—Las deudas y las facturas pueden esperar, ¡Me he comprado un caballo!
El caballo relinchó, y ella acarició el hocico del animal con una ternura muy inusual en ella.
—Me miró. En el corral, entre todos los demás. ¡Este ser entiende el Caos, y además le caigo muy bien, estoy segurísima de eso!
Kazuha cree que el caballo la eligió porque reconoció su magia y poder, y claro que eso halaga su ego monumental. Claro que tampoco pensó en los costos de mantenimiento, ni en el veterinario, ni en el esfuerzo de criar un caballo. ¿Pero por qué se preocuparía por detalles aburridos cuando el universo le envía un alma que parece comprender la suya?
El caballo relinchó, y ella acarició el hocico del animal con una ternura muy inusual en ella.
—Me miró. En el corral, entre todos los demás. ¡Este ser entiende el Caos, y además le caigo muy bien, estoy segurísima de eso!
Kazuha cree que el caballo la eligió porque reconoció su magia y poder, y claro que eso halaga su ego monumental. Claro que tampoco pensó en los costos de mantenimiento, ni en el veterinario, ni en el esfuerzo de criar un caballo. ¿Pero por qué se preocuparía por detalles aburridos cuando el universo le envía un alma que parece comprender la suya?
—Las deudas y las facturas pueden esperar, ¡Me he comprado un caballo!
El caballo relinchó, y ella acarició el hocico del animal con una ternura muy inusual en ella.
—Me miró. En el corral, entre todos los demás. ¡Este ser entiende el Caos, y además le caigo muy bien, estoy segurísima de eso!
Kazuha cree que el caballo la eligió porque reconoció su magia y poder, y claro que eso halaga su ego monumental. Claro que tampoco pensó en los costos de mantenimiento, ni en el veterinario, ni en el esfuerzo de criar un caballo. ¿Pero por qué se preocuparía por detalles aburridos cuando el universo le envía un alma que parece comprender la suya?


