• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    MENSAJITO DE SANTI PARA TODOS

    ❝ Goodbye, Santi. ❞

    ||• Bueno ¿Que decir la verdad? Me toca despedirme de esta forma (Cuenta eliminada y bloqueo de IP) Pero lejos de enojarme y eso, quiero agradecerles a todos por todo lo que conllevamos juntos, por su bonita amistad, por los roles, por permitirme darles regalos bonitos e imágenes. Estos casi 2 años en el sitio fueron únicos, hermosos y ustedes estarán siempre como un lindo recuerdo y también presentes para mí. Fueron parte importante en mi vida rolistica y también personal en algunas ocasiones.

    Hoy les digo adiós, como también Santi; mi único y querido personaje se despide y finalmente muere. En serio y con lágrimas en los ojos estoy eternamente agradecido con ustedes y por todo lo que me brindaron. Guarden con cariño los detallitos qué les hice, tanto de Santi con su cartel diciendo que los quiere como también los de las portadas VOGUE.

    ¿Nos veremos más adelante? Puede ser, pero hasta ahora me toca despedirme y agradecerles con la mano en el corazón todo lo que hicieron por mi y por las historias de mi Santi. Una disculpa enorme con las personas bonitas con cuáles tenía roles y no pude continuarlos por esto mismo. A esas personas; mil disculpas de toda alma y corazón y espero volver a rolear pronto con ustedes. Gracias, nunca olviden lo importante que son e increíbles rolers. Nunca cambien. Fin del comunicado y hasta luego. ♡
    MENSAJITO DE SANTI PARA TODOS ❝ Goodbye, Santi. ❞ ||• Bueno ¿Que decir la verdad? Me toca despedirme de esta forma (Cuenta eliminada y bloqueo de IP) Pero lejos de enojarme y eso, quiero agradecerles a todos por todo lo que conllevamos juntos, por su bonita amistad, por los roles, por permitirme darles regalos bonitos e imágenes. Estos casi 2 años en el sitio fueron únicos, hermosos y ustedes estarán siempre como un lindo recuerdo y también presentes para mí. Fueron parte importante en mi vida rolistica y también personal en algunas ocasiones. Hoy les digo adiós, como también Santi; mi único y querido personaje se despide y finalmente muere. En serio y con lágrimas en los ojos estoy eternamente agradecido con ustedes y por todo lo que me brindaron. Guarden con cariño los detallitos qué les hice, tanto de Santi con su cartel diciendo que los quiere como también los de las portadas VOGUE. ¿Nos veremos más adelante? Puede ser, pero hasta ahora me toca despedirme y agradecerles con la mano en el corazón todo lo que hicieron por mi y por las historias de mi Santi. Una disculpa enorme con las personas bonitas con cuáles tenía roles y no pude continuarlos por esto mismo. A esas personas; mil disculpas de toda alma y corazón y espero volver a rolear pronto con ustedes. Gracias, nunca olviden lo importante que son e increíbles rolers. Nunca cambien. Fin del comunicado y hasta luego. ♡
    Me entristece
    Me shockea
    7
    5 comentarios 2 compartidos 1203 vistas
  • —Tienes una misión qué cumplir ahí afuera. Este es como... un nido, ¿sí? Y tú eres como un pichoncito que tiene que abrir su alas y explorar el mundo. Más importante aún, tienes que hacer feliz a alguien. ¿Por qué? No sé. Se escucha bonito. ¿"Porque así debe ser" te gusta como respuesta? ¿O es mejor "porque hay que creer en algo bonito"?
    —Tienes una misión qué cumplir ahí afuera. Este es como... un nido, ¿sí? Y tú eres como un pichoncito que tiene que abrir su alas y explorar el mundo. Más importante aún, tienes que hacer feliz a alguien. ¿Por qué? No sé. Se escucha bonito. ¿"Porque así debe ser" te gusta como respuesta? ¿O es mejor "porque hay que creer en algo bonito"?
    Me gusta
    Me encocora
    2
    6 turnos 0 maullidos 349 vistas
  • Takeru llevaba horas resistiéndose a descansar. A pesar de las advertencias de los médicos y las miradas preocupadas de sus compañeros, insistía en que aún tenía fuerzas para seguir adelante. Sin embargo, esa tarde algo cambió. Sin decir palabra, accedió finalmente a recostarse en una de las camas de la enfermería, dejando que el peso del agotamiento lo envolviera.

    Los doctores, sorprendidos por su repentino cambio de actitud, no tardaron en preguntarle:

    —¿Qué te hizo cambiar de opinión?

    Takeru desvió la mirada, incapaz de responder. Su mente se llenó de la imagen de aquella persona, la que con una sola frase, con una sola expresión de genuina preocupación, había logrado derribar su terquedad. Su rostro comenzó a arder y, sin quererlo, sus manos se aferraron a las sábanas con nerviosismo.

    —No es nada… —murmuró, evitando el contacto visual.

    Los médicos intercambiaron miradas cómplices pero decidieron no presionarlo más. Después de todo, lo importante era que, por fin, estaba descansando.
    Takeru llevaba horas resistiéndose a descansar. A pesar de las advertencias de los médicos y las miradas preocupadas de sus compañeros, insistía en que aún tenía fuerzas para seguir adelante. Sin embargo, esa tarde algo cambió. Sin decir palabra, accedió finalmente a recostarse en una de las camas de la enfermería, dejando que el peso del agotamiento lo envolviera. Los doctores, sorprendidos por su repentino cambio de actitud, no tardaron en preguntarle: —¿Qué te hizo cambiar de opinión? Takeru desvió la mirada, incapaz de responder. Su mente se llenó de la imagen de aquella persona, la que con una sola frase, con una sola expresión de genuina preocupación, había logrado derribar su terquedad. Su rostro comenzó a arder y, sin quererlo, sus manos se aferraron a las sábanas con nerviosismo. —No es nada… —murmuró, evitando el contacto visual. Los médicos intercambiaron miradas cómplices pero decidieron no presionarlo más. Después de todo, lo importante era que, por fin, estaba descansando.
    Me enjaja
    Me shockea
    2
    0 turnos 0 maullidos 244 vistas
  • 𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒐𝒓𝒅𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒍𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆.
    Fandom House Of The Drαgon (Modern AU)
    Categoría Drama
    ⸻ Gritos, golpes y vítores. Ruidos que embotaban los oídos de Aegon, estímulos que no lograban despertarlo de su letargo. Su cuerpo estaba detrás del escenario de uno de los garitos más reconocidos de la ciudad, y tanto él como su banda estaban a punto de cumplir un sueño: los contrataron para tocar durante toda la noche. Además del salario decente que recibieron, realizar aquel bolo representaba un salto importante para ganar renombre como grupo musical; una meta por la que habían luchado con determinación, levantándose tras cada adversidad y avanzando sin rendirse. Esfuerzos que, al fin, dieron frutos y los llevaron hasta ese lugar. Sin embargo, su alma se ahogaba en el fondo de una botella de whiskey, intentando disipar el dolor de no poder compartir su triunfo con 𝐑𝐡𝐚𝐞𝐧𝐲𝐫𝐚, la única que siempre lo apoyó en su carrera de cantante y… no estaba ahí porque no se atrevió a concretarle la hora exacta en la que iban a actuar. Su propia cobardía, hostigada por inseguridades, lo frenó. Más aún porque era viernes, el día de la semana en que ella quedaba con Daemon. Lo sabía con certeza gracias a los sobornos que le daba a la secretaria que llevaba la agenda de su hermana mayor. Por eso no le dijo nada, por temor a ser rechazado.

    A pesar de que en las últimas semanas se habían acercado gracias a aquella conversación bajo las estrellas, aún quedaba un largo camino en recorrer.

    Desde que llegaron al camerino no abrió la boca, limitándose a responder con escuetas onomatopeyas cada vez que alguno de sus amigos le preguntaba algo. Esa actitud no pasó desapercibida para los integrantes de la banda, y aprovechando un momento de distracción, el batería tomó el teléfono del Targaryen y le escribió un mensaje a Nyra:

    ❝𝐄𝐲, 𝐬𝐨𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐚𝐬 ¿𝐕𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫? 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐚 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫.❞

    Intuían que el estado deleznable del platinado se debía a que no vieron a nadie de su familia entre el público. Mientras los demás participantes estaban arropados por sus parientes, él permanecía solo.

    Finalmente, llegó el momento y el conjunto instrumental salió al escenario para dar inicio con la función. Solo tardaron un par de minutos en alistarse, y el chico se colocó frente al micrófono. Era el vocalista y guitarrista. ⸻

    ¡Buenas noches! Espero que estéis listos para darlo todo, porque tenemos un gran repertorio de canciones que os van a molar.
    ⸻ Gritos, golpes y vítores. Ruidos que embotaban los oídos de Aegon, estímulos que no lograban despertarlo de su letargo. Su cuerpo estaba detrás del escenario de uno de los garitos más reconocidos de la ciudad, y tanto él como su banda estaban a punto de cumplir un sueño: los contrataron para tocar durante toda la noche. Además del salario decente que recibieron, realizar aquel bolo representaba un salto importante para ganar renombre como grupo musical; una meta por la que habían luchado con determinación, levantándose tras cada adversidad y avanzando sin rendirse. Esfuerzos que, al fin, dieron frutos y los llevaron hasta ese lugar. Sin embargo, su alma se ahogaba en el fondo de una botella de whiskey, intentando disipar el dolor de no poder compartir su triunfo con 𝐑𝐡𝐚𝐞𝐧𝐲𝐫𝐚, la única que siempre lo apoyó en su carrera de cantante y… no estaba ahí porque no se atrevió a concretarle la hora exacta en la que iban a actuar. Su propia cobardía, hostigada por inseguridades, lo frenó. Más aún porque era viernes, el día de la semana en que ella quedaba con Daemon. Lo sabía con certeza gracias a los sobornos que le daba a la secretaria que llevaba la agenda de su hermana mayor. Por eso no le dijo nada, por temor a ser rechazado. A pesar de que en las últimas semanas se habían acercado gracias a aquella conversación bajo las estrellas, aún quedaba un largo camino en recorrer. Desde que llegaron al camerino no abrió la boca, limitándose a responder con escuetas onomatopeyas cada vez que alguno de sus amigos le preguntaba algo. Esa actitud no pasó desapercibida para los integrantes de la banda, y aprovechando un momento de distracción, el batería tomó el teléfono del Targaryen y le escribió un mensaje a Nyra: ❝𝐄𝐲, 𝐬𝐨𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐚𝐬 ¿𝐕𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫? 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐚 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫.❞ Intuían que el estado deleznable del platinado se debía a que no vieron a nadie de su familia entre el público. Mientras los demás participantes estaban arropados por sus parientes, él permanecía solo. Finalmente, llegó el momento y el conjunto instrumental salió al escenario para dar inicio con la función. Solo tardaron un par de minutos en alistarse, y el chico se colocó frente al micrófono. Era el vocalista y guitarrista. ⸻ ¡Buenas noches! Espero que estéis listos para darlo todo, porque tenemos un gran repertorio de canciones que os van a molar.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    0 turnos 0 maullidos 294 vistas
  • Jimoto llevaba años recorriendo el mundo, documentando sus viajes, conociendo nuevas culturas y enfrentando desafíos que pusieran a prueba su espíritu aventurero. Sin embargo, en su interior, siempre había sentido que algo le faltaba, una pieza perdida en el rompecabezas de su existencia.

    Desde pequeño, recordaba haber visto una fotografía en la habitación de su madre adoptiva, Mikasa. En la imagen, ella aparecía junto a un grupo de personas que Jimoto no reconocía, todos sonriendo mientras sostenían siete esferas brillantes de color ámbar, cada una decorada con pequeñas estrellas. Cuando era niño, había preguntado por aquella foto, pero Mikasa solo sonreía con nostalgia y le decía que era un recuerdo de otro tiempo.

    Años después, mientras exploraba una biblioteca antigua en un pueblo remoto, Jimoto encontró un manuscrito que hablaba de aquellas misteriosas esferas. Según el relato, quien reuniera las siete recibiría la oportunidad de ver cumplido un único deseo, sin importar cuán imposible pareciera.

    La revelación lo dejó inquieto. ¿Por qué Mikasa tenía una foto con esas esferas? ¿Quiénes eran las personas que la acompañaban? Y lo más importante, ¿qué había ocurrido con ellas y con las esferas después de que la foto fuera tomada?

    Sin recuerdos de su infancia más temprana, Jimoto siempre había sentido que su pasado estaba lleno de sombras. Había fragmentos de memorias que no lograba conectar, preguntas que nadie podía responder. Ahora, tenía un objetivo claro: encontrar las siete esferas y pedir como deseo la recuperación de sus memorias perdidas.

    Su travesía lo llevaría a cruzarse con aliados y enemigos, desde mercenarios que también codiciaban su poder hasta sabios que custodiaban antiguos secretos. Entre ellos, Shunrei, el dragón azul con el que había forjado una inquebrantable amistad, sería su mayor apoyo, ayudándolo a descifrar los enigmas ocultos y protegiéndolo en los momentos más críticos.

    Pero conforme Jimoto se acercaba más a la verdad, no podía evitar preguntarse: si recuperaba sus memorias… ¿estaría preparado para enfrentarlas?
    Jimoto llevaba años recorriendo el mundo, documentando sus viajes, conociendo nuevas culturas y enfrentando desafíos que pusieran a prueba su espíritu aventurero. Sin embargo, en su interior, siempre había sentido que algo le faltaba, una pieza perdida en el rompecabezas de su existencia. Desde pequeño, recordaba haber visto una fotografía en la habitación de su madre adoptiva, Mikasa. En la imagen, ella aparecía junto a un grupo de personas que Jimoto no reconocía, todos sonriendo mientras sostenían siete esferas brillantes de color ámbar, cada una decorada con pequeñas estrellas. Cuando era niño, había preguntado por aquella foto, pero Mikasa solo sonreía con nostalgia y le decía que era un recuerdo de otro tiempo. Años después, mientras exploraba una biblioteca antigua en un pueblo remoto, Jimoto encontró un manuscrito que hablaba de aquellas misteriosas esferas. Según el relato, quien reuniera las siete recibiría la oportunidad de ver cumplido un único deseo, sin importar cuán imposible pareciera. La revelación lo dejó inquieto. ¿Por qué Mikasa tenía una foto con esas esferas? ¿Quiénes eran las personas que la acompañaban? Y lo más importante, ¿qué había ocurrido con ellas y con las esferas después de que la foto fuera tomada? Sin recuerdos de su infancia más temprana, Jimoto siempre había sentido que su pasado estaba lleno de sombras. Había fragmentos de memorias que no lograba conectar, preguntas que nadie podía responder. Ahora, tenía un objetivo claro: encontrar las siete esferas y pedir como deseo la recuperación de sus memorias perdidas. Su travesía lo llevaría a cruzarse con aliados y enemigos, desde mercenarios que también codiciaban su poder hasta sabios que custodiaban antiguos secretos. Entre ellos, Shunrei, el dragón azul con el que había forjado una inquebrantable amistad, sería su mayor apoyo, ayudándolo a descifrar los enigmas ocultos y protegiéndolo en los momentos más críticos. Pero conforme Jimoto se acercaba más a la verdad, no podía evitar preguntarse: si recuperaba sus memorias… ¿estaría preparado para enfrentarlas?
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos 246 vistas
  • El sol se ocultaba tras el horizonte, dando paso a la noche. Hyeon-Seok, vestido con una bata de seda, se encontraba de pie en el balcón de su penthouse. La ciudad se extendía a sus pies, un mar de luces y edificios que él controlaba con su poder.

    En ese momento, su mente estaba lejos de los negocios. Se encontraba absorto en la contemplación del paisaje urbano, dejando que la tranquilidad del anochecer lo envolviera. En una mano, sostenía una copa de vino tinto.

    Con un movimiento suave, llevó la copa a sus labios y bebió un sorbo del líquido, saboreando cada gota. El vino era de una cosecha especial, un regalo de un socio importante. Hyeon apreciaba los detalles y los gestos de cortesía, aunque no siempre los valorara en su justa medida.

    Un sonido suave interrumpió sus pensamientos. Se giró y vio a su asistente, Min, quien se acercaba con una tableta electrónica en sus manos.

    —Señor, tiene una llamada importante —dijo con voz respetuosa.

    Hyeon asintió y tomó la tableta. La pantalla mostraba el nombre de uno de sus socios en el extranjero.

    —Gracias, Min —dijo Hyeon—. Puedes retirarte.

    Min hizo una reverencia y se marchó, dejando a Hyeon solo en el balcón. Atendió la llamada, su voz volviendo a su tono frío y autoritario.
    El sol se ocultaba tras el horizonte, dando paso a la noche. Hyeon-Seok, vestido con una bata de seda, se encontraba de pie en el balcón de su penthouse. La ciudad se extendía a sus pies, un mar de luces y edificios que él controlaba con su poder. En ese momento, su mente estaba lejos de los negocios. Se encontraba absorto en la contemplación del paisaje urbano, dejando que la tranquilidad del anochecer lo envolviera. En una mano, sostenía una copa de vino tinto. Con un movimiento suave, llevó la copa a sus labios y bebió un sorbo del líquido, saboreando cada gota. El vino era de una cosecha especial, un regalo de un socio importante. Hyeon apreciaba los detalles y los gestos de cortesía, aunque no siempre los valorara en su justa medida. Un sonido suave interrumpió sus pensamientos. Se giró y vio a su asistente, Min, quien se acercaba con una tableta electrónica en sus manos. —Señor, tiene una llamada importante —dijo con voz respetuosa. Hyeon asintió y tomó la tableta. La pantalla mostraba el nombre de uno de sus socios en el extranjero. —Gracias, Min —dijo Hyeon—. Puedes retirarte. Min hizo una reverencia y se marchó, dejando a Hyeon solo en el balcón. Atendió la llamada, su voz volviendo a su tono frío y autoritario.
    Me encocora
    Me gusta
    Me endiabla
    4
    0 turnos 0 maullidos 343 vistas
  • "¿Me ayudas a tomar las medidas para un nuevo traje?"

    Pregunta el vampiro mientras observa a su acompañante con sus intensos ojos rojos y muestra una pequeña sonrisa en su rostro.

    Dentro de unos días va a acudir a una reunión importante y necesita un nuevo traje para la ocasión. La mejor forma de conseguir un traje único es que te tomen las medidas en persona.
    "¿Me ayudas a tomar las medidas para un nuevo traje?" Pregunta el vampiro mientras observa a su acompañante con sus intensos ojos rojos y muestra una pequeña sonrisa en su rostro. Dentro de unos días va a acudir a una reunión importante y necesita un nuevo traje para la ocasión. La mejor forma de conseguir un traje único es que te tomen las medidas en persona.
    Me encocora
    Me gusta
    Me endiabla
    Me shockea
    5
    0 turnos 0 maullidos 253 vistas
  • ### **Regreso al Bosque**

    El sonido de los golpes resonaba entre los árboles. Los nudillos de Takeru chocaban contra la corteza de un tronco caído, repitiendo el mismo ritmo una y otra vez. **Izquierda, derecha, gancho. Izquierda, derecha, gancho.**

    Su respiración era controlada, pero cada golpe lo hacía sentir la tensión en sus músculos. **Era así como debía ser.**

    Habían pasado dos meses desde su combate contra James Vulture, y aunque había salido victorioso, no se conformaba. **Había sido una pelea difícil, casi pierde.** Recordaba vívidamente la sensación de su protector bucal saliendo despedido cuando cayó por segunda vez. **Si "X" no hubiera gritado su nombre…**

    Sacudió la cabeza. **No.**

    No iba a quedarse estancado en el pasado. Ahora estaba aquí, de vuelta en su lugar de origen, para mejorar, para volverse más fuerte.

    Respiró hondo y ajustó las vendas en sus manos. **Era momento de seguir.**

    ### **Entrenamiento en la Naturaleza**

    Takeru comenzó con una carrera por el sendero del bosque. Cada paso levantaba pequeñas nubes de polvo y hojas secas. Los árboles pasaban a su alrededor como sombras alargadas, y el canto de los pájaros se mezclaba con su propia respiración.

    Su cuerpo se sentía más ligero, más rápido. La pelea con Vulture le había enseñado lo importante que era mantener la resistencia en los asaltos finales. **No volvería a estar al borde del nocaut.**

    Cuando llegó a un claro, se detuvo y comenzó su entrenamiento de sombras. Sus puños cortaban el aire con precisión, como si enfrentara a un oponente invisible. **Jab, recto, gancho, esquiva.** Su mente recreaba los movimientos de Vulture, sus patrones, su estilo agresivo.

    —No me atraparía dos veces con el mismo golpe… —murmuró entre combinaciones.

    Después de la rutina de sombra, se dirigió al río que atravesaba el bosque. Se quitó la camiseta y se metió al agua, que estaba helada, pero **eso era parte del entrenamiento.** Allí practicó golpes cortos y explosivos, obligando a su cuerpo a trabajar contra la resistencia del agua.

    El frío mordía su piel, pero **la mente debía ser más fuerte que el cuerpo.**

    Cuando terminó, salió del agua y, con el cuerpo aún goteando, se lanzó al suelo para hacer flexiones sobre los nudillos. Cada repetición era una promesa, un compromiso con sí mismo.

    **Uno.**
    **Dos.**
    **Tres.**
    **Cuatro.**

    Cada gota de sudor que caía sobre la tierra le recordaba **por qué estaba ahí.**

    ### **Conversación con Sí Mismo**

    Después de terminar, se sentó sobre una roca, observando el cielo anaranjado. Sentía el cuerpo cansado, pero en su mente había claridad.

    —Estoy avanzando —dijo en voz baja.

    Recordó su versión de hace años, cuando entrenaba en este mismo bosque sin saber hasta dónde podría llegar. **Ahora, estaba en la ruta hacia el título mundial.**

    Pensó en su entrenador, en los sacrificios que había hecho para guiarlo. Pensó en "X", en cómo había estado a su lado durante todo este camino. **Fue su voz la que lo hizo levantarse cuando estaba al borde de la derrota.**

    —No puedo fallarles —susurró.

    Se puso de pie, sintiendo una nueva oleada de determinación recorrer su cuerpo. **No iba a detenerse.** Había vencido a Vulture, pero eso era solo el principio.

    Cerró los puños y miró hacia adelante.

    —Voy por el título mundial.

    Con esa última declaración, Takeru volvió a moverse. No había tiempo que perder.
    ### **Regreso al Bosque** El sonido de los golpes resonaba entre los árboles. Los nudillos de Takeru chocaban contra la corteza de un tronco caído, repitiendo el mismo ritmo una y otra vez. **Izquierda, derecha, gancho. Izquierda, derecha, gancho.** Su respiración era controlada, pero cada golpe lo hacía sentir la tensión en sus músculos. **Era así como debía ser.** Habían pasado dos meses desde su combate contra James Vulture, y aunque había salido victorioso, no se conformaba. **Había sido una pelea difícil, casi pierde.** Recordaba vívidamente la sensación de su protector bucal saliendo despedido cuando cayó por segunda vez. **Si "X" no hubiera gritado su nombre…** Sacudió la cabeza. **No.** No iba a quedarse estancado en el pasado. Ahora estaba aquí, de vuelta en su lugar de origen, para mejorar, para volverse más fuerte. Respiró hondo y ajustó las vendas en sus manos. **Era momento de seguir.** ### **Entrenamiento en la Naturaleza** Takeru comenzó con una carrera por el sendero del bosque. Cada paso levantaba pequeñas nubes de polvo y hojas secas. Los árboles pasaban a su alrededor como sombras alargadas, y el canto de los pájaros se mezclaba con su propia respiración. Su cuerpo se sentía más ligero, más rápido. La pelea con Vulture le había enseñado lo importante que era mantener la resistencia en los asaltos finales. **No volvería a estar al borde del nocaut.** Cuando llegó a un claro, se detuvo y comenzó su entrenamiento de sombras. Sus puños cortaban el aire con precisión, como si enfrentara a un oponente invisible. **Jab, recto, gancho, esquiva.** Su mente recreaba los movimientos de Vulture, sus patrones, su estilo agresivo. —No me atraparía dos veces con el mismo golpe… —murmuró entre combinaciones. Después de la rutina de sombra, se dirigió al río que atravesaba el bosque. Se quitó la camiseta y se metió al agua, que estaba helada, pero **eso era parte del entrenamiento.** Allí practicó golpes cortos y explosivos, obligando a su cuerpo a trabajar contra la resistencia del agua. El frío mordía su piel, pero **la mente debía ser más fuerte que el cuerpo.** Cuando terminó, salió del agua y, con el cuerpo aún goteando, se lanzó al suelo para hacer flexiones sobre los nudillos. Cada repetición era una promesa, un compromiso con sí mismo. **Uno.** **Dos.** **Tres.** **Cuatro.** Cada gota de sudor que caía sobre la tierra le recordaba **por qué estaba ahí.** ### **Conversación con Sí Mismo** Después de terminar, se sentó sobre una roca, observando el cielo anaranjado. Sentía el cuerpo cansado, pero en su mente había claridad. —Estoy avanzando —dijo en voz baja. Recordó su versión de hace años, cuando entrenaba en este mismo bosque sin saber hasta dónde podría llegar. **Ahora, estaba en la ruta hacia el título mundial.** Pensó en su entrenador, en los sacrificios que había hecho para guiarlo. Pensó en "X", en cómo había estado a su lado durante todo este camino. **Fue su voz la que lo hizo levantarse cuando estaba al borde de la derrota.** —No puedo fallarles —susurró. Se puso de pie, sintiendo una nueva oleada de determinación recorrer su cuerpo. **No iba a detenerse.** Había vencido a Vulture, pero eso era solo el principio. Cerró los puños y miró hacia adelante. —Voy por el título mundial. Con esa última declaración, Takeru volvió a moverse. No había tiempo que perder.
    Me shockea
    1
    5 turnos 0 maullidos 277 vistas
  • —Debo cambiar la manera de ver a mi familia..¿pero como?..

    —Esteban empezo a buscar alguna carrera que ayude a la gente pero no le gustaba ninguna de ellas,en eso tuvo una idea,una idea que le tomaria los mejores años de su vida y tal vez una enorme parte de la fortuna de su familia—


    —Un político importante...no,muy bajo debo apuntar mucho mas alto....¡ESO ES,YO SERE PRESIDENTE DE ESTA NACIÓN Y CAMBIARE LA VIDA DE LA GENTE!
    —Debo cambiar la manera de ver a mi familia..¿pero como?.. —Esteban empezo a buscar alguna carrera que ayude a la gente pero no le gustaba ninguna de ellas,en eso tuvo una idea,una idea que le tomaria los mejores años de su vida y tal vez una enorme parte de la fortuna de su familia— —Un político importante...no,muy bajo debo apuntar mucho mas alto....¡ESO ES,YO SERE PRESIDENTE DE ESTA NACIÓN Y CAMBIARE LA VIDA DE LA GENTE!
    Me shockea
    1
    0 turnos 0 maullidos 250 vistas
  • -Los Dioses Celestiales se vieron obligados a reconocer su título cómo El Gran Sabio; nombrandolo como el Cuardián del Jardín Celestial de los Melocotones Ságrados de la Inmortalidad. Pero es excluído de un banquete real que donde fueron invitados los Dioses y Diosas más importantes, la indignación de Sun Wukong se convirtió nuevamente en desafio. Después, de comer miles de "Melocotones Ságrados de la Inmortalidad", adquiere la inmortalidad absoluta, también prueba varias "Píldoras de la Indestructivilidad" de Laozi, adquiriendo invulnerabilidad ante cualquier tipo de daño físico y el Vino Real del Emperador de Jade; escapó del Cielo para regresar a su Reino en la preparación de su rebelión.-
    -Los Dioses Celestiales se vieron obligados a reconocer su título cómo El Gran Sabio; nombrandolo como el Cuardián del Jardín Celestial de los Melocotones Ságrados de la Inmortalidad. Pero es excluído de un banquete real que donde fueron invitados los Dioses y Diosas más importantes, la indignación de Sun Wukong se convirtió nuevamente en desafio. Después, de comer miles de "Melocotones Ságrados de la Inmortalidad", adquiere la inmortalidad absoluta, también prueba varias "Píldoras de la Indestructivilidad" de Laozi, adquiriendo invulnerabilidad ante cualquier tipo de daño físico y el Vino Real del Emperador de Jade; escapó del Cielo para regresar a su Reino en la preparación de su rebelión.-
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos 328 vistas
Ver más resultados
Patrocinados