cual se arrepintió toda su vida.
Azotado por una relación tóxica y narcisista quiso suicidarse. Llamado la vergüenza de la familia por su padre, sin embargo, su tía fue la única que se puso del lado de él. No solo lo impulso a seguir sus deseos, lo ayudo  a encontrarse en la penumbra.
Hoy, esta agradecido con esas lecciones de vida, con su tía y con su mayor inspiración: su viejo amigo, el único que no le importo los gustos que tenía.
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 