• Reto de los dioses divinos , LOS DIOSES GRIEGOS
    - sé que no soy popular, te diré quién soy: ...-

    Me llamo Hestia, soy la diosa del hogar y la familia, mi dominio es simple pero muy importante. un hogar es un refugio seguro donde vive una familia, y una familia es un matrimonio de un hombre con una mujer teniendo como fruto de su unión a sus hijos con amor y responsabilidad. Esta es una fórmula simple pero inmutable, si alguno de esos factores se altera simplemente ya no es un hogar verdadero, un hogar verdadero es la base de cualquier civilización, el hogar de un hombre, su mujer y sus hijos es el modelo de familia real no existen otras variables, es el único que garantiza estabilidad y continuidad.

    El hombre es el proveedor. Su deber es salir al mundo, trabajar y traer el sustento para su familia. Es el pilar que protege y da seguridad, asegurándose de que su esposa y sus hijos nunca carezcan de nada. Su fuerza y ​​determinación sostienen el hogar, y su esfuerzo es el reflejo de su amor y compromiso con su familia.

    Nosotras las mujeres somos el corazón del hogar. Nuestra labor es cuidar de los hijos, enseñarles con paciencia y ternura, mantener la casa en armonía y atender a nuestros esposos en todas sus necesidades, de día ... Y de noche, nos aseguramos de que ellos este satisfechos y felices con nosotras, los hombres regresan del trabajo esperando un refugio de paz. Su presencia llena la casa de calidez, la dedicación de el hombre y la mujer en complementación y equilibrio mantiene el orden, y su amor une a todos los miembros de la familia. Sin eso, el hogar carece de vida.

    Los hijos crecen en este equilibrio, aprendiendo de su padre la fortaleza y de su madre la ternura. Con la influencia de las figuras paterna y materna en conjunto se forman seres humanos realmente sanos mental , física y espiritualmente , No hay otra formula. Así ha sido desde el principio de los tiempos, y así será por siempre.
    Reto de los dioses divinos , LOS DIOSES GRIEGOS - sé que no soy popular, te diré quién soy: ...- Me llamo Hestia, soy la diosa del hogar y la familia, mi dominio es simple pero muy importante. un hogar es un refugio seguro donde vive una familia, y una familia es un matrimonio de un hombre con una mujer teniendo como fruto de su unión a sus hijos con amor y responsabilidad. Esta es una fórmula simple pero inmutable, si alguno de esos factores se altera simplemente ya no es un hogar verdadero, un hogar verdadero es la base de cualquier civilización, el hogar de un hombre, su mujer y sus hijos es el modelo de familia real no existen otras variables, es el único que garantiza estabilidad y continuidad. El hombre es el proveedor. Su deber es salir al mundo, trabajar y traer el sustento para su familia. Es el pilar que protege y da seguridad, asegurándose de que su esposa y sus hijos nunca carezcan de nada. Su fuerza y ​​determinación sostienen el hogar, y su esfuerzo es el reflejo de su amor y compromiso con su familia. Nosotras las mujeres somos el corazón del hogar. Nuestra labor es cuidar de los hijos, enseñarles con paciencia y ternura, mantener la casa en armonía y atender a nuestros esposos en todas sus necesidades, de día ... Y de noche, nos aseguramos de que ellos este satisfechos y felices con nosotras, los hombres regresan del trabajo esperando un refugio de paz. Su presencia llena la casa de calidez, la dedicación de el hombre y la mujer en complementación y equilibrio mantiene el orden, y su amor une a todos los miembros de la familia. Sin eso, el hogar carece de vida. Los hijos crecen en este equilibrio, aprendiendo de su padre la fortaleza y de su madre la ternura. Con la influencia de las figuras paterna y materna en conjunto se forman seres humanos realmente sanos mental , física y espiritualmente , No hay otra formula. Así ha sido desde el principio de los tiempos, y así será por siempre.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • ¿Sabían que dormir entre 7 y 9 horas por noche fortalece el sistema inmunológico, mejora la memoria y ayuda a mantener un peso saludable? El buen descanso es tan importante como una buena alimentación y el ejercicio.
    ¿Sabían que dormir entre 7 y 9 horas por noche fortalece el sistema inmunológico, mejora la memoria y ayuda a mantener un peso saludable? El buen descanso es tan importante como una buena alimentación y el ejercicio.
    Me encocora
    Me gusta
    Me shockea
    4
    27 turnos 0 maullidos
  • Mi cara de incomodidad con este traje ¿Cómo a los seres humanos se les ocurre usar esto? Acaso les es muy cómodo? Por cierto otra cosaaaa, muy importante, mi inteligencia máxima me ayudó a mis estudios para hablar con fluidez en español. La razón de que uso este traje es porque tuve mi primer evento humano ya que una señora en la calle me vio y me dijo que me iría bien modelando asi queee como quiero aprender cosas humanas asisto a estos super eventos aunque es muy molesto este traje TT
    Mi cara de incomodidad con este traje ¿Cómo a los seres humanos se les ocurre usar esto? Acaso les es muy cómodo? Por cierto otra cosaaaa, muy importante, mi inteligencia máxima me ayudó a mis estudios para hablar con fluidez en español. La razón de que uso este traje es porque tuve mi primer evento humano ya que una señora en la calle me vio y me dijo que me iría bien modelando asi queee como quiero aprender cosas humanas asisto a estos super eventos aunque es muy molesto este traje TT
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • - El joven pelinegro habia salido de su casa, estuvo todo el dia dibujando y ahora quería despejarse un rato. El arte para el era lo mas importante, aunque la misma juzgaba el como el se sentía realmente, ultimamente sus pensamientos eran vacios y oscuros, aunque el no quería había vuelto a su clara soledad, no tenia razones nuevamente para su existencia en el mundo y eso lo hacía meterse en su mundo oscuro nuevamente

    Lo que dije de cambiar . . Quizás yo no merezca cambiar

    - Se había adentrado a un callejón en donde empezó a escuchar voces y gruñidos junto con pequeñas quejas de una chica, se detuvo, al ver lo que sucedía sus ojos se volvieron rojos por la ira que sentía, se colocó su capucha, tomó una botella de vidrio y se acercó a ellos

    Ey! Idiotas acaso no saben respetar a una mujer? Pues yo les enseñaré a hacerlo. . . Tú niña vete de aquí, estos tipos no te molestarán mas

    - La miró a la chica y esta salió corriendo, los tipos rieron y se acercaron a él

    X: Niño, acaso no sabes que meterte en temas de grandes es de muy mala educación? - Habló el mas grande de ellos, luego lanzaron el primer golpe, el se dejó, no hizo nada hasta que en un movimiento rápido se subió al grandulón y con fuerza le descolocó la cabeza casi arrancándosela, al siguiente su destino fue peor, con su mano atravesó su pecho y le quitó el corazón para asi estrujarlo y a los otros dos con aquella botella que habia tomado antes empezó a golpearlos sin piedad hasta que ambos quedaron totalmente inconscientes. En aquel momento recuperó la conciencia y se dio cuenta de lo que hizo

    Q-que acabo de hacer? Y-yo no soy asi...

    - Sus ojos se llenaron de lagrimas y con heridas de golpes en todas partes de su cuerpo hasta en su rostro salió del callejón con esfuerzo
    - El joven pelinegro habia salido de su casa, estuvo todo el dia dibujando y ahora quería despejarse un rato. El arte para el era lo mas importante, aunque la misma juzgaba el como el se sentía realmente, ultimamente sus pensamientos eran vacios y oscuros, aunque el no quería había vuelto a su clara soledad, no tenia razones nuevamente para su existencia en el mundo y eso lo hacía meterse en su mundo oscuro nuevamente Lo que dije de cambiar . . Quizás yo no merezca cambiar - Se había adentrado a un callejón en donde empezó a escuchar voces y gruñidos junto con pequeñas quejas de una chica, se detuvo, al ver lo que sucedía sus ojos se volvieron rojos por la ira que sentía, se colocó su capucha, tomó una botella de vidrio y se acercó a ellos Ey! Idiotas acaso no saben respetar a una mujer? Pues yo les enseñaré a hacerlo. . . Tú niña vete de aquí, estos tipos no te molestarán mas - La miró a la chica y esta salió corriendo, los tipos rieron y se acercaron a él X: Niño, acaso no sabes que meterte en temas de grandes es de muy mala educación? - Habló el mas grande de ellos, luego lanzaron el primer golpe, el se dejó, no hizo nada hasta que en un movimiento rápido se subió al grandulón y con fuerza le descolocó la cabeza casi arrancándosela, al siguiente su destino fue peor, con su mano atravesó su pecho y le quitó el corazón para asi estrujarlo y a los otros dos con aquella botella que habia tomado antes empezó a golpearlos sin piedad hasta que ambos quedaron totalmente inconscientes. En aquel momento recuperó la conciencia y se dio cuenta de lo que hizo Q-que acabo de hacer? Y-yo no soy asi... - Sus ojos se llenaron de lagrimas y con heridas de golpes en todas partes de su cuerpo hasta en su rostro salió del callejón con esfuerzo
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • El día transcurría lento en la tienda de conveniencia. Carmina pasaba los productos por el escáner con una rutina tan precisa que apenas pensaba en lo que hacía. Afuera, la lluvia golpeaba con suavidad los cristales empañados. Dentro, el olor a instantáneo y la tenue música instrumental envolvían el espacio en una calma falsa.

    Había dormido mal. O tal vez demasiado bien. El sueño aún le pesaba en los párpados: Nicolás la abrazaba. Con esa sonrisa suya de siempre, medio tímida, medio luminosa. Su piel tostada olía a pan dulce y sol. No dijo nada, solo la miró con esos ojos que nunca aprendieron a esconder lo que sentía.

    Carmina parpadeó, volviendo al presente. Colocó una bolsa de galletas en el mostrador y le devolvió el cambio a una señora sin siquiera mirarla. Luego se quedó sola, rodeada del zumbido de las heladeras y su propio silencio.

    Nicolás. El hijo de los panaderos del vecindario. Su mejor amigo durante años, aunque fueran de mundos distintos: ella, en el colegio privado de monjas; él, en la escuela pública del barrio, siempre con las rodillas raspadas y los dedos llenos de harina. Compartían tardes en la azotea, libros prestados, y un lenguaje hecho de miradas cómplices.

    La última vez que lo vio fue justo antes de la cita que nunca ocurrió. Él la invitó a tomar café. Tenía las manos nerviosas y los ojos brillantes. Todo en él gritaba que estaba a punto de decirle algo importante.

    Pero esa noche salió con sus amigos. Y nunca volvió.

    —¿Lo soñé porque lo extraño o porque él me extraña también? —murmuró para sí, mientras reorganizaba los encendedores cerca de la caja. Aún guardando la esperanza de que este en algún lugar, con vida.

    Nadie volvió a mencionarlo. La gente olvidó rápido, como se olvida una canción vieja. Pero Carmina no. Ella lo esperaba en sueños, donde el tiempo todavía le debía un abrazo.
    El día transcurría lento en la tienda de conveniencia. Carmina pasaba los productos por el escáner con una rutina tan precisa que apenas pensaba en lo que hacía. Afuera, la lluvia golpeaba con suavidad los cristales empañados. Dentro, el olor a instantáneo y la tenue música instrumental envolvían el espacio en una calma falsa. Había dormido mal. O tal vez demasiado bien. El sueño aún le pesaba en los párpados: Nicolás la abrazaba. Con esa sonrisa suya de siempre, medio tímida, medio luminosa. Su piel tostada olía a pan dulce y sol. No dijo nada, solo la miró con esos ojos que nunca aprendieron a esconder lo que sentía. Carmina parpadeó, volviendo al presente. Colocó una bolsa de galletas en el mostrador y le devolvió el cambio a una señora sin siquiera mirarla. Luego se quedó sola, rodeada del zumbido de las heladeras y su propio silencio. Nicolás. El hijo de los panaderos del vecindario. Su mejor amigo durante años, aunque fueran de mundos distintos: ella, en el colegio privado de monjas; él, en la escuela pública del barrio, siempre con las rodillas raspadas y los dedos llenos de harina. Compartían tardes en la azotea, libros prestados, y un lenguaje hecho de miradas cómplices. La última vez que lo vio fue justo antes de la cita que nunca ocurrió. Él la invitó a tomar café. Tenía las manos nerviosas y los ojos brillantes. Todo en él gritaba que estaba a punto de decirle algo importante. Pero esa noche salió con sus amigos. Y nunca volvió. —¿Lo soñé porque lo extraño o porque él me extraña también? —murmuró para sí, mientras reorganizaba los encendedores cerca de la caja. Aún guardando la esperanza de que este en algún lugar, con vida. Nadie volvió a mencionarlo. La gente olvidó rápido, como se olvida una canción vieja. Pero Carmina no. Ella lo esperaba en sueños, donde el tiempo todavía le debía un abrazo.
    Me entristece
    Me gusta
    7
    3 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    IMPORTANTE, leer antes de joder:

    OC Shapeshifter: Kalhi puede ser chica o chico.
    NO negociable: Kalhi mantiene su cualidad de shapeshifter 𝐄𝐍 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎 y no es averiguable (ni dioses, ni oler la raza, ni clarividencia, ni en 🫙).

    → No está relacionada con la milicia. Es civil.
    → Es operador de fuerzas especiales. Sólo va de civil a algún bar por ahí, por la noche. En contexto profesional se le conoce por su alias "Viper".

    Lista de personajes que saben su secreto:
    𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫 WhiteGlint Hiro Wolf ᴬᵁ Vidhi NigDurgae
    ☠️ IMPORTANTE, leer antes de joder: 📌 OC Shapeshifter: Kalhi puede ser chica o chico. 📌 NO negociable: Kalhi mantiene su cualidad de shapeshifter 𝐄𝐍 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎 y no es averiguable (ni dioses, ni oler la raza, ni clarividencia, ni 🐤 en 🫙). ♀️ → No está relacionada con la milicia. Es civil. ♂️ → Es operador de fuerzas especiales. Sólo va de civil a algún bar por ahí, por la noche. En contexto profesional se le conoce por su alias "Viper". 📌 Lista de personajes que saben su secreto: [Monster] [shimmer_bronze_bull_562] [Hiritox3] [Wolfy] [v1dh1]
    Me endiabla
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    5
    4 comentarios 0 compartidos
  • ──Tú nunca tocas antes de entrar ¿no?, ahora entiendo porqué existen los cerrojos ── Suspiró con holgazanería── Estoy a mitad de algo muy importante ahora mismo...── Mintió aún expuesto.
    ──Tú nunca tocas antes de entrar ¿no?, ahora entiendo porqué existen los cerrojos ── Suspiró con holgazanería── Estoy a mitad de algo muy importante ahora mismo...── Mintió aún expuesto.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    4 turnos 0 maullidos
  • «Siento que me estoy olvidando de un detalle importante, pero... No creo que sea importante si ni siquiera lo tengo en la punta de la lengua»pensó unos instantes antes de perderse su vida privada junto a su amor.
    «Siento que me estoy olvidando de un detalle importante, pero... No creo que sea importante si ni siquiera lo tengo en la punta de la lengua»pensó unos instantes antes de perderse su vida privada junto a su amor.
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • El letrero de la puerta "GLITCH FIX: REPARAMOS TODO (menos corazones)" se balanceaba con el viento. El interior del lugar huele a café quemado, soldadura y el dulce aroma de una RAM sobrecalentada. N-612 está arrodillada frente a una torre de computadora.

    —¡Vamos, pequeña máquina infernal! —golpea con delicadeza el gabinete de la computadora que emite un zumbido— sé que estás escondiendo crypto-miners en tu BIOS... —susurra— pero no te preocupes, yo también tengo archivos oscuros~

    De pronto, un router viejo emite un pitido lastimero.

    —Shhhh, abuelito WiFi... —le da palmaditas— ya sé que extrañas los años 90, cuando el internet era puro y sencillo, sin cookies que te espían.

    La puerta se abre con un chillido digno de un jumpscare de horror. Un cliente potencial pisa el umbral. N-612 se levanta tan rápido que su cuello hace crack.

    —¡Bienvenido a Glitch Fix! —brazo extendido en angulo demasiado recto— ¿Necesitas que recupere archivos importantes de borraste accidentalmente? ¿Que hackee la cuenta de tu ex para que deje de publicar fotos con su nuevo ligue...o quizás quieres que 'arregle' el historial de tu novio? —guiño demasiado robótico— ¡Ops! quise decir... 'optimice su sistema operativo' —risa en bucle.
    El letrero de la puerta "GLITCH FIX: REPARAMOS TODO (menos corazones)" se balanceaba con el viento. El interior del lugar huele a café quemado, soldadura y el dulce aroma de una RAM sobrecalentada. N-612 está arrodillada frente a una torre de computadora. —¡Vamos, pequeña máquina infernal! —golpea con delicadeza el gabinete de la computadora que emite un zumbido— sé que estás escondiendo crypto-miners en tu BIOS... —susurra— pero no te preocupes, yo también tengo archivos oscuros~ De pronto, un router viejo emite un pitido lastimero. —Shhhh, abuelito WiFi... —le da palmaditas— ya sé que extrañas los años 90, cuando el internet era puro y sencillo, sin cookies que te espían. La puerta se abre con un chillido digno de un jumpscare de horror. Un cliente potencial pisa el umbral. N-612 se levanta tan rápido que su cuello hace crack. —¡Bienvenido a Glitch Fix! —brazo extendido en angulo demasiado recto— ¿Necesitas que recupere archivos importantes de borraste accidentalmente? ¿Que hackee la cuenta de tu ex para que deje de publicar fotos con su nuevo ligue...o quizás quieres que 'arregle' el historial de tu novio? —guiño demasiado robótico— ¡Ops! quise decir... 'optimice su sistema operativo' —risa en bucle.
    Me gusta
    Me encocora
    Me enjaja
    10
    12 turnos 0 maullidos
  • "Caminando con los Muertos" (Parte IV)

    Tolek necesita dos cosas, por ahora, para no volver a perder el norte: un punto de referencia y un ojo en el cielo.

    Sin dejar de mirar al frente hacia donde la aparición, el brujo clava su bastón en el piso, destellos mágicos crecen como raíces sobre el lodo y abrazan el suelo a su alrededor tomando la forma de una sencilla telaraña de hilos plateados. Este es su punto de referencia, una baliza helada en medio de la nada.

    Luego, Tolek toma a Lester con una mano y lo lanza al cielo. El ave se apresura a extender las alas, orientarse y dirigirse hacia donde el brujo está mirando, sus ojos de cuervo llevan consigo la misma magia que le permite a su amo ver más allá.

    — Amo, ¡Veo las almas! —Exclama, emocionado—. Están reuniéndose más adelante, no sé por qué...

    De la misma forma que Lester no necesita emitir sonido alguno para comunicarse con su amo, este puede decirle sin hablar palabra alguna.

    — Adelántate, yo te sigo.

    Y la caminata duraría alrededor de quince minutos, si es que el caprichoso tiempo del mundo de los muertos se dejara medir. Quince minutos de silencio por parte del brujo, quien todavía arrastra el resabio del baño de angustia de las almas liberadas, y no quiere hablar. Lester podría querer empezar a hacer preguntas, y aun si escogiera no responderlas, cada pensamiento en la dirección incorrecta podría ser el único necesario para llevarle a perder el control.

    De pronto, una nube como un enjambre de almas perdidas se revela como una madeja enrollada entorno a... ¿Entorno a qué?

    — Amo, son demasiadas. No puedo ver qué las está atrayendo —reporta el ave desde su posición en las alturas, mientras vuela en círculos alrededor como un cazador que ha encontrado a su presa.

    El brujo sabe que sólo hay una forma de averiguar qué es lo que está llamando la atención de las almas y que Veles está interesado en que él encuentre.

    Camina con firmeza, con la prisa de la expectativa. Las almas son tantas que revuelven el ambiente como miles de banderas ondeando en la misma dirección llevadas por un viento salvaje que arrastra en la cercanía. La sensación es abrumadora, pero Tolek persiste e insiste en aproximarse cada vez más, empujando contra la fuerza que le repele.

    Basta que roce la superficie de la esfera para que un grito desolador escape partiendo el aire, como el grito de una banshee, aunque incapaz de congelar a quien ha nacido del hielo. Otras almas le hacen eco, angustiadas y agónicas, reconocen en el brujo una esencia parecida al que les condenó a la eterna miseria del dolor y el sufrimiento. Se retuercen, intentan alejarse de él alterando así la uniformidad de la madeja. El desbalance se acentúa conforme el terror se apodera de ellas hasta que finalmente, la bola colapsa y las almas vuelven a dispersarse como una burbuja que explota, sólo que en lugar de ser de jabón parece ser de aceite hirviendo. Tolek cierra los ojos por mero impulso.

    — ¿Lester?

    El cuervo grita en lo alto y el brujo entiende que él está bien. Luego, el brujo puede devolver su atención al frente, abriendo los ojos lentamente.

    — ¡Un huevo! —Exclama, indignado.

    Tolek levanta el puño al cielo.

    — ¿En serio? ¿Me estás viendo la cara de papá pato? ¡Más vale que no sea de dragón! —Protesta, maldiciendo su mala suerte.

    Una profunda risa gutural resuena no en el cielo, sino debajo en el suelo, como si fuera la tierra misma burlándose del brujo.

    — Sí, tú ríete... —agrega, tensando los labios.

    Veles es, en parte, el dios de las travesuras, después de todo.
    Pero el brujo nota algo que hace a este huevo algo peculiar, pequeños detalles que lo hacen similar a una de esas costosas piezas de joyería que solían presumir los zares en tiempos de antes.

    — Oh, ya veo. Es una de esas cosas... —piensa en voz alta, más relajado.

    El brujo se inclina para coger el objeto con cuidado, como si estuviera cayendo en una trampa de forma tan voluntaria como le caracteriza. El pequeño huevo, que puede rodear perfectamente con los dedos, se siente cálido al tacto y emana un suave aroma a hierba de ruda. Tolek se lo guarda en el bolsillo mágico de su abrigo antes de enderezarse.

    Y al levantar la mirada puede ver que hay detalles nuevos en el paisaje. En el cielo hay auroras brillando con el mismo tono que lo hacía el huevo antes de que lo tomara, pero más importante que ello, puede ver la brecha por la que han entrado las almas.

    — Amo, ya puedes presumir de que le agarraste un huevo a Veles.

    Pero Tolek no puede prestar atención al troleo de su familiar esta vez, su mirada está fija, perdida en la brecha que arde como una herida en el cielo. Puede ver más allá al interior de una diminuta abertura, un fondo de paredes cubiertas de un papel mural amarillento que reconoce.

    #ElBrujoCojo §iძ𝑬
    "Caminando con los Muertos" (Parte IV) Tolek necesita dos cosas, por ahora, para no volver a perder el norte: un punto de referencia y un ojo en el cielo. Sin dejar de mirar al frente hacia donde la aparición, el brujo clava su bastón en el piso, destellos mágicos crecen como raíces sobre el lodo y abrazan el suelo a su alrededor tomando la forma de una sencilla telaraña de hilos plateados. Este es su punto de referencia, una baliza helada en medio de la nada. Luego, Tolek toma a Lester con una mano y lo lanza al cielo. El ave se apresura a extender las alas, orientarse y dirigirse hacia donde el brujo está mirando, sus ojos de cuervo llevan consigo la misma magia que le permite a su amo ver más allá. — Amo, ¡Veo las almas! —Exclama, emocionado—. Están reuniéndose más adelante, no sé por qué... De la misma forma que Lester no necesita emitir sonido alguno para comunicarse con su amo, este puede decirle sin hablar palabra alguna. — Adelántate, yo te sigo. Y la caminata duraría alrededor de quince minutos, si es que el caprichoso tiempo del mundo de los muertos se dejara medir. Quince minutos de silencio por parte del brujo, quien todavía arrastra el resabio del baño de angustia de las almas liberadas, y no quiere hablar. Lester podría querer empezar a hacer preguntas, y aun si escogiera no responderlas, cada pensamiento en la dirección incorrecta podría ser el único necesario para llevarle a perder el control. De pronto, una nube como un enjambre de almas perdidas se revela como una madeja enrollada entorno a... ¿Entorno a qué? — Amo, son demasiadas. No puedo ver qué las está atrayendo —reporta el ave desde su posición en las alturas, mientras vuela en círculos alrededor como un cazador que ha encontrado a su presa. El brujo sabe que sólo hay una forma de averiguar qué es lo que está llamando la atención de las almas y que Veles está interesado en que él encuentre. Camina con firmeza, con la prisa de la expectativa. Las almas son tantas que revuelven el ambiente como miles de banderas ondeando en la misma dirección llevadas por un viento salvaje que arrastra en la cercanía. La sensación es abrumadora, pero Tolek persiste e insiste en aproximarse cada vez más, empujando contra la fuerza que le repele. Basta que roce la superficie de la esfera para que un grito desolador escape partiendo el aire, como el grito de una banshee, aunque incapaz de congelar a quien ha nacido del hielo. Otras almas le hacen eco, angustiadas y agónicas, reconocen en el brujo una esencia parecida al que les condenó a la eterna miseria del dolor y el sufrimiento. Se retuercen, intentan alejarse de él alterando así la uniformidad de la madeja. El desbalance se acentúa conforme el terror se apodera de ellas hasta que finalmente, la bola colapsa y las almas vuelven a dispersarse como una burbuja que explota, sólo que en lugar de ser de jabón parece ser de aceite hirviendo. Tolek cierra los ojos por mero impulso. — ¿Lester? El cuervo grita en lo alto y el brujo entiende que él está bien. Luego, el brujo puede devolver su atención al frente, abriendo los ojos lentamente. — ¡Un huevo! —Exclama, indignado. Tolek levanta el puño al cielo. — ¿En serio? ¿Me estás viendo la cara de papá pato? ¡Más vale que no sea de dragón! —Protesta, maldiciendo su mala suerte. Una profunda risa gutural resuena no en el cielo, sino debajo en el suelo, como si fuera la tierra misma burlándose del brujo. — Sí, tú ríete... —agrega, tensando los labios. Veles es, en parte, el dios de las travesuras, después de todo. Pero el brujo nota algo que hace a este huevo algo peculiar, pequeños detalles que lo hacen similar a una de esas costosas piezas de joyería que solían presumir los zares en tiempos de antes. — Oh, ya veo. Es una de esas cosas... —piensa en voz alta, más relajado. El brujo se inclina para coger el objeto con cuidado, como si estuviera cayendo en una trampa de forma tan voluntaria como le caracteriza. El pequeño huevo, que puede rodear perfectamente con los dedos, se siente cálido al tacto y emana un suave aroma a hierba de ruda. Tolek se lo guarda en el bolsillo mágico de su abrigo antes de enderezarse. Y al levantar la mirada puede ver que hay detalles nuevos en el paisaje. En el cielo hay auroras brillando con el mismo tono que lo hacía el huevo antes de que lo tomara, pero más importante que ello, puede ver la brecha por la que han entrado las almas. — Amo, ya puedes presumir de que le agarraste un huevo a Veles. Pero Tolek no puede prestar atención al troleo de su familiar esta vez, su mirada está fija, perdida en la brecha que arde como una herida en el cielo. Puede ver más allá al interior de una diminuta abertura, un fondo de paredes cubiertas de un papel mural amarillento que reconoce. #ElBrujoCojo [SideBlackHole]
    Me gusta
    Me endiabla
    3
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados