• —¿De verdad crees que puedes ocultarme algo...? Me encanta descubrir secretos.


    #SeductiveSunday
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  • "No puedo perder nada más..."
    Fandom Los Originales
    Categoría Drama
    𖦹.

      ━━━━ "...𝒏𝙞 𝙖 𝙣𝒂𝙙𝒊𝙚 𝙢𝒂́𝙨"

           ˚ ͙۪۪̥◌ › ︴ᴡɪᴛʜ﹕Keelan Malraux ︴
     
     
     
    Perder a un hermano era algo que la primogénita Mikaelson no desearía ni siquiera a su peor enemigo. Y ella los había perdido demasiadas veces… La primera vez cuando Dahlia se la llevó apartándola de su familia siendo demasiado pequeña como para guardar demasiados recuerdos a los que aferrarse. La segunda vez… había sucedido con la muerte de su hermano Finn por culpa de Lucien Castle… La tercera… Puede que la tercera hubiera sido la peor, la que más dolió… A pesar de saber que sus hermanos partían en paz y que morían bajo sus propios términos… Uno para salvar a su hija y su familia y el otro para acompañar en la vida eterna a su hermano menor.

    Pero ese sentimiento agridulce no desaparecía de la boca del estómago de Freya Mikaelson. Ni siquiera cuando nació su hijo, al que puso el nombre de su hermano.

    Era feliz. Sí. Lo era… Tenía un marido estupendo y un hijo al que adoraba con locura desenfrenada, pero… ¿Cómo de feliz se puede ser viendo para siempre un enorme vacío en el hueco que deberían ocupar tus hermanos y tu cuñada?

    Habían pasado años… complicados. Porque, aunque Nueva Orleans ahora era un espacio tranquilo y seguro, la verdad era que donde mirase veia la enorme grieta del vacío que vivía su familia. Lo veia en Hope. Lo veia en Rebekah… Incluso lo veia en Kol las pocas veces que había acudido de visita…

    Pero la vida había seguido. Keelan se había convertido en jefe de emergencias en el hospital. Era respetado, era querido. Era una figura de referencia para sus colegas y para el barrio francés. Por su parte, Freya trabajaba en el ayuntamiento, una forma de asegurarse de mantener el orden en su ciudad…

    Pero esa paz se había ido al cuerno unas semanas atrás cuando un tipo, que más tarde conocerían como el arcángel Miguel, se presentó en el complejo intentando venderles la idea de una raza superior. Por su seguridad Kol, Rebekah y Marcel decidieron ocultarse. Y, por ende, Hope tambien tuvo que ser puesta a salvo…

    Y, como las desgracias nunca vienen solas…

    >>El sol la cegaba. Podía sentir el calor en su piel y una quemazón lacerante en su brazo derecho. No… No era su brazo… Pero lo reconocía… Esos dedos largos y finos… Miró a su alrededor… Estaba en mitad de una pradera… Todo era verde… Sabía que estaba lejos de casa… Algo se lo decía… El calor…

    Entonces vio aquella marca… Una media luna engarzada con una triqueta… No reconocía ese símbolo. Pero sentía el enorme poder que emanaba de este, como el eco vibrante del dolor ligado a tan poderoso hechizo…

    Y entonces…

    Despertó sobresaltada incorporándose como un resorte en la cama. Su frente, su cuello y su pecho estaban empapados en sudor a pesar de la camiseta de tirantes de su pijama, a pesar de la dulce brisa nocturna que se filtraba por la ventana abierta de su dormitorio en el Complejo.

    Su respiración era agitada y su cerebro trabajaba para recomponer las imágenes que había visto en aquel sueño… Lo había sentido… Era real… Sabía que él había vuelto a casa…

    Notó el beso que su marido dejó sobre su hombro cuando se incorporó y le preguntó, preocupado qué era lo que ocurría. Freya miró a su marido con una expresión que navegaba entre la alegría incontrolada y la aterrorizada incomprensión, porque solo algo muy poderoso podría haber logrado traer de vuelta a…

    -Klaus… -le dijo a Keelan- Es Klaus. Ha regresado…


    ⸻ 𝙘𝙧𝙚𝙙𝙨 𝙛𝙤𝙧𝙢𝙖𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙩𝙚𝙭𝙩𝙤: https://x.com/WH0YAGONNACALL/status/1479143818029113345

    ⸻ 𝙘𝙧𝙚𝙙𝙨 𝙚𝙙𝙞𝙩 𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙙𝙖: me aka Freya Mikaelson
    𖦹.   ━━━━ "...𝒏𝙞 𝙖 𝙣𝒂𝙙𝒊𝙚 𝙢𝒂́𝙨"        ˚ ͙۪۪̥◌ › ︴ᴡɪᴛʜ﹕[las7malraux] ︴       Perder a un hermano era algo que la primogénita Mikaelson no desearía ni siquiera a su peor enemigo. Y ella los había perdido demasiadas veces… La primera vez cuando Dahlia se la llevó apartándola de su familia siendo demasiado pequeña como para guardar demasiados recuerdos a los que aferrarse. La segunda vez… había sucedido con la muerte de su hermano Finn por culpa de Lucien Castle… La tercera… Puede que la tercera hubiera sido la peor, la que más dolió… A pesar de saber que sus hermanos partían en paz y que morían bajo sus propios términos… Uno para salvar a su hija y su familia y el otro para acompañar en la vida eterna a su hermano menor. Pero ese sentimiento agridulce no desaparecía de la boca del estómago de Freya Mikaelson. Ni siquiera cuando nació su hijo, al que puso el nombre de su hermano. Era feliz. Sí. Lo era… Tenía un marido estupendo y un hijo al que adoraba con locura desenfrenada, pero… ¿Cómo de feliz se puede ser viendo para siempre un enorme vacío en el hueco que deberían ocupar tus hermanos y tu cuñada? Habían pasado años… complicados. Porque, aunque Nueva Orleans ahora era un espacio tranquilo y seguro, la verdad era que donde mirase veia la enorme grieta del vacío que vivía su familia. Lo veia en Hope. Lo veia en Rebekah… Incluso lo veia en Kol las pocas veces que había acudido de visita… Pero la vida había seguido. Keelan se había convertido en jefe de emergencias en el hospital. Era respetado, era querido. Era una figura de referencia para sus colegas y para el barrio francés. Por su parte, Freya trabajaba en el ayuntamiento, una forma de asegurarse de mantener el orden en su ciudad… Pero esa paz se había ido al cuerno unas semanas atrás cuando un tipo, que más tarde conocerían como el arcángel Miguel, se presentó en el complejo intentando venderles la idea de una raza superior. Por su seguridad Kol, Rebekah y Marcel decidieron ocultarse. Y, por ende, Hope tambien tuvo que ser puesta a salvo… Y, como las desgracias nunca vienen solas… >>El sol la cegaba. Podía sentir el calor en su piel y una quemazón lacerante en su brazo derecho. No… No era su brazo… Pero lo reconocía… Esos dedos largos y finos… Miró a su alrededor… Estaba en mitad de una pradera… Todo era verde… Sabía que estaba lejos de casa… Algo se lo decía… El calor… Entonces vio aquella marca… Una media luna engarzada con una triqueta… No reconocía ese símbolo. Pero sentía el enorme poder que emanaba de este, como el eco vibrante del dolor ligado a tan poderoso hechizo… Y entonces… Despertó sobresaltada incorporándose como un resorte en la cama. Su frente, su cuello y su pecho estaban empapados en sudor a pesar de la camiseta de tirantes de su pijama, a pesar de la dulce brisa nocturna que se filtraba por la ventana abierta de su dormitorio en el Complejo. Su respiración era agitada y su cerebro trabajaba para recomponer las imágenes que había visto en aquel sueño… Lo había sentido… Era real… Sabía que él había vuelto a casa… Notó el beso que su marido dejó sobre su hombro cuando se incorporó y le preguntó, preocupado qué era lo que ocurría. Freya miró a su marido con una expresión que navegaba entre la alegría incontrolada y la aterrorizada incomprensión, porque solo algo muy poderoso podría haber logrado traer de vuelta a… -Klaus… -le dijo a Keelan- Es Klaus. Ha regresado… ⸻ 𝙘𝙧𝙚𝙙𝙨 𝙛𝙤𝙧𝙢𝙖𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙩𝙚𝙭𝙩𝙤: https://x.com/WH0YAGONNACALL/status/1479143818029113345 ⸻ 𝙘𝙧𝙚𝙙𝙨 𝙚𝙙𝙞𝙩 𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙙𝙖: me aka [THE0LDERSISTER]
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  • ❝ 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐀𝐛𝐨𝐮𝐭 𝐌𝐞? ❞

    ──── La vida de un hombre viejo, viudo, huérfilo y demonio como yo es un tanto difícil de conllevar. Los años te dan tantas experiencias y conocimientos que a veces piensas si fueron necesarias y buenas vivirlas. Debo ocultar mi verdadera forma de personas ajenas antes de que se espanten, ya saben, no sería bonito ver de la nada a un tipo de 4 brazos y 4 ojos con largos colmillos. ────

    ──── Me desempeño como médico en el centro la ciudad y como asesino a sueldo de políticos o gente que hace el mal en este mundo en algunos casos. Las cosas no mejoran, pero asi puedo mantenerme ocupado y no pensar tanto en el pasado donde mi constante depresión y locura me consumen como el fuego a una vela. Otras veces me siento vivo, otras veces me siento muerto, otras veces estoy cansado de todo. Me doy cuenta que me volví mas humano que cualquier otro ser y no me arrepiento de ello, porque soy un demonio con corazón humano después de todo. ────
    ❝ 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐀𝐛𝐨𝐮𝐭 𝐌𝐞? ❞ ──── La vida de un hombre viejo, viudo, huérfilo y demonio como yo es un tanto difícil de conllevar. Los años te dan tantas experiencias y conocimientos que a veces piensas si fueron necesarias y buenas vivirlas. Debo ocultar mi verdadera forma de personas ajenas antes de que se espanten, ya saben, no sería bonito ver de la nada a un tipo de 4 brazos y 4 ojos con largos colmillos. ──── ──── Me desempeño como médico en el centro la ciudad y como asesino a sueldo de políticos o gente que hace el mal en este mundo en algunos casos. Las cosas no mejoran, pero asi puedo mantenerme ocupado y no pensar tanto en el pasado donde mi constante depresión y locura me consumen como el fuego a una vela. Otras veces me siento vivo, otras veces me siento muerto, otras veces estoy cansado de todo. Me doy cuenta que me volví mas humano que cualquier otro ser y no me arrepiento de ello, porque soy un demonio con corazón humano después de todo. ────
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  • —Eres un tonto si crees que puedes ocultarte de mi vista.
    —Eres un tonto si crees que puedes ocultarte de mi vista.
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  • ¿Como ocultar lo evidente?

    Realmente lo extraño.
    ¿Como ocultar lo evidente? Realmente lo extraño.
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  • Con una mano se rascaba la nuca, su postura encorvada dejando entrever su cansancio. Mira hacia abajo, repasando lo sucedido. Su expresión es tranquila, se le da muy bien ocultar sus emociones. Estaba sola, en silencio, pensando. Reflexionando.
    Con una mano se rascaba la nuca, su postura encorvada dejando entrever su cansancio. Mira hacia abajo, repasando lo sucedido. Su expresión es tranquila, se le da muy bien ocultar sus emociones. Estaba sola, en silencio, pensando. Reflexionando.
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  • <<Tras haberse escondido para ocultar su apariencia tomaba nota de que hacer y no hacer con ciertos hechizos no controlaba su poder al 100% eso lo llevo a experimentar cambios en su ser que le costó mucho regresar a su apariencia normal Pero aún mantenía ciertos rasgos felinos >>

    *Suspirando resignado mirando mi cola *

    —No puedo salir así si mi maestro me viera que cara pondría (?) tendré que esperar a que los efectos se dicipen — ...
    <<Tras haberse escondido para ocultar su apariencia tomaba nota de que hacer y no hacer con ciertos hechizos no controlaba su poder al 100% eso lo llevo a experimentar cambios en su ser que le costó mucho regresar a su apariencia normal Pero aún mantenía ciertos rasgos felinos >> *Suspirando resignado mirando mi cola * —No puedo salir así si mi maestro me viera que cara pondría (?) tendré que esperar a que los efectos se dicipen — ...
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  • Un encuentro fortuito en la selva invertida.
    Fandom Made in Abyss
    Categoría Aventura
    Rol con: Richard Karter

    La Selva Invertida – El Jardín de lo Que No Debería Crecer, la segunda capa del abismo, un bosque que ha olvidado el cielo, donde las raíces cuelgan desde las alturas como si la tierra hubiera sido volteada, y la gravedad respondiera a otra ley. Árboles imposibles se aferran a techos de roca, colgando boca abajo como condenados suspendidos en una danza sin fin. Sus ramas no buscan la luz: la rehúyen, enredándose en sí mismas como si quisieran ocultar su propia existencia.

    El aire aquí es denso, húmedo, cargado de una fragancia espesa, dulce como la descomposición de una flor demasiado madura. No hay brisa, solo el aliento caliente del Abismo, que exhala entre las hojas y murmura en lenguas vegetales a los que se atreven a cruzar su umbral.

    La luz apenas sobrevive en este mundo. La poca que logra filtrarse desde las capas superiores llega rota, teñida de verde y oro sucio, y cae en haces irregulares como manchas de pintura enferma. Bajo esa luz, la vegetación brilla con un tono malsano. Hojas que sudan savia negra, hongos que respiran con un latido lento, y flores que se abren solo cuando escuchan pasos.

    Aquí no hay depredadores ni presas, solo habitantes de un ecosistema que no perdona el error de existir sin entender sus reglas. Un paso en falso no lleva a la muerte, sino a una lenta digestión por parte de algo que no tiene rostro ni intención: solo hambre.

    Y sobre todo, la Selva Invertida escucha.
    Escucha los pasos, las respiraciones contenidas, las súplicas susurradas a una madre que no puede oír. Porque en este nivel, el Abismo ya te ha empezado a probar.

    En este despiadado lugar, un alma poco afortunada parece perdida, un hombre, proveniente de algún otro lugar desconocido pareció llegar a través de una brecha, y, tras su encuentro con Ozen La Inamovible, la actitud de la mujer le dejó claro que el abismo no es lugar para gente débil, o te devoran sus habitantes, o es el propio abismo el que lo hace... Y dicha persona estaba a punto de vivir la bienvenida que le da el abismo a todos.

    -------------------------------

    Ozen estaba desde su campamento observando tranquilamente los alrededores como solía hacer en momentos de aburrimiento, cosa que el abismo rara vez dejaba ocurrir.

    Desde la distancia observó al hombre que antes irrumpió en su hogar, ahora huyendo despavorido de una criatura.

    Ozen dejó salir un suspiro y se dirigió adentro, su forma desapareciendo en el laberinto de su hogar.

    La criatura perseguía incansable, emitiendo chillidos provenientes de otro mundo, que harían temblar la mente de cualquiera.
    El hombre podía sentir su estómago revolverse y su cuerpo más pesado, probablemente debido a la maldición que carga el abismo.

    Su cuerpo pareció rendirse. La criatura saltó, con mandíbulas abiertas, preparadas para acabar con la vida del hombre, entonces...

    El suelo tembló.
    El aire se partió en dos.
    Y la bestia se detuvo en seco, su cabeza girando sin su cuerpo, su columna partida como una caña seca entre dedos de hierro.

    Ella estaba allí...

    Ozen.

    No llegó corriendo, no llegó gritando, simplemente estaba, como si siempre hubiera estado. Su silueta era una torre ennegrecida por la ceniza, envuelta en placas de hierro que no brillaban, pero que pesaban en el aire como un juicio. El cadáver del monstruo aún se estremecía a su lado, colapsando lentamente, como si se negara a morir del todo.

    Ozen no miró a la criatura, solo al hombre, como si el cádaver de esa criatura fuera algo común en su día a día.

    Su rostro era inexpresivo, inmóvil, más muerto que vivo, sus ojos no tenían ira, ni compasión, ni alivio, solo presencia. Un vacío que no juzga, no salva... solo decide.

    Se acercó y se inclinó un poco, el metal de su armadura crujió como una tumba abriéndose.

    — Sigues vivo. — Su voz fue un golpe seco. — Te había dicho que esperases a que hubiera una brecha, este lugar no está hecho para ti, ¿Qué es lo que buscas? — Su tono de voz era firme, no parecía enfadada, más bien parecía una advertencia.
    Rol con: [Skynight86] La Selva Invertida – El Jardín de lo Que No Debería Crecer, la segunda capa del abismo, un bosque que ha olvidado el cielo, donde las raíces cuelgan desde las alturas como si la tierra hubiera sido volteada, y la gravedad respondiera a otra ley. Árboles imposibles se aferran a techos de roca, colgando boca abajo como condenados suspendidos en una danza sin fin. Sus ramas no buscan la luz: la rehúyen, enredándose en sí mismas como si quisieran ocultar su propia existencia. El aire aquí es denso, húmedo, cargado de una fragancia espesa, dulce como la descomposición de una flor demasiado madura. No hay brisa, solo el aliento caliente del Abismo, que exhala entre las hojas y murmura en lenguas vegetales a los que se atreven a cruzar su umbral. La luz apenas sobrevive en este mundo. La poca que logra filtrarse desde las capas superiores llega rota, teñida de verde y oro sucio, y cae en haces irregulares como manchas de pintura enferma. Bajo esa luz, la vegetación brilla con un tono malsano. Hojas que sudan savia negra, hongos que respiran con un latido lento, y flores que se abren solo cuando escuchan pasos. Aquí no hay depredadores ni presas, solo habitantes de un ecosistema que no perdona el error de existir sin entender sus reglas. Un paso en falso no lleva a la muerte, sino a una lenta digestión por parte de algo que no tiene rostro ni intención: solo hambre. Y sobre todo, la Selva Invertida escucha. Escucha los pasos, las respiraciones contenidas, las súplicas susurradas a una madre que no puede oír. Porque en este nivel, el Abismo ya te ha empezado a probar. En este despiadado lugar, un alma poco afortunada parece perdida, un hombre, proveniente de algún otro lugar desconocido pareció llegar a través de una brecha, y, tras su encuentro con Ozen La Inamovible, la actitud de la mujer le dejó claro que el abismo no es lugar para gente débil, o te devoran sus habitantes, o es el propio abismo el que lo hace... Y dicha persona estaba a punto de vivir la bienvenida que le da el abismo a todos. ------------------------------- Ozen estaba desde su campamento observando tranquilamente los alrededores como solía hacer en momentos de aburrimiento, cosa que el abismo rara vez dejaba ocurrir. Desde la distancia observó al hombre que antes irrumpió en su hogar, ahora huyendo despavorido de una criatura. Ozen dejó salir un suspiro y se dirigió adentro, su forma desapareciendo en el laberinto de su hogar. La criatura perseguía incansable, emitiendo chillidos provenientes de otro mundo, que harían temblar la mente de cualquiera. El hombre podía sentir su estómago revolverse y su cuerpo más pesado, probablemente debido a la maldición que carga el abismo. Su cuerpo pareció rendirse. La criatura saltó, con mandíbulas abiertas, preparadas para acabar con la vida del hombre, entonces... El suelo tembló. El aire se partió en dos. Y la bestia se detuvo en seco, su cabeza girando sin su cuerpo, su columna partida como una caña seca entre dedos de hierro. Ella estaba allí... Ozen. No llegó corriendo, no llegó gritando, simplemente estaba, como si siempre hubiera estado. Su silueta era una torre ennegrecida por la ceniza, envuelta en placas de hierro que no brillaban, pero que pesaban en el aire como un juicio. El cadáver del monstruo aún se estremecía a su lado, colapsando lentamente, como si se negara a morir del todo. Ozen no miró a la criatura, solo al hombre, como si el cádaver de esa criatura fuera algo común en su día a día. Su rostro era inexpresivo, inmóvil, más muerto que vivo, sus ojos no tenían ira, ni compasión, ni alivio, solo presencia. Un vacío que no juzga, no salva... solo decide. Se acercó y se inclinó un poco, el metal de su armadura crujió como una tumba abriéndose. — Sigues vivo. — Su voz fue un golpe seco. — Te había dicho que esperases a que hubiera una brecha, este lugar no está hecho para ti, ¿Qué es lo que buscas? — Su tono de voz era firme, no parecía enfadada, más bien parecía una advertencia.
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  • Deben aprender a establecer prioridades. Hay que tener sentido de la proporción. Así se puede aprovechar el tiempo de la mejor manera, y sacarle el máximo provecho a los recursos disponibles.

    *Era un domingo muy perezoso. Despuès de obligarse a salir de la cama por la mañana, pese a querer dormir más, Adam había comenzado el día. Aunque sin ánimos.
    La fiesta había sido muy buena, y, durante la tarde, había recibido una llamada de su compañero Elios, el cual estaba tan cansado como él, y se quejaba de haberse saltado el entrenamiento a causa de la fiesta.
    Había pedido consejo a su otro compañero, Shinei, el cual, por ser un soldado, se destacaba por su disciplina, la cual impresionaba a ambos.
    Así, mediante una llamada colectiva, Adam escuchaba en altavoz el intercambio de palabras de Shinn y Elios, ya que Shinn tenía respuestas prácticas para las quejas de Elios, las cuales también le resultaban útiles a él.*

    -¿Entonces crees que debí entrenar ayer antes de dormir?
    -¿No estás entendiéndome, Elios? Te estoy diciendo que actúes en base a tus propios objetivos. Comprendo que pienses que perdiste el tiempo por romper el ritmo. Pero el recreo y descanso también son importantes. Además, si tanto te preocupa el ritmo, con trabajo rudo puedes recuperarlo...

    *La conversación siguió. Adam se sentía cansado, sin ganas de salir a trabajar, pese a que el sol comenzaba a ocultarse, pero pensó que Shinn tenía razón. Acelerar el ritmo la próxima vez podía ayudarle a recuperar la carrera perdida.*

    -¡Genio!

    *Interrumpió Adam con un grito la conversación de Shinn y Elios.*

    -Te preocupas por no haber entrenado, pero anoche te veías muy feliz bailando con Cal, ¿cierto?

    *Y Shinn empezó a bromear diciendo que, secretamente, a Elios le gustaba Cal.
    La perorata siguió, y Adam, aunque aún debía decidir si subiría al auto o no en esta tarde, supo que los concejos de Shinn siempre eran útiles.*
    Deben aprender a establecer prioridades. Hay que tener sentido de la proporción. Así se puede aprovechar el tiempo de la mejor manera, y sacarle el máximo provecho a los recursos disponibles. *Era un domingo muy perezoso. Despuès de obligarse a salir de la cama por la mañana, pese a querer dormir más, Adam había comenzado el día. Aunque sin ánimos. La fiesta había sido muy buena, y, durante la tarde, había recibido una llamada de su compañero Elios, el cual estaba tan cansado como él, y se quejaba de haberse saltado el entrenamiento a causa de la fiesta. Había pedido consejo a su otro compañero, Shinei, el cual, por ser un soldado, se destacaba por su disciplina, la cual impresionaba a ambos. Así, mediante una llamada colectiva, Adam escuchaba en altavoz el intercambio de palabras de Shinn y Elios, ya que Shinn tenía respuestas prácticas para las quejas de Elios, las cuales también le resultaban útiles a él.* -¿Entonces crees que debí entrenar ayer antes de dormir? -¿No estás entendiéndome, Elios? Te estoy diciendo que actúes en base a tus propios objetivos. Comprendo que pienses que perdiste el tiempo por romper el ritmo. Pero el recreo y descanso también son importantes. Además, si tanto te preocupa el ritmo, con trabajo rudo puedes recuperarlo... *La conversación siguió. Adam se sentía cansado, sin ganas de salir a trabajar, pese a que el sol comenzaba a ocultarse, pero pensó que Shinn tenía razón. Acelerar el ritmo la próxima vez podía ayudarle a recuperar la carrera perdida.* -¡Genio! *Interrumpió Adam con un grito la conversación de Shinn y Elios.* -Te preocupas por no haber entrenado, pero anoche te veías muy feliz bailando con Cal, ¿cierto? *Y Shinn empezó a bromear diciendo que, secretamente, a Elios le gustaba Cal. La perorata siguió, y Adam, aunque aún debía decidir si subiría al auto o no en esta tarde, supo que los concejos de Shinn siempre eran útiles.*
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  • —¿Estás completamente seguro de que este es el mapa correcto?— Preguntó Annabeth con el ceño fruncido, los ojos clavados en el mapa que sostenía con firmeza, aunque no podía ocultar la frustración que la abordaba en ese momento.

    Percy simplemente le sonrió, caminando unos pasos por delante con una confianza sospechosamente despreocupada. Levantó el puño y le dijo con tono burlón:

    —Ya lo resolverlas— Y se encogio de hombros. En ese instante, Annabeth se dió cuenta de que todo dependía de ella.

    Grover, entre ellos, parecía algo incómodo. Miraba de reojo a Annabeth, luego al mapa, luego a Percy.

    —Digo, técnicamente no estamos perdidos... Solo estamos, eh.. tomando una ruta alternativa, tal vez.

    Annabeth apretó los dientes.

    —"Ruta alternativa"... claro. ¿Por qué no mejor tomamos un atajo directo al Tártaro, ya que estamos?
    —¿Estás completamente seguro de que este es el mapa correcto?— Preguntó Annabeth con el ceño fruncido, los ojos clavados en el mapa que sostenía con firmeza, aunque no podía ocultar la frustración que la abordaba en ese momento. Percy simplemente le sonrió, caminando unos pasos por delante con una confianza sospechosamente despreocupada. Levantó el puño y le dijo con tono burlón: —Ya lo resolverlas— Y se encogio de hombros. En ese instante, Annabeth se dió cuenta de que todo dependía de ella. Grover, entre ellos, parecía algo incómodo. Miraba de reojo a Annabeth, luego al mapa, luego a Percy. —Digo, técnicamente no estamos perdidos... Solo estamos, eh.. tomando una ruta alternativa, tal vez. Annabeth apretó los dientes. —"Ruta alternativa"... claro. ¿Por qué no mejor tomamos un atajo directo al Tártaro, ya que estamos?
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