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  • #monorol
    -- Pilares de la Creación --

    [ Décadas atrás ]

    Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia.

    Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido.

    "¡Apúrate, Cornelius!"
    El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo.

    "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones"
    El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle.

    "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic".
    Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico.

    Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación".

    Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros!

    Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía.

    "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius.

    "¿Por qué siempre cargas esa espada?"
    Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención.

    "¿De qué hablas?"
    Amadeus respondió perplejo.
    "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme"

    "Es más que una espada para ti"
    Acotó Dominic con certeza.

    "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?"
    Afirmó Amadeus.

    "Aquí no hay hongos ni setas"
    Dominic explicó.
    "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar"

    "¿En serio son así de importantes?"
    Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema.

    "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo"
    Dominic mostraba más intensidad a cada palabra.

    "En ese caso..."
    Completó Amadeus.
    "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
    #monorol -- Pilares de la Creación -- [ Décadas atrás ] Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia. Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido. "¡Apúrate, Cornelius!" El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo. "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones" El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle. "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic". Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico. Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación". Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros! Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía. "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius. "¿Por qué siempre cargas esa espada?" Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención. "¿De qué hablas?" Amadeus respondió perplejo. "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme" "Es más que una espada para ti" Acotó Dominic con certeza. "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?" Afirmó Amadeus. "Aquí no hay hongos ni setas" Dominic explicó. "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar" "¿En serio son así de importantes?" Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema. "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo" Dominic mostraba más intensidad a cada palabra. "En ese caso..." Completó Amadeus. "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
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    Fandom OC's
    Categoría Slice of Life
    : Lilian Carson
    :



    ━━━༻ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━

    La pantalla despierta con un parpadeo casi humano, como si inhalara antes de mostrar su primer destello. Un brillo rosado, líquido, acaricia el cristal continuo del dispositivo. Se desliza como una tinta viva, expandiéndose con una calma deliberada sobre el vidrio impecable que descansa en la superficie fría del mármol. El mármol tiene un veteado blanco-grisáceo que refleja el resplandor del dispositivo, haciéndolo parecer suspendido en un pequeño halo.

    No hay líneas. No hay marcos. La ilusión de un objeto sin principio ni final.

    El rosado respira.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (voz baja, elegante, con esa ironía sugerida que nunca termina de pronunciarse):
    Algunos teléfonos quieren llamar la atención.
    Este… Prefiere seducir.

    La cámara se desliza —casi flota— hacia el borde. El cuerpo metálico, rosa nacarado, parece tan delgado que invita a desconfiar de su solidez: es una lámina luminosa, un acorde suave entre metal y luz. Los reflejos del ambiente —la lámpara tenue, el ventanal con cielo nublado, una sombra que se mueve fuera de cuadro— bailan sobre el borde curvo. Por un instante, el móvil parece tomar vida, expandiendo y contrayendo ese brillo como si respirara.

    El reloj del fondo marca 4:00 PM exactas.
    En el silencio pulido del lugar, un icono surge. No vibra con estridencia, no interrumpe nada: apenas pulsa. Un destello se enciende en un extremo, viaja como un latido hasta el otro, desaparece, vuelve. Una llamada entrante hecha luz.

    Corte.

    Una mano entra en cuadro. No apresurada: segura, casi ceremoniosa.
    Los dedos se curvan; el dispositivo encaja tan bien que parece diseñado para ese preciso ángulo de agarre, para esa piel. La superficie se ilumina bajo el contacto, como si reconociera la presencia humana.

    Los íconos flotan apenas al desbloquearse. No aparecen: se despiertan.
    Se expanden, se encogen, se organizan según el movimiento imperceptible de la muñeca. Una interfaz maleable, casi viviente.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁:
    Presentamos el Aurora LX.
    El primer móvil que no solo sigue tus movimientos…
    Sino que los anticipa.

    En el aire, un simple gesto.
    La pantalla responde antes de ser tocada: una foto se abre con suavidad líquida. La cámara frontal —escondida bajo el cristal sin perforaciones, sin manchas, sin interrupciones— captura luz y la convierte en un color tan nítido que parece recién inventado. No hay marcas visibles. No hay tecnología evidente. Solo perfección invisible.

    Corte a un café minimalista.

    Líneas limpias, tonos neutros, la luz de la tarde entrando en diagonales suaves.
    Sobre la mesa de madera clara, el Aurora LX reposa, discreto. Una notificación aparece sin estallar: se proyecta con un resplandor cálido, un pastel suave que combina con su acabado rosado. Es un mensaje, pero parece más un susurro visual que un aviso.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (con una sonrisa que se escucha):
    En un mundo lleno de dispositivos ruidosos…
    Este eligió hablar en susurros.

    El teléfono gira sobre sí mismo en una toma lenta, envolvente. El rosa cambia: a blanco perla, vino, negro mate y azul marino.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁:
    Aurora LX.
    No es tecnología.
    Es suavidad en estado puro.

    ━━━༻ⒻⒾⓃ ⒹⒺⓁ ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━

    Ezra apagó la televisión con un solo toque, casi como si quisiera borrar de la existencia el último fotograma de aquella publicidad desastrosa. El silencio que quedó en la oficina fue denso, incómodo, casi acusador. Se levantó del sofá con la mandíbula tensa, como si cada músculo estuviera protestando por lo que acababa de presenciar.

    Pasó una mano por su frente, arrastrándola luego por toda la cara en un gesto lento, cansado, desesperado por encontrar lógica donde no la había.

    Cinco millones de dólares.
    Cinco.
    Millones.
    Enterrados en esa basura.

    Un suspiro escapó de él, frío y afilado. Si había algo que sabía con absoluta claridad era que tendría que hablar con Jackson. Y que alguien —alguien muy específico, o varios— iba a perder la cabeza por esto. En su empresa, el desperdicio de dinero no solo era inaceptable… era imperdonable.

    Dejó el control remoto sobre la mesa ratona con un “clic” suave, casi elegante, pero cargado de ira contenida. Ajustó el saco de su traje azul marino con movimientos precisos, automáticos, como si las prendas pudieran armarle una coraza para lo que vendría.

    Luego salió de la oficina.

    Sus pasos resonaron por el pasillo con una firmeza que no dejaba lugar a dudas. Su secretaria levantó la cabeza de inmediato, dispuesta a anunciarle algo, pero apenas vio su expresión —el ceño marcado, la mirada filosa, ese silencio que gritaba problemas— bajó la vista a toda velocidad, fingiendo buscar un papel entre la pila que ya tenía ordenada.

    Ezra no dijo una palabra.

    No hacía falta.

    Su andar era una sentencia de muerte para alguien, y todos lo sabían.

    Con el paso firme, decidido, casi militar, continuó avanzando por el corredor de mármol pulido.

    Iba directo al área de marketing. Y cada persona que lo veía acercarse se enderezaba, tragaba saliva o disimulaba el temblor en las manos.

    El huracán Hamilton estaba oficialmente en camino.

    El empresario tocó el botón del ascensor con un movimiento seco, casi impaciente, y se quedó allí, con las manos en los bolsillos del traje, mientras el panel luminoso marcaba el descenso hacia su piso. El reflejo de su propio rostro en las puertas metálicas mostraba una calma engañosa, apenas sostenida por una línea dura en su mandíbula.

    Cuando el ascensor llegó, las puertas se abrieron con un ding demasiado suave para su humor. Salió al pasillo y sus ojos se clavaron en los empleados del área: algunos apresuraban el paso, otros desviaban la mirada como si hubieran visto a un depredador entrar en la oficina. Parecían correr despavoridos, intentando desaparecer antes de quedar atrapados en la tormenta que anunciaba su andar.

    Pasó una mano por su cabello, acomodándolo hacia atrás, en un gesto más de contención que de estilo.

    Y sin dudarlo un instante, empujó la puerta de la sala de juntas del área de marketing.

    Entró sin anunciarse.

    La conversación que había dentro murió al instante.

    —¿Se puede saber en qué mierda gastaron mi dinero? —soltó, su voz retumbando con una frialdad que caló hasta los huesos. Caminó hacia la mesa con paso lento, controlado, peligroso—. Porque esa publicidad horrenda no pudo costar cinco millones…

    Su mirada se clavó en Jackson, sostenida, filosa.

    —Espero una explicación.

    Y, para rematar, dejó que una sonrisa cínica, cortante como un bisturí, se dibujara en su rostro.

    —Nosotros… Nosotros estábamos hablando justo de eso, mira… Ezra… La verdad… —balbuceó Jackson, hundiéndose en su propia incomodidad, como si deseara desaparecer bajo la mesa.

    Ezra ladeó la cabeza, apenas, con una expresión casi divertida.

    —No tienen explicación lógica, vaya… Qué problema —comentó con una calma venenosa, cruzándose de brazos.

    Luego chasqueó los dedos una sola vez.

    Un gesto perfecto, autoritario, que no dejaba margen para la duda.

    Jackson se sobresaltó, empalideció y se levantó del asiento al instante, moviéndose hacia un costado para cederle el lugar en la cabecera de la mesa, como si el aire mismo le hubiera dado la orden.

    Ezra Hamilton tomó asiento con tranquilidad, apoyando un codo en el brazo del sillón. Sus ojos recorrieron, uno por uno, a todos los presentes.

    —Sus sueldos se verán reducidos un veinte por ciento si el producto no funciona —dijo sin levantar la voz, como quien anuncia el clima—. O mejor aún… Podría despedirlos, pagarles la indemnización y contratar a otro equipo de marketing desde ya.

    Nadie respiró.

    Giró la silla hacia la ventana, como si el destino laboral de esas veinte personas fuera un mero ruido de fondo comparado con la vista majestuosa de Nueva York extendiéndose bajo él. Los rascacielos, las luces, el tráfico que desde arriba parecía un cuadro en movimiento.

    —Escúcheme, señor Hamilton —intervino alguien, con la voz temblorosa pero firme, como quien decide apostar su vida a una sola carta—. El dinero no fue destinado a esa campaña.

    Ezra alzó una sola ceja.

    Muy despacio.

    Y giró de nuevo la silla para verlos a todos.

    Esta vez, apoyó ambas manos sobre la mesa, entrelazando los dedos. Su expresión ya no era de ira, sino de una curiosidad peligrosa… La clase de curiosidad que podía salvarlos o destruirlos.

    —¿Qué dijiste?

    —El dinero no fue destinado a ese comercial —repitió el hombre, tragando saliva—. Fue un lanzamiento piloto. El comercial se comenzará a grabar en dos semanas.

    El silencio que siguió fue un abismo.
    👤: [1HAPPYLULU1] 💽: ━━━༻ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━ La pantalla despierta con un parpadeo casi humano, como si inhalara antes de mostrar su primer destello. Un brillo rosado, líquido, acaricia el cristal continuo del dispositivo. Se desliza como una tinta viva, expandiéndose con una calma deliberada sobre el vidrio impecable que descansa en la superficie fría del mármol. El mármol tiene un veteado blanco-grisáceo que refleja el resplandor del dispositivo, haciéndolo parecer suspendido en un pequeño halo. No hay líneas. No hay marcos. La ilusión de un objeto sin principio ni final. El rosado respira. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (voz baja, elegante, con esa ironía sugerida que nunca termina de pronunciarse): Algunos teléfonos quieren llamar la atención. Este… Prefiere seducir. La cámara se desliza —casi flota— hacia el borde. El cuerpo metálico, rosa nacarado, parece tan delgado que invita a desconfiar de su solidez: es una lámina luminosa, un acorde suave entre metal y luz. Los reflejos del ambiente —la lámpara tenue, el ventanal con cielo nublado, una sombra que se mueve fuera de cuadro— bailan sobre el borde curvo. Por un instante, el móvil parece tomar vida, expandiendo y contrayendo ese brillo como si respirara. El reloj del fondo marca 4:00 PM exactas. En el silencio pulido del lugar, un icono surge. No vibra con estridencia, no interrumpe nada: apenas pulsa. Un destello se enciende en un extremo, viaja como un latido hasta el otro, desaparece, vuelve. Una llamada entrante hecha luz. Corte. Una mano entra en cuadro. No apresurada: segura, casi ceremoniosa. Los dedos se curvan; el dispositivo encaja tan bien que parece diseñado para ese preciso ángulo de agarre, para esa piel. La superficie se ilumina bajo el contacto, como si reconociera la presencia humana. Los íconos flotan apenas al desbloquearse. No aparecen: se despiertan. Se expanden, se encogen, se organizan según el movimiento imperceptible de la muñeca. Una interfaz maleable, casi viviente. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁: Presentamos el Aurora LX. El primer móvil que no solo sigue tus movimientos… Sino que los anticipa. En el aire, un simple gesto. La pantalla responde antes de ser tocada: una foto se abre con suavidad líquida. La cámara frontal —escondida bajo el cristal sin perforaciones, sin manchas, sin interrupciones— captura luz y la convierte en un color tan nítido que parece recién inventado. No hay marcas visibles. No hay tecnología evidente. Solo perfección invisible. Corte a un café minimalista. Líneas limpias, tonos neutros, la luz de la tarde entrando en diagonales suaves. Sobre la mesa de madera clara, el Aurora LX reposa, discreto. Una notificación aparece sin estallar: se proyecta con un resplandor cálido, un pastel suave que combina con su acabado rosado. Es un mensaje, pero parece más un susurro visual que un aviso. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (con una sonrisa que se escucha): En un mundo lleno de dispositivos ruidosos… Este eligió hablar en susurros. El teléfono gira sobre sí mismo en una toma lenta, envolvente. El rosa cambia: a blanco perla, vino, negro mate y azul marino. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁: Aurora LX. No es tecnología. Es suavidad en estado puro. ━━━༻ⒻⒾⓃ ⒹⒺⓁ ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━ Ezra apagó la televisión con un solo toque, casi como si quisiera borrar de la existencia el último fotograma de aquella publicidad desastrosa. El silencio que quedó en la oficina fue denso, incómodo, casi acusador. Se levantó del sofá con la mandíbula tensa, como si cada músculo estuviera protestando por lo que acababa de presenciar. Pasó una mano por su frente, arrastrándola luego por toda la cara en un gesto lento, cansado, desesperado por encontrar lógica donde no la había. Cinco millones de dólares. Cinco. Millones. Enterrados en esa basura. Un suspiro escapó de él, frío y afilado. Si había algo que sabía con absoluta claridad era que tendría que hablar con Jackson. Y que alguien —alguien muy específico, o varios— iba a perder la cabeza por esto. En su empresa, el desperdicio de dinero no solo era inaceptable… era imperdonable. Dejó el control remoto sobre la mesa ratona con un “clic” suave, casi elegante, pero cargado de ira contenida. Ajustó el saco de su traje azul marino con movimientos precisos, automáticos, como si las prendas pudieran armarle una coraza para lo que vendría. Luego salió de la oficina. Sus pasos resonaron por el pasillo con una firmeza que no dejaba lugar a dudas. Su secretaria levantó la cabeza de inmediato, dispuesta a anunciarle algo, pero apenas vio su expresión —el ceño marcado, la mirada filosa, ese silencio que gritaba problemas— bajó la vista a toda velocidad, fingiendo buscar un papel entre la pila que ya tenía ordenada. Ezra no dijo una palabra. No hacía falta. Su andar era una sentencia de muerte para alguien, y todos lo sabían. Con el paso firme, decidido, casi militar, continuó avanzando por el corredor de mármol pulido. Iba directo al área de marketing. Y cada persona que lo veía acercarse se enderezaba, tragaba saliva o disimulaba el temblor en las manos. El huracán Hamilton estaba oficialmente en camino. El empresario tocó el botón del ascensor con un movimiento seco, casi impaciente, y se quedó allí, con las manos en los bolsillos del traje, mientras el panel luminoso marcaba el descenso hacia su piso. El reflejo de su propio rostro en las puertas metálicas mostraba una calma engañosa, apenas sostenida por una línea dura en su mandíbula. Cuando el ascensor llegó, las puertas se abrieron con un ding demasiado suave para su humor. Salió al pasillo y sus ojos se clavaron en los empleados del área: algunos apresuraban el paso, otros desviaban la mirada como si hubieran visto a un depredador entrar en la oficina. Parecían correr despavoridos, intentando desaparecer antes de quedar atrapados en la tormenta que anunciaba su andar. Pasó una mano por su cabello, acomodándolo hacia atrás, en un gesto más de contención que de estilo. Y sin dudarlo un instante, empujó la puerta de la sala de juntas del área de marketing. Entró sin anunciarse. La conversación que había dentro murió al instante. —¿Se puede saber en qué mierda gastaron mi dinero? —soltó, su voz retumbando con una frialdad que caló hasta los huesos. Caminó hacia la mesa con paso lento, controlado, peligroso—. Porque esa publicidad horrenda no pudo costar cinco millones… Su mirada se clavó en Jackson, sostenida, filosa. —Espero una explicación. Y, para rematar, dejó que una sonrisa cínica, cortante como un bisturí, se dibujara en su rostro. —Nosotros… Nosotros estábamos hablando justo de eso, mira… Ezra… La verdad… —balbuceó Jackson, hundiéndose en su propia incomodidad, como si deseara desaparecer bajo la mesa. Ezra ladeó la cabeza, apenas, con una expresión casi divertida. —No tienen explicación lógica, vaya… Qué problema —comentó con una calma venenosa, cruzándose de brazos. Luego chasqueó los dedos una sola vez. Un gesto perfecto, autoritario, que no dejaba margen para la duda. Jackson se sobresaltó, empalideció y se levantó del asiento al instante, moviéndose hacia un costado para cederle el lugar en la cabecera de la mesa, como si el aire mismo le hubiera dado la orden. Ezra Hamilton tomó asiento con tranquilidad, apoyando un codo en el brazo del sillón. Sus ojos recorrieron, uno por uno, a todos los presentes. —Sus sueldos se verán reducidos un veinte por ciento si el producto no funciona —dijo sin levantar la voz, como quien anuncia el clima—. O mejor aún… Podría despedirlos, pagarles la indemnización y contratar a otro equipo de marketing desde ya. Nadie respiró. Giró la silla hacia la ventana, como si el destino laboral de esas veinte personas fuera un mero ruido de fondo comparado con la vista majestuosa de Nueva York extendiéndose bajo él. Los rascacielos, las luces, el tráfico que desde arriba parecía un cuadro en movimiento. —Escúcheme, señor Hamilton —intervino alguien, con la voz temblorosa pero firme, como quien decide apostar su vida a una sola carta—. El dinero no fue destinado a esa campaña. Ezra alzó una sola ceja. Muy despacio. Y giró de nuevo la silla para verlos a todos. Esta vez, apoyó ambas manos sobre la mesa, entrelazando los dedos. Su expresión ya no era de ira, sino de una curiosidad peligrosa… La clase de curiosidad que podía salvarlos o destruirlos. —¿Qué dijiste? —El dinero no fue destinado a ese comercial —repitió el hombre, tragando saliva—. Fue un lanzamiento piloto. El comercial se comenzará a grabar en dos semanas. El silencio que siguió fue un abismo.
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  • FLYER – “7th Heaven Bar & Games”
    https://ficrol.com/groups/SeptimoCielo
    ¡¡¡¡Únete al grupo!!!!
    ---

    ¡ABRIMOS EL BAR!
    Nuevos cócteles, nuevas camareras… ¡y muchas historias por contar!

    Ven al 7th Heaven, el rincón donde los aventureros descansan, beben y se confiesan bajo la luna.
    Servido por las Princesas Ishtar

    ¡Atrévete a entrar, pedir tu trago y dejar que la noche decida el resto!


    ---


    Las Princesas Ishtar te invitan al nuevo “7th Heaven Bar & Games”

    El bar de Seieki abre sus puertas… y tras la barra, las Ishtar te serviremos tragos, palabras y risas.
    ¿Te atreves a entrar?

    Aquí los aventureros comparten historias, los mercenarios buscan contratos, los solitarios encuentran compañía… y los cócteles brillan con magia lunar.

    ¿Qué encontrarás en el 7th Heaven?

    Nuevos cócteles con nombres legendarios.

    Camareras Ishtar encantadas de escuchar tus aventuras.

    Eventos temáticos: noches de cosplay, fiestas de máscaras y cenas clandestinas entre asesinos a sueldo.

    Conversaciones entre héroes, villanos y soñadores.


    Dinámica:
    Cuando una camarera publique que el local abre, el bar estará oficialmente activo.
    Entra, pide tu trago y charla. Todo vale: rol, bromas, confesiones o planes para tu próxima aventura.
    Recuerda… las Ishtar no somos monjas

    Únete al grupo del 7th Heaven y déjate llevar por la noche.
    Entre copas y risas, quizás encuentres lo que no sabías que buscabas.
    FLYER – “7th Heaven Bar & Games” https://ficrol.com/groups/SeptimoCielo ¡¡¡¡Únete al grupo!!!! --- 🎉 ¡ABRIMOS EL BAR! 🍸 Nuevos cócteles, nuevas camareras… ¡y muchas historias por contar! Ven al 7th Heaven, el rincón donde los aventureros descansan, beben y se confiesan bajo la luna. 👑 Servido por las Princesas Ishtar 👑 ✨ ¡Atrévete a entrar, pedir tu trago y dejar que la noche decida el resto! ✨ --- 🌙✨ Las Princesas Ishtar te invitan al nuevo “7th Heaven Bar & Games” ✨🌙 El bar de Seieki abre sus puertas… y tras la barra, las Ishtar te serviremos tragos, palabras y risas. ¿Te atreves a entrar? Aquí los aventureros comparten historias, los mercenarios buscan contratos, los solitarios encuentran compañía… y los cócteles brillan con magia lunar. 🍹🌌 👑 ¿Qué encontrarás en el 7th Heaven? Nuevos cócteles con nombres legendarios. Camareras Ishtar encantadas de escuchar tus aventuras. Eventos temáticos: noches de cosplay, fiestas de máscaras y cenas clandestinas entre asesinos a sueldo. Conversaciones entre héroes, villanos y soñadores. 🔥 Dinámica: Cuando una camarera publique que el local abre, el bar estará oficialmente activo. Entra, pide tu trago y charla. Todo vale: rol, bromas, confesiones o planes para tu próxima aventura. Recuerda… las Ishtar no somos monjas 😈 🍸 Únete al grupo del 7th Heaven y déjate llevar por la noche. Entre copas y risas, quizás encuentres lo que no sabías que buscabas.
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  • Ven a mí, dulce amor
    Ayúdame a cambiar este destino
    Sálvame, por favor
    Que tengo el corazón partido en dos

    Dame más, quiero más
    De esa bendita forma en que me miras
    Solo tú, solo yo
    Caricias que me roben la razón

    Ámame, acércate y ámame
    Regálame, de a poco, tu calor
    Atrévete a mi amor
    No tengas miedo y solo ámame
    Ahora y siempre ámame
    El mundo se inventó para los dos
    No tiene, la pasión, explicación

    Junto a ti, seducción
    Enciendes uno a uno mis sentidos
    Quédate con mi amor

    Envuélveme en tus brazos sin temor
    Viviré siempre así
    Enamorado, digan lo que digan
    Y seré para ti

    Porque tú eres una en un millón
    Ámame, acércate y ámame
    Regálame, de a poco, tu calor
    Atrévete a mi amor

    No tengas miedo y solo ámame
    Ahora y siempre ámame
    El mundo se inventó para los dos
    No tiene, la pasión, explicación
    Ámame, acércate y ámame
    Regálame, de a poco, tu calor
    (Atrévete a mi amor, no tengas miedo
    Ámame)

    Ahora y siempre ámame
    (El mundo se inventó para los dos)
    No tiene, la pasión, explicación
    (Ámame, acércate y ámame
    Regálame, de a poco, tu calor
    Atrévete a mi amor
    No tengas miedo y solo
    ámame
    Ámame
    Ven a mí, dulce amor Ayúdame a cambiar este destino Sálvame, por favor Que tengo el corazón partido en dos Dame más, quiero más De esa bendita forma en que me miras Solo tú, solo yo Caricias que me roben la razón Ámame, acércate y ámame Regálame, de a poco, tu calor Atrévete a mi amor No tengas miedo y solo ámame Ahora y siempre ámame El mundo se inventó para los dos No tiene, la pasión, explicación Junto a ti, seducción Enciendes uno a uno mis sentidos Quédate con mi amor Envuélveme en tus brazos sin temor Viviré siempre así Enamorado, digan lo que digan Y seré para ti Porque tú eres una en un millón Ámame, acércate y ámame Regálame, de a poco, tu calor Atrévete a mi amor No tengas miedo y solo ámame Ahora y siempre ámame El mundo se inventó para los dos No tiene, la pasión, explicación Ámame, acércate y ámame Regálame, de a poco, tu calor (Atrévete a mi amor, no tengas miedo Ámame) Ahora y siempre ámame (El mundo se inventó para los dos) No tiene, la pasión, explicación (Ámame, acércate y ámame Regálame, de a poco, tu calor Atrévete a mi amor No tengas miedo y solo ámame Ámame
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  • LA NOCHE DE LOS CERDOS
    Fandom LIbre
    Categoría Terror
    —¿QUÉ ES ESO?
    —¡No sé! ¡El auto no enciende!
    —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA!

    *Salí de viaje con mi prometida. Queríamos visitar el campo, escapar de la ciudad, de la rutina. Por eso planeamos escapar. Simplemente avisamos a sus padres que saldríamos a la carretera y ver a dónde nos llevaba el viento. El punto era ir en busca de la aventura y encontrar un buen lugar donde relajarnos y compartir nuestro amor.
    Claro que sus padres se preocuparon. Querían saber a dónde íbamos a ir exactamente, pero ni siquiera nosotros lo sabíamos. Aunque para tranquilizar a mis suegros sólo les dije que saldríamos a la carretera hacia el sur, al campo.
    Ellos me dijeron que tuviera cuidado, porque era octubre, y se contaban historias sobre una especie de rituales que se llevaban a cabo en esos rumbos.
    Como buen hijo del nuevo siglo y de la ciudad, pensaba que esas cosas sólo eran causadas por los prejuicios y la ignorancia de la gente de los pueblos, aunque prometí a mis suegros que conduciría con cuidado.
    Así nos fuimos a la carretera mi amada y yo. Le propuse que conduciría todo el día, y que nos quedaríamos ahí donde la noche nos sorprendiera, y ella aceptó. Eso agregaba mayor emoción al viaje, porque no sabíamos dónde íbamos a parar.
    Pasamos junto al campo trabajado y sembradíos, junto a varios pueblos pero seguimos mientras el sol seguía su curso. Calculé que habíamos avanzado bastante lejos de la ciudad. Pero cuando el sol comenzó a ocultarse percibí una especie de neblina que poco a poco nos iba envolviendo, como si se tragara al sol. Y así nos sorprendió la noche mientras, al parecer, dejábamos los campos atrás y comenzaba el bosque.
    Los árboles facilitaban la neblina, y comencé a sentir la urgencia de llegar a algún lugar poblado. Me sentía inquieto mientras avanzábamos. Sentí que algo nos observaba. No lo vi, pero lo sentí. Como si el bosque respirara. Incluso pensé en volver al último pueblo que habíamos pasado, pero de pronto el auto se apagó.
    Quizás por instinto... O no sé qué cosa, tal vez una especie de sexto sentido o una intuición me decía que no debía bajar del auto, aunque lo lógico era revisar el motor y encontrar alguna falla mecánica que hubiera provocado que el auto se apagara. Pero entonces mi amada comenzó a gritar...*

    —¿Qué es eso?

    *La luna brillaba en el cielo, pero la luz daba un aspecto más lúgubre al bosque. Rodeados por neblina y árboles, no se veía gran cosa.*

    —¿Qué cosa?
    —¡Ahí! ¡Míralo!

    *Miré a donde ella señalaba, y lo vi. Acercándose en la neblina, con paso lento, pero directo hacia nosotros, se acercaba alguien. Pensé que era un hombre, y temí que fuera algún delincuente que quisiera aprovecharse de que estábamos varados. Pero al acercarse más, descubrí que aquella persona tenía una cabeza de cerdo. Pero no parecía una máscara... Parecía algo... Real.*

    —¿QUÉ ES ESO?

    *Forzaba la llave del auto para encenderlo, pero el motor no reaccionaba.*

    —¡No sé! ¡El auto no enciende!
    —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA!
    —¡Arránca, vamos!

    *Golpeé el volante con el puño mientras seguía forzando la llave, pero el motor sólo gruñía. No encendía.*

    —¡Muévete maldición!

    *Mi amor chillaba, asustada, y aquella cosa con cabeza de cerdo seguía acercándose...*
    —¿QUÉ ES ESO? —¡No sé! ¡El auto no enciende! —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA! *Salí de viaje con mi prometida. Queríamos visitar el campo, escapar de la ciudad, de la rutina. Por eso planeamos escapar. Simplemente avisamos a sus padres que saldríamos a la carretera y ver a dónde nos llevaba el viento. El punto era ir en busca de la aventura y encontrar un buen lugar donde relajarnos y compartir nuestro amor. Claro que sus padres se preocuparon. Querían saber a dónde íbamos a ir exactamente, pero ni siquiera nosotros lo sabíamos. Aunque para tranquilizar a mis suegros sólo les dije que saldríamos a la carretera hacia el sur, al campo. Ellos me dijeron que tuviera cuidado, porque era octubre, y se contaban historias sobre una especie de rituales que se llevaban a cabo en esos rumbos. Como buen hijo del nuevo siglo y de la ciudad, pensaba que esas cosas sólo eran causadas por los prejuicios y la ignorancia de la gente de los pueblos, aunque prometí a mis suegros que conduciría con cuidado. Así nos fuimos a la carretera mi amada y yo. Le propuse que conduciría todo el día, y que nos quedaríamos ahí donde la noche nos sorprendiera, y ella aceptó. Eso agregaba mayor emoción al viaje, porque no sabíamos dónde íbamos a parar. Pasamos junto al campo trabajado y sembradíos, junto a varios pueblos pero seguimos mientras el sol seguía su curso. Calculé que habíamos avanzado bastante lejos de la ciudad. Pero cuando el sol comenzó a ocultarse percibí una especie de neblina que poco a poco nos iba envolviendo, como si se tragara al sol. Y así nos sorprendió la noche mientras, al parecer, dejábamos los campos atrás y comenzaba el bosque. Los árboles facilitaban la neblina, y comencé a sentir la urgencia de llegar a algún lugar poblado. Me sentía inquieto mientras avanzábamos. Sentí que algo nos observaba. No lo vi, pero lo sentí. Como si el bosque respirara. Incluso pensé en volver al último pueblo que habíamos pasado, pero de pronto el auto se apagó. Quizás por instinto... O no sé qué cosa, tal vez una especie de sexto sentido o una intuición me decía que no debía bajar del auto, aunque lo lógico era revisar el motor y encontrar alguna falla mecánica que hubiera provocado que el auto se apagara. Pero entonces mi amada comenzó a gritar...* —¿Qué es eso? *La luna brillaba en el cielo, pero la luz daba un aspecto más lúgubre al bosque. Rodeados por neblina y árboles, no se veía gran cosa.* —¿Qué cosa? —¡Ahí! ¡Míralo! *Miré a donde ella señalaba, y lo vi. Acercándose en la neblina, con paso lento, pero directo hacia nosotros, se acercaba alguien. Pensé que era un hombre, y temí que fuera algún delincuente que quisiera aprovecharse de que estábamos varados. Pero al acercarse más, descubrí que aquella persona tenía una cabeza de cerdo. Pero no parecía una máscara... Parecía algo... Real.* —¿QUÉ ES ESO? *Forzaba la llave del auto para encenderlo, pero el motor no reaccionaba.* —¡No sé! ¡El auto no enciende! —¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS YA! —¡Arránca, vamos! *Golpeé el volante con el puño mientras seguía forzando la llave, pero el motor sólo gruñía. No encendía.* —¡Muévete maldición! *Mi amor chillaba, asustada, y aquella cosa con cabeza de cerdo seguía acercándose...*
    Tipo
    Individual
    Líneas
    2
    Estado
    Disponible
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  • Si , vienes a decir que deje esta ira y sed de vengaza con aquellos taidores olvidaro .....

    -su vos fria y seria ya no era dulce vos amable y gentil.-

    Asi que vete de aqui ....
    Si , vienes a decir que deje esta ira y sed de vengaza con aquellos taidores olvidaro ..... -su vos fria y seria ya no era dulce vos amable y gentil.- Asi que vete de aqui ....
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  • Un mujeriego... un dios olímpico con esposas... un infiel.
    Por algo evité a la gente todos estos años.
    ¿Ahora puedes culparme?

    Si crees que miento, que engaño...
    mi amor es falso...
    entonces, por favor, vete.
    No mereces mi amor.
    Un mujeriego... un dios olímpico con esposas... un infiel. Por algo evité a la gente todos estos años. ¿Ahora puedes culparme? Si crees que miento, que engaño... mi amor es falso... entonces, por favor, vete. No mereces mi amor.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
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    ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡𝐒𝐂𝐎𝐓𝐓 𝐌𝐂𝐂𝐀𝐋𝐋!
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Raza: Hombre lobo
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Fandom: Teen wolf
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Asistente veterinario


    ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
    Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

    ¿Quieres mejorar tu escritura o narración?
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor


    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

    #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[THCTRUEALPH4]! ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ🧬 Raza: Hombre lobo ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ👾 Fandom: Teen wolf ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ💼 Asistente veterinario 👋 ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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