• [ Una pieza borrosa de lo que pudo ser. La negación del Reino acabo con un hombre gentil, su amor no correspondido. No puede salir impío del pecado original.

    Su hermano lo intentó.
    Pero gano la burla y crueldad. ]
    [ Una pieza borrosa de lo que pudo ser. La negación del Reino acabo con un hombre gentil, su amor no correspondido. No puede salir impío del pecado original. Su hermano lo intentó. Pero gano la burla y crueldad. ]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ||YA DIJE QUE HASTA EL.DOMINGO NO DESCANSO, ESTO ES CRUELDAD
    ||YA DIJE QUE HASTA EL.DOMINGO NO DESCANSO, ESTO ES CRUELDAD
    ¿Los demonios siempre son tan lentos paraactuar? Siento que voy a morir si sigo esperando...

    -acaricia con la yema de los dedos los pétalos de la flor pintola de rojo con la sangre que tenía entre los dedos -

    O simplemente hice mal el ritual de invocación, lucifer rey del infierno, guía de la luz.... Esposo mío ¿Por cuánto tiempo me harás esperar por tu llegada?
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  • La Precaución es posible sin crueldad. #PolarisXFactor
    La Precaución es posible sin crueldad. #PolarisXFactor
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  • - Fue tanta la crueldad de esa batalla que al escupir la sangre acumulada en su boca habian caido algunos dientes. no solo eso, su andar era demasiado lento porque una de sus piernas estaba rota. tambien sus costillas lo cual le dificultaba respirar bien. ¿por que no se puede curar? por el hecho de que ya no tiene suficiente energía, debe esperar un poco pues con lo que poco que le quedaba se habia cauterizado con electricdad algunas heridas abiertas. se sienta en la falda de un árbol , para cerrar sus ojos y por fin descansar un poco .. mientras que a su paso habian varios cuerpos destrozados -
    - Fue tanta la crueldad de esa batalla que al escupir la sangre acumulada en su boca habian caido algunos dientes. no solo eso, su andar era demasiado lento porque una de sus piernas estaba rota. tambien sus costillas lo cual le dificultaba respirar bien. ¿por que no se puede curar? por el hecho de que ya no tiene suficiente energía, debe esperar un poco pues con lo que poco que le quedaba se habia cauterizado con electricdad algunas heridas abiertas. se sienta en la falda de un árbol , para cerrar sus ojos y por fin descansar un poco .. mientras que a su paso habian varios cuerpos destrozados -
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  • Me estoy divirtiendo muchisimo con lo que veo, por que son tan buenos y alimentan mi crueldad?
    Me estoy divirtiendo muchisimo con lo que veo, por que son tan buenos y alimentan mi crueldad?
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  • El sentimiento de impotencia, sufrimiento e inutilidad cuando no puedes hacer nada para impedir las crueldades e injusticias que suceden. Tan sólo puedes intentar hacer algo para atenuar el sucedido sea en vano o no.
    El sentimiento de impotencia, sufrimiento e inutilidad cuando no puedes hacer nada para impedir las crueldades e injusticias que suceden. Tan sólo puedes intentar hacer algo para atenuar el sucedido sea en vano o no.
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  • La Crueldad que muestran los humanos al grado de denigrar a los marginados, a la indignidad de sus desechos. -Se refiere a los mutantes Morlocks, aquellos que deben vivir escondidos en las Alcantarillas debido a su apariencia..- #PolarisXFactor

    La Crueldad que muestran los humanos al grado de denigrar a los marginados, a la indignidad de sus desechos. -Se refiere a los mutantes Morlocks, aquellos que deben vivir escondidos en las Alcantarillas debido a su apariencia..- #PolarisXFactor
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  • — Ser un contrapeso ante la crueldad del mundo. Un oasis de calma y ternura en la adversidad. —
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  • «Fibrosarcoma.

    ¿Sabes cómo se pesca a los calamares? Los viajes duran meses, incluso años. Los trabajadores siempre son gente pobre, enferma, ex-convictos, ancianos que no encuentran otro modo de sobrevivir; gente que ha sido marginada y olvidada. Solos en la mitad del oceáno, los extraños se convierten en familia.

    No por gusto, claro. Es necesidad. La necesidad humana de tener algo de lo cual sostenerse cuando no hay nada más que oscuridad.

    Oscuridad. ¿Hay mejor palabra para describir al mar por la noche. Un vacío insondable que te hace encarar cosas que no sabían que estaban dentro de ti. El calamar se pesca de noche, después de todo, cuando sus hábitos de caza y reproducción los acercan a la superficie.

    "¿Qué los atrae?"

    ¿Nadie se había hecho antes esa pregunta? Los incandescentes faros del barco pesquero en medio de la penumbra deberían ser como los ojos de un monstruo para los calamares. ¿Puedes imaginarlo? ¿Ser uno de ellos, en tu elemento, en tu cotidianidad, y ser extraído por seres incomprensibles que irrumper en tu mundo desde lo incognoscible?

    ¿Qué los atrae? ¿Por qué no huyen al ver la luz? Nadie me respondió. Nadie lo sabía. A nadie le importaba.

    El compuesto en la tinta del calamar es tóxico, pero sólo para ciertas células.

    Es veneno.

    Pero un veneno selectivo. Amable, casi. Las células de fibrosarcoma, una especie de tumor maligno, son especialmente suceptibles a los compuestos tóxicos de la tinta del calamar.

    Esas células, y ninguna otra. Veneno que se vuelve cura.

    ¿Qué los atrae? ¿Qué es lo que encuentran tan atractivo de la luz, si tras ella sólo hay muerte y crueldad? De esa muerte, sin embargo, nace una esperanza, un veneno que no es veneno, sangre que no es sangre pero da vida de cualquier manera.

    Tristeza. Fue la primera vez que sentí tristeza.»
    «Fibrosarcoma. ¿Sabes cómo se pesca a los calamares? Los viajes duran meses, incluso años. Los trabajadores siempre son gente pobre, enferma, ex-convictos, ancianos que no encuentran otro modo de sobrevivir; gente que ha sido marginada y olvidada. Solos en la mitad del oceáno, los extraños se convierten en familia. No por gusto, claro. Es necesidad. La necesidad humana de tener algo de lo cual sostenerse cuando no hay nada más que oscuridad. Oscuridad. ¿Hay mejor palabra para describir al mar por la noche. Un vacío insondable que te hace encarar cosas que no sabían que estaban dentro de ti. El calamar se pesca de noche, después de todo, cuando sus hábitos de caza y reproducción los acercan a la superficie. "¿Qué los atrae?" ¿Nadie se había hecho antes esa pregunta? Los incandescentes faros del barco pesquero en medio de la penumbra deberían ser como los ojos de un monstruo para los calamares. ¿Puedes imaginarlo? ¿Ser uno de ellos, en tu elemento, en tu cotidianidad, y ser extraído por seres incomprensibles que irrumper en tu mundo desde lo incognoscible? ¿Qué los atrae? ¿Por qué no huyen al ver la luz? Nadie me respondió. Nadie lo sabía. A nadie le importaba. El compuesto en la tinta del calamar es tóxico, pero sólo para ciertas células. Es veneno. Pero un veneno selectivo. Amable, casi. Las células de fibrosarcoma, una especie de tumor maligno, son especialmente suceptibles a los compuestos tóxicos de la tinta del calamar. Esas células, y ninguna otra. Veneno que se vuelve cura. ¿Qué los atrae? ¿Qué es lo que encuentran tan atractivo de la luz, si tras ella sólo hay muerte y crueldad? De esa muerte, sin embargo, nace una esperanza, un veneno que no es veneno, sangre que no es sangre pero da vida de cualquier manera. Tristeza. Fue la primera vez que sentí tristeza.»
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  • Apolo caminaba descalzo sobre la arena dorada, dejando que las olas besaran sus pies con la reverencia que solo el mar podía ofrecerle. La brisa salada jugaba con sus cabellos dorados, y el reflejo del sol sobre el agua hacía que su propia luz se fundiera con el horizonte. Podría haberse sentido en casa, en perfecta armonía con la tierra y el cielo, pero su espíritu cargaba un peso que ni la inmensidad del océano podía aliviar.

    Desde allí, observaba a la humanidad con el mismo asombro con el que un poeta contempla un pergamino aún en blanco. Eran su más bella contradicción: capaces de componer himnos que harían llorar a los dioses y, al mismo tiempo, de destruirse entre sí con una crueldad que ni Ares comprendería. Les había dado la música, la curación, la luz que disipaba las sombras… pero a veces se preguntaba si realmente lo valoraban.

    El sol descendía lentamente, tiñendo el cielo de tonos ámbar y carmesí, como si la misma bóveda celeste se tiñera con la nostalgia de su corazón. Se preguntaba si su deber era iluminar sin cuestionar, si debía seguir otorgando el amanecer incluso a quienes solo conocían la noche.

    Pero entonces, en la lejanía, vio a un niño jugando en la orilla, riendo con la inocencia que solo un mortal sin miedo puede tener. Vio a una mujer con un cuaderno en las manos, escribiendo versos que algún día alguien leería con el alma en las manos. Vio a un anciano cerrando los ojos con gratitud, disfrutando del calor del sol sobre su piel como si fuese un último regalo.

    Apolo suspiró. No, la humanidad no era perfecta. Pero mientras aún hubiera quienes miraran al sol con esperanza, él seguiría brillando. Porque la luz no abandona, ni siquiera a aquellos que no saben que la necesitan.
    Apolo caminaba descalzo sobre la arena dorada, dejando que las olas besaran sus pies con la reverencia que solo el mar podía ofrecerle. La brisa salada jugaba con sus cabellos dorados, y el reflejo del sol sobre el agua hacía que su propia luz se fundiera con el horizonte. Podría haberse sentido en casa, en perfecta armonía con la tierra y el cielo, pero su espíritu cargaba un peso que ni la inmensidad del océano podía aliviar. Desde allí, observaba a la humanidad con el mismo asombro con el que un poeta contempla un pergamino aún en blanco. Eran su más bella contradicción: capaces de componer himnos que harían llorar a los dioses y, al mismo tiempo, de destruirse entre sí con una crueldad que ni Ares comprendería. Les había dado la música, la curación, la luz que disipaba las sombras… pero a veces se preguntaba si realmente lo valoraban. El sol descendía lentamente, tiñendo el cielo de tonos ámbar y carmesí, como si la misma bóveda celeste se tiñera con la nostalgia de su corazón. Se preguntaba si su deber era iluminar sin cuestionar, si debía seguir otorgando el amanecer incluso a quienes solo conocían la noche. Pero entonces, en la lejanía, vio a un niño jugando en la orilla, riendo con la inocencia que solo un mortal sin miedo puede tener. Vio a una mujer con un cuaderno en las manos, escribiendo versos que algún día alguien leería con el alma en las manos. Vio a un anciano cerrando los ojos con gratitud, disfrutando del calor del sol sobre su piel como si fuese un último regalo. Apolo suspiró. No, la humanidad no era perfecta. Pero mientras aún hubiera quienes miraran al sol con esperanza, él seguiría brillando. Porque la luz no abandona, ni siquiera a aquellos que no saben que la necesitan.
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