• Ruxue, una espiritu zorro. Mi primera amiga no mono, nunca olvdaré cuando nuestras colas se entrelazaban. Fue asesinada por mi hermano, el Demonio Rey Toro ya que ella era su sirviente.
    Ruxue, una espiritu zorro. Mi primera amiga no mono, nunca olvdaré cuando nuestras colas se entrelazaban. Fue asesinada por mi hermano, el Demonio Rey Toro ya que ella era su sirviente.
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  • El rugido suave del avión privado ya estaba encendido cuando Venus subió los últimos escalones de la escalerilla, sus tacones resonando con determinación vacilante. Llevaba gafas oscuras aunque el sol apenas rozaba el horizonte, y una bufanda de seda le cubría el cuello como si pudiera protegerla de los recuerdos que intentaba dejar atrás.

    Una vez dentro, dejó caer su bolso de mano en el asiento de al lado y se hundió en el sillón acolchonado con un suspiro largo. El asistente de vuelo intentó hablarle, pero ella solo negó con la cabeza.

    Sacó su celular y, durante unos segundos, dudó. Había decenas de mensajes sin leer, notificaciones de llamadas perdidas, nombres que pesaban como piedras. Finalmente, deslizó el dedo hacia abajo y activó el modo avión. El silencio fue inmediato, liberador.

    Antes de despegar, sacó un papel doblado del bolsillo de su abrigo y una pluma estilográfica. Su letra era delicada, pero decidida:

    “Sunshine,
    Necesito respirar. Esto me está consumiendo y no quiero arrastrarte conmigo. No te estoy abandonando, solo necesito encontrarme.
    Volveré… cuando pueda mirar hacia atrás sin quebrarme.
    Cuida de todo por mí.
    V.”

    Con un poco de magia la nota se consumió, llegaría a las manos de Sunshine donde quiera que ella estuviera. Quizas no eran las formas de hacerlo, pero era lo máximo que podía hacer.

    Por primera vez en semanas, no tenía que responder a nadie. Ni siquiera a sí misma.
    El rugido suave del avión privado ya estaba encendido cuando Venus subió los últimos escalones de la escalerilla, sus tacones resonando con determinación vacilante. Llevaba gafas oscuras aunque el sol apenas rozaba el horizonte, y una bufanda de seda le cubría el cuello como si pudiera protegerla de los recuerdos que intentaba dejar atrás. Una vez dentro, dejó caer su bolso de mano en el asiento de al lado y se hundió en el sillón acolchonado con un suspiro largo. El asistente de vuelo intentó hablarle, pero ella solo negó con la cabeza. Sacó su celular y, durante unos segundos, dudó. Había decenas de mensajes sin leer, notificaciones de llamadas perdidas, nombres que pesaban como piedras. Finalmente, deslizó el dedo hacia abajo y activó el modo avión. El silencio fue inmediato, liberador. Antes de despegar, sacó un papel doblado del bolsillo de su abrigo y una pluma estilográfica. Su letra era delicada, pero decidida: “Sunshine, Necesito respirar. Esto me está consumiendo y no quiero arrastrarte conmigo. No te estoy abandonando, solo necesito encontrarme. Volveré… cuando pueda mirar hacia atrás sin quebrarme. Cuida de todo por mí. V.” Con un poco de magia la nota se consumió, llegaría a las manos de Sunshine donde quiera que ella estuviera. Quizas no eran las formas de hacerlo, pero era lo máximo que podía hacer. Por primera vez en semanas, no tenía que responder a nadie. Ni siquiera a sí misma.
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  • —¿E-está listo para nuestra cita?

    Te preguntaba mientras mantenía su mirada temerosa sobre ti. Ambos teníais una cita, la primera de muchas.
    —¿E-está listo para nuestra cita? Te preguntaba mientras mantenía su mirada temerosa sobre ti. Ambos teníais una cita, la primera de muchas.
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  • — ¿Qué puedo plantar hoy? Tal vez unas zanahorias, creo que en el club de jardinería nadie lo ha hecho, ¡Seré la primera en hacerlo! — Dice y procede a trabajar en su cultivo.
    — ¿Qué puedo plantar hoy? Tal vez unas zanahorias, creo que en el club de jardinería nadie lo ha hecho, ¡Seré la primera en hacerlo! — Dice y procede a trabajar en su cultivo.
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  • ♛┈⛧┈┈•༶
    Lunes.
    ༶•┈┈⛧┈♛

    -La verdad es que no te entiendo.

    *Su voz fue la primera en alzarse luego del estruendoso rugir del motor del Pontiac. Luego volvió el silencio, y nuevamente fue cortado por el sonido de sus lentas y firmes pisadas en el verdoso pasto.*

    -Fue tu elección vivir así, por lo que deberías ser más que conciente de que ésta es solo una de las formas en las que podrías morir. Arrepentirte ahora es una tontería.

    *A sus espaldas puede escuchar las melodías a las que más estaba acostumbrado; los frenéticos golpes, los infaltables quejidos, las suplicas insistentes y los sollozos, el detalle más exquisito de todos. No necesitaba verlo para saber que el rostro de esa persona estaba desfigurado por el miedo.

    Lleva la mano al oscuro interior de su saco negro, luego la sacó para revelar que allí escondía un revolver Colt Walker del 46 de 1800. Otra vez el silencio, pero esta vez estaba sazonado por la respiración agitada de aquel al que sus "cachorros" estuvieron moliendo a golpes durante varias horas consecutivas.*

    -Al principio juraba que le robabas por venganza, al tipo que me pagó para matarte. Pero, cuando me enteré de tu razón para insistir tanto en meterte en su casa e ir a sacarle millones en una sola noche...

    *Voltea, allí donde estaba la "presa"; cabello castaño desalineado, culpa del violento trato de los matones que lo rodean y retienen; piel palida, tanto por el miedo y por herencia genética, pintada con manchas de sangre suya; labios cortados por golpes constantes, hematoma en el lado izquierdo del rostro y la nariz fracturada.*

    -¿Una mujer? ¿De verdad?

    *No tenía ni el más mínimo problema en parecer despectivo, y no lo negaría. Cortó la distancia con el muchacho maltrecho, al mismo tiempo que la palma de su mano hacía girar el tambor del revolver.*

    -Tal vez por una madre, tu hermana o algún otro familiar... ¿Pero por amor? Me encantan los riesgos y el azar, pero lo tuyo fue estúpido.

    *El muchacho, el ladrón que fue apaleado hasta ahora, estuvo a nada de responder, un gruñido se le había escapado por el coraje. Pero el sonido de un chasquido, seco y metálico, le había robado las palabras antes de que siquiera pudieran asomarse en la punta de su lengua; Cormac le apuntó con el arma y jaló el gatillo, pero la recamara estaba vacía.*

    -Uno menos. Quedan cinco, quizás.

    *Su comentario se propaga a lo largo del campo, palabras que serían arrastradas por la helada brisa nocturna.

    ...

    *La noche transcurre hasta que el sol comenzó a asomarse desde el horizonte justo a tiempo para presenciar la conclusión del trabajo de Cormac, justo a tiempo para ser recibido por el rugir de un revolver.

    Cormac vuelve a guardar el arma, entre la oscuridad de su saco, mientras camina en dirección al auto, al juez. Los asuntos en ese lugar estaban terminados, por lo que era hora de volver a casa y esperar por una nueva tarea.

    Encendió el motor, estaba preparado para salir. Pero antes de que pudiera hacerlo, alguien subió y se sentó en el asiento del copiloto; un "cachorro", uno de los hombres bajo las ordenes y cuidados de Cormac.*

    -¿En qué momento te dí permiso?

    *Cuestionó el no-muerto, resaltando molestia en su voz de ultratumba. El cachorro lo mira con miedo al principio, pero guardó la calma al recordar que solo se trata de su patrón.*

    -Tengo curiosidad, jefe.
    -¿De qué?
    -¿Qué es usted?

    *El auto comenzó a moverse, giraron las ruedas y en poco tiempo alcanzaron una velocidad vertiginosa. La mirada del piloto cae en el más joven, en el que aún está vivo.*

    -¿Qué soy? Te lo diré; ¿Notas la negrura en mi piel? Es miasma, la peste que emerge de los muertos.
    -¿Es un demonio?
    -No... Yo soy real.

    *El auto alcanza una velocidad mayor, culpa de la presión que él ponía en el acelerador.*

    -Pero es extraño... Mi cuerpo hace cosas, como si aún estuviera vivo.

    *El cachorro yace aferrado al asiento del copiloto, con el corazón latiendo a un ritmo alarmante y con el sudor frío escurriendo por su piel. El miedo le nacía no solo por la velocidad del vehículo, sino del conductor que parecía comerse los pozos y rocas a propósito.*

    -Por ejemplo...

    *Pero él continúa explicando, con una tranquilidad extraña y muy ajena a la molestia anterior. Es como si realmente disfrutara de dar esa "clase".*

    -La verga se me para en ocasiones muy extrañas, como cuando vi anoche a tu mamá.

    *O tal vez solo se estaba conteniendo, retenía la risa que le provocaba esa broma tonta e infantil. El cachorro tuvo sentimientos complicados; tener miedo por la actitud impredecible del no-muerto, o reírse por ese chiste estúpido. Decidir era difícil.*
    ♛┈⛧┈┈•༶ Lunes. ༶•┈┈⛧┈♛ -La verdad es que no te entiendo. *Su voz fue la primera en alzarse luego del estruendoso rugir del motor del Pontiac. Luego volvió el silencio, y nuevamente fue cortado por el sonido de sus lentas y firmes pisadas en el verdoso pasto.* -Fue tu elección vivir así, por lo que deberías ser más que conciente de que ésta es solo una de las formas en las que podrías morir. Arrepentirte ahora es una tontería. *A sus espaldas puede escuchar las melodías a las que más estaba acostumbrado; los frenéticos golpes, los infaltables quejidos, las suplicas insistentes y los sollozos, el detalle más exquisito de todos. No necesitaba verlo para saber que el rostro de esa persona estaba desfigurado por el miedo. Lleva la mano al oscuro interior de su saco negro, luego la sacó para revelar que allí escondía un revolver Colt Walker del 46 de 1800. Otra vez el silencio, pero esta vez estaba sazonado por la respiración agitada de aquel al que sus "cachorros" estuvieron moliendo a golpes durante varias horas consecutivas.* -Al principio juraba que le robabas por venganza, al tipo que me pagó para matarte. Pero, cuando me enteré de tu razón para insistir tanto en meterte en su casa e ir a sacarle millones en una sola noche... *Voltea, allí donde estaba la "presa"; cabello castaño desalineado, culpa del violento trato de los matones que lo rodean y retienen; piel palida, tanto por el miedo y por herencia genética, pintada con manchas de sangre suya; labios cortados por golpes constantes, hematoma en el lado izquierdo del rostro y la nariz fracturada.* -¿Una mujer? ¿De verdad? *No tenía ni el más mínimo problema en parecer despectivo, y no lo negaría. Cortó la distancia con el muchacho maltrecho, al mismo tiempo que la palma de su mano hacía girar el tambor del revolver.* -Tal vez por una madre, tu hermana o algún otro familiar... ¿Pero por amor? Me encantan los riesgos y el azar, pero lo tuyo fue estúpido. *El muchacho, el ladrón que fue apaleado hasta ahora, estuvo a nada de responder, un gruñido se le había escapado por el coraje. Pero el sonido de un chasquido, seco y metálico, le había robado las palabras antes de que siquiera pudieran asomarse en la punta de su lengua; Cormac le apuntó con el arma y jaló el gatillo, pero la recamara estaba vacía.* -Uno menos. Quedan cinco, quizás. *Su comentario se propaga a lo largo del campo, palabras que serían arrastradas por la helada brisa nocturna. ... *La noche transcurre hasta que el sol comenzó a asomarse desde el horizonte justo a tiempo para presenciar la conclusión del trabajo de Cormac, justo a tiempo para ser recibido por el rugir de un revolver. Cormac vuelve a guardar el arma, entre la oscuridad de su saco, mientras camina en dirección al auto, al juez. Los asuntos en ese lugar estaban terminados, por lo que era hora de volver a casa y esperar por una nueva tarea. Encendió el motor, estaba preparado para salir. Pero antes de que pudiera hacerlo, alguien subió y se sentó en el asiento del copiloto; un "cachorro", uno de los hombres bajo las ordenes y cuidados de Cormac.* -¿En qué momento te dí permiso? *Cuestionó el no-muerto, resaltando molestia en su voz de ultratumba. El cachorro lo mira con miedo al principio, pero guardó la calma al recordar que solo se trata de su patrón.* -Tengo curiosidad, jefe. -¿De qué? -¿Qué es usted? *El auto comenzó a moverse, giraron las ruedas y en poco tiempo alcanzaron una velocidad vertiginosa. La mirada del piloto cae en el más joven, en el que aún está vivo.* -¿Qué soy? Te lo diré; ¿Notas la negrura en mi piel? Es miasma, la peste que emerge de los muertos. -¿Es un demonio? -No... Yo soy real. *El auto alcanza una velocidad mayor, culpa de la presión que él ponía en el acelerador.* -Pero es extraño... Mi cuerpo hace cosas, como si aún estuviera vivo. *El cachorro yace aferrado al asiento del copiloto, con el corazón latiendo a un ritmo alarmante y con el sudor frío escurriendo por su piel. El miedo le nacía no solo por la velocidad del vehículo, sino del conductor que parecía comerse los pozos y rocas a propósito.* -Por ejemplo... *Pero él continúa explicando, con una tranquilidad extraña y muy ajena a la molestia anterior. Es como si realmente disfrutara de dar esa "clase".* -La verga se me para en ocasiones muy extrañas, como cuando vi anoche a tu mamá. *O tal vez solo se estaba conteniendo, retenía la risa que le provocaba esa broma tonta e infantil. El cachorro tuvo sentimientos complicados; tener miedo por la actitud impredecible del no-muerto, o reírse por ese chiste estúpido. Decidir era difícil.*
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  • Usualmente no caería agotado a la primera, pero con todo lo sucedido y teniendo que preparar su cuerpo para su futuro bebé, cayó rendido junto a su esposo, acurrucándose y durmiendo profundamente mientras se iba regenerando poco a poco.
    Usualmente no caería agotado a la primera, pero con todo lo sucedido y teniendo que preparar su cuerpo para su futuro bebé, cayó rendido junto a su esposo, acurrucándose y durmiendo profundamente mientras se iba regenerando poco a poco.
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  • — ¡ Bienvenid@ !
    ¿Es tu primera vez visitándonos?
    Yo seré tu mesero, mi nombre es Haru ~♡
    Me aseguraré de alejar esa tristeza y hacerte muy feliz ♡ Ven, pasa, te sentaré en un lugar sonde puedas disfrutar de la ambientación del café ~
    — ¡ Bienvenid@ ! ¿Es tu primera vez visitándonos? Yo seré tu mesero, mi nombre es Haru ~♡ Me aseguraré de alejar esa tristeza y hacerte muy feliz ♡ Ven, pasa, te sentaré en un lugar sonde puedas disfrutar de la ambientación del café ~
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  • "¿Puedes verme? ¿Puedes verme ahora?"

    Era la primera vez que Bruno competía en Suzuka. Por supuesto, todavía no estaba en la división más alta, pero la carrera estaba siendo retransmitida en televisiones locales, podrían seguirla desde cualquier televisor de Japón.

    Estaba debutando.

    También estaba ganando.

    Con casi dos minutos de diferencia con el segundo competidor, Bruno entró en la última vuelta de su carrera.
    "¿Puedes verme? ¿Puedes verme ahora?" Era la primera vez que Bruno competía en Suzuka. Por supuesto, todavía no estaba en la división más alta, pero la carrera estaba siendo retransmitida en televisiones locales, podrían seguirla desde cualquier televisor de Japón. Estaba debutando. También estaba ganando. Con casi dos minutos de diferencia con el segundo competidor, Bruno entró en la última vuelta de su carrera.
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  • "Something wicked this way comes"
    Fandom Harry Potter || OC
    Categoría Drama
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤsᴏᴍᴇᴛʜɪɴɢ ᴡɪᴄᴋᴇᴅ
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤ ˹ Orion Pussett
    ㅤㅤ

    ㅤㅤㅤㅤMe gustaría contaros que desde aquel día todo fue perfecto para Nora y Orión, pero nada más lejos de la realidad. Pareció que, aquella primera noche que compartieron juntos marcaria el comienzo del final de su breve historia de amor. Lo que debió haber sido el renacimiento de su vida en pareja, en realidad terminó alejándolos más todavía…

    Durante aquellas semanas, Nora continuó sus clases con Brandon quien, después de algunos dias de visitar la casa del auror había terminado trasladando sus clases a un “entorno más privado” sacando asi a Nora de casa del auror. Escogió, en un principio, su propio apartamento como espacio para darle aquellas clases y cuando, según él, el poder de Nora se volvió mucho más fuerte “encontró”, casualmente, una sala de entrenamiento apropiada. Que no era más que el lugar donde se había estado escondiendo durante años y el cual había estado preparando para realizar un terrible hechizo. Era un espacio lo suficientemente preparado mágicamente para resistir el embite de miles de voltios de energía mágica concentrada. Por eso sabía que la sala soportaría cualquier hechizo de Nora. Estaba totalmente preparada para ella… Su propia cárcel personal.

    El día de los exámenes extraoficiales de Nora llegó sin que ella se diera ni cuenta y, a pesar de las dudas del Ministerio, la bruja logró pasarlos con increible facilidad. Tanta que resultaba hasta preocupante. Una bruja encerrada durante años en un sótano había conseguido ponerse al nivel, e incluso superarlo, de un mago de diecisiete años formado mágicamente desde su más tierna infancia. Y, mientras Nora celebraba su éxito, Orión era reclamado en la oficina del Ministro de Magia donde se reunió con el Ministro, el Jefe de Aurores y Minerva McGonagall, todos infinitamente preocupados por el enorme avance de Nora en aquellos escasos meses.

    Nora esperaba impaciente en la sala de espera de la planta donde se encontraba el despacho del Ministro de Magia. Estaba deseando festejar su éxito rotundo con Orión, a pesar de todo. Estaba eufórica. Tanto que cuando Brandon apareció a su espalda, la chiquilla se lanzó a sus brazos.

    -¡Lo he conseguido! -dijo tras separarse de él y enseñarle el pergamino donde la pulcra letra de color esmeralda de Minerva McGonagall confirmaba que había conseguido la categoría de “Excelente” en cada uno de sus TIMOS y EXTASIS- ¡Ya soy una bruja de pleno derecho! -exclamó- Orión cree que puedo conseguir trabajo en la oficina de Aurores y…

    Brandon dejó ir una risa entre dientes.

    -¿Crees que tu destino es ser auror, Eleonora? -preguntó enarcando una de sus cejas- No… Tú estás hecha para cosas más grandes… Mucho más grandes… pero sigues conformándote con las migajas… Sigues conformándote con una vida sencilla cuando estás hecha para brillar, para cambiar el mundo a tu antojo…

    Nora abrió los labios intentando decir algo, pero Brandon no le dejó continuar.

    -Cuando te des cuenta de que ese Auror sigue intentando retenerte, cuando seas consciente de que solo te está lastrando… ven a verme… Mientras tanto… Enhorabuena, Nora….
    Y tuvo a bien desaparecer de aquel pasillo antes de que la puerta de la Oficina del Ministro se abriera… Sabia muy bien como jugar sus cartas. Sabia muy bien como manipular a una joven bruja…



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤsᴏᴍᴇᴛʜɪɴɢ ᴡɪᴄᴋᴇᴅ ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤ ˹ [OPussett] ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤMe gustaría contaros que desde aquel día todo fue perfecto para Nora y Orión, pero nada más lejos de la realidad. Pareció que, aquella primera noche que compartieron juntos marcaria el comienzo del final de su breve historia de amor. Lo que debió haber sido el renacimiento de su vida en pareja, en realidad terminó alejándolos más todavía… Durante aquellas semanas, Nora continuó sus clases con Brandon quien, después de algunos dias de visitar la casa del auror había terminado trasladando sus clases a un “entorno más privado” sacando asi a Nora de casa del auror. Escogió, en un principio, su propio apartamento como espacio para darle aquellas clases y cuando, según él, el poder de Nora se volvió mucho más fuerte “encontró”, casualmente, una sala de entrenamiento apropiada. Que no era más que el lugar donde se había estado escondiendo durante años y el cual había estado preparando para realizar un terrible hechizo. Era un espacio lo suficientemente preparado mágicamente para resistir el embite de miles de voltios de energía mágica concentrada. Por eso sabía que la sala soportaría cualquier hechizo de Nora. Estaba totalmente preparada para ella… Su propia cárcel personal. El día de los exámenes extraoficiales de Nora llegó sin que ella se diera ni cuenta y, a pesar de las dudas del Ministerio, la bruja logró pasarlos con increible facilidad. Tanta que resultaba hasta preocupante. Una bruja encerrada durante años en un sótano había conseguido ponerse al nivel, e incluso superarlo, de un mago de diecisiete años formado mágicamente desde su más tierna infancia. Y, mientras Nora celebraba su éxito, Orión era reclamado en la oficina del Ministro de Magia donde se reunió con el Ministro, el Jefe de Aurores y Minerva McGonagall, todos infinitamente preocupados por el enorme avance de Nora en aquellos escasos meses. Nora esperaba impaciente en la sala de espera de la planta donde se encontraba el despacho del Ministro de Magia. Estaba deseando festejar su éxito rotundo con Orión, a pesar de todo. Estaba eufórica. Tanto que cuando Brandon apareció a su espalda, la chiquilla se lanzó a sus brazos. -¡Lo he conseguido! -dijo tras separarse de él y enseñarle el pergamino donde la pulcra letra de color esmeralda de Minerva McGonagall confirmaba que había conseguido la categoría de “Excelente” en cada uno de sus TIMOS y EXTASIS- ¡Ya soy una bruja de pleno derecho! -exclamó- Orión cree que puedo conseguir trabajo en la oficina de Aurores y… Brandon dejó ir una risa entre dientes. -¿Crees que tu destino es ser auror, Eleonora? -preguntó enarcando una de sus cejas- No… Tú estás hecha para cosas más grandes… Mucho más grandes… pero sigues conformándote con las migajas… Sigues conformándote con una vida sencilla cuando estás hecha para brillar, para cambiar el mundo a tu antojo… Nora abrió los labios intentando decir algo, pero Brandon no le dejó continuar. -Cuando te des cuenta de que ese Auror sigue intentando retenerte, cuando seas consciente de que solo te está lastrando… ven a verme… Mientras tanto… Enhorabuena, Nora…. Y tuvo a bien desaparecer de aquel pasillo antes de que la puerta de la Oficina del Ministro se abriera… Sabia muy bien como jugar sus cartas. Sabia muy bien como manipular a una joven bruja… #Personajes3D #3D #Comunidad3D ㅤ
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  • ¿El fin del cuento?
    Fandom The Vampire Diaries | OC
    Categoría Drama
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ¿Eʟ ꜰɪɴ ᴅᴇʟ ᴄᴜᴇɴᴛᴏ?
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Jᴏʀᴅᴀɴ Bᴇʀɢᴍᴀɴ


    ㅤㅤㅤㅤA pesar de lo complicado que pudiera parecer el mundo de Vittoria, parecía que Jordan se había adaptado bastante fácilmente a él. Y, aunque algunos de los aspectos de la naturaleza de la italiana podían llegar a ser algo complicados (como el tema de la transición de humano a vampiro) o truculentos (como era la alimentación vampírica) la verdad era que Jordan retenía bastante bien la información y no necesitó que su, a todas luces, novia, le diera una segunda lección.

    Y con el paso de los dias volvieron a ser la pareja perfecta. Vittoria iba a recogerle al trabajo al terminar la jornada y, como una pareja normal y corriente iban al cine, a cenar o… pasaban la noche en casa de Vittoria o en la de Jordan. Y, a pesar de lo cohibido que se sentía el sheriff por presentarle su modesta caravana en comparación con la imponente casa alquilada de Vittoria, esta pareció encantada con aquel vehículo y lo bien que había aprovechado él aquel espacio. No era una de esas caravanas cochambrosas que salen en las series de televisión donde el protagonista tiene que pisar sobre capas de basura… la verdad era que era bastante comoda y bien aprovechada.

    Había pasado un mes desde aquella tarde en la que Jordan y Vittoria volvieran a darse una oportunidad. Un mes desde que se terminaran las mentiras. Y, aunque los dos estaban bastante atentos a noticias extrañas que pudieran tener la firma de un vampiro, parecía que Mattheus no había hecho acto de presencia. Y, si bien eso parecía alegrar al sheriff y lo mantenía en un estado bastante optimista, Vittoria era algo mas taciturna y pesimista. Pero cuando dejaba escapar alguno de esos funestos pensamientos, Jordan se ocupaba perfectamente de borrar de un plumazo aquellos pensamientos de su cabeza. Podía asegurar, sin miedo a equivocarse, que había sido el mejor mes de toda su vida.

    Aquel día Jordan había prometido llevarla a cenar a un lugar especial como conmemoración de su primer mes oficial como pareja consolidada (a pesar de que antes de la “revelación” habían pasado bastantes semanas juntos). Le había pedido dos cosas: la primera, que se pusiera guapa y dos, que dejase que fuera a recogerla. Bueno en realidad en su llamada de teléfono había dicho algo como:
    -Tú solo déjame recogerte y ponte guapa. Bueno, guapa eres siempre… Pero ya me entiendes, es una noche especial… No quiero decir que nunca sepas como vestir, solo que…

    Y ahí Vittoria le había interrumpido.

    -Jordan. Jordan. Cielo… Lo he entendido- dijo, acompañado de una risa ligera- Buscaré algo con lo que pueda sorprenderte…

    Así que ahora, a diez minutos de que Jordan llegara, Vittoria se encontraba delante del espejo de su vestidor terminando de colocarse los pendientes y revisando por última vez su vestido de color rojo burdeos. No era la primera vez que se vestía asi, la verdad era que estaba acostumbrada a hacer aquella clase de cosas, pero… lo cierto era que hacerlo para una cita con el hombre que queria era mucho más emocionante que hacerlo para captar adeptos para Mattheus.

    Terminó de tomarse la copa de vino blanco y se repasó el pintalabios antes de coger su bolso y descender las escaleras con cierto aire nervioso. No sabia a donde planeaba llevarla, y ahí radicaba lo bonito de aquella celebración. Pero era algo que no había organizado ella, asi que se sentía… No, no eran nervios… La verdad es que era una incertidumbre placentera. Sentía ligeras mariposas, por cliché que sonase, revoloteando en su estómago.

    Era del todo oficial. Estaba totalmente enamorada de ese hombre.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #StarterRol
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ¿Eʟ ꜰɪɴ ᴅᴇʟ ᴄᴜᴇɴᴛᴏ? ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [JrdnBrgnn] ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤA pesar de lo complicado que pudiera parecer el mundo de Vittoria, parecía que Jordan se había adaptado bastante fácilmente a él. Y, aunque algunos de los aspectos de la naturaleza de la italiana podían llegar a ser algo complicados (como el tema de la transición de humano a vampiro) o truculentos (como era la alimentación vampírica) la verdad era que Jordan retenía bastante bien la información y no necesitó que su, a todas luces, novia, le diera una segunda lección. Y con el paso de los dias volvieron a ser la pareja perfecta. Vittoria iba a recogerle al trabajo al terminar la jornada y, como una pareja normal y corriente iban al cine, a cenar o… pasaban la noche en casa de Vittoria o en la de Jordan. Y, a pesar de lo cohibido que se sentía el sheriff por presentarle su modesta caravana en comparación con la imponente casa alquilada de Vittoria, esta pareció encantada con aquel vehículo y lo bien que había aprovechado él aquel espacio. No era una de esas caravanas cochambrosas que salen en las series de televisión donde el protagonista tiene que pisar sobre capas de basura… la verdad era que era bastante comoda y bien aprovechada. Había pasado un mes desde aquella tarde en la que Jordan y Vittoria volvieran a darse una oportunidad. Un mes desde que se terminaran las mentiras. Y, aunque los dos estaban bastante atentos a noticias extrañas que pudieran tener la firma de un vampiro, parecía que Mattheus no había hecho acto de presencia. Y, si bien eso parecía alegrar al sheriff y lo mantenía en un estado bastante optimista, Vittoria era algo mas taciturna y pesimista. Pero cuando dejaba escapar alguno de esos funestos pensamientos, Jordan se ocupaba perfectamente de borrar de un plumazo aquellos pensamientos de su cabeza. Podía asegurar, sin miedo a equivocarse, que había sido el mejor mes de toda su vida. Aquel día Jordan había prometido llevarla a cenar a un lugar especial como conmemoración de su primer mes oficial como pareja consolidada (a pesar de que antes de la “revelación” habían pasado bastantes semanas juntos). Le había pedido dos cosas: la primera, que se pusiera guapa y dos, que dejase que fuera a recogerla. Bueno en realidad en su llamada de teléfono había dicho algo como: -Tú solo déjame recogerte y ponte guapa. Bueno, guapa eres siempre… Pero ya me entiendes, es una noche especial… No quiero decir que nunca sepas como vestir, solo que… Y ahí Vittoria le había interrumpido. -Jordan. Jordan. Cielo… Lo he entendido- dijo, acompañado de una risa ligera- Buscaré algo con lo que pueda sorprenderte… Así que ahora, a diez minutos de que Jordan llegara, Vittoria se encontraba delante del espejo de su vestidor terminando de colocarse los pendientes y revisando por última vez su vestido de color rojo burdeos. No era la primera vez que se vestía asi, la verdad era que estaba acostumbrada a hacer aquella clase de cosas, pero… lo cierto era que hacerlo para una cita con el hombre que queria era mucho más emocionante que hacerlo para captar adeptos para Mattheus. Terminó de tomarse la copa de vino blanco y se repasó el pintalabios antes de coger su bolso y descender las escaleras con cierto aire nervioso. No sabia a donde planeaba llevarla, y ahí radicaba lo bonito de aquella celebración. Pero era algo que no había organizado ella, asi que se sentía… No, no eran nervios… La verdad es que era una incertidumbre placentera. Sentía ligeras mariposas, por cliché que sonase, revoloteando en su estómago. Era del todo oficial. Estaba totalmente enamorada de ese hombre. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #StarterRol
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