• El santo, la sombra y la flor
    Fandom Made in Abyss
    Categoría Aventura
    Rol con: Lorenzo A Benedetti Blancanieves Serin
    Continuación de: https://ficrol.com/posts/267383

    El ruido y la humedad de la taberna quedaron atrás, pero el sabor amargo del fracaso aún quemaba en la boca del hombre. No había conseguido negociar con Ozen, y la puerta se cerró tras él con un golpe seco. Con un suspiro resignado, caminó sin rumbo por las calles angostas y empedradas, pensando que tal vez sus planes de descender al Abismo terminaría antes de empezar. Su compañera peliverde lo seguía desde la distancia, pues se había tomado un momento en la taberna antes de irse.

    Al doblar una esquina, sus pasos frenaron de golpe, lo que le permitió a su compañera acercarse.

    Frente a ellos estaba ella.

    Una mujer alta, con el cabello negro azabache salpicado por una franja blanca que caía como una sombra partida, y unos ojos intensos que parecían mirar más allá de lo visible. No llevaba máscara, pero había en su rostro un silencio tan denso que parecía absorber el ruido de la ciudad.

    Enroscado en su brazo, el silbato blanco lucía desgastado, con grietas oscuras que parecían contar historias profundas.

    Su presencia era aún más imponente gracias al equipamiento que llevaba. Las placas óseas y tendones visibles en sus piernas, fusionadas con botas negras, otorgándole un aire inquietante y casi inhumano. La capa blanca, caía simétrica y elegante sobre sus hombros, mientras su bastón reposaba apoyado junto a ella, con su punta ósea afilada que reflejaba la poca luz del callejón. Colgando de su cuello, un cristal con centro hueco y tonalidad apagada, parecía guardar en silencio los secretos que nadie más podía escuchar.

    La cartógrafa del silencio.
    Rol con: [sinner_without_sin] [lunar_ruby_zebra_434] Continuación de: https://ficrol.com/posts/267383 El ruido y la humedad de la taberna quedaron atrás, pero el sabor amargo del fracaso aún quemaba en la boca del hombre. No había conseguido negociar con Ozen, y la puerta se cerró tras él con un golpe seco. Con un suspiro resignado, caminó sin rumbo por las calles angostas y empedradas, pensando que tal vez sus planes de descender al Abismo terminaría antes de empezar. Su compañera peliverde lo seguía desde la distancia, pues se había tomado un momento en la taberna antes de irse. Al doblar una esquina, sus pasos frenaron de golpe, lo que le permitió a su compañera acercarse. Frente a ellos estaba ella. Una mujer alta, con el cabello negro azabache salpicado por una franja blanca que caía como una sombra partida, y unos ojos intensos que parecían mirar más allá de lo visible. No llevaba máscara, pero había en su rostro un silencio tan denso que parecía absorber el ruido de la ciudad. Enroscado en su brazo, el silbato blanco lucía desgastado, con grietas oscuras que parecían contar historias profundas. Su presencia era aún más imponente gracias al equipamiento que llevaba. Las placas óseas y tendones visibles en sus piernas, fusionadas con botas negras, otorgándole un aire inquietante y casi inhumano. La capa blanca, caía simétrica y elegante sobre sus hombros, mientras su bastón reposaba apoyado junto a ella, con su punta ósea afilada que reflejaba la poca luz del callejón. Colgando de su cuello, un cristal con centro hueco y tonalidad apagada, parecía guardar en silencio los secretos que nadie más podía escuchar. La cartógrafa del silencio.
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  • ¿Una expedición al abismo?¿Estáis todos locos?
    Fandom Made in Abyss
    Categoría Aventura
    Rol con: 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫 , Lorenzo A Benedetti, Blancanieves Serin, Kalhi NigDurgae

    El Abismo… Un enorme pozo que se abre hacia las profundidades del mundo. Se extiende cientos, miles de metros hacia abajo, con capas sucesivas que esconden ecosistemas, ruinas y criaturas jamás vistas en la superficie. La gravedad del Abismo es única, y con ella, una maldición terrible: quienes descienden arriesgan no solo sus vidas, sino su cuerpo y mente al intentar regresar. A pesar de esto, el Abismo atrae a los más valientes, a los que buscan respuestas, tesoros y secretos olvidados. Orth, la ciudad construida alrededor de su borde, vive y respira por el Abismo, porque en sus entrañas yace la promesa y el peligro más absoluto.

    En una isla al borde del mundo yacía este majestuoso lugar, y poco sabía una de sus exploradoras más frecuentes, que dentro de poco tendría que lidiar con la angustia de un grupo con ansias de bajar al mismo. Esta mujer era Ozen, una mujer alta y corpulenta, con una presencia que impone respeto y temor. Su piel es pálida, casi blanca, probablemente debido a los muchos años que ha pasado en el abismo, alejada de la luz solar. Sus ojos, penetrantes y grises, tienen una mirada fría y distante que parece observar sin emoción, como si parte de ella se hubiera quedado dentro del abismo.

    Por otro lado, estaba Lorenzo, de cabello rojizo y ojos azul cielo, un hombre dividido por nadie más que por si mismo, el vivo reflejo de un eterno conflicto interior, atormentado por los recuerdos de una vida pasada, parecía desconocer incluso su propia identidad. Pero algo tenía claro, su propósito, la tan aclamada redención, era la punta de lanza de la iglesia, y como en muchas otras ocasiones, su viaje venía de cortesía de la misma, enviado para recolectar una supuesta herramienta divina, ubicada en el fondo de dicho abismo.

    Junto a él se encontraba una chica peliverde de actitud molesta, una bruja que ahora parecía interesada en él, o al menos, en sus secretos, no se alejaba excesivamente de él, y, a pesar de contradecir muchas de sus ideas, decidió aprender, tomarlo como maestro después de haber perdido a su anterior mentor, con un grimorio como único recuerdo, grimorio el cual Lorenzo conocía.

    Ajenos a todo esto se encontraban Kalhi, una cambiaformas de secretos bien guardados, ahora tomando la forma de un hombre de piel blanca y ojos verdes, de complexión aparentemente delgada, pero entrenada, una figura imponente teniendo en cuenta que no parecía separarse de sus armas, las cuales mantenía siempre cerca. Era un hombre de sentidos agudos, no solo por su naturaleza, sino por la experiencia de una vida dura. Modificado para cumplir su objetivo sin importar lo que ocurra.

    Junto a él se encontraba Monster, algo que pocos llamarían fantasía, pero muchos llamarían pesadilla. Un ser proveniente de más allá del plano corpóreo, cuyo único propósito era causar caos, discordia, todo con tal de alimentarse de las emociones de sus víctimas, pero no era lo único de lo que se alimentaba. De la misma manera que en vida fue caníbal, continuaba siéndolo tras su muerte. Ya conocido por Ozen, la misma le otorgó un título en pos de su amistad, "El lameculos favorito de Ozen".

    ----------------------------------------------

    Era de noche, los pasos de la mujer resonaban por los caminos de piedra, como si tras ellos hubiera un peso antiguo. Rara vez se veía a Ozen en la superficie, pero esta era una de esas ocasiones, tras años de exploración, decidió volver a deleitarse con la vida normal durante un tiempo. Se dirigió a nada más y nada menos que una taverna, con intenciones obvias de beber hasta no poder más.

    Al entrar al local, las personas parecían murmurar cosas sobre ella, algo que a Ozen no le sorprendía, pues había muchos rumores siniestros sobre ella, pero algo le llamó especialmente la atención, parecía que un hombre se había enterado de que se encontraba en la ciudad, y habían estado buscándola. Su descripción le sonaba, un cura pelirrojo de estatura media, entonces fue cuando entró él, Lorenzo, o Cipriano, O ambos, pues esa era la gracia de su existencia.

    El cura venía acompañado, notando que era la "niña lechuga", o así la llamaba ella, pero no le daría importancia.

    El hombre ojeó el local, como si estuviera escaneándolo por amenazas, su mirada parecía firme, casi como si juzgara a todos los presentes, entonces, vio a Ozen. Sin decir nada y con paso constante, se acercó a ella y tomó asiento en su mesa, su mirada parecía hablar por si misma. Se dirigió a alzar la voz, pero antes de decir nada, la puerta volvió a sonar con fuerza.
    Rol con: [Monster], [sinner_without_sin], [lunar_ruby_zebra_434], [kalh1] El Abismo… Un enorme pozo que se abre hacia las profundidades del mundo. Se extiende cientos, miles de metros hacia abajo, con capas sucesivas que esconden ecosistemas, ruinas y criaturas jamás vistas en la superficie. La gravedad del Abismo es única, y con ella, una maldición terrible: quienes descienden arriesgan no solo sus vidas, sino su cuerpo y mente al intentar regresar. A pesar de esto, el Abismo atrae a los más valientes, a los que buscan respuestas, tesoros y secretos olvidados. Orth, la ciudad construida alrededor de su borde, vive y respira por el Abismo, porque en sus entrañas yace la promesa y el peligro más absoluto. En una isla al borde del mundo yacía este majestuoso lugar, y poco sabía una de sus exploradoras más frecuentes, que dentro de poco tendría que lidiar con la angustia de un grupo con ansias de bajar al mismo. Esta mujer era Ozen, una mujer alta y corpulenta, con una presencia que impone respeto y temor. Su piel es pálida, casi blanca, probablemente debido a los muchos años que ha pasado en el abismo, alejada de la luz solar. Sus ojos, penetrantes y grises, tienen una mirada fría y distante que parece observar sin emoción, como si parte de ella se hubiera quedado dentro del abismo. Por otro lado, estaba Lorenzo, de cabello rojizo y ojos azul cielo, un hombre dividido por nadie más que por si mismo, el vivo reflejo de un eterno conflicto interior, atormentado por los recuerdos de una vida pasada, parecía desconocer incluso su propia identidad. Pero algo tenía claro, su propósito, la tan aclamada redención, era la punta de lanza de la iglesia, y como en muchas otras ocasiones, su viaje venía de cortesía de la misma, enviado para recolectar una supuesta herramienta divina, ubicada en el fondo de dicho abismo. Junto a él se encontraba una chica peliverde de actitud molesta, una bruja que ahora parecía interesada en él, o al menos, en sus secretos, no se alejaba excesivamente de él, y, a pesar de contradecir muchas de sus ideas, decidió aprender, tomarlo como maestro después de haber perdido a su anterior mentor, con un grimorio como único recuerdo, grimorio el cual Lorenzo conocía. Ajenos a todo esto se encontraban Kalhi, una cambiaformas de secretos bien guardados, ahora tomando la forma de un hombre de piel blanca y ojos verdes, de complexión aparentemente delgada, pero entrenada, una figura imponente teniendo en cuenta que no parecía separarse de sus armas, las cuales mantenía siempre cerca. Era un hombre de sentidos agudos, no solo por su naturaleza, sino por la experiencia de una vida dura. Modificado para cumplir su objetivo sin importar lo que ocurra. Junto a él se encontraba Monster, algo que pocos llamarían fantasía, pero muchos llamarían pesadilla. Un ser proveniente de más allá del plano corpóreo, cuyo único propósito era causar caos, discordia, todo con tal de alimentarse de las emociones de sus víctimas, pero no era lo único de lo que se alimentaba. De la misma manera que en vida fue caníbal, continuaba siéndolo tras su muerte. Ya conocido por Ozen, la misma le otorgó un título en pos de su amistad, "El lameculos favorito de Ozen". ---------------------------------------------- Era de noche, los pasos de la mujer resonaban por los caminos de piedra, como si tras ellos hubiera un peso antiguo. Rara vez se veía a Ozen en la superficie, pero esta era una de esas ocasiones, tras años de exploración, decidió volver a deleitarse con la vida normal durante un tiempo. Se dirigió a nada más y nada menos que una taverna, con intenciones obvias de beber hasta no poder más. Al entrar al local, las personas parecían murmurar cosas sobre ella, algo que a Ozen no le sorprendía, pues había muchos rumores siniestros sobre ella, pero algo le llamó especialmente la atención, parecía que un hombre se había enterado de que se encontraba en la ciudad, y habían estado buscándola. Su descripción le sonaba, un cura pelirrojo de estatura media, entonces fue cuando entró él, Lorenzo, o Cipriano, O ambos, pues esa era la gracia de su existencia. El cura venía acompañado, notando que era la "niña lechuga", o así la llamaba ella, pero no le daría importancia. El hombre ojeó el local, como si estuviera escaneándolo por amenazas, su mirada parecía firme, casi como si juzgara a todos los presentes, entonces, vio a Ozen. Sin decir nada y con paso constante, se acercó a ella y tomó asiento en su mesa, su mirada parecía hablar por si misma. Se dirigió a alzar la voz, pero antes de decir nada, la puerta volvió a sonar con fuerza.
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  • —Uno de los muchos recuerdos de Ozen, nunca pronunciado en voz alta.


    El chico yacía al borde de un claro, envuelto en ramas húmedas, quieto como si pudiera engañar al Abismo fingiendo ser parte de él.

    Lo encontré por el olor.
    No a sangre, sino a desesperación, ese hedor particular de quien aún respira pero ya ha dejado de vivir.

    Me acerqué sin sonido, no necesitaba anunciarme, los que han visto lo suficiente saben cuándo estoy cerca.
    El aire cambia.
    El entorno se aprieta.
    El mundo contiene el aliento.

    Me vio y sus ojos se abrieron como si la muerte tuviera rostro y ese rostro fuese el mío.

    No dije nada al principio, solo lo miré, a veces eso basta.

    Pero él habló, claro que lo hizo.

    —“¿Ozen…? Por favor… me atacó una... no sé qué era… no pude... perdí a los demás…”— Dijo con una voz débil y desesperada.

    Excusas.
    Listados de errores.
    Súplicas envueltas en relato.

    —¿Y quieres vivir después de eso? — Mi voz fue suave, demasiado suave, como una hoja cayendo sobre una herida abierta.

    Él tragó saliva. No entendía la pregunta. Buscaba consuelo. Creía que porque yo lo había encontrado, debía significar algo.

    —“Sí… por favor…” — Su voz parecía temblorosa... O aterrada.

    Me arrodillé a su lado. No por cercanía, por cálculo.

    Le aparté la venda improvisada del brazo. La herida era leve, la infección, peor, pero no terminal.

    — Esto no te matará. — Le devolví la venda, más sucia que antes. — Puedes caminar. El dolor no te va a arrancar las piernas. —

    Me quedé en silencio. Y eso fue lo peor para él.

    Quería palabras, necesitaba un veredicto, un motivo para odiarse o salvarse. Yo no se lo di.

    Porque el Abismo no te enseña con explicaciones. Te vacía, te pela capa por capa, hasta que o eres piedra… o eres nada.

    Me puse de pie. Él no.

    — Si sigues aquí cuando vuelva, te daré lo que estás buscando. — Dije antes de darle la espalda.

    No aclaré si me refería a ayuda…
    …o a un entierro.
    —Uno de los muchos recuerdos de Ozen, nunca pronunciado en voz alta. El chico yacía al borde de un claro, envuelto en ramas húmedas, quieto como si pudiera engañar al Abismo fingiendo ser parte de él. Lo encontré por el olor. No a sangre, sino a desesperación, ese hedor particular de quien aún respira pero ya ha dejado de vivir. Me acerqué sin sonido, no necesitaba anunciarme, los que han visto lo suficiente saben cuándo estoy cerca. El aire cambia. El entorno se aprieta. El mundo contiene el aliento. Me vio y sus ojos se abrieron como si la muerte tuviera rostro y ese rostro fuese el mío. No dije nada al principio, solo lo miré, a veces eso basta. Pero él habló, claro que lo hizo. —“¿Ozen…? Por favor… me atacó una... no sé qué era… no pude... perdí a los demás…”— Dijo con una voz débil y desesperada. Excusas. Listados de errores. Súplicas envueltas en relato. —¿Y quieres vivir después de eso? — Mi voz fue suave, demasiado suave, como una hoja cayendo sobre una herida abierta. Él tragó saliva. No entendía la pregunta. Buscaba consuelo. Creía que porque yo lo había encontrado, debía significar algo. —“Sí… por favor…” — Su voz parecía temblorosa... O aterrada. Me arrodillé a su lado. No por cercanía, por cálculo. Le aparté la venda improvisada del brazo. La herida era leve, la infección, peor, pero no terminal. — Esto no te matará. — Le devolví la venda, más sucia que antes. — Puedes caminar. El dolor no te va a arrancar las piernas. — Me quedé en silencio. Y eso fue lo peor para él. Quería palabras, necesitaba un veredicto, un motivo para odiarse o salvarse. Yo no se lo di. Porque el Abismo no te enseña con explicaciones. Te vacía, te pela capa por capa, hasta que o eres piedra… o eres nada. Me puse de pie. Él no. — Si sigues aquí cuando vuelva, te daré lo que estás buscando. — Dije antes de darle la espalda. No aclaré si me refería a ayuda… …o a un entierro.
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  • Un encuentro fortuito en la selva invertida.
    Fandom Made in Abyss
    Categoría Aventura
    Rol con: Richard Karter

    La Selva Invertida – El Jardín de lo Que No Debería Crecer, la segunda capa del abismo, un bosque que ha olvidado el cielo, donde las raíces cuelgan desde las alturas como si la tierra hubiera sido volteada, y la gravedad respondiera a otra ley. Árboles imposibles se aferran a techos de roca, colgando boca abajo como condenados suspendidos en una danza sin fin. Sus ramas no buscan la luz: la rehúyen, enredándose en sí mismas como si quisieran ocultar su propia existencia.

    El aire aquí es denso, húmedo, cargado de una fragancia espesa, dulce como la descomposición de una flor demasiado madura. No hay brisa, solo el aliento caliente del Abismo, que exhala entre las hojas y murmura en lenguas vegetales a los que se atreven a cruzar su umbral.

    La luz apenas sobrevive en este mundo. La poca que logra filtrarse desde las capas superiores llega rota, teñida de verde y oro sucio, y cae en haces irregulares como manchas de pintura enferma. Bajo esa luz, la vegetación brilla con un tono malsano. Hojas que sudan savia negra, hongos que respiran con un latido lento, y flores que se abren solo cuando escuchan pasos.

    Aquí no hay depredadores ni presas, solo habitantes de un ecosistema que no perdona el error de existir sin entender sus reglas. Un paso en falso no lleva a la muerte, sino a una lenta digestión por parte de algo que no tiene rostro ni intención: solo hambre.

    Y sobre todo, la Selva Invertida escucha.
    Escucha los pasos, las respiraciones contenidas, las súplicas susurradas a una madre que no puede oír. Porque en este nivel, el Abismo ya te ha empezado a probar.

    En este despiadado lugar, un alma poco afortunada parece perdida, un hombre, proveniente de algún otro lugar desconocido pareció llegar a través de una brecha, y, tras su encuentro con Ozen La Inamovible, la actitud de la mujer le dejó claro que el abismo no es lugar para gente débil, o te devoran sus habitantes, o es el propio abismo el que lo hace... Y dicha persona estaba a punto de vivir la bienvenida que le da el abismo a todos.

    -------------------------------

    Ozen estaba desde su campamento observando tranquilamente los alrededores como solía hacer en momentos de aburrimiento, cosa que el abismo rara vez dejaba ocurrir.

    Desde la distancia observó al hombre que antes irrumpió en su hogar, ahora huyendo despavorido de una criatura.

    Ozen dejó salir un suspiro y se dirigió adentro, su forma desapareciendo en el laberinto de su hogar.

    La criatura perseguía incansable, emitiendo chillidos provenientes de otro mundo, que harían temblar la mente de cualquiera.
    El hombre podía sentir su estómago revolverse y su cuerpo más pesado, probablemente debido a la maldición que carga el abismo.

    Su cuerpo pareció rendirse. La criatura saltó, con mandíbulas abiertas, preparadas para acabar con la vida del hombre, entonces...

    El suelo tembló.
    El aire se partió en dos.
    Y la bestia se detuvo en seco, su cabeza girando sin su cuerpo, su columna partida como una caña seca entre dedos de hierro.

    Ella estaba allí...

    Ozen.

    No llegó corriendo, no llegó gritando, simplemente estaba, como si siempre hubiera estado. Su silueta era una torre ennegrecida por la ceniza, envuelta en placas de hierro que no brillaban, pero que pesaban en el aire como un juicio. El cadáver del monstruo aún se estremecía a su lado, colapsando lentamente, como si se negara a morir del todo.

    Ozen no miró a la criatura, solo al hombre, como si el cádaver de esa criatura fuera algo común en su día a día.

    Su rostro era inexpresivo, inmóvil, más muerto que vivo, sus ojos no tenían ira, ni compasión, ni alivio, solo presencia. Un vacío que no juzga, no salva... solo decide.

    Se acercó y se inclinó un poco, el metal de su armadura crujió como una tumba abriéndose.

    — Sigues vivo. — Su voz fue un golpe seco. — Te había dicho que esperases a que hubiera una brecha, este lugar no está hecho para ti, ¿Qué es lo que buscas? — Su tono de voz era firme, no parecía enfadada, más bien parecía una advertencia.
    Rol con: [Skynight86] La Selva Invertida – El Jardín de lo Que No Debería Crecer, la segunda capa del abismo, un bosque que ha olvidado el cielo, donde las raíces cuelgan desde las alturas como si la tierra hubiera sido volteada, y la gravedad respondiera a otra ley. Árboles imposibles se aferran a techos de roca, colgando boca abajo como condenados suspendidos en una danza sin fin. Sus ramas no buscan la luz: la rehúyen, enredándose en sí mismas como si quisieran ocultar su propia existencia. El aire aquí es denso, húmedo, cargado de una fragancia espesa, dulce como la descomposición de una flor demasiado madura. No hay brisa, solo el aliento caliente del Abismo, que exhala entre las hojas y murmura en lenguas vegetales a los que se atreven a cruzar su umbral. La luz apenas sobrevive en este mundo. La poca que logra filtrarse desde las capas superiores llega rota, teñida de verde y oro sucio, y cae en haces irregulares como manchas de pintura enferma. Bajo esa luz, la vegetación brilla con un tono malsano. Hojas que sudan savia negra, hongos que respiran con un latido lento, y flores que se abren solo cuando escuchan pasos. Aquí no hay depredadores ni presas, solo habitantes de un ecosistema que no perdona el error de existir sin entender sus reglas. Un paso en falso no lleva a la muerte, sino a una lenta digestión por parte de algo que no tiene rostro ni intención: solo hambre. Y sobre todo, la Selva Invertida escucha. Escucha los pasos, las respiraciones contenidas, las súplicas susurradas a una madre que no puede oír. Porque en este nivel, el Abismo ya te ha empezado a probar. En este despiadado lugar, un alma poco afortunada parece perdida, un hombre, proveniente de algún otro lugar desconocido pareció llegar a través de una brecha, y, tras su encuentro con Ozen La Inamovible, la actitud de la mujer le dejó claro que el abismo no es lugar para gente débil, o te devoran sus habitantes, o es el propio abismo el que lo hace... Y dicha persona estaba a punto de vivir la bienvenida que le da el abismo a todos. ------------------------------- Ozen estaba desde su campamento observando tranquilamente los alrededores como solía hacer en momentos de aburrimiento, cosa que el abismo rara vez dejaba ocurrir. Desde la distancia observó al hombre que antes irrumpió en su hogar, ahora huyendo despavorido de una criatura. Ozen dejó salir un suspiro y se dirigió adentro, su forma desapareciendo en el laberinto de su hogar. La criatura perseguía incansable, emitiendo chillidos provenientes de otro mundo, que harían temblar la mente de cualquiera. El hombre podía sentir su estómago revolverse y su cuerpo más pesado, probablemente debido a la maldición que carga el abismo. Su cuerpo pareció rendirse. La criatura saltó, con mandíbulas abiertas, preparadas para acabar con la vida del hombre, entonces... El suelo tembló. El aire se partió en dos. Y la bestia se detuvo en seco, su cabeza girando sin su cuerpo, su columna partida como una caña seca entre dedos de hierro. Ella estaba allí... Ozen. No llegó corriendo, no llegó gritando, simplemente estaba, como si siempre hubiera estado. Su silueta era una torre ennegrecida por la ceniza, envuelta en placas de hierro que no brillaban, pero que pesaban en el aire como un juicio. El cadáver del monstruo aún se estremecía a su lado, colapsando lentamente, como si se negara a morir del todo. Ozen no miró a la criatura, solo al hombre, como si el cádaver de esa criatura fuera algo común en su día a día. Su rostro era inexpresivo, inmóvil, más muerto que vivo, sus ojos no tenían ira, ni compasión, ni alivio, solo presencia. Un vacío que no juzga, no salva... solo decide. Se acercó y se inclinó un poco, el metal de su armadura crujió como una tumba abriéndose. — Sigues vivo. — Su voz fue un golpe seco. — Te había dicho que esperases a que hubiera una brecha, este lugar no está hecho para ti, ¿Qué es lo que buscas? — Su tono de voz era firme, no parecía enfadada, más bien parecía una advertencia.
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  • ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪

    ⠀⠀⠀⠀ ⠀ ᴀʟɪᴀɴᴢᴀ ʏ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ

    ¿Qué posibilidades hay que una humana pueda lograr un pacto con un ser oscuro y poderoso?

    Eso fue lo que precisamente le pasó a Elizabeth en medio de un bosque de árboles retorcidos.

    [Gazu122101] empatizó con su dolor, sin entender ella realmente el porqué de su piedad frente a su vida mortal y este con el paso del tiempo le ofreció lo único que podía otorgarle: Venganza, tal y como la vidente Ezra de Heras le había declarado

    Pasaron meses, y su aliado interceptándola en medio de sus viajes investigativos la contactaba porque había logrado localizar a los responsables que en su momento mandaron a liquidar su pueblo. Bajo este reino opresor crecía poco a poco el deseo de insubordinarse de los pobladores afectados por el gobierno vil y despiadado.
    Gazú, imponente y silencioso le proporcionó la mítica Excalibur Roseblood una espada que poseía un acero mortal forjada en la oscuridad de los tiempos, sólo por tocarla cualquiera caería muerto, junto a un Yukata negro RoseAkaichi que perteneció a una feroz guerrera Japonesa de nombre Tomoe Gozen su espíritu que aún vivía dentro potenciaría sus ya existentes poderes.

    El plan era simple, Liz dirigiría la rebelión como aquella vez en Oriente, pero a escala mucho mayor (ya que serían miles de hombres bajo su mando ) y así podría saciar su sed de justicia al poder ver a los responsables del genocidio de los “Llama de Sangre” muertos. El desafío ahora era lograr que los tres lideres de la rebelión que esperaban conocerla ocultos en un recinto confiaran en que la Pelirroja era una hábil estratega y guerrera. Entrando en la habitación Gazú habló por ambos:

    ⟁Disculpen la tardanza ella es de la que os hable, Es una guerrera más hábil que mis marionetas así que les puede venir bien𓂀

    Todos observaron expectantes a Elizabeth. Querían escuchar primero su presentación antes de ellos dar las suyas. Elizabeth dejó ver su rostro retirando una vez más la capucha, decidió guardar silencio y analizar a cada uno, su mirada era directa y analítica.

    Podía ver por la postura de cada uno que rango de mando ocupaban en la jerarquía y sabía por experiencia que desde antes que ella entrara a la habitación ya la estaban subestimando.

    ──No estoy al tanto de lo que saben de mi, pero sé que es lo suficiente, todo lo demás es respondido con acciones, las palabras son muy débiles para ciertas situaciones.

    Los hombres se miraron entre ellos como queriendo comunicar algo. El del parche se adelantó y mirando encima del hombro dijo con vos profunda

    —Espero no decepciones a mi gente... Llama de sangre—


    Gazú: ⟁Ella es mi aliada... Y la que os ayudará en vuestra causa... Cómo dijo... La cháchara es débil en ciertas situaciones y solo las acciones responden preguntas𓂀

    Hombre del parche—Entonces que hable... Si ella es inteligente que nos guíe—

    Los ojos de Elizabeth brillaban al rojo vivo de manera desafiante

    ── Si tienen dudas de mi compromiso con la causa, es ahora donde las tienen que sepultar. Lucharé con todo lo que tengo para dar cara a toda esa tropa de escorias, el odio a este imperio me carcome, arde mi sangre por verlos caer de una vez por todas. Sé que es querer dar fin a la opresión, se que es sufrir el escarnio en carne viva, de tantas maneras que no podría enumerar. El valor y determinación me sobran, la sed de venganza está latente
    [dirigiéndose al del parche] ──¿Tú pides inteligencia? Te digo que se necesita mucho más que eso en el campo de batalla, se necesita coraje y determinación, la muerte no es tu enemiga es tu aliada para clavar la espada. Mi pregunta para ustedes caballeros : ¿ Tienen todo eso o les faltan huevos?
    Si estamos hablando el mismo idioma entonces pelearemos codo a codo y no existirá un mañana sin olvidar el por qué no debemos menguar


    El hombre enmascarado se acercó a Liz ante tal invitación y desenvaino su espada para clavarla al suelo y arrodillarse en forma de reverencia, acto seguido dijo con determinación

    —Anatolis Gedler.. Capitán de los pueblos y comarcas del norte... A su servicio, luchare codo a codo bajo el estándarte de llama de sangre—

    Al mismo tiempo el de cabellera larga hizo lo mismo repitiendo entre lágrimas

    —Baron Cohner... Comodoro de Navíos imperiales rebeldes y amigo de los pescadores humildes... A su servicio yo también lucharevbajo el estándarte de llama de sangre...Y vengaré a mi hija—

    El del parche, habiendo visto a sus compañeros de armas reverenciar a Liz tuvo que arrodillarse y decir con su rostro cabizbajo

    —Curtis Kingwolf.... Hijo de una campesina... Amigo de los que viven en granjas.... Lucharé como un llama de sangre—

    Gazú observó complacido como Liz pudo doblegar e inspirar a unos hombres desanimados que la subestimaban

    ── Levántense caballeros, agradezco su reconocimiento pero hoy y los siguientes mañanas seremos iguales en el campo de batalla.
    Gedler,Cohner, Kingwolf yo Elizabeth juro que si es preciso morir, moriré con la espada empuñada [dicho esto tomó su arma y con el filo de este se cortó la mano, sangre brotó de inmediato, y como promesa solemne con ella trazó líneas carmesí en sus ojos y nariz]

    De esta manera la promesa de una guerra quedaba sellada, la batalla en el corazón de Elizabeth deseaba ser ganada. La venganza bajo su espada
    ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ ⠀⠀⠀⠀ ⠀ ᴀʟɪᴀɴᴢᴀ ʏ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ ¿Qué posibilidades hay que una humana pueda lograr un pacto con un ser oscuro y poderoso? Eso fue lo que precisamente le pasó a Elizabeth en medio de un bosque de árboles retorcidos. [Gazu122101] empatizó con su dolor, sin entender ella realmente el porqué de su piedad frente a su vida mortal y este con el paso del tiempo le ofreció lo único que podía otorgarle: Venganza, tal y como la vidente Ezra de Heras le había declarado Pasaron meses, y su aliado interceptándola en medio de sus viajes investigativos la contactaba porque había logrado localizar a los responsables que en su momento mandaron a liquidar su pueblo. Bajo este reino opresor crecía poco a poco el deseo de insubordinarse de los pobladores afectados por el gobierno vil y despiadado. Gazú, imponente y silencioso le proporcionó la mítica Excalibur Roseblood una espada que poseía un acero mortal forjada en la oscuridad de los tiempos, sólo por tocarla cualquiera caería muerto, junto a un Yukata negro RoseAkaichi que perteneció a una feroz guerrera Japonesa de nombre Tomoe Gozen su espíritu que aún vivía dentro potenciaría sus ya existentes poderes. El plan era simple, Liz dirigiría la rebelión como aquella vez en Oriente, pero a escala mucho mayor (ya que serían miles de hombres bajo su mando ) y así podría saciar su sed de justicia al poder ver a los responsables del genocidio de los “Llama de Sangre” muertos. El desafío ahora era lograr que los tres lideres de la rebelión que esperaban conocerla ocultos en un recinto confiaran en que la Pelirroja era una hábil estratega y guerrera. Entrando en la habitación Gazú habló por ambos: ⟁Disculpen la tardanza ella es de la que os hable, Es una guerrera más hábil que mis marionetas así que les puede venir bien𓂀 Todos observaron expectantes a Elizabeth. Querían escuchar primero su presentación antes de ellos dar las suyas. Elizabeth dejó ver su rostro retirando una vez más la capucha, decidió guardar silencio y analizar a cada uno, su mirada era directa y analítica. Podía ver por la postura de cada uno que rango de mando ocupaban en la jerarquía y sabía por experiencia que desde antes que ella entrara a la habitación ya la estaban subestimando. 🌹──No estoy al tanto de lo que saben de mi, pero sé que es lo suficiente, todo lo demás es respondido con acciones, las palabras son muy débiles para ciertas situaciones. Los hombres se miraron entre ellos como queriendo comunicar algo. El del parche se adelantó y mirando encima del hombro dijo con vos profunda —Espero no decepciones a mi gente... Llama de sangre— Gazú: ⟁Ella es mi aliada... Y la que os ayudará en vuestra causa... Cómo dijo... La cháchara es débil en ciertas situaciones y solo las acciones responden preguntas𓂀 Hombre del parche—Entonces que hable... Si ella es inteligente que nos guíe— Los ojos de Elizabeth brillaban al rojo vivo de manera desafiante 🌹── Si tienen dudas de mi compromiso con la causa, es ahora donde las tienen que sepultar. Lucharé con todo lo que tengo para dar cara a toda esa tropa de escorias, el odio a este imperio me carcome, arde mi sangre por verlos caer de una vez por todas. Sé que es querer dar fin a la opresión, se que es sufrir el escarnio en carne viva, de tantas maneras que no podría enumerar. El valor y determinación me sobran, la sed de venganza está latente [dirigiéndose al del parche] ──¿Tú pides inteligencia? Te digo que se necesita mucho más que eso en el campo de batalla, se necesita coraje y determinación, la muerte no es tu enemiga es tu aliada para clavar la espada. Mi pregunta para ustedes caballeros : ¿ Tienen todo eso o les faltan huevos? Si estamos hablando el mismo idioma entonces pelearemos codo a codo y no existirá un mañana sin olvidar el por qué no debemos menguar El hombre enmascarado se acercó a Liz ante tal invitación y desenvaino su espada para clavarla al suelo y arrodillarse en forma de reverencia, acto seguido dijo con determinación —Anatolis Gedler.. Capitán de los pueblos y comarcas del norte... A su servicio, luchare codo a codo bajo el estándarte de llama de sangre— Al mismo tiempo el de cabellera larga hizo lo mismo repitiendo entre lágrimas —Baron Cohner... Comodoro de Navíos imperiales rebeldes y amigo de los pescadores humildes... A su servicio yo también lucharevbajo el estándarte de llama de sangre...Y vengaré a mi hija— El del parche, habiendo visto a sus compañeros de armas reverenciar a Liz tuvo que arrodillarse y decir con su rostro cabizbajo —Curtis Kingwolf.... Hijo de una campesina... Amigo de los que viven en granjas.... Lucharé como un llama de sangre— Gazú observó complacido como Liz pudo doblegar e inspirar a unos hombres desanimados que la subestimaban 🌹── Levántense caballeros, agradezco su reconocimiento pero hoy y los siguientes mañanas seremos iguales en el campo de batalla. Gedler,Cohner, Kingwolf yo Elizabeth juro que si es preciso morir, moriré con la espada empuñada [dicho esto tomó su arma y con el filo de este se cortó la mano, sangre brotó de inmediato, y como promesa solemne con ella trazó líneas carmesí en sus ojos y nariz] De esta manera la promesa de una guerra quedaba sellada, la batalla en el corazón de Elizabeth deseaba ser ganada. La venganza bajo su espada
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    Daughter of Crows.


    In the frozen North where the moon wanes dim,
    A shadow was born, her fate cold and grim.
    No dragon's roar heralded her cry,
    But the caw of crows in the midnight sky.

    Beneath the wings of the ebony birds,
    She learned the language of whispered words.
    With eyes like storm and hair of snow,
    She walked the paths where others won’t go.

    The daughter of kings, yet born in the night,
    She carried the weight of a different light.
    Not fire, nor flame, but shadows deep,
    Secrets to guard and oaths to keep.

    In the darkened halls of a distant keep,
    Where echoes of power silently seep,
    She waits and watches, her heart on guard,
    For the throne she claims, she plays her card.

    With dragons below and crows above,
    She seeks no crown, she seeks no love.
    Yet in her gaze, a truth is spun,
    A tale of ice, of night begun.

    Through whispers of wind and ancient lore,
    The daughter of crows seeks something more.
    Not gold, nor throne, nor banners flown,
    But a place where her shadows are her own.

    The North may call with its winter chill,
    But her blood runs hot, her will is still.
    She’s the daughter of crows, a shadow’s flight,
    Silent and swift, through the endless night.
    Daughter of Crows. In the frozen North where the moon wanes dim, A shadow was born, her fate cold and grim. No dragon's roar heralded her cry, But the caw of crows in the midnight sky. Beneath the wings of the ebony birds, She learned the language of whispered words. With eyes like storm and hair of snow, She walked the paths where others won’t go. The daughter of kings, yet born in the night, She carried the weight of a different light. Not fire, nor flame, but shadows deep, Secrets to guard and oaths to keep. In the darkened halls of a distant keep, Where echoes of power silently seep, She waits and watches, her heart on guard, For the throne she claims, she plays her card. With dragons below and crows above, She seeks no crown, she seeks no love. Yet in her gaze, a truth is spun, A tale of ice, of night begun. Through whispers of wind and ancient lore, The daughter of crows seeks something more. Not gold, nor throne, nor banners flown, But a place where her shadows are her own. The North may call with its winter chill, But her blood runs hot, her will is still. She’s the daughter of crows, a shadow’s flight, Silent and swift, through the endless night.
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  • *Ha llegado y se ha echado una mantita por encima porque para no hacer tantísimo frío, ella está más congelada que Frozen pa variar. *
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    ㅤ-`ღ´- #Waifu
    ㅤ En algunos rincones del mundo, ya se acerca el frío invierno. En otros, ¡el verano!

    #TomoeGozen #Saber #Swimsuit #Fate #FGO #FateGrandOrder

    https://www.pixiv.net/en/artworks/113868911
    ㅤ-`ღ´- #Waifu ㅤ En algunos rincones del mundo, ya se acerca el frío invierno. En otros, ¡el verano! #TomoeGozen #Saber #Swimsuit #Fate #FGO #FateGrandOrder https://www.pixiv.net/en/artworks/113868911
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  • Muy buena tarde a todos, espero hayan tenido un excelente fin de semana, y les deseo lo mejor en la que viene. https://www.youtube.com/watch?v=w_eoZEnS3M0
    Muy buena tarde a todos, espero hayan tenido un excelente fin de semana, y les deseo lo mejor en la que viene. https://www.youtube.com/watch?v=w_eoZEnS3M0
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