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    Dormir para olvidar y soñar para entender. El eterno duelo entre el sueño y los sueños
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    BATALLA ÉPICA: THE RETURN OF ISHTAR
    Rex Ishtar vs Ignia Ishtar

    Cuando el linaje Ishtar vuelve a reclamar su lugar en el destino, dos voluntades absolutas chocan. No es una lucha por odio… es una batalla por la verdad del poder, el legado y la supremacía del espíritu.

    Rex Ishtar — El Heredero del Acero Celestial
    Título: El Filo del Juicio
    Afinidad: Hielo astral y energía arcana
    Rol: Estratega, duelista supremo

    Habilidades:
    - Espada del Vacío Azul: canaliza energía gélida capaz de congelar el tiempo por instantes.

    - Voluntad del Patriarca: su aura aumenta fuerza, defensa y precisión conforme la batalla se alarga.

    - Ojo del Ishtar Antiguo: analiza y predice los movimientos del enemigo.

    - Última Postura – Juicio Silente: un corte definitivo que separa cuerpo, alma y voluntad.

    Ignia Ishtar — El Fuego del Renacimiento
    Título: El Corazón Ardiente del Clan
    Afinidad: Fuego demoníaco y sangre ancestral
    Rol: Guerrero ofensivo, destructor imparable

    Habilidades:
    - Llamas Carmesí del Linaje: fuego vivo que consume energía, carne y espíritu.

    - Marca del Renacido: mientras su sangre arde, Ignia no puede caer.

    - Puños del Cataclismo: cada golpe provoca ondas de choque ígneas.

    - Despertar Infernal: su poder se multiplica al borde de la derrota.

    Lugar del Choque
    *El Santuario Quebrado de Ishtar*
    Un antiguo templo flotante entre planos, rodeado de ruinas suspendidas, relámpagos azules y grietas por donde se filtra el fuego del inframundo. El suelo reacciona al poder de ambos, quebrándose con cada impacto.

    La Batalla:
    El primer choque sacude los cielos: hielo contra fuego, silencio contra furia.
    Rex domina el ritmo, congela el espacio y castiga con precisión quirúrgica.
    Ignia responde con brutalidad, quemando el aire, rompiendo defensas a pura voluntad.

    Cada segundo eleva el poder del linaje Ishtar.
    El templo comienza a colapsar.
    El clan observa desde el destino.

    El Clan Ishtar no necesita elegir un solo rey.
    Mientras Rex y Ignia existan, el linaje jamás caerá.

    El regreso de Ishtar ha comenzado… y esta batalla fue solo el inicio.
    ⚔️ BATALLA ÉPICA: THE RETURN OF ISHTAR ⚔️ Rex Ishtar vs Ignia Ishtar Cuando el linaje Ishtar vuelve a reclamar su lugar en el destino, dos voluntades absolutas chocan. No es una lucha por odio… es una batalla por la verdad del poder, el legado y la supremacía del espíritu. 🔷 Rex Ishtar — El Heredero del Acero Celestial Título: El Filo del Juicio Afinidad: Hielo astral y energía arcana Rol: Estratega, duelista supremo 🧬 Habilidades: - Espada del Vacío Azul: canaliza energía gélida capaz de congelar el tiempo por instantes. - Voluntad del Patriarca: su aura aumenta fuerza, defensa y precisión conforme la batalla se alarga. - Ojo del Ishtar Antiguo: analiza y predice los movimientos del enemigo. - Última Postura – Juicio Silente: un corte definitivo que separa cuerpo, alma y voluntad. 🔥 Ignia Ishtar — El Fuego del Renacimiento Título: El Corazón Ardiente del Clan Afinidad: Fuego demoníaco y sangre ancestral Rol: Guerrero ofensivo, destructor imparable 🧬 Habilidades: - Llamas Carmesí del Linaje: fuego vivo que consume energía, carne y espíritu. - Marca del Renacido: mientras su sangre arde, Ignia no puede caer. - Puños del Cataclismo: cada golpe provoca ondas de choque ígneas. - Despertar Infernal: su poder se multiplica al borde de la derrota. 🌌 Lugar del Choque *El Santuario Quebrado de Ishtar* Un antiguo templo flotante entre planos, rodeado de ruinas suspendidas, relámpagos azules y grietas por donde se filtra el fuego del inframundo. El suelo reacciona al poder de ambos, quebrándose con cada impacto. ⚔️ La Batalla: El primer choque sacude los cielos: hielo contra fuego, silencio contra furia. Rex domina el ritmo, congela el espacio y castiga con precisión quirúrgica. Ignia responde con brutalidad, quemando el aire, rompiendo defensas a pura voluntad. Cada segundo eleva el poder del linaje Ishtar. El templo comienza a colapsar. El clan observa desde el destino. El Clan Ishtar no necesita elegir un solo rey. Mientras Rex y Ignia existan, el linaje jamás caerá. 🔥 El regreso de Ishtar ha comenzado… y esta batalla fue solo el inicio. 🔥
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  • ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 》ᴿᵒˡ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒ
    ​Irina tosió, el aire rancio del pasado raspándole la garganta, mientras se arrodillaba sobre la tierra seca y agrietada. La aparición había sido violenta - como siempre-
    Un estallido de luz fría en medio del día, seguido por el silencio ensordecedor de la nada.

    ​Se llevó la muñeca al rostro, el guante de cuero negro absorbiendo el hilo de sangre caliente que resbalaba de su nariz...Mareo, náuseas, visión borrosa el precio por viajar a través del espacio-tiempo. Pero esta vez la sensación era más profunda, un frío pegajoso que no provenía de la fatiga, sino de la misión. Sus clientes ya no pedían la mera recuperación de artefactos, ahora la exigencia era más siniestra, más… final.

    ​Levantó la cabeza. El sol se cernía como un ojo amarillo y enfermizo sobre un paisaje monocromático de tonos ocres y pardos. A cien metros de distancia, la granja o un intento de ella, era un esqueleto de madera una choza tambaleante, un granero inclinado y un molino de viento estático que parecía un crucifijo roto.

    ​Entonces los notó.
    ​Una bandada inmensa de cuervos se levantó del tejado desvencijado de la choza. No volaron hacia el cielo. En su lugar, comenzaron a describir círculos lentos y metódicos justo sobre la cabeza de Irina.
    Eran más de veinte, plumas negras como obsidiana, y sus graznidos no eran los sonidos casuales de las aves. Eran gritos roncos profundos que resonaban en el pecho de Irina, un coro de advertencia primitiva.

    ​Se detuvo en medio de la explanada, sin fuerzas ni convicción para dar el siguiente paso. La angustia le oprimía el pecho como una prensa de hierro fundido. Sabía que los cuervos no la estaban ahuyentando a ella estaban avisándole a él...​El viejo granjero, el objetivo.

    ​Mientras observaba a los cuervos girar, sintiendo sus ojos avizores sobre su nuca. ​Uno descendió y se posó en el hombro de Irina, sus pequeñas garras penetrando el tejido de su chaqueta de viaje. El pájaro no picoteó; simplemente la miró fijamente con un ojo brillante y maligno.

    ​En ese instante, la puerta de la choza se abrió lentamente, con el gemido de unas bisagras oxidadas. Un hombre de silueta curvada y piel curtida por el sol se asomó, sosteniendo una escopeta de doble cañón. No había sorpresa en sus ojos viejos, solo una paciencia infinita.

    ​──Sabía que venías —dijo el granjero. Su voz era un susurro seco, apenas audible por encima del graznido de la bandada—. Mis guardianes te trajeron el mensaje.
    ​Irina sintió cómo el corazón se le encogía, los clientes siempre le habían dicho que el objetivo no sabría que venía. Que sería un golpe limpio. El granjero, su víctima, no solo lo sabía, sino que la estaba esperando.
    ​El cuervo en su hombro levantó el pico y soltó un último y estridente graznido, como si estuviera dando la señal de ataque justo cuando el granjero levantaba lentamente la escopeta.
    Irina no se movió la repentina y punzante claridad chocaba contra su cara... había fallado antes de empezar. La misión estaba contaminada. El objetivo no era un peón ignorante, sino alguien que estaba, de alguna manera, conectado al flujo temporal, quizás incluso protegido por él.

    ​La vida de Irina dependía de ser eficiente, invisible y letal. En este momento, era visible, acorralada y completamente sin intención de cumplir la orden.
    ​El granjero dio un paso fuera de la choza. A pesar de su postura encorvada, su movimiento era deliberado.

    ​Irina sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el viento frío de ese desolado páramo. Sus clientes le habían mentido. Omitieron que este hombre era consciente de su destino y de los intentos por alterarlo. Matarlo ahora sería un acto sucio, un asesinato innecesario de un hombre que ya estaba viviendo bajo una condena.
    ​La mujer tomó una decisión en una fracción de segundo, una que equivaldría a su propia sentencia de muerte si sus empleadores la descubrían

    ​──No vengo a hacerte daño —logró decir Irina, su voz era ronca por la sequedad y la tensión.
    ​Una risa seca y breve salió de la garganta del granjero.

    ​──Ya lo sé. Pero la intención no limpia la sangre, viajera. Y tú ya tienes suficiente en la nariz.

    ​Ignorando el cañón del arma que la apuntaba, Irina Intentó correr, dar la espalda al granjero, pero la desorientación fue inmediata. Dio un paso hacia adelante y se encontró girando, tropezando con una roca inexistente en la tierra. Cayó de rodillas, el impacto enviando un chispazo de dolor por sus rótulas. Los cuervos, que habían estado sobre ellos, se elevaron en el aire graznando con más intensidad, como un coro de despedida infernal.
    ​Irina se levantó tambaleante, la cabeza latiéndole al ritmo de una máquina averiada.

    ​Escuchó el sonido distante del granjero gritando algo, quizás una advertencia, pero ella ya estaba muy lejos, la voz del hombre se deshacía en la distancia

    ​Corrió ciegamente hacia ninguna parte, apenas consciente de que sus pies golpeaban el suelo. Cada zancada era un acto de voluntad bruta contra el cuerpo que había colpasado por el viaje, no supo como pero logró alejarse lo suficiente para no ver la choza desde su ubicación actual. Irina deshidratada y cansada se dejó caer en tierra seca, no había sombra ni agua, sólo el intenso sol quemando sus retinas aún desenfocadas

    ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 》ᴿᵒˡ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒ ​Irina tosió, el aire rancio del pasado raspándole la garganta, mientras se arrodillaba sobre la tierra seca y agrietada. La aparición había sido violenta - como siempre- Un estallido de luz fría en medio del día, seguido por el silencio ensordecedor de la nada. ​Se llevó la muñeca al rostro, el guante de cuero negro absorbiendo el hilo de sangre caliente que resbalaba de su nariz...Mareo, náuseas, visión borrosa el precio por viajar a través del espacio-tiempo. Pero esta vez la sensación era más profunda, un frío pegajoso que no provenía de la fatiga, sino de la misión. Sus clientes ya no pedían la mera recuperación de artefactos, ahora la exigencia era más siniestra, más… final. ​Levantó la cabeza. El sol se cernía como un ojo amarillo y enfermizo sobre un paisaje monocromático de tonos ocres y pardos. A cien metros de distancia, la granja o un intento de ella, era un esqueleto de madera una choza tambaleante, un granero inclinado y un molino de viento estático que parecía un crucifijo roto. ​Entonces los notó. ​Una bandada inmensa de cuervos se levantó del tejado desvencijado de la choza. No volaron hacia el cielo. En su lugar, comenzaron a describir círculos lentos y metódicos justo sobre la cabeza de Irina. Eran más de veinte, plumas negras como obsidiana, y sus graznidos no eran los sonidos casuales de las aves. Eran gritos roncos profundos que resonaban en el pecho de Irina, un coro de advertencia primitiva. ​Se detuvo en medio de la explanada, sin fuerzas ni convicción para dar el siguiente paso. La angustia le oprimía el pecho como una prensa de hierro fundido. Sabía que los cuervos no la estaban ahuyentando a ella estaban avisándole a él...​El viejo granjero, el objetivo. ​Mientras observaba a los cuervos girar, sintiendo sus ojos avizores sobre su nuca. ​Uno descendió y se posó en el hombro de Irina, sus pequeñas garras penetrando el tejido de su chaqueta de viaje. El pájaro no picoteó; simplemente la miró fijamente con un ojo brillante y maligno. ​En ese instante, la puerta de la choza se abrió lentamente, con el gemido de unas bisagras oxidadas. Un hombre de silueta curvada y piel curtida por el sol se asomó, sosteniendo una escopeta de doble cañón. No había sorpresa en sus ojos viejos, solo una paciencia infinita. ​──Sabía que venías —dijo el granjero. Su voz era un susurro seco, apenas audible por encima del graznido de la bandada—. Mis guardianes te trajeron el mensaje. ​Irina sintió cómo el corazón se le encogía, los clientes siempre le habían dicho que el objetivo no sabría que venía. Que sería un golpe limpio. El granjero, su víctima, no solo lo sabía, sino que la estaba esperando. ​El cuervo en su hombro levantó el pico y soltó un último y estridente graznido, como si estuviera dando la señal de ataque justo cuando el granjero levantaba lentamente la escopeta. Irina no se movió la repentina y punzante claridad chocaba contra su cara... había fallado antes de empezar. La misión estaba contaminada. El objetivo no era un peón ignorante, sino alguien que estaba, de alguna manera, conectado al flujo temporal, quizás incluso protegido por él. ​La vida de Irina dependía de ser eficiente, invisible y letal. En este momento, era visible, acorralada y completamente sin intención de cumplir la orden. ​El granjero dio un paso fuera de la choza. A pesar de su postura encorvada, su movimiento era deliberado. ​ ​Irina sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el viento frío de ese desolado páramo. Sus clientes le habían mentido. Omitieron que este hombre era consciente de su destino y de los intentos por alterarlo. Matarlo ahora sería un acto sucio, un asesinato innecesario de un hombre que ya estaba viviendo bajo una condena. ​La mujer tomó una decisión en una fracción de segundo, una que equivaldría a su propia sentencia de muerte si sus empleadores la descubrían ​──No vengo a hacerte daño —logró decir Irina, su voz era ronca por la sequedad y la tensión. ​Una risa seca y breve salió de la garganta del granjero. ​──Ya lo sé. Pero la intención no limpia la sangre, viajera. Y tú ya tienes suficiente en la nariz. ​Ignorando el cañón del arma que la apuntaba, Irina Intentó correr, dar la espalda al granjero, pero la desorientación fue inmediata. Dio un paso hacia adelante y se encontró girando, tropezando con una roca inexistente en la tierra. Cayó de rodillas, el impacto enviando un chispazo de dolor por sus rótulas. Los cuervos, que habían estado sobre ellos, se elevaron en el aire graznando con más intensidad, como un coro de despedida infernal. ​Irina se levantó tambaleante, la cabeza latiéndole al ritmo de una máquina averiada. ​Escuchó el sonido distante del granjero gritando algo, quizás una advertencia, pero ella ya estaba muy lejos, la voz del hombre se deshacía en la distancia ​Corrió ciegamente hacia ninguna parte, apenas consciente de que sus pies golpeaban el suelo. Cada zancada era un acto de voluntad bruta contra el cuerpo que había colpasado por el viaje, no supo como pero logró alejarse lo suficiente para no ver la choza desde su ubicación actual. Irina deshidratada y cansada se dejó caer en tierra seca, no había sombra ni agua, sólo el intenso sol quemando sus retinas aún desenfocadas ​ ​
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  • ⁀➴ La Kitsune se encontraba durmiendo en unas de las ramas de un árbol, aunque está vez se veía diferente con diferente vestimenta y color de pelo, aunque para ella era normal, pues podía cambiar su vestimenta y color de pelo como quisiera aunque su rostro seguiría siendo el mismo, aunque minutos después abre los ojos observando el amanecer con atención, el cual se veía hermoso.

    ᯓ★ Bien ya es de día, aunque sigo con algo de sueño, debería levantarme y explorar un poco más el mundo humano y el bosque.
    ⁀➴ La Kitsune se encontraba durmiendo en unas de las ramas de un árbol, aunque está vez se veía diferente con diferente vestimenta y color de pelo, aunque para ella era normal, pues podía cambiar su vestimenta y color de pelo como quisiera aunque su rostro seguiría siendo el mismo, aunque minutos después abre los ojos observando el amanecer con atención, el cual se veía hermoso. ᯓ★ Bien ya es de día, aunque sigo con algo de sueño, debería levantarme y explorar un poco más el mundo humano y el bosque.
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  • *Finalmente llego la noche, Belle se comenzó a preparar para dormir, fue un día verdaderamente agotador y ya estaba con deseos de enrrollarse en sus cobertores y dejar que el dulce manto de la noche, la arrulle para asi caer en un profundo sueño, así recuperar la energía que necesita para asi comenzar otro día mas.

    Necesita estar descansada para cuando acepte encargos en la red proxy, además de que debia estar al tanto tambor del videoclub, para tener en orden las película. *

    Bueno, espero que mañana sea mejor.

    *Dijo tras un leve bostezo *
    *Finalmente llego la noche, Belle se comenzó a preparar para dormir, fue un día verdaderamente agotador y ya estaba con deseos de enrrollarse en sus cobertores y dejar que el dulce manto de la noche, la arrulle para asi caer en un profundo sueño, así recuperar la energía que necesita para asi comenzar otro día mas. Necesita estar descansada para cuando acepte encargos en la red proxy, además de que debia estar al tanto tambor del videoclub, para tener en orden las película. * Bueno, espero que mañana sea mejor. *Dijo tras un leve bostezo *
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  • ⁀➴ La Kitsune se encontraba en medio del bosque, era tarde aunque el viento era tranquilo, la naturaleza era silenciosa Pero el sonido era relajador, ya era media luna y escuchar a los lobos aullar fue algo que le llamo la atención, pues nunca se había acercado a un lobo o por lo menos a una persona lobo, piensa en si mismo mientras observa la luna con atención, mientras el aire resoplaba moviendo su cabello negro.

    ᯓ★ Que linda es esta noche verdaderamente, sin duda una gran noche para explorar el bosque, pues después de todo no tengo sueño y no creo que alguien esté en medio del bosque a estas horas de la noche.
    ⁀➴ La Kitsune se encontraba en medio del bosque, era tarde aunque el viento era tranquilo, la naturaleza era silenciosa Pero el sonido era relajador, ya era media luna y escuchar a los lobos aullar fue algo que le llamo la atención, pues nunca se había acercado a un lobo o por lo menos a una persona lobo, piensa en si mismo mientras observa la luna con atención, mientras el aire resoplaba moviendo su cabello negro. ᯓ★ Que linda es esta noche verdaderamente, sin duda una gran noche para explorar el bosque, pues después de todo no tengo sueño y no creo que alguien esté en medio del bosque a estas horas de la noche.
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  • - Pose para la buena suerte. Pidan un deseo [?] -


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  • Fue una noche larga. Demasiado. Pero ahora más que nunca le constaba que debía ser el pilar y el soporte, más no solo de Angel, sino también de sus hijos.
    Como no podía ser de otra forma, ambos se despertaron demasiadas ocasiones en la noche, asustados, miedosos, inseguros... No le extrañaba que aquella noche y las posteriores ambos tuvieran pesadillas. Había sido demasiado para dos niños tan pequeños... Pero también se sabía culpable de esos acontecimientos.

    Los amaba, demasiado, igual que Angel. Y, al igual que su prometido, había criado a esos dos pequeños en una esfera de cristal demasiado frágil para el infernal mundo en el que ahora vivían. Creer que podrían mantener aquella inocencia por mucho tiempo fue, no solo egoísta, sino estúpido.
    ¿Las consecuencias? Allí estaba. Dos niños cuya ilusión se había desmoronado y ahora, desamparados, deberían enfrentarse a la crueldad del infierno sin haber tenido las herramientas necesarias para hacerlo. Y, para empeorar aún más la situación, Angel no se había sentido precisamente bien.

    La falta de sueño le estaba pasando factura ahora, pero se negaba a rendirse ante el sueño. Tras revisar los vendajes que mantenían en su sitio las alas de su pequeña, se quedó recostado a su lado en la cama. Ambos pequeños volviendo a dormir y no los culpaba.
    Los observó con cansancio angustioso. Casi pensativo... Entonces extendió una mano, tomando su celular que rara vez usaba y ni hablar de tenerlo encima. También debió de ponerse sus lentes para poder ver apropiadamente una letra tan pequeña... ¿Quién demonios había inventado ese sistema de mierda? También se había tomado el atrevimiento de tomar el móvil de Angel, rebuscando entre sus contactos hasta que encontró a quien buscaba.
    Tomando una foto de los niños, descansando, procedió a enviar la foto a Arackniss con un único texto que acompañaba la imagen con un "Estarán bien". No era idiota, a pesar de su actuada diferencia el día anterior, se había dado cuenta del aprecio por sus hijos.
    Fue una noche larga. Demasiado. Pero ahora más que nunca le constaba que debía ser el pilar y el soporte, más no solo de Angel, sino también de sus hijos. Como no podía ser de otra forma, ambos se despertaron demasiadas ocasiones en la noche, asustados, miedosos, inseguros... No le extrañaba que aquella noche y las posteriores ambos tuvieran pesadillas. Había sido demasiado para dos niños tan pequeños... Pero también se sabía culpable de esos acontecimientos. Los amaba, demasiado, igual que Angel. Y, al igual que su prometido, había criado a esos dos pequeños en una esfera de cristal demasiado frágil para el infernal mundo en el que ahora vivían. Creer que podrían mantener aquella inocencia por mucho tiempo fue, no solo egoísta, sino estúpido. ¿Las consecuencias? Allí estaba. Dos niños cuya ilusión se había desmoronado y ahora, desamparados, deberían enfrentarse a la crueldad del infierno sin haber tenido las herramientas necesarias para hacerlo. Y, para empeorar aún más la situación, Angel no se había sentido precisamente bien. La falta de sueño le estaba pasando factura ahora, pero se negaba a rendirse ante el sueño. Tras revisar los vendajes que mantenían en su sitio las alas de su pequeña, se quedó recostado a su lado en la cama. Ambos pequeños volviendo a dormir y no los culpaba. Los observó con cansancio angustioso. Casi pensativo... Entonces extendió una mano, tomando su celular que rara vez usaba y ni hablar de tenerlo encima. También debió de ponerse sus lentes para poder ver apropiadamente una letra tan pequeña... ¿Quién demonios había inventado ese sistema de mierda? También se había tomado el atrevimiento de tomar el móvil de Angel, rebuscando entre sus contactos hasta que encontró a quien buscaba. Tomando una foto de los niños, descansando, procedió a enviar la foto a [Grumpyspid3r] con un único texto que acompañaba la imagen con un "Estarán bien". No era idiota, a pesar de su actuada diferencia el día anterior, se había dado cuenta del aprecio por sus hijos.
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  • — ¿Será que sólo en sueños nos volveremos a ver? —
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  • *Siendo una noche tranquila y aburrida suspire*

    - Mmm… ¿Qué podría hacer hoy…? Hace mucho que no hago un buen caos, creo que va siendo hora y así me desahogo un poco~.

    *Sentado en el borde de un edificio alto incline la cabeza hacia ambos lados para crujirme los huesos del cuello y finalmente con los dedos entrelazados crují estos para obrar mi magia, sin gestos ni canticos todo empezó, en las calles tranquilas de Tokyo comenzaron a surgir de las sombras criaturas sacadas de las peores pesadillas de la humanidad, algunas criaturas tenían formas grotescas con garras y filas de dientes afilados, otras se deformaban para volverse a formar en otra totalmente distinta, otras simplemente eran sombras que acechaban a su presa y las hacían desaparecer, pero aquello solo era el principio, objetos inanimados cobraban vida con formas monstruosas, una farola podía tener un ojo gigante como cabezal donde le saldría una lengua larguísima por el cuello y patas de araña para moverse, un simple cubo de basura al pasar por su lado atacaría abriendo sus fauces para comerte cual mímico, etc.

    Todo aquello hizo que se me dibujara una amplia sonrisa con solo escuchar los gritos de terror de las personas, pero cierta parte de mi hizo que solo hubieran personas adultas dejando de lado a los críos metidos en casa para que estuvieran a salvo, al fin y al cabo la fusión de ambos Max de tiempos distintos se había completado, una de las criaturas de pesadilla cuadrúpeda y peluda la cual podría medir perfectamente los 3 metros se me acerco por la espalda lentamente, hasta que se quedó a mi lado tumbado y posando su cabeza sobre mi regazo, aun esbozando aquella sonrisa acaricie la cabeza de la criatura mientras veía el paisaje tan caótico que había formado, donde algunos edificios comenzaron a derrumbarse y otros a salir en llamas*

    - *Suspiro* Como echaba de menos hacer estas cosas… y ahora que no tengo otra voz en mi cabeza dándome la lata es muchísimo mejor~ ¿a qué sí, mi engendrito de las pesadillas? ¿a que así se está mejor? Claro que siii~.

    *Le empecé a hacerle carantoñas a la criatura como si fuera mi mascota, mientras al fondo del paisaje apareció un gigantesco gusano emerger del suelo formando un arco con su cuerpo y volviendose a meter bajo tierra*
    *Siendo una noche tranquila y aburrida suspire* - Mmm… ¿Qué podría hacer hoy…? Hace mucho que no hago un buen caos, creo que va siendo hora y así me desahogo un poco~. *Sentado en el borde de un edificio alto incline la cabeza hacia ambos lados para crujirme los huesos del cuello y finalmente con los dedos entrelazados crují estos para obrar mi magia, sin gestos ni canticos todo empezó, en las calles tranquilas de Tokyo comenzaron a surgir de las sombras criaturas sacadas de las peores pesadillas de la humanidad, algunas criaturas tenían formas grotescas con garras y filas de dientes afilados, otras se deformaban para volverse a formar en otra totalmente distinta, otras simplemente eran sombras que acechaban a su presa y las hacían desaparecer, pero aquello solo era el principio, objetos inanimados cobraban vida con formas monstruosas, una farola podía tener un ojo gigante como cabezal donde le saldría una lengua larguísima por el cuello y patas de araña para moverse, un simple cubo de basura al pasar por su lado atacaría abriendo sus fauces para comerte cual mímico, etc. Todo aquello hizo que se me dibujara una amplia sonrisa con solo escuchar los gritos de terror de las personas, pero cierta parte de mi hizo que solo hubieran personas adultas dejando de lado a los críos metidos en casa para que estuvieran a salvo, al fin y al cabo la fusión de ambos Max de tiempos distintos se había completado, una de las criaturas de pesadilla cuadrúpeda y peluda la cual podría medir perfectamente los 3 metros se me acerco por la espalda lentamente, hasta que se quedó a mi lado tumbado y posando su cabeza sobre mi regazo, aun esbozando aquella sonrisa acaricie la cabeza de la criatura mientras veía el paisaje tan caótico que había formado, donde algunos edificios comenzaron a derrumbarse y otros a salir en llamas* - *Suspiro* Como echaba de menos hacer estas cosas… y ahora que no tengo otra voz en mi cabeza dándome la lata es muchísimo mejor~ ¿a qué sí, mi engendrito de las pesadillas? ¿a que así se está mejor? Claro que siii~. *Le empecé a hacerle carantoñas a la criatura como si fuera mi mascota, mientras al fondo del paisaje apareció un gigantesco gusano emerger del suelo formando un arco con su cuerpo y volviendose a meter bajo tierra*
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