— La vida no es justa, ¿verdad?
Elam suspiró, no de cansancio o hastío sino de nostalgia, mientras que su mirada permanecía fija en el horizonte. Recorrer tantas ciudades y pueblos en los últimos meses le había permitido tener una "visión" más amplia de su mundo. Más personas, más historias, más aventuras.
— Mientras que a algunos el karma todavía no los alcanza, algunos están pagando los pecados de sus vidas anteriores. —De nuevo hubo un suspiro nostálgico, de esos que pocas veces salían de alguien risueño como él. — ¿Y yo? Quizá soy la excepción, quizá mi karma es esta maldición y el haber perdido un ojo. O quizá lo sea no poder comerme a esa maldita foca traidora de Fiadh.(?)
Elam suspiró, no de cansancio o hastío sino de nostalgia, mientras que su mirada permanecía fija en el horizonte. Recorrer tantas ciudades y pueblos en los últimos meses le había permitido tener una "visión" más amplia de su mundo. Más personas, más historias, más aventuras.
— Mientras que a algunos el karma todavía no los alcanza, algunos están pagando los pecados de sus vidas anteriores. —De nuevo hubo un suspiro nostálgico, de esos que pocas veces salían de alguien risueño como él. — ¿Y yo? Quizá soy la excepción, quizá mi karma es esta maldición y el haber perdido un ojo. O quizá lo sea no poder comerme a esa maldita foca traidora de Fiadh.(?)
— La vida no es justa, ¿verdad?
Elam suspiró, no de cansancio o hastío sino de nostalgia, mientras que su mirada permanecía fija en el horizonte. Recorrer tantas ciudades y pueblos en los últimos meses le había permitido tener una "visión" más amplia de su mundo. Más personas, más historias, más aventuras.
— Mientras que a algunos el karma todavía no los alcanza, algunos están pagando los pecados de sus vidas anteriores. —De nuevo hubo un suspiro nostálgico, de esos que pocas veces salían de alguien risueño como él. — ¿Y yo? Quizá soy la excepción, quizá mi karma es esta maldición y el haber perdido un ojo. O quizá lo sea no poder comerme a esa maldita foca traidora de Fiadh.(?)

