• — Jamás perdonaría que... me hagan daño a propósito y a consciencia, que me utilicen, que intenten hacerle daño a los míos, que no se disculpen honestamente conmigo... Sí, soy un poquito rencoroso.

    — No puedo dejar de reír cuando... la gente que amo la pasa bien y es feliz gracias a mí.

    — La última tienda que visité fue... una de adornos navideños para decorar el bar.

    — Lo que más odio de mí mismo es... mi emocionalidad y mi lado femenino.

    — Me atraen las personas que... son seguras de sí mismas y no teman a ser auténticos.

    — Soy fan de... los panecillos de 🔥 Khan 🔥 y las infusiones de James Benjamin Blackwood.

    — Mi mayor miedo es... el abandono.

    — Lo más estúpido que he hecho fue... provocar la ira de un dragón y sobrevivir a ello.

    — Si pudiera pedir un deseo sin culpa sería... que el invierno fuera eterno.

    #Quiz #ElBrujoCojo
    — Jamás perdonaría que... me hagan daño a propósito y a consciencia, que me utilicen, que intenten hacerle daño a los míos, que no se disculpen honestamente conmigo... Sí, soy un poquito rencoroso. — No puedo dejar de reír cuando... la gente que amo la pasa bien y es feliz gracias a mí. — La última tienda que visité fue... una de adornos navideños para decorar el bar. — Lo que más odio de mí mismo es... mi emocionalidad y mi lado femenino. — Me atraen las personas que... son seguras de sí mismas y no teman a ser auténticos. — Soy fan de... los panecillos de [TheBalrog] y las infusiones de [Wendigo]. — Mi mayor miedo es... el abandono. — Lo más estúpido que he hecho fue... provocar la ira de un dragón y sobrevivir a ello. — Si pudiera pedir un deseo sin culpa sería... que el invierno fuera eterno. #Quiz #ElBrujoCojo
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  • Expediente 001: "Leñadores".
    Parte IV.

    No eran una ni dos, ni doce ni veinte, sino cientos las arañas que se escondían en un ambiente tan reducido que parecía imposible la forma en que no dejaban de aparecer.

    El equipo no tuvo tiempo de ubicar las pequeñas guaridas ocultas en la oscuridad por donde asomaban una tras otra las criaturas arácnidas. Embravecidas y coléricas, no tenían miedo de las llamas ni al hielo que parecían ser incapaces de penetrar su cuerpo, tampoco a las cuchillas que sí podían encontrar sitios débiles entre sus carnes, ni a los disparos críticos, ni a nada de a lo que se enfrentaban. Sus colmillos avanzaban sin parar pese a perder una o seis patas, ojos o abdomen, poseídas por el instinto salvaje y la desesperación de proteger su nido. Eran cientos de madres defendiendo a su prole.

    El líder del equipo, un hombre rápido y certero con las armas de fuego, hizo notar su experiencia al llamar a la retirada en cuanto vio que las criaturas aparecían sin fin. Pero incluso en su celeridad fue ya demasiado tarde, estaban rodeados y la única salida que conocían estaban bloqueada. Todo sucedió demasiado rápido. El líder fue mordido y eso fue lo que selló su final, el efecto del veneno reveló cómo fue que el pueblo acabó reducido a restos tan rápidamente, paralizando al hombre en su sitio y exponiéndolo a merced de las arañas. No tardó ni un minuto en perder hasta la última gota de sangre de su cuerpo succionada por las bestias.

    No faltó el que cayó presa del pánico, tampoco quien intentó hacerse el héroe o el que pecó de principiante. Todos los errores, por pequeños que fueran, durante esa terrible noche fueron fatales.

    Pero había un miembro del equipo que era inmune a ese y a todos los venenos. Kalhi, mientras luchaba con fiereza, se vio ampliamente superada por la cantidad de arañas que le rodeaban. Ella sí pudo abrirse paso entre las criaturas ponzoñosas hasta la salida, aunque su plan no era huir ni era el de las arañas dejarle escapar.

    Afuera, Kalhi pudo dejar libre toda la ira, toda la frustración, toda la impotencia que ya no era capaz de contener tras ver caer a cada uno de sus compañeros. Su cuerpo, cuya estatura estaba lejos de alcanzar los dos metros, creció entre crujidos hasta superar los tres metros de alto y el doble de largo, pues detrás de sí se extendía su robusta cola que, sacudiéndose de lado a lado, empujaba a las criaturas que intentaban clavar sus colmillos en su cola, perforando con dificultad las escamas tornasol. Sus cuatro brazos, dos armados con cuchillas y los otros dos con largas garras goteando veneno, repartían sin piedad cortes precisamente asestados, arañazos letales o agarres que resultaban en patas cercenadas, cabezas arrancadas de cuajo o profundas mordidas tóxicas.

    Sus siseos amenazadores se mezclaban con los chillidos arácnidos en la oscuridad de la noche, sus ojos verdes brillaban de ira, sus fauces abiertas exhibían sus largos colmillos. Sus escamas oscuras, que en su momento reflejaban la luz de la luna, ya apenas se veían a través de la marea arácnida que empezaba a cubrirle de la cola a la cabeza.

    🔥 Khan 🔥
    Expediente 001: "Leñadores". Parte IV. No eran una ni dos, ni doce ni veinte, sino cientos las arañas que se escondían en un ambiente tan reducido que parecía imposible la forma en que no dejaban de aparecer. El equipo no tuvo tiempo de ubicar las pequeñas guaridas ocultas en la oscuridad por donde asomaban una tras otra las criaturas arácnidas. Embravecidas y coléricas, no tenían miedo de las llamas ni al hielo que parecían ser incapaces de penetrar su cuerpo, tampoco a las cuchillas que sí podían encontrar sitios débiles entre sus carnes, ni a los disparos críticos, ni a nada de a lo que se enfrentaban. Sus colmillos avanzaban sin parar pese a perder una o seis patas, ojos o abdomen, poseídas por el instinto salvaje y la desesperación de proteger su nido. Eran cientos de madres defendiendo a su prole. El líder del equipo, un hombre rápido y certero con las armas de fuego, hizo notar su experiencia al llamar a la retirada en cuanto vio que las criaturas aparecían sin fin. Pero incluso en su celeridad fue ya demasiado tarde, estaban rodeados y la única salida que conocían estaban bloqueada. Todo sucedió demasiado rápido. El líder fue mordido y eso fue lo que selló su final, el efecto del veneno reveló cómo fue que el pueblo acabó reducido a restos tan rápidamente, paralizando al hombre en su sitio y exponiéndolo a merced de las arañas. No tardó ni un minuto en perder hasta la última gota de sangre de su cuerpo succionada por las bestias. No faltó el que cayó presa del pánico, tampoco quien intentó hacerse el héroe o el que pecó de principiante. Todos los errores, por pequeños que fueran, durante esa terrible noche fueron fatales. Pero había un miembro del equipo que era inmune a ese y a todos los venenos. Kalhi, mientras luchaba con fiereza, se vio ampliamente superada por la cantidad de arañas que le rodeaban. Ella sí pudo abrirse paso entre las criaturas ponzoñosas hasta la salida, aunque su plan no era huir ni era el de las arañas dejarle escapar. Afuera, Kalhi pudo dejar libre toda la ira, toda la frustración, toda la impotencia que ya no era capaz de contener tras ver caer a cada uno de sus compañeros. Su cuerpo, cuya estatura estaba lejos de alcanzar los dos metros, creció entre crujidos hasta superar los tres metros de alto y el doble de largo, pues detrás de sí se extendía su robusta cola que, sacudiéndose de lado a lado, empujaba a las criaturas que intentaban clavar sus colmillos en su cola, perforando con dificultad las escamas tornasol. Sus cuatro brazos, dos armados con cuchillas y los otros dos con largas garras goteando veneno, repartían sin piedad cortes precisamente asestados, arañazos letales o agarres que resultaban en patas cercenadas, cabezas arrancadas de cuajo o profundas mordidas tóxicas. Sus siseos amenazadores se mezclaban con los chillidos arácnidos en la oscuridad de la noche, sus ojos verdes brillaban de ira, sus fauces abiertas exhibían sus largos colmillos. Sus escamas oscuras, que en su momento reflejaban la luz de la luna, ya apenas se veían a través de la marea arácnida que empezaba a cubrirle de la cola a la cabeza. [TheBalrog]
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  • ︵‿︵‿︵‿ʚ˚̣̣̣͙ɞ・❉・ ʚ˚̣̣̣͙ɞ‿︵‿︵‿︵
    (っ◔◡◔)っ ♥ ¡Nuevo bartender! ♥
    ︵‿︵‿︵‿︵‿୨♡୧︵‿︵‿︵‿︵‿

    Damos la bienvenida oficialmente a 🔥 Khan 🔥, nuestro nuevo encargado en The Bar/INN.

    Khan tiene un carácter fuerte y dominante que hará dudar hasta al más atrevido sobre sus intenciones de buscar problemas en el bar. Pero también tiene un alma cálida y protectora para los que saben merecerla. Su bebida favorita es la cerveza negra y es gracias a él que tenemos barriles de deliciosa cerveza artesanal directamente de Los Alpes.

    #TheBar
    ︵‿︵‿︵‿ʚ˚̣̣̣͙ɞ・❉・ ʚ˚̣̣̣͙ɞ‿︵‿︵‿︵ (っ◔◡◔)っ ♥ ¡Nuevo bartender! ♥ ︵‿︵‿︵‿︵‿୨♡୧︵‿︵‿︵‿︵‿ Damos la bienvenida oficialmente a [TheBalrog], nuestro nuevo encargado en The Bar/INN. Khan tiene un carácter fuerte y dominante que hará dudar hasta al más atrevido sobre sus intenciones de buscar problemas en el bar. Pero también tiene un alma cálida y protectora para los que saben merecerla. Su bebida favorita es la cerveza negra y es gracias a él que tenemos barriles de deliciosa cerveza artesanal directamente de Los Alpes. #TheBar
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  • Esta noche avanza lentamente. La vieja camioneta traquetea un poco al recorrer las calles de piedra del austero poblado, pero su motor ronronea con una calma reconfortante, como si estuviera en sintonía con la tranquilidad de la noche. Las luces de las pocas casas encendidas proyectan sombras largas y caprichosas mientras el bosque cercano parece observarlos desde la oscuridad. Khan conduce en silencio, de vez en cuando dirigiéndole a Tolek Zientek una mirada fugaz y cálida, una sonrisa contenida en el borde de sus labios. No necesita muchas palabras para compartir lo que siente; su mera presencia lo dice todo.

    Más pronto que tarde, aparca en un rincón apartado, donde las estrellas brillan y el mundo parece tan lejano como el tiempo mismo.

    Sin más preámbulo, rodea el asiento y se sienta junto al brujo en la parte trasera. La noche es fría, pero el calor de su cuerpo les abriga.

    Miradas, un roce casual que se convierte en una caricia. Los dedos de Khan, ásperos y fuertes, exploran con ternura el rostro de Tolek, reconociendo al cachorro por quien veló tiempo atrás, aún sin las cicatrices. No permite que la tensión entre ambos crezca. Va a por sus labios para cubrirlos con un beso profundo, como si en ese acto hubiera un lenguaje propio que solo ellos comparten.

    Khan lo abraza, su mano recorriendo lentamente las suaves curvas de su espalda, acercándolo aún más en tanto se acomoda sobre él demandando el espacio entre sus piernas. Hay algo feroz y contenido en cada movimiento, una intensidad que parece arrastrar consigo ecos del fuego que encierra su pecho, de pasiones enterradas bajo capas de control y siglos de soledad.

    A pesar de su fuerza, Khan se muestra gentil, cuidando cada toque, cada caricia para con su amante.

    #SeductiveSunday #TheBalrog
    Esta noche avanza lentamente. La vieja camioneta traquetea un poco al recorrer las calles de piedra del austero poblado, pero su motor ronronea con una calma reconfortante, como si estuviera en sintonía con la tranquilidad de la noche. Las luces de las pocas casas encendidas proyectan sombras largas y caprichosas mientras el bosque cercano parece observarlos desde la oscuridad. Khan conduce en silencio, de vez en cuando dirigiéndole a [Tolek] una mirada fugaz y cálida, una sonrisa contenida en el borde de sus labios. No necesita muchas palabras para compartir lo que siente; su mera presencia lo dice todo. Más pronto que tarde, aparca en un rincón apartado, donde las estrellas brillan y el mundo parece tan lejano como el tiempo mismo. Sin más preámbulo, rodea el asiento y se sienta junto al brujo en la parte trasera. La noche es fría, pero el calor de su cuerpo les abriga. Miradas, un roce casual que se convierte en una caricia. Los dedos de Khan, ásperos y fuertes, exploran con ternura el rostro de Tolek, reconociendo al cachorro por quien veló tiempo atrás, aún sin las cicatrices. No permite que la tensión entre ambos crezca. Va a por sus labios para cubrirlos con un beso profundo, como si en ese acto hubiera un lenguaje propio que solo ellos comparten. Khan lo abraza, su mano recorriendo lentamente las suaves curvas de su espalda, acercándolo aún más en tanto se acomoda sobre él demandando el espacio entre sus piernas. Hay algo feroz y contenido en cada movimiento, una intensidad que parece arrastrar consigo ecos del fuego que encierra su pecho, de pasiones enterradas bajo capas de control y siglos de soledad. A pesar de su fuerza, Khan se muestra gentil, cuidando cada toque, cada caricia para con su amante. #SeductiveSunday #TheBalrog
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  • El tiempo es ciclíco. Los años no existen. La naturaleza siempre está en movimiento sin un principio ni un fin. El año no comienza en enero ni en primavera. Los días no empiezan al amanecer ni acaban al anochecer. Tal es la filosofía del Brujo Cojo.

    Pero la sociedad humana actual se maneja con otros tiempos. Sus años finalizan e inician un primero de enero, sus días a las cero horas, sus edades cada cumpleaños, sus jornadas a las ocho de la mañana y a las nueve de la noche (más o menos).

    El brujo ha tenido que adaptarse viviendo con un pie en cada uno de tales mundos. Incluso se ha visto festejando celebraciones que ni le corresponden y aplazando las propias en tales circunstancias. Esta mañana, sin ir más lejos, el brujo se encuentra haciendo algo que no hacía desde aquella fatídica madrugada tras ser quemado vivo: está evaluando el paso del tiempo y poniendo en perspectivas los sucesos del año recién pasado.

    [Thomas]. Su reencuentro con el dragón fue el suceso más importante de todos, marcó un antes y un después en su vida al ponerle fin a alrededor de veinte años de huidas para enfrentarle a una realidad que de real no tenía nada. Donde creyó que hallaría una muerte segura sólo encontró protección y consuelo por parte del que una vez le asesinó. Donde creyó encontrar a su mayor odiador descubrió a un muchacho atribulado por las emociones y las consecuencias de poseer demasiado poder, pero un limitado autocontrol. Se descubrió a sí mismo siendo el resultado de un daño colateral que debió haber acabado con su vida, pero siempre tuvo dificultades para morir y aquella vez tampoco fue la excepción. Se descubrió a sí mismo como títere de una criatura tremendamente más poderosa que él, más aún que su terco temperamento incluso, y aunque pudo hacer con él lo que le viniera en gana tal como cuando le quemó, muy por el contrario de entonces, Thomas sólo le ha demostrado que todo lo que tiene de corazón y poder es por y para su bienestar.

    [Adda]. Ha tenido la extraordinaria oportunidad de conocer nada menos que a la encarnación del Caos, otra vez. La primera vez no fue consciente de ello, pero la sincronía entre ambos fue innegable. La segunda vez, por otro lado, resultó ser una ardua tarea la de sentirse cómodos el uno junto al otro. Algo había cambiado, alguien. El brujo se hizo adulto y vivió lo suficiente como para madurar, mientras Adda seguía siendo la entidad prácticamente intocable que es. O era, pues ha quedado claro que hoy, a diferencia de ayer, el Caos también sufre con las consecuencias de sus actos caóticos. El brujo, por su parte, ha aprendido que perder buena parte de su perspectiva puede ser tanto una ventaja como una vulnerabilidad.

    🔥 Khan 🔥. Pocos muros ofrecieron una auténtica resistencia al Brujo Cojo, ninguno quedó en pie. El Balrog fue su primer muro intacto, esa fuerza inamovible capaz de detener su impulso irrefrenable. A día de hoy suelen seguir pujando por ganar más territorio de uno o del otro, pero han aprendido que más vale resolver los conflictos de forma diplomatica en una cama. ¿Es así como demuestra ceder? Quizás. Pero no le importa. Khan le demuestra un cariño innegable cada vez que se enredan con las sábanas, uno que el brujo nota también al recibir los bollos que le prepara, al oír las preguntas que le hace, al aceptar las soluciones que le propone, al tener la calidez de su compañía o sólo escuchar el timbre de su voz. Le hace sentir seguro, algo que el brujo valora por encima de todas las cosas.

    Estas personas son su familia, una que le fue negada por el destino desde que apenas aprendió a caminar.

    Nada de lo que tiene el día de hoy se lo han regalado, al contrario, ha tenido que luchar por todas y cada una de estas tres personas tan importantes en su vida. Y lo haría una vez más si tuviera que hacerlo. Defendería, comprendería y apoyaría a Thomas tal y como lo hizo en un comienzo, cuando nadie daba un céntimo por el lento dragón. Lucharía una y mil veces contra lo que fuera que quisiera atentar contra la vida del último Balrog, aun si así fuera contra él mismo. Confiaría en el Caos, pese a todo, y apostaría por ella sin miedo a la inminente derrota, una y otra vez.

    Y haría de ellos su refugio durante esos días en que pareciera que el destino se ensaña con él, pues, además de todo, ha aprendido no sólo que él se equivoca, también que es mortal, que parte de sí no le pertenece sino a los suyos y es así, precisamente, como se construye las amistades: con ladrillos propios y ladrillos ajenos.
    El tiempo es ciclíco. Los años no existen. La naturaleza siempre está en movimiento sin un principio ni un fin. El año no comienza en enero ni en primavera. Los días no empiezan al amanecer ni acaban al anochecer. Tal es la filosofía del Brujo Cojo. Pero la sociedad humana actual se maneja con otros tiempos. Sus años finalizan e inician un primero de enero, sus días a las cero horas, sus edades cada cumpleaños, sus jornadas a las ocho de la mañana y a las nueve de la noche (más o menos). El brujo ha tenido que adaptarse viviendo con un pie en cada uno de tales mundos. Incluso se ha visto festejando celebraciones que ni le corresponden y aplazando las propias en tales circunstancias. Esta mañana, sin ir más lejos, el brujo se encuentra haciendo algo que no hacía desde aquella fatídica madrugada tras ser quemado vivo: está evaluando el paso del tiempo y poniendo en perspectivas los sucesos del año recién pasado. [Thomas]. Su reencuentro con el dragón fue el suceso más importante de todos, marcó un antes y un después en su vida al ponerle fin a alrededor de veinte años de huidas para enfrentarle a una realidad que de real no tenía nada. Donde creyó que hallaría una muerte segura sólo encontró protección y consuelo por parte del que una vez le asesinó. Donde creyó encontrar a su mayor odiador descubrió a un muchacho atribulado por las emociones y las consecuencias de poseer demasiado poder, pero un limitado autocontrol. Se descubrió a sí mismo siendo el resultado de un daño colateral que debió haber acabado con su vida, pero siempre tuvo dificultades para morir y aquella vez tampoco fue la excepción. Se descubrió a sí mismo como títere de una criatura tremendamente más poderosa que él, más aún que su terco temperamento incluso, y aunque pudo hacer con él lo que le viniera en gana tal como cuando le quemó, muy por el contrario de entonces, Thomas sólo le ha demostrado que todo lo que tiene de corazón y poder es por y para su bienestar. [Adda]. Ha tenido la extraordinaria oportunidad de conocer nada menos que a la encarnación del Caos, otra vez. La primera vez no fue consciente de ello, pero la sincronía entre ambos fue innegable. La segunda vez, por otro lado, resultó ser una ardua tarea la de sentirse cómodos el uno junto al otro. Algo había cambiado, alguien. El brujo se hizo adulto y vivió lo suficiente como para madurar, mientras Adda seguía siendo la entidad prácticamente intocable que es. O era, pues ha quedado claro que hoy, a diferencia de ayer, el Caos también sufre con las consecuencias de sus actos caóticos. El brujo, por su parte, ha aprendido que perder buena parte de su perspectiva puede ser tanto una ventaja como una vulnerabilidad. [TheBalrog]. Pocos muros ofrecieron una auténtica resistencia al Brujo Cojo, ninguno quedó en pie. El Balrog fue su primer muro intacto, esa fuerza inamovible capaz de detener su impulso irrefrenable. A día de hoy suelen seguir pujando por ganar más territorio de uno o del otro, pero han aprendido que más vale resolver los conflictos de forma diplomatica en una cama. ¿Es así como demuestra ceder? Quizás. Pero no le importa. Khan le demuestra un cariño innegable cada vez que se enredan con las sábanas, uno que el brujo nota también al recibir los bollos que le prepara, al oír las preguntas que le hace, al aceptar las soluciones que le propone, al tener la calidez de su compañía o sólo escuchar el timbre de su voz. Le hace sentir seguro, algo que el brujo valora por encima de todas las cosas. Estas personas son su familia, una que le fue negada por el destino desde que apenas aprendió a caminar. Nada de lo que tiene el día de hoy se lo han regalado, al contrario, ha tenido que luchar por todas y cada una de estas tres personas tan importantes en su vida. Y lo haría una vez más si tuviera que hacerlo. Defendería, comprendería y apoyaría a Thomas tal y como lo hizo en un comienzo, cuando nadie daba un céntimo por el lento dragón. Lucharía una y mil veces contra lo que fuera que quisiera atentar contra la vida del último Balrog, aun si así fuera contra él mismo. Confiaría en el Caos, pese a todo, y apostaría por ella sin miedo a la inminente derrota, una y otra vez. Y haría de ellos su refugio durante esos días en que pareciera que el destino se ensaña con él, pues, además de todo, ha aprendido no sólo que él se equivoca, también que es mortal, que parte de sí no le pertenece sino a los suyos y es así, precisamente, como se construye las amistades: con ladrillos propios y ladrillos ajenos.
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  • ┊ ✧ : Dᴇʟ Lɪʙʀᴏ ᴅᴇ Gᴜᴋ﹣Kʜᴀɴ﹐ Ꭲꭺꮇᏼꮻꭱꭼꮪ ꭹ Ꮲꭼꮪꭺꭰꮖꮮꮮꭺꮪ : ✧ ┊

    ¡Barrum! ¡Barrum! Retumban los tambores. Tambores de guerra.

    Las tropas avanzan. Hordas de orcos a la delantera. Hombres del sur, con arcos y flechas, más atrás.

    ¡Barrum! ¡Barrum!

    En la retaguardia, van los Balrogs, unos pocos de ellos bastan para levantar una espesa cortina de humo negro con la que ocultan las fuerzas del señor oscuro de sus enemigos.

    ¡Barrum! ¡Barrum!

    Uno solo basta para espantar a los wargos que los escoltan, junto a sus fieros jinetes. Muchos encuentran su final anticipado bajo las garras de las bestias de fuego, entre las fauces de los Balrogs, como si fueran incapaces de distinguir aliados de enemigos, como si el amo que gobierna su voluntad no existiera, como si la muerte y la destrucción por si mismas fueran el único propósito de su existencia.

    ¡Barrum! ¡Barrum!

    ¡BARRUM!

    Khan despierta agitado e inquieto por los recuerdos que le atormentan. La guerra, uno de los muchos horrores que le tocó vivir. Exhala densas nubes de humo negro y su cuerpo quema al tacto. No tarda en dejar la cama y a su amante, antes de ahogarle o calcinarle, para ir hasta la azotea donde, contemplando el estéril paisaje de la ciudad, puede darse un momento para recuperar su centro no sin antes maldecir al pequeño alienígena del tamborcito y su enajenado defensor.

    #TheBalrog
    ┊ ✧ : Dᴇʟ Lɪʙʀᴏ ᴅᴇ Gᴜᴋ﹣Kʜᴀɴ﹐ Ꭲꭺꮇᏼꮻꭱꭼꮪ ꭹ Ꮲꭼꮪꭺꭰꮖꮮꮮꭺꮪ : ✧ ┊ ¡Barrum! ¡Barrum! Retumban los tambores. Tambores de guerra. Las tropas avanzan. Hordas de orcos a la delantera. Hombres del sur, con arcos y flechas, más atrás. ¡Barrum! ¡Barrum! En la retaguardia, van los Balrogs, unos pocos de ellos bastan para levantar una espesa cortina de humo negro con la que ocultan las fuerzas del señor oscuro de sus enemigos. ¡Barrum! ¡Barrum! Uno solo basta para espantar a los wargos que los escoltan, junto a sus fieros jinetes. Muchos encuentran su final anticipado bajo las garras de las bestias de fuego, entre las fauces de los Balrogs, como si fueran incapaces de distinguir aliados de enemigos, como si el amo que gobierna su voluntad no existiera, como si la muerte y la destrucción por si mismas fueran el único propósito de su existencia. ¡Barrum! ¡Barrum! ¡BARRUM! Khan despierta agitado e inquieto por los recuerdos que le atormentan. La guerra, uno de los muchos horrores que le tocó vivir. Exhala densas nubes de humo negro y su cuerpo quema al tacto. No tarda en dejar la cama y a su amante, antes de ahogarle o calcinarle, para ir hasta la azotea donde, contemplando el estéril paisaje de la ciudad, puede darse un momento para recuperar su centro no sin antes maldecir al pequeño alienígena del tamborcito y su enajenado defensor. #TheBalrog
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  • — No. No se trata de Adda, sino de su hermano.

    Avanza, pues, en dirección hacia donde se encuentra el preservador. Lleva consigo los sándwiches que le ha dado 🔥 Khan 🔥 mientras recorre la estancia con la mirada, en busca de algún sitio donde poder sentarse.

    — Verás, me ha visitado el hermano de Adda, Presagio —comienza a relatar—. Y, básicamente, me ha dicho que tengo que hablar contigo si quiero evitar que algo muy malo suceda en navidad. Me ha dicho que te entregue "mi autorización". Así, sin más. ¿Sabes a qué se refiere?

    #ElBrujoCojo
    — No. No se trata de Adda, sino de su hermano. Avanza, pues, en dirección hacia donde se encuentra el preservador. Lleva consigo los sándwiches que le ha dado [TheBalrog] mientras recorre la estancia con la mirada, en busca de algún sitio donde poder sentarse. — Verás, me ha visitado el hermano de Adda, Presagio —comienza a relatar—. Y, básicamente, me ha dicho que tengo que hablar contigo si quiero evitar que algo muy malo suceda en navidad. Me ha dicho que te entregue "mi autorización". Así, sin más. ¿Sabes a qué se refiere? #ElBrujoCojo
    Té de mariposa y sándwiches, una gata vieja y peluda, la televisión mostrando un video de pajaritos para gatos, el agradable calorcito que siempre hay en la panadería. Así recibió al brujo de las cicatrices que pidió hablar con él.

    — ¿Tolek? ¿Quieres hablar conmigo? —Nervioso—. Esto es raro... y no se trata de Adda... ¿No es así?

    Tolek Zientek
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  • Le han pedido que falte al trabajo, que descanse, que no salga de casa. No acostumbra obedecer tal clase de peticiones, mucho menos órdenes. Pero ha hecho una excepción esta vez. Quien le pidió que lo hiciera ha sido 🔥 Khan 🔥, alguien que sabe lo que dice y por qué lo dice.

    Aprovecha de adelantar trabajo de la academia y de terminar de armar el puzzle que tiene pendiente.

    #ElBrujoCojo
    Le han pedido que falte al trabajo, que descanse, que no salga de casa. No acostumbra obedecer tal clase de peticiones, mucho menos órdenes. Pero ha hecho una excepción esta vez. Quien le pidió que lo hiciera ha sido [TheBalrog], alguien que sabe lo que dice y por qué lo dice. Aprovecha de adelantar trabajo de la academia y de terminar de armar el puzzle que tiene pendiente. #ElBrujoCojo
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  • No debería haber un otro Khan en el sueño y eso desconcierta a Añil incluso estando dormido porque no sabe a quien creerle ni cual será el Khan verdadero, se le ve lleno de dudas y confusión que le impiden darse cuenta de que la marea recogida ya viene de regreso en forma de una ola de tsunami imposiblemente grande, de aguas verdosas y de aspecto empantanado que se acerca sobrenaturalmente rápido a la playa.

    Se sacude bruscamente como quien sueña que cae por un precipicio y alza la cabeza alto por encima de los dos visitantes en la biblioteca, es víctima de un despertar repentino y accidentado que le obliga a reaccionar sacudiendo la gruesa cola contra el escritorio que manda a volar contra las estanterías.

    Pronto se detiene como congelado en su sitio para terminar de despertar o al menos intentarlo, echando un vistazo alrededor aunque no tiene ojos, presintiendo, desorientado. Se encuentra en la biblioteca que es su hogar, enlista a todos los gatos mentalmente para asegurarse de que no desapareció ninguno, y repara en la presencia de Khan y de Adda.

    — ¿Qué hacen aquí? ¿Qué pasó que les hizo venir a buscar refugio en un lugar como este?

    Su voz resuena como con eco alrededor al vibrar casi en la misma frecuencia que la burbuja dimensional donde se encuentra la biblioteca, dándole un bonito tono armónico que parece fuera de lugar dada su inquietud.

    🔥 Khan 🔥 [Adda]
    No debería haber un otro Khan en el sueño y eso desconcierta a Añil incluso estando dormido porque no sabe a quien creerle ni cual será el Khan verdadero, se le ve lleno de dudas y confusión que le impiden darse cuenta de que la marea recogida ya viene de regreso en forma de una ola de tsunami imposiblemente grande, de aguas verdosas y de aspecto empantanado que se acerca sobrenaturalmente rápido a la playa. Se sacude bruscamente como quien sueña que cae por un precipicio y alza la cabeza alto por encima de los dos visitantes en la biblioteca, es víctima de un despertar repentino y accidentado que le obliga a reaccionar sacudiendo la gruesa cola contra el escritorio que manda a volar contra las estanterías. Pronto se detiene como congelado en su sitio para terminar de despertar o al menos intentarlo, echando un vistazo alrededor aunque no tiene ojos, presintiendo, desorientado. Se encuentra en la biblioteca que es su hogar, enlista a todos los gatos mentalmente para asegurarse de que no desapareció ninguno, y repara en la presencia de Khan y de Adda. — ¿Qué hacen aquí? ¿Qué pasó que les hizo venir a buscar refugio en un lugar como este? Su voz resuena como con eco alrededor al vibrar casi en la misma frecuencia que la burbuja dimensional donde se encuentra la biblioteca, dándole un bonito tono armónico que parece fuera de lugar dada su inquietud. [TheBalrog] [Adda]
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  • Las escamas que Khan toca se estremecen y erizan como si le pusiera la piel de gallina, es que la calidez del balrog siempre le causó ese efecto. Los gatos se van tranquilizando poco a poco y lentamente al ver que el hombre rodeado de humo y de sombra amenazante parece no tener nada en contra del bibliotecario o sus libros, pero no terminan de acomodarse a la presencia de extraños y se quedan vigilando con cara de reproche desde lejitos.

    La cabeza de Añil está oculta bajo las largas aletas puntiagudas en que terminan sus brazos de mantis, casi en el centro del espiral serpentino en que se convirtió. Y en cuanto Khan lo tocó en su mente inició un sueño donde están ambos frente a una playa, el balrog de espalda al mar y a Añil, aunque este último se encuentra de medio lado y alterna la mirada entre Khan y las muy suaves olas de agua cristalina, clara y sin espuma. De repente la marea empieza a retroceder y deja la costa seca, pero a Khan no parece preocuparle sin importar cuánto le insista Añil para advertirle.

    🔥 Khan 🔥 [Adda]
    Las escamas que Khan toca se estremecen y erizan como si le pusiera la piel de gallina, es que la calidez del balrog siempre le causó ese efecto. Los gatos se van tranquilizando poco a poco y lentamente al ver que el hombre rodeado de humo y de sombra amenazante parece no tener nada en contra del bibliotecario o sus libros, pero no terminan de acomodarse a la presencia de extraños y se quedan vigilando con cara de reproche desde lejitos. La cabeza de Añil está oculta bajo las largas aletas puntiagudas en que terminan sus brazos de mantis, casi en el centro del espiral serpentino en que se convirtió. Y en cuanto Khan lo tocó en su mente inició un sueño donde están ambos frente a una playa, el balrog de espalda al mar y a Añil, aunque este último se encuentra de medio lado y alterna la mirada entre Khan y las muy suaves olas de agua cristalina, clara y sin espuma. De repente la marea empieza a retroceder y deja la costa seca, pero a Khan no parece preocuparle sin importar cuánto le insista Añil para advertirle. [TheBalrog] [Adda]
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